
Diari de les idees 38
04 marzo 2021
Ideas de actualidad
Publicamos la nueva editorial del Diari de las idees en pleno proceso de negociación para la formación del nuevo gobierno catalán después de las elecciones del 14F. Unas elecciones que han significado una nueva victoria de las fuerzas independentistas que amplían su mayoría en el Parlament de Catalunya y superan el umbral simbólico de la mitad de los votos llegando hasta el 51,2%. A pesar de la victoria relativa del PSC por poco más de 49.000 votos y 33 escaños, ERC se sitúa también en 33 escaños, liderando las fuerzas independentistas y superando a Junts per Catalunya que ha obtenido 32 diputados/as y queda en tercer lugar. El candidato de ERC, Pere Aragonés, se sitúa pues, en condiciones de ser investido como nuevo presidente del Gobierno de la Generalitat de Catalunya hecho que no sucedía desde la Segunda República, hace más de 80 años. La irrupción preocupante de la extrema derecha de VOX que ha superado ampliamente al Partido Popular en una situación de evidente irrelevancia y el colapso de Ciutadans que pasa de ser la primera bastante política a la séptima posición con 6 diputados, son también algunos de los rasgos más destacados de estas elecciones.
Con estos resultados, la opción de Salvador Illa no parece que pueda aglutinar la suma necesaria para llegar a la mayoría y la aritmética parlamentaria factible dibuja dos escenarios posibles para la formación de gobierno. Ambos escenarios pasan por la investidura de Pere Aragonés, situando en ERC en el centro del tablero de la política catalana, en una posición decisiva de cara a los próximos cuatro años y con posibilidades de consolidar una nueva hegemonía. En el primer escenario, el independentismo suma 74 escaños (ERC+Junts+CUP) hecho que permitiría repetir la coalición de Gobierno con el apoyo o la abstención de las CUP. El segundo escenario factible, pasaría por un acuerdo entre ERC y los Comunes para construir una coalición de izquierdas y soberanista para formar un Gobierno en minoría. Este escenario requeriría al menos el voto favorable de Junts o del PSC. En el hipotético caso de que el PSC diera apoyo a este acuerdo, supondría devolver los votos que ERC dio en la investidura de Pedro Sánchez. Esta segunda opción, por ahora más lejana, exigiría al PSOE salir del inmovilismo y moverse de su zona de confort, para adquirir compromisos firmes ante el independentismo que permitan salir del callejón sin salida actual. Un primer gesto imprescindible, sería la tramitación y aprobación de los indultos y hacer todo lo que sea necesario para parar la vía represiva. Asimismo, podría ser un motivo de peso comprometerse a alcanzar también acuerdos urgentes, en los temas prioritarios planteados en la Mesa de Diálogo. La cuestión clave para la viabilidad de este segundo escenario sería preguntar si hay incentivos tanto para ERC, como para el PSOE para darse apoyo mutuo en Barcelona y en Madrid…
Desde las páginas de La Vanguardia Jordi Amat intenta responder a esta pregunta argumentando que al producirse el sorpasso de ERC con respecto a Junts per Catalunya, los republicanos se han convertido efectivamente en el centro de la política y tienen la capacidad de liderar un Gobierno que puede formar con unos u otros. Este giro, madurado durante la pasada legislatura ha convertido ERC en la fuerza independentista de referencia en Madrid. El punto de inflexión definitivo fue el acuerdo que facilitó la investidura de Pedro Sánchez y la posterior constitución de una mesa de diálogo que, ciertamente, todavía no ha dado ningún fruto. La consolidación del giro impulsado por Junqueras exigía, sin embargo, ganar a Junts. Una vez confirmado el sorpasso, el dato más relevante de estas elecciones, los votantes también han expresado que Catalunya no puede pasar página, como reclamaba Salvador Illa, sin intentar resolver antes las demandas que plantea el independentismo, hoy más mayoritario que nunca en el Parlament. Un elemento no menor a la hora de sentarse en la mesa de negociación con el Gobierno del PSOE y que constituye un mensaje también muy claro a nivel internacional.
Tal como expresan Javier Alberdi y Luis Marbán en la revista Contexto, ERC tiene la posibilidad de buscar diferentes alianzas de acuerdo con las dos alternativas de gobierno que comentábamos. Este potencial refuerza su papel negociador al mismo tiempo que posibilita llegar a acuerdos con cualquiera de sus posibles socios. Sin embargo, aunque hay dos opciones, lo más probable es la continuación de un gobierno independentista. Esta vez, con un intercambio de roles, donde ERC ocuparía la presidencia de la Generalitat y donde la CUP podría volver a tener la llave, al mismo tiempo de garantizar la estabilidad del nuevo Gobierno. Si atendemos a los números, un gobierno independentista es la coalición más viable, pero nada indica todavía, que pueda ser más estable. En último término sin embargo, el liderazgo de ERC en el bloque independentista modifica la ecuación y convierte también a los Comunes en un actor político determinante para explorar lo que los Republicanos nombran la vía amplia.
En la misma línea Josep Ramoneda argumenta en Ara que una vez hechas las elecciones, ha pasado a primer plano el debate de la gobernanza posible. Destaca que el independentismo sigue sumando más que nadie, aunque sea con un retroceso importante del voto debido a una alta abstención. Además, considera que no tiene sentido que desde Madrid se siga negando la realidad política catalana, así como tampoco sirve cargar las culpas de todo al gobierno español. En unos tiempos marcados por la emergencia sanitaria, la crisis económica que ya se avista y la desorientación social, la gente quiere soluciones y no excusas, y eso pasa por tener una capacidad de interlocución suficiente con los poderes del Estado y que sólo se podrá llevar a cabo por medio de negociaciones y pactos y un liderazgo bien definido y firme. Para que eso sea posible hace falta en primer lugar que las dos partes vean la necesidad. Y si en Catalunya eso ya está ampliamente asumido, en cambio en España son muchos y poderosos los que se resisten a aceptarlo. Para deshacer este impasse hace falta un reconocimiento mutuo que pasa por la liberación de los presos, sea por indulto o amnistía. Paralelamente, también hay que asumir que “el otro” también puede tener sus razones: no se trata de someter o ganar, sino de pactar. En definitiva, la buena política es tener coraje para captar la oportunidad. Ahora pues, se abre efectivamente, una ventana de oportunidad.
En esta misma línea, otra lectura de los resultados del 14F, es que los dos partidos que han quedado al frente apuestan desde visiones confrontadas por buscar soluciones desde el diálogo. La pregunta sería pues, si podrán o sabrán encontrar las vías para llevar a cabo un diálogo político urgente tal como reclama la Nota del Círculo de Economía, “Reconstruir la política para reiniciar el país”. Para el Círculo, el nuevo Gobierno tendría que concentrar todos los esfuerzos en la reconstrucción económica y social y encontrar las vías por la solución del conflicto durante la próxima legislatura. En definitiva, la buena política es tener coraje para captar la oportunidad y aprovecharla. Un camino que los catalanes somos capaces de emprender porque, como bien dice Gabriel Magalhães en La Vanguardia, existe una épica del diálogo que comporta el heroísmo de no querer aplastar el otro. Graves problemas como el de la financiación y la situación de los presos políticos se pueden solucionar pactando. Dialogar no es una traición, no es lanzar la toalla. Los pactos son las verdaderas victorias porque con ellos, se evita un largo purgatorio, siempre a punto de volverse infierno.
El Gobierno resultante de las negociaciones políticas en marcha requiere, en cualquier caso, mucha estabilidad para encarar los temas urgentes a los que se enfrenta el país: la crisis sanitaria y su impacto económico, la distribución de los fondos europeos de recuperación y la resolución del conflicto político con España.
Sobre las implicaciones de las elecciones catalanas en la política española y los interrogantes que ahora se abren, es lógico plantearse si el Gobierno de coalición del PSOE con Unidas Podemos y que tiene ERC como socio parlamentario, es ahora más o menos estable, y si la formación del nuevo Gobierno catalán -independentista o de izquierdas soberanista- influirá en la estrategia de gobierno español hacia el conflicto. Después de muchos años de inmovilismo, si el PSOE quiere mostrar alguna voluntad de afrontar una solución, ahora es el momento más oportuno, en términos de coyuntura política. Sin embargo, los asesores “monclovitas” con Redondo al frente, quizás se refugien de nuevo, en el pragmatismo de no hacer nada y centren sus esfuerzos al especular irresponsablemente en un avance electoral por aprovechar la desorientación de la derecha española. Los últimos conflictos internos dentro del Gobierno de Madrid, podían ser un globo sonda, tal como reseña Guy Hedgecoe en Politico.
Ciertamente, 2021 será un año en que el PSOE reinará en la política española con una derecha fragmentada y con una oposición en descomposición. Como afirma Arsenio Iglesias en El Diario los resultados desastrosos de la derecha española en Catalunya suponen un grave problema de liderazgo para Pablo Casado, líder de un Partido Popular que necesita de una urgente refundación (y no de un simple cambio de sede) a raíz de los escándalos de corrupción de Bárcenas, Gürtel, Kitchen, Púnica, etc. Al día siguiente de las elecciones en Catalunya, el alcalde de Madrid afirmaba que no caben tres marcas en el centroderecha. Después del sorpasso de VOX en Catalunya (que obtuvo más escaños que PP y Ciutadans juntos), el partido de ultraderecha se ve con la fuerza de reclamar este liderazgo, mientras aleja la posibilidad de la derecha de convertirse en alternativa de Gobierno a medida que se aleja del “centro” político. Prueba de este desconcierto de la derecha, es el aznarismo celebrando esta semana el aniversario de su ascenso al poder ahora hace veinticinco años y reclamando volver a unificar las derechas, al precio de integrar política y sociológicamente a los ultras de VOX.
En este sentido y también en clave política española al margen de las elecciones al Parlament, también Josep Ramoneda advierte en El País de que la inercia política y social tiene un gran potencial de erosión y que si las instituciones no se renuevan, los sistemas políticos se deterioran. En este sentido, una de las absurdas herencias de la transición es el tabú de la reforma, como si, en el fondo, los dos grandes partidos antiguamente hegemónicos tuvieran la convicción de que todavía quedan fantasmas del pasado escondidos en las estructuras de poder y que es mejor no tocar nada. Con eso sólo se consigue que ciertos vicios se vuelvan crónicos. El mundo y la realidad política han cambiado, pero la inercia de la política española y sus liderazgos sigue estancada en un pasado caduco.
Superados los tiempos convulsos del mandato de Donald Trump y de la caótica transición hacia la nueva administración Biden, la revista Foreign Affairs considera que es hora de evaluar los daños causados y reflexionar sobre qué reconstruir y de qué manera. La revista dedica un dosier especial con el sugerente título de Can America Ever Lead Again? donde se analiza la situación heredada por la administración Biden, se recorre el abismo existente entre los grandes retos geopolíticos de los Estados Unidos y las preocupaciones más modestas de su ciudadanía y se exploran las profundas divisiones internas de la sociedad norteamericana.
A nivel europeo, dos artículos analizan cuáles pueden ser las nuevas relaciones entre Europa y los Estados Unidos. Alrededor de veinte figuras internacionales de varias orientaciones políticas reflexionan en Le Grand Continent sobre el impacto de la presidencia de Biden en el futuro de la autonomía estratégica europea, a partir de dos preguntas referentes a si la elección de Biden supone un riesgo para la autonomía estratégica europea y si el tema tiene más o menos relevancia para el futuro europeo. Mientras tanto, en Politico Matthew Kartnischnig argumenta que la nueva relación ya ha empezado con desavenencias. Así, cuando el presidente Biden pidió a Europa que parara durante algunas semanas la firma de un tratado de comercio con China, la UE no le hizo caso. El mundo ha cambiado desde que Joe Biden era vicepresidente de Barack Obama, y este cambio ha afectado también a las relaciones entre los EE.UU. y la Unión Europea. La UE se ha vuelto mucho más dependiente de China, hasta el punto que el año pasado China superó a los Estados Unidos como el principal socio comercial de la UE. Para los Estados Unidos, sin embargo, Europa no es sólo un socio comercial, sino un aliado esencial para enfrentarse a los adversarios comunes, como Rusia, China o el terrorismo islámico. Por consiguiente, el reto de Biden será de convencer a la Unión Europea de que a pesar de las oportunidades económicas que se pueden obtener de China, abrir en exceso las puertas de Europa a Beijing puede suponer un riesgo para la misma UE.
Con respecto a las consecuencias del Brexit, George Parker argumenta en el Financial Times que todavía falta concluir los detalles concretos del acuerdo comercial sobre la relación que regirá entre ambas partes en tanto que muchos de los problemas que están surgiendo son fruto de la decisión del primer ministro británico de priorizar la soberanía por encima del acceso al mercado. Los efectos ya se han empezado a notar, por ejemplo, en la exportación de crustáceos o en el sector químico. El conflicto ha llegado incluso a la distribución de vacunas contra la COVID-19, cuando el 29 de enero, la Comisión Europea impuso restricciones a las exportaciones de vacunas a terceros países, el Reino Unido incluido. Continuando con el Reino Unido, Simon Jenkins reseña desde las páginas de The Guardian el creciente apoyo que está recibiendo el movimiento independentista en Gales y argumenta que eso se debe principalmente a la mala gestión de la pandemia por parte del gobierno británico junto con un creciente sentimiento de abandono por parte de las políticas públicas del gobierno central. Jenkins subraya la importancia del fenómeno ya que se añade al nuevo impulso de los nacionalistas escoceses y que la peor cosa que podría hacer Boris Johnson es seguir ignorando la gran carga emocional y psicológica que supone el llamamiento a crear un nuevo estado que sepa gestionar mejor la vida cotidiana de sus ciudadanos.
Finalmente, también en el ámbito europeo, el rotativo Hamburger Abendblatt se hace eco de la polémica generada a principios de este mes a raíz de la visita a Moscú del Alto Representante de la UE para los Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell. A su demanda de reducir la violencia policial, las políticas autoritarias y de liberar al opositor Alexei Navalny, amenazando con la imposición de sanciones en caso de incumplimiento de sus exigencias, el ministro de exteriores ruso replicó con la situación de los presos políticos y exiliados independentistas. El artículo asevera que estos acontecimientos pueden tener repercusiones importantes a varios niveles. Por una parte, y teniendo en cuenta que más de 80 diputados enviaron una carta a la presidenta de la Comisión advirtiendo de la inadecuación de Borrell para este cargo, eso también supone un problema para la posición ya frágil de von der Leyen. Por otra parte, Europa se dispone a imponer más sanciones a diferentes personajes del entorno de Putin, lo que podría incrementar todavía más las tensiones existentes.
El futuro de las libertades está en peligro en Rusia donde la presidencia de Vladimir Putin se ve cada vez más contestada por parte de un sector de la población como lo demuestran las movilizaciones a favor del opositor Alexei Navalny. En The New Yorker Masha Gessen dibuja un interesante retrato del opositor donde lo describe como una figura ambivalente que aparece en la escena política rusa a principios de los años 2000, en un momento en que las alternativas a Putin eran pocas, lo que llevaba a unas alianzas no siempre bienvenidas, donde los activistas que no compartían ideas etnonacionalistas consideraban que tenían que formar alianzas con los movimientos nacionalistas emergentes de Rusia. En este contexto de alianzas explosivas, Navalny intentó convencer a los nacionalistas para dirigir su potencial de contestación política contra Putin en vez de hacerlo contra los inmigrantes. Desde entonces, Navalny ha reformulado su política desde un etnonacionalismo ruso hacia un intento más moderado e imaginar una identidad nacional rusa postimperial. Con un discurso que se ha movido progresivamente hacia una izquierda económica y social.
Se abre pues una nueva etapa en una gobernanza global donde destacan los esfuerzos y las estrategias de la China para convertirse en potencia hegemónica. Branko Milanović analiza en Foreign Affairs una de las principales deficiencias del régimen de Pequin que radica en las desigualdades sociales que han socavado la confianza pública e internacional en el gobierno chino. Considera que además de su pasado de crecimiento económico fluctuante y desigual, la repartición estructural y geográfica de las riquezas chinas es un factor clave que explica estas desigualdades. Milanović también apunta a la corrupción y al Partido Comunista como factores políticos en la desigualdad de país, destacando que la cantidad media desviada por funcionarios del partido a nivel de prefectura es casi tres veces mayor que la cantidad desviada por los funcionarios de nivel nacional. Habrá que confiar en que las máximas autoridades políticas chinas sepan refrenar a esta nueva élite híbrida, politicoeconómica, que tiene poco interés al luchar contra la corrupción.
Finalmente y como nota positiva, la elección de la nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala como directora de la Organización Mundial del Comercio (OMC) tal como destaca el diario El País. Una excelente noticia, tanto por su elevada capacitación para el cargo, como por el valor de paliar el inaceptable desequilibrio en la representación femenina y africana en la dirección de organismos multilaterales con amplia repercusión mundial. Acontecimientos de este tipo son muy relevantes para superar un occidentalismo que ya no responde a la configuración geopolítica del siglo XXI. El resto del mundo reclama, legítimamente, cambios y Occidente tiene que entender que no sólo es moralmente correcto, sino que es de su interés aceptarlo. Un pluralismo adecuado en el liderazgo de la gobernanza global es el requisito para mantener su vigencia.
En su análisis de las repercusiones de la pandemia sobre la democracia y los sistemas políticos, Naomi Klein considera en La Vanguardia que las empresas tecnológicas son las grandes vencedoras de la pandemia y que eso es una herencia del neoliberalismo. Los otros grandes vencedores han sido las empresas farmacéuticas que han conseguido un gran negocio, miles de millones en dinero público para investigar y desarrollar vacunas. Klein también apunta que nuestra normalidad era ya una crisis y que por lo tanto no tendría sentido volver a una normalidad que, de hecho, ya era una crisis antes de la crisis. Una crisis sistémica de la democracia sobre la cual también reflexiona Carlo Formenti en la revista MicroMega, con una idea del socialismo del siglo XXI emancipado de los dogmatismos de la tradición marxista y donde plantea la posibilidad de revitalizar el proyecto a los países occidentales así como la base social sobre el cual se podría fundamentar. Formenti propone luchar por la restitución de la soberanía nacional como instrumento para recuperar la soberanía popular y restablecer la fuerza contractual y la representación política de las clases menos favorecidas; colocando en el centro de la acción el trabajo productivo de utilidad social más que el valor económico, reduciendo el peso del trabajo improductivo y redefinir la posición geopolítica, prestando una atención prioritaria a los BRICKS, las naciones mediterráneas y el sur global.
Unos peligros para la democracia que según afirma The Economist se han incrementado debido a las medidas aplicadas para luchar contra el nuevo coronavirus. Entre marzo y octubre de 2020, 17 países crearon leyes que afirman luchar contra la desinformación o las fake news. Pero lo cierto es que estos países han aprovechado la situación para restringir la libertad de prensa y de expresión, como ha sido el caso en Rusia, Zimbabue, Hungría, Polonia, Nicaragua o Bielorrusia.
En el ámbito económico, Gérard Horny advierte en la revista Slate que ahora es cuando los gobiernos se tengan que enfrentar de verdad a las consecuencias económicas del impacto de la COVID-19. En efecto, con la disolución gradual del apoyo público al estado que se suele derivar de las grandes crisis, el consenso sobre las primeras medidas de emergencia contra la COVID-19 se va rompiendo. Cuando Joe Biden presentó su plan de rescate de 1.900 billones de dólares el 14 de enero, algunos demócratas denunciaron un plan innecesariamente oneroso y potencialmente peligroso para la estabilidad de la economía norteamericana. En Europa, persiste el temor a un endeudamiento excesivo y algunos proponen una solución drástica: la cancelación en la zona euro de la parte de la deuda pública en poder del Banco Central Europeo, una medida a la que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, se ha mostrado categóricamente en contra. Por otra parte, la propuesta tampoco gusta a algunos sectores de la izquierda que rechaza tanto las políticas de austeridad como el engañoso mito de la cancelación milagrosa de las deudas públicas.
Paralelamente, desde las páginas de Le Monde Diplomatique Leigh Philips reseña que para algunos ecologistas, la crisis medioambiental ha llegado a tal nivel que sólo hay una solución posible: el decrecimiento. Desde su punto de vista, el cambio climático no proviene de un modo de producción guiado por el mercado y, por lo tanto, irracional, sino que proviene directamente del crecimiento, que incrementa la demanda de energía y dificulta el objetivo de descarbonizar la economía. Y dado que una reducción de la producción de bienes tendría el efecto contrario, sería por consiguiente fundamental reducir la actividad económica. Philips advierte que los humanos no siempre son impotentes ante las perturbaciones que provocamos.
Mientras tanto, en The NewStatesman, Ido Vock pone sobre la mesa un tema que preocupa a nivel global: las restricciones fronterizas entre países que ha provocado la COVID-19. Conscientes del enorme impacto económico de estas restricciones en todos los sectores, los gobiernos están impulsando ciertas iniciativas con el fin de poder aumentar la circulación de personas en tiempo de pandemia y de vacunación incompleta, como, por ejemplo, el pasaporte de vacunación que daría más libertades de desplazamiento a las personas vacunadas, o la creación de grupos burbujas de países donde se permitiría la movilidad entre países con una situación sanitaria similar. Con todo, hay que estar alertas porque estas medidas también contribuirían a incrementar todavía más la brecha de desigualdad entre países, ya que los países más ricos serán los primeros a vacunarse, y, por lo tanto, los primeros a recibir turismo, lo cual incentivará su economía. En cambio, los países más desfavorecidos tardarán mucho más en conseguir la inmunidad de grupo mediante las vacunas y por lo tanto se seguirá prolongando su recesión económica.
Respecto de la emergencia climática, destacan las entrevistas de Bill Gates a varios medios como El País donde argumenta que los efectos del cambio climático serán mucho peores que los de la pandemia si no conseguimos reducir a cero las emisiones de efecto invernadero de aquí a 2050. Es consciente de que es una misión titánica, pero no la cree imposible si los mercados, la tecnología y la política se alinean con la misma finalidad. Gates también advierte que la pandemia hace que todas las desigualdades empeoren, las minorías étnicas sufren más económicamente, también enferman y mueren más, la deuda aumenta, los ingresos disminuyen y la confianza en los gobiernos tardará al menos cinco años al recuperar los niveles anteriores.
En la revista El Salto Pablo Rivas alerta de que en tiempo de emergencia climática, hay un sector que tradicionalmente ha estado exento de rendir cuentas: las fuerzas armadas. De hecho, los militares están exentos de informar públicamente sobre su actividad contaminante y no hay un consenso en la Unión Europea sobre si tendrían que informar. Así, un informe del Conflict and Environment Observatory i de Scientists for Global Responsibility advierte del incremento del gasto militar europeo, un sector cuyas emisiones representan 24,8 millones de toneladas de dióxido de carbono, equivalentes al menos a 14 millones de coches l año. En este contexto, el multilateralismo, la apuesta por la diplomacia y una agenda de paz y desarme reducirían el número de despliegues militares y la fabricación de armamento. De esta manera se podrían combatir dos amenazas para la vida de las personas: la de la violencia de las operaciones armadas y la del cambio climático.
Ya para acabar, Christopher Darby y Sarah Sewall analizan en Foreign Affairs la lucha por la hegemonía en materia de innovación tecnológica y científica y destacan que uno de los problemas es que las grandes potencias se centran mayoritariamente en la tecnología aplicada al sector militar, sin expandir el desarrollo a otros sectores. Consideran pues que es imprescindible fortalecer la colaboración entre la academia y las empresas para financiar la investigación en un ámbito que está adquiriendo una importancia geopolítica fundamental. Nos encontramos con un nuevo tipo de escenario conflictivo, pues, donde la Inteligencia Artificial tendrá un lugar primordial como afirma Matthew Hutson en The New Yorker donde advierte que nos encontramos en “un momento Proyecto Manhattan” para la IA y el aprendizaje automático. En efecto, recientemente, varias organizaciones de investigación sobre IA han empezado a desarrollar sistemas para abordar el impacto ético, e incluso la legitimidad de ciertas líneas de investigación. En este contexto, los programas de reconocimiento facial y vocal suelen estar en la línea de fuego, ya que su desarrollo ético requiere formación y conocimientos en temas sociales, como el racismo o la transfobia, que los informáticos no siempre tienen. Una IA que por otra parte también será determinante con el fin de reparar los daños causados por la pandemia en nuestros sistemas de salud tal como argumenta Sid Mohasseb en Foreign Policy donde subraya que hace falta ir más allá de una simple digitalización y empezar a implantar la IA en el sector de la salud. La IA ya ha tenido un papel importante durante esta emergencia sanitaria al ayudar a seguir los contagios y a identificar de qué forma se estaba expandiendo el virus. Países como el Reino Unido han anunciado una inversión de 346 millones de dólares en el sector y los Estados Unidos 1 billón de dólares. Pero esta tendencia tiene que ir más allá de una reacción a la COVID-19 y se tiene que enfrentar con una visión a largo plazo. En efecto, ante retos como el envejecimiento de la población o el aumento de personas en situación de dependencia, la utilización de la IA sería una buena forma de mejorar la gestión de los sistemas de salud.
Política internacional y globalización
A Superpower, Like It or Not
L’autor Robert Kagan a la revista Foreign Affairs fa una anàlisi exhaustiu sobre l’evolució històrica dels Estats Units i el seu paper en política exterior, fins actualitat. Partint de la base que els EUA representen un cas excepcional; Històricament, la gran majoria dels estats nació han rebut la influència d’una sèrie de representacions simbòliques que els han portat a crear un imaginari sobre ells mateixos i el seu passat gloriós. Un imaginari que genera nostàlgia, al mateix temps que ambició per orientar les polítiques públiques d’acord a assolir aquest futur ideal. Malgrat això, Kagan estableix aquest no fou el cas dels EUA, i és que aquests, a causa de les seves condicions històriques i en absència d’un passat gloriós sobre el qual recolzar-se, sempre tingueren un interès nacional molt humil. Però de sobte, i sense tenir-ho previst, els EUA es varen veure concentrant un poder immens, al mateix temps, que confosos puix no tenien ni havien tingut mai un interès nacional clar i ambiciós. Davant d’aquesta situació, el gegant es va veure obligat a proposar-se certs objectius ambiciosos que l’allunyaven d’una indiferència i falta de vitalitat nociva, com fou acabar amb el Japó Imperial o el comunisme. Mes cal no oblidar l’excepcionalitat dels EUA , i un cop l’objectiu proposat era satisfet, el país es veia immers en una bassa d’indiferència. En aquest punt, l’autor fa referència a aquesta dinàmica aplicada a l’actual panorama mundial i el perill que aquest comporta. En un context basat en el declivi dels EUA i l’ascens de la Xina, existeix la possibilitat que qualsevol acció Xinesa, acabi per despertar aquell interès nacional americà que durant tants anys es trobà adormit, insatisfet i indiferent, tot fent entrar al país en pànic i per consegüent, adoptant una actitud violenta i agressiva que fàcilment podria donar lloc a una Tercera Guerra Mundial. Finalment, Kagan fa una crida al govern de Joe Biden, ja que està en les seves mans evitar aquest conflicte mundial, tot recordant que el veritable objectiu dels EUA, és sustentar l’ordre liberal democràtic, sempre apostant per la cooperació i la interdependència, mitigant així tot caos.
Can America Ever Lead Again?
Una vegada passada la tempesta dels darrers mesos de mandat de Donald Trump i de la caòtica transició cap a la nova administració de Joe Biden, la revista Foreign Affairs considera que és hora d’avaluar els danys causats, desfer l’embolic i reflexionar sobre què reconstruir i com. Per això dedica un dossier especial amb el títol de Can America Ever Lead Again? Jessica Mathews i Jonathan Kirshner analitzen el món trencat i maltractat que l’administració de Biden ha heretat i com els actors veuen Washington a partir d’ara. Robert Kagan ressegueix l’abisme entre els grans reptes geopolítics dels Estats Units i les modestes ambicions de la seva ciutadania. Reuben Brigety explora les profundes divisions internes que els nord-americans han de superar mentre que l’editor del dossier, Gideon Roses es pregunta si la història té alguna direcció i, si és així, com la nova administració pot esbrinar-la i seguir-la.
Okonjo-Iweala en la OMC: por fin África
L’elecció de la nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala com a directora de l’Organització Mundial del Comerç (OMC) és una excel·lent notícia, tant per la seva elevada capacitació per al càrrec com pel valor de pal·liar l’inacceptable desequilibri en la representació femenina i africana en la direcció d’organismes multilaterals amb àmplia repercussió mundial. Okonjo-Iweala, que és la primera dona que dirigirà l’OMC des de la seva creació el 1995, tindrà la difícil tasca de revitalitzar la institució, boicotejada per l’Administració Trump, i gestionar els grans reptes comercials que agiten el planeta, entre els quals destaca l’enfrontament entre els EUA i la Xina. D’altra banda, l’elecció de la primera africana a el front de l’OMC ha de servir per reflexionar sobre la necessitat de reformular els equilibris de representació en el sistema multilateral sorgit el 1945, tant en termes geopolítics com de gènere. Cal superar un occidentalisme que ja no respon a la configuració geopolítica del segle XXI. La resta del món reclama, legítimament, canvis i Occident ha d’entendre que no només és moralment correcte, sinó que és del seu interès acceptar-ho. Un pluralisme adequat en el lideratge de la governança global és el requisit per mantenir la seva vigència. Amb tots els seus defectes, convé aconseguir l’adhesió al sistema mitjançant la seva reforma en lloc d’alimentar més frustració i confrontació.
History Will Find Trump Guilty
Als últims dies del seu mandat, Donald Trump va crear la Comissió 1776, formada per acadèmics i activistes de la dreta per impulsar el que denomina com “educació patriòtica” a les escoles. Remnick ho qualifica d’un acte propi d’un tirà per a reescriure la història dels Estats Units. L’equip demòcrata que dirigeix el procés d’impeachment de Trump està liderat pel membre de la Cambra de Representants Jamie Raskin, qui va patir la desgràcia d’haver d’enterrar al seu fill Tommy el dia abans de l’assalt al Capitoli. Raskin comenta que Trump va tractar de posar totes les traves possibles per la certificació dels vots del Col·legi Electoral, i va estar a prop d’aconseguir-ho. Assegura que els demòcrates han aconseguit un nombre gran de proves sobre el dia de l’assalt al Capitoli on els assaltants cridaven consignes violentes i portaven símbols dels antics estats confederats. L’article conclou posant èmfasi en la doble cara que estan mostrant els republicans que condemnen les accions i el comportament de Trump. Tot i les crítiques que McCarthy va fer a Trump després del comentari que li va fer sobre els assaltants, una setmana més tard va tornar a mostra la seva lleialtat a l’expresident. Exemples com els de McCarthy són el senador Mitch McConnell, que va proferir consignes moralistes criticant l’actitud de Trump, per després declarar que es trobava llest per perdonar i oblidar. L’autor menciona que aquesta conducta es produeix, ja que el Partit Republicà no oblida que Trump és un gran atractiu per atraure donacions i votants.
Joe Biden et les défis de l’Amérique
Renaud Lassus esbossa l’enorme desafiament al qual s’enfrontarà Joe Biden durant la seva presidència: no només haurà d’encarar crisis globals com l’emergència climàtica i la pandèmia de COVID-19, o crisis internes com les creixents desigualtats i l’auge del nacional populisme trumpista, sinó que també haurà de dur a terme una veritable reconceptualització de l’estratègia interior i exterior nord-americana. L’administració Biden primer intentarà frenar l’epidèmia i reobrir l’economia, amb un primer pla de suport molt significatiu tenint en compte els recursos financers mobilitzats. El nou president també proposarà mesures estructurals per abordar les debilitats fonamentals actuals que afecten principalment a les persones pobres o racialitzades: salari mínim, infraestructura, transició industrial al voltant d’energies netes, o educació. Tot això acompanyat per un missatge unificador, per tal d’apaivagar la marcada polarització política de país. A nivell més conceptual, buscarà la definició de nous equilibris entre la democràcia nord-americana i l’economia globalitzada, des de la societat civil, el mercat, les decisions de les ciutats i els estats federats. La refundació de la democràcia nord-americana i la pressió de la competència externa sovint han anat de la mà, assenyala Lassus, i el mateix passa avui, quan la competència de sistemes amb la Xina és un motor de canvi important. Aquesta situació obre noves oportunitats per a un debat compartit amb Europa sobre democràcia, per respondre a les debilitats i desafiaments comuns a través de nous marcs de governança i cooperació. La governança d’Internet, per exemple, requereix la cooperació d’Europa i Amèrica per assegurar que les xarxes socials i el model de negoci de les grans plataformes digitals no desestabilitzin els contractes democràtics.
China’s Inequality Will Lead It to a Stark Choice
Branko Milanović analitza una de les principals deficiències del règim de Pequin que rau en les desigualtats socials que han soscavat la confiança pública i internacional en el govern xinès. Com a resultat de l’economia maoista i de les reformes instituïdes per Deng Xiaoping, el nivell de desigualtat d’ingressos a la Xina avui és molt alt. També són significatives les desigualtats intraterritorials: per exemple, el 2019, la relació d’ingressos entre les tres províncies més riques i les tres més pobres era de 4 a 1. Considera que a més del seu passat de creixement econòmic fluctuant i desigual, la repartició estructural i geogràfica de les riqueses xineses és un factor clau que explica aquestes desigualtats. Milanović també apunta a la corrupció i al Partit Comunista de la Xina (PCC) com a factors polítics en la desigualtat de país, destacant que la quantitat mitjana desviada per funcionaris del partit a nivell de prefectura és gairebé tres vegades més gran que la quantitat desviada pels funcionaris de nivell nacional. Conclou amb l’esperança que les màximes autoritats polítiques xineses sàpiguen refrenar aquesta nova elit híbrida politicoeconòmica, que té poc interès en lluitar contra la corrupció.
As in Xinjiang, China is tightening its grip in Tibet
Als últims mesos, els oficials xinesos, han intentat erradicar amb tots els seus esforços la influència del Dalai Lama a la vida dels 6,3 milions de tibetans. Ho han fet persuadint als locals a donar menys atenció a la religió, i mostrar més entusiasme per Xi Jinping i el Partit Comunista Xinès. El règim xinès ha dut a terme una estratègia de “sinificació” a les regions del Tibet i Xinjiang. De fet, l’actual líder del Partit Comunista a Xinjiang. A Xinjiang, el Partit està duent a terme una neteja de la religió islàmica a la regió, argumentant que es pot tornar en la llavor del terrorisme. De moment, al Tibet no s’han replicat les mesures que s’han pres a Xinjiang, mesures que els EUA han qualificat de genocidi. Entre aquestes mesures hi ha l’enviament de més d’un milió de Uigurs a camps de reeducació. En aquests centres es diu que hi van per aprendre noves tasques. Al Tibet, molts grangers s’han desplaçat de les muntanyes a ciutats i pobles més moderns on han accedit a centres d’educació vocacional. Els observadors reconeixen que aquests moviments han sigut molt més voluntaris al Tibet que no pas a Xinjiang. Però els Tibetans encara es troben sota un control rígid, com la prohibició d’anar a l’Índia per visitar el Dalai Lama o l’ús del mandarí a les classes en lloc del tibetà. Altres canvis que s’han anat produint són l’ús de fotografies de Xi Jinping o Mao Zedong a les cases, en lloc de les del Dalai Lama que s’hi veien tradicionalment. Sembla que l’estratègia del govern xinès al Tibet es basa a esborrar qualsevol influència que el Dalai Lama tingui a la zona, i reduir el rol del budisme tibetà, inclús qualificant-lo com l’enemic. Xi Jinping per ara està centrat a ensenyar patriotisme a les escoles, per així plantar les llavors de l’amor cap a la Xina als cors de tots els joves.
The Evolution of Alexey Navalny’s Nationalism
Masha Gessen descriu Alexey Navalny, líder de l’oposició russa, com una figura ambivalent. En efecte, el 2007 Navalny va fundar el Moviment d’Alliberament Nacional Rus dins el qual la retòrica de “Rússia per als russos (ètnics)” era predominant. No obstant això, Gessen descriu un paisatge de la política russa a inicis dels anys 2000 en què les alternatives a Putin eren poques, la qual cosa portava a unes aliances no sempre benvingudes. Els activistes que no compartien idees etnonacionalistes creien que havien de formar aliances amb els moviments nacionalistes emergents de Rússia. És en aquest context d’aliances explosives, que Navalny va aparèixer en l’escenari polític, aparentment amb la intenció de convèncer els nacionalistes per dirigir el seu potencial de contestació política contra Putin mateix, en comptes de fer-ho contra els immigrants. Des de llavors, Navalny ha deixat de banda la retòrica antiimmigrant per demanar la protecció dels seus drets. Gessen considera que Navalny ha reformulat la seva política des d’un etnonacionalisme rus cap a un intent més moderat d’imaginar una identitat nacional russa postimperial. To i que no s’ha pronunciat explícitament en contra del seu passat xenòfob, el seu discurs s’ha mogut progressivament cap a l’esquerra econòmica i social.
Modi Spent India’s Soft Power—and Got Little in Return
Uns anys enrere l’Índia era vista per la comunitat internacional com país poderós, la democràcia més extensa de tot el món, aquella amb un poder tou impressionat era extremadament influent. Tot i això, sembla que de mica en mica aquesta va entrant en una recessió, l’autor Sumit Gangoly en el diari Foreign Policy, ens explica el perquè del seu desgast. En primer lloc, el columnista estableix com punt central la cultura política del país, aquella que independentment del govern al poder, sempre ha estat present, esdevenint factor clau en el deteriorament Indi. En aquesta línia Gangoly considera que l’Índia ha estat històricament molt sensible a les crítiques estrangeres sobre com aquesta gestionava els seus problemes i polítiques internes, sempre pendent del ”que diran”, al mateix temps, que adoptant una actitud agressiva i defensiva enfront de qualsevol crítica, entrant així en un cercle viciós. Deixant constància d’aquesta cultura política, l’autor argumenta que aquest fenomen és apreciable en els esdeveniments actuals de l’Índia amb relació a les protestes d’agricultors. Veiem així, un govern que amb una gran càrrega ideològica, acaba per implementar polítiques públiques antidemocràtiques. Les mateixes polítiques que incentiven les crítiques per part de la comunitat internacional, aquella que es comença a qüestionar l’essència democràtica del país. I és aquí on entra la sensibilitat nacional anteriorment mencionada, on incapaç d’acceptar les crítiques i veure-les com una lliçó, Modi se sent atacat i reacciona de forma encara més agressiva, violenta i defensiva, tant en l’àmbit intern com extern. Sumit Gangoly ens il·lustra així el cercle viciós en el qual l’Índia es troba immersa, el mateix cercle que si no s’atura a temps, acabarà per conduir a l’Índia a la seva desintegració definitiva. Tot recordant que aquí, el primer ministre Modi representa element decisiu per trencar aquest cercle viciós d’una vegada per totes.
The sultan and his sycophants: Erdoğan is leading Turkey towards a bleak future
Amb l’arribada al poder del Partit de la Justícia i el Desenvolupament (AKP) d’Erdogan l’any 2002, el mandatari turc es va rodejar de buròcrates amb experiència i una sòlida educació. Els diferents ministeris els van formar professors universitaris i presidents de bancs, molts d’ells educats entre Turquia i els Estats Units. Però en els últims anys aquesta tendència ha canviat, i s’han començat a nomenar persones no en funció del seu mèrit, sinó per la seva lleialtat al president, i servilitat al partit polític al poder. L’últim exemple es troba en el nomenament del nou rector de la universitat Bogazici, una de les institucions capdavanteres de Turquia, de Melih Bulu. El seu nomenament va aixecar protestes populars que segueixen encara. Bulu no fa honor a la tradició del prestigi que tenien els seus antecessors, i és que inclús els seus treballs no estan exempts de controvèrsia. Erdogan sempre ha seguit l’imperi Otomà com el seu punt de referència per liderar el país. Però com assenyalen els autors, Alyanak i Kurt, hauria d’informar-se millor sobre aquest període de la història. El que va portar als Otomans a fracassar i desaparèixer com a imperi va ser un lideratge no molt diferent del que duu a terme avui en dia Erdogan, que creu que pot mantenir-se al poder rodejant-se d’aquells lleials, repartint-se el poder entre aquells que li juren lleialtat. Conclou l’article amb l’autor preguntant-se com pot un país anar bé, quan els bancs principals els dirigeixen lluitadors, les agències científiques són dirigides per directors de zoos o les universitats per aquells que no entenen d’ètica acadèmica, com Bulu.
América Latina: democracia a la baja por quinto año consecutivo
Com és habitual a l’inici de cada any, la Unitat d’Intel·ligència de The Economist ha publicat el seu informe sobre l’Índex de la Democràcia per a l’any 2020; els resultats són alarmants. Registrant la puntuació més baixa des del 2006, les democràcies globals han patir retrocessos importants, impulsats principalment per la pandèmia del coronavirus i les mesures que els governs van adoptar per enfrontar-la. L’índex de la democràcia global ha baixat un 0,07 el 2020; la puntuació més baixa registrat des del 2006. A Amèrica Llatina, amb un descens de 0,04 tampoc li va anar bé, més encara si considerem que aquest descens es produeix per cinquè any consecutiu. La pandèmia va facilitar els abusos de poder a Llatinoamèrica. A més, la regió també ha continuat patint els seus problemes ja coneguts: una cultura política feble; dificultats per mantenir institucions independents que protegeixin l’Estat de dret; i corrupció. La baixa en la puntuació de la regió llatinoamericana es deu, principalment, a la repressió de les llibertats civils en resposta a la pandèmia i als seus dèbils processos electorals. L’informe també destaca l’onada de protestes que s’estan produint a la regió des del 2019, com un advertència respecte dels processos electorals poc inclusius i pluralistes que es viuen a Llatinoamèrica. Així mateix, l’informe alerta de que les protestes segurament ressorgiran el 2021, com a conseqüència de la desconfiança que sent la ciutadania cap als seus governants i institucions. Les temptacions cabdillistes i el recurs a la desinformació massiva, són elements que segueixen amenaçant la salut de les democràcies llatinoamericanes. Als Estats Units, la fortalesa de les institucions finalment va fer que prevalgués l’ordre democràtic durant el tens traspàs de poder. Els autors de l’article manifesten els seus dubtes que aquest hagués estat el cas en moltes de les nacions sud-americanes.
Catalunya, España, Europa
Llegada al centro
En la seva anàlisi dels resultats electorals a Catalunya, Jordi Amat destaca que en produir-se el sorpasso d’ERC respecte de Junts per Catalunya, ara els republicans ja són al centre de la política: tenen capacitat de liderar un Govern que pot formar amb uns o altres. Aquest gir, madurat durant aquesta legislatura en tensió amb Junts, havia d’anar acompanyat de fets. Alguns han funcionat, altres no. Un moment clau havia de ser la conquesta de l’Ajuntament de Barcelona i els va anar d’un tres i no res. L’altre fet essencial era assumir que exercir com a força independentista de referència a Madrid implicava entomar el xantatge dels puristes, però els republicans van gosar fer el pas de fer política d’Estat: el punt d’inflexió definitiu va ser l’acord que va facilitar la investidura de Pedro Sánchez i la posterior constitució d’una taula de diàleg que, certament, encara no ha donat cap fruit. Però la consolidació del gir impulsat per Junqueras exigia convertir-se en la primera força independentista a Catalunya. Al seu entendre, aquesta és la dada més rellevant de les eleccions. Ha anat per poc i, després d’anys esperant, la pilota ha caigut a favor dels republicans. A la vegada, també destaca que l’independentisme en conjunt va sortir reforçat.
Condicions per a una negociació aparentment impossible
Més enllà de l’anàlisi estricta de resultat i del procés de negociacions obert de cara a formar govern, Josep Ramoneda argumenta al diari ARA que un cop fetes les eleccions han passat al primer pla les sortides pactades i els compromisos ferms de governança possible. Destaca que l’independentisme segueix sumant més que ningú, encara que sigui amb un molt sensible retrocés del vot per l’abstenció, i que ni té sentit que des de Madrid se segueixi negant la realitat ni tampoc serveix donar les culpes de tot al govern espanyol. En uns temps marcats per l’emergència sanitària, la crisi econòmica que ja s’albira i la desorientació social, la gent vol solucions i no excuses, i això passa per tenir una capacitat d’interlocució suficient amb els poders de l’Estat que només es podrà dur a terme per mitjà de negociacions i pactes. Perquè això sigui possible cal en primer lloc que les dues parts en vegin la necessitat. I si a Catalunya això ja està bastant àmpliament assumit, en canvi a Espanya són molts i poderosos els que es resisteixen a acceptar-ho. Per desfer aquest impasse cal un reconeixement mutu que passa per l’alliberament dels presos, sigui per indult o per amnistia. Paral·lelament, també cal assumir que l’altre també pot tenir raons: no es tracta de sotmetre o guanyar, sinó de pactar. Per difícil que sigui només hi ha un camí: afrontar els problemes urgents i concrets de la recuperació econòmica i social, de la reconstrucció d’unes societats sobre les quals pesa la dura càrrega d’una acceleració que no cessa i una pandèmia que tot ho atura i que està portant la ciutadana a la fatiga i la desorientació. Un diàleg eficient i concret com a primer pas cap a la distensió. En definitiva, la bona política és tenir coratge per captar l’oportunitat.
Cataluña: dos mayorías, dos alternativas
Des de les pàgines de la revista Contexto, els autors subratllen que per primera vegada des que es va iniciar el cicle del Procés el 2012, l’independentisme no ha aconseguit portar prop de dos milions de catalans a la participació activa, tal com havia passat en altres ocasions. Si això és un fet puntual a causa de la Covid, un canvi dins del cicle o la fi del Procés, ho veurem en el futur. Però aquestes eleccions deixen palès que el Procés, tal com l’hem conegut, ha vist disminuir els seus suports pràcticament en la mateixa mesura en què ho han fet els no independentistes. Les diferents vies d’acord i, amb això, la governabilitat depèn de dos candidats: Salvador Illa o Pere Aragonès. Els resultats de les eleccions catalanes del 14F deixen dues majories i, per tant, dues alternatives de cara a la formació del futur govern de la Generalitat. En el cas de Salvador Illa, encara que únicament un tripartit amb ERC i els Comuns pot donar-li els vots necessaris, això no sembla probable. En el cas de Pere Aragonès, que apareix com l’opció més viable per presidir el govern, hi ha dues vies: un tripartit d’esquerres o un nou govern independentista. ERC té la possibilitat de buscar suports amb major flexibilitat, ja que hi ha diferents variables dins de les dues alternatives de govern. Tot i que hi ha dues opcions, el més probable és la continuació d’un govern independentista. Aquesta vegada, amb un intercanvi de rols, on ERC ocuparia la presidència de la Generalitat i on la CUP tornaria a ser un suport necessari per a la investidura i els futurs pressupostos. Si atenem als números, un govern independentista és la coalició més viable, però res indica que pugui ser estable. En darrer terme, el lideratge d’ERC en el bloc independentista modifica l’equació i converteix als Comuns en un actor polític determinant per explorar una altra via.
Spain Hoped Catalonia’s Separatists Would Fade. They’re Gaining Ground
La lectura que els analistes del New York Times fan de les eleccions catalanes destaca que tot i que la pandèmia ha estat una força unificadora a bona part d’Europa, els partits que pretenen una ruptura amb l’Estat espanyoil han tornat a obtenir la majoria a les eleccions autonòmiques. Els autors també destaquen que els resultats apunten a la moderació dins del camp independentista, amb la victòria d’Esquerra Republicana, a la vegada que els separatistes catalans segueixen de prop moviments en altres llocs d’Europa, particularment a Escòcia, on l’impuls cap a la independència s’ha vist reforçat amb la retirada de Gran Bretanya de la Unió Europea. Recorden que els escocesos van votar en contra de la independència en un referèndum del 2014 autoritzat per Londres, però també van votar en contra de la sortida de Gran Bretanya de la Unió Europea. Conclouen afirmant que el moviment independentista català ha vingut per quedar-se, i que tard o d’hora, algú a Madrid haurà de reconèixer-ho.
La ineludible renovació democràtica
En aquest article, Josep Ramoneda adverteix que la inèrcia política i social té una gran potència d’erosió i, si les institucions no es renoven, els sistemes polítics es deterioren. Una de les absurdes herències de la transició és el tabú de la reforma, com si, en el fons, en els dos grans partits d’antany, el PSOE i el PP, hi hagués la convicció que encara queden fantasmes del passat amagats en les estructures de poder i que és millor no tocar res, pel que pugui passar. Amb això només poden aconseguir que certs vicis esdevinguin crònics. Aquesta actitud conservadora té com a conseqüència que, en un món accelerat, vivim amb les mateixes estructures sorgides fa quaranta anys dels delicats equilibris que es van haver de fer per gestar una democràcia des d’una dictadura. I els canvis ajornats més enllà del que és raonable passen factura. El mapa social ha canviat, els dirigents polítics no han volgut adonar-se’n i les mutacions que sorgeixen de la realitat els estan enxampant. Avui he posat l’exemple del PP. Però no és l’únic cas, perquè a l’esquerra se li estan escapant sectors de les classes populars als quals no ha sabut atendre i que creuen que poden trobar protecció en els deliris de l’extrema dreta. Davant de la desfeta de la dreta, el govern reformista actual té una oportunitat. En lloc de perdre’s en debats sobre homologacions abstractes de qualitat democràtica, cal actuar, no només prometre, en el terreny de les reformes imprescindibles que el règim necessita. El conservadorisme constitucional ja no dona més de si: ens porta a l’encallador.
So gefährlich kann das Impfchaos für von der Leyen werden
La gestió nefasta de la UE en matèria de la COVID-19 és una realitat. Aquesta es manifestà per primer cop a l’octubre del 2020 amb les múltiples víctimes a Itàlia. I aquesta quedà de nou en evidència en les últimes setmanes, on tot i que la responsabilitat sobre la mala gestió de la crisi a Europa recau sobre múltiples actors, von der Leyen esdevingué la principal víctima, i és que cal recordar que els líders polítics en temps de crisi són decisius. En les últimes setmanes, Astrazeneca va anunciar a la UE que les seves vacunes ja estaven disponibles, tot recalcant que no consirava la seva distribució a Europa com a prioritària. Davant d’aquest escenari de tensions, les actuacions de la Unió foren errònies; D’una banda, el divendres 26 la UE publicà a la xarxa el seu contracte amb Astrazeneca, sense consentiment previ de l’empresa. D’altra banda, ens trobem amb una Brussel·les desesperada que es disposava a incomplir l’Acord del Brèxit, per així no lliurar més vacunes a Gran Bretanya. I com bé hem dit, tota la responsabilitat recaigué sobre von der Leyen, la qual inicialment es mostrà a la defensiva i negant-se a assumir els seus errors. L’autora Silke Wttach en el diari WirtschaftsWoche es pregunta si aquest error rere error, pot suposar la fi de von der Leyen i tota la Comissió Europea? Sota aquesta qüestió Wttach, recorda que; D’una banda les estadístiques ens mostren aquesta ineficiència en gestió de pandèmia, per exemple els diners invertits pels EUA són de 1.600 milions de dollars (febrer-desembre 2020), mentre que els d’Europa són únicament de 228 milions d’euros. I d’altra banda, ens recorda que el Parlament de la Unió Europea disposa d’un mecanisme per provocar així la destitució de tota la Comissió Europea. Per acabar concloent, que sembla que el futur de von der Leyen i tota la Comissió podria estar en mans de l’error rere error que Ursula von der Leyen ha estat cometent.
The false scarcity of vaccine trade tensions
La manca de coordinació en els controls d’exportació de vacunes ha donat com a resultat una distribució ineficient de subministraments vitals, la qual cosa ha obstaculitzat la capacitat mundial per aturar a temps possibles nous brots. Per conseqüent, l’anunci de la Comissió Europea el 29 de gener de nous controls d’exportació de vacunes va sorprendre, provocant crítiques per part d’aliats clau com l’OMS i el predecessor d’Ursula von der Leyen, Jean-Claude Juncker. La Comissió continua bloquejant una exempció temporal dels drets de propietat intel·lectual per a les vacunes COVID-19, que compta amb el suport de la majoria dels membres de l’Organització Mundial de Comerç. Segons la campanya People ‘s Vaccine, els tres principals fabricants del món només estan produint vacunes per aproximadament el 1,5% de la població mundial, molt menys de la seva capacitat total si les patents no s’interposessin. Si bé els països rics han comprat la majoria de les primeres existències de candidats a vacunes viables, també hi ha un potencial de producció sense explotar en diferents regions, amb 20 fabricants de vacunes més només a l’Índia. El racionament artificial és el que està impulsant el nacionalisme de les vacunes, però la UE va tornar a bloquejar l’exempció en la reunió de Consell de Drets de Propietat Intel·lectual Relacionats amb el Comerç a l’OMC, al·legant que es necessitaven patents privades per fomentar la innovació (encara que gran part de la innovació de la indústria s’ha basat en dècades de suport públic I+D).
Die EU braucht mehr Mitbestimmung!
Gabriele Bischoff exposa al diari Frankfurter Rundschau la seva opinió sobre l’actual crisi que Europa està patint pel que fa a la nefasta gestió de la pandèmia i la respectiva vacunació. L’autora n’és conscient que actualment von der Leyen està rebent grans crítiques tot responsabilitzant-la del declivi d’Europa. Partint d’aquesta base, l’autora afirma que aquest argument és una fal·làcia puix la mala gestió de la pandèmia no és ni més ni menys una oportunitat per la reconstrucció d’Europa, tot exposant certs exemples que ens confirmen aquest fet. D’una banda Bischoff argumenta que la Unió ha perfeccionat els seus valors de cooperació i coordinació gràcies a l’acord sobre gestió conjunta i distribució de les vacunes entre els països membres. D’altra banda, la Unió se’n ha adonat que certs aspectes del seu funcionament haurien de millorar, com més participació directa de la ciutadania. I les dues capacitats adquirides ja han estat traslladades en l’àmbit pràctic amb la proposta d’un projecte sobre participació ciutadana directa, aquell que pretén recollir propostes de ciutadans per tal de saber que aquests esperen de la UE. En aquest punt Bischoff recalca que aquí, alguns podrien argumentar que la conferència pel futur d’Europa encara no s’ha celebrat i que es tracta d’una simple declaració d’intencions que en realitat va en contra dels interessos de líders com von der Leyen. Tanmateix, l’autora remarca que és pura ignorància puix la seva tardança es deu a causes burocràtiques, ja que cal que la proposta passi de manera progressiva per diversos òrgans de la Unió. Finalment, l’autora acaba tot dient que, bé és cert que la crisi representa una oportunitat per a la reforma de la Unió, en cap cas cal oblidar l’emergència d’accions pràctiques com iniciar la conferència pel futur d’Europa com més aviat millor. Ja que en aquest punt, la legitimació de la Unió Europea per part dels seus ciutadans, és més necessària que mai.
Europe can’t stay neutral in US-China stand-off
Schuman afirma que arribarà un punt en què Europa haurà de donar el seu suport als Estats Units en la seva confrontació amb la Xina. Encara que alguns líders polítics i empresarials continuen insistint que l’enfocament de confrontació de Washington és una resposta incorrecta a l’ascens de la Xina, Schuman sosté que si Europa no s’uneix al bàndol nord-americà quedarà marginada en les grans qüestions geopolítiques globals. De moment, els acords de seguretat amb els Estats Units aporten estabilitat i protecció contra amenaces persistents, com la Rússia de Vladimir Putin, mentre que l’expansió econòmica de la Xina ofereix a les empreses europees un important ventall d’oportunitats de creixement. Però l’autor insisteix que aquesta situació de neutralitat ambivalent és insostenible, per exemple, quan Biden qualifica de “genocidi” el tractament del govern xinès als uigurs a Xinjiang, i promet augmentar les sancions contra la repressió xinesa del moviment prodemocràtic de Hong Kong i la seva intimidació de Taiwan. Mentrestant, Xi Jinping critica públicament a aquesta “mentalitat de Guerra Freda”, però segons Schuman, la seva decisió al desembre de finalitzar un pacte d’inversió amb la Unió Europea va ser un intent obert d’apropar-se als europeus només uns dies abans de la presa de possessió de Biden. Per Schuman, Xi s’esforça activament per soscavar la influència de les democràcies en l’ordre global, i la Xina també representa una amenaça econòmica a llarg termini per a Europa, no només perquè és un competidor avantatjat en una economia de mercat global, sinó perquè les polítiques de Beijing estan dissenyades per abusar d’aquesta economia mundial oberta. Per consegüent, considera que Europa ha de decidir entre donar suport a la Xina o els Estats Units, o dit d’una altra manera, entre protegir als seus interessos de curt o llarg termini.
L’autonomie stratégique européenne et la présidence Biden
Al voltant de 20 figures internacionals de diverses orientacions polítiques reflexionen sobre l’impacte de la presidència de Biden en el futur de l’autonomia estratègica europea. Per a Rosa Balfour, el risc està en la manca d’una visió comuna dels propis europeus pel que fa a estratègies de defensa i de mercat. Per Emil Brix, és poc probable que el canvi d’administració nord-americana alteri l’estratègia fragmentada i sectorial de la Unió, però representa una oportunitat per a la cooperació en la reforma de les institucions multilaterals o la lluita contra el canvi climàtic. Maya Kandel suggereix que abans de Trump, les posicions europees sobre l’autonomia estratègica divergien segons els seus criteris heterogenis d’anàlisi dels Estats Units, però Trump va provocar una convergència que marcaria avui un punt de partida per a modernitzar la relació transatlàntica. Michel Duclos busca un nou consens transatlàntic sobre seguretat, però també sobre qüestions clau de la sobirania europea – tecnologia, clima, inversions, comerç, Xina – per al qual una entesa amb els Estats Units seria d’interès comú. Finalmente, segons Giovanna de Maio, l’enfortiment de la seguretat transatlàntica i l’esforç de dissuasió davant la Xina i Rússia estaran al centre de l’agenda transatlàntica dels propers anys, juntament amb la gestió de la pandèmia i la lluita contra el canvi climàtic.
Biden takes the EU back to the future
El president nord-americà Joe Biden es torna a trobar amb la Unió Europea i ho fa a la Conferència de Seguretat de Munic. Es considera com un retorn a la normalització de les relacions entre la Unió Europea i els Estats Units, després del mandat de Donald Trump. Però aquesta relació ja ha començat amb desavinences, quan Biden va demanar a Europa que s’esperés algunes setmanes més per signar un tractat de comerç amb la Xina, el qual no s’ha respectat, i ja s’ha signat el tractat. El món ha canviat des que Joe Biden era vicepresident de Barack Obama, i aquest canvi ha afectat també a les relacions entre els EUA i la Unió Europea. La UE s’ha tornat molt més dependent de la Xina, fins al punt que l’any passat la Xina va superar als Estats Units com el principal soci comercial de la Unió Europea. Aquest fet queda palès en les crides per aprovar la vacuna xinesa contra la COVID-19, el qual demostra la creixent influencia i confiança que es té en el país xinès. Tot i que tant els EUA com la Unió Europea consideren la Xina com un perill per a la democràcia occidental, els europeus continuen reforçant els llaços comercials amb el país asiàtic. Aquests lligams es deuen principalment al desig d’explorar noves oportunitats a la Xina i reduir la dependència dels Estats Units en matèria de seguretat. Pels Estats Units, Europa no és només un soci comercial, sinó un company essencial per a enfrontar-se als adversaris comuns, com Rússia, la Xina o el terrorisme islàmic. Per això, Biden considera essencial tornar a portar Europa al seu costat, per fer que la política exterior nord-americana sigui fructífera. Per això l’autor assenyala que el repte de Biden és convèncer la Unió Europea que tot i les oportunitats econòmiques que es poden obtenir de la Xina, obrir en excés les portes d’Europa a Beijing pot suposar un risc per la mateixa UE. I aquest convenciment ha de començar per demostrar que tornar als camins del passat no és només pel benefici dels Estats Units, sinó principalment per Europa.
EU-Russland-Beziehung am Tiefpunkt
L’article publicat al diari Hamburger Abendblatt ens explica les implicacions negatives que tingué la visita del diplomàtic europeu Josep Borrell a Moscú el passat divendres 5 de febrer. Aquest es va reunir el divendres amb el ministre d’exteriors rus Servi Lavrov, per exigir-li personalment que reduís la seva violència policial, les seves polítiques autoritàries i que alliberés al pres polític Alexei Navaly, el qual sent opositor de Putin, després d’un intent d’intoxicació, finalment fou empresonat. A més, Borrell va fer menció a la imposició de sancions en cas de l’incompliment de les seves exigències. Enfront d’aquesta situació, el diplomàtic Layroy fou molt astut, d’una banda, mostrant-se disposat a acceptar les sancions si era per la qüestió de Navaly, i d’altra banda, deixant en ridícul a l’Estat Espanyol i, per consegüent, a tota Unió Europea. El ministre Rus va advertir a Borrell que aquest no tenia cap mena de dret a reclamar menys violència policial i més polítiques democràtiques, quan l’Estat Espanyol mateix té nombrosos presos polítics independentistes, i enfront d’aquesta situació la Unió Europea es mostra indiferent. Aquelles paraules causaren polèmica en tota Rússia, i Borrell impactat fou incapaç de respondre i defensar els valors de la UE enfront d’una roda de premsa. Aquests esdeveniments tindran uns efectes importants a diversos nivells: D’una banda, i tenint en compte que més de 80 diputats varen enviar a von der Leyen una carta advertint la ineficiència de Borrell per aquest càrrec, cau de nou la culpa i responsabilitat sobre la presidenta, la qual cada cop perd més legitimitat per part dels polítics Europeus. D’altra banda, i veient la reacció de Rússia, Europa es disposa a imposar més accions al país, fet que podria incrementar encara més les tensions existents. L’article conclou tot remarcat la importància d’aquesta trobada, on el seu impacte pot ser decisiu a l’hora de determinar el futur de les relacions internacionals.
After Brexit: the UK and EU risk a state of ‘permanent alert’
Des de la sortida oficial del Regne Unit de la Unió Europea, nombrosos han sigut els conflictes i els retrets entre les parts. El comerç s’ha vist interromput, les tensions a la frontera d’Irlanda del Nord han augmentat i les parts s’han encallat en el reconeixement de l’estatus diplomàtic de l’ambaixada de la Unió Europea a Londres. Després de l’acord comercial de la nit de Nadal, el Regne Unit i la Unió Europea encara no s’han posat d’acord de com serà la separació, cordial, o amb confrontacions. De totes maneres, encara falta concloure els detalls concrets de l’acord comercial sobre la relació que regirà entre ambdues parts. Johnson preveia que hi hauria problemes a partir de l’1 de gener, quan finalitzava el període de transició de la sortida del Regne Unit de la Unió Europea. Però com afirma l’autor, molts dels problemes que estan sorgint són fruit de la decisió del primer ministre britànic de prioritzar la sobirania per sobre de l’accés al mercat. Això provoca que s’hagin de fer molts papers i controls fronterers, dificultant el comerç. Els efectes ja s’han començat a notar, per exemple en l’exportació de crustacis o al sector químic. El conflicte ha arribat inclús a la distribució de vacunes per la COVID-19, quan el 29 de gener, la Comissió Europea va imposar restriccions a les exportacions de vacunes a tercers països, el Regne Unit inclòs. En els pròxims mesos, el repte serà determinar els detalls de l’acord comercial que es va deixar sense determinar. Això inclou la gestió de l’acord i la implementació completa de la nova frontera en relació amb el comerç. Per a millorar la relació entre la UE i el Regne Unit, s’ha creat un comitè a escala ministerial per tractar les diferències entre les parts. Però com l’autor assegura, el govern britànic està rebutjant seguir una política més “euròfila”, amb l’objectiu d’agafar un rol dominant a les negociacions. Des de la Unió Europea s’assegura que s’està intentant reduir les tensions entre les parts, i rebutgen la idea que s’estigui anant cap a un conflicte constant. Però accepten que hi ha frustració amb el Regne Unit, ja que s’ha mostrat poc propens a tractar temes més sensibles com la seguretat o la política de defensa. Tot i que, amb el temps i donat els interessos mutus d’ambdues parts, arribarà el moment de seure a parlar.
England should take Welsh support for independence seriously before it's too late
El columnista Simon Jenkins exposa a The Guardian el creixent suport que està rebent el moviment independentista a Gal·les. Fet que queda en evidència amb les estadístiques, puix fa un any únicament 2.000 persones formaven part de la campanya política YesCymru a favor de la independència, mentre en un any aquesta xifra ha augmentat a més de 15.000 seguidors. L’autor argumenta que aquest suport es deu principalment a la mala gestió de Gran Bretanya en qüestió de pandèmia, a més de sentir-se molts cops ignorats per les polítiques públiques del govern central. A més a més, Jenkins remarca la importància de posar aquest debat sobre la taula, i és que un cop la idea de la independència penetra en la societat, aquesta no desapareixerà pas fins que l’objectiu s’assoleixi. Aquest fenomen es deu a la gran càrrega emocional i psicològica que suposen els nacionalismes, i per consegüent, ignorar-los seria erroni. En la mateixa línia, el columnista acaba recalcant la importància de plantejar-se les dinàmiques d’una potencial independència, establint motius i causes, a més d’avaluar la seva viabilitat, al mateix temps que plantejar-se altres alternatives.
Italie: majorité disparate pour mission délicate
Aquest editorial de Le Monde analitza el panorama polític que dóna suport al nou president de el Consell de Ministres d’Itàlia, exgovernador del Banc d’Itàlia i expresident del Banc Central Europeu, Mario Draghi. Va aconseguir el suport dels partits moderats (Partit Demòcrata a l’esquerra, Força Itàlia a la dreta), encara que això no va ser suficient atès el domini al Parlament de forces polítiques que han construït tot el seu discurs al voltant del rebuig a les elits europees, de les quals Draghi n’és l’encarnació. A més, el caràcter molt diferenciat de les forces polítiques que li donen suport dificultarà dur a terme una coalició coherent. Finalment, l’editorial destaca el context únic en el qual s’inicia aquesta presidència: després d’un quart de segle d’austeritat forçada, convertir-se en el principal beneficiari del pla europeu de recuperació de la COVID-19 pot oferir a Itàlia els mitjans per abordar alguns seus errors estructurals d’infraestructura i començar una transició ecològica avançada.
Democracia, diversidad y cultura
Why liberal democracies do not depend on truth
Als últims temps s’escolta la consigna que la democràcia està en crisis donat l’estat de postveritat en què vivim, el qual ha agafat força amb les xarxes socials. L’article analitza la relació entre veritat i democràcia. Comença fent una distinció entre democràcia i liberalisme, i és que quan defensem el respecte a les eleccions, un parlament actiu o l’estat de dret, realment estem defensant el liberalisme. Anant als inicis teòrics del liberalisme, amb John Stuart Mill, ell concebia que el liberalisme no estava basat en la veritat, sinó que la veritat estava basada en el liberalisme. Mill deia que ens hauríem de preocupar per protegir la llibertat d’expressió i els parlaments, perquè només així es poden fer proclames vertaderes. Contrari del que alguns podrien concebre que es necessiten idees vertaderes per tindre parlaments i defensar la llibertat d’expressió. Però en canvi, avui en dia, la nova teoria del liberalisme, diu que les veritats són produïdes pels experts i les fonts amb autoritat, com el New York Times o el Washington Post. Això difereix de la idea de Mill de connectar proclames vertaderes amb unes certes institucions polítiques. En canvi si la veritat és fruit de l’expertesa, això no requereix llibertat d’expressió ni parlaments. La diferència essencial entre la nova teoria liberal i la clàssica és que per Mill, la veritat depenia més sobre la forma en què una proclama es fa, que sobre el contingut d’aquesta. La veritat depèn del seu procés de justificació, per la qual cosa per Mill tindre una opinió vertadera de forma dogmàtica, en veritat no és tindre una opinió vertadera en si. La teoria de Mill cassa amb la concepció de Trump i els seus seguidors, de desconfiar dels experts, en contra d’aquells que defensen que la democràcia es basa en la veritat. L’autor clarifica que els seguidors de Trump porten aquest argument a l’extrem, inclús amb idees que titlla quasi d’estúpides. Llavors, argumenta que per a respondre a la quantitat de mentides que profereixen, no cal respondre amb un riu d’opinions vertaderes basades en l’expertesa. Si no que s’ha de crear les condiciones per portar el debat a un camp racional. Per això es necessita un canvi dràstic en les condicions socials i materials per a produir proclames. Aquest canvi s’ha de produir principalment al camp de les xarxes socials, però això no impedeix que els liberals coherents no hagin de tindre por del poder que han mostrat Mark Zuckerberg i Jack Dorsey apagant la veu de Trump d’un dia per l’altre.
The reach of authoritarian repression is growing. Now, not even exile is safe
Utilitzant exemples com Txetxènia o la Xina, Abramowitz i Schenkkan descriuen un patró creixent de “repressió transnacional” o coerció exercida a l’estranger per governs autoritaris contra ciutadans dels seus propis països. Les telecomunicacions digitals han ampliat la percepció de l’amenaça que representen els exiliats per als règims autoritaris, i la capacitat de resposta d’aquests règims. A través d’amenaces físiques, programari espia i violència, els estats autoritaris estan prenent mesures per intimidar als seus exiliats i evitar que exerceixin els seus drets, fins i tot en països democràtics. Freedom House ha recopilat 608 incidents d’atacs transfronterers directes comesos per estats autoritaris des 2014. El mateix informe ressenya 17 països que realitzen campanyes d’assetjament físic i també utilitzen programari espia contra els seus ciutadans a l’estranger, com la Xina, Rússia, Iran i Aràbia Saudita, però també Etiòpia, Cambodja, Vietnam, Uzbekistan i Egipte. Per als autors, aturar l’assetjament internacional no és només un imperatiu moral, també és una qüestió d’interès personal per Estats Units i els seus ciutadans, ja que els règims autoritaris moderns tenen forts lligams amb les democràcies, per exemple, mitjançant l’intercanvi econòmic. També destaquen que les democràcies hostils a les sol·licituds d’asil, o fins i tot a les formes de migració legal, faciliten que els estats autoritaris puguin fer detenir i extraditar els seus opositors.
La bourgeoisie intellectuelle, une élite héréditaire
Les primeres anàlisis que retraten als intel·lectuals com una nova classe social basada en el monopoli del coneixement i aspirants al poder apareixen al segle XIX. El 1957, el sociòleg anglès Michael Young va publicar la ficció política distòpica The Rise of Meritocracy, que retrata una tirania exercida per graduats d’educació superior l’any 2034. Avui, aquesta classe social dominada per executius i professions intel·lectuals superiors, una “intelligentsia opulenta “segons l’autor, està sumant efectius. Graduats de les escoles i universitats més selectives, la fracció superior d’aquest grup representa entre el 5% i el 10% de la població treballadora occidental, incloent-hi el famós 1% més ric. L’autor subratlla una certa injustícia conceptual en el debat públic: mentre la crisi de la pagesia, la revolta de les armilles grogues o la precarietat dels treballadors socials s’analitzen utilitzant categories genèriques com “agricultors”, “treballadors”, “serveis personals”, les classes més educades “es retraten amb una delicada singularitat, detallen els seus corrents de pensament, poleixen les seves desavinences.” En l’era capitalista, aquest procés de jerarquització meritocràtica es porta a terme en nom de la racionalitat econòmica i les “habilitats” validades per l’Estat com a necessàries per a la seva implementació. Els intel·lectuals no tenen els mitjans de producció, sinó un coneixement que monetaritzen als propietaris. Aquest sistema, i el procés associat d’inflació-devaluació de diplomes entre treballadors del coneixement, situa o divideix els graduats entre dues situacions: classe dominant en potència, o proletariat mobilitzat contra l’ordre que els degrada.
Censorious governments are abusing “fake news” laws
La pandèmia de la COVID-19 ha sigut utilitzada com una excusa pels governs més autoritaris, per fer callar les veus d’aquells crítics amb excuses de disseminar notícies falses. Entre el març i l’octubre del 2020, 17 països van crear lleis contra la desinformació o la informació falsa. Els governs sempre han volgut regular la llibertat d’expressió, però aquests fets són cada cop més presents, i aquests països aprofiten la situació actual per imposar mesures vagues que, de fet, el que fan és restringir la llibertat de premsa i d’expressió. Com a exemple, al març de l’any passat Rússia va imposar multes a diversos mitjans de comunicació per valor de 117.000€ acusant-los de publicar intencionadament informació falsa sobre aspectes de sanitat pública. Aquestes mesures no tenen cap altra finalitat que restringir el periodisme independent i venjar-se d’aquells que escriuen coses que no van a favor del govern. Alguns països com Zimbàbue, inclús han invocat lleis que ja no són vigents, com la secció 31 de Codi Penal del país africà, revocada l’any 2014. D’altres països com l’Hongria utilitzen lleis de caràcter temporal, però que no sembla que es tingui cap intenció de finalitzar la seva aplicació. Un altre fet que fa menció l’article és que els periodistes també critiquen que moltes vegades, la font de la desinformació prové dels mateixos servidors públics. Els periodistes estan tenint dificultats a l’hora de trobar informació vertadera, com reconeixen a un estudi del Centre Internacional de Periodistes. Alguns periodistes a països com Hongria, Polònia, Nicaragua o Bielorússia, s’estan trobant amb tantes dificultats per dur a terme el seu treball que han optat per marxar del país. Les lleis cada cop són més restrictives i tenen por de les conseqüències que poden patir fruit del seu treball. Aquests periodistes que marxen reben constantment amenaces, són detinguts moltes vegades arbitràriament i inclús a vegades s’amenaça a la seva família per crear un ambient de por. Alguns periodistes no han vist altra opció que auto censurar-se ells mateixos per no patir danys majors. Però el que és cert, és que els lectors valoren les informacions crítiques amb els governs, i aquells que han buscat mètodes per esquivar les restriccions, han vist com les seves visites han crescut. La gent busca activament articles sobre la pandèmia que no siguin part de la propaganda governamental, i això no hi ha llei que ho pugui parar.
Nuestra normalidad ya era una crisis
Naomi Klein considera que les empreses tecnològiques són les grans vencedores de la pandèmia i que això és l’herència del neoliberalisme. L’Estat estava tan feble abans de la crisi que la crisi de la COVID-19 l’ha fet pitjor i mortal, amb hospitals i serveis socials ja col·lapsats prèviament i amb l’erosió de la capacitat de produir vacunes dins dels nostres països. I gràcies a aquesta debilitat moltes tecnològiques han pogut entrar en escena, una privatització per la porta de darrere. Els altres grans vencedors han estat les empreses farmacèutiques. Han aconseguit un gran negoci, milers de milions en diners públics per investigar i desenvolupar vacunes però malgrat que els ciutadans les han finançat, de fet no en són els propietaris, ja que estan protegides per propietat intel·lectual. No té sentit. La raó per la qual hi ha patents és per la inversió que les companyies fan, però en aquest cas no la van fer ells, sinó nosaltres. És la mateixa lògica neoliberal que rebutja reclamar drets públics sobre el que és essencial per mantenir a la gent viva. Klein també apunta que la nostra normalitat era ja una crisi. Per què voldríem tornar a això. Dóna ànims escoltar Joe Biden parlar de no tornar a la normalitat i fer servir aquesta crisi com un catalitzador per transformar, dóna ànims que parli que no només hi ha una crisi de salut pública, sinó també climàtica, de desigualtat econòmica i d’injustícia racial. El treball que hem fet en les passades dècades formulant com podria ser l’economia de el futur era com resoldre múltiples problemes alhora. Reconèixer que estem en crisi superposades: hem de reduir les emissions, lluitar contra el racisme sistèmic i tancar la bretxa de la desigualtat tot alhora. Per què tornar a la crisi d’abans de la crisi? Finalment, adverteix que el nostre esgotament del món natural és la crisi central i necessitem una economia molt més considerada, que comenci plantejant què és necessari per tenir una bona vida, respectant els cicles de regeneració del planeta.
La crisi del populismo di sinistra e il socialismo possible
En aquest article publicat a MicroMega, l’autor aclareix el seu pensament sobre els temes del populisme i la sobirania nacional, proposa el concepte de “socialisme possible” per tal de redefinir una idea del socialisme del segle XXI emancipat dels dogmatismes de la tradició marxista i planteja la possibilitat de revitalitzar el projecte socialista als països occidentals i el bloc social sobre el qual es podria fonamentar. Per sortir del carreró sense sortida en el qual al seu entendre es troben les esquerres i el sistema democràtic en general, considera que cal engegar un projecte polític amb tres objectius estratègics clars: 1) lluitar per la reintegració de la sobirania nacional no com a fi en si mateix, sinó com a instrument per recuperar la sobirania popular i restablir la força contractual i la representació política a les classes baixes; 2) associar immediatament la lluita per la independència nacional amb la lluita pel socialisme, treballant en la construcció d’un bloc social que col·loqui al centre el treball productiu d’utilitat social més que el valor econòmic, reduint el pes del treball improductiu (mediadors, intermediaris, informació manipuladors, rendistes, professions designades per omplir els forats del buit existencial, etc.) i no donar massa espai a aquells sectors de classe mitjana que tenen poc interès en qüestionar el sistema existent; 3) redefinir la posició geopolítica, alliberant-nos de l’abraçada de l’imperialisme occidental i prestant una atenció prioritària als BRICS, les nacions mediterrànies i el sud global.
What will migration look like after the pandemic?
La pandèmia de la COVID-19 ha provocat grans problemes i canvis en les migracions, ja que una de les primeres mesures que es van prendre va ser el tancament de les fronteres internacionals. Això ha posat sobre la taula de diversos grups de països com el GCM, una oportunitat per tractar la regulació de la migració, per millorar la seguretat dels emigrants i protegir-los de les violacions de drets humans que pateixen sovint. Els efectes de la COVID-19 no els pateixen només els emigrants, que no poden trobar treball als països on van, sinó que també afecta aquells països que depenen en gran forma de la immigració que reben. La pandèmia ha mostrat les febleses de la regulació migratòria i ha agreujat tendències que ja existien fruit de polítiques immigratòries inadequades que condueixen a la immigració irregular i l’explotació dels treballadors estrangers. També ha posat sobre la taula els problemes que pateixen els emigrants, com són la falta d’accés als serveis mèdics, problemes que no només afecten la seva sanitat sinó a la d’aquells que estan al seu voltant. Països com Portugal han tractat aquests problemes positivament, facilitant el dret d’accés al sistema sanitari d’aquells immigrants indocumentats. Per contra, a països com Grècia, els refugiats que van ser greument afectats per la COVID-19, van ser pràcticament abandonats sense cap assistència. Per això el GCM assegura que la pandèmia ha demostrat que s’han de prendre mesures per poder controlar les rutes migratòries, però no per restringir-les. Si no per saber i entendre la seva naturalesa, i poder assegurar el benestar dels immigrants i els de la població autòctona.
Covid-19 school closures are widening Europe’s class divisions
L’article tracta el problema que ha sorgit amb la COVID-19, i és que l’educació en línia ha magnificat les diferències entre classes socials. Les escoles on van estudiants amb millors mitjans econòmics es van poder adaptar sense gaires problemes a les classes en línia. Mentre que a les escoles on van estudiants de classes treballadores, els alumnes han vist com l’educació s’ha alentit donada la falta de mitjans adients per dur a terme les classes. Aquestes diferències s’han vist a tota Europa, tot i ser un continent on l’educació pràcticament no s’ha aturat en cap moment, com va passar a la majoria d’escoles de l’Amèrica del Sud i del Sud d’Àsia. Les dades mostren que a Alemanya les hores d’estudi s’han reduït de 7,4 al dia en temps abans de la COVID-19, a 3,6 hores diàries durant el primer confinament. A França, la diferència entre les notes de les escoles de zones de classe alta i mitjana, i aquelles en zones empobrides s’ha augmentat considerablement. L’article també fa menció que al Sud d’Europa, a països com Itàlia o Espanya, el tancament de les escoles ha sigut menys generalitzat que a països com França o Alemanya. Als països de l’Europa de l’Est els tancaments d’escoles han sigut molt llargs, a Romania per exemple les escoles van tancar al març i no han obert fins al febrer de 2021. Molts experts es preocupen pels efectes que els confinaments poden causar sobre el desenvolupament emocional dels estudiants. Les dades no són del tot esclaridores, i també preocupen factors com els pares que han hagut de quedar-se a casa per cuidar dels seus fills. A Polònia al voltant de 150.000 dones han perdut els seus llocs de treball des del març passat. De totes maneres, sembla que aquestes amenaces s’estan esvaint, ja que la majoria de països estan tornant a obrir les escoles primàries. Però la pregunta que queda és què faran els governs si les infeccions tornen a créixer a la primavera. Decidiran tornar a tancar les escoles una altra vegada o buscaran mesures per compensar aquells pares que es veuen obligats a quedar-se a casa per cuidar els seus fills.
Descolonizar y renovar el feminismo
Zahra Ali posa sobre la taula el debat polèmic sobre feminisme i diversitat cultural. Aquesta es recolza en els arguments exposats per Edward Said en la seva obra Orientalism, on s’ha creat tota una imatge d’Occident com aquell posseïdor natural de l’agència dels drets humans, i per tant superior en referència a un Orient àrab-musulmà, salvatge i caòtic. Partint d’aquesta base, Occident va poder justificar el seu colonialisme sota l’argument de la missió civilitzadora, un discurs que segons Ali, continua vigent avui en dia, però aquest cop amb una nova màscara, el feminisme. L’autora acusa a Occident, en concret als seus líders polítics, la majoria d’ells homes, d’haver instrumentalitzat el moviment feminista. I es que aquests homes pretenen mostrar una imatge de les societats Occidentals com aquelles on el patriarcat no existeix pas, mentre que ens parlen del món àrab-musulmà com aquell que és intrínsecament misogin degut a la seva cultura i religió. Es tracta d’una estratègia altament misògina i racista que perpetua encara més la presència del patriarcat i del sistema néo-colonial. D’una banda, és imperialista puix sota l’argument de l’altre com caòtic i salvatge, Occident es veu legitimat per imposar la seva cultura de la manera que més interessa a les elits al poder. D’altra banda, va en contra de la lluita feminista i la divideix, tot negant l’existència del patriarcat a Occident, s’oblida per complet que el patriarcat és un sistema d’opressió universal, que tot i manifestar-se de diverses formes depenent de l’espai i temps, requereix una lluita conjunta. I es que s’oblida per complet que les violacions, la violència masclista, la publicitat misògina, la cosificació de la dona, la desigualtat salarial, d’entre altres, són realitats que totes les dones avui en dia encara en som víctimes, en més o menys mesura.
Why Chile’s New Constitution Is a Feminist Victory
L’autora Charis Mcgowan ens explica a la revista diari Foreign Policy el triomf del moviment feminista a Xile, tot esperant que la resta de països vegin en ell una font d’inspiració, en concret tots aquells col·lectius oprimits i discriminats. Aquesta afirma que la lluita és un clar exemple a seguir puix la seva organització i estratègia són claus. D’una banda, les activistes sempre han tingut una agenda política molt clara, establint clarament els seus objectius i organitzant-se perfectament per tal d’aconseguir-los, sempre apostant per la cooperació i la unitat. D’altra banda, les activistes han estat innovadores, capaces de proposar estratègies de proposta realment efectives com pot ser la nova tendència basada en representacions teatrals, artístiques i simbòliques. Triomf que es materialitza amb els esdeveniments que estan succeint a Xile, on després d’una forta revolució impulsada iniciada l’octubre del 2019, s’està impulsant tot un procés de reforma constitucional per trencar d’una vegada per totes amb aquella constitució que fou creada en temps de dictadura de Pinochet. I en tot aquest procés de redacció de la nova constitució, el moviment feminista ha estat més present que mai, negant-se a quedar de nou en un segon pla, no han deixat de mobilitzar-se. Fenomen que ha donat els seus fruits i és que per primer cop, ens trobem amb líders feministes participant a assemblea per redactar la nova constitució, la mateixa que posa sobre la taula temes com la paritat en l’àmbit polític, la legalització de l’avortament, permetre matrimonis o adopcions homosexuals i molt més. L’autora finalment acaba recordant-nos que un canvi encara és possible, i que avui més que mai Xile n’és un exemple que deixa en clara evidència que mitjançant la cooperació i organització la destrucció del patriarcat no sembla tan utòpica com moltes ens pensàvem.
These Women Confront Dictators. Why Can’t We?
Al New York Times Nicholas Kristof fa una anàlisi sobre l’actual situació dels drets humans, concretament els drets de les dones. El columnista comença exposant el cas de dues activistes d’Egipte que, tot arriscant la seva vida, es troben lluitant constantment pels seus drets. Tot remarcant que aquestes podrien ser fàcilment acusades d’idealistes per pensar que la seva lluita contribuirà a un món millor. Argumentant que els seus actes en realitat són contraproduents, puix desestabilitzen encara més la situació, i el veritablement efectiu és un líder fort, aquell que inclús presentant certes actituds autoritàries, és capaç de portar l’ordre i la prosperitat. Malgrat això, Kristof es posiciona en contra d’aquest argument, establint que el que cal fer és trobar un equilibri entre ambdues posicions, deixant constància del gran poder que l’educació i la democràcia presenten. En la mateixa línia, aquest considera que el panorama internacional ha sigut capaç d’aproximar-se considerablement a aquest balanç; puix cada cop som més conscients de la gran importància que suposa assegurar els drets humans per tal de poder construir un món més harmoniós. Aquest avenç es pot apreciar simplement amb l’actitud dels EUA, on Joe Biden sembla disposat a lluitar per un món on els drets fonamentals de tot humà, són representats. Cas contrari a Donald Trump, el qual, actuant amb interès, acusava certs països d’atemptar en contra dels drets humans, mentre que en altres situacions ni es pronunciava. El columnista acaba acceptant que tot i que pot ser arriscat preveure la influència que els EUA tindran en l’ordre mundial en matèria de drets humans, una qüestió està clara. I és que quan ens armem de principis, aconseguir aquest equilibri és relativament senzill, i almenys podem considerar que Joe Biden sembla més propens que altres presidents Americans a ser posseïdor de principis.
Economía, bienestar e igualdad
Les gouvernements face à la crise économique: les vrais problèmes arrivent maintenant
Amb la dissolució gradual del suport públic als estats que se sol derivar de les grans crisis, el consens sobre les primeres mesures d’emergència contra la COVID-19 es va trencant. Quan Joe Biden va presentar el seu pla de rescat de 1.900 bilions de dòlars el 14 de gener, alguns demòcrates van denunciar un pla innecessàriament onerós i potencialment perillós per a l’estabilitat de l’economia nord-americana. L’economista Laurence H. Summers assenyala que després de gastar el 15% del PIB en rescats (el de desembre i el que s’acaba d’anunciar), l’estat federal pot trobar-se sense municions per finançar la infraestructura del pla de desenvolupament que es presentarà més endavant. Aquestes crítiques no tenen la mateixa força a l’altre costat de l’Atlàntic, i és cert que mesures d’estímul molt fortes als Estats Units podrien ser beneficioses per als exportadors europeus. A Europa, mentre persisteix el temor a un endeutament excessiu, alguns proposen una solució dràstica: la cancel·lació a la zona euro de la part del deute públic en poder del Banc Central Europeu, una mesura a la qual la presidenta del BCE, Christine Lagarde, està categòricament oposada. D’altra banda, la proposta tampoc no agrada a alguns sectors de l’esquerra que rebutja tant les polítiques d’austeritat com l’enganyós mite de la cancel·lació miraculosa dels deutes públics.
How Covid-19 could limit travel for years beyond the crisis
A The New Statesman Ido Vock posa sobre la taula un tema que ens preocupa a tots; les restriccions frontereres entre països que ha provocat la COVID-19. L’autor es mostra pessimista, tot considerant que les noves variants del virus, acabaran per prolongar aquestes restriccions durant molts d’anys. I és que malgrat que des del vessant científic s’afirma que l’adaptació de la vacuna un cop constituïda és relativament fàcil, els polítics es mostren escèptics. Un escepticisme que ha augmentat encara més amb el descobriment de la baixa efectivitat de la vacuna AstraZeneca enfront de la variant Sud-Africana. Davant d’aquest panorama, la majoria de polítics han vist les restriccions de mobilitat com la solució més efectiva, des de PCR negatives obligatòries, fins a quarantenes en hotels o inclús restriccions totals. Tot i això, les autoritats en són conscients de la nocivitat d’aquestes restriccions en tots els sectors, és per aquest motiu, que des de les institucions ja s’estan impulsant certes iniciatives que ens permetran viatjar en temps de pandèmia i vacunació incompleta. Es parla per exemple, del passaport de vacunació que donarà més llibertats a aquells ja vacunats, o també es parla de bombolles de països, on ens permetrà la mobilitat entre països que es troben en una situació comparable a la nostra. Vock imaginant-se aquest futur, acaba amb una reflexió sobre el seu vessant negatiu, tot afirmant que aquestes mesures únicament contribuirien a incrementar encara més la bretxa de desigualtat entre països. Tot remarcant que cal ser conscients de la realitat on vivim, i és que aquells països més rics seran els primers a vacunar-se, i per tant, els primers a rebre turisme, tot incentivant la seva economia. Mentre que aquells més pobres en cap cas seran els primers a rebre la vacuna, prolongant així la seva recessió econòmica.
Mirages de la décroissance
Des de les pàgines de Le Monde Diplomatique Leigh Philips ressenya que per a alguns ecologistes, la crisi mediambiental ha arribat a tal nivell que només hi ha una solució possible: el decreixement. Des del seu punt de vista, el canvi climàtic no prové d’un mode de producció guiat pel mercat i, per tant, irracional, sinó que prové directament del creixement, que incrementa la demanda d’energia i dificulta l’objectiu de descarbonitzar l’economia. I atès que una reducció de la producció de béns tindria l’efecte contrari, seria per consegüent fonamental reduir l’activitat econòmica. Però Philips alerta de que aquesta anàlisi planteja diverses dificultats, ja que de vegades oblidem que els humans no sempre són impotents davant les pertorbacions que ells mateixos provoquen.
Bitcoin lacks a unique selling proposition
El preu del Bitcoin està en constant canvi, des de la tardor de 2020 es troba en una gran pujada, per posteriorment patir una caiguda el 8 de gener i des de llavors no ha deixat de pujar. Però Bofinger afirma que ningú pot predir cap a on anirà el preu, ja que és l’essència de l’especulació, la qual es basa a crear expectatives sobre el que faran els altres inversors, per decidir si comprar o vendre. Bofinger avisa que qualsevol persona que compra Bitcoins ha de saber què és el que està comprant. El nivell de dificultat per entendre el funcionament i l’estructura del Bitcoin no és menor. L’autor estableix una comparació entre el Bitcoin i un actiu amb valor com podria ser l’or. El Bitcoin utilitza un sistema descentralitzat en el qual no hi ha cap banc central ni institució central que ho reguli. El que el diferencia de l’or en aquest aspecte, és que els Bitcoins no són creats de forma simple i transparent, sinó que sorgeixen d’un procés complex. Aquest procés és el que es denomina com el “minat” de Bitcoins, el qual requereix un ús molt gran d’energia i ordinadors potents. Una altra diferència entre un actiu centralitzat i el Bitcoin és que, per exemple, amb l’euro, el Banc Central Europeu té el monopoli per l’emissió de la moneda, en canvi el Bitcoin competeix amb milers d’altres criptomonedes. Això fa, que en qualsevol moment, una altra criptomoneda amb millor tecnologia pot fer que tots els inversors es desplacin cap a ella, en detriment del Bitcoin. Això no passaria amb l’euro, ja que una sola institució pot crear-lo, el Banc Central Europeu. Per a Bofinger això fa que el Bitcoin no tingui una proposició única per a la seva venda, i és el seu taló d’Aquil·les. Mentre que l’or no té una altra alternativa física, hi ha milers d’altres criptomonedes, que tard o d’hora podrien destronar al Bitcoin.
Sostenibilidad y cambio climático
El cambio climático tendrá efectos mucho peores que la pandemia
En aquesta entrevista, Bill Gates argumenta que els efectes del canvi climàtic seran molt pitjors que els de la pandèmia si no aconseguim reduir a zero les emissions d’efecte hivernacle per a l’any 2050. És conscient de que és una missió titànica, però no la creu impossible si els mercats, la tecnologia i la política s’arrengleren amb la mateixa finalitat. Ell aporta el seu propi pla, que detalla en el seu nou llibre, Cómo evitar un desastre climático (Plaza & Janés, 2021), en el qual descarta dedicar esforços a mitigar els efectes de l’escalfament del planeta perquè, senzillament, ja és massa tard. Gate també reflexiona sobre la pandèmia actual i les que arribaran, l’auge a les xarxes socials dels moviments antivacunes i negacionistes, i les esperances que suscita la nova Administració Biden. Finalment, adverteix que la pandèmia fa que totes les desigualtats empitjorin, les minories ètniques pateixen més econòmicament, també emmalalteixen i moren més, el deute augmenta, els ingressos disminueixen i la confiança en els governs trigarà almenys cinc anys en recuperar els nivells anteriors.
Water is a human right. It’s time we start treating it as one
Debbie Dingell i Rashida Tlaib ens inviten a reflexionar des de les pàgines del Washington Post sobre un tema transcendent, però a la vegada ignorat, especialment en temps de pandèmia; l’aigua com a dret humà. El discurs de “posa’t la mascareta, manté la distància de seguretat i renta’t les mans” s’ha normalitzat fins a tal punt que hem acabat per acceptar que realment tothom es pot permetre rentar-se les mans. Ens hem oblidat per complet que inclús en el país més ric i poderós del món, els Estats Units, l’accés a l’aigua és un problema. I són precisament els mateixos governs els que un dia ens parlen de rentar-nos les mans, i que a l’altre tallen l’aigua a tota una família; les autores afirmen que es tracta d’una situació inacceptable. Els preus de l’aigua han pujat als EUA, a alguns estats com Michigan, més de 3.000 famílies actualment es troben sense accés a l’aigua i molt més. Les autores remarquen que la pandèmia únicament ha servit per deixar en evidència la crisi que ja existia d’abans als EUA, accentuant-la encara més, i els principals afectats han estat els sectors més pobres i vulnerables. En aquest context, certes iniciatives ja han estat impulsades, com el fons de 1.500 milions de dollars que anirien destinats a ajudar a les famílies a pagar les seves factures d’aigua. Tot i això, les autores remarquen que no és suficient i que molts Americans continuen contraient el virus per culpa de la manca de subministrament d’aigua. Per finalment acabar fent una crida a seguir lluitant, recordant que l’aigua és un dret humà bàsic i que realment cal que la comencem a tractar com a tal.
Transformer les déchets en énergie, la solution quand ils ne peuvent être recyclés
Tot i les crítiques que rep pel seu impacte ambiental, la incineració de determinats residus industrials o domèstics permet reduir l’emmagatzematge de residus i recuperar mitjançant la producció d’energia verda els que no són reciclables, per exemple, per proveir xarxes de calefacció urbana o per fer funcionar el transport públic. El principal actor en aquest procés de “valorització energètica” és l’empresa transnacional francesa Veolia. La recuperació d’energia a partir de residus permet, per exemple, satisfer la creixent demanda dels fabricants que busquen alternatives al carbó que encara utilitzen. Pel que fa a matèries orgàniques, Veolia té previst produir electricitat utilitzant la calor alliberada per la combustió de fusta, plantes, deixalles agrícoles i deixalles orgàniques domèstiques, o produir biogàs a partir de la fermentació d’aquests materials.
La huella climática de la carrera armamentística europea
L’autor alerta de que en temps d’emergència climàtica, tots els sectors productius estan sota la lupa pública per veure si fan pinya i contribueixen a frenar el desastre global. Almenys en teoria. A la pràctica, n’hi ha un que tradicionalment ha estat exempt de retre comptes. De fet, els militars estan exempts d’informar públicament sobre la seva activitat contaminant i no hi ha un consens a la Unió Europea sobre si aquests haurien d’informar. Tampoc hi ha objectius de reducció d’emissions de gasos d’efecte hivernacle (GEH). Un informe del Conflict and Environment Observatory i Scientists for Global Responsibility adverteix de l’increment de la despesa militar europea, un sector les emissions dels quals són de 24,8 milions de tones de diòxid de carboni, equivalents a almenys 14 milions de cotxes l’any. L’autor reclama la necessitat d’una revisió de la Directiva d’Eficiència Energètica de la UE, així com la posada en marxa de pràctiques com l’ús de terrenys militars per a la captació de CO2, per exemple mitjançant la plantació selectiva, o la generació d’energia renovable. El multilateralisme, l’aposta per la diplomàcia per resoldre conflictes i una agenda de pau i desarmament reduirien el nombre de desplegaments militars i la fabricació d’armament. D’aquesta manera es podrien combatre dues amenaces per a la vida de les persones: la de la violència de les operacions armades i la del canvi climàtic.
Innovación, ciencia y tecnología
Who Should Stop Unethical A.I.?
Hutson ens descriu un algoritme que, utilitzant l’aprenentatge automàtic, genera imatges de rostres a partir d’enregistraments de veu. Alex Hanna, una dona trans i sociòloga de Google que estudia la Intel·ligència Artificial (IA) ètica, va criticar la forma en què la investigació buscava vincular la identitat amb la biologia, desencadenant un debat a Twitter. Molts comentaristes han assenyalat que el que està en joc en IA no és purament acadèmic, ja que la investigació desperta l’interès de patrocinadors com la NSA nord-americana. En aquest article, Hutson, citant Michael Kearns, descriu com ens trobem en “un moment Projecte Manhattan” per a la IA i l’aprenentatge automàtic. Recentment, diverses organitzacions de recerca sobre IA han començat a desenvolupar sistemes per abordar-ne l’impacte ètic, i fins i tot el dret a existir de certes línies d’investigació. En aquest context, els programes de reconeixement facial i vocal solen estar en la línia de foc, ja que el seu desenvolupament ètic requereix certa formació en temes socials, com el racisme o la transfòbia, que els informàtics no sempre tenen. L’Association for Computing Machinery ha suggerit que, quan els potencials usos negatius d’una tecnologia semblen superar als positius, els revisors haurien d’exigir als investigadors que proposin mitjans de mitigació, potser a través d’altres tecnologies o noves polítiques. No obstant això, Hutson també suggereix que publicar investigacions dubtoses és una opció ètica si en certa mesura inciten al debat públic.
The Innovation Wars
Els Estats Units han estat els capdavanters pel que fa a tecnologia es refereix durant dècades, encapçalant la innovació i el desenvolupament de les noves tecnologies. Però en els últims temps li ha sortit un nou i potent competidor com és la Xina, la qual està invertint milers de bilions de dòlars en camps com la robòtica, la intel·ligència artificial o la microelectrònica. Això ha portat als polítics a avisar al govern que una major inversió en R+D és necessària, així com l’aixecament de les restriccions per l’emissió de visats per atraure talent. Però els autors asseguren que el principal problema rau en la manca de detecció de quines tecnologies importen avui en dia i com potenciar el seu desenvolupament. Aquest endarreriment no és només del sector públic, sinó també del privat. Un dels problemes és que se centren majoritàriament en la tecnologia aplicada al sector militar, sense expandir-se el desenvolupament a altres sectors. Lluny està la iniciativa americana que va mostrar durant la guerra freda, gastant bilions de dòlars per augmentar la infraestructura científica. També es va associar amb l’acadèmia i les empreses per finançar la recerca. Això va produir resultats molt positius, ja que es van desenvolupar moltes tecnologies. Des de llavors el pressupost d’R+D s’ha reduït en comparació al PIB, i les empreses també s’han centrat en aquelles tecnologies destinades al curt termini i amb objectius comercials. Actualment la tecnologia amb objectius a llarg termini es desenvolupa a start-ups, finançades per fons de capital. La Xina ha aprofitat aquest canvi als Estats Units passant de ser un país on principalment s’imitava la tecnologia americana, a invertir massivament en R+D. Ho ha fet ajudant-se també del sector privat creant el que es denomina com una fusió cívica-militar, amb ajudes per la recerca, compartint dades o crèdits avalats pel govern. El sector de les dades té una importància vital avui en dia. Els Estats Units veuen la tecnologia de la Xina en clau militar, però la Xina va molt més enllà. Quan la tecnologia xinesa arriba als diversos països, aquells llocs no estan només rebent tecnologia per la salut o sistemes de pagament en línia, també estan posant en mans de la Xina les seves dades. Això té una gran importància geopolítica, i és que dominar el mercat del 5G arreu del món permet a la Xina sabotejar o interrompre els sistemes de comunicacions dels seus adversaris en cas de conflicte. Davant d’aquestes amenaces o reptes, depenen de com es vegi, els autors conclouen que la primera necessitat de l’administració Biden és expandir el coneixement sobre les noves tecnologies. El segon pas hauria de ser alinear les inversions governamentals amb les prioritats nacionals.
The next pandemic? It may already be upon us
Laura Spinney a The Guardian reflexiona sobre un tema frustrant, a la vegada que desmoralitzador La científica afirma que és molt probable que la COVID-19 ens porti cap a una altra pandèmia, sent aquesta molt més nociva per tota la humanitat, i això únicament en una o dues dècades si no actuem ràpidament. L’experta ens explica que quan un individu contrau el virus, aquest de vegada es complica amb certes infeccions de tipus pulmonar, i enfront d’aquesta problemàtica als pacients se’ls hi recepten antibiòtic. Quedant clar aquest punt, Spinney ens recorda que l’ús constant i desmesurat d’antibiòtics comporta la seva infectivitat, i sembla que aquest ús desmesurat s’està donant actualment. Estudis estadístics així ho confirmen, on la recepta d’antibiòtics és considerada com necessària únicament en 1 de cada 10 pacients. L’autora ens il·lustra el perill que aquest fenomen extremadament ignorant suposa, puix ella s’imagina en només una o dues dècades un món on la pandèmia de les infeccions és una realitat; es tractaria de diverses infeccions que com és evident, s’anirien contagiant, portant a tota la humanitat cap a una crisi multidimensional gegant. És per aquest motiu, que Laura Spinney posa aquest tema sobre la taula, tot invitant-nos: D’una banda, a qüestionar-nos l’ús desmesurat que estem fent dels antibiòtics, i no únicament en qüestió de la COVID-19, sinó també en tots els aliments que consumim, especialment aquells de tipus animal. I d’altra banda, també ens invita a reflexionar sobre l’emergència que suposa començar a desenvolupar nous tipus d’antibiòtics com a mesura de prevenció. Finalment, la periodista acaba mostrant la seva part més optimista, tot recordant-nos que les autoritats ja tenen en compte aquest tema puix grans iniciatives ja estan sent impulsades. A més d’apostar per la seva efectivitat, i és que la COVID-19 precisament ens ha ensenyat que quan hi ha consciència col·lectiva de la gravetat d’un problema, trobar una solució efectiva és extremadament senzill.
After the Pandemic, Health Care Will Still Be Broken. Artificial intelligence can help fix it
Ja abans de la pandèmia els sistemes sanitaris arreu del món necessitaven una transformació digital. El sector necessita noves tecnologies que permetin als doctors donar el millor tracte als pacients. La COVID-19 ha posat una gran pressió sobre el sistema sanitari, però això no s’anirà un cop acabi la pandèmia. Afirma Mohasseb que és el moment per anar més enllà d’una simple digitalització, s’ha de començar a implantar la intel·ligència artificial al sector de la salut. La intel·ligència artificial ha tingut un paper poc reconegut però essencial durant la pandèmia de la COVID-19. Ha ajudat a traçar els contagis i a identificar de quina forma s’estava expandint el virus. Tant les empreses com els governs s’han adonat de la importància de la intel·ligència artificial en la salut. Països com el Regne Unit han anunciat una inversió de 346 milions de dòlars al sector i els Estats Units 1 bilió de dòlars. Però emfatitza Mohasseb que, aquesta tendència no s’ha de quedar com una reacció a la COVID-19, sinó que s’ha de quedar definitivament i amb una visió de llarg termini. Un altre motiu per la importància d’aquest sector és l’envelliment de la població, com assenyala una investigació de les Nacions Unides el 2019. En ella es mostrava que l’any 2050 la població de més de seixanta-cinc anys es doblarà, amb les consegüents necessitats pels sistemes sanitaris que això suposa. Els canvis en les tendències d’edat han creat un canvi en la relació de persones econòmicament independents i aquelles econòmicament dependents. Aquesta relació ha quedat desproporcionada donada aquesta major durada de la vida de les persones. A Espanya per exemple, es preveu que l’any 2050 hi hagi més persones econòmicament dependents que independents. Això implica que els governs s’han de plantejar un major pressupost per les àrees de la salut. La Intel·ligència Artificial podria ser una bona forma de millorar el valor de cada euro gastat en salut, permetent que amb el mateix nombre de doctors es pugui tractar a més pacients.
It’s All Rigged. What Robinhood and Facebook have in common
Durant el mes de gener va saltar la notícia quan un grup de petits inversors a la xarxa social Reddit, van decidir comprar massivament accions de l’empresa GameStop. Això va fer que el preu pugés molt ràpidament creant grans pèrdues a fons d’inversió molt més grans que aposten per la baixada del preu de les accions per obtenir beneficis en un futur, en poder comprar-les més barates. Aquest fet ha posat de manifest com petits grups d’inversors poden afectar a grans fons d’inversió quan s’ajunten. Dies més tard la plataforma que permet a qualsevol persona invertir sense cap mena de comissió, Robinhood, prohibia negociar amb accions de GameStop. El model de negoci de Robinhood, com que no cobra comissions, es basa a vendre gran part de les operacions que fan als seus clients a grans compradors, normalment fons d’inversió. Això posa sobre la taula com moltes empreses no basen el seu model de negoci en treure diners dels seus usuaris, sinó que els seus clients vertaders són uns altres. Aquesta complexa interrelació entre models de negoci, tecnologia i les estructures de poder fa que alguns puguin pensar que els menys afavorits puguin guanyar, o que la tecnologia ens estigui alliberant dels poderosos. Però això és ben lluny de ser cert, ja que dies més tard de la pujada de les accions de GameStop, van baixar, i molta gent va perdre molts diners. En canvi, alguns fons d’inversió van obtenir grans beneficis. Això posa sobre la taula l’estreta connexió que hi ha entre el govern i les principals institucions financeres de Wall Street. Ja es va veure l’any 2008 quan aquells que van crear tantes pèrdues als petits inversors se’n van anar sense quasi cap conseqüència. Inclús el govern va rescatar diverses firmes d’inversió inclús sabent les males pràctiques que havien dut a terme. A la vegada, poc ajuda per fer creure als ciutadans que no hi ha connexió entre els grans financers i el govern quan la nova directora de la Reserva Federal va guanyar 7 milions de dòlars per fer conferències a bancs i fons d’inversió.