Diari de les idees 19
31 marzo 2020

Ideas de actualidad

Una semana más la pandemia de Covidi-19 centra de manera prácticamente monográfica la atención de analistas y de expertos de todo el mundo. También el Diari de les idees vuelve a dedicarle un espacio preferencial sin menospreciar, sin embargo, otros temas de interés en política internacional y europea, en economía e igualdad o aún emergencia climática y nuevas tecnologías.

Uno de los efectos de la pandemia que conlleva una enorme importancia es la batalla dialéctica que se está produciendo a nivel geopolítico y también en otros niveles, en torno a la creación de metarrelatos que explican cómo reaccionan los diferentes sistemas políticos en el mundo ante una crisis de esta magnitud y sobre qué países o qué sistemas son los más eficientes para combatir el virus, reducir el número de muertes y detener el contagio. En este sentido, Jean-Yves Heurtebise plantea en la revista Causeur el uso propagandístico que está haciendo el gobierno chino de su gestión del Covid-19. Heurtebise describe cómo los esfuerzos se están concentrando en exportar el relato según el cual el virus ha sido detenido por la buena gestión del Partido Comunista chino. Un relato orientado a poner el dedo en la llaga de los países occidentales por no haber seguido el modelo chino y no ser sensibles a lo que llama “sinoglobalitzación”. Se trata de un debate que hay que situar en el marco del proceso de confrontación por la hegemonía mundial entre los Estados Unidos y la República Popular de China y en el que un medio como The Economist enfatiza que esta crisis no hará sino empeorar la relación entre ambas superpotencias. También apunta que los precedentes de la situación actual son la retirada de los acuerdos de París, la guerra comercial y la batalla tecnológica entorno al 5G, que alimentan la hostilidad general entre ambas potencias. Las repercusiones geopolíticas de la pandemia también son el objeto de un interesante dossier publicado en Foreign Policy y que recoge las reflexiones y predicciones de doce pensadores de todo el mundo sobre el impacto del coronavirus. A modo de ejemplo, uno de estos autores, Stephen Walt, considera que los estados saldrán reforzados y relegitimados y esto también conllevará un auge de los nacionalismos a la vez que se producirá un retroceso de la hiperglobalización. Un nuevo contexto que sin embargo puede reforzar también la naturaleza conflictiva de la política internacional, dibujando un mundo menos abierto, menos próspero y menos libre. 

En clave europea, Josep Ramoneda señala en El País que la crisis del Covid-19 ha dejado en evidencia la Unión Europea, que ha hecho exhibición de su inanidad. Los mismos Estados la han dejado fuera de juego. Se ha impuesto el tiempo de la urgencia, quedando fuera de juego y a destiempo los ritmos de la tecnocracia europea que no están preparados para una crisis de estas características. Una vez más, Europa y sus instituciones no han estado a la altura. Y esta es otra urgencia para el día de mañana: ¿qué habrá que hacer con Europa una vez pasada la crisis? Una crítica que también es objeto de una editorial del diario francés Le Monde que denuncia que la reacción europea es dispersa y desordenada y carente del principio básico de la solidaridad. A la vez, subraya también que a nivel económico, la coordinación europea de momento es todavía muy mínima y alerta de que el Banco Central Europeo no dispone ahora mismo de mucha munición para afrontar una nueva crisis, más allá de los 37.000 millones de euros que ha puesto sobre la mesa, comparados con el plan de 850.000 millones de dólares que pronto votará el Congreso de EEUU.

En este contexto, la tensión vuelve a aflorar entre los países del sur y centroeuropeos sobre los llamados “coronabonos” y a raíz de la polémica originada por las declaraciones del ministro de finanzas holandés, Wopke Hoekstra cuestionando la gestión de países como Italia y España y la respuesta contundente del primer ministro portugués António Costa calificando esta intervención de “repugnante!”. Un debate analizado por David M. Herszenhorn en Politico y que deja entrever una vez más un desajuste estructural sobre el proyecto europeo y que tiene que ver tanto con los principios y valores que guían la UE, como la solidaridad entre países, así como con los criterios y modelo de gobierno de las propias instituciones europeas.

En cuanto a España, el corresponsal en Madrid del diario The Guardian, Gilles Tremlett, dedica un artículo muy crítico sobre la gestión que se está haciendo del coronavirus por parte del gobierno español y denuncia que el gobierno de Pedro Sánchez ha actuado tarde y de manera torpe con lo cual, España se ha convertido en uno de los epicentros mundiales del virus. También critica que Sánchez tardara más de un día a aplicar el estado de alarma que había anunciado, lo que provocó que la gente se dispersara por todo el país. Tremlett concluye que cuando esto acabe, España saldrá muy fragilizada ya que, a modo de ejemplo, cuando se produjo la crisis financiera de 2008, el paro aumentó hasta el 27%, la deuda pública se disparó y la industria entró en fuerte recesión y considera que ahora podría pasa lo mismo pero que las soluciones impuestas hace una década -austeritad, pérdidas de puestos de trabajo y recortes salariales- ya no serán toleradas por la población.

Atento a la repercusiones sociales y filosóficas de la crisis, el prestigioso sociólogo  Michel Wieviorka reflexiona sobre el debate entre democracia y autoritarismo que se ha generado a raíz de las diferentes políticas utilizadas en la gestión de la crisis del coronavirus. Alerta que enaltecer la unidad nacional e implementar medidas que limitan los derechos humanos para luchar contra la epidemia, pueden ser el embrión del autoritarismo. También Manuel Castells reflexiona sobre las repercusiones del Covid-19 desde las páginas de La Vanguardia donde sugiere que el nuevo contexto desmiente la utopía liberal de los “ciudadanos del mundo”. El orden liberal podría ser una de las primeras víctimas de esta pandemia y concluye que difícilmente saldremos de esta experiencia intactos: podría ser que tuviéramos que cambiar formas de vida, modelos de consumo o nuestra relación con el mundo. Así también podría ser que en saliéramos regenerados, valorando mucho más las relaciones de apoyo mutuo, la solidaridad y la vida. También desde la filosofía, Slavoj Zizek analiza el impacto del coronavirus sobre el modelo económico vigente y apunta que el coronavirus ha destapado la realidad insostenible de otro virus que, según él, infecta la sociedad: el capitalismo. A la vez sugiere que el coronavirus presenta también la oportunidad de tomar conciencia de la sociedad que tenemos y de la posibilidad de reinventarla. Finalmente, apunta otra paradoja, como una especie de hipérbole trágica del capitalismo: en un momento en el que el ser humano es más individualista y vive en la anomia social, ahora debido a la pandemia, se le pide aislarse aún más.

En el campo de la economía, también en la editorial de The Economist se alerta de que la economía está reaccionando mucho peor de lo que esperaban los analistas. Los datos de enero y febrero muestran que la producción industrial en China, que se había previsto que disminuiría un 3% en relación al año pasado, de hecho se ha reducido un 13,5%. Algunas ventas como las hechas al detalle no han bajado de 4% sino de 20,5%, mientras que la inversión fija, que mide el gasto en maquinaria e infraestructuras, ha disminuido un 24%, seis veces más de lo previsto. En este sentido, desde las páginas de The Guardian, Larry Elliott compara la actual crisis con la del crack de 1929, que provocó cambios estructurales, pero también fue la antesala de la conflagración de la Segunda Guerra Mundial. En la década de 1930 se abandonó modelos económicos obsoletos y el patrón oro; se adoptaron políticas económicas keynesianas para hacer frente a la situación y surgieron con más poder los sindicatos; se establecieron impuestos progresivos y se acabó consolidando el estado del bienestar; la agenda política viró hacia el progresismo y se crearon organismos supraestatales para garantizar una mayor integración política. En último término, Elliott se pregunta si podría repetirse todo ello en la actualidad y si se consolidarán nuevas ideas como la renta básica universal para hacer frente a la crisis.

Por otra parte y a pesar de la pandemia, otros temas e informaciones continúan atrayendo nuestra atención. Así, en política internacional destacamos un artículo sobre el candidato demócrata Joe Biden publicado en Foreign Affairs. Retrata un candidato que huye del autoritarismo, del nacionalismo exacerbado y del “iliberalismo” de la Administración Trump y plantea alternativas solventes a la pérdida de confianza en la democracia, el hiperpartidismo, la corrupción y la desigualdad extrema. La política exterior norteamericana también es objeto de una fuerte crítica por parte de Robert Fisk que en un artículo en The Independent afirma que lo que se esconde tras la retirada de las tropas de Irak es la insostenibilidad de un proyecto a todas luces agotado que significa el repliegue sobre sí mismo de EE.UU. sin importar los daños colaterales causados ​​a las poblaciones locales y los antiguos aliados. También preocupa la deriva cada vez más autoritaria de Vladimir Putin que con el pretexto de una reforma constitucional sólo busca la permanencia indefinida en el poder por otros métodos. En un artículo publicado en The New Republic, Gregory Feifer alerta que el “putinismo” es la mayor amenaza para el futuro de Rusia ya que el presidente ruso no ha sido capaz de diversificar petroeconomia, ni ha sabido acelerar la inversión estatal en infraestructuras necesarias a la vez que su política exterior agresiva ha dejado Moscú con pocos aliados.

En clave catalana y española, las resonancias apocalípticas de la pandemia no han podido disimular la gravedad del terremoto que sacude la familia real española una vez se ha sabido que quien fue jefe del Estado durante 40 años, además de su importante asignación con cargo a los presupuestos del Estado, obtuvo una millonaria comisión por unas gestiones que realizó en el ejercicio de sus funciones, que escondió en fondos opacos y luego puso a salvo en paraísos fiscales. Una crisis, pues, que como escribe Enric Company en La Vanguardia hace tambalearse este puntal que es la monarquía en el sistema constitucional español y que como bien apunta Miguel Pasquau en un artículo en la revista CTXT no es un tema menor, ya que o bien Felipe VI consigue convencer de la utilidad de la monarquía más allá de una fracción ideológica, o ésta perderá la única ventaja que tiene sobre una república: aguantar simbólicamente el terreno de la disputa política. Finalmente, y a pesar de la tormenta política desatada por la crisis del Covid-19 y que pone en peligro la credibilidad de la UE, ésta ha iniciado las negociaciones con Macedonia y Albania de cara a un futuro ingreso. En la revista Politico, Jacopo Barigazzi destaca que visto las malas experiencias anteriores vividas con la adhesión de países del este de Europa, ahora los veintisiete han dado su visto bueno a cambio de modificar las reglas que regulan el procedimiento de incorporación, lo que permitirá un control más estricto de los temas fundamentales, especialmente la supervisión del sistema judicial y de las instituciones democráticas. 

Una Europa que por otra parte tampoco acaba de atinar en dos áreas importantes como son la inmigración y las políticas de género. En Social Europe, Petra Bendel denuncia que la UE no ha sabido aprender de la crisis de refugiados de 2015 y ahora está pagando el precio, aseverando que ahora la situación aún ha empeorado dado que esta estructura europea fragilizada se enfrenta a una crisis provocada por la invasión turca del norte de Siria agravada por la retirada de los Estados Unidos. En la misma revista, Eszter Kováts i Elena Zacharenko critican que la estrategia para la igualdad de género 2020-25 elaborada por la Comisión Europea es insuficiente dado que se centra en la reducción de la brecha de género como mecanismo que permitiría optimizar la economía y no en la erradicación de las desigualdades y de las condiciones laborales de las mujeres.

Otro frente abierto para Europa es el de la economía, más allá de la crisis suscitada por los duros enfrentamiento vividos hace pocos días en torno al tema de los llamados ‘coronabonos’. En efecto, estas tensiones también son el reflejo de los problemas ya endémicos que sacuden la Eurozona y que se suelen atribuir a la geografía, con los países del norte de un lado y los países del sur del otro, aunque las divergencias tienen más que ver con la economía y la política. Ahora bien, los autores de un artículo publicado en Social Europe, también responsables de un informe reciente de la fundación Friedrich Ebert defienden que la división norte-sur de la zona euro sólo se puede superar con un modelo confederal y cooperativo basado en nuevas instituciones comunes y que incremente el intercambio de soberanías. Paralelamente, en un manifiesto dirigido a la UE y publicado en la revista MicroMega, un grupo de economistas recoge las decisiones necesarias que a su entender debería tomar la Unión Europea para asegurar su existencia. Entre otras cosas, reivindican que el equilibrio presupuestario sólo valga para los gastos corrientes; que los gobiernos de la UE sean conscientes de que la política fiscal pueda ser utilizada de forma anticíclica; y que se abandonen los criterios de vigilancia basados ​​en parámetros poco fiables como el PIB potencial y la brecha de producción. 

En cuanto a la emergencia climática y a las políticas medioambientales, Jan Cienski recuerda en un artículo en la revista Politico que las ciudades son responsables del 70% de las emisiones de efecto invernadero y esto hace que sea indispensable su compromiso a la hora de reducir las emisiones de carbono. También recuerda que la inversión necesaria para llevar a cabo el Green Deal europeo es de 1 trillón de euros. Desde las mismas páginas, Marcel Cobuz ofrece una visión más optimista ya que considera que el Green Deal constituye una muy buena oportunidad para lograr la descarbonización, a corto plazo, apoyando las inversiones en la descarbonización y asegurando la previsibilidad de los mecanismos de fijación de precios del carbono; a medio plazo, impulsando toda la cadena de valor de la construcción hacia un aumento del uso de materiales bajos en carbono, y a largo plazo, cambiando el diseño de mecanismos de fijación de precios de carbono desde las emisiones al consumo.

Por último, una nota sobre la Inteligencia Artificial y los debates que suscita en un momento donde la proliferación de asistentes personales digitales y de algoritmos que ofrecen publicidad personalizada, etc. parece anunciar que la IA ya se está haciendo cargo del mundo. En un dossier especial de la revista Politico, lo matiza diciendo que si nos fijamos en los coches autónomos o en las cámaras de reconocimiento facial, veremos que la tecnología es mucho menos inteligente de lo que puede parecer en un principio. Afirma que la llamada Inteligencia Artificial general que puede llevar a cabo diversas tareas que imitan el comportamiento humano, aun es un mito y que es probable que pasen décadas antes de que incluso las formas más inteligentes de la IA puedan superar los humanos en las tareas complejas que configuran la vida diaria. Sin embargo, queremos destacar también la contribución fundamental que desde la IA se puede hacer también para resolver la crisis de Covid-19, ya sea en la gestión del Big Data generado o en la formulación de algoritmos con capacidad para encontrar soluciones farmacológicas para detener el virus o contribuyendo a través de la robótica con nueva instrumentación clínica o sanitaria, tal y como destaca William J. Broad en The New York Times.

more/less text

Diari de les IDEES

Dossier Coronavirus

Jean-Yves Heurtebise Le virus de la propagande

L’article planteja les relacions entre el virus Covid-19 i l’ús propagandístic que n’està fent el govern xinès ara que sembla que l’epidèmia està remitint al seu país. L’autor afirma que si el virus es presta tan bé a la propaganda, és perquè la propaganda és viral. En un primer moment, la propaganda és principalment un proselitisme d’ús intern; però, un cop s’ha “convençut” tothom (o gairebé) dins de les fronteres interiors, cal provar bé el producte per exportar-lo. En aquest sentit, considera que la diplomàcia pública xinesa del Covid-19 és de manual: com convertir un desastre de salut en propaganda política elogiant el model que va permetre’n la difusió. D’aquesta manera, Xina ja no és el focus inicial del virus que les autoritats van amagar als seus ciutadans i al món durant tres setmanes, sinó el baluard de la resistència contra el mal, l’avantguarda heròica en la lluita de contenció gràcies al seu control total sobre la població, incloent l’ús de drons, big data, tecnologies de reconeixement facial i reclusió en centres d’aïllament dels infractors a les directrius dictades. En definitiva, el relat que s’intenta exportar és que el virus va ser aturat pel Partit Comunista, que els països contaminats d’Occident ho ha estat no per excés d’obertura amb la “sinoglobalització”, sinó per no seguir el model xinès.

Slavoj Žižek El coronavirus es un golpe letal al capitalismo y una oportunidad para reinventar la sociedad

Žižek apunta que el coronavirus ha destapat la realitat insostenible d’un altre virus que infecta la societat: el capitalisme. Mentre que moltes persones moren, la gran preocupació dels estadistes i empresaris és el cop a l’economia, la recessió, la manca de creixement del producte intern brut i coses per l’estil. Al seu parer, aquest col·lapse econòmic es deu al fet que l’economia està basada fonamentalment en el consum i en la persecució de valors propugnats per la visió capitalista, com la riquesa material. Però per a Žižek això no hauria de ser així, no hauria d’haver una tirania del mercat i suggereix que el coronavirus presenta també l’oportunitat de prendre consciència dels altres virus que s’escampen per la societat des de fa molt de temps i de reinventar-la. El filòsof eslovè creu que és necessari una nova comprensió del comunisme i, sobretot, de la comunitat. Finalment, apunta una altra paradoxa, encara que potser també una espècie de hipèrbole tràgica del capitalisme: en l’era en la qual l’ésser humà es troba més aïllat que mai, ara degut a la pandèmia se li demana d’aillar-se encara més.

Foreign Policy How the World Will Look After the Coronavirus Pandemic

L’article recull les reflexions i prediccions de dotze pensadors d’arreu del món sobre la pandèmia del coronavirus. Stephen Walt comenta que s’enfortiran els estats i els nacionalismes gràcies a un retrocés de la hiperglobalització i que el poder global passarà a concentrar-se a l’Est. No canviarà, però, la naturalesa conflictiva de la política internacional, i el món serà menys obert, menys pròsper i menys lliure. En la mateixa línia, Richard N. Haas prediu un replegament a l’interior dels territoris nacionals, un retorn a l’autosuficiència, l’augment de l’oposició a la immigració i una davallada en la predisposició per afrontar problemes globals. Robin Niblett assenyala que la Covid-19 està forçant els governs i les societats a sortir-se’n en períodes d’aïllament econòmic, i això fa pensar que no tornarem a la idea d’una globalització beneficiosa per a totes les parts que ha marcat fins ara el segle XXI. Kishore Mahbubani escriu que el canvi que implicarà la crisi del coronavirus no distorsionarà allò que ja s’havia començat a donar, sinó que simplement accelerarà l’augment de poder i importància de la Xina en detriment de la supremacia dels EUA. Sobre la pèrdua de poder dels EUA, Kori Schake remarca que el país ja no serà vist com un líder internacional. G. John Ikenberry comenta que, com ja va passar a la crisi dels anys 30, la reacció immediata a la crisi serà un creixement dels nacionalismes però, a la llarga, les democràcies aconseguiran trobar un nou tipus d’internacionalisme pragmàtic i protector. Shannon K. O’Neil i Laurie Garret parlen de que les empreses repensaran i limitaran les cadenes de producció globals que es despleguen en diversos països i que han estat l’esquema bàsic de la producció fins ara. Shivshankar Menon subratlla la idea que la importància del govern i d’allò públic s’ha vist reforçada amb la crisi, inclús per als seus detractors. Joseph S. Nye, Jr. destaca que el brot del coronavirus mostra que l’estratègia nacional de seguretat de Trump, basada en la competició entre grans potències, és inadequada: no es pot protegir la seguretat actuant de manera aïllada. John Allen argumenta que la història sobre el brot de coronavirus serà escrita pels vencedors. Per a alguns, això significarà un triomf de la democràcia, el multilateralisme i la seguretat social universal, mentre que per a altres, demostrarà els beneficis del govern autoritari. Per últim, Nicholas Burns conclou que, tot i la incompetència que molts governs i òrgans supraestatals estan demostrant a l’hora de gestionar el problema, a cada país hi està havent mostres de l’esperit humà per part de metges, infermers i ciutadans que actuen de manera resilient i efectiva. 

Titiou Lecoq Le confinement ne nous soude pas, il nous divise encore plus

Malgrat els discursos oficials apel·lant a la unió i a la solidaritat, les divisions habituals a la societat subsisteixen i l’autora es pregunta si aquestes no empitjoraran a mesura que s’allargui el confinament. Apunta que primer, es va produir una divisió cognitiva entre els que entenen el principi de confinament i els que reclamen el seu dret a poder sortir. Després també hi ha la fractura de classe com ho va revelar l’èxode de classes mitjanes-altes cap a les seves residències secundàries (més de 3.000.000 a tota França) per passar-hi el període de confinament. Finalment, la divisió fonamental entre els que es troben en confinament i els que no com per exemple els empleats d’Amazon. les caixeres de supermercats. els treballadors socials, els repartidors, el personal de manteniment, els conductors de transports públics, etc.. Gent que treballa sense màscara i amb poca protecció, cap consideració i amb uns sous molt baixos. Per exemple, dins d’una mateixa empresa, els directius poden treballar des de casa mentre que els treballadors ha d’anar a treballar. En definitiva, conclou que el virus no aconseguirà curar una societat malalta, afectada per les seves desigualtats i les seves tensions, i altament dividida. És com si aquest virus, més que no pas apropar-nos, exacerbés la nostra consciència de les desigualtats.

Moisés Naim Le coronavirus Covid-19 sera un révélateur, des États et des personnes

Moisés Naim considera que així com les pandèmies causen un immens sofriment, també són eminentment instructives ja que no només enriqueixen els nostres coneixements de biologia, epidemiologia i medicina, sinó que també revelen les nostres característiques intrínseques com a individus i societats. Això ens porta a reflexionar si com a persones, estem més inclinats cap a l’altruisme o l’individualisme, si és preferible ser un país obert al món que una nació que tanqui les seves fronteres, si confiem o no en els nostres líders polítics i en els nostres experts, si hem de basar el nostre comportament en les nostres emocions o en els fets, etc. L’autor asssenyala que el Covid-19 retorna el seu paper central als experts i a les organitzacions multilaterals alhora que reviu l’antic antagonisme que contraposa l’altruisme a l’individualisme. En darrer terme, al llarg de les properes setmanes anirem veiem qui treballa pel bé comú i qui segueix els seus propis interessos.

Kurt M. Campbell i Rush Doshi The Coronavirus Could Reshape Global Order

El paper que estan jugant els EUA i la Xina en la gestió de la pandèmia fa pensar que, un cop superada la crisi, l’ordre mundial es redefinirà de manera destacable. Per una banda, la Xina, tot i que a l’inici del brot va optar per amagar la gravetat de la qüestió, silenciar els metges crítics i prohibir l’entrada de l’OMS al país, ha sabut aprofitar la crisi del coronavirus per posicionar-se a nivell de relacions internacionals: ha enviat material sanitari a altres països, ha desenvolupat una estratègia de propaganda sobre la seva eficiència… Per altra banda, i en contrast amb l’exitosa gestió que diu estar fent la Xina, els EUA, que fa set dècades que demostren la seva competència a l’hora de gestionar afers de governança mundial, han demostrat no estar a l’alçada per donar una resposta global a aquesta nova crisi. A més, l’article destaca també la diferència en les relacions diplomàtiques que han establert ambdós països: mentre que els EUA no han intentat coordinar-se amb els seus aliats, la Xina ha dut a terme una robusta campanya diplomàtica amb estats de tot el món. Davant d’aquesta situació, serà determinant la manera com actuïn Washington i Pequín. Washington encara estaria a temps de revertir la situació gestionant el problema a nivell domèstic, proveint béns públics globals i coordinant una resposta global —inclosa la coordinació amb la Xina—. 

Alexandra Prado Coelho O vírus é o espelho de todos os nossos medos

Està clar que no estem a l’Edat mitjana i que ja no veiem la malaltia com a un càstig diví. Però, segons el parer de l’autora, davant d’una calamitat de la magnitud del coronavirus, sorgeixen “records arcaics” i la necessitat de trobar una explicació que doni sentit al virus i un sentit a la vida posterior. L’article és un recull de les opinions diverses de filòsofs, pensadors i creadors que es plantegen com podem pensar en aquest moment de suspensió involuntària de la vida imposada pel coronavirus? Perquè com escriu Adam Gopnik a The New Yorker, la veritat és que una guerra constant, interminable i imprevisible entre els humans i els virus, que es desplega en un estat d’indiferència moral, almenys per part del virus, és, en certa manera, profundament contraintuitiva. Els perills existencials no estan lligats tant a aquests fets singulars, sinó a la nostra resiliència sistèmica com a espècie humana. Així, a causa del virus, s’allibera menys CO2 a l’atmosfera, hi ha menys avions que volen, i aquest és un fenomen que revela el nostre impacte sobre el planeta. Potser això ens ajudarà a pensar en l’antropocè i com interrompre el procés. Si ens preocupa preservar el benestar de la humanitat i del planeta en el futur no hi ha dubte que hi ha moltes coses que hauríem de repensar i que són, a curt termini, el canvi climàtic i la proliferació d’armes nuclears i, a mig termini, les desigualtats socials i la distribució de la riquesa. així com la rapidesa dels canvis tecnològics.

Gabriel Magalhães La vacuna de la esperanza

Mitjançant aquest article el pensador portuguès Gabriel Magalhães vol llançar un missatge d’esperança ja que de vegades necessitem algun temps per descobrir el camí de bondat que neix de les envestides de la desgràcia. En aquest sentit, la pandèmia del coronavirus és en aquest moment una fotografia borrosa. Podem donar-li les voltes que vulguem a la lent de comprendre que alguna cosa quedarà sempre desenfocat. El temps d’aquesta malaltia i les seves conseqüències gens té a veure amb el trepidant ritme informatiu. S’imposa, doncs, la cautela en el que es diu, en el que s’escriu. Ara bé, considera que ja es pot dir que aquesta malaltia serà un repte per a Europa. En primer lloc, un desafiament tècnic: com superaran, per exemple, els nostres sistemes sanitaris afeblits per l’austeritat d’aquests últims anys l’allau de persones que els necessitarà? En segon lloc, serà posat a prova el civisme de la població: aconseguirà una societat aparentment desestructurada fer front a aquesta crisi? Per fi, sorgeix la qüestió econòmica. Algun dia ens passaran la factura, segurament molt dolorosa, de les mesures que ara s’estan prenent. És veritat que hi haurà seriosos problemes econòmics, però de moment el coronavirus ha derrotat els diners, potser la divinitat més cruel de l’actualitat. Tot d’una, ja no s’adora a el déu dèficit en els altars de la política europea. I és reconfortant veure que, per fi, li donem a la vida humana més valor que als bilions de la globalització. En definitiva, el desig i l’esperança d’un món millor, més serè i equilibrat, poden ser una vacuna contra moltes de les pors i de les angoixes que està generant el coronavirus.

Open Democracy COVID-19: last chance to reevaluate our values?

Si volem sobreviure la crisi actual amb esperança de cara al futur, cal que repensem el sistema insostenible que hem mantingut fins ara. Des de finals de la Segona Guerra Mundial hi ha hagut una acceleració econòmica que ha estat durament criticada per ser un model insostenible per la vida i el planeta. Ara mateix, és impossible determinar si hi haurà canvis sistèmics substantius després d’aquesta crisi, però el que sí que podem dir és que el confinament de milions de ciutadans europeus ens hauria de servir per repensar la manera com vivim el dia a dia: la rapidesa dels nostres horaris, el consum desmesurat, el viatjar per exposar-ho a les xarxes socials… Davant d’aquesta rapidesa i superficialitat, podria dir-se, filosòficament, que la terra està responent per tal d’aturar l’enorme pressió que la nostra espècie exerceix a nivell climàtic: el virus ha aconseguit fer caure els nivells d’emissions i millorar la qualitat de l’aire, així com també ha fet baixar la demanda de béns de consum innecessaris. I no només això, el virus ha aconseguit, també, fer-nos iguals a nivell socioeconòmic i ha demostrat que les fronteres, les races o les religions no són més que límits contingents. A més, s’ha demostrat la necessitat de l’Estat i d’allò públic, i la quarantena ens ha permès gaudir del temps lliure i dels moments compartits amb les persones amb qui vivim. En resum, hem de plantejar el coronavirus com una oportunitat per pensar humilment sobre la nostra fragilitat i la importància de la solidaritat i la corresponsabilitat. 

Andrew Watt Welcome but inadequate: European measures to counter the corona crisis

Diu l’exvicepresident de Bolívia, Álvaro García Linera que estem vivint un acoblament de tres grans crisis: (I) Crisi del canvi climàtic (producte de l’apropiació humana capitalista; (II) Crisi biosocial (entre éssers humans i no-humans, producte de la racionalitat moderna); (III) Transició econòmica i geopolítica mundial. Aquest conjunt de crisis han sigut agreujades pel Covid-19. De fet, aquesta pandèmia representa l’acceleració de processos històrics que s’havien configurat amb anterioritat. Mai abans havíem necessitat respostes globals com ara i, de fet, com mai abans havíem vist la inoperància de la globalització en la resposta a una crisi global que revaloritza l’Estat-nació, aquell que està responent al coronavirus. En aquest escenari, on queda l’UE? Està donant el recolzament necessari als seus estats-membre? Són suficients les mesures del Consell i el BCE? “És poc probable que l’absència de suport fiscal europeu sigui sostenible.  

Yannis Varoufakis The coronavirus has intensified the euro crisis

El Banc Central Europeu ha impulsat de la nit al dia un programa de compra de 750 bilions d’euros. Què vol dir això per la Unió Europea? L’economia europea ja estava en crisi abans que arribés el coronavirus: la gran liquiditat produïda pel BCE no s’estava convertint en inversió, en ocupació de qualitat i en la transició ecològica que Europa necessitava. Ara, amb l’impacte del coronavirus, tenim una reducció de la capacitat de consum de la gent, però que el BCE promogui encara més la liquiditat de les grans empreses i les corporacions financeres no ajudarà a millorar la situació: això és absolutament inútil a l’hora de reduir l’impacte de la crisi en la societat. Segons Varoufakis, aquests 750 bilions d’euros són una manera de dissimular un error que va fer fa uns dies Christine Lagarde, presidenta del BCE, quan va determinar que no era responsabilitat del BCE mantenir els costos de préstec de l’Estat italià baixos, cosa que va fer augmentar de manera desmesurada el tipus d’interès del deute italià. 

Gordon Brown In the coronavirus crisis, our leaders are failing us

En aquesta tribuna al diari The Guardian, l’exprimer ministre Gordon Brown expressa el seu malestar per la gestió, al seu parer molt deficient, dels dirigents dels organismes internacionals i dels estats nacionals en la lluita contra el coronavirus. Així es pregunta per què, a mesura que la malaltia s’ha expandit a més de 100 països, no hi ha hagut un enfocament global coherent i coordinat no només del seguiment, de les proves i dels viatges, sinó per aprendre mútuament els uns dels altres sobre l’eficàcia de la quarantena i del distanciament social. També denuncia que ara que hem d’afrontar una amenaça mundial, encara no hi ha cap intent conjunt per part dels governs i dels bancs centrals de donar una resposta econòmica global. Considera que el nostre és un món dividit, sense lideratges, i que tots estem patint els efectes d’anar cadascú per la seva banda: un encobriment inicial de la gravetat del cas a Wuhan; els informes retardats de la Xina a la comunitat internacional; el fet que l’Organització Mundial de la Salut inicialment digués que la crisi era “moderada”; etc. Brown també alerta de que el nacionalisme ha generat una cultura de la culpabilitat on els governs sota pressió pressionen a tothom, a la vegada que culpabilitzen a tothom, excepte ells mateixos, de que tot vagi malament. I, tanmateix, una ideologia del ”tothom per si mateix” no funcionarà quan la salut de cadascun de nosaltres depèn irremeiablement de la salut de tots. Afirma que encara és possible una resposta global i concertada. Cada país s’hauria de comprometre a eliminar bloquejos a les cadenes de subministrament; a alleujar taxes i aranzels; a ampliar el crèdit, incloent-hi una moratòria sobre pagaments d’impostos; i a garantir una assistència financera anticipada per als treballadors en atur temporal. I allà on els països no es poden permetre fer-ho, s’hauria de sol·licitar al FMI i al Banc Mundial, com el 2009, que facin un pas endavant.

Adam Tooze Coronavirus has shattered the myth that the economy must come first

L’aturada general pel coronavirus és, probablement, la interrupció de la vida quotidiana més destacable de la història moderna. Al contrari de les guerres mundials, implica la desmobilització, no la mobilització. Des d’inicis dels anys 90, l’economia havia dictat el que s’havia de fer en sentit polític, però a partir del 2008 això va començar a ser qüestionat, i el 2016, el referèndum del Brexit i l’ascens de Donald Trump al poder van demostrar que era possible impulsar polítiques irracionals en sentit econòmic sense témer la resposta del mercat. Amb el Covid-19, es planteja l’autor, què passaria si féssim cas únicament a l’interès econòmic? El virus només és letal per al grup menys productiu de la societat i per tant, la lògica econòmica ens instaria a mantenir els nivells de vida normals i esperar que la força de treball productiva s’immunitzés progressivament. És l’estratègia per la que va optar Boris Johnson a l’inici de la crisi, però de seguida va evidenciar-se que quan es tracta d’un afer de vida o mort, el càlcul econòmic passa a un segon pla i s’ha de prioritzar el tancament dels comerços i la sostenibilitat del sistema de salut. Només després d’haver gestionat el problema pot començar a tornar-se a tenir en compte l’economia, i això queda demostrat pels estats asiàtics, que han imposat quarantenes molt estrictes i ja poden tornar, a poc a poc, a l’activitat econòmica normal. La lliçó última que podem aprendre de tot això és que la idea que l’economia és una mena de superego regulador de la política és dèbil i errònia. 

Branko Milanović The Real Pandemic Danger Is Social Collapse

Els efectes econòmics del nou coronavirus no són un problema corrent que la macroeconomia pugui resoldre o alleujar, sinó que podrien fer que la naturalesa de l’economia global canviés completament. La crisi immediata és tant d’oferta com de demanda, i la baixada dels tipus d’interès no pot contribuir a millorar una situació en què els treballadors no poden anar a treballar i en què no es pot consumir. L’economia mundial es dirigeix cap a un retorn a l’economia natural i autosuficient, que és l’extrem oposat de la globalització. Aquest retorn seria evitable si els governs aconseguissin controlar la crisi durant els propers sis o dotze mesos, però si la crisi continua, la situació podria esdevenir irreversible. Si el paradigma de l’autosuficiència i el retorn a allò local es mantingués, les persones que no tenen unes habilitats i coneixements molt especialitzats tindrien avantatges, atès que podrien produir-se el menjar, no dependrien en la xarxa pública d’electricitat o aigua i per tant no dependrien de les cadenes d’abastiment globals. La transició cap a l’economia natural tindria conseqüències dràstiques que implicarien un augment massiu de la desocupació, la desprotecció social i els desnonaments i tindrien com a conseqüència l’augment del descontentament social i de les escenes de desesperació col·lectiva, cosa que podria fer que els governs responguessin amb les forces paramilitars o militars. Tot això donaria pas a una progressiva desintegració social. Milanović insisteix en la necessitat d’impulsar una política econòmica que pugui evitar que s’arribi a aquesta situació i que tingui com a objectiu últim la prevenció de la desintegració social. 

Henry Farrell i Abraham Newman Will the Coronavirus End Globalization as We Know It?

La globalització no només ha permès que el virus s’estengués ràpidament a tot el món, sinó que també ha promogut la interdependència entre empreses i països, cosa que els ha fet s vulnerables a xocs inesperats. Això ha demostrat que la globalització és fràgil i que les cadenes de subministrament globals poden deixar de funcionar quan és més necessari que funcionin, cosa que deixa a la intempèrie a la majoria d’empreses perquè, avui en dia, ja no es té stock “per si passa alguna cosa”. Normalment, quan es parla de la globalització, se’n parla pels beneficis que implica i es diu que ha permès crear un mercat internacional flexible, amb una divisió internacional del treball on l’especialització produeix eficiència i creixement. Però no es parla de la interdependència i de la seva fragilitat. L’autor també comenta que la capacitat de fer front a les necessitats de proveïment de productes mèdics serà clau a l’hora de definir noves relacions econòmiques i polítiques: és el cas de la Xina, que va enviar material mèdic a Itàlia quan Europa havia denegat qualsevol tipus d’ajuda. El resultat de tot això podria ser un canvi en la política internacional, que tindria a veure amb l’aturada del procés de globalització i faria que els països que, com la Xina, poguessin permetre’s ser generosos guanyessin poder i influència. Els EUA, de moment, semblen no adonar-se d’això i no saber-s’hi adaptar.

Mohamed A. El-Erian The Coming Coronavirus Recession

Degut a l’impacte econòmic de la crisi de salut que s’està estenent per tot el món, els economistes s’han vist obligats a revisar les seves previsions per a l’any 2020. L’Organització per a la Cooperació i el Desenvolupament Econòmics va reduir fa pocs dies la seva previsió de creixement del 2020 a la meitat, passant del 2,9 % a l’1,5$ mentre que l’FMI també ha anunciat que aviat publicarà una revisió a la baixa. Això no obstant, l’autor considera que fins i tot aquesta primera ronda de revisions pot ser massa optimista, ja que es basaven en el supòsit incorrecte al seu entendre que la recuperació seguiria un patró en forma de V. En canvi, ara que majoritàriament es preveu que la recuperació tindrà forma d’U, caldrà tornar a revisar les previsions a la baixa. Des del seu punt de vista, l’impacte del coronavirus també alterarà l’esfera econòmica mundial en el sentit que s’acceleraran la desglobalització i la desregionalització s’acceleraran, redefinint les cadenes mundials de producció i consum. L’èmfasi del sector públic i privat en les línies de subministrament globals eficients i rendibles donarà pas al càlcul de riscos i a la gestió de la resiliència. En definitiva, el panorama econòmic global tindrà un aspecte diferent quan les coses tornin a la normalitat després de la crisi del coronavirus. Però El-Erian avisa que només una acció col·lectiva concertada pot limitar el dolor de la pròxima recessió.

Jaron Lanier i E. Glen Weyl How Civic Technology Can Help Stop a Pandemic

Taiwan aprofita la tecnologia com a “eina de creativitat democràtica” donant alè a alternatives de futur que a Occident es presenten com distòpies de control. Els exitosos resultats fruit de la incorporació de les tecnologies a la gestió sanitària de la crisi del Covid-19 fa evidents les vergonyes dels gegants en la cursa per l’IA. Els plantejaments elitistes de Xina i EEUU no donen respostes en termes de privadesa, transparència i eficàcia. En canvi, el model taiwanès posa sobre la taula l’èxit d’establir sinergies entre la tecnologia, l’activisme digital i la participació ciutadana. La clau? La incorporació de la societat civil en les decisions governamentals mitjançant “una comunitat descentralitzada de participants” a partir d’unes eines digitals per al perfeccionament de projectes d’èxit. Ens hem de fer preguntes. És possible mantenir la privadesa alhora que cedir informació sobre el nostre estat de salut, els nostres moviments o la nostra exposició a situacions de risc de contagi? La resposta rau en la subversió de la lògica jerarquitzada. 

Noam Chomsky Sanità devastata dal neoliberismo

Valentina Nicolì, periodista del diari italià Il manifesto, ha estat intercanviant uns correus electrònics amb Noam Chomsky i publica les reflexions del lingüista i filòsof americà sobre la crisi del coronavirus. Chomsky comenta l’eficiència amb què els països asiàtics han gestionat la crisi i el retard amb què ho està fent la Unió Europea. Respecte l’actuació dels EUA, comenta que ha estat terrible i que no s’estan fent tests per saber qui està infectat. Chomsky atribueix la debilitat en la gestió de la crisi al desmantellament de la sanitat pública impulsat pel neoliberalisme, i assenyala que la crisi que vivim és l’enèsim exemple del fracàs del mercat, tal i com ho és l’amenaça de la catàstrofe ambiental. 

Joan Benach La pandemia, detonante y espejo de la crisis de salud pública

Espanya és el tercer país amb més casos de coronavirus confirmats i el país que té una taxa de creixement dels contagis més elevada. L’autor argumenta a favor de la necessitat d’un pla de xoc social ambiciós per tal de paliar les conseqüències de la crisi del coronavirus. El pla s’hauria de finançar amb la devolució dels ajuts rebuts pels bancs, amb un impost a les grans fortunes i empreses tecnològiques i amb un augment de diner (i no del deute). El pla hauria d’intervenir la sanitat privada, impulsar una moratòria del pagament dels lloguers, les hipoteques i els subministraments bàsics, la preservació dels drets laborals i la implantació d’una renda bàsica universal. A mitjà termini, a més, s’hauria de fer una reforma fiscal per assegurar una redistribució de la renda més justa, una retallada del pressupost militar i l’establiment d’una taxa pels moviments del capital financer, cosa que ajudaria a augmentar la despesa pública. La crisi del coronavirus és una crisi global de salut pública que cau sobre una societat ja molt vulnerable degut al mercat laboral desregulat i precaritzat, a la desigualtat econòmica, l’exclusió social i la mercantilització dels serveis públics. És important recordar que, com ja va passar el 2008, les classes populars son més vulnerables a la crisi, i l’única manera per evitar-ho és que una marea de solidaritat polititzada exigeixi i forci el govern i la Unió Europea a un “pla Marshall” sociosanitari en favor del bé comú que transformi la salut pública i la política fiscal, que expandeixi els serveis públics, que condoni el deute generat per les polítiques de la UE, que implanti una renda bàsica universal, que creï un procés de transició ecològica i que nacionalitzi els serveis estratègics essencials. 

Josep Ramoneda Primera setmana: el futur tancat

Com a balanç dels primers dies de confinament, Ramoneda argumenta que guanyarem aquesta batalla i que en sortirem reforçats. Ara bé, també afirma que la manca d’expectatives carrega molt l’ambient i que per aquesta via es pot aconseguir la submissió, però no la confiança. Posa com a exemple el pla de xoc, amb un potent titular: 200.000 milions perquè ningú es quedi enrere. Però l’eficàcia del pla depèn fonamentalment d’un factor: la simplicitat i la rapidesa a l’hora d’executar-lo. I tots coneixem la lentitud burocràtica de l’Administració. Aquí es juga el Govern bona part del seu crèdit.Aquesta crisi ha de servir per retornar a la sanitat pública la prioritat absoluta. Ara s’estan pagant les destrosses fetes amb els furors privatitzadors de finals del segle XX i principis del XXI. Finalment, també assenyala que la crisi del Covid-19 ha deixat en evidència la Unió Europea, que ha fet exhibició de la seva inanitat. Els mateixos Estats l’han deixat fora de joc. S’ha imposat la urgència i els temps de la tecnocràcia europea no saben el que significa. I aquesta és una altra urgència per a l’endemà: què cal fer amb Europa?

Le Monde Le coronavirus révèle les insuffisances de l’Union européenne

En aquesta editorial molt crítica, el diari Le Monde denuncia que des que la pandèmia ha començat a colpejar Europa, els mecanismes de la Unió no han resistit els reflexos dels Estats membres per cercar només respostes nacionals. Així, doncs, el Covid-19 també ha contaminat una Unió Europea especialment vulnerable a causa de les seves nombroses mancances. Els temes de salut són competència dels estats membres i no hi ha, per tant, cap política europea en aquesta matèria. Això no hauria d’impedir, teòricament, una coordinació de les polítiques nacionals a nivell europeu, però l’escala de la pandèmia i la rapidesa de la seva progressió han provocat que pràcticament a tot arreu els estats de la UE hagin activitat cadascun les seves polítiques per la seva banda. A nivell econòmic, la coordinació europea també es limita al mínim i el Banc Central Europeu no disposa ara mateix de molta munició per afrontar una nova crisi. D’altra banda, és a nivell pressupostari que es fa més palesa la feblesa d’Europa. Mentre els Estats Units es preparen per votar un pla de 850 mil milions de dòlars, Brussel·les, en aquest moment, només ha posat 37.000 milions d’euros sobre la taula. Per tant, la reacció europea es fa en ordre dispers, deixant de banda la solidaritat que podria haver estat una resposta adequada a la crisi de salut que vivim.

Piotr Smolar Le coronavirus ou la primauté des Etats

El coronavirus no és només una gran crisi de salut pública. També ens sotmet a una avaluació de la nostra resiliència, les nostres solidaritats, la nostra capacitat per conformar un cos de forma col·lectiva. El que ens semblava adquirit ja no és així. Tant a nivell de ciutadans com entre països, la col·laboració i l’ajuda mútua topen amb la temptació de l’egoisme i del tancament en un mateix. Un exemple n’és el fet que ja s’hagi limitat la llibertat de circulació dins de l’espai Schengen, un dels majors actius europeus. En aquest sentit, l’autor destaca que el tràgic retorn del risc i de la mort permanents en la vida diària i la recessió econòmica de magnitud desconeguda que vindrà després de la crisi sanitària reforçarà el paper dels estats. No havien desaparegut en cap cas, però la seva capacitat de maniobra s’havia vist reduïda pel poder de les multinacionals i la globalització. Smolar també apunta una altra lliçó empírica de les darreres setmanes: el marc nacional continua sent el més rellevant, per falta d’alternativa, en una situació de crisi sanitària en tant que la UE ha estat inactiva i inaudible durant setmanes. Tot encara està per fer a nivell de plans de prevenció continental i la posada en comú de determinats equipaments, com ara màscares. Cadascun dels 27 estats membres ha pres les seves pròpies mesures de quarantena, de regulació del trànsit de passatgers, de resposta sanitària. En canvi, s’espera que Europa sàpiga afrontar la contracció futura de les nostres economies. Més enllà de les mesures d’emergència nacional, aquest serà un desl majors reptes per a la UE, la de recuperació proactiva, col·lectiva i orientada. L’autor conclou que si la línia disciplinària alemanya torna a guanyar, la credibilitat d’Europa quedaria encara més erosionada.

Frédéric Lordon Les connards qui nous gouvernent

El problema amb grans desastres (financers, nuclears, sanitaris) és segons l’autor que és millor veure’ls venir de lluny. És a dir, haver assumit el risc de donar l’alarma quan tot anava bé, o millor dit, quan tot semblava anar bé, mentre el desastre creixia a l’ombra. Per exemple, l’armament i el rearmament permanent de les finances, per tant de les crisis financeres, incloent-hi la del 2008. forats. O la destrucció de l’escola, la universitat i la investigació (sobretot sobre els coronavirus, quina ironia). O encara la demolició de l’hospital públic. Fins ara, els morts del capitalisme neoliberal, entre amiant, escàndols farmacèutics, accidents industrials, suïcidis de France Telecom, etc., havien estat massa dispersos perquè la consciència comuna els incloguésr en un sistema causal general. Però els que ara arriben a carretades, ja no ens els podran amagar. Els ciutadans ja ho han intuït i comencen a entendre quins són els responsables d’aquest terrible col·lapse. L’hora de rendir comptes polítiques s’acosta i també és probable que sigui terrible.

Editorial The Economist Paying to stop the pandemic

En la lluita per aconseguir controla la pandèmia del Covid-19, un país rere l’altre demana que els seus ciutadans mantinguin el distanciament social. A mesura que això comença a perjudicar greument les economies, els governs intenten evitar el col·lapse de les empreses i del consum injectant bilions de dòlars en fons d’ajuda i préstecs. L’editorial de The Economist alerta de que l’economia està resistint molt pitjor del que s’esperaven els analistes. Les dades de gener i febrer mostren que la producció industrial a la Xina, que s’havia previst disminuir un 3% en relació a l’any passat, de fet s’ha reduït un 13,5%, les vendes al detall no han baixat de 4% sinó de 20,5% mentre que la inversió fixa, que mesura la despesa en maquinària i infraestructures, ha disminuir un 24%, sis vegades més del previst. Dins d’aquest marc un grup de l’Imperial College de Londres ha estudiat les opcions fonamentals sobre com es pot gestionar l’impacte econòmic de la malaltia seguint un model epidemiològic per tal d’ajudar els responsables polítics a prendre mesures. Un enfocament és el de la mitigació per tal d'”aplanar la corba”, aïllant casos i posant en quarantena les llars infectades. L’altre consisteix en combatre l’epidèmia amb un ventall més ampli de mesures, entre les quals el confinament i tancar escoles i universitats. La mitigació frena la pandèmia, mentre que la supressió pretén aturar-la en sec. L’editorial conclou que sembla que els governs aposten majoritàriament per la supressió, sigui quin sigui el cost. Però si no es derrota la malaltia ràpidament, considera que s’hauran d’acabar inclinant per la mitigació, fins i tot si això significar incrementar el nombre de morts.

Silvia Turin Coronavirus, perché tanti morti in Italia? Più interazioni sociali tra nonni e nipoti

Un estudi de la Universitat d’Oxford i un altre de la Universitat de Bonn comparen la letalitat de la Covid-19 a Itàlia (la més alta de tot el món) amb les interaccions socials entre avis i néts al país. A Itàlia, els avis sovint cuiden i tenen contacte freqüent amb els néts i el seu nucli familiar, cosa que no succeeix en altres països del món. A les regions septentrionals d’Itàlia, més de la meitat de la població té contacte intergeneracional o cohabita amb els més ancians de la família i per això s’explica que la taxa de letalitat sigui tan elevada. Als països on només hi ha contactes entre persones del mateix grup d’edat, la taxa és molt més baixa.  

Miriam Pawel Is the Coronavirus Shaping the Future of How We Work?

L’article analitza l’impacte que la pandèmia del coronavirus tindrà en la manera de treballar i d’organitzar la societat a l’Estat americà de Califòrnia. En aquest Estat cada cop és més difícil viure-hi degut a l’elevat cost i l’escassetat de l’habitatge, la manca d’ocupació de qualitat, la desigualtat, la pobresaI la recessió que possiblement hi haurà després del virus espanta els experts perquè, sinó s’afronta de manera constructiva, podria fer retrocedir encara més les condicions de vida. Ja sigui per anar cap a millor o sigui per anar cap a pitjor, la pandèmia del coronavirus és un punt d’inflexió: què n’aprendrem, respecte l’ocupació, ara que hem vist que moltes feines poden fer-se telemàticament? Si s’ha demostrat que les empreses poden concedir la baixa per malaltia sense gaires entrebancs, es mantindrà això un cop no hi sigui l’amenaça del virus? Les persones sense sostre que ara podrien allotjar-se en hotels, on aniran quan s’acabi la pandèmia? Quin és el futur de l’educació, ara que hem vist que les classes poden continuar fent-se a través d’internet? I les presons, que ara han alliberat els presoners provisionals per manca d’espai, seguiran empresonant aquells que no poden pagar-se la fiança? Servirà el virus per reconèixer les desigualtats estructurals que fan que els treballadors del sector de serveis no pugui tirar endavant econòmicament? 

Manuel Castells Tiempo de virus

La propagació del virus, que subestimàvem quan era només una amenaça, ha estat un xoc per l’economia, la sanitat, la psicologia, la política, els nostres hàbits… El virus ens fa adonar-nos de la importància de la ciència i la tecnologia per protegir-nos dels desastres que nosaltres mateixos hem originat a través de la globalització. Aquest procés ha creat una interconnexió que fa que es pugui estendre qualsevol procés: el terrorisme, el canvi climàtic, les epidèmies… Funcionem amb una dinàmica de xarxa, en la que cada node es comunica amb altres nodes que alhora amplifiquen les connexions a d’altres nodes, i el virus també funciona segons aquest esquema, cosa que converteix en inoperant els sistemes de protecció del passat. Castells suggereix que amb aquesta situació queda desmentida la utopia liberal dels “ciutadans del món”, comentant que l’ordre liberal podria ser una de les primeres víctimes d’aquesta pandèmia. El virus també ens ha fet adonar-nos de la preuada simplicitat de la vida quotidiana i social, i ha posat en perspectiva els problemes que ens afligien: ara, comparat amb la possibilitat de perdre la feina o de no poder circular lliurement, res no sembla tan greu. El que és ben segur és que no sortirem d’aquesta experiència intactes: podria ser que haguéssim de canviar el model de consum, però també podria ser que en sortíssim regenerats, valorant molt més les relacions de suport mutu i la vida. 

Yasmeen Serhan Democracies Must Learn to Work From Home

La llista de polítics contagiats per coronavirus no deixa d’ampliar-se. Irene Montero, Carmen Calvo, Santiago Abascal, Javier O. Smith, Quim Torra o Isabel Día-Ayuso en són un exemple. Aquesta situació s’estén e les pròpies dinàmiques parlamentàries i al propi funcionament del nostre sistema polític. Ahir, dia 25 de Març vèiem una imatge que caricaturitza aquesta situació: Santiago Abascal, líder de Vox i parlamentari del Congreso de los Diputados (positiu en covid-19) increpava al líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias (negatiu en covid-19) d’haver-se saltat la quarantena protocolària. Bé, doncs, aquest article ens convida a reflexionar sobre la possibilitat d’implementar mesures telemàtiques per la direcció i manteniment de la “maquinària de govern”. Els estris hi són; videoconferència, votació on-line, sessions en diferit, etc. Com explica l’autora Yasmeen Serhan: “el coronavirus ha obligat a adaptar-se a pràcticament tothom (…) i les formes de funcionar de les nostres democràcies no són una exepció”.  

Otto English Coronavirus’ next victim: Populism

És Boris Johnson el nou Winston Churchill? Al UK s’estan preparant per a una guerra? Quin perill s’amaga rere la crisi de la covid-19? Aquestes són algunes de les qüestions abordades per l’autor en un magnífic article on fa l’arqueologia de dos elements. D’una banda tracta d’esbrinar si hi ha una essència, un ADN que expliqui l’estoïcisme anglès en temps de crisi. D’altra, mira de desmitificar la idea força estesa de que tant el Brexit com l’elecció de Donald Trump van ser producte de la crisi de 2008 i el malestar social. Doncs, ambdues qüestions s’interpel·len. Veiem. Ell considera que són els polítics i consellers conservadors els qui han cuinat el “Britz Spirit”, una “obsessió malsana per la guerra” que des de la campanya del Brexit al 2016  invoca la Gran Bretanya quan algun obstacle es posa en el camí de la seva sacra sobirania. És tracta d’una cultura construïda artificialment. El Prime Minister no s’assembla pas a Churchill, és “un home mandrós de visió limitada, singularment poc preparat per a la tasca de dirigir la nació en una crisi”. El virus no és pas la Covid-19, sinó el populisme que emergeix en moments “d’exuberància econòmica” a partir de la desigualtat que el propi creixement genera, una bretxa entre rics i pobres que esdevé “terreny fèrtil als populistes” com Johnson i Trump. 

Massimo Nava Quand le pouvoir est juste idiot

Des de les pàgines de Slate.fr, l’autor afirma que ha arribat el moment de preguntar-nos en quines mans ens trobem davant d’un enemic que no coneix les fronteres. Denuncia que cap estat ni cap entitat supranacional no ha estat a l’alçada de la situació. Com tampoco tots els gurus de la governança global, normalment tan avesats a previsions i escenaris futuristes. La Xina ha tardat a informar al món, ha ocultat el problema a si mateixa, ha castigat o deixat morir diversos metges valents abans d’organitzar la quarantena per a tota una regió. I mentre els xinesos estaven confinats, cap cap d’estat ni de govern semblava preocupar-se gaire: no es va prendre cap mesura d’emergència immediatament, com hauria estat lògic. L’OMS tampoc no semblava adonar-se de la gravetat de la situació i va trigar molt a llançar l’alerta per pandèmia i recomanar un protocol “a la xinesa”. En definitiva, les reaccions polítiques a la pandèmia de coronavirus demostren que en el nostre món globalitzat, la salut està lluny de ser una prioritat. En aquest sistema en què els governs semblen tenir totes les eines per coordinar polítiques efectives, la salut ha estat simplement oblidada.

Jared Diamond i Nathan Wolfe El próximo virus

Jared Diamond i Nathan Wolfe fan una amena exposició de l’origen del Covid-19. Veient el comportament i la pròpia idiosincràsia del virus arriben a la conclusió de que es tracta d’un nou cas de “zoonosis”, és a dir, un virus que “salta d’un portador animal als humans”. Altres epidèmies com el SARS o el MERS comparteixen aquesta naturalesa, el pas d’una espècie animal (normalment mamífers) a l’organisme humà. Com pot ser que sabent que el contacte amb espècies salvatges amb l’home provoqui problemes d’aquesta gravetat, les autoritats xines no facin res al respecte? Principalment per una qüestió cultural molt arrelada en les pràctiques comunitàries a Xina; el mercat d’animals salvatges com aliment, i per a ús de la medicina tradicional.  

Nick Martin Against Productivity in a Pandemic

La situació en què ens trobem demana que ens aïllem, que tinguem cura de les nostres famílies i del nostre entorn i que alentim el nostre ritme de vida. No obstant, la cultura americana de la productivitat, que dicta que cada segon de la nostra vida ha de ser mercantilitzat i optimitzat per donar el millor de nosaltres mateixos i obtenir beneficis, no ha parat de dir-nos com podem esprémer al màxim aquests dies de quarantena: fer esport, continuar treballant, començar a practicar nous hobbies, cuinar… De fet, moltes empreses han augmentat els nivells de control sobre els seus empleats, i els han imposat l’obligació de demostrar que estan connectats, que segueixen sent tan productius com abans… Ni tan sols en un context com aquest podem frenar la màquina de la productivitat? El problema és que no podem fer com si res no hagués canviat. Les condicions en què ens veiem obligats a viure són diferents i això té un impacte en la manera com podem organitzar el nostre temps i en la nostra resposta psicològica i emocional, que no pot tenir com a resposta l’augment del treball i de la productivitat. El que ens hauria d’ocupar, ara mateix, és la feina de cura, d’estar pendents dels nostres éssers estimats i de nosaltres mateixos, ja que és la feina essencial per a viure. Deixem de sentir-nos pressionats a fer tot allò que ens hem proposat fer, a tot allò que els altres volen que fem per continuar sent productius i centrem-nos en allò que és important. 

Bret Stephens It’s Dangerous to Be Ruled by Fear

Poden ésser igual de nocives la inacció i la reacció excessiva? Bret Stephens fa una interessant reflexió entorn les possibles conseqüències de les mesures basades en “la política” i no pas en l’evidència científica. I si en lloc d’ajudar a les persones amb major grau de risc, el que estem es fomentant un escenari post-crisi més crític encara? I si volent salvar la gent gran i la gent amb patologies prèvies els estem condemnant? La crisi econòmica que s’apropa inexorablement “tindrà els seus propis efectes desastrosos en la salut mental, emocional i física, inclosa la gent gran i malalta”. 

Torsten Bell Economists told us what a pandemic could do. Who listened?

El coronavirus ens ha agafat desprevinguts: fa uns mesos ningú no n’havia sentit a parlar i ara els polítics fan el que poden i sovint hi reaccionen tard. Però els experts ja ens havien advertit que això podia passar: un estudi del Banc Mundial sobre la grip aviar fet el 2006 va predir que un brot greu tindria com a conseqüència la caiguda del 5% del PIB mundial i del 10% del PIB europeu. Un estudi de l’Oficina de Pressupost del Congrés dels EUA que estudiava l’impacte econòmic que podrien tenir epidèmies de diverses dimensions advertia que, en el cas que avui en dia hi hagués un brot, passaria exactament el que està passant: que s’estendria més enllà de les fronteres nacionals; que augmentaria la demanda de l’equipament sanitari; que s’ensorraria el trànsit aeri; que hi hauria confinaments massius amb les escoles i els llocs de treball tancats; que cauria el consum… No obstant, aquest estudi ens dona una mica d’esperança pel que fa a la recuperació post-epidèmia i ens diu que a llarg termini, el creixement es reprèn ràpidament un cop superat el brot. 

Manuel de Carvalho A hora mais grave e mais nobre da União Europeia

La pandèmia de coronavirus és una prova terrible per a tots els països i serà una prova de foc per a la supervivència de la Unió Europea. Tot està subjecte al contagi de la malaltia: la moneda única, el mercat interior, la lliure circulació i, fonamentalment, l’esperit de comunitat que funciona com a pegament per a qualsevol projecte transnacional. Aquesta vegada, i a diferència de la crisi de l’euro, no hi ha lloc per al “risc moral” del deute oposava els rics “responsables” del nord als “malbaratadors” del sud. El coronavirus contagia per igual finesos i alemanys, romanesos o portuguesos. En aquesta desgràcia comuna, l’autor hi veu la possibilitat de buscar una estratègia que impliqui tothom i que beneficiï a tothom, tot i que considera que els signes donats aquests darrers dies per la UE no garanteixen en absolut que aquest sigui el camí escollit. En definitiva, si hi ha un moment perquè Europa mostri al món i a ella mateixa que la unió té sentit, si hi ha un moment en què els ciutadans europeus esperen una resposta de la seva comunitat que els ajudi a confiar en el futur, aquesta moment ha arribat i és ara.

Larry Ellott The coronavirus crisis may lead to a new way of economic thinking

El canceller d’hisenda del Regne Unit ha comparat la situació actual amb una operació militar, i Boris Johnson l’ha comparada amb l’estiu del 1940, durant la Segona Guerra Mundial. L’autor de l’article adverteix que, tot i que hi ha similituds, la situació és molt diferent. Durant la Segona Guerra Mundial l’economia va seguir funcionant en la seva màxima capacitat, mentre que avui la producció i l’ocupació estan disminuint significativament i l’economia funciona a mig gas. L’autor proposa que es compari la situació prèvia a la crisi del 2008 amb els anys previs a la Primera Guerra Mundial, quan tot semblava funcionar bé però en realitat no ho feia: l’equilibri de poder mundial estava canviant, hi havia un descontentament polític i creixia el conflicte de classes i, mentrestant, l’economia basada en el deute no parava de créixer de manera fictícia. Quan tot va esclatar no hi va haver marxa enrere i l’economia i la política van passar una molt mala època. Una dècada després va tenir lloc el crack del 29, que l’autor compara amb la crisi de la Covid-19. La història ens va ensenyar que és el segon xoc és el que fa possible dur a terme canvis estructurals. En la dècada de 1930 es va abandonar l’antiga economia i el patró or; es van adoptar polítiques econòmiques keynesianes per fer front a la situació; es va donar més poder als sindicats; es van establir impostos progressius i es va consolidar l’estat del benestar; l’agenda política va virar cap al progressisme i es van crear organismes supraestatals per garantir la integració política. L’autor es pregunta si podria repetir-se tot això a l’actualitat: es consolidaran noves idees com la renda bàsica universal per fer front a la crisi? 

Ingrid Guardiola El capitalismo de plataforma está acumulando mucho más poder y más rápido

Ingrid Guardiola analitza en una entrevista per escrit les conseqüències de l’augment de l’ús de les tecnologies durant aquesta nova etapa de distanciament i aïllament sobre les relacions socials. S’ha generat un sobreús de la tecnologia digital connectada, però també s’està fent un ús més conscient d’aquestes eines, cosa que potencia la connexió, la comunicació i enriqueix l’experiència col·lectiva. Guardiola adverteix del risc de dependència que generen les plataformes online, però el que més la preocupa és l’acumulació de poder de les empreses del capitalisme de plataforma. És important que aquesta experiència no ens faci oblidar el comerç i la cultura de proximitat i que no ens faci ser irresponsables políticament, lliurar-nos a la tendència sociòpata del mercat i les polítiques reaccionàries. L’autora també comenta que les converses online són més fràgils i pot perdre’s l’element humà que tenim quan conversem en persona. No obstant, també remarca que durant el confinament la conversa virtual adquireix una nova dimensió que la fa deixar de ser connectiva, aleatòria i la converteix en més cercada, més vertadera. Respecte a la informació, Guardiola explica que l’espectre comunicatiu ha canviat radicalment i s’ha convertit en monolític: sembla que ja no existeixin més notícies que les relacionades amb el virus. Per últim, alerta que hi ha risc d’ampliar moltes bretxes: la digital, la salarial, la laboral, la cultural… 

Nesrine Malik This virus is ravaging rich countries. What happens when it hits the poor ones?

Tot i que Àfrica té menys casos de coronavirus i una taxa d’infecció més lenta que a Europa, molts països del continent ja han aprovat mesures extremes per evitar la seva propagació. Sudan, després de registrar només un cas i un mort, ha tancat totes les escoles i universitats, i altres països com ara Egipte han tancat els aeroports. L’autor afirma que aquestes mesures són menys el fruit de la maduresa política que de l’experiència marga d’altres epidemies i de la consciència que els sistemes de salut pública ja sobrecarregats no podrien suportar un nou embat. Assenyala que l’epidèmia d’èbola del 2014 segueix fresca en la memòria dels països subsaharians i que l’experiència va demostrar que la prevenció i la contenció són l’única esperança per evitar milers de morts. Ara bé, atès que les fronteres no es poden tancar indefinidament, els països africans estan avançant ràpidament cap a una expansió del coronavirus, i saben que estan sols. En darrer terme, Malik alerta de que només un miracle o un pla Marshall per part dels països més rics pot evitar que es produeixi un cataclisme sanitari si el virus s’escampa als països més pobres.

Emine Saner 'Think about the best-case scenario': how to manage coronavirus anxiety

L’extensió de l’epidèmia del coronavirus s’ha produït de manera sobtada i ha fet que la nostra vida quotidiana canviés de manera brusca. Això, psicològicament, ha fet que molta gent se senti desorientada i angoixada, i ha augmentat la nostra sensació d’incertesa respecte el futur. L’autora ens recorda que és normal sentir pànic envers la incertesa que comporta l’extensió de a malaltia ja que el cervell humà no està programat per tolerar aquest tipus de situacions. Normalment, l’angoixa i l’estrès produïts per la incertesa fan que pensem sempre en que la situació es resoldrà de la pitjor manera possible, tot i que racionalment és impossible saber què passarà. Per tant, l’angoixa pot ser contraproduent i paralitzar-nos, i per això l’autora repassa alguns consells que els professionals donen per minimitzar l’impacte d’aquesta situació psicològicament incòmoda: limitar el consum d’informació; planificar i acotar els moments de reflexió i preocupació sobre el que està passant; informar-se sobre el que es pot fer en cas d’estar en una situació de vulnerabilitat laboral o d’habitatge; pensar només en el dia en què ens trobem i no fer plans de futur; fer activitats que ens omplin; envoltar-nos d’aquells qui estimem… 

Michel Wieviorka ¿Democracia frente a autoritarismo?

El prestigiós sociòleg Michel Wieviorka reflexiona sobre el debat entre democràcia i autoritarisme que s’ha generat arran de les diferents polítiques utilitzades en la gestió de la crisi del coronavirus. Recull un discurs que se sent sovint aquests dies en el sentit que l’autoritarisme és superior a la democràcia quan es tracta del benestar de la població, la seva seguretat o la seva salut. En canvi, afirma que la Xina ha ofert dues imatges ben diferents. D’una banda, la de l’eficàcia d’un sistema centralitzat que aplica sense dilació les mesures necessàries, construint un hospital en vuit dies i frenant la pandèmia en tres mesos. I de l’altra, la d’un poder mentider, cínic i brutal, acusant de rumors i perseguint els primers metges que van començar a donar l’alarma a finals de 2019. No obstant això, també subratlla que altres dictadures s’enfronten a la pandèmia amb gran ineficàcia com l’Iran o Egipte. També alerta que en forçar la unitat nacional i mesures que afecten els drets humans, l’epidèmia fomenta l’autoritarisme. Wieviorka afirma que la idea d’haver de triar sense més entre democràcia i autoritarisme és una mica simplista; cal considerar també la relació de cada societat amb el seu futur, la seva capacitat de pensar-se en termes històrics, d’inventar un futur possible. La crisi sanitària ens convida, a Occident, a una remobilització al voltant del rebuig de la decadència i a una nova historicitat encara per definir. En termes democràtics, és clar.

Toby Matthiesen The Coronavirus Is Exacerbating Sectarian Tensions in the Middle East

El nou coronavirus s’està estenent per l’Orient Mitjà i està agreujant els problemes polítics i les tensions sectàries que ja hi havia a la regió. La majoria dels primers casos de COVID-19 que hi va haver van detectar-se a la ciutat santa de Qom, a l’Iran, lloc de culte i de formació xiïta. El govern de Rouhani va trigar molt a decretar la quarantena i restringir els moviments cap a altres països, i això va fer que s’accelerés el ritme de contagis. Els temples xiïtes són la meta de molts creients que fan pelegrinatges a l’Iran van ser un vector molt important de transmissió, i els països del voltant de seguida van començar a detectar casos positius d’entre les persones que hi havien viatjat. L’Iran es va convertir en objecte de crítica i temor per part d’altres països com els EUA, Bahrain, l’Aràbia Saudita o els Emirats Àrabs. La culpabilització de l’Iran, sobretot per part de Bahrain i l’Aràbia Saudita ha fet que s’estigmatitzés i controlés encara més la població xiïta. Al Líban, que ja estava en crisi abans que s’estengués el virus, l’epidèmia també ha incrementat les tensions polítiques i sectàries: els partits de l’oposició ho han fet servir per criticar la influència de l’Iran al Líban. Síria i el Iemen no han confirmat que hi hagi cap cas de coronavirus entre els seus ciutadans, però degut a la proximitat econòmica i militar amb Iran no és exagerat pensar que la malaltia hi arribarà tard o d’hora. Si el coronavirus comença a estendre’s per la regió, tindrà lloc una crisi humanitària —cal tenir en compte els camps que acullen milions de refugiats a Jordània, Turquia i el Líban— i de seguretat absolutament devastadora. 

Carissa Véliz La privacidad en tiempos de coronavirus

Les mesures més eficients per combatre el coronavirus no passen per l’augment del control i la vigilància a través d’internet. A Xina i a Corea del Sud s’han implementat mesures tecnològicament intrusives, vulnerant la privacitat dels ciutadans, i Israel es planteja vigilar els seus ciutadans a través dels seus dispositius mòbils. Mentre que les mesures d’aïllament social sí que han demostrat ser efectives a l’hora de frenar l’extensió de l’epidèmia, les mesures que a través de la tecnologia miren de detectar les persones infectades per aïllar-les només a elles i no haver d’estendre el confinament a tota la població han demostrat no ser-ho tant. Això es deu al fet que és impossible fer un seguiment estricte de les persones contagiades si no és fent el test a tota la població, ja que és una malaltia que es contagia molt ràpidament i que pot desenvolupar-se de manera asimptomàtica. L’ús d’apps no només és menys efectiu des del punt de vista de la salut, sinó que també implica una erosió de la privacitat i dels drets dels ciutadans. És important no cedir als atacs contra la privacitat i la democràcia en moments de crisi en general perquè, sovint, les mesures excepcionals acaben normalitzant-se un cop passada l’excepció. 

Donatella Della Porta Social movements in times of pandemic: another world is needed

L’actual epidèmia és un repte per als activistes dels moviments socials progressistes. No és moment de reunir-se o fer activisme al carrer, és difícil mantenir l’esperança, que és fonamental per l’acció col·lectiva i afloren sentiments desmobilitzadors com la por o la incertesa. No obstant, en moments de crisi els moviments socials continuen jugant un rol fonamental i és possible inventar noves formes de protesta i enfortir i multiplicar els vincles existents entre activistes, sobretot gràcies a les xarxes socials. A més, els moviments socials són fonamentals a l’hora de canalitzar les noves propostes que sorgeixen en moments de crisi i de construir esferes de comunicació alternatives i crítiques que permetin donar una explicació a l’epidèmia connectant discursivament les diverses crisis que ens amenacen (el canvi climàtic, la violència masclista, la vulneració sistemàtica de drets, la crisi econòmica…). Els moviments socials poden aprofitar al màxim els moments de crisi per impulsar canvis radicals, atès que quan hi ha una percepció generalitzada d’una amenaça profunda, els marcs cognitius que determinen què es pot fer i què no s’amplien i el que abans era impensable esdevé possible. Les crisis demostren la necessitat de l’espai els béns públics, de l’esperit cívic i de la protecció social. Della Porta alerta que tot això no és un procés automàtic i que les crisis poden ser també oportunitats per afeblir els vincles socials i per afirmar l’autoritarisme per part dels governs i, per això, la mobilització col·lectiva és fonamental a l’hora d’assegurar-nos que un altre món és possible. 

Vivien Schmidt The EU responds to the coronavirus: déjà vu all over again?

Durant l’actual crisi del coronavirus el Banc Central Europeu ha rebutjat actuar de manera significativa, els líders europeus no han demostrat capacitat de reacció i les mesures de la Comissió Europea han demostrat ser inadequades. El virus ha arribat a una Europa desgastada per les polítiques d’austeritat que, després de la crisi de l’eurozona de 2010, van desmantellar els sistemes d’educació, sanitat i de protecció social. Els estats membres sí que estan actuant i estan deixant de banda les normatives fiscals per afrontar la crisi: Merkel ha donat liquiditat il·limitada a les empreses alemanyes i garanties de salari i ocupació als treballadors; Macron ha promès milions per mantenir l’economia i ha garantit la moratòria dels impostos del mes de març; Itàlia ha implementat mesures per evitar el tancament de negocis i ajudar les famílies amb la cura dels infants… Però on és la Unió Europea? La Comissió ha anunciat una tímida inversió de 25 bilions d’euros; el Consell d’Europa no ha aconseguit coordinar els seus membres; i el Banc Central Europeu ha rebutjat baixar els tipus d’interès, tot i que ha anunciat la compra de bons massiva. L’autora destaca la necessitat d’actuar de manera coordinada i solidària a nivell europeu per evitar els riscos de recessió, que donarien pas a una crisi que faria créixer encara més el descontentament polític. 

David M. Herszenhorn Democracy in critical care as coronavirus disrupts governments

El coronavirus està obligant els governs a posar en marxa estratègies de supervivència, no només per als seus ciutadans, sinó per a la pròpia democràcia. Davant d’una interrupció sense precedents de la maquinària de presa de decisions governamental, incloses les prohibicions de viatges i les restriccions de distanciament social en les grans reunions, els funcionaris de tots els governs del món han hagut d’adoptar nous mètodes de treball, incloses les reunions per videoconferència i la votació telemàtica de ministres i parlamentaris. Moltes legislatures, inclosa la del Parlament Europeu, han cancel·lat totes les reunions i debats més essencials en una acceptació, tot i que reticent, dels enormes obstacles logístics als quals s’estan enfrontant. Però també existeix la preocupació que alguns líders autoritaris puguin explotar la por dels ciutadans davant la pandèmia per debilitar les institucions democràtiques en un moment de vulnerabilitat. Per exemple, el primer ministre hongarès Viktor Orbán està pressionant ara per posar en marxa una legislació que li doni àmplies facultats per governar el país per decret durant un període prolongat. Però fins i tot allà on aquest tipus de comportament és poc probable, l’aplicació d’estats d’alarma o d’emergència com els que han estat posats en marxa a molts països de la UE ha portat a alguns oficials a concloure que potser calen nous mecanismes per salvaguardar el paper dels legisladors i preservar el control democràtic sobre les autoritats executives.

William Davies The last global crisis didn't change the world. But this one could

Atès l’enorme impacte econòmic que està tenint i tindrà la pandèmia de coronavirus, és inevitable que experimentarem una profunda recessió global, una ruptura dels mercats laborals i la desaparició de la despesa per part dels consumidors. Ara mateix resulta que si la gent deixa de sortir de casa seva, la circulació de diners també s’atura. Les petites empreses estan acomiadant els seus empleats a una velocitat espantosa, mentre que Amazon ha anunciat la contractació de 100.000 treballadors addicionals als Estats Units. Dins d’aquest context l’autor assentala com la crisi del 2020 i les seves conseqüències difereixen de la crisi dels anys setanta que, al seu entendre, va ser l’altra gran crisi de dimensions globals. En primer lloc, mentre que la transmissió de la crisi ha seguit les trajectòries del capitalisme global (viatges de negocis, turisme, comerç), la seva causa principal és externa a l’economia. El grau de devastació que es propagarà es deu a característiques molt bàsiques del capitalisme mundial que gairebé cap economista no qüestiona: nivells elevats de connectivitat internacional i confiança de la majoria de la gent en el mercat de treball. En segon lloc, l’aspecte espacial d’aquesta crisi és diferent a la d’una crisi típica del capitalisme. A excepció dels búnquers i de les illes on s’amaguen els super rics, aquesta pandèmia no discrimina en funció de la geografia econòmica. Pot acabar devaluant el valor dels centres urbans, ja que ara queda molt clar quanta feina basada en el coneixement es pot fer en mode de teletreball. En conclusió, caldrà anys o dècades per comprendre la importància de la crisi del 2020. Però Davies considera que com a autèntica crisi global, també és un punt d’inflexió global. Però una crisi d’aquesta escala mai no es resoldrà veritablement fins que no es reformulin molts dels fonaments de la nostra vida social i econòmica.

The Economist Amid the pandemic, Sino-American relations are worsening

La crisi del coronavirus no ha aconseguit alleujar l’hostilitat entre els EUA i la Xina. Ans al contrari, les relacions entre ambdós països es troben en el seu pitjor moment des de fa dècades. Per part d’ambdós Estats han aflorat les teories de conspiració en un intent de culpar l’enemic de l’emergència de la malaltia. La Xina va anunciar el 18 de març l’expulsió del país de gairebé tots els periodistes nord-americans, i Trump va prohibir l’entrada de ciutadans no americans al país. La relació entre els dos països és molt pitjor que durant les presidències d’Obama i Hu Jintao: llavors hi havia molta desconfiança però es mantenia un mínim nivell de cooperació en assumptes de vital importància com la crisi financera global. Els precedents de la situació actual són la retirada dels acords de París, la guerra comercial i del 5G i l’hostilitat general entre ambdós potències. La guerra comercial s’ha suspès durant la crisi de la COVID-19, però la tensió a nivell mediàtic no ha disminuït i les acusacions racistes de Trump, que ha decidit anomenar el SARS-COV-2 “virus xinès” i les teories xineses sobre l’origen americà del virus no han fet més que alimentar l’hostilitat.  

Juan Luis Cebrián Un cataclismo previsto

Juan Luís Cebrián critica amb duresa la inacció dels governs estatals i de les institucions supranacionals davant d’una crisi anunciada. En efecte, al setembre de l’any passat, un informe d’un grup de treball de Nacions Unides i del Banc Mundial, presidit per Gro Harlem Brundtland, antiga primera ministra de Noruega i exdirectora de l’Organització Mundial de la Salut, avisava del seriós perill d’una pandèmia que , a més de costar moltes vides humanes, destruiria les economies i provocaria un caos social. Cridava a preparar-se per al pitjor: una epidèmia planetària d’una grip especialment letal transmesa per via respiratòria. El mateix informe denunciava que cap govern no s’estava preparant per a això, ni havia implementat el Reglament Sanitari Internacional al respecte, encara que tots l’havien acceptat. L’autor denuncia, doncs, que les llàgrimes cocodril de tants governants, no tenen sentit. Afirma que sense cap mena de dubte que hi ha hagut negligència per part dels ministres de Sanitat i dels caps dels executius. És més, el 24 de febrer l’OMS va declarar oficialment la probabilitat que ens trobéssim davant d’una pandèmia. Malgrat això i tot i conèixer la magnitud de l’amenaça, amb prou feines es van prendre mesures en la majoria dels potencials escenaris de propagació de virus. En el cas espanyol es va encoratjar l’assistència a gegantines manifestacions, es va suggerir durant dies l’oportunitat de mantenir massives festes populars, no es va arbitrar finançament urgent per a la investigació, i les autoritats van minimitzar l’amenaça. En descàrrec de les autoritats nacionals es pot apel·lar als errors semblants comesos per la Unió Europea. L’autor subratlla que la manca de coordinació entre els governs, la varietat de les decisions adoptades, la incapacitat per donar una resposta global a un problema global, és ultratjant per a la ciutadania. La Comissió, el Consell i el Parlament europeus haurien d’haver adoptat mesures homogènies per al conjunt dels seus membres. Conclou l’article citant les paraules del professor Luigi Ferrajoli, que tot just dies abans que la ciutat de Roma es tanqués al món, reclamava aixecar un constitucionalisme planetari, una consciència general del nostre destí comú que requereix també d’un sistema comú de garanties dels nostres drets i de la nostra pacífica i solidària coexistència.

Santiago Alba Rico i Yayo Herrero ¿Estamos en guerra?

Durant la crisi del coronavirus s’ha imposat un relat mediàtic i polític que defineix l’epidèmia com una guerra en la que tots “som soldats”, reivindicant una “moral de combat” i uns “valors militars” per afrontar l’amenaça col·lectiva. Però el que estem vivint no és una guerra, és una catàstrofe, que autoritza a fer servir mesures excepcionals però no hauria de permetre fer servir una metàfora bèl·lica que transforma les sensibilitats dels oients i crea marcs cognitius que modelen la recepció dels missatges. La metàfora de la guerra ens hauria de preocupar molt: contra qui es fa la guerra? Quan invoquem la paraula “guerra” imaginem un humà que ha de ser eliminat i, així, s’humanitza el virus, se li dona agència i intenció i es deshumanitza i criminalitza els seus portadors, convertint-los en l’enemic. És vàlid aquest discurs per fer minvar l’efecte del virus? Els éssers humans som vulnerables i fràgils i estem exposats a la malaltia, i durant la història hem construït mecanismes de suport mutu i de solidaritat per paliar la nostra vulnerabilitat. Un virus és inherent a la pròpia vida i per això no té sentit construir sistemes socials que obviïn que hi estem exposats i que som vulnerables. En la situació actual, la població es divideix en aquells que estan exposats al virus i aquells que hi estan menys exposats. Els que hi estan exposats s’exposen per protegir-nos a tots, i és precisament això el que fa que la situació actual no pugui llegir-se en termes bèl·licsQui lluita ho fa per una causa superior: salvar el conjunt de la població. Però l’enemic més gran d’aquesta causa son les mesures econòmiques que han debilitat els sistemes de sanitat i de protecció social. No és una guerra, és una catàstrofe, ja és prou dur afrontar-la com perquè a més haguem d’acabar tement les nostres covíctimes i els qui estan intentant protegir-nos. Alba Rico i Yayo Herrero conclouen suggerint que pot ser que aquest cop guanyem, però advertint que ens haurem de preparar per la següent catàstrofe, per la qual aquesta sacsejada que reordena les prioritats pot ser un entrenament crucial. 

Giles Tremlett How did Spain get its coronavirus response so wrong?

El corresponsal a Espanya del diari The Guardian, Giles Tremlett, dedica un article molt crític sobre la gestió que s’està fent del coronavirus per part del govern espanyol i denuncia que el govern de Pedro Sánchez ha actuat tard i de maner maldestra amb la qual cosa ara Espanya s’ha convertit en l’epicentre mundial del virus. Entre els grans errors de gestió Tremlett assenyala el partit de Champions League Atalanta-València, que es va jugar a Bergamo, tot i que els contagis a Llombardia anaven creixent de manera exponencial i que el 8 de març, just una setmana abans que es decretés l’estat d’alarma, es permetessin no només les manifestacions feministes sinó la realització d’esdeveniments esportius i mitings  polítics que van reunir centenars de milers de persones. Assenyala que Espanya manca d’equipaments essencials com ventiladors, màscares, roba protectora o kits per a realitzar les proves i que els hospitals s’han vist afectats per una dècada d’austeritat. Finalment, també critica que Sánchez trigués més d’un dia a aplicar l’estat d’alarma que havia anunciat, la qual cosa que va provocar que la gent es dispersés per tot el país per anar-se cap a segones residències. Tremlett conclou que quan això s’acabi, Espanya en sortirà molt fragilitzada ja que, a tall d’exemple, quan es va produir la crisi financera del 2008, l’atur va augmentar fins al 27%, el deute públic es va disparar i la indústria va entrar en forta recessió fins al punt de ser una de les pitjors d’Europa. Considera que ara passarà el mateix però que les solucions imposades fa una dècada –austeritat, pèrdues de llocs de treball i retallades salarials– ja no seran tolerades per la població.

Política internacional y globalización

Robert Fisk The Middle East doesn’t deserve Trump and his troop ‘repositioning’ – at least have the guts to call it a retreat

Deia el pensador italià Giovanni Arrighi que quan una superpotència hegemònica perd la seva centralitat, en la caiguda només pot que crear caos. Doncs bé, estem assistint a la caiguda d’un imperi, es trenca el somni d’un Nou Segle Americà. En aquest procés que comença amb la derrota a Vietnam com a “crisi senyal” i s’accentua amb els escenaris de l’Orient mitjà: Iraq i Afganistan com a “crisi terminal” on la retirada de recolzament en el finançament als EEUU per part d’Occident és cada cop més sagnant per aquest. Sota la bonica i filantròpica imatge d’un president dels EUA retirant tropes de l’Iraq el que s’amaga és la insostenibilitat d’un projecte a totes llums exhaurit. I els seus derivats? Una petjada que deixa enrere les aliances antiterroristes i orfe a una població que se les haurà de veure amb una nova dictadura. L’assassinat del general iranià Q. Suleimani i del subdirector de les Forces Populars de Mobilització Xiïta són l’evidència empírica de que en el replegament sobre sí mateix dels EUA els danys colaterals no importen, ara no toca. La guerra contra el coronavirus és prioritària. I així és com es crea caos. 

Joseph Biden Jr. Why America Must Lead Again

Joseph Biden Jr al següent article reclama per a sí mateix la temprança, la mesura i la tradició dels EUA com a líder del món lliure. Un discurs esperançador que evoca al mateix temps estabilitat i tranquil·litat, canvi i progres. Un discurs a cavall entre la “Doctrina Monroe” (1823) edulcorat i un to més propi de la Guerra Freda. No obstant, un bon article del que fos vicepresident de Barack Obama on defuig de l’autoritarisme, nacionalisme exacerbat i il·liberalisme de l’Administració Trump i planteja alternatives solvents i més realistes per a la societat americana (que el tàndem Bernie Sanders/Ocasio Cortez) a la pèrdua de confiança en la democràcia, l’hiperpartidisme, la corrupció i la desigualtat extrema.  

Gregory Feifer Putin Is Perfecting His Authoritarian Model

Amb la seva proposta de reforma constitucional, Putin h aconseguir aplanar el camí perquè aquest ex-oficial del KGB pugui governar fins al 2036, quan complirà 83. Això representaria una estada al poder de 36 anys, un més que Josef Stalin. La principal pregunta ara és saber quines conseqüències pot tenir l’ajornament del referèndum nacional degut a la propagació del coronavirus i que estava previst inicialment pel mes d’abril. En aquet referèndum també s’haurà de votar sobre un conjunt de mesures populistes que també donarien primària al dret rus sobre el dret internacional; assegurarien que les pensions estatals augmentin amb la inflació; consagraria la religió ortodoxa en la constitució; i definiria el matrimoni exclusivament com la unió entre un home i una dona. Aquests dos últims representen una nova etapa en la guerra cultural destinada a impulsar la base políticament conservadora de Putin, que, juntament amb la teatralització parlamentaris, el Kremlin considera necessaris ja que les enquestes revelen que només una quarta part dels russos desitgen que Putin segueixi sent president després del seu mandat constitucional actual. que acaba el 2024. L’autor assevera que l’amenaça més gran per a Rússia és el putinisme. El president no ha estat capaç de diversificar la petroeconomia i les exportacions de petroli i gas encara generen un terç del producte interior brut; la inversió en infraestructures necessàries ha estat insuficient; molts russos amb estudis superiors han abandonat el país en una autèntica fuga de cervells; i les agressions internacionals de Putin —minant les democràcies occidentals, la invasió d’Ucraïna i l’assassinat de dissidents tant a casa i a l’estranger— han deixat Moscou amb pocs aliats. Conclou que tard o d’hora els russos s’adonaran que mantenir Putin al poder és una amenaça per a l’estabilitat i la prosperitat del país a llarg termini i que, finalment, pot conduir a un tipus de crisi com la que va impulsar les reformes occidentalitzadores del passat.

Daniel Torunczyk Schein An era of extremes seems to have started in Latin America

Aquest article és essencial per entendre les dinàmiques pendulars entre el neoliberalisme i el populisme a la regió de l’ Abya Yala. Aquesta és i ha sigut literalment una “terra de sang”. El nou cicle de protestes (Haití, Equador, Xile, Colombia i Bolivia) posa de manifest l’esgotament de la població i un descrèdit de les elits polítiques que facilita un caldo de cultiu per a les opcions autoritàries. L’ajustament neoliberal ha ensorrat les democràcies d’Amèrica Llatina en la més absoluta desigualtat i violència. Però, d’altra banda, la nova esquerra populista tampoc ha pogut acabar amb problemes estructurals com la distribució de terra (regió més desigual al món) o la distribució de rentes (2ª regió més desigual al món). Tot i que molts índexs eren favorables al cicle progressista (2000-2015) amb la crisi de 2008 neix una nova dreta que promet força, contundència, ordre, lluita contra la corrupció i la violència. S’han de revertir les dinàmiques pendulars neoliberalisme/populisme i superar el clima explosivitat social i inestabilitat, com? Segons Daniel Torunczyk, amb més democràcia.  

Chandan Kumar i Shweta Damle How India is on the verge of a massive refugee crisis of its own making

L’Índia està a punt de crear la crisi de refugiats més greu de la història. Des que el 2019 es va aprovar l’esmena de la Llei de Ciutadania (Citizen Amendment Act) i es van reformular el Registre Nacional de Població (National Population Register) i el Registre de Ciutadans Indis (National Register for Indian Citizens), centenars de milers de persones musulmanes, pobres, marginades, migrants, dones, transgènere i membres de tribus han passat a ser declarats immigrants il·legals i han perdut el dret a vot i la ciutadania. La situació és especialment greu en els camps de detenció d’Assam, on no hi ha espai, el menjar i l’atenció sanitària son insuficients i els interns no tenen accés al suport legal ni tenen dret al treball. La reforma de la Llei de Ciutadania ataca directament dos principis claus de la Constitució de l’Índia: el sufragi adult i l’accés a la ciutadania a través del ius soli (que otorga la ciutadania pel naixement). Amb aquestes reformes, els migrants rurals informals —la majoria dels quals son musulmans, dalits i persones que pertanyen a tribus— perden tota la protecció social i els seus drets polítics i s’augmenta en general la desigualtat social, que és la més elevada del món. Les persones marginades han estat explotades durant molt de temps, a l’Índia, però amb aquests canvis legislatius es convertiran en persones sense estat, i això farà —i ja ha fet— que augmentin les protestes socials i que escali el conflicte. 

Catalunya, España y Europa

Enric Company Una crisi real

La greu crisi del coronavirus que ens afecta de ple ho tapa tot des de fa unes quantes setmanes. És un repte inesperat que posa a prova la competència de tots els dirigents polítics. Els qui fa un mes somreien gairebé sense dissimular quan l’epidèmia va obligar a suspendre el Mobile World Congres a Barcelona, es van resistir al cap d’unes setmanes a perdre’s les Falles de València, van afirmar que res podria aturar Madrid i que ni Déu podria impedir la Setmana Santa de Sevilla. Però aquella mescla de frivolitat, fatxenderia i mesquinesa els ha durat quatre dies, fins que les estadístiques de l’expansió del virus s’han disparat en fletxa cap amunt i el Govern de Pedro Sánchez ha decretat l’estat d’alarma. Però ni les ressonàncies apocalíptiques de la pandèmia vírica han pogut dissimular la gravetat del terratrèmol que sacseja la família de Felip VI. En darrer terme és com si les repercussions del Covid-19 també haguessin arribat a aquesta clau de volta que és la monarquia en el sistema constitucional espanyol.

Miguel Pasquau Liaño Alarma monárquica

A banda de la lògica alarma creada per la pandèmia de coronavirus, l’autor apunta que també produeix també prendre consciència que qui va ser cap de l’Estat durant 40 anys, a més de la seva important assignació amb càrrec als pressupostos de l’Estat, va obtenir una molt milionària comissió per unes gestions que va realitzar en l’exercici de les seves funcions, la va amagar en fons opacs i la va posar a resguard en paradisos fiscals. Afirma que la situació produeix un rebuig absolut i sense matisos en veure un cap d’Estat fent de comissionista. Un rebuig que l’autor qualificaria de “constitucional” ja que si es confirma la notícia, es tractaria d’una deslleialtat a una Constitució a la qual el rei Joan Carles va lligar la seva sort política. D’altra banda, considera que Felip VI conserva intacta la legitimitat constitucional per ostentar la direcció de l’Estat. Això també és una obvietat. Però la monarquia, l’acceptació social de la qual es va basar en bona part en la figura de Joan Carles, té davant seu la tasca de reconstruir-se d’esquena a la seva herència. Alerta, pero que o bé Felip VI aconsegueix convèncer de la seva utilitat més enllà d’una fracció ideològica, o la monarquia perdrà l’únic avantatge que té sobre una república: subjectar simbòlicament el terreny de la disputa política.

Jacopo Barigazzi EU moves closer to opening talks with North Macedonia and Albania

L’ampliació fa temps que va deixar d’estar de moda a la Unió Europea i va passar a ser un tema secundari, que encara comporta records de la difícil integració després de les últimes incorporacions massives de països de l’Est d’Europa. I això malgrat que l’última entrada es va produir fa set anys, amb l’ingrés en solitari de Croàcia al juliol de l’any 2013. Ara bé, les coses ara han canviat ja que amb la sortida del Regne Unit per primera vegada la UE perd un soci i no un qualsevol. Ara, amb l’acord polític per començar a negociar amb Macedònia i Albània, ja són quatre els països dels Balcans occidentals amb qui s’està negociant la seva entrada. Els vint-i-set han donat el seu vistiplau a canvi de modificar les regles que regulen el procediment d’ingrés, la qual cosa permetrà un seguiment més estricte i més control dels temes fonamentals, incloent especialment la supervisió del sistema judicial i de les institucions democràtiques. Aquesta metodologia més dura permet també reobrir capítols de les negociacions d’adhesió que hagin estat tancats anteriorment. En definitiva, la UE es dota d’instruments per dur a terme uns exàmens més severs als aspirants.

Democracia, diversidad y cultura

Eszter Kováts i Elena Zacharenko How the new EU gender strategy fails east-central European women

La crisi causada per l’epidèmia del coronavirus està forçant la Unió Europea a afrontar-se a les polítiques neoliberals que ha impulsat a llarg termini: la debilitat de les institucions públiques, les limitacions de les externalitzacions de serveis i el menyspreu global dels sectors de la cura i la reproducció. La crisi de les cures europea s’està fent evident i també estan aflorant les desigualtats de gènere entre homes i dones i les desigualtats de classe i d’origen entre dones. El 5 de març del 2020 va publicar-se l’estratègia per la igualtat de gènere 2020-25 elaborada per la Comissió Europea. Les autores de l’article critiquen que aquesta estratègia és insuficient per fer front als reptes que implica aquesta crisi de les cures i que tindrà un impacte molt negatiu en les dones del centre-est d’Europa. És una estratègia que se centra en la reducció de la bretxa de gènere com a mecanisme que permetria optimitzar l’economia i no en l’erradicació de les desigualtats i de les condicions laborals de les dones. Tampoc no se centra en les desigualtats de classe i en les cadenes de cures que produeixen desigualtats regionals —les dones migrades de l’est sovint duen a terme les tasques de cura de manera precària—. A part de tot això, la definició binària del gènere que fa l’estratègia és també problemàtica, i obvia les identitats de gènere LGTB+ que no caben en les categories d’home o dona. Segons les autores, l’estratègia és una oportunitat perduda per solucionar els problemes sistèmics. 

Petra Bendel Europe’s refugee policy: walking headlong into disaster

Des de Social Europe l’autora denuncia que la UE no ha sabut aprendre de la crisi de refugiats del 2015 i ara n’està pagant el preu a la vegada que considera que la seva política al respecte és encara pitjor que aleshores. Bendel assenyala que aquests han estat uns anys malgastats de cara a la reforma del sistema europeu d’asil comú (CEAS) demanada al 2016. Enmig de les seves disputes, els estats membres de la UE han deixat passar anys i han perdut l’oportunitat d’establir un mecanisme d’assignació que garantís una major solidaritat entre els estats i que es mantinguessin els estàndards de drets humans i drets de refugiats, a la vegada que tampoc no han sabut posar en marxa una política més proactiva. Ara al 2020, aquesta estructura europea fragilitzada s’enfronta a una crisi provocada per la invasió turca del nord de Síria, agreujada per la retirada dels Estats Units, i es troba amb un soci que en el qual amb prou feines pot confiar i que està jugant la carta dels refugiats per pressionar la UE i l’OTAN.

Economía, bienestar e igualdad

Andrea Boitani i Roberto Tamborini A eurozone reform northern and southern countries can share

La paràlisi de la reforma de la Unió Europea, en particular de la unió monetària, s’acostuma a atribuir a la geografia, amb els països del nord de l’eurozona d’un costat i els països del sud de l’altre, tot i que les divergències tenen més a veure amb l’economia i política. Els autors de l’article, també responsables d’un informe recent de la fundació Friedrich Ebert defensen que la divisió nord-sud de la zona euro només es pot superar amb un model confederal i cooperatiu, sobre el qual es podrian posar d’acord els països ja que presenta un balanç de costos i beneficis. El supòsit bàsic és que són necessàries noves institucions comunes  i que hi hauria d’haver un increment de l’intercanvi de sobirania. En efecte, ni una altra devolució de la sobirania cap a les entitats tècniques, suposadament per fer complir les regles de manera mecànica, ni la continuïtat del desordenat enfocament intergubernamental que va agafar el timó durant la crisi de la zona euro, no ofereixen un camí a seguir. Les regles, necessàries en una unió monetària, haurien d’orientar-se a disciplinar la discrecionalitat, no a suprimir-la del tot. En darrer terme, els autors consideren que el sobiranisme compartit és l’enfocament adequat ja que la persecució de polítiques cooperatives i la seva discrecionalitat controlada requereixen una institució elaboradora de polítiques realment supranacional, com la proposta d’un ministre europeu d’Economia i Finances avançada pel president francès, Emmanuel Macron.

MicroMega “Ue e Bce, non è così che si supera la crisi”. L’appello di 103 economisti

Un grapat de professors universitaris i investigadors signen aquest manifest dirigit a la Unió Europea. En aquest text hi recullen les decisions necessàries que hauria de prendre la Unió Europea en matèria de política econòmica per assegurar la seva existència. Segons ells, el camí que fins ara ha seguit econòmicament l’UE només pot conduir a que la crisi sigui pagada per tots els ciutadans europeus. En el futur més immediat, els acadèmics insten a que el BCE reafirmi amb força que els 750 milions d’intervencions anunciades responguin únicament a les primeres necessitats de la crisi i que està disposat a anunciar intervencions il·limitades quan sigui necessari; que les compres de títols públics no es faran en base a les quotes de capital de la banca de cada estat sinó en base a la necessitat de combatre l’especulació; que el BCE declari que els títols sobirans mantinguts en els diversos programes de compra es renovaran indefinidament i, per últim, que el BCE trobi la forma jurídica compatible amb els Tractats per la compra definitiva de bons sense venciment emesos pels estats, amb rendiment zero per ser ubicats després als bancs nacionals. A llarg termini els signants demanen que els governs de l’UE abandonin l’idea que l’economia només pot basar-se en les exportacions, continuant a perseguir una política de contenció dels pressupostos públics i del consum intern; que els governs tinguin en compte que la inclusió del Pacte Fiscal als tractats europeus va ser rebutjada pel Parlament Europeu i els requisits han de ser eliminats; que els governs estableixin que l’equilibri del pressupost hagi de valdre només per les despeses corrents; que els governs de l’UE siguin conscients que la política fiscal pugui ser utilitzada de manera anticíclica, inclús si això condueix a un dèficit públic; que els governs de l’UE abandonin els criteris de vigilància basats en paràmetres poc fiables com el PIB potencial i la bretxa de producció. 

Sostenibilidad y cambio climático

Jan Cienski Decarbonizing cities to meet EU goals is a question of money

Les ciutats son responsables del 70% de les emissions d’efecte hivernacle i això fa que sigui indispensable el seu compromís a l’hora de reduir les emissions de carboni i assolir la neutralitat. No obstant, per aconseguir aquest objectiu, calen molts diners. El Green Deal europeu per arribar a la neutralitat en emissions de carboni el 2050 és una piràmide: a dalt de tot hi ha els líders europeus que l’han impulsat, un graó més avall hi ha els governs nacionals, que han d’aprovar el pla, i a la base hi ha els governs municipals, que s’encarregaran d’implementar-lo. Ciutats com Varsòvia, l’exemple que il·lustra l’article, hauran de fer molts esforços econòmics per implementar de manera exitosa el pla. Concretament, esdevenir neutral en emissions de carboni costa 1,8 trilions de dòlars. La capital de Polònia es troba en un atzucac financer a l’hora d’impulsar canvis com la modificació de tot el sistema de calefacció de la ciutat, que és antic i contamina molt, o el sistema de gestió de l’aigua i dels residus. Les ciutats poloneses demanen finançament i tenen dificultats per aconseguir-lo perquè les lleis estableixen límits de deute restrictius que fan gairebé impossible aconseguir la quantitat de diners necessària per fer els canvis. La inversió necessària per dur a terme el Green Deal és d’1 trilió d’euros, finançament que hauria de venir del pressupost europeu, del Banc Europeu d’Inversions, dels governs i d’inversors privats. Sense diners, serà impossible assolir els objectius climàtics, i és important recordar-ho. 

Marcel Cobuz Fast forward to carbon-neutral cities

L’autor considera que descarbonitzar ràpidament el sector de la construcció és possible i està al nostre abast sempre i quan es doni una col·laboració sense precedents d’una banda, entre la indústria i els responsables polítics, que faciliti el desenvolupament empresarial necessari per garantir la rendibilitat de les inversions a curt i llarg termini per a empreses privades i impulsar la demanda del mercat de productes i solucions de baix contingut en carboni. D’altra banda, en tot el sector de la construcció per integrar plenament el rendiment de sostenibilitat a la seva cadena de valor, juntament amb criteris existents com ara seguretat, cost i durabilitat, de manera que respecti els principis de neutralitat del material i rendiment del cicle de vida. Dins d’aquests perspectiva apunta que el Green Deal de la UE constitueix una molt bona oportunitat per aconseguir-ho: a) a curt termini, donant suport a les inversions en la descarbonització assegurant la previsibilitat dels mecanismes de fixació de preus del carboni; b) a mitjà termini, impulsant tota la cadena de valor de la construcció cap a un augment de l’ús de materials baixos en carboni, introduint normes i estàndards de construcció basats en el rendiment del cicle de vida i la neutralitat dels materials (a través de la contractació pública per a inversions públiques); i c) a llarg termini, canviant el disseny de mecanismes de fixació de preus de carboni des de les emissions al consum, per tal de crear el cercle virtuós que es necessita per impulsar els consumidors cap a un augment del consum de producte baix en carboni.

Alfons Pérez i Samuel Martín-Sosa Activismo climático para la nueva década

La lluita contra l’emergència climàtica ha entrat en una nova fase i els autors de l’article es plantegen quines estratègies poden ajudar a aturar la catàstrofe i consideren que es necessiten altres tàctiques per a aquesta nova era d’emergència. Afirmen que necessitem viure experiències de desobediència com a part del nostre desenvolupament personal en la transformació ecosocial, i fer-ho dins d’una sòlida xarxa de suport que ajudi aquelles persones que, com a resultat de les seves accions, siguin considerades com violadores de la llei. També diuen que cal trobar noves formes de desobediència, pensar fora dels motlles habitual i ressaltar on realment es troben els culpables, al mateix temps que recorden la necessitat de mantenir la simpatia de la ciutadania. Consideren per consegüent que en aquesta conjuntura històrica, és important formar aliances molt més fortes i unificar enfocaments alternatius amb un discurs comú i sistèmic. És necessari, doncs, escoltar activament les demandes dels diferents moviments i tenir-les en compte en moments d’acció i mobilització. Moviments sindicals, moviments pel dret a l’habitatge, antifeixisme, el món rural, moviments per la justícia social, justícia racial, etc. La rebel·lió climàtica ha de ser capaç de reunir les lluites de tots aquells que, d’una manera o altra, també estan lluitant per la justícia climàtica. I, sobretot, cal trobar una manera de comunicar el fet que el sistema que està posant en perill la vida humana, també està destruint la possibilitat de la nostra existència contínua en aquest planeta.

The Guardian On Europe’s green deal: stick to the plan

Per molt desconcertant i gairebé impossible que sembli el món s’enfronta simultàniament no a una, sinó a dues crisis existencials i a dues curses contrarellotge: el coronavirus i l’emergència climàtica. L’editorial de The Guardian avisa que fer front a tots dos reptes requerirà un enfocament i una resolució extraordinaris atès que ja estan apareixent signes d’oportunisme polític. La setmana passada, el primer ministre txec, Andrej Babiš, va dir que s’hauria d’aparcar el Green Deal europeu aprovat per la Comissió Europea fa a penes tres setmanes. Així, considera que els estats membres haurien de concentrar tots els seus recursos en la lluita contra una pandèmia que està assolant les societats i les economies europees. El diari britànic, en canvi, subratlla que tot i l’extrema urgència de derrotar el Covid-19 cal evitar que l’acció contra el canvi climàtic que representa una lluita de generacions quedi relegada per reptes més immediats.

Innovación, ciencia y tecnología

Wassim Chourbaji How Europe’s AI strategy is getting it right

D’acord amb l’autor, el nou Llibre Blanc de la Comissió Europea sobre Intel·ligència Artificial (AI) pot ser l’estratègia governamental més ambiciosa i realista per al desenvolupament de la IA de les que s’han presentat fins ara. Dirigida a impulsar el desenvolupament d’un ecosistema d’IA que fomenti la innovació i el creixement de petites i mitjanes empreses alhora que basada en sectors europeus tradicionalment forts (indústria, transport, agricultura i turisme), l’estratègia suggereix mesures governamentals i industrials concretes de cara a crear una economia de dades àgil i dinàmica sense renunciar a la privadesa o les dades personals dels consumidors i empreses. Chourbaji considera que la IA ofereix a Europa un camí per convertir-se en un líder mundial en innovació tant en l’economia de dades com en les seves aplicacions ja que té molt potencials per aprofitar les grans oportunitats que existeixen de combinar solucions d’enginyeria clàssica amb eines modernes d’aprenentatge automàtic basades en dades.

Melissa Heikkilä The Achilles’ heel of Europe’s AI strategy

El pla europeu per engegar una nova onada d’innovació en matèria d’Intel·ligènci Artificial que suposi un renaixement tecnològic depèn de que les empreses tecnològiques comparteixin les seves dades amb els investigadors i els empresaris. I a parer de l’autora això és més fàcil de dir que de fer perquè segons es desprèn d’entrevistes fetes a grups industrials de Silicon Valley, a empreses tecnològiques europees i a la base industrial d’Alemanya, la resposta ara per ara és la d’estar disposats a compartir dades però de manera limitada, sempre i quan no es comparteixin dades que puguin beneficiar els rivals. Aqueta resposta prudent, quan no obertament escèptica, suposa un repte important ja des de l’inici per a la Comissió Europea, que havia situat el desenvolupament de la Intel·ligència Artificial i l’economia digital com a una de les primeres prioritats per als propers cinc anys. Finalment, més enllà de la qüestió de l’intercanvi de dades, les grans empreses tecnològiques també temen que Europa posi massa èmfasi en la regulació de l’IA.

Mark Scott Artificial intelligence isn’t as smart as it thinks

Ajudants personals digitals, programaris que poden batre campions de jocs de taula, algoritmes que ofereixen publicitat personalitzada… arreu on ens girem sembla que la Intel·ligència Artificial es fa càrrec del món. Però l’autor assenyala que si mirem els cotxes autònoms i les càmeres de reconeixement facial, veurem que la tecnologia és molt menys intel·ligent del que pot semblar al principi. És probable que passin dècades abans que fins i tot les formes més intel·ligents de la IA puguin superar els humans en les tasques complexes que configuren la vida diària. Michael Wooldridge, codirector del programa de l’Alan Turing Institute, diu que el món real és un lloc complicat i desordenat i que el que caldria per crear uns nivells d’IA semblants als humans és un programa d’investigació com el de l’Apollo 11. Scott afirma que fins ara, la tecnologia es limita a tasques limitades que requereixen supervisió humana i muntanyes de dades, sovint esbiaixades de tal manera que condueixen a resultats inesperats. El Sant Graal, l’anomenada Intel·ligència Artificial general que pot dur a terme diverses feines que imiten el comportament humà, és encara més un mite que no pas una realitat. En aquest sentit, més de la meitat dels gairebé 400 experts en IA enquestats recentment diuen que no serà com a mínim fins al 2060, si no més tard, que aquesta tecnologia esdevingui factible.

M. Victoria S. Nadal La llegada del 5G reabre el debate sobre la electrosensibilidad, un síndrome sin base científica

Els experts en radiofreqüències asseguren que la 5G és innòcua. Els que es queixen que les ones afecten la seva salut estan transformant inconscientment una afecció psicològica en símptomes físics. La sensació que tenen les persones amb hipersensibilitat electromagnètica és de malestar, encara que el seu organisme no estigui malalt. Associen el formigueig, la fatiga, el vertigen, les nàusees i les palpitacions que senten a la influència que les ones i els dispositius electrònics tenen en els seus cossos. Però el gruix dels especialistes considera que encara que el seu sofriment i els seus símptomes són reals, no són provocats per les radiofreqüències. Així, Francisco Vargas, metge epidemiòleg i director científic del CCARS considera que si bé és cert que les ones que fan possible la connexió 5G són més energètiques que les de la 4G, no arriben tanmateix a tenir energia suficient per danyar el cos humà. L’autora conclou que hi ha una aclaparadora evidència de que la 5G, com els estàndards mòbils anteriors, és segura per al públic. Al seu entendre, amb la informació de la que disposem, hi ha poques raons per pensar que sigui més perjudicial que altres tipus de radiacions electromagnètiques, com la llum visible.

back to top