Diari de les idees 41
26 abril 2021

Ideas de actualidad

Esta nueva edición del Diari de les idees sigue reflexionando sobre la evolución del contexto internacional después del impacto de la pandemia, donde los diferentes ritmos de recuperación económica determinarán la evolución de nuestras sociedades en un futuro próximo. La pugna entre las potencias hegemónicas, la debilidad de la UE, el contexto de polarización estructural de la política española y la desorientación de la política catalana, son el resto de temas que marcan la opinión de estas semanas.

En la reflexión sobre los nuevos escenarios geoestratégicos, Mireille Delmas-Marty reflexiona desde el nuevo dosier de Le Grand Continent sobre la necesidad de una gobernanza mundial que desde el prisma jurídico, dote a la comunidad internacional de las herramientas necesarias para poder gestionar los efectos de un mundo cambiante y que evoluciona muy rápido. Unas herramientas que se tienen que adaptar a los conceptos y transformaciones que definen la realidad de hoy. También en términos de gobernanza global, Lawrence O. Gostin critica en Foreign Policy la arquitectura sanitaria mundial, evaluando las acciones absurdas y las medidas inocuas que se llevaron a cabo durante  los primeros meses de la pandemia, a la vez que propone una serie de aspectos a corregir de cara a futuras situaciones similares. Problemas relacionados con la homologación y el intercambio de datos que fueron imposibles de corregir a pesar de la existencia del Reglamento Sanitario Internacional. O la desigualdad en el acceso a las cadenas de suministro, una deficiencia que ha sido particularmente importante en el caso de los países más pobres.  En este sentido, propone nuevos acuerdos pos pandémicos por parte de las instituciones internacionales, en el marco de Naciones Unidas y la OMS, mediante el cual se pueda fortalecer el sistema de salud mundial y mejorar la previsión y las actuaciones futuras por parte de los gobiernos mundiales. 

Un orden internacional, donde las tensiones están al orden del día y donde destacan los puntos de fricción entre los Estados Unidos y las dos otras grandes potencias que están Rusia y, sobre todo, China. En Foreign Affairs, James Goldgeyer repasa las constantes ido y venidas de las relaciones entre los Estados Unidos y Rusia desde el fin de la URSS, y plantea un escenario futuro complicado. Delante de este escenario, la administración Biden no parece que tenga la voluntad de acercar posiciones, como lo demuestra el paquete de sanciones que acaba de adoptar hacia Rusia. Quizás la única vía de acercamiento vendrá del mutuo interés al reducir los arsenales nucleares, pero numerosos retos, como el conflicto en Ucrania, la persecución a opositores como Navalny, los hackeos masivos rusos y la sombra de la interferencia a las elecciones americanas, plantean unas perspectivas pesimistas en las relaciones futuras entre las dos grandes potencias.

A la vez, Michael Kugelman analiza en Foreign Policy la creciente influencia rusa en el continente asiático. Destaca que la relación Rusia-China, a pesar de haberse debilitado durante la posguerra fría, sigue manteniendo unos vínculos importantes y relaciones funcionales para los intereses de ambos países. Con respecto al interés verdadero la India, dos temas básicos, la seguridad y Afganistán. La India, es consciente de su dependencia militar hacia Rusia, y a pesar del riesgo de recibir sanciones de los Estados Unidos, la compra de armamento nuclear ruso ha continuar adelante. Paralelamente, las relaciones también son cada vez más estrechas con el Pakistán especialmente con respecto a la cuestión de Afganistán y los recursos energéticos, y en especial la explotación del gas natural por parte de empresas rusas.

Con respecto al análisis de la rivalidad entre los Estados Unidos y China, desde las páginas del mismo medio Andrei Lungu enfatiza que la ideología juega un papel destacado en la pugna entre ambas potencias. En este sentido, destaca el documento interno del Partido Comunista Statement on the Current State of the Ideological Sphere, donde se señala que las principales amenazas para la República Popular China son los valores universales, la democracia constitucional, la sociedad civil, el neoliberalismo y la negación de la naturaleza socialista del país. Un factor ideológico que también es importante en Washington y en Occidente, y las tensiones en este nivel son inevitables ya que los gobiernos y las sociedades occidentales no pueden ser indiferentes con los abusos de derechos por parte de China. Como señala Brian Y.S. Wong Pequín se da cuenta de que una reputación internacional en declive no ayudará al país a alcanzar sus objetivos de hegemonía ya que las opiniones desfavorables sobre la China en los Estados Unidos y en todo el mundo han alcanzado cimas sin precedentes en el último año. También se tiene que tener en cuenta que el giro anti-chino al establishment de la política exterior de los EE.UU. no ha ayudado.

A nivel europeo, sin duda destaca el caso conocido como Sofagate a raíz de la humillación protocolaria que Recep Tayyip Erdogan sometió a la presidenta de la UE, Ursula von der Leyen. Hans von der Burchard señala en la revista Politico que el incidente no sólo revela una actitud sexista por parte del mandatario turco (y también del presidente del Consejo Europeo el belga Charles Michel) sino también demuestra la poca consideración que se tiene en varios ámbitos políticos en la Unión Europea como entidad política. Una situación que al fin y al cabo ilustra y simboliza la trayectoria errática de la UE a lo largo de estos meses de pandemia. The Economist pone el dedo en la llaga y repasa los errores que ha cometido la Unión Europea con respecto a la gestión de la pandemia, y como eso afecta a la estabilidad de la Unión. También plantea cómo es posible que una región rica, científicamente adelantada y con sistemas de salud pública muy sólidos tenga tantos problemas para gestionar tanto la pandemia como la crisis económica que lo acompaña. Por otra parte, también destaca el hecho que el crecimiento de la UE al cuarto trimestre de 2020 ha estado muy inferior que el de los Estados Unidos y China, que se están recuperando mucho más rápidamente económicamente de la pandemia. Además, no se prevé que los paquetes de estímulo vinculados al fondo de recuperación lleguen hasta de aqui a de unos cuantos meses. Una arquitectura institucional de la Unión que provoca que los países se enfrenten en comisión por los fondos previstos, lo cual no hace sino alargar las negociaciones.

Una Europa que también ve con preocupación la escalada de violencia en Irlanda del Norte después del brexit. Sarah Creighton considera en The Guardian que la violencia vivida al principio de abril tiene que ver con la falta de liderazgo unionista y supone un fracaso colectivo de los políticos en Irlanda del Norte, a la vez que revela una desconexión entre los miembros de la asamblea legislativa y la ciudadanía. Paralelamente, aunque originalmente fue apoyado por el partido unionista democrático (DUP), el Brexit ha sido un desastre para los unionistas que viven la creación de la nueva frontera en el Mar de Irlanda como el abandono por parte de sus representantes en Stormont y Westminster. En último término, en el año del centenario de la independencia de Irlanda, el unionismo político no tiene ninguna estrategia clara para hacer frente a la violencia.

En el escenario político catalán, las dificultades y el retraso para llegar a un acuerdo para formar gobierno después de las elecciones del pasado mes de febrero, preocupan cada vez más. Una situación compleja que Josep Ramoneda define al diario Ara como una amalgama de hechos que han provocado el descarrilamiento del poder político catalán. También plantea que Cataluña no reúne ninguno de los requisitos para poder alcanzar el objetivo de la independencia de forma inmediata, aunque el independentismo tenga electoralmente una mayoría apoyada en su base de votos. No hay de momento en el bando opuesto ninguna fuerza institucional que esté dispuesta a establecer un diálogo para poder llegar a un acuerdo razonable. La sociedad catalana rechaza la “insurrección”, entre muchos otros factores que hacen aumentar el miedo a llamar a las cosas por su nombre. Y es esta misma parálisis que, según Ramoneda nos lleva al escenario actual. Desde el mismo rotativo, el exconseller Carles Mundó subraya que el hecho de banalizar las instituciones catalanas retroalimenta la concepción de que la autonomía catalana no funciona como tendría que hacerlo. La ciudadanía catalana se merece un gobierno fuerte para hacer frente a la situación sanitaria actual y propone por lo tanto investir a Pere Aragonés, construyendo así una mayoría para poder sacar adelante las actuaciones necesarias en el buen gobierno.

En clave política española, toda la actualidad viene determinada por lo que ya se denomina la “batalla de Madrid” de cara a las elecciones autonómicas del 4-M. En medio de un clima de crispación creciente y extremadamente polarizado, de boicots, de amenazas y de agresiones físicas no queda mucho lugar para el debate y para la exposición de programas. Convendría, pues, matizar las cosas porque tal como señala Santiago Alba en la revista Contexto, no es que sea un enfrentamiento entre dos extremos como intenta hacer ver la derecha del PP y la ultraderecha de Vox:. hay una derecha radicalizada que promueve el odio y la mentira y una izquierda más o menos socialdemócrata que a veces ha entrado al trapo de las provocaciones, pero que nunca ha intentado tan sólo con romper las reglas de juego democrático. Una ultraderecha que en esta campaña está desatando todo el arsenal típico y una violencia verbal que no es nueva sino consustancial a la mayoría de grupos neofascistas europeos y, de manera especial, a los ultras españoles. Así, Francesc-Marc Álvaro apunta en La Vanguardia que el fascismo utiliza el lenguaje para crispar, para provocar, para demonizar y para caldear el ambiente, lanzando la piedra y escondiendo –no mucho– la mano. Que una cosa así se reproduzca hoy en España es un fracaso y un desafío. Pero no surge de la noche a la mañana y conviene reflexionar seriamente sobre la consolidación de Vox que no se explica sin la gradual preparación del terreno para su aterrizaje. Una reflexión también compartida por Javier Aroca en el Diario.es que plantea qué hay que hacer cuando nos encontramos con un partido fascista tal como califica Vox sin ambages. La idea más fácil es que con el fascismo no se debate sino se combate y punto. Pero es más complejo. En todo caso, dos ideas tendrían que surgir con vigor después de lo que ha pasado estos últimos días. Primero, que la equidistancia es una manera cobarde de no combatir el fascismo. Segundo, que no se puede poner en un mismo plan político un partido fascista y los que son democráticos por muy antipático que nos pueda parecer su líder y por muy contrarias que nos puedan parecer sus ideas. Finalmente, desde las páginas de El País, Josep Ramoneda alerta de que la escena política transmite una inquietante sensación de decadencia. Después de haberse balanceado en la fantasía del fin de la historia, después del hundimiento de los sistemas de tipo soviético, después de que la derecha y la izquierda, liberados de los viejos fantasmas, se entregaran del todo, durante la revolución neoliberal, a los dictados del dinero, las democracias occidentales hace tiempo que buscan actores que las relancen. Y cuesta encontrarlos, entre otras razones porque la política se ha instalado en un lenguaje simplista nada exigente que desconoce y rechaza la complejidad y alimenta la frivolidad. Una dialéctica negativa que resulta contagiosa. En Madrid, Isabel Díaz Ayuso ha llevado esta lógica al extremo. Es difícil ver un rostro tan indiferente a la verdad y a la realidad. Cuando se le ponen las cifras en frente como máximo se le escapa una mueca de asco: pesados, con qué me venís ahora. Y ha elevado este ejercicio hasta la hipérbole, sin que sus adversarios hayan brillado a la hora de desarticular la parodia. Ella marca el ritmo. Los fundamentos de su figura política son débiles: ha crecido por el desparpajo que tiene y por mantener bares y restaurantes abiertos cuando los otros los cerraban. Los esfuerzos de sus adversarios por introducir racionalidad no acaban de hacer mella, porque han reaccionado demasiado tarde y van a remolque.

Los escenarios de crisis, tensiones y disfunciones llevan a Yasmeen Serhan a reflexionar en The Atlantic sobre lo que significará devolver a la normalidad después del coronavirus a la vez que apunta algunos elementos conflictivos, como la implementación del pasaporte COVID.  En este sentido, alerta de que se empiezan a ver los primeros sesgos por motivos de raza y clase en torno a la vacunación y que el pasaporte COVID divide a la sociedad, dado que evidencia el riesgo de exclusión social por quien no se vacune.  En definitiva, los pasaportes de vacunación corren el riesgo de convertirse en fuentes de desigualdades y estratificación, una cosa tan problemática como la propia pandemia. 

Dos artículos publicados en The New Statesman también destacan la complejidad de las tensiones que conmueven a nuestras sociedades golpeadas por los diferentes impactos de la COVID-19. Así, la escritora Arundhati Roy describe el capitalismo actual como un arma de destrucción masiva que, conjuntamente con la religión y el nacionalismo, forman una sólida alianza que somete a las sociedades, como lo revela el caso paradigmático de su país, la India. Mientras tanto, David Hare trata de dar una visión alternativa a la subida de la extrema derecha en el mundo, alertando que estos movimientos han conectado con necesidades y percepciones de una parte de las clases trabajadoras. Una explicación común al mismo tiempo de hablar del auge de estos movimientos políticos populistas y de derechas, que apelan a un electorado trabajador y nacional (generalmente blanco) que ha visto cómo, en las últimas décadas, una supuesta élite progresista les ha vuelto la espalda y se ha dedicado a defender los suyo propios intereses. En cambio, Hare considera que son los mismos conservadores de siempre con discursos más radicales, que han sabido crear una percepción generalizada de que son víctimas de esta élite progresista. Esta percepción se ha convertido en la arquitectura ideológica que ha permitido acontecimientos como el Brexit, las políticas en contra de la inmigración de Trump y Orbán, las políticas islamófobas de Modi o las leyes contra el aborto en Polonia. Los conservadores han girado hacia la derecha mientras las políticas y soluciones para los problemas de la “gente sencilla” han fracasado.

Una cuestión no menor que también es objeto de reflexión por parte de  Aristotle Kallis en Open Democracy donde alerta sobre el crecimiento de los renombres micro-soberanías agresivas y su impacto sobre un mundo, donde imperan las relaciones asimétricas.  Esta falta de unidad creciente en las tomas de decisiones y acciones generan efectos obstaculizadores que, al mismo tiempo, afectan seriamente a los derechos de las personas. Así, desde su punto de vista, la COVID-19 ha supuesto un incremento de las políticas y actitudes autocentradas con la justificación del miedo y de la alarma social, ampliando los límites de la fractura de un mundo globalizado que se está normalizando. Una agresividad que a menudo está dirigida contra las mujeres como apunta Jacqueline Rose en un extenso artículo publicado en The Guardian donde denuncia la violencia estructural que sufren, poniendo el acento en la multiplicidad de formas menos visibles. Rose realiza una dura crítica hacia los aparatos gubernamentales, encargados de mantener, reproducir, crear y normalizar las violencias hacia las mujeres. Una violencia que puede ejecutarse, a menudo, sin temor a las consecuencias, sobre todo cuando proviene de esferas de poder.

Una violencia que también puede ser económica como señala The Economist en un artículo donde analiza que algunos de los perdedores de la crisis desencadenada por la pandemia, son precisamente los trabajadores esenciales. En efecto, no todo el mundo pasó la cuarentena en casa o haciendo teletrabajo, muchas personas se han visto en la complicada tesitura de asistir a su lugar de trabajo y constantemente expuestas a contagiarse del virus. Estas tareas esenciales son llevadas a cabo, en general, por minorías étnicas o por o mujeres, con una remuneración mucho baja. La pandemia ha demostrado que los trabajadores esenciales son indispensables para el correcto funcionamiento correcto de la vida cotidiana, y contrasta con los salarios bajos que muestran los datos de l’Institute for Fiscal Studies (IFS), que revela que los trabajadores esenciales a Gran Bretaña ganan un 8% menos que los otros trabajadores.

Una crisis sanitaria, pues, que ha hecho tambalearse las bases económicas de nuestras sociedades y cuyo impacto es objeto de análisis contrapuestos. Así, James K. Galbraith argumenta en Foreign Policy que la crisis derivada de la COVID-19 sumada a las crisis acumuladas, ponen de relieve las numerosas deficiencias de la hegemonía neoliberal. Aun así, el sistema económico sigue manteniendo una gran capacidad de supervivencia. En este nuevo contexto, es necesario sustituir cualquier dogma neoliberal anticuado y dar paso a una reconstrucción del pensamiento y de políticas económicas para dar paso a la diversidad y a la renovación si se quiere mantener una economía competitiva. En este sentido, desde las páginas de The Guardian Larry Elliott vaticina el fin de los impuestos bajos y de los presupuestos equilibrados, unos elementos que forman parte de una agenda que persiguen el Fondo Monetario Internacional y el Tesoro de los Estados Unidos. Ambas instituciones apuestan por gobiernos intervencionistas, el crecimiento inclusivo y un nuevo acuerdo ecológico. Un cambio de actitud por la falta de resultados dado que las políticas de austeridad no provocaron el aumento de la inversión privada y el crecimiento más rápido que se había prometido.

Con respecto a los retos del cambio climático y de la transición ecológica destaca la tribuna publicada por la presidenta de la UE, Ursula von der Leyen en El País donde afirma que teniendo en cuenta la actual ventaja europea, la Unión tiene que liderar el mundo cabe a un pacto verde mundial mediante la puesta en marcha, de acciones efectivas. Paralelamente, Adam Tooze señala y apunta en Social Europe los retos y escenarios politicoeconómicos que plantea la transición hacia una Europa con energía neta y la consecución de cero emisiones de carbono prevista para el año 2050. En este sentido, propone ser realista con las afirmaciones y promesas que se hacen de cara al futuro. Preguntas como: “¿Cuánto costará la transición energética?”; “¿Qué cambios requerirá en la manera de vivir de los europeos o ·¿Es posible gestionar una transición justa”? son algunos de los temas que invitan al debate y a la reflexión. Un equilibrio ecológico que como bien apunta Toby Ord en The Guardian ha revelado todas sus debilidades con el impacto de la COVID-19, que se ha convertido en un grito de alerta sobre todos los riesgos potenciales que afronta la humanidad, y al mismo tiempo se presenta como una oportunidad para concienciar a la sociedad y las administraciones de cara a diseñar herramientas como  la prevención de la guerra nuclear, el cambio climático, la evolución descontrolada de la Inteligencia Artificial, crisis derivadas de los avances en biotecnología o, incluso, una hipotética arma biológica en forma de pandemia planeada. Una situación, pues, extremadamente peligrosa que George Monbiot, uno de los referentes mundiales en la materia, analiza en Open Democracy dónde plantea la necesidad de entender que la pandemia no ha sido un acontecimiento aislado, sino la consecuencia de la intrusión humana en ecosistemas salvajes. Intrusión que se ha dado, entre otros, a través de actividades como la minería o la deforestación, que han provocado que raíz del contacto más intenso con otras especies, nuevos patógenos hayan saltado hacia los humanos. Es pues necesario repensar la forma como nos relacionamos con el medio que nos rodea y eso implica renunciar a un sistema económico que requiere un crecimiento exponencial permanente, y sustituirlo por uno que permita que nuestro estilo de vida sea complementario con la supervivencia de nuestro entorno.

Finalmente, y para continuar con las polémicas que rodean el proceso de vacunación masiva (los últimos días la distribución de la nueva vacuna de Johnson & Johnson también ha sido suspendida), Robin McKie, el editor de ciencia y medio ambiente de The Observer analiza la ola de desconcierto que afecta a una parte considerable de la población y que ha obligado a formular preguntas incómodas: ¿Hay que retirar las vaccinias AstraZeneca y Janssen? ¿Son seguras las vacunas? McKie considera que la propagación de miedos nos lleva a un callejón sin salida y se convierte en la peor opción posible y que hace falta relativizar la situación apuntando las consecuencias que derivan de no utilizar las vacunas Con todo, tampoco se puede dejar de hacer reflexiones incómodas sobre la coincidencia que suscita el hecho de que la vacuna AstraZeneca sea la más difamada siendo la única que se vende a precio de coste. El debate sobre el poder de las farmacéuticas y el coste de las vacunas no se está produciendo con el rigor que exigiría la urgencia actual.

Dudas y recelos aparte, la pandemia también ha demostrado las grandes capacidades de la biomedicina de cara al futuro y The Economist señala que la principal revelación tecnológica ha sido la respuesta médica y de salud pública: la ciencia biomédica básica está en condiciones de cambiar el mundo. Los laboratorios han estado realizando pruebas específicas para un virus nunca visto justo un mes después de la notificación de los primeros casos. A mediados de año, se disponía de información crucial sobre qué terapias, antiguas y nuevas, funcionaban y no funcionaban. La evolución del virus se reveló gracias a la secuenciación de su genoma a una escala a la cual nunca se había sometido ningún patógeno anterior. Y, finalmente, una de las tecnologías utilizadas —el mRNA inyectado directamente— abre todo tipo de posibilidades adicionales para un futuro mejor. Otra nota positiva según Darlington Akogo en las páginas del Financial Times, donde destaca como los sistemas de Inteligencia Artificial pueden ayudar a mejorar los sistemas de salud de los países africanos ya que permite diagnosticar enfermedades de forma mucho más rápida y precisa, a través, por ejemplo, del reconocimiento de imágenes en radiografías que pueden ayudar a combatir enfermedades como el cáncer, la neumonía, la fibrosis o las hernias. La IA también puede tener una aplicación decisiva en áreas como la optometría, la neurociencia, la epidemiología o la nutrición. En definitiva, si se consiguen superar las barreras actuales como la falta de infraestructuras, la escasa legislación sobre protección y gestión de datos o una financiación adecuada y adaptada a las condiciones de cada país, la Inteligencia artificial puede convertirse rápidamente en una herramienta que impulse la mejora y la democratización de los sistemas de salud de los países africanos.

more/less text

Política internacional y globalización

Mireille Delmas-Marty et al. Gouverner la mondialisation

En una realitat controlada àmpliament per la situació sanitària causada per la COVID-19, Mireille Delmas-Marty reflexiona sobre la importància de tenir una visió global del panorama internacional. Sobretot des del prisma jurídic, que actualment no dóna les eines necessàries per poder administrar correctament una situació com la que estem presenciant. Vivim en un món canviant i que no cessa de metamorfosar-se d’una forma extremadament ràpida. De forma lògica, els nostres sistemes administratius i jurídics també haurien de tenir en el mateix ritme d’alteració. Però com bé ens planteja l’article, l’acceptació i la visió globalitzada no és l’opció més demandada, de moment, pels Estats. En aquest context, el dret ha hagut d’adaptar-se i crear un sistema internacional que no afecte i alteri l’ordre de facto dels sistemes nacionals. Intentar donar solucions nacionals a temes que són de competència global és totalment ineficaç. Els autors de l’article afirmen que és possible arribar a un equilibri global entre els Estats, tenint en compte les diferències que tenen entre ells. Per exemple, els jutges internacionals tenen en compte el context de cada Estat abans d’emetre el veredicte, intentant aplicar les lleis internacionals de la manera més satisfactòria possible. Organitzar el món d’una manera global no significa la pèrdua de sobirania dels Estats, ja que s’han de respectar els principis vectors que protegeixen la seva integritat. La diversitat no ha de ser un obstacle sinó un recurs per poder assolir una convivència molt més equilibrada. Per poder aconseguir aquesta governança plural cal la implicació i l’esforç de tots els Estats. És necessari apel·lar al pensament més humanista de l’ésser humà, que aportarà uns valors de complicitat amb l’entorn i de solidaritat en vers a qui ens envolta. La construcció d’una Europa plural i unificada crearà un precedent i serà un exemple per a la resta del món. Aquesta unificació europea ha de donar pas a la “sobirania europea” que respecta i protegeix als seus Estats membres, però al mateix temps és respectada i protegida per aquests.

James Goldgeier U.S.-Russian Relations Will Only Get Worse

L’article de James Goldgeier per a Foreign Affairs, repassa les constants anades i vingudes de les relacions entre els Estats Units i Rússia des de la fi de la URSS, i planteja un escenari futur complicat. El repàs comença amb l’arribada de Boris Yeltsin al poder i la fi de la Unió Soviètica. Yeltsin va rebre suport total de l’administració americana, ja que era molt favorable a un apropament a occident més radical que el que havia plantejat Gorbachev amb la Perestroika. Tot i això, la insistència de l’administració Clinton per expandir la OTAN a països de l’est va ser percebuda per les autoritats russes, inclòs Yeltsin, com una amenaça, i les intervencions militars d’aquesta als Balcans no van ajudar. Ningú a Rússia veia amb bons ulls passar a formar part de l’aliança atlàntica com un país subordinat dels Estats Units, i en les accions de la política exterior americana no es veia una voluntat de garantir la seguretat, si no un intent per subordinar qualsevol alternativa a l’hegemonia americana. Aquest escenari va ser el que va permetre a Putin arribar al poder l’any 2000 defensant una Rússia forta que pogués defensar els seus interessos enfront el gran imperi americà. Durant els últims 20 anys de l’administració Putin, totes les administracions americanes han tingut escenaris d’acostament que s’han trencat ràpidament en el moment en que Estats Units ha donat suport a moviments polítics que buscaven canvis a països de l’entorn de Rússia, com Ucraïna i Geòrgia. El que per als Estats Units expandir la democràcia i l’estabilitat per Europa, per Rússia son moviments imperialistes que busquen canvis de règim per diluir la seva influència. Davant d’aquest escenari, l’administració Biden no sembla que hagi d’acostar posicions entre les potències en els propers temps. Potser l’única via d’acostament derivarà del mutu interès en reduir els arsenals nuclears, però nombrosos reptes, com el conflicte a Ucraïna, la persecució a opositors com Navalny i Snowden, els hackejos massius russos i l’ombra de la interferència a les eleccions americanes, plantegen unes perspectives més aviat fosques en les relacions futures entre les dues grans potències. 

Michael Kugelman Russia Makes a Power Play in South Asia

Michael Kugelman analitza les actuals relacions russes amb la zona del sud Asiàtic, tot centrant-se en el viatge que primer ministre rus emprengué la setmana passada cap a Pakistan i l’Índia, Kugelman acaba concloent que la influència russa sobre la zona és cada cop més potent, i amb ella, el descontentament dels Estats Units. D’una banda, Kugelman mostra la relació Rússia-Xina, com aquella que tot i haver-se debilitat durant l’era postguerra freda, segueix mantenint aquest aire basat en la confiança, que incita a mantenir relacions extremadament funcionals pels interessos d’ambdós països. En la mateixa línia, Kugelman explica que durant la reunió de Lavrov amb el ministre d’afers exteriors de l’Índia, les qüestions centrals que es varen tractar foren bàsicament dues: seguretat i Afganistan. On en matèria de seguretat, l’Índia, conscient de la seva gran dependència militar cap a Rússia, i tot arriscant-se a obtenir sancions dels Estats Units, va acabar accedint a comprar armament nuclear Rus. En canvi, pel que fa a Afganistan, i tot recordant que Rússia ha esdevingut actor decisiu en promoure la pau en la zona, Índia va acabar exigint a Moscou una major implicació també en promoure la pau, mes l’escepticisme de Rússia és una realitat, ja que la negació de l’Índia per donar suport als talibans i al projecte d’establir un govern provisional no democràtic hi és vigent. D’altra banda, Kugelman ens parla sobre la relació Rússia-Pakistan, on les relacions cada cop són més properes especialment pel que fa a la qüestió de l’Afganistan, també, i els recursos energètics. I és que el Pakistan dóna complet suport al projecte de pau per l’Afganistan basat a contemplar un possible govern de Talibans, a més d’acceptar l’explotació del seu gas natural per part d’empreses russes. Finalment, acaba recordant que aquest viatge del ministre rus Lavrov als dos països és només un exemple que materialitza una realitat cada cop més notable i que podria acabar sent determinant en el futur de les relacions internacionals, per tant, ignorar la creixen influència de Rússia en la zona sud-Asiàtica i en altres regions suposaria un error notable. 

Andrei Lungu The U.S.-China Clash Is About Ideology After All

L’autor argumenta que la ideologia juga un paper rellevant en la intensa rivalitat entre els Estats Units i la Xina. Això es pot veure en el llenguatge i accions de Pequín. De manera recent, en referència a les sancions que ha imposat a la Unió Europea, no s’ha dirigit només als parlamentaris europeus i als dels països membres, investigadors i grups de reflexió, sinó fins i tot a les comissions del Parlament Europeu i del Consell Europeu. Però també no és cap novetat. L’obertura iniciada per Deng Xiaoping va ser vista per la direcció del partit com una eina necessària per desenvolupar la Xina i no se suposava que fos un canvi cap al capitalisme i la democràcia. Amb la massacre de la plaça de Tiananmen, la democràcia es va convertir en una trama occidental per portal el caos al país. La caiguda de la Unió Soviètica i la misèria dels anys noranta russos només van confirmar aquests sentiments. En aquesta mateixa línia, un document intern del partit, el “Comunicat sobre l’estat actual de l’esfera ideològica”, explicava les amenaces més grans per a la República Popular de la Xina (RPX): valors universals, democràcia constitucional, societat civil, neoliberalisme i la negació de la naturalesa socialista del país. Per tant, al capdamunt dels principals interessos de la RPX hi ha la salvaguarda del seu sistema polític dirigit pel Partit Comunista xinés (PCX). El factor ideològic també és important a Washington i a Occident. Les tensions en aquest nivell són inevitables perquè els governs i les societats occidentals no poden ser indiferents amb els abusos de drets per part del PCX. Tot plegat condueix a una confrontació entre el món democràtic i la Xina.

Brian Y.S. Wong China Has an Image Problem—but Knows How to Fix It

Pequín s’adona que una reputació internacional en declivi no ajudarà el país a assolir els seus objectius. Opinions desfavorables sobre la Xina als Estats Units i a tot el món han assolit cims sense precedents en l’últim any. El percentatge d’individus que no confien en el lideratge xinès per “fer el correcte” en els assumptes mundials han augmentat més d’un 15 per cent en països com Austràlia, Alemanya, Itàlia, els Països Baixos i el Regne Unit. La reacció entre el públic italià és especialment rellevant, atesa la gran inversió i ajuda mèdica que la Xina ha ofert al país durant la pandèmia COVID-19. En aquest context, les accions xineses han tingut un paper clau en la ruptura actual entre la Xina i Occident: diplomàtics xinesos, titllats de “wolf warriors”, han estat indegudament bel·licosos i pertorbadors vers els seus homòlegs francesos, han repudiat els polítics australians i britànics i han intercanviat posicions fermes i rígides durant la recent reunió d’Anchorage. Això sí, s’ha de tenir en compte que el gir anti-Xina a l’establishment de la política exterior dels EUA no ha ajudat. Molts a la Xina no es mostren desconcertats per les relacions tenses entre la Xina i Occident. La portaveu del govern, Hua Chunying, ho va dir amb rotunditat: “Si Occident insisteix en considerar la nostra defensa de la nostra sobirania i dels nostres interessos bàsics de desenvolupament com a diplomàcia “wolf-warrior”, llavors que així sigui”

Isidre Ambrós El coronavirus ha confirmado a los chinos su victoria sobre el sistema occidental

En aquesta entrevista, Isidre Ambrós, ex corresponsal a Pequín i Hong Kong per a La Vanguardia, parla del seu últim llibre “La cara oculta de China” (Editorial Diéresis), que ens acosta a una potència amb tant de renom com desconeguda a través d’històries de la gent comú. Des de com no és un país amic dels periodistes occidentals, passant per la ruptura generacional que existeix entre els que van viure sota el lideratge de Mao i els que són els primers que viuen en un país pacificat i en desenvolupament amb l’obertura impulsada per Deng Xiaoping, fins a recordar la importància de la història nacional per a un pobre que te gravat a sang i foc el segle d’humiliació a mans de les potències occidentals, el periodista ens convida a entendre de prop un poble destinat a sacsejar l’ordre liberal internacional durant aquest segle XXI.   La COVID-19 només els ha confirmat la victòria del seu sistema vers les democràcies liberals. Si al principi de l’epidèmia es va criticar la Xina per la seva opacitat, l’eficàcia de les mesures draconianes de control de l’epidèmia, basades en confinaments massius i rastrejos, han eclipsat la manca de transparència. Al cap i a la fi, això forma part del pacte no escrit entre el Partit Comunista xinès amb la societat xinesa després de Tiananmen: el partit garanteix creixement econòmic i seguretat a canvi d’estabilitat social. En aquest context, es inevitable pensar sobre la rivalitat entre la Xina i els EUA, dos països que estan condemnats a entendre’s.

Lawrence O. Gostin et al. The World Needs a Post-Pandemic Health Treaty With Teeth

La pandèmia de COVID-19 ha tingut efectes devastadors sobre la salut a escala global i ha evidenciat la ineficàcia dels mecanismes dels governs mundials actuals a l’hora de gestionar l’evolució de la pandèmia. En aquest article de Foreign Policy, Lawrence Gostin, Eric Friedman i Lauren Dueck realitzen una crítica a l’arquitectura sanitària mundial a través del repàs d’esdeveniments, accions i mesures innòcues durant l’inici de la pandèmia. Paral·lelament, proposen un seguit d’aspectes a corregir de cara a futurs brots perillosos i possibles problemes de salut mundial similars.  És ben sabut que, des d’un primer moment, un dels principals problemes detectats ha estat un problema de comunicació i d’intercanvi de dades, quelcom que va ser impossible de corregir-se tot i l’existència del Reglament Sanitari Internacional; un mecanisme que ja havia estat reformat l’any 2005 després de la manca de transparència de la Xina davant l’epidèmia de la SARS l’any 2002. Durant els inicis de la COVID-19, l’OMS no va poder exigir transparència a la Xina ni contrastar de manera independent les dades que el govern xinès va oferir. En paral·lel, també ha existit un problema de desigualtat en l’accés (a) i existència (de) cadenes de subministrament mèdic que ha deixat caure àmpliament el seu pes sobre els països més pobres.  En aquest sentit, els autors reclamen la necessitat expressa de realitzar un tractat postpandèmic per part de la unió i cooperació  entre institucions internacionals com l’ONU i l’OMS, mitjançant el qual es pugui donar un enfortiment del sistema de salut mundial i una millora en la previsió i actuació futures per part dels governs mundials.  

Tony Roberts Repressive governments play whack-a-mole with Africans’ digital rights

L’article de Tony Roberts per a Open Democracy descriu com la utilització de les xarxes socials i altres eines de comunicació que han arribat a les darreres dècades han esdevingut crucials per garantir la llibertat d’expressió i la dissidència política, especialment a països a on aquests drets estan fortament limitats. Aquest fenomen ha crescut molt a països africans, amb campanyes de denúncia que han adquirit dimensions molt importants com ha estat el cas de #RhodesMustFall a Sudàfrica, #ENDSARS a Nigèria o #FreeBobiWine a Uganda. Roberts cita un estudi fet per l’African Digital Rights Network (ADRN), que alerta sobre l’atac als drets digitals dels ciutadans africans per part de molts governs de la regió que busquen silenciar les veus dissidents a través de dificultar l’accés a aquestes eines, o fins i tot de prohibir-les. També vulneren el dret a la privacitat a través de la vigilància massiva digital, així com generen campanyes de desinformació massiva. L’ADRN considera que els drets digitals han de ser tractats com un dret humà, ja que en la societat contemporània, tant la llibertat d’expressió com la possibilitat de ser escoltat i d’influir en els espais polítics, passen necessàriament per utilitzar les eines derivades d’internet. Una de les eines que s’utilitza a l’Àfrica és l’enviament massiu de SMS, però alguns governs han obligat a registrar les targetes SIM amb les dades dels usuaris, de manera que és més fàcil perseguir-los. Pel que fa als blogs d’internet, que també eren una eina força utilitzada, els governs tanquen webs i empresonen bloguers, i a les xarxes socials utilitzen la vigilància massiva i les campanyes de difamació i desinformació. Tot i que els governs sempre busquen noves maneres de reprimir la dissidència, els activistes sempre intenten anar un pas per endavant utilitzant les anomenades Virtual Private Networks (VPN) o aplicacions que permeten un nivell alt d’encriptació com Signal. En definitiva és una relació de gat i gos, a on sovint el gat va sempre una mica més ràpid que el gos, però l’ADRN adverteix que cal legislar per garantir que no es violen els drets digitals, que al seu torn són l’única garantia de que la llibertat d’expressió i de participació política serà viable en un futur.

Steven A. Cook How Erdogan Got His Groove Back

El passat 3 d’abril 104 militars turcs d’alta graduació retirats van publicar una carta expressant la seva preocupació per la proposta del president Recep Tayyip Erdogan de retirar Turquia del Conveni de Montreux, que concedeix a Turquia el dret de regular l’accés als estrets de Dardanels i Bòsfor. Aquest esdeveniment és transcendental, doncs hi ha hagut cops d’estat a Turquia per molt menys. Tot i així, no és del tot clar què pretenien els almiralls. Independentment del que volien aconseguir, la seva missiva ha funcionat a favor del president turc. La carta arriba després de les protestes que van sacsejar la Universitat Bogazici; La retirada d’Ankara del Conveni del Consell d’Europa sobre la prevenció i la lluita contra la violència contra les dones i la violència domèstica, també conegut com el Conveni d’Istanbul; un altre canvi a la part superior del banc central turc; un cas presentat al Tribunal Constitucional per tancar el Partit Democràtic dels Pobles (HDP); la condemna del líder d’aquest partit per haver insultat Erdogan; i la detenció d’un altre membre destacat de l’HDP. I tot això, amb una economia en deteriorament juntament amb la incertesa de la pandèmia i l’augment dels casos de COVID-19. Les protestes a Bogazici —una universitat de prestigi internacional— van començar quan Erdogan va nomenar de manera unilateral al polític Melih Bulu com a rector de l’escola. En resposta a les manifestacions, el govern va emprar policies antiavalots i va culpar al club LGBTQI de la universitat per les protestes.  Després hi ha la difícil situació del HDP. A les eleccions generals de juny de 2015, l’HDP va obtenir el 13% dels vots populars, el que va ser suficient per entrar al parlament (el llindar és del 10%) i negar a l’AKP la majoria parlamentària. És difícil jutjar què pot passar quan les eleccions seran en dos anys, però sembla que el discurs polític a Turquia girarà al voltant d’una dicotomia potent: o esteu amb Erdogan o bé amb els colpistes.

Catalunya, España, Europa

Josep Ramoneda La por a la realitat

Josep Ramoneda fa una acurada descripció esquematitzada amb dos punts de la situació política catalana actual. En el primer punt,  exposa la realitat del votant independentista. Per una banda, ens trobem als votants acèrrims que no es desviaran el camí en cap moment i en segon lloc, hi ha els votants que, com afirma Ramoneda, volen poder votar un dia en un referèndum reconegut perquè la potència es pugui constituir en acte, sense que la idea els faci perdre el món de vista. El context actual és una amalgama de fets que han provocat el desencarrilament del poder polític català. Pagant els errors de fa gairebé 5 anys, Catalunya es veu immersa en un procés d’investidura interminable. Tot seguit, Ramoneda planteja que Catalunya no reuneix cap requisit per poder assoli l’objectiu de la independència de forma immediata. Encara que l’independentisme electoralment tingui una bona base de vots no és suficient per poder avançar. No hi ha una força institucional que estigui disposada a establir un diàleg per poder arribar a un acord raonable. La societat catalana rebutja qualsevol mena “d’insurrecció”, entre molts d’altres factors que fan augmentar la por a dir les coses pel seu nom. I és aquesta mateixa por que, segons el filòsof, ens porta al patètic escenari en el que estem ara. Per poder trobar una solució cal deixar a un costat el temor i afrontar la crua realitat.

Carles Mundó Com sortim del bucle?

L’exconseller de Justícia de la Generalitat de Catalunya la legislatura del 2016-2017 i advocat, Carles Mundó descriu la situació actual de la política catalana en un context de pandèmia mundial. Remarca que alguns polítics comparen la forma de “fer política” de Catalunya amb la d’altres països, fet que és totalment insensat. És a dir, citant l’exemple de l’article, Bèlgica és un país que està habituat a allargar el procés de formació de govern i té unes estructures adaptades per poder seguir la seva “vida quotidiana” encara que no hi hagi un govern consolidat. El cas de Catalunya és més complicat, ja que les relacions entre l’Estat central i el govern de la Generalitat són més complexes i necessiten un govern fort per poder afrontar les negociacions i poder traslladar les necessitats dels seus ciutadans. Mundó explica que el fet de “banalitzar” les institucions catalanes (per una falta clara de competències) retro alimenta la concepció que l’autonomia catalana no funciona com hauria de fer-ho i per tant, seria bo suprimir-la. La ciutadania catalana es mereix un govern fort per fer front a la situació sanitària actual, però l’únic que s’aconsegueix allargant la investidura són unes mesures donades per un govern en funcions i l’escassa capacitat de poder fer front a les exigències de l’Estat central. L’advocat, per clausurar l’article, prosa una solució per poder sortir de l’impàs actual: investir a Pere Aragonès, candidat d’ERC, construint així una majoria per poder tirar endavant les lleis. Assenyala que no és la millor opció, però “és millor això que segui amb un govern atrofiat o seguir castigant a la ciutadania amb la repetició electoral”.

David Fernàndez I gràcies sempre, Arcadi: de per vida

L’activista David Fernández fa un retrat de l’economista i activista social Arcadi Oliveres que va morir el passat 6 d’abril. Militant i defensor de la democràcia i dels drets humans en plena dictadura franquista, l’Arcadi va destacar pel seu compromís amb les causes socials des de ben jove. En les primeres línies de l’article, en David Fernández, ens expressa com es va trobar al que, en aquella època, va ser el seu professor a la Universitat Autònoma de Barcelona durant la dècada dels noranta. Segons l’activista, l’Arcadi mai va deixar de donar classes i la seva mort causada per un càncer contra el que portava lluitant des de feia uns anys, ha deixat un vuit irreemplaçable. Fernández fa una descripció precisa d’un home bondadós i d’una intel·ligència remarcable que va canviar el panorama intel·lectual de l’última dècada. “Un dia, no sé quan ni on ni per què, vaig llegir que no hi ha millor combinació humanista que la que aplega intel·ligència i bondat. Així és i serà l’Arcadi…” , frase que resumeix d’una forma clara com la societat veia a l’economista. Aquest article és un homenatge des del més profund respecte i admiració que en David Fernández, com alumne i posteriorment com a company, li rendeix al que va ser i serà un dels pioners en la militància per la preservació els drets humans i el respecte a la democràcia en el nostre país.

The Economist How Europe has mishandled the pandemic

L’article de The Economist mira d’entendre quins son els errors que ha comés la Unió Europea pel que fa a la gestió de la pandèmia, i com això afecta a l’estabilitat de la unió. Es llença la pregunta sobre com és possible que una regió rica, científicament avançada i amb sistemes de salut pública molt sòlids tingui tants problemes per gestionar tant la pandèmia com la crisi econòmica que l’acompanya. Si bé s’accepta que comparativament la UE ha tingut un percentatge de mortalitat inferior als Estats Units i el Regne Unit, en el cas del programa de vacunació va molt més enrederida. Al Regne Unit el 58% dels adults han rebut com a mínim una dosi de vacuna i als Estats Units un 38%, mentre que a la UE només un 14%. L’explicació d’aquest fet cal buscar-la en que la UE va negociar amb les farmacèutiques insistint més en el preu que no en l’abastiment, així com en l’enorme burocràcia que implica qualsevol operació d’aquesta mida en una institució com la Unió. Sembla que, tot i els entrebancs, els països de la Unió preveuen arribar a la immunitat de grup a l’estiu, però, certament, els problemes que hi ha hagut qüestionen la visió triomfalista que la Comissió mostrava durant les negociacions. D’altra banda, també destaca el fet que el creixement de la UE al quart trimestre de 2020 ha estat molt més auster que el les de potències com Estats Units i la Xina, que s’estan recuperant molt més ràpid econòmicament de la pandèmia. Tot i que hi ha uns enormes paquets d’estímul que, certament, els països de la Unió necessiten, no es preveu que arribin fins d’aquí mesos. Això ve donat perquè l’arquitectura institucional de la Unió provoca que els països es barallin a les comissions pels fons previstos, i això allarga les negociacions enormement. Com a conseqüència de tot això, la Unió Europea es despenja més econòmicament de les grans potències a cada crisi que pateix, i això dibuixa escenaris molt adversos de cara a mantenir l’estabilitat de la Unió. 

Hans von der Burchard et al. Sofa, so bad: Turkish seating snafu hits von der Leyen, Michel

La revista Politico revela la delicada situació durant la reunió entre el president del Consell Europeu, Charles Michel, la presidenta de la Comissió Europea, Úrsula von der Leyen i el president turc Erdogan. El cas anomenat Sofagate va prendre unes proporcions bastant grans sobretot a Twitter. El desafortunat esdeveniment va tenir lloc durant la reunió d’aquestes tres líders internacionals que es van reunir per parlar d’assumptes polítics essencials amb Turquia com per exemple la coordinació que s’ha de tenir per gestionar temes com la migració i expandir la seva unió duanera. Dins la sala on van tenir lloc la trobada, només hi havia dues cadires sent tres les persones que es reunien. En els vídeos que es van gravar durant el primer contacte dels tres presidents es pot notar com von fer Leyen està lleugerament sorpresa per l’incident. Evidentment, la interpretació que l’opinió pública va donar a aquest fet no va ser gaire positiva i es va etiquetar l’incident com una mostra gratuïta de sexisme. Tot i això els dos equips dels líders europeus van donar dues versions diferents. En un primer moment, l’equip de Charles Michel va afirmar que es va seguir l’acte respectant el protocol. Però el portaveu de la presidenta de la Comissió Europea va contradir aquesta declaració dient que von der Leyen va estar molt sorpresa de no poder seure al mateix nivell que els altres dos presidents. I que clarament no va ser un error de protocol i posteriorment a la reunió la presidenta va comunicar al seu equip que prendria les mesures necessàries per assegurar-se que aquest incident no tornés a passar. Per la seva banda, el president del Consell Europeu va prendre la paraula i va afirmar que condemna i que era totalment sensible a l’incident que s’ha produït durant la reunió, però tant ell com von der Leyen van decidir no agreujar més la situació que ja va ser suficientment mediatitzada. Han sortit a la llum fotos dels presidents truc amb altres líders homes tots asseguts a les mateixes cadires, cosa que demostra que no hi va haver cap error. El president del Consell Europeu i la presidenta de la Comissió Europea tenen un rang similar pel que fa a l’administració europea, per tant tampoc va ser qüestió de jerarquia. Aquest incident, l’article el relaciona amb els comentaris de la presidenta de la Comissió sobre l’escassa aplicació dels drets de la dona al país i pel fet que la UE decideixi reunir a la líder femenina amb més poder d’Europa. Erdogan va voler picar l’ullet a la líder europea provocant un “error de protocol” poc diplomàtic.

Alasdair Lane i Emilio Casalicchio Labyrinth of division beneath Scottish independence fight

Les arrels del conflicte al voltant de la independència d’Escòcia són profundes i es mantenen vives: tot i els resultats del referèndum del 2014 -els quals van concloure amb el «no» a la independència-, esdeveniments posteriors han obert les portes a tornar a obrir el debat; ara, amb noves cares, divisions i complexitats. Aquesta és la idea fonamental d’Alasdair Lane i Emilio Casalicchio a Politico, on fan una radiografia general de l’estat actual de la política escocesa davant l’independentisme.   Múltiples esdeveniments s’han donat des del referèndum del 2014. El Brexit, el Coronavirus o la caiguda interna del SNP a causa de les denúncies d’abús sexual contra Alex Salmond són alguns dels fets més marcats que han contribuït a la generació d’un nou clima de debat. Les promeses incomplertes per part dels defensors del «no» així com la manca d’estabilitat evidenciada després del Brexit ha conduït moltes persones a optar, de nou, per la independència escocesa. Tanmateix, diuen els autors, seria un error pensar que el SNP i els partidaris de la independència ho tinguin tot de cara; aspectes múltiples tals com l’exemple del Brexit com un procés esgotador i agònic a escala constitucional, el clima de desconfiança envers les denúncies contra Salmond, la inestabilitat causada pel coronavirus o les acusacions que titllaven Herbert de racisme i LGBTfòbia representen múltiples obstacles a resoldre, si més no, de cara a les eleccions del mes de maig. En definitiva, segons els autors, el repte més gran del SNP ara és convèncer a la majoria que la independència no és un error històric. 

Sarah Creighton Northern Ireland needs leadership. Without it, the violence could get worse

Sarah Creighton considera que la violència viscuda a principis d’abril té a veure amb la manca de lideratge unionista i és un fracàs col·lectiu dels polítics a Irlanda del Nord per afrontar els paramilitars i les condicions que els permeten prosperar. El protocol d’Irlanda del Nord i la policia van ser citats com a motius per protestar. La gent va invocar la vaga del Consell de Treballadors de l’Ulster als anys setanta, fent referència a unes protestes a gran escala que van fer caure el primer govern a Stormont, però la problemàtica és més profunda: hi ha una desconnexió entre els membres de l’assemblea legislativa i la gent del terreny. Tot i que originalment va ser recolzat pel partit unionista democràtic (DUP), el Brexit ha estat un desastre per als unionistes i lleials a Irlanda del Nord. Juntament amb el protocol, alguns han citat la ira contra el Servei de Policia d’Irlanda del Nord (PSNI) com a motiu de protesta i aldarulls. Hi va haver una ràbia generalitzada quan l’any passat el viceprimer ministre i altres membres del partit Sinn Féin van assistir al funeral de Bobby Storey, un destacat republicà. Es va veure que el funeral incomplia la normativa COVID. Es va criticar a la policia per no dictar multes i impedir que l’esdeveniment continués. La decisió del Ministeri Fiscal de no processar membres del Sinn Féin va causar indignació. L’any passat, la Comissió Informadora Independent (IRC) va recomanar un enfocament de doble via per fer front als paramilitars a Irlanda del Nord. D’un costat, s’ha de treballar el paper de la policia i la justícia penal. Per l’altre costat, s’han d’abordar els problemes socioeconòmics subjacents que prevalen a les comunitats on operen paramilitars. Irlanda del Nord té problemes importants de salut mental, pobresa i privació social. La meitat de les zones més desfavorides d’Irlanda del Nord es troben a Belfast i 120.000 nens a Irlanda del Nord viuen en la pobresa. Hi ha més de 40.000 persones en llista d’espera per a habitatge social. En l’any del centenari d’Irlanda del Nord, l’unionisme polític no té cap estratègia clara per al camí a seguir després de la violència viscuda a principis d’abril.

Maxilimian Popp Schaut auf dieses Land!

Maximilian Popp denuncia a Der Spiegel l’actitud d’Europa en vers la qüestió Turca, on sembla que la Unió únicament es preocupa pel país quan Erdogan deixa entrar refugiats a Europa, o quan aquest arresta periodistes Europeus. Popp explica que aquesta situació és inacceptable, puix la Unió Europea compromesa amb valors democràtics i de drets humans, al mateix temps que mantenint un vincle estricte amb Turquia, hauria d’actuar tot intentant convertir al país en aquell democràtic on els drets humans estan assegurats per tothom. En la mateixa línia, el periodista ens explica que Erdogan en els seus inicis va posicionar-se com aquell president reformista, focalitzat en el desenvolupament del seu país, tot defensava la democràcia i els drets humans. Malgrat això, les seves accions demostren que de mica en mica aquest està convertint el país en una dictadura. Aquí Popp avança alguns exemples, com presos polítics, procediments per acabar amb l’oposició d’esquerres, atemptats en contra de drets humans com la retirada del Conveni d’Istanbul per la protecció de la dona, la detenció del cap de la fundació de drets humans i molt més. En aquest punt, i tenint en compte la reunió d’aquest 1 d’Abril on els membres de la Unió tractaran la qüestió Truca, Maximilian Popp acaba per recordar a la UE que no tot està perdut amb Turquia i que convertir el país de nou en una democràcia encara és possible. Tanmateix, aquest explica que en cap cas cal observar Turquia com la manifestació d’Erdogan, ja que el país va molt més enllà; una societat civil que anhela la llibertat, les dones al carrer manifestant-se com si no hi hagués demà, partits socialdemòcrates com potents líders que defensen els drets humans i molt més. I és aquí on Popp finalitza tot demanant a la Unió un pla efectiu de cooperació i coordinació que realment mantingui a Erdogan a ratlla, mentre que s’incentiven tots els factors que realment poden conduir el país cap a una democràcia.

Amanda Coakley EU’s moral dilemma in the Sahel

Amanda Coakley analitza a Politico el difícil paper que té la Unió Europea en relació amb la seva agenda al Sahel. La regió té interès estratègic per a Europa, ja que portar-hi estabilitat reduiria considerablement els fluxos migratoris cap al continent, així com reduir el risc d’atemptats terroristes al continent. El cas que es tracta a l’article és el de Burkina-Faso, que és un país que ha vist un increment considerable en el nivell de violència relacionada amb el terrorisme islàmic. Diversos grups armats s’han expandit al país des del veí Mali, i estan en conflicte obert amb el govern, que ha desplegat l’exèrcit i que també actua a través de milícies irregulars. En el context del conflicte, més enllà de la violència provocada pels grups islamistes, hi ha hagut tot tipus d’abusos per part de les forces governamentals, especialment a les regions rurals. Aquest context provoca que la desconfiança de la gent del camp cap al govern creixi i es generin escenaris favorables a la captació de militants per part dels grups terroristes. Davant d’aquest escenari, sembla que el govern està iniciant converses i negociacions amb els grups islamistes, i això posa en una situació complicada a la Unió Europea que fins ara havia defensat una política de no negociar res amb els grups islamistes. Coakley destaca com la posició que havia mantingut la UE envers aquests conflictes al Sahel s’havia limitat a la via militar, i com aquesta recepta s’ha demostrat com a fracassada. Cal canviar la perspectiva i invertir més en  bona governança al país que permeti connectar el govern amb la població rural, així com promoure el desenvolupament d’aquestes regions rurals. Sembla que la UE no impedirà que les converses entre govern i els grups armats es donin, i sembla que l’aproximació al conflicte està canviant cap a vies més polítiques i menys militars. Potser les converses amb terroristes son el preu moral que la UE haurà de pagar per l’estabilitat regional que tant desitja.

Friederike Böge Chinas neue Realität

La corresponsal de la Frankfurter Allgemeine Friederike Böge exposa les principals dinàmiques que el panorama internacional adquirirà després de les sancions que la UE va imposar a la Xina, les primeres després de més de trenta anys. L’autora comença explicant que Europa durant el mes de març es va coordinar amb els EUA, Gran Bretanya i el Canadà per posar sancions econòmiques a la Xina, tot denunciant les seves constants violacions dels drets humans, tot i això, la reacció de Beijing fou inesperada. Tanmateix, Böge ens recorda que la Xina tendia a configurar la seva política exterior sempre evitant conflictes amb tercers països, tot adoptant un discurs bastat en la no-intervenció i la interdependència econòmica, Xi Jinping realment va acabar establint relacions efectives de tipus econòmiques amb parts com la UE o Austràlia. Tot i això, Friederike Böge ens explica que les recents actuacions d’Europa han canviat el panorama, i amb ell l’estratègia exterior del govern xinès, on la intimidació ha esdevingut pedra angular. En aquest punt, la periodista ens posa l’exemple de les empreses HM i Adidas, on Xi Jinping, tot conscient de la dependència econòmica de moltes empreses europees i americanes en els consumidors i mà d’obra xinesa, va fer una crida al boicot per part dels seus ciutadans. Un boicot que realment fou efectiu puix cal recordar que la manipulació dels xinesos és una realitat, els quals perceben les actuacions d’Occident com una mena de neocolonialisme. Finalment, Böge recorda a la UE que posicionar-se en el bàndol de Washington respecte a Xina realment aportarà grans beneficis a la Unió, tot enfortint-la. Malgrat això, moltes qüestions romanen obertes, i és que la periodista acaba recomanant a la Unió acabar amb la seva dependència econòmica respecte a Xina, a més d’advertir que la lluita pels drets humans únicament serà efectiva si aquesta es basa en accions conjuntes i coordinades.

The Economist Populists are threatening Europe’s independent public broadcasters

En aquest article s’evidencia com tots els països europeus respectats necessiten emissores públiques independents. Els problemes a Eslovènia i els Països Baixos –intimidació i agressions físiques mentre els periodistes fan la seva feina– són típics dels que s’enfronten cada vegada més les emissores públiques de tota Europa. En alguns països, com Hongria i Polònia, els governs il·liberals els estan convertint en megàfons del partit governant. En d’altres, com Alemanya i Suècia, els moviments populistes els acusen de biaix a favor de l’establiment i l’esquerra. Els mitjans públics d’Europa es van crear per ancorar la democràcia proporcionant als ciutadans informes objectius. Però en una època de polarització i desinformació, això és cada vegada més difícil de fer. El fet de transformar els mitjans estatals en òrgans de propaganda no és nou, i concretament és un procés iniciat a Rússia quan Vladimir Putin va arribar al poder el 1999. Viktor Orbán, primer ministre d’Hongria, va seguir l’exemple de Putin des de el 2010, i el partit Llei i Justícia de Polònia ha fet lo mateix quan va guanyar el poder el 2015.  Si a l’Europa oriental la pressió sobre els mitjans públics prové del govern, a l’Europa occidental prové de l’oposició populista. La sensació que els mitjans públics esbiaixen cap a l’esquerra ha arrelat a les àrees conservadores, especialment a aquells territoris que van ser anteriorment comunistes. La COVID-19 ha sigut un aliat per als mitjans de comunicació estatals: l’interès per les noticies ràpides i precises sobre la pandèmia i les mesures governamentals de distanciament social van impulsar les seves qualificacions després d’anys de decadència. De fet, segons l’European Broadcasting Union, l’organització paraigua dels grups, la confiança general en les cadenes públiques ha augmentat durant els darrers anys. Però això oculta una divisió cada vegada més gran, que reflecteix una polarització política aguditzada. A la majoria de països on les emissores públiques romanen independents, el públic hi confia. Però una minoria descontenta s’ha tornat cada vegada més hostil.

Daniel Vicente Guisado La buena salud de la ultraderecha europea (pese a la pandemia)

El politòleg i analista Daniel Vicente Guisado du a terme una anàlisi exhaustiva sobre l’auge de l’extrema dreta populista a Europa en temps de pandèmia. Aquest comença explicant que en els inicis de la COVID-19, la majoria dels especialistes apostaven pels efectes de la pandèmia com incentiu per debilitar partits d’extrema dreta. Aquests recolzaven el seu argument en el fet que la crisi deixava en evidència que calia apostar pel que era públic, i que les diferències socials mancaven de sentit enfront d’un problema de tipus global. Tot i això, un any després podem afirmar rotundament que aquells especialistes s’equivocaven i que la COVID-19 no ha fet més que reforçar i normalitzar els partits d’extrema dreta, i el cas d’Espanya així ho demostra amb l’entrada progressiva de VOX als diversos nivells del govern (local, autonòmic i nacional). En aquest punt, Guisado destaca que no hi ha un patró universal per explicar aquest fenomen, puix es tracta dels diferents partits d’extrema dreta d’Europa, veient en certs elements de la crisi, una oportunitat per guanyar influència, i és aquí on aquest ens posa alguns exemples, tot recordant que aquells partits d’ultradreta pertanyents a l’oposició (no s’encarreguen de gestionar la crisi) juguen amb avantatge. En la mateixa línia, el politòleg explica per exemple molts partits d’ultradreta conservadora, han utilitzat la pandèmia com una excusa per exigir restriccions més radicals pel que fa a les fronteres, a més de demanar un major suport al comerç local; un discurs extremadament atractiu que de manera indirecta està satisfent els interessos nativistes (nacionalisme xenòfob) i autoritaris dels partits radicals i populistes d’extrema dreta. Finalment, recorda que l’auge de l’extrema dreta ja és una realitat cada cop més normalitzada, tot catalogant aquesta situació com inacceptable puix la nocivitat d’aquestes opcions polítiques és alarmant, i és que cal no oblidar pas que el populisme atempta directament en contra de la democràcia, va en contra de la llibertat d’expressió i és extremadament propens a l’autoritarisme i a la violència. 

Democracia, diversidad y cultura

Yasmeen Serhan There Is No Shortcut Back to Normal

El que ja es coneix com a «passaport COVID» s’ha presentat com un recurs eficaç i senzill d’evolució cap a la normalitat postpandèmica. Tanmateix, tot i els seus beneficis aparents, múltiples aspectes han estat qüestionats fins al punt que poden vulnerar, inclús, els drets humans. En aquest article a The Atlantic, Yasmeen Serhan fa un repàs d’alguns d’aquests elements conflictius, els quals ens han d’obligar a qüestionar la materialització i implementació del passaport COVID.  A Israel, la campanya de vacunació massiva juntament amb la implantació de la seva green card ha permès el reactivament de l’economia i la tornada a l’oci per part d’un gran nombre d’israelians: qui disposa d’aquesta targeta verda pot demostrar que està exempt de COVID, fet que li permet tenir una vida normal. Paral·lelament, països que ja han pogut generar un gran nombre de vaccinacions com Gran Bretanya defensen i opten per la proposta d’un sistema de nacional de passaport de vacunes semblant al d’Israel com a mètode de tornada ràpida a la normalitat. Com bé afirma Serhan, aquesta iniciativa és del tot lògica, si bé esdevé un mecanisme senzill i aparentment factible de control i actuació contra la pandèmia. Tanmateix, segueix l’autora, es comencen a percebre els primers biaixos per motius de raça i classe al voltant de la vaccinació; a més, el passaport COVID divideix la societat, crea la percepció que la vacuna és obligatòria i evidencia el risc d’exclusió social per qui no es vacuni.  Aquests i d’altres problemes, en definitiva, tenen un cost significatiu que, segons Serhan, han de considerar-se amb serietat; mentre no es faci, els passaports de vacunació seran fonts de desigualtats i estratificació, quelcom tan problemàtic com la propia pandèmia. 

Byung-Chul Han Teletrabajo, ‘zoom’ y depresión

El pensador sud-coreà Byung-Chul Han escriu un assaig on convida a aprofitar la crisi per a una revisió radical de la nostra vida.  El virus SARS-CoV-2 és un mirall que reflecteix les crisis de la nostra societat. Fa que ressaltin encara amb més força els símptomes de les malalties que la nostra societat patia ja abans de la pandèmia. Un d’aquests símptomes és el cansament, una malaltia de la societat neoliberal del rendiment. El que caracteritza al subjecte d’aquesta societat, que al veure’s forçat a rendir s’explota a si mateix, és la sensació de llibertat. Explotar-se a si mateix és més eficaç que ser explotat per els altres, perquè comporta la sensació de llibertat. En època de pandèmia, el camp neoliberal de treballs forçats es diu teletreball. També el teletreball cansa, fins i tot més que el treball en l’oficina. Causa tanta fatiga, sobretot, perquè no té rituals i estructures temporals fixes. És esgotador el teletreball en solitari, passar-se el dia assegut en pijama davant de la pantalla de l’ordinador. També esgota la manca de contactes socials, la manca d’abraçades i de contacte corporal amb els altres. El virus accelera la desaparició dels rituals i l’erosió de la comunitat. S’eliminen fins i tot aquests rituals que encara quedaven, com anar a el futbol o a un concert, anar a dinar a un restaurant, anar a el teatre o a el cinema. La distància social destrueix la esfera social. També ens esgoten les permanents videoconferències, que ens converteixen en videozombis. Sobretot ens obliguen a mirar-nos tot el temps en el mirall. No deixa de ser una ironia que el virus hagi aparegut justament en l’època dels selfies, que s’expliquen sobretot per aquest narcisisme que es va propagant per la nostra societat. El videonarcisisme té uns efectes secundaris absurds: ha provocat un auge de les operacions estètiques. Estem sumits a un esgotament col·lectiu i, per això, es podria anomenar també el virus del cansament. Però el virus és alhora una crisi en el sentit etimològic de krisis, que significa “punt d’inflexió”: a fer-nos una urgent crida a canviar la nostra forma de vida, també podria causar la reversió d’aquesta precarietat.

Fareed Zakaria A new key to covid success: Not states but societies

En aquest article Fareed Zakaria ens convida a prestar atenció a les societats i no només a les institucions governamentals fortes i eficaces per entendre millor la gestió amb èxit de la pandèmia. Michele Gelfand, psicòloga cultural de la Universitat de Maryland, ha defensat durant molt de temps que una distinció clau entre els països és si tenen cultures “estretes” o “amples”. Cultures estretes com la Xina solen ser molt respectuoses amb les normes i normes; els països amples com els Estats Units solen desafiar-los i trencar-los. En un article del gener de 2021 publicat al Lancet Planetary Health, ella i diversos col·legues van estudiar 57 països i van concloure que els països amples tenien cinc vegades la taxa de casos COVID-19 i nou vegades la taxa de morts per COVID-19 que els països més estrets. De fet, els números parlen per si sols. Quan s’examinen les morts acumulades per milió entre els grans països, cultures amples com la Gran Bretanya, els Estats Units, el Brasil i Mèxic han estat algunes de les que van tenir un pitjor rendiment. Cultures estretes com ara a l’Àsia oriental (Xina, Japó, Taiwan, Singapur, Vietnam) han mantingut taxes molt baixes de casos COVID-19, hospitalitzacions i defuncions. Gelfand sàviament no afirma que aquestes diferències culturals s’arrelin en algunes diferències innates entre Orient i Occident, sinó que són un producte racional de les realitats històriques. Les societats que s’han enfrontat a amenaces cròniques (guerra, invasió, fam, plagues) tendeixen a desenvolupar cultures estretes en què seguir regles esdevé un mode de supervivència. Aquesta distinció entre estat i societat aporta molta llum a Europa. En molts països europeus, com Alemanya i França, l’Estat funciona bé. Com a resultat, van poder aixafar la corba després de la primera onada. Però finalment la gent es va cansar de seguir les regles. A França, el distanciament social es va trencar durant les vacances d’agost del país. A Alemanya, la gent va decidir reunir-se per festes uns mesos després.

Arundhati Roy Capitalism has become a weapon of mass destruction

Emily Tamkin entrevista a l’activista i escriptora índia Arundhati Roy, per la revista New Statesman. Li planteja set preguntes importants sobre diversos temes: la cultura, les revoltes al seu país d’origen, la situació actual al món i a l’Índia i sobre el nacionalisme, capitalisme i la religió. Una de les preguntes que li planteja la periodista és si se sent com una mena de “profeta” per haver descrit i estudiat als seus llibres la situació en la qual està avui dia l’Índia. Roy contesta que no és fruit d’una visió profètica sinó d’unes experiències i vivències que ella com a ciutadana ha viscut i li van permetre descriure perfectament la situació del seu país. És crítica donant una opinió ferma sobre el govern i el seu primer ministre, però sobretot ho és amb la gent del país. Explica que la població índia l’ha sorprès de dues maneres diferents: per una banda la facilitat en què un discurs d’odi pot influenciar tan de pressa a la ciutadania. El feixisme és una ideologia que mou a “masses” descontentes per una situació provocada pels mateixos esvalotadors. Però a Roy també l’ha sorprès la gran valentia dels manifestants que s’han revoltat contra algunes mesures del govern indi. Protestes les quals han portat el seu fruit, impedint la posada en marxa d’algunes lleis. Alguns d’aquests manifestats, activistes, periodistes estan empresonats per donar la seva opinió o protestar per les injustícies que molts indis viuen diàriament. Aquest fet contrasta amb la facilitat que tenen les administracions públiques, com la política o altres òrgans judicials, per encobrir a assassins que han comès crims atroços. L’activista també ressalta que països com els Estats Units o Gran Bretanya haurien de parlar i denunciar situacions que s’estan vivint, però que no ho faran, ja que hi ha massa interessos econòmics, geopolítics i socials entremig. És important destacar com Roy descriu el capitalisme que regna avui al món; com una arma de destrucció massiva que ha deixat marcada a la societat mundial. El capitalisme s’ha ajunta amb la religió i el nacionalisme formant, en certs casos,  una aliança tan forta amb tant poder social i polític que s’acaba arribant a situacions com la que es troba l’Índia. Roy acaba l’entrevista afirmant que no perd l’esperança per trobar una nova realitat. 

David Hare Populism without the people

L’article de David Hare pretén donar una versió alternativa a la concepció de la pujada de l’extrema dreta al món com un moviment que ha connectat amb necessitats i percepcions de les classes treballadores. Aquesta última ha estat una explicació comuna alhora de parlar de l’auge d’aquests moviments polítics. Es considera que aquest son populistes de dretes, perquè apel·len a un electorat treballador i nacional (generalment blanc) que ha vist com, en les darreres dècades, una hipotètica elit progressista refinada els hi ha girat l’esquena i s’ha dedicat a defensar els seu propis interessos. La visió de Hare és una mica diferent, ja que ell el que veu són els mateixos conservadors de sempre amb discursos més radicals, que han sabut crear una percepció generalitzada de que són víctimes d’aquesta elit progressista. Aquesta percepció ha esdevingut l’arquitectura ideològica que ha permès esdeveniments com el Brexit, les polítiques en contra de la immigració de Trump i Orban, les polítiques islamòfobes de Modi o les lleis en contra de l’avortament a Polònia. Tots aquests contextos tenen matisos, però en tots ells es poden trobar discursos en contra d’elits progressistes globalistes que volen imposar els seus interessos obscurs a la gent senzilla i corrent a la que els líders d’extrema dreta apel·len. El que sorprèn Hare és el nivell de cinisme que manifesten aquests líders, quant estant al govern i tenint poder per decidir, segueixen acusant a les elits de totes les desgràcies. El cas que vol establir Hare és que les elits són ells, i a més sempre ho han estat, i el seu moviment cap a l’extrema dreta no té un fonament filosòfic profund, si no un de pragmàtic. Els conservadors han virat cap a la dreta perquè no poden fer una altra cosa, perquè les seves polítiques i solucions pels problemes de la “gent senzilla” han fracassat. Així que només els hi queda generar aquesta fantasia segons la qual ells són tant víctimes d’aquestes polítiques com la gent que esperen que els votin. El cas és que les seves polítiques poden tenir un recorregut, però quan les porten al límit, acaben generant rebuig, i és per això que Hare parla de populistes sense poble. 

Aristotle Kallis Has COVID brought about a far-Right dystopia?

La COVID-19 ha obligat a posar en qüestió paràmetres que s’havien naturalitzat o donat per fet al voltant de la globalització. La por i el desconcert davant l’amenaça de la pandèmia han suposat sovint un retrocés al proteccionisme i un reforçament de dinàmiques agressives que tenen un impacte desigual sobre la població i territoris que s’habiten. En aquest article a Open Democracy, Aristotle Kallis parla sobre el creixement del que anomena “micro-sobiranies agressives” i l’impacte que aquestes tenen sobre un món on imperen les relacions asimètriques.  Per desgràcia, l’impacte que la pandèmia de la Covid està deixant tindrà conseqüències presents i futures. A escala estatal i també subnacional, segons Kallis, estan augmentant les fronteres i les línies divisòries per la gestió de la pandèmia. Aquesta “falta d’unitat” creixent en les preses de decisions i accions generen efectes obstaculitzadors que, alhora, afecten seriosament als drets de les persones. La COVID, segons Kallis, ha potenciat la reivindicació del separatisme justificada per la por i l’alarma social, els límits, la fractura d’un món globalitzat que s’està normalitzant. La dreta radical creix. Tot això, sens dubte, ha afegit combustible als estereotips racistes i discursos degradants cap als col·lectius perifèrics que ja existien en la societat i ha contribuït a la fortificació i reafirmació de les societats ja dominants. Cap a on anem? 

Ai Weiwei Occidente está perdiendo sus valores

El diari El País, ens ofereix una entrevista amb l’artista i dissident xinès Ai WeiWei en la qual parla sobre la censura que la seva pel·lícula sobre l’inici de la pandèmia mundial a Wuhan ha patit. Ai WeiWei és una persona Non-grata a la Xina, la qual cosa va dificultar molt la realització del film, però no va impedir que el resultat fos impactant. El director tenia les seves fonts directes que a cada dia, sota els seus directius, l’abastien d’informació i d’imatges. Amb la prèvia experiència que ja tenia quan va gravar l’aparició de la SARS l’any 2003, va ser capaç documentar la pandèmia des dels seus inicis. La pel·lícula titulada Coronation va ser presentada a moltes plataformes distribuïdores, com Amazon o Netflix, i a molts festivals de cine d’arreu del món, però encara que el resultat els impressionés i els agradés molt no van acceptar-la. El director relaciona aquesta negativa amb la por que té la indústria del cine occidental de perdre a la Xina com a consumidor dels seus productes. Afirma que la Xina ha guanyat la partida, convertint-se amb el principal mercat cinematogràfic del món, superant als Estats Units. Fet que ha provocat que els productes que genera la fàbrica cinematogràfica occidental han de portar el Dragon Seal (segell del dragó) per a poder ser aprovades pel govern xinès. Entén perfectament la negativa d’emetre la seva pel·lícula i assenyala que és degut a una falta molt greu de llibertat d’expressió. Occident ha perdut la seva identitat, assegura el xinès, i la Xina va guanyant terreny. La pandèmia ha contribuït a la disminució de la llibertat d’expressió, ja que probablement mai se sabrà que va passar realment a Wuhan. La democràcia quedarà ben tocada i ja podem veure les conseqüències en països com Brasil. 

Laura Mijares i Noha El-Haddad La emergencia del feminismo islámico en España

En un moment la lluita feminista s’ha configurat com un element central en qualsevol cercle de debat i on, en paral·lel, les històriques lluites per la visibilitat de les dones dels marges han aconseguit demostrar àmpliament que no hi ha cap «Feminisme» sense «feminismes», la unió entre l’Islam i la lluita contra la discriminació de les dones encara és summament rebutjada i es concep com incompatible amb qualsevol premissa feminista. Aquest és el problema central que es presenta en aquest article de Ctxt, de la mà de Laura Mijares i Noha El-Haddad, el qual defineix de manera general com s’entén el feminisme islàmic i com es relaciona amb el feminisme hegemònic, de caràcter blanc i laic.  Les dones musulmanes, com bé assenyalen Mijares i El-Haddad, es troben sovint en  una cruïlla. La qüestió rau en si cal, per una banda, solucionar els problemes de desigualtat de gènere de forma privada, això és, dins el mateix entorn islàmic o si, per altra, s’han de manifestar públicament assumint el risc de reafirmar el discurs islamòfob. Aquesta qüestió tan complexa respon a un problema d’«islamofòbia de gènere» el qual provoca que moltes dones musulmanes trobin moltes dificultats per posicionar i visibilitzar les seves reivindicacions en tant que dones. Tanmateix, és sabut que un ampli nombre dfeministes islàmiques estan fent emergir la qüestió de la visibilitat musulmana i del rebuig que sectors feministes generen sobre aquesta des de les seves posicions de poder. Mijares i El-Haddad, defensaran aquest fet com necessari i determinant per deslegitimar una realitat molt normalitzada, que és el racisme antimusulmà i la ja mencionada islamofòbia de gènere.

Open Democracy Feminism, war and racism: an interview with Christine Delphy

La sociòloga Christine Delphy en la seva entrevista a Open Democracy deixa en evidència les dinàmiques principals entre la relació feminisme, guerra i racisme, sempre tenint en consideració la seva posició de privilegi com dona blanca procedent de França, i tractant la qüestió des de la seva posició. Delphy comença recordant-nos la universalitat del patriarcat com sistema d’opressió, on tot i la variació (forma i intensitat) dels seus efectes en el temps i l’espai, seria erroni ignorar que les dones estan sotmeses a una opressió de tipus material, puix aquestes, tot tenint en compte la seva realitat biològica, han rebut tota una socialització (feminitat) que les ha portat a interioritzar uns rols de gènere concrets que les mantenen en aquesta posició inferioritat i ciutadanes de segona. En la mateixa línia i tot havent clarificat conceptes, la sociòloga afirma rotundament que les bases actuals del govern Francès segueixen sent les mateixes, aquelles que mantenen viva l’essència patriarcal i colonial; pedra angular a l’hora d’afrontar la idea de feminisme-guerra i racisme. El problema està en el fet que el govern Francès ha sigut capaç d’adaptar-se a les noves necessitats d’aquest món, tot amagant la veritable essència dels seus interessos, ara, Macron ha adoptat un discurs potent i atractiu. El president ens parla de paritat a les institucions polítiques, ens parla d’una llei per aturar el terrorisme o inclús d’una França que intervé en els territoris d’Àfrica per ajudar a la humanitat, un discurs que no amaga més que interessos obscurs. En aquest punt, es planteja que des del feminisme i la lluita antiracista, que la guerra, en el cas de França, únicament podrà ser afrontada amb escepticisme, sempre tenint en compte que invertir el discurs és senzill. Aquí Delphy ens posa l’exemple d’aquell que per justificar una intervenció/invasió, fa ús de l’argument de ‘salvar’ a les dones d’aquell territori que estan oprimides pel patriarcat. Amb aquest exemple, la sociòloga acaba mostrant-nos que tot i ser un discurs atractiu a primer cop d’ull, aquest realment amaga un rerefons profundament racista, neocolonial i patriarcal, i que donar suport a aquestes retòriques és extremadament nociu puix s’està perpetuant una dinàmica complexa: En primer lloc, els governs patriarcals d’Occident neguen els efectes del patriarcat sobre els seus països, fet limitador en la lluita feminista a Occident, aquí el masclisme. En segon lloc, això els hi permet posicionar-se com a països igualitaris i feministes, superiors als altres on els efectes del patriarcat si es veuen manifestats, aquí el racisme. I en tercer lloc, això els hi justifica la intervenció en tercers països, aquí el neocolonialisme. 

Jacqueline Rose Damage: the silent forms of violence against women

En aquest article de The Guardian, Jacqueline Rose denuncia la violència estructural que pateixen les dones, posant l’accent del seu argument en la multiplicitat de formes menys visibles menys detectables a través d’exemples de cas de països com els Estats Units o Espanya i realitza una dura crítica cap als aparells governamentals, encarregats de mantenir, reproduir, crear i normalitzar les violències cap a les dones.  “Com una planta d’hivernacle, floreix sota el vapor embriagador de la seva pròpia convicció imparable”. Amb aquesta encertada metàfora, Rose fa referència a la institucionalització i normalització de la violència cap a les dones; una violència que ara s’observa, però que es manté inqüestionable en la majoria dels casos. Una violència que pot executar-se, sovint, sense temor a les conseqüències, sobretot quan prové d’esferes de poder. En aquest sentit, l’autora es posiciona a través de la visibilitat i identificació de les violències com un dels primers passos per acabar amb aquestes; pensar-les, treballar-les, sobretot, realitzar un exercici d’honestedat reconeixent les formes de violència a les que nosaltres contribuïm. Els partits -sobretot els d’extrema dreta- s’esforcen a invisibilitzar i negar les realitats dels col·lectius oprimits, però actuen des d’un discurs d’ètica i saber fer que és convincent. Ara més que mai, segons l’autora, cal reconèixer i ser capaços d’entendre que tenim un problema. Paradoxalment, diu, saber-ho i admetre-ho redueix les possibilitats de mantenir-nos reproduint-lo. 

The Economist Design bias is harmful, and in some cases may be lethal

The Economist deixa constància d’un fenomen per molts ignorat, però al mateix temps extremadament problemàtic ja que els seus efectes nocius tant en la salut de les persones, com en la perpetuació de sistemes d’opressió com poden ser el patriarcat o el racisme, són una realitat. El fenomen en qüestió és el monopoli del disseny que recau sobre homes, blancs i rics d’Occident, en aquest context, la majoria d’invents, tecnologies i productes bàsics són dissenyats d’acord amb les necessitats específiques d’aquest sector. En aquest punt, The Economist remarca que aquesta situació pot arribar a ser comprensible, puix cal recordar que Occident romangué el bressol del coneixement i innovació durant molts segles. Malgrat això, sembla que cap esforç s’està fent per adaptar els productes a les minories siguin dones o població no-blanca; una manca de compromís que és justificada i inclús glorificada sota l’argument de deixar més oportunitats a la competència. The Economist cataloga aquesta situació com inacceptable, ja que els seus efectes nocius són alarmants. D’una banda, posa en perill la integritat de les persones, aquí s’exposa l’exemple dels recursos mèdics o els cinturons de seguretat, la majoria dissenyats per homes blancs, els quals la majoria de vegades prenen homes blancs també com a mostra. Així doncs ens trobaríem amb exemples com els pulsioxímetres, que indiquen en les persones negres uns nivells més alts d’oxigen en sang, resultats que en cap cas són fiables. O cinturons de seguretat que sense adaptar-se a la constitució d’una dona, acaben per incrementar les seves possibilitats de morir en un accident. D’altra banda, un altre efecte nociu és com aquestes dinàmiques perpetuen sistemes d’opressió, els efectes que aquests productes tenen sobre el nostre imaginari és aquell de normalitzar i acceptar el privilegi blanc occidental. I és aquí, on l’article acaba recordant-nos que es tracta d’una situació inacceptable, i és per aquest motiu que, denunciar-la i donar-li visibilitat esdevé punt central. 

Economía, bienestar e igualdad

The Economist The biggest losers from covid-19

L’article de The Economist planteja un tema que ha estat a l’ordre del dia durant tota la pandèmia, els treballadors essencials. No tothom va passar ni passa la quarantena a casa o fent teletreball, moltes persones s’han vist en la complicada tessitura d’assistir al seu lloc de feina estan constantment exposades a contagiar-se del virus. Aquestes feines bàsiques i tant mencionades pels mitjans de comunicació son ocupades, en general, per minories ètniques amb una remuneració molt baixa. La pandèmia ens ha demostrat que els treballadors essencials són indispensables són per a un funcionament correcte de la vida quotidiana, però aquest fet contrasta amb les dades aportades per l’Institute for Fiscal Studies (IFS), que assegura que els treballadors essencials a Gran Bretanya guanyen un 8% menys que els altres treballadors. Per alguns, anar a la feina durant aquesta pandèmia ha sigut sinònim d’una gran pressió i estrès a causa d’una falta de mesures santaires, tant per part dels clients com de l’empresa que els contracta. Clarament això ha provocat seqüeles psicològiques com la depressió o l’ansietat, segons un estudi britànic. Se’ls ha descrit com “herois” que van mantenir en funcionament els mecanismes més basics de la societat, com els supermercats o els serveis de correu, però no els estan remunerant com a tal. La mortalitat en algunes d’aquestes feines ha augmentat considerablement en molt poc temps. Per exemplificar-ho millor, l’article ens exposa un estudi realitzat a Toronto que afirma que als barris on hi han més treballadors essencials la mortalitat és molt més alta que als barris on no hi ha tants. En conclusió, mentre una part de la societat passava la quarentena a casa, l’altra arriscava la seva vida anant al seu “lloc de treball essencial i convertint-se en els grans perdedors de la COVID-19. 

Henry Farrell i Abraham Newman The New Age of Protectionism

L’article de Henry Farrell i Abraham Newman per a Foreign Affairs és una constatació de com la pandèmia i la producció i distribució de vacunes han canviat l’actitud dels països occidentals envers el lliure mercat, i els ha tornat a tots més proteccionistes. En un principi tot eren bones paraules al voltant de les prioritats alhora de distribuir les vacunes al món, i es van estendre les crides a establir mecanismes per distribuir-les tant als països rics com als que estan en vies de desenvolupament. Totes aquestes paraules se les va endur el vent, quant tant els Estats Units com el Regne Unit es van erigir com els grans licitadors de la subhasta de les vacunes, establint contractes confidencials amb les farmacèutiques i pagant preus molt alts. La Unió Europea va intentar donar exemple centralitzant la compra i la distribució des de Brussel·les, però la seva capacitat negociadora no va poder competir amb la d’americans i britànics, i en última instància, farmacèutiques com Astra Zeneca van prioritzar el subministrament del Regne Unit, incomplint els contractes amb la UE. En última instància, tant els EUA, com el RU, com la UE han aprovat legislacions que limiten o impedeixen les exportacions de vacunes, i en definitiva ho han fet per assegurar-se que disposaran de la màxima quantitat per a vacunar els seus ciutadans.  D’altra banda, la Xina i Rússia utilitzen les seves vacunes per guanyar influència a països en vies de desenvolupament, i aquests estan encantats de rebre l’ajuda, sobretot tenint en compte com s’han ignorat les seves demandes de suspendre les patents. L’article deixa entreveure que la desconfiança generada aquests mesos trigarà a esvair-se molt més que la pandèmia, i que és possible que estiguem davant d’una nova era a on promoure el lliure mercat global ja no sigui la prioritat dels països occidentals. 

James K. Galbraith The Death of Neoliberalism Is Greatly Exaggerated

La crisi derivada de la COVID-19 sumada a alguns fets anteriors ha evidenciat, als Estats Units, múltiples deficiències derivades de l’hegemonia del pensament neoliberal. Tanmateix, tot i que per gran part de l’economia acadèmica fa anys que tal sistema econòmic està obsolet, és sabut que aquest segueix tenint una blindada supervivència, que amenaça amb conseqüències summament preocupants per l’economia dels Estats Units. En aquest article, James Galbraith argumenta, per una banda, a favor de la necessitat de renovar i refundar les dinàmiques de pensament econòmic dins la societat estatunidenca. Per altra, planteja la necessitat de substituir el pensament neoliberal, el qual es troba amb farragoses persistències, a través d’una comparativa entre les dinàmiques socioeconòmiques xineses i nord-americanes.  L’auge del neoliberalisme després de la decadència de la Unió Soviètica va forjar una mentalitat que el situà, a partir de llavors, com a únic enfocament davant les polítiques econòmiques. Tanmateix, com recorda Galbraith, avui dia és impossible aïllar la posició dels Estats Units i tractar-la de manera individual. El paper de la Xina, des de fa unes dècades, ha obligat a qüestionar profundament l’economia global en termes neoliberals. Per l’autor, si bé hi ha molts aspectes a qüestionar i a criticar al voltant de les dinàmiques xineses, no es pot negar que la capacitat de desenvolupament i creixement de la Xina -un país que va rebutjar el neoliberalisme i ha optat per accions renovades i híbrides- és quelcom a tenir en compte. En aquest sentit, Galbraith reivindica la necessitat de substituir qualsevol dogma neoliberal antiquat i donar pas a una reconstrucció del pensament i polítiques estatunidenques donant pas a la diversitat i a la renovació si es vol mantenir una posició econòmica competitiva. 

Larry Elliott The Covid crisis is doing what the 2008 crash didn’t: ending the old economic orthodoxies

Larry Elliott vaticina la fi dels estats petits, els impostos baixos i els pressupostos equilibrats. Tots aquests elements formen part d’una agenda que persegueixen el Fons Monetari Internacional i el Tresor dels Estats Units sota la presidència de Joe Biden i és transcendental: des de els anys vuitanta, ambdues entitats van forjar el que es va conèixer com a “Consens de Washington”, és a dir, un conjunt de creences que es va imposar a qualsevol país que es trobava amb dificultats econòmiques i que buscava ajuda. L’enfocament únic per a tots implicava reduir la despesa pública i els impostos i la privatització, per crear incentius per als empresaris que prenen riscos i convertir la inflació en l’objectiu primordial de la política econòmica. Ara, el nou consens de Washington creu en els governs activistes, el creixement inclusiu i en un nou acord ecològic. El canvi d’actitud s’ha produït en part per la manca de resultats. L’austeritat no va provocar l’augment de la inversió privada i un creixement més ràpid que es va prometre. Hi ha un sentit en què la història es repeteix. Va haver de passar més d’una dècada després d’acabar la primera guerra mundial perquè el patró or s’acabés. Va ser el segon xoc petrolífer i no pas el primer que va obrir la porta a l’economia de la nova dreta als anys vuitanta. Els que pensaven que la crisi financera provocaria un desafiament al consens de Washington no estaven equivocats. De fet, es qüestionen les nostàlgies. Acaba de trigar deu anys més. En aquest sentit, les crisis també fomenten l’experimentació.

The Economist The rise of working from home

L’article analitza la nova forma de treballar que s’ha normalitzat degut a la situació sanitària: el tele-treball. La manera de treballar i d’interactuar ha canviat radicalment. A primera vista, la nova forma d’anar a la feina ha provocat que es treballi més hores, però en canvi han augmentat els nivells de felicitat i productivitat. Però aquest context ha comportat canvis en molts àmbits diferents, com per exemple des del punt de vista social o jurídic. Un grup de recerca format per tres economistes (José Maria Barrero, Nick Bloom i Steven Davis), després d’analitzar una mostra gran de ciutadans nord-americans han arribat a la conclusió que la majoria de treballadors prefereixen combinar la feina presencial amb el teletreball. Tot i això, les empreses que només treballen de manera online quedaran com una minoria. És a dir, el fet que hagi augmentat el teletreball no implica que, a partir d’ara, sigui l’única forma de treballar. És possible, durant una llarga temporada, se segueixi combinant les dues modalitats, però en cap cas s’establirà el tele-treball com a única forma de funcionar. El teletreball ens ha donat una visió més àmplia de la realitat en què ens trobem. És a dir, molts estudis han establert que des del principi de la pandèmia, el compromís dels treballadors ha augmentat considerablement. Altres estudis afirmen que s’ha deixat de veure als treballadors com “autòmats”, ja que a causa de les reunions per videotrucada interrompudes per sorolls ambients d’una casa familiar han fet que es prengui consciència que el treballador té una vida a part. Per tant, és evident que les formes de comunicar i de veure al treballador han canviat totalment. Des del punt de vista jurídic, hi ha una mica de confusió, ja que el dret laboral ha hagut d’adaptar-se a unes noves condicions i a uns nous riscos laborals, que abans no es contemplaven. Per últim, la diferència preexistent entre els treballadors amb un nivell educacional més baix i més alt, s’ha accentuat molt més. Això és a causa del fet que, en general, les feines “essencials” que requereixen un nivell d’educació més baix, tenen un risc i una exposició al virus molt més alta que altres feines. Per tant, aquesta diferència a part de ser econòmica, a causa de la pandèmia actualment també és cultural. 

Sostenibilidad y cambio climático

Ursula von der Leyen i Werner Hoyer Un pacto verde mundial

L’article de El País il·lustra el posicionament actual de la Unió Europea en matèria climàtica. Von der Leyen afirma que una resposta conjunta i mundial a la crisi climàtica és una urgència, i que considerant l’actual avantatge europeu sobre la resta de regions, és evident que la Unió esdevé líder i responsable per conduir aquest món cap a un nou futur, materialitzat amb un pacte verd mundial. En la mateixa línia, la presidenta s’endinsa en aquest avantatge, tot argumentant que Europa realment disposa dels instruments, capacitats i coneixements suficients per liderar aquesta crisi global. Per començar, la presidenta ens assegura l’existència de suficients recursos econòmics per finançar totes les accions necessàries, el mateix finançament que recau principalment sobre el Banc Europeu d’Inversions com el prestador multilateral més gros l d’aquest món. En segon lloc, von der Leyen, ens assegura també, l’existència d’un pla estratègic clar, transparent i efectiu, materialitzat amb el Pacte Verd Europeu del 2019, on estratègies efectives basades en l’economia circular, la conscienciació per grans empreses, l’ús d’energia neta, adopció de tecnologia neta, processos de descarbonització i moltes més estratègies hi consten. I en tercer lloc, tot tenint el finançament i el coneixement per combatre la crisi climàtica, von der Leyen acaba recordant que cal una acció conjunta per un problema de tipus global com és la crisi climàtica, tot exigint un pacte verd mundial. I és aquí on la Unió ha decidit emprendre acció, tot convocant el 24 de març un esdeveniment històric que pretén reunir diversos líders mundials, a més de grans empreses, inversors i inclús sectors de la societat civil, un esdeveniment on la UE posarà en manifest el seu lideratge en la lluita climàtica mundial, compartint plans, estratègies i recomanacions. Finalment, la presidenta acaba recordant que les accions de la Unió en la lluita climàtica mundial són decisives, cal posar en marxa, com abans millor, accions efectives per així convertir d’una vegada per totes aquest món en un món millor. 

Adam Tooze Europe’s decarbonisation challenge? ‘Wir schaffen das’

Durant les últimes cinc dècades el risc d’un futur on les condicions d’existència que hem tingut fins ara deixin d’existir a causa de la mala gestió ambiental se situa al centre del debat de les mesures governamentals europees. En aquest article de Social Europe, el professor d’història de la Universitat de Columbia Adam Tooze analitza i apunta els reptes i escenaris politicoeconòmics que planteja la transició cap a una Europa amb energia neta i l’assoliment d’emissions netes de diòxid de carboni prevista per l’any 2050.  Davant les temibles conseqüències que forneix el canvi climàtic, ja des dels anys setanta un nombre infinit de científics, enginyers i economistes han construït o proposat models de futur més sostenibles. Els últims informes elaborats per experts de la Comissió Europea han ofert dades i camins cap a una Europa del «zero-net» l’any 2050 i proposen que la descarbonització és factible; tanmateix, segons Tooze, múltiples aspectes han de ser considerats i sobretot cal ser realista amb les afirmacions i promeses que es realitzen de cara al futur. Preguntes com: “Quant costarà la transició energètica?”; “Quins canvis requerirà aquesta en la manera de viure dels europeus” o “És possible gestionar una transició justa?” són algunes de les preguntes que Tooze ens convidarà a posar en debat durant l’article.  

Toby Ord Covid-19 has shown humanity how close we are to the edge

L’article de Toby Ord per a The Guardian planteja que la pandèmia de la COVID-19 esdevé un crit d’alerta sobre tots els riscs potencials que afronta la humanitat avui dia, i alhora es presenta com una oportunitat per conscienciar la societat i les administracions de cara a dissenyar eines que previnguin aquests riscs. Ord centra la seva reflexió al Regne Unit plantejant possibles estratègies per entomar reptes com la prevenció de la guerra nuclear, el canvi climàtic, l’evolució descontrolada de la Intel·ligència Artificial, o, fins i tot, una hipotètica arma biològica en forma de pandèmia planejada. Si be és cert que hi ha legislacions nacionals i internacionals respecte l’armament nuclear i la lluita contra el canvi climàtic, les regulacions respecte la IA estan encara en un nivell molt primari que, certament, es veu superat pel ràpid avenç tecnològic en aquesta matèria. Ord adverteix que ja des dels inicis de la informàtica, a on les IA actuals només eren ciència ficció, ja s’advertia dels riscs de no incloure criteris ètics en el seu disseny. D’altra banda, l’actual pandèmia, que s’ha demostrat capaç d’afectar substancialment les nostres vides, podria ser només la primera d’altres, que podrien tenir origen animal, com aquesta, o en el pitjor dels casos, podrien ser armes biològiques específicament dissenyades per evitar ser contrarestades. Aquest escenari ha de tenir-se en compte i cal establir legislacions i protocols per combatre hipotètiques crisis derivades dels avenços en biotecnologia. En definitiva, vivim en una era a on el nostre propi progrés científic i tecnològic s’ha transformat en una amenaça potencial a la nostra pròpia existència, i cal respondre amb responsabilitat i intel·ligència. Ord destaca com la presidència de torn del G7 del Regne Unit és una oportunitat per incloure aquests reptes en l’agenda de les potències internacionals. 

Antxon Olabe Una causa de alcance universal

Antxon Olabe analitza la relació nociva existent entre societat, economia i l’ecologia, i assenyala el factor decisiu que el sistema necessita per esdevenir així, millor. Olabe ens parla de la urgència que un canvi estructural en l’imaginari de la humanitat suposa, ja que en general manca una consciència basada en allò que és comú i públic. Tanmateix, l’economista explica que aquesta mentalitat es deu als efectes que el capitalisme global ha tingut sobre els nostres imaginaris, tot creant aquesta mentalitat extremadament nociva. La mateixa, que acaba per percebre el planeta terra i els seus recursos com allò que pertany a tothom, però del que, ningú n’és responsable, una actitud basada en l’autodestrucció, puix com bé afirmava Stephen Hawking, ens trobem en el moment més perillós de la història de la humanitat. I amb una simple anàlisi del rerefons de la COVID-19, el sentit d’aquest enunciat esdevé visible; com bé sabem l’escalfament global és una realitat, i escepticisme per la seva millora és gran, el mateix escalfament que comporta el desglaç progressiu dels glacials i del permagel, on partícules i virus que abans estaven congelats es reactiven, i amb ells nombroses possibilitats de pandèmies mortals. Olabe reclama una ruptura immediata amb aquestes dinàmiques autodestructives per la humanitat, i tot mantenint una actitud optimista, aquest afirma que el canvi és possible, i que recau precisament sobre les mans de la Unió Europea fer retrocedir l’escalfament global, i salvar així a tota la humanitat. En aquest punt, l’economista s’endinsa en el seu pla de salvació, on la pedra angular esdevé la producció de representacions simbòliques per part de les institucions europees. Olabe explica que dintre dels límits de la UE, cal impulsar des de dalt, tota una producció de narratives, les quals tot basant-se en els valors de la il·lustració i la universalitat, acabin per tenir un impacte sobre l’imaginari dels ciutadans Europeus, i per conseqüència també sobre les seves accions i decisions. En la mateixa línia, l’economista acaba explicant que un cop el canvi de mentalitat s’ha completat en l’àmbit Europeu, esdevindrà consciència moral promoure’l també en l’àmbit global. 

The Economist Joe Biden’s climate gamble

The Economist analitza el pla d’ocupació i infraestructures que el president Joe Biden va presentar el passat 31 de març a Pittsburgh, i planteja una qüestió central en aquest mateix pla de creació de llocs de treball: la crisi climàtica. Una iniciativa significativa, encara més en un context on els presidents nord-americans anteriors demostraren una incapacitat en la gestió d’aquesta crisi, inclús accentuant-la encara més. En el mateix pla, Biden proposa una inversió pública que tot incentivant la inversió privada, acabi per crear llocs de treball sostenibles, una readaptació de les infraestructures i tecnologies existents, promoure l’ús de cotxes elèctrics i recursos naturals i molt més. Tot i això, el diari ens recorda que aquest pla, lluny de ser ideal, encara presenta grans mancances que inclús podrien acabar convertint-se en perjudicials. D’una banda, el contingut del pla, on a part de la preocupació climàtica també en trobem aquella nacional, escèptic amb la deslocalització del procés productiu, Biden aposta per fàbriques americanes en territori americà amb treballadors americans. El diari cataloga aquesta iniciativa com contraproduent en la lluita climàtica, puix grans recursos s’estan utilitzant, els mateixos que podrien ser invertits d’una manera més eficient. D’altra banda, l’efectivitat del pla, i és que l’aplicació correcta d’aquest només serà possible si hi ha una llei que obliga la societat civil a adoptar les mesures dictades. En aquest punt, el diari ens explica dues possibilitats; en primer lloc, una llei que obligui a fer ús d’energia neta, i en segon lloc, apujar el preu del carboni. Tot i això, cal tenir en compte que sigui la que sigui l’opció, ambdues es troben amb grans problemàtiques puix no són acceptades per tothom. Finalment, l’article acaba adoptant una actitud optimista, on tot i ser conscient del llarg i dur camí que la lluita climàtica suposa, no tot està perdut, i val la pena esforçar-se, ja que hi ha molt més a guanyar que no pas a perdre. 

George Monbiot In 2008, we bailed out the banks. In 2021, we need to bail out the planet

L’article de George Monbiot per a Open Democracy, que també es troba en forma de vídeo narrat, planteja la necessitat d’entendre que la pandèmia no ha estat un esdeveniment aïllat, si no la conseqüència de la intrusió humana en ecosistemes salvatges. Intrusió que s’ha donat, entre d’altres, a través d’activitats com la mineria o la desforestació, que han provocat que arrel del contacte més intens amb altres espècies, nous patògens hagin saltat cap als humans. El que proposa l’article és que tenim l’oportunitat com a societat de repensar la forma en com ens relacionem amb el medi que ens envolta, i posar la vida al centre. Això implica renunciar a un sistema econòmic que requereix un creixement exponencial perenne, i substituir-lo per un que permeti que el nostre estil de vida sigui complementari amb la supervivència del nostre entorn. Per a que això sigui possible cal descarbonitzar l’economia i reduir la nostra empremta ecològica. Només així assegurarem un futur per a nosaltres i per al planeta. Si el 2008 vam salvar els bancs, al 2021 hem de salvar el planeta. 

Innovación, ciencia y tecnología

Joan Benach Para que las vacunas sean un bien común hace falta una respuesta geopolítica que libere las patentes

Joan Benach s’endinsa en una reflexió al voltant de la crisi de la COVID-19, per acabar amb una crítica profunda del nostre actual ordre econòmic; el capitalisme global. El catedràtic comença explicant que en primera instància, el virus semblava democràtic ja que afectava a tot ésser humà independentment del seu origen, procedència, classe social, raça, ètnia, gènere…Tot i això, a mesura que aquest evolucionava, l’essència democràtica va desaparèixer, i el virus va deixar, més que mai, en evidència l’existència d’unes desigualtats socials alarmants, on els efectes i els impactes de la COVID-19 foren molt més greus en aquells sectors discriminats, marginalitzats o oprimits. En aquest punt, Benach ens explica que no hem d’oblidar, que la ment i el cos, estan extremadament connectats, i que per consegüent les emocions i la salut física van lligats, tot confirmant aquesta afirmació amb un exemple: L’any 1944, els nazis van desviar els aliments d’Holanda cap Alemanya, és per aquest motiu que durant aquell any una profunda fam col·lectiva tingué lloc. Anys més tard es va dur a terme un estudi que va demostrar que els nens nascuts durant aquell any mostraven uns indicis d’obesitat més elevats, puix havien après a ‘estalviar calories’. Tanmateix, el catedràtic explica que una situació similar es donada amb la COVID-19, on aquelles persones que viuen en camps de refugiats, en espais molt reduïts, que no tenen suficients recursos econòmics per comprar mascaretes, disposar d’aigua per rentar-se les mans, i molt més, parteixen d’una situació de desavantatge que incrementa les seves possibilitats de morir. Benach acaba catalogant aquesta situació com inacceptable i més en un context on realment disposem dels recursos per poder-la canviar, mes aquest n’és conscient de la complexitat del canvi i és que el neoliberalisme no només destrueix la vida, sinó que infecta les nostres ments, impedint així entendre la realitat. Cal donar-nos compte d’una vegada per totes, que el capitalisme global ens destrueix a la vegada que ens converteix en màquines productives sense esperit crític, i la presa de consciència no és pas fàcil, caldrà una reeducació minuciosa de la ciutadania tant en política com en cultura. Malgrat això, Benach es manté optimista i acaba cridant als quatre vents que avui més que mai, un canvi és necessari. 

Robin McKie Undermining the AstraZeneca jab is a dangerous act of political folly

Durant les últimes setmanes, la vacuna AstraZeneca contra la COVID-19 ha estat sotmesa a profundes revisions després d’haver estat vinculada a casos de trombosi, alguns dels quals mortals. En conseqüència, una onada de por i dubtes per part de la població al voltant del desconcert que han generat aquestes vacunes ha obligat a formular preguntes incòmodes: cal retirar els vaccins AstraZeneca? Són segurs? En aquest article d’opinió de la revista The Guardian, l’editor de ciència i medi ambient a The Observer Robin McKie indagarà sobre aquestes qüestions, al·legant a favor de la necessitat de mantenir l’ús de les vacunes AstraZeneca.  És correcte restringir l’ús d’un vaccí sospitós en un moment on estan aflorant terceres onades de casos de COVID-19 en múltiples països? Encara que pugui semblar simple, la resposta d’aquesta pregunta no és gens senzilla. Tanmateix, McKie té molt clara una idea: la propagació de pors ens deixa a un carrer sense sortida i es converteix en la pitjor opció possible. L’autor, a través de dades numèriques, ens acompanya a relativitzar la sensació de pànic al voltant del vaccí apuntant les conseqüències que deriven de no utilitzar les vacunes en la situació en la qual estem; efectivament, els efectes de la restricció AstraZeneca són immensament superiors. Paral·lelament, l’autor ens convidarà a  fer reflexionar incòmodes sobre la “coincidència” que suscita el fet que la vacuna AstraZeneca sigui la més difamada sent la única que es ven a preu de cost. Sigui com sigui, les declaracions de McKie són molt directes: la Covid és un problema urgent, primordial i preferent. 

The Economist Covid-19 has shown what modern biomedicine can do

El nombre de morts atribuïdes oficialment la COVID-19 se situa ara en més de 2,5 milions. És un peatge terrible, però difícilment inèdit. La pandèmia actual del VIH / SIDA ha matat entre deu i 20 vegades més a tot el món. Tot i això, la COVID-19 ha tingut impactes socials, econòmics i polítics més enllà dels de qualsevol altra crisi sanitària de la història moderna. La revelació –tecnològica– més gran, però, ha estat la resposta mèdica i de salut pública: la ciència biomèdica bàsica està en condicions de canviar el món. Els laboratoris estaven realitzant proves específiques per a un virus mai vist tot just un mes després de la notificació dels primers casos. A mitjans d’any, es disposava d’informació crucial sobre quines teràpies, antigues i noves, funcionaven i no funcionaven. L’evolució del virus es va revelar tal com va ocórrer mitjançant la seqüenciació del genoma a una escala a la qual mai s’havia sotmès cap patogen anterior. El més notable de tot és que en un any es va disposar d’una gamma de vacunes segures i efectives basades en diversos enfocaments nous. Una de les tecnologies utilitzades —mRNA injectat directament— obre tota mena de possibilitats addicionals per a un futur millor.

Julia Ciocca et al. The Perils of Overhyping Artificial Intelligence

L’article de Julia Ciocca, Miachel C. Horowitz i Lauren Kahn per a Foreign Affairs posa el focus en la gestió de les expectatives que s’han generat sobre la Intel·ligència Artificial, i el paper que aquesta tindrà en les properes dècades. Els autors es centren principalment en l’ús militar de la tecnologia que li pot donar el Departament de Defensa dels Estats Units, ja que son uns dels primers inversors en aquests tipus de tecnologia. L’article alerta com, sovint, unes expectatives massa altes sobre les possibilitats que ofereix una tecnologia poden provocar un efecte rebuig davant qualsevol contratemps, i això pot suposar un període d’hivernació en la recerca de la mateixa. Els autors utilitzen com a exemple els casos de França i Rússia als tombants del Segle XX, que van fer importants inversions en submarins i tancs respectivament, i com que la tecnologia encara no estava preparada per a l’ús, van decidir renunciar-hi. Per suposat, 10 anys més tard ningú era capaç d’entendre la guerra sense ambdós elements, i pel camí, França i Rússia s’havien quedat endarrerits respecte els seus rivals. L’aplicació d’aquesta tecnologia a l’exèrcit pot aixecar reticències en el sí del mateix en percebre-la com un substitut dels humans. Ara bé, el que realment preocupa als autors de l’article és que les expectatives generades per un discurs massa optimista sobre les possibilitats de la IA, influenciat críticament per la ciència ficció, generi una desconfiança en la tecnologia. Això provocaria que els Estats Units quedessin endarrerits respecte a potències rivals com Rússia i Xina, que hi estan invertint molts diners. Perquè la IA triomfi, primer caldrà permetre que fracassi, i donar-li temps per madurar, ja que l’alternativa és quedar-se fora de la carrera per la supremacia militar. 

Darlington Akogo Five ways AI can democratise African healthcare

L’article de Darlington Akogo per al Financial Times destaca com els sistemes d’intel·ligència artificial poden ajudar a millorar dramàticament els sistemes de salut dels països africans. Akogo, que és el fundador d’una Start-Up que dissenya aquests tipus de softwares dirigits al sector sanitari, considera que una utilització intel·ligent d’aquestes eines pot permetre diagnosticar malalties de forma molt més ràpida i precisa, a través, per exemple, del reconeixement d’imatges en radiografies que poden ajudar a combatre malalties com el càncer, la pneumònia, la fibrosi o les hèrnies. També poden tenir ús en àrees com l’optometria, la neurociència, l’epidemiologia o la nutrició. Segons l’autor, per tal de fer possible que aquest tipus de tecnologia s’apliqui a l’Àfrica, cal superar 5 barreres que ell mateix ha identificat. La primera és la manca d’infraestructura, ja que sovint als hospitals africans no disposen dels suports necessaris per emmagatzemar les dades. La segona és el que ell anomena la cultura de les dades, que fa referència a que, sovint, els hospitals no tenen sistemes de gestió d’informació homologats, i per tant cal una formació específica encarada a la gestió de les dades mèdiques. La tercera barrera és la de la manca d’execució de la legislació sobre protecció i gestió de dades al continent, ja que a vegades moltes d’aquestes lleis no s’apliquen o no es desenvolupen. La quarta és que cal adoptar solucions adaptades localment a les condicions de cada país i regió, i per això cal apostar per emprenedors locals que coneguin la realitat concreta del país. I per últim, cal fer visibles aquestes noves oportunitats i fer-les possible amb un finançament adequat, que permeti que emprenedors africans disposin de recursos per innovar en aquest sector. Segons Akogo, si s’aconsegueixen superar aquestes barreres, la intel·ligència artificial pot esdevenir una eina que impulsi la democratització dels sistemes de salut dels països africans.

Maya Wang China’s Techno-Authoritarianism Has Gone Global

La vigilància és un fet de la vida dels ciutadans xinesos i, cada vegada més, dels que viuen en països que han adoptat la tecnologia de vigilància xinesa, des de l’Equador fins al Kirguizistan. Encara més preocupant, aquest ecosistema de tecnologies de la Xina comporta un conjunt de valors que estan sota l’estat xinès, una forma d’autoritarisme del segle XXI que s’alinea amb el control i l’eficiència socials. Segons Maya Wang, per evitar que el tecno-autoritarisme de la Xina guanyi força, els Estats Units han d’invertir el rumb i començar a liderar amb l’exemple: reformar les seves pròpies pràctiques de vigilància, protegir la privacitat i la seguretat dels ciutadans i col·laborar amb els aliats per establir estàndards globals que respectin les empreses tecnològiques. Els Estats Units han intentat contraposar el seu propi ecosistema tecnològic al de la Xina, retratant la competència entre els dos com una entre el bé i el mal. No obstant això, el govern dels Estats Units també ha practicat la vigilància massiva; les grans empreses tecnològiques dels Estats Units han adoptat un model de negoci basat en la vigilància, que explota les dades de la gent en nom del servei gratuït; i Five Eyes, una coalició d’intel·ligència formada pels Estats Units i Austràlia, Canadà, Nova Zelanda i el Regne Unit, ha intentat soscavar el xifratge pressionant les empreses perquè els governs puguin accedir a totes les comunicacions digitals. Una alternativa democràtica existirà si Washington primer posa la seva casa en ordre, però tampoc pot fer-ho sol. Els Estats Units haurien de treballar amb els seus aliats per garantir que la gent de la Xina i de tot el món tingui accés a Internet lliure de censura i vigilància, una alternativa a la iniciativa de la Ruta de la Seda Digital de la Xina. És a dir, s’ha de començar ambiciosament sobre com la tecnologia pot dinamitzar les democràcies.

back to top