
Diari de les idees 48
07 octubre 2021
Ideas de actualidad
Os presentamos una nueva edición del Diari de les idees, centrada en el análisis de los cambios geoestratégicos que afectaran al desarrollo de la política internacional en los próximos años, como por ejemplo la nueva alianza AUKUS entre los Estados Unidos, el Reino Unido y Australia de cara a determinar una nueva distribución de roles en el control de toda el área Indo-Pacífica y especialmente el estrecho de Malaca. En clave política catalana destaca la breve detención en Alguer del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. Como apunta en el diario Ara el ex letrado del Tribunal Constitucional, Joaquín Urías, hay quien ve la judicatura española como un conductor suicida que, yendo en dirección contraria en una autopista, cree que son los otros coches los que se equivocan. Pero todo hace pensar que saben que van en la dirección equivocada, pero se creen que la autopista es suya.
También dedicamos atención especial a las elecciones alemanas teniendo en cuenta lo que implica el relevo de Angela Merkel como principal líder europea. El nuevo canciller tendrá que resituarse en el liderazgo europeo y tejer nuevas complicidades para encarar la estabilidad de la UE y las políticas futuras en un momento especialmente determinante para la UE con la implementación de los fondos EU NextGeneration, los retos de las transiciones ecológica y digital, la búsqueda de una autonomía estratégica en términos de defensa, el incremento de precios del gas y de la electricidad a los que se añade la escasez de materias primas…
Así pues, en el ámbito de la política internacional, la alianza entre los Estados Unidos, el Reino Unido y Australia para intentar equilibrar fuerzas navales con la República Popular de la China en el océano Pacífico es uno de esos acontecimientos que definen un cambio de época: los EUA estrechan lazos con lo que queda del antiguo imperio británico, apuntalando así el Brexit mientras que la Unión Europea queda fuera de esta ecuación y se va consolidando el traslado del nuevo centro de gravedad mundial hacia el estrecho de Malaca, enclave geográfico que separa la península de Malasia y la isla de Sumatra, por el que circula una cuarta parte de la producción mundial de mercancías. Más de 50.000 barcos al año.
Las últimas semanas han surgido reacciones interesantes al pacto AUKUS que ha comportado la cancelación del contrato firmado con Francia para entregar submarinos de propulsión convencional. En primer lugar, el acuerdo ha sido muy bien acogido en algunos países relevantes del Indo-Pacífico. En India, se ha saludado como un paso adelante en la coalición de los países más inquietos con el ascenso de China. También Japón aprecia el claro posicionamiento de los australianos, que contrasta con las vacilaciones de los europeos, a los que los funcionarios japoneses han criticado públicamente por su indecisión sobre el tono a adoptar con China. Con todo, esto genera incomodidad a otros países del sudeste asiático porque, a largo plazo, obligará a los actores locales a adoptar una postura más clara, lo que Vietnam, por ejemplo, no tiene interés en hacer. Los equilibrios regionales son complejos y una cosa es actuar para contrarrestar el peso creciente de China y otra muy diferente posicionarse junto a los estadounidenses.
Finalmente, la reacción de los europeos. El desaire que significa la anulación del contrato con Francia ha provocado que el Consejo de Comercio y Tecnología iniciado en Estados Unidos rompa las negociaciones con los emisarios de la Unión Europea. Esto ralentizará las negociaciones para crear un frente complementario de cara a frenar el avance tecnológico de China. También habrá que estar atentos a lo que pueda pasar en el ámbito militar ya que Francia ha reaccionado invocando más autonomía estratégica. Finalmente, y más allá del caso del contrato de venta de submarinos, cabe destacar que Francia es la única potencia europea que tiene territorios en la zona (Polinesia, Nueva Caledonia y Wallis y Futuna), algunos de ellos con situaciones muy sensibles. Es el caso de Nueva Caledonia donde de acuerdo con el Acuerdo de Nouméa de 1998 ya se han celebrado dos referéndums de independencia con un progreso constante del voto favorable. Y precisamente el próximo 12 de diciembre está previsto que se celebre la última y definitiva votación.
En este contexto, Jeremy Cliffe argumenta en The New Statesman que el acuerdo AUKUS solo significa el principio del conflicto entre la China y los Estados Unidos en la región del Indo-Pacífico. De este pacto también se pueden intuir cuáles son las intenciones de los Estados Unidos. Primero, la voluntad de contraponerse de manera efectiva a la China en esta región. Segundo, la inusual iniciativa de compartir su tecnología con los aliados, cediendo parcialmente el relativo monopolio de que disfrutaban hasta ahora (es importante resaltar que, contrariamente al contrato firmado con Francia, el nuevo acuerdo contempla el suministro de submarinos con propulsión nuclear). Finalmente, el nuevo acuerdo apunta a un nuevo sistema de alianzas, donde múltiples actores (AUKUS y otras alianzas militares como Five Eyes o Quad) se pueden convertir en una red de aliados más flexible para pactar también con terceros países. Esto supondría un cambio en la estrategia americana, hasta ahora centrada en las relaciones bilaterales entre países.
Debido a esta crisis y a los cambios geoestratégicos que acarrea, es necesario reforzar el multilateralismo como apuntan Robert Muggah y Giovanna Kuelea en Foreign Policy donde subrayan que el mundo se encuentra en un punto de inflexión histórico. Se enfrenta a amenazas interconectadas que podrían socavar la estabilidad mundial: una pandemia de larga duración, el cambio climático acelerado, la profundización de desigualdades y de la inseguridad económica, unas vulnerabilidades digitales masivas y la proliferación de armas nucleares y biológicas. Ahora más que nunca, pues, el futuro colectivo de la humanidad depende de la cooperación eficaz y, para evitar una inestabilidad global en expansión, António Guterres, recientemente reelegido secretario general de la ONU, ha pedido que se dé un nuevo impulso al multilateralismo. En su informe “Nuestra agenda común” presentado en la Asamblea General de Naciones Unidas, Guterres expuso el plan para conseguirlo y propuso un reset urgente del sistema global que tenga en cuenta las necesidades de las generaciones futuras. Se debe iniciar pues un proceso urgente que revitalice el multilateralismo y haga que la ONU sea más relevante en la gobernanza económica mundial.
En Cataluña, Jordi Barbeta argumenta en El Nacional que mientras no se resuelva el exilio, la herida entre Cataluña y España se mantendrá abierta y como el volcán de La Palma entrará esporádicamente en erupción según las circunstancias. Solo una salida digna para el presidente, que fue elegido democráticamente y destituido gracias a una legislación tergiversada, permitirá recuperar progresivamente la normalidad política con un conflicto rebajado que pretenden socialistas y republicanos y anhela una buena parte de la sociedad catalana. Con todo, lo más alarmante que han puesto en evidencia los hechos de Alguer es comprobar hasta qué punto está dispuesto el búnker judicial a utilizar Puigdemont o lo que sea para derribar el gobierno de coalición que forman el PSOE y Unidas Podemos. Parece como si el Deep State pretenda un derrumbe traumático del actual ejecutivo atendiendo la dificultad de la derecha española, cada vez más extrema, a ganar democráticamente el poder.
La agenda europea de las últimas semanas ha estado marcada por dos acontecimientos: el discurso sobre el Estado de la Unión por parte de la presidenta de la Comisión y las elecciones en Alemania. Por lo que se refiere al primer tema, David Herszenhorn analiza para Politico el discurso de Ursula von der Leyen y destaca que la presidenta subrayó la importancia y la fuerza de los valores europeos, pero trató también la situación de la Unión en política internacional, y en las disputas internas, sugiriendo que la Unión Europea sufre para conseguir sus objetivos y proyectarse internacionalmente. También incidió en los dos ejes principales de la recuperación post pandémica, la acción climática y las políticas de iniciativa digital, prometiendo un nuevo acuerdo para la manufacturación de chips en la UE, lo cual permitiría más autonomía tecnológica respeto a Asia. Finalmente, von der Leyen también hizo referencia a la necesidad de una mayor autonomía estratégica europea a la luz de la retirada occidental de Afganistán y del nuevo tratado AUKUS.
En este sentido, desde las páginas del Financial Times Henry Foy y Sam Fleming argumentan que el nuevo acuerdo firmado entre los Estados Unidos, Australia y el Reino Unido, demuestra la necesidad de mayor colaboración militar entre los estados de la UE. Aunque son conscientes de la necesidad de asumir más responsabilidades para proteger el continente, los responsables de la defensa europea reconocen que una colaboración más sólida y eficaz entre los estados miembros no puede sustituir la asociación con los Estados Unidos. La cuestión pues no es independizar militarmente Europa de los EUA, sino cómo convertirlos en un aliado más fiable. En efecto, los principales estados miembros de la UE son muy conscientes de hasta qué punto los Estados Unidos han reorientado su política exterior hacia la competición con la China, dejando las cuestiones de seguridad europeas como una prioridad menor de lo que era durante la Guerra Fría. Dentro de este contexto, tampoco es ocioso que casi simultáneamente, pocos días después de reunirse con el primer ministro de la India, Narendra Modi, para conversaciones bilaterales, el presidente de EEUU acudiera a la primera cumbre Diálogo Quadrilateral de seguridad con los líderes de Australia, India y Japón. Un nuevo conjunto de reuniones, pues, que subraya la creciente urgencia con que Washington y sus socios intentan reconfigurar el equilibrio de poder en la región del Indo-Pacífico.
Por lo que se refiere al segundo gran tema, Florian Elder y Matthew Karnitschnig analizan en la revista Politico las recientes elecciones en Alemania que se ha saldado prácticamente con empate entre las dos fuerzas dominantes, los socialdemócratas del SPD y la alianza conservadora CDU-CSU. Esto comportará un largo proceso de construcción de una coalición que probablemente mantendrá provisionalmente Merkel al frente del país a lo largo del otoño si no más allá. Lo único que se puede decir ahora mismo con certeza es que después de Merkel, Alemania seguirá el rumbo transatlántico y que los partidos moderados continuaran dirigiendo el país más poblado de Europa. Con todo, destaca que ninguno de los partidos mayoritarios haya obtenido más de una cuarta parte de los votos, con lo cual parece que está a punto de acabar su tradicional dominio sobre las coaliciones gubernamentales. Efectivamente, en lugar de la coalición de dos partidos que ha dominado la política alemana de posguerra, es casi seguro que se producirá una alianza de tres partidos, aunque es difícil predecir con cuáles. Tanto los Verdes como el FDP parecen destinados a unirse a esta coalición pero la pregunta clave es saber si se aliarán con el centro-derecha o el centro-izquierda.
También son importantes para el futuro de Europa las sesiones de la Conferencia sobre el futuro de Europa que Guillaume Sacriste y Karolina Borońska-Hryniewiecka reseñan en Le Grand Continent. Para que la Conferencia llegue a buen puerto se debería dar un lugar más importante a los diputados de los estados miembros para reforzar la legitimidad de la Conferencia, si se quiere conseguir que los debates aporten propuestas políticas concretas. En efecto, no invitar a los diputados a participar en las partes más estratégicas del proceso de deliberación podría dar relevancia a las diversas voces euroescépticas a la hora de desacreditar las recomendaciones hechas por los ciudadanos. También podría conducir a acusaciones de falta de transparencia o de potencial desvío de la contribución de los ciudadanos en las deliberaciones políticas. La democracia participativa y la democracia representativa son dos dimensiones esenciales de la legitimidad de la Unión Europea. Por consiguiente, las recomendaciones de los ciudadanos que se presentaran a la asamblea plenaria de la Conferencia en la primavera de 2022 también deberían ser objeto de debates parlamentarios en cada estado miembro ya que, nos guste o no, los parlamentos nacionales son los principales representantes de los diferentes demoi europeos.
En el campo económico, Michele Barbero analiza en Foreign Policy las futuras políticas fiscales europeas. A medida que se va controlando la pandemia del COVID-19, las economías finalmente empiezan a repuntar y se está preparando una importante batalla política sobre cómo debería ser una Unión Europea post-pandémica. Se ha iniciado, pues, un acalorado debate sobre si las restricciones de gasto y deuda de los estados miembros – suspendidas en marzo de 2020 a causa de la crisis del COVID-19 – se deben recuperar o aflojar sustancialmente a largo plazo. En juego hay una batalla por el alma financiera de Europa entre los países del norte fiscalmente conservadores como Alemania y los Países Bajos, y países del sur de Europa como España, Francia e Italia que han exigido durante mucho tiempo más flexibilidad en el gasto. El reto es importante, principalmente porque ahora hay la oportunidad real y sin precedentes de cambiar las reglas. La fractura norte-sur es recurrente en la política europea y en el pasado, ha provocado un profundo resentimiento, como cuando se impusieron dolorosas medidas de austeridad dirigidas a la consolidación fiscal en todo el bloque tras la crisis financiera de 2008. Volvió a resurgir en la pasada primavera, cuando Alemania y los Países Bajos se resistieron al principio a aplicar las medidas de emergencia para impulsar las economías europeas dañadas por los confinamientos. Durante la pandemia, a medida que los gobiernos aumentaron sus préstamos para mantener trabajadores y empresas, la deuda pública se disparó en toda la UE. En el primer trimestre de 2021, la deuda pública mediana de la UE ha crecido un 14% en comparación con el año anterior. La deuda de Alemania ha superado el 70 por ciento de su PIB, mientras que la de Francia ha llegado al 118 por cien, el 160 por cien en Italia y el 200 por cien en Grecia. A diferencia del pasado – gracias en parte a la emisión conjunta de la deuda de la UE y al enorme programa de compra de bonos del Banco Central Europeo –, ahora mismo no existen diferencias sustanciales entre países como mínimo por lo que se refiere al mercado de bonos.
Por su parte, Antonio Turiel y Juan Bordera encaran en la revista Contexto la crisis actual de materias primas y de las cadenas de suministro. Al principio fueron los microchips. No se producían los suficientes y las fábricas de coches empezaron a parar algunos días para acomodar su producción. Después empezaron a escasear –y aumentar de precio- muchos materiales de construcción: acero laminado, aluminio, cobre, cimiento, y hasta madera. También faltan ya algunos pigmentos, resinas epoxi y diversos tipos de plásticos. La lista de materias primas que está escaseando es cada vez más larga, y esto empieza a afectar los materiales elaboradas a partir de ellas. Faltan recambios para algunos coches, o para bicicletas. Hay ordenadores e impresoras que discretamente han desaparecido del catálogo. Pero el problema no acaba aquí: algunos alimentos empiezan también a escasear, este año la cosecha de trigo en Rusia será mala y el precio del trigo está aumentando. Falta acero y aluminio para latas, los costes de los contenedores y de los transportes marítimos, se han multiplicado por diez o por veinte. Pero esto no es todo: de repente el precio de la electricidad también se ha disparado, y las familias y empresas lo sufren.
Con vistas a la próxima celebración de la COP26 en Glasgow, diversos autores alertan de la urgencia creciente de la lucha contra el cambio climático. Así, Oliver Milman denuncia desde las páginas de The Guardian que ninguno de los principales países emisores de gases de efecto invernadero ha elaborado los planes suficientes para reducir la contaminación de cara a cumplir con lo acordado en el Acuerdo climático de París de 2015. Esto quiere decir que el mundo se verá cada vez más sometido a impactos climáticos más desastrosos. Según el Acuerdo de París, los países se comprometieron a evitar que la temperatura mediana mundial aumentara más de 1,5ºC por encima de los tiempos preindustriales para evitar olas de calor, inundaciones, tormentas, sequías y otras consecuencias que ya empiezan a hacerse notar. Pero un nuevo estudio de Climate Action Tracker constata que prácticamente ningún país está cumpliendo con este compromiso. En agosto, un informe relevante del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIEC), la principal autoridad mundial en ciencias del clima, reveló que la quema de combustibles fósiles está cambiando el clima de la Tierra como nunca antes, y que se necesitan recortes rápidos de gases de efecto invernadero para evitar el desastre climático. Hasta los países con objetivos climáticos fuertes no están en camino de cumplirlos, mientras que la financiación internacional para ayudar los países más pobres a hacer frente a la crisis climática se queda corta.
Un buen ejemplo de ello es la situación en Oriente Medio. Anchal Vohra advierte en Foreign Policy que la región se está calentando el doble de rápido que la media mundial y que de seguir así, en 2050 el aumento de temperatura será de 4 grados centígrados. A la vez, el Banco Mundial prevé que las condiciones climáticas extremas serán cada vez más frecuentes y que la región podría tener que afrontar largos períodos de temperaturas muy por encima de las habituales. Más aún, el Instituto Max Planck afirma que muchas ciudades de Oriente Próximo pueden llegar a ser inhabitables antes de finales de siglo. Todo ello en una región ya fragilizada por conflictos armados, corrupción generalizada y disputas interreligiosas que dificultan encarar de manera eficaz los retos que amenazan su futuro. En este contexto, hay que subrayar que son los países pobres de la zona -que no disponen de los recursos derivados del petróleo- los que más sufren la inestabilidad social provocada por la falta de equipamientos básicos, como el agua y la electricidad.
Finalmente, en el campo de las nuevas tecnologías destacamos dos artículos que tratan el papel cada vez más relevante de China en este ámbito. El periódico The Economist argumenta que con la política de bloqueo de competidores extranjeros como Facebook y Google, los gigantes tecnológicos nacionales han dominado durante dos décadas el mercado chino. Hasta ahora el Partido Comunista había mantenido un fuerte control sobre la política, las empresas tecnológicas disponían de un margen de maniobra considerable en sus actividades comerciales. Pero el Partido Comunista ha dado un golpe de timón, recuerda a los multimillonarios de Internet quien tiene el poder real e impulsa un cambio en profundidad y utiliza una serie de nuevas leyes y regulaciones para obligar a las empresas tecnológicas a alterar su comportamiento y sus productos, con el objetivo de controlar todo lo que los chinos ven y hacen en línea. Así, las nuevas reglas obligaran las empresas tecnológicas a escribir un código para sus plataformas de manera que promuevan contenido que guste al gobierno e inhiba el que no.
Paralelamente, Naubahar Sharif señala en La Vanguardia que si China acabara consiguiendo igualar o sobrepasar los líderes tecnológicos occidentales, la escala de sus operaciones alteraría profundamente el panorama tecnológico mundial. En este sentido, China puede aprovechar tres fuentes diferentes de ventaja competitiva para desarrollar su capacidad de innovación tecnológica. Primero, y esto no es ningún secreto, un mercado interno grande. Las otras dos son la decidida intervención estatal en el ámbito de la política industrial, y la globalización por sí misma, que complementan el tamaño del mercado y proporcionan al país una vía hacia el liderazgo tecnológico mundial. Por descontado, los dos primeros factores no son nuevos históricamente, aunque sí lo son para China. Los EUA se han beneficiado en el pasado del desarrollo de un gran mercado interno y hasta de un apoyo gubernamental decidido e intervencionista. El tercer factor, la globalización, tiene un origen mucho más reciente y, en los últimos tiempos, algunos lo consideran como un aspecto aún sometido a muchas vacilaciones.
Política internacional y globalización
U.N.’s Guterres Has a Plan to Reboot Multilateralism
El món es troba en un punt d’inflexió històric. S’enfronta a amenaces interconnectades que podrien soscavar l’estabilitat mundial: una pandèmia implacable, un canvi climàtic accelerat, aprofundiment de les desigualtats i de la inseguretat econòmica, vulnerabilitats digitals massives i la proliferació d’armes nuclears i biològiques. Paradoxalment, precisament en el moment que la cooperació mundial és més necessària per fer front a aquestes amenaces, la solidaritat internacional és escassa. Davant de l’ampli ventall de riscos transnacionals, la majoria dels governs estan massa preocupats a atendre els reptes nacionals. Ara més que mai, però, el futur col·lectiu de la humanitat depèn de la cooperació eficaç. Creades fa 75 anys, les Nacions Unides tenen com a missió facilitar l’acció col·lectiva entre les nacions en qüestions de pau, seguretat i desenvolupament. Durant l’última dècada, l’organització s’ha vist sotmesa a tensions creixents i alguns dels seus òrgans bàsics, especialment el Consell de Seguretat, estan paralitzats. Per evitar una inestabilitat global en expansió, el recentment reelegit secretari general de l’ONU, António Guterres, i líders de diversos països han demanat que es doni un nou impuls al multilateralisme. En el seu informe “La nostra agenda comuna”, Guterres exposa el pla per aconseguir-ho i proposa un reset urgent del sistema global que tingui en compte les necessitats de les generacions futures. S’ha d’iniciar doncs un procés urgent que revitalitzi el multilateralisme i faci que l’ONU sigui més rellevant en la governança econòmica mundial.
Amid Skepticism, Biden Vows a New Era of Global Collaboration
En aquest article publicat a The New Yorker, l’autora assenyala que durant la recent Assemblea General de les Nacions Unides, les dures realitats de la pandèmia, del canvi climàtic i les recents errades a l’Afganistan i en la relació amb França pel tema dels submarins han minat la credibilitat internacional dels Estats Units. En efecte, els EUA – com la resta de la comunitat internacional- han de fer front a nombrosos desafiaments simultanis. Per a l’International Crisis Group l’interès desmesurat dels EUA en la seva competència amb la Xina aboca el president dels Estats Units a una versió bastant clara de la realpolitik, en lloc de l’internacionalisme idealista que propugnava durant la seva campanya electoral. D’altra banda, l’ICG també critica la manca de visió estratègica global de la nova administració nord-americana, més enllà d’un discurs i d’unes formes més diplomàticament correctes que les que feia servir Donald, però que no són ni de bon tros suficients per demostrar un lideratge real.
When the White House Changed Hands, It Changed Tone but Not Policies
A l’Assemblea General de les Nacions Unides, el president Joe Biden va parlar de la importància de la cooperació internacional per fer front al canvi climàtic, la pandèmia de la Covid-19, o l’augment de l’autoritarisme, declarant que els Estat Units “havien tornat a la taula” de negociació, i no actuarien sols. En els seus vuit mesos de presidència, però, Elise Labott considera que malgrat la seva retòrica, Biden està continuant sense falta amb les polítiques del seu predecessor. El més recent exemple és el pacte secret amb el Regne Unit per proporcionar submarins a Austràlia, que substituïa un pacte anterior que Austràlia va signar amb França, i deixava de banda també l’estratègia militar del país a l’Indo-pacífic, malgrat que els Estats Units busquen aliats a la regió. La Unió Europea i altres actors internacionals veuen en aquestes accions una continuïtat de “l’America first” de Trump, sobretot també després de l’abrupta i unilateral retirada d’Afganistan, que va condicionar els aliats dels Estats Units a la OTAN. Labott analitza també la política comercial de Biden, que ha augmentat els impostos i aranzels que va imposar Trump, i ha fallat en les seves promeses de restablir els acords de l’era Obama, com per exemple el pacte nuclear amb l’Iran. Continuant amb la política exterior i migració, Biden no ha revertit tampoc les dinàmiques de deportacions de Trump, malgrat la promesa per augmentar el nombre de persones acollides, i les demandes de països com Haiti, desbordats per la quantitat repatriacions. L’autora reflexiona sobre el seu anàlisi previ de Biden, i conclou que el nou president ha transformat la visió nacionalista de Trump en una política per la classe mitjana americana, però això no es tradueix en bones notícies per als seus aliats. Amb una política exterior que busca cooperació contra la Xina, però que segueix lligada als volàtils interessos de Washington, els Estats Units continuen sent un actor inestable per als seus aliats. Labott anuncia les conseqüències d’aquesta actitud, mencionant els debats sobre una nova política de cooperació militar de la Unió Europea, així com al possibilitat que els països del bloc, més propensos a negociar que a iniciar una guerra freda, busquin acords propis amb la Xina o Rússia.
Joe Biden’s New World Order
Amb el pacte militar entre Austràlia, el Regne Unit i els Estats Units, Biden intenta perfilar un nou ordre mundial. L’autor argumenta que amb aquest nou reforç en les relacions dels països anglòfons, que pot semblar un retorn a velles aliances, s’hi troba un veritable canvi en la política exterior de Washington. Per a McTague, la qüestió no és amb qui s’ha pactat, sinó contra qui. Tot i no ser mencionada en el discurs de Biden, el domini de la Xina a la regió del Pacífic és la causa d’aquesta nova estratègia militar. I per a equilibrar aquest domini, els Estats Units han obviat França, potser l’únic actor europeu amb poder a la regió, però han buscat cooperació internacional amb altres aliats. Aquesta estratègia suposaria un trencament amb la doctrina Trump i amb l’”America first”, malgrat l’escepticisme europeu. A més a més, altres aliances amb diferents actors, com el Japó, suposen un canvi respecte a la situació en la regió en el segle XX, quan hi havia llavors una aliança regional contra la influència comercial i militar dels Estats Units. En els últims vint anys però, amb els Estats Units i els seus aliats distrets per l’extralimitació militar a Orient Mitjà i Afganistan, i després a casa amb fets més recents com el Brexit i l’elecció de Trump, la Xina ha esdevingut un poderós adversari, creat una nova situació de poder a la que els Estats Units s’ha d’adaptar per a “protegir el lliure mercat global” i la supremacia americana de finals de la Segona Guerra Mundial. Amb aquesta perspectiva, el nou pacte entre vells aliats es pot entendre com una nova estratègia per fer front a un nou ordre mundial.
Was heiβt, Amerika ist zurück?
Els líders europeus han adoptat una posició conjunta sobre el pacte AUKUS, recolzant a França després de la rescissió de l’acord que tenia amb Austràlia per a la compra de submarins. Consideren que no és un assumpte bilateral entre Austràlia i França, sinó una situació que afecta les relacions de tota la Unió Europea amb Austràlia i els Estats Units, i el bloc europeu debat ara quines mesures prendre a continuació. En aquest article, l’autor analitza diferents reaccions de líders de la Unió, i les conseqüències que podria tenir el conflicte diplomàtic. L’autor es fa ressò del comentari fet pel president del Consell Europeu, Charles Michael, preguntant-se si és cert que com diu Joe Biden, “els Estats Units han tornat” [a la política internacional]. Tot i les promeses del nou president nord-americà per millorar les relacions amb els seus aliats transatlàntics, el líder europeu veu poques diferències entre Biden i el seu predecessor, que sembla continuar una línia de poca transparència i lleialtat amb els aliats en situacions de conflicte internacional. L’autor considera que els actuals desacords amb els Estats Units, que coincidiran amb el torn de França en la Presidència del Consell de la Unió Europea en la primera meitat del 2022 podrien influir en el projecte d’augment en la cooperació en defensa i capacitat militar del bloc (idea que ja han presentat, entre d’altres, Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comissió Europea; Josep Borrell, Alt Representant de la Política Exterior de la UE; o Emmanuel Macron, president francès ) en detriment d’altres aliances compartides amb els Estats Units. Tot i l’escepticisme de molts respecte a aquesta proposta, sobretot en països de centre-est europeus, que veuen en organitzacions com la OTAN una garantia efectiva de la seva seguretat, la resolució l’evolució del conflicte entre París i Washington podria determinar la nova estratègia de defensa en què vol treballar la Unió Europea.
Is China stepping up its ambition to supplant US as top superpower?
L’analista diplomàtic del diari The Guardian Patrick Wintour assenyala que tot i que Biden es va alienar gratuïtament els principals aliats dels Estats Units, la caòtica retirada de l’Afganistan i el pacte de seguretat signant amb Austràlia i el Regne Unit tenen el mèrit de deixar les coses clares i revelar el gran desafiament de la política exterior nord-americana: la rivalitat sistèmica amb la Xina. Tot i això, la preocupació ara és la rapidesa amb què podria augmentar aquesta rivalitat, especialment a Taiwan. Taiwan, el punt clau del sistema d’aliança dels Estats Units al sud-est asiàtic, és l’illa més gran de l’anomenada primera cadena d’illes, el grup d’illes que manté la Xina bloquejada. És el pròxim objectiu de la Xina i com l’antiga primera ministra britànica Theresa May va assenyalar ja fa temps, ningú no sap ben bé si Occident està preparat per lluitar per salvar Taiwan o si el nou pacte tripartit imposa d’alguna manera una nova obligació al Regne Unit per acudir a la defensa del país. Els mitjans nacionalistes xinesos, entusiastes cronistes de la fi de l’imperi americà, han interpretat, sens dubte, la retirada dels Estats Units d’Afganistan a través del prisma de la reivindicació de Pequín sobre Taiwan. Així, The Global Times ha afirmat que l’Afganistan demostra que, en cas de guerra a l’estret, la defensa de Taiwan es col·lapsaria en poques hores i l’exèrcit dels EUA no acudiria al rescat. El debat clau ara és sobre les veritables intencions de la Xina, el seu calendari i la seriositat de la seva voluntat d’afirmar la seva reivindicació sobre Taiwan. David Edelstein, l’autor de Over the Horizon (Cornell University Press: 2017), un estudi de com interactuen les potències afirma que la Xina té intencions agressives i ambicions globals i actua seguint aquestes ambicions globals perquè això fan les grans potències i, a mesura que es fan més poderoses, es tornen més ambicioses. En canvi, una altra escola de pensament veu això com un dilema de seguretat clàssic en les relacions internacionals. Tant els EUA com la Xina intenten assegurar els seus interessos i, en aquest procés, amenacen els altres. Una tercer interpretació suggereix que la Xina està realment motivada per la seva seguretat nacional i que el que més importa als líders xinesos és que el món sigui segur per a l’autoritarisme xinès.
The nuclear tinderbox: why the Indo-Pacific is the new arena of great power rivalry
Jeremy Cliffe argumenta en aquest article que l’acord Aukus és només el principi del conflicte entre la Xina i els Estats Units a la regió de l’Indo-pacífic. Segons Cliffe, des de 2016, any del pacte ara obsolet entre França i Austràlia, la creixent agressivitat econòmica i militar de la Xina ha provocat que Austràlia busqués una aliança amb un super poder ja en competició amb la Xina: els Estats Units. Del pacte entre els països anglòfons en dedueix també les intencions dels Estats Units. Primerament, la voluntat de contraposar-se de manera efectiva a la Xina en aquesta regió. En segon lloc, la inusual intenció de compartir la seva tecnologia amb els aliats, cedint un relatiu monopoli en aquest aspecte. Finalment, el nou acord apunta a un nou sistema d’aliances, on múltiples grups (Aukus i altres aliances militars com el Five Eyes o el Quad) esdevindrien una xarxa d’aliats, més flexibles per pactar també amb tercers països. Això suposaria un canvi en l’estratègia americana, fins ara centrada en relacions bilaterals entre països. Amb aquesta nova xarxa d’aliances tecnològiques i militars, els Estats Units busca mantenir un equilibri de poder amb la Xina que eviti un conflicte. Tot i això, Cliffe enumera també els riscos d’aquesta estratègia, que no és tan estable com la política de blocs europea en el conflicte amb la URSS. La xarxa de relacions econòmiques, tecnològiques i militars en l’actual situació és molt més volàtil. A més a més, les vies per a resoldre conflictes són més limitades; com afirma l’autor, no hi ha un “telèfon roig” entre Washington i Pequín. Les tensions només augmentaran amb la creixent militarització de la zona, especialment en zones delicades com Taiwan, i qualsevol acció podria acabar en conflicte. La volatilitat de la regió, si bé pot ser el punt de partida de la geopolítica del segle XXI, és també una bomba de rellotgeria.
Der U-Boot-deal ist die Antwort auf Merkels China-Coup
Després de la celebració en secret de l’acord de seguretat entre Austràlia, Estats Units i el Regne Unit per a proporcionar submarins nuclears a Austràlia, França i els seus aliats europeus se senten enganyats. El malestar amb Washington s’afegeix a la unilateralitat amb què es va decidir la retirada d’Afganistan. L’autor, però, defensa que la Unió Europea i especialment Alemanya, no tenen dret a considerar-se víctimes d’aquesta situació. Durant anys, per equilibrar l’agressiva política exterior americana, s’han anat acostant a altres actors com la Xina i Rússia. A més a més, Angela Merkel i Emmanuel Macron van ser els protagonistes d’un pacte econòmic amb la Xina negociat també en secret, que distanciava al bloc europeu de l’enduriment de relacions entre la Xina i els Estats Units. Els Estats Units, amb Joe Biden escollit president però no havent assumit encara el càrrec, van ser qui en aquella ocasió van trobar-se sorpresos per les accions dels seus aliats. L’autor afirma que és hora que la Unió Europea accepti que no pot exigir la protecció i cooperació dels Estats Units, i alhora negociar amb els seus enemics.
How China Exports Authoritarianism
Tot i que alguns analistes continuen argumentant que la Xina no representa una amenaça ideològica per a les normes democràtiques imperants i que el Partit comunista no té la intenció d’exportar la seva ideologia, a parer dels autors és evident que el PCCh ha iniciat una estratègia per promoure el seu estil d’autoritarisme entre els actors iliberals de tot el món. El seu objectiu no és difondre el marxisme ni soscavar les democràcies individuals, sinó més aviat aconseguir la preeminència política i econòmica, i els seus esforços en aquest sentit (difondre propaganda, ampliar operacions d’informació, consolidar la influència econòmica i intervenir en sistemes polítics estrangers) estan buidant la democràcia institucions i normes dins i entre països. Per respondre al repte ideològic de Pequín, els defensors de la democràcia han de comprendre millor el que la Xina pretén aconseguir exportant el seu model polític i com les seves accions estan debilitant la democràcia a nivell mundial. Només així podran dissenyar polítiques efectives que revigoritzin la democràcia arreu, tot buscant de manera selectiva contrarestar la promoció de la governança autoritària de Pequín.
China Is a Declining Power—and That’s the Problem
En aquest article, Brands i Beckley analitzen un possible conflicte bèl·lic entre la Xina i els Estats Units en aquesta dècada, que determinaria quin dels dos superpoders esdevindria hegemònic. Descarten però la teoria de transició de poder, segons la qual les great-power wars (guerres entre superpoders) es produeixen en el moment on un dels poders es troba en declivi i l’altre a l’alça. Argumenten que és molt més comú que les grans guerres ocorrin en el moment en què el superpoder emergent deixa de créixer, i tendeix a actuar de manera més agressiva abans que no sigui massa tard. Brands i Beckley analitzen els casos d’Alemanya en 1914 i el Japó el 1941 per demostrar que en situacions d’estancament o imminent declivi després d’un ràpid creixement, els països poden actuar impulsivament. En tots dos casos anteriors, l’estratègia de contenció d’aliances enemigues van frenar aquest intent desesperat d’assolir l’hegemonia. La Xina, argumenten els autors, es troba a la vora de l’abisme. Després d’un creixement econòmic i tecnològic a velocitat vertiginosa, acompanyat d’una política exterior d’èxit amb el programa “Belt and Road”, ha esdevingut un superpoder capaç de desafiar als Estats Units. Tot i així, podria perdre la seva oportunitat per fer-ho ben aviat. La combinació d’una població cada cop més envellida, una nova dependència per importar recursos d’altres països, i el gir autocràtic del president Xi, que ha parat i fins i tot revertit el procés de liberalització econòmica que va contribuir al desenvolupament han afectat el creixement del país, cada cop més estancat. A més a més, la Xina ha de lluitar actualment contra un entorn internacional cada cop més hostil, resultat de la Covid-19, anys de violacions de drets humans o les seves agressives polítiques expansives. Molts països han establert impostos a productes xinesos i a la seva expansió digital, i els Estats Units ha iniciat una sèrie de polítiques comercials i militars per a configurar una estratègia de contenció contra la Xina, i cada cop més països recolzen aquesta iniciativa. Els autors argumenten que totes aquestes dades són bones notícies per a Washington, ja que la Xina ho tindrà cada cop més difícil per substituir als Estats Units com a primera potència mundial. Ara bé, haurà de saber contenir totes les agressions i estratègies que la Xina, com a superpoder en declivi, pugui realitzar en la propera dècada per a mantenir desesperadament la seva hegemonia.
Les trois leçons de l’alliance entre l’Australie, les Etats-Unis et le Royaume-Uni
L’editorial del diari Le Monde analitza les implicacions de la rescissió del contracte per part d’Austràlia per comprar a França submarins de propulsió convencions i signar un nou contracte amb els EUA per submarins de propulsió nuclear. Considera que això revela els riscos als quals estan exposats els països que aposten més enllà de les seves capacitats i que se’n poden extreure tres lliçons. La primera afecta la relació transatlàntica. Per a aquells que encara ho dubtaven, l’administració Biden no és diferent en aquest punt de l’administració rump: America First continua sent la pauta de la política exterior de la Casa Blanca. La segona lliçó es refereix a Londres. Per a la diplomàcia posterior al Brexit, aquest acord marca una fita important atès que col·loca la Gran Bretanya al bell mig de l’Indo-Pacífic, on ella sola no ho hauria aconseguit. Però sobretot posa els britànics de nou al costat dels EUA. La tercera lliçó és alhora més important i més complexa, perquè va dirigida a Europa. Més enllà de les sensibilitats franceses, és el lloc d’Europa i el seu paper al món el que aquí es posa en dubte. On vol estar Europa en el realineament global que s’està produint a l’ombra de l’enfrontament sino-nord-americà? Hi pot actuar com a potència autònoma, o els països europeus seran testimonis d’aquesta realineació en un ordre dispers, sacrificant tota esperança d’exercir alguna influència i defensar els seus interessos?
The Middle East’s Jihadists Are Copying the Taliban Model
El retorn dels talibans al poder a l’Afganistan ha reforçat la moral de nombrosos grups gihadistes a l’Orient Mitjà a la vegada que també ofereix un exemple polític a emular, és a dir, impulsar una agenda més centrada en els objectius locals o nacionals, enfront dels objectius globals. L’acord dels Estats Units amb els talibans i la posterior retirada de l’Afganistan suggereixen que Washington podria aprendre a reconciliar-se i, fins i tot, a rehabilitar, grups extremistes que no suposen una amenaça directa als seus interessos. Els gihadistes de l’Orient Mitjà se n’han adonat i esperen poder arribar a acords similars amb l’administració Biden. Alguns analistes consideren que aquesta nova estratègia pot ajudar als Estats Units a reduir els costos i reequilibrar les dinàmiques de poder de l’Orient Mitjà a favor seu. Altres temen que els vincles entre els grups gihadistes locals i els globals com Al-Qaeda (ja sigui mitjançant afiliació directa, relacions indirectes o simpatia general) siguin impossibles de separar. Sigui com sigui, sembla que els Estats Units tenen les mateixes ganes de retirar-se de l’Orient Mitjà com tenien de sortir d’Afganistan. Això comporta, doncs, que emular els talibans sigui una opció atractiva i oportuna per a grups gihadistes que pretenguin haver-se reformat.
Al Qaeda Versus ISIS
La ràpida conquesta de l’Afganistan per part dels talibans ha fet créixer el temor que el país es converteixi una vegada més en un refugi segur per als grups islamistes que tinguin la intenció de perpetrar actes de terrorisme internacional. Vist els antecedents dels talibans d’acollir grups tan radicals, aquestes pors estan justificades. Però els dos moviments que lluiten per exercir la seva influència al país, Al-Qaeda i l’Estat Islàmic s’enfronten a seriosos obstacles en la seva intenció d’utilitzar l’Afganistan com a plataforma per reforçar la seva influència i llançar una nova onada d’atacs terroristes. Aquests grups estan radicalment dividits respecte del paper que tindrà en el panorama gihadista mundial un Afganistan controlat pels talibans. Per a Al-Qaeda, la victòria dels talibans és un triomf èpic: el compliment de la promesa de Déu de donar la victòria als creients sobre els infidels. Per a l’ISIS, no és en absolut un triomf, sinó una prova més de la voluntat dels talibans de col·laborar amb els nord-americans. Mentre Al-Qaeda reforçava la seva relació amb els talibans, l’ISIS acusava els acusava de ser uns desviacionistes, sobretot després de la mort del mollah Omar el 2013, arran de la qual els talibans es van fer cada vegada més nacionalistes i tolerants amb la minoria xiïta de l’Afganistan i van intentar forjar relacions amb estats considerats per ISIS com infidels. En definitiva, el retorn dels talibans al poder podria donar a Al Qaeda la possibilitat de reconstituir-se i reorganitzar-se tot i que ja no està tan ben posicionada com fa uns anys per aprofitar-la. Per la seva banda, l’ISIS intentarà jugar un paper de spoiler, però tindrà dificultats per guanyar suport a nivell nacional.
Le système politique russe a changé
Segons l’autora, tot i la victòria del partit governant Rússia Unida, sorgeix la qüestió del caràcter tecnocràtic i autoritari del règim. Al llarg dels darrers cinc anys, Rússia ha canviat. Des de les darreres eleccions a la Duma del 2016, el país no només és més autoritari, sinó que ha establert les bases per a la seva pròpia transformació en una tecnocràcia centralitzada que assegurarà la renovació generacional i podrà sobreviure a Vladimir Putin. Un dels principals actors d’aquest desenvolupament és l’Administració presidencial, el braç executiu del Kremlin dirigit per Anton Vajno i el cap de la política interior del qual és el primer adjunt cap de gabinet (i ex primer ministre de Boris Yeltsin), Sergei Kirienko. Establint un paral·lelisme forçat amb la Unió Soviètica, la Rússia de Putin ha entrat en la seva etapa brejneviana: un moment en què, amb el dubte de com mantenir un règim envellit, el camí emprès no era el de la reforma, sinó el de la burocratització de l’aparell al poder. Aquest desenvolupament és evident quan es tenen en compte els canvis que s’han produït en els darrers anys, tant en el paper i la composició del partit governant, Rússia Unida, com en el funcionament general de la política regional. Tanmateix, fins i tot en absència de reformes estructurals, Rússia no és la Unió Soviètica dels anys setanta i vuitanta: l’economia és més sòlida i el govern de Mishoustin ha llançat una sèrie d’iniciatives destinades a fer una administració pública més eficient i a desenvolupar tecnologies de la informació que probablement contribuiran a l’organització i l’estabilització del règim. No obstant això, a la llarga, l’eficiència administrativa i la innovació tecnològica no seran suficients per omplir les mancances d’un sistema que, en lloc d’oferir perspectives de creixement a la població, les reprimeix.
Catalunya, España, Europa
Sin prisa, sin pausa, sin plazos
El 20 de febrer passat Jonathan Powell escrivia el punt final a Londres al seu prefaci per a l’edició espanyola de Dialogar amb terroristes. Qui va ser cap de gabinet de Tony Blair sistematitza en aquest assaig la seva experiència com a interlocutor amb organitzacions terroristes i extreu lliçons per argumentar per què alguns processos de pau fracassen i altres reïxen. Parla des del País Basc a Sud-àfrica o Colòmbia i naturalment incorpora el seu aprenentatge com a figura clau en la negociació a Irlanda de Nord. La versió catalana publicada fa poques setmanes l’ha impulsat l’Institut Internacional Català per la Pau. No és casualitat. És una aposta ideològica que encaixa amb la funció clàssica d’aquest organisme de la Generalitat i al mateix temps és una aposta intel·ligent per al present. Si es negocia amb qui mata, com no pot dialogar per resoldre un conflicte com la crisi catalana? Les parts assumeixen que aquest conflicte ve de lluny -deu anys, va repetir Sánchez- i que uns i altres parteixen de llocs molt allunyats, ara per ara sense punt de trobada a l’horitzó. Però un cop iniciat el procés de diàleg, establint calendari i metodologia, no resulta tan fàcil interrompre. Qui s’aixequi de la taula, assumirà la responsabilitat de perpetuar una situació anòmala. I precisament per això la imatge de la trobada entre Sánchez i Aragonès no només és màrqueting. La fotografia incorpora un missatge: la presència de Sánchez és testimoni del seu compromís. Qui no vulgui comprometre en la normalització política, a Catalunya i Espanya, que assumeixi també aquest paper.
El factor Puigdemont
A parer de l’autora, Carles Puigdemont és el principal factor de desestabilització de l’estat espanyol i té la legitimitat de representar més d’un milió de votants catalans i el seu títol de president de la Generalitat fa que, tot i no estar en exercici, la seva representativitat superi les fronteres del seu partit. L’expresident també sap que de la seva visibilitat en depèn no només el seu futur personal i el de JxCat sinó la prova de la utilitat de la seva esttatègia, la de la internacionalització del conflicte que el va portar a l’exili. Puigdemont, l’eurodiputat i l’expresident, ha tornat a demostrar que és el principal actiu de l’independentisme en l’esfera internacional i que la seva situació és capaç d’activar la diplomàcia i la policia d’allà on apareix per fer passar una mala estona al Tribunal Suprem i al jutge Llarena, però també a les autoritats judicials i polítiques de la UE i del govern espanyol i del govern català per raons diferents. La detenció i alliberament a l’Alguer demostra un cop més que Puigdemont és l’ull de poll de la justícia espanyola i dels sectors del nacionalisme espanyol (de Vox al PSOE) que dijous a la nit salivaven amb la idea de la seva extradició i empresonament a Espanya. Però les seves expectatives de revenja no s’han complert. Els que estan disposats a continuar erosionant la imatge i la credibilitat de la justícia espanyola, que deixen en evidència la politització i la manca de bona fe processal del Tribunal Suprem desafiant directament el Tribunal de Luxemburg, han tornat a patir un revés en temps rècord, aquest cop per part de la justícia italiana. La curta detenció de Carles Puigdemont recorda a qui li calgui que no hi haurà avenços polítics estables sense tenir-lo en compte a ell i a la resta d’exiliats. La taula de diàleg pot saltar pels aires perquè requereix dosis ingents de bona voluntat i molt convenciment que el diàleg és el mètode de la política per excel·lència. L’extradició de Puigdemont seria una prova de foc per al govern espanyol i per al govern català. Objectivament, el diàleg ha de superar un govern espanyol interessat en narcotitzar la qüestió catalana i un govern català dividit i que aconsegueix sempre l’argamassa in extremis en resposta a l’actuació judicial i política de l’Estat.
Si cau Puigdemont, cau Pedro Sánchez i explota tot
Després de l’incident de la seva detenció a Sardenya, l’autor considera que queda clar que Carles Puigdemont segueix i continuarà sent el referent de la resistència sobiranista catalana. I que mentre no es resolgui l’exili, la ferida entre Catalunya i Espanya es mantindrà oberta i com el volcà de La Palma entrarà esporàdicament en erupció segons les circumstàncies. Només una sortida digna per al president, que va ser elegit democràticament i destituït a l’empara d’una legislació tergiversada, permetrà recuperar progressivament la normalitat política desconflictivitzada que pretenen socialistes i republicans i anhela bona part de la societat catalana. Amb tot, el més interessant i/o alarmant que han posat en evidència els fets de l’Alguer és comprovar fins a quin punt està disposat el búnquer judicial a utilitzar Puigdemont o el que sigui per fer caure el govern de coalició que formen el PSOE i Unidas Podemos. Sembla com si el Deep State pretengui un ensorrament traumàtic de l’actual executiu atesa la dificultat de la dreta espanyola, cada cop més extrema, a guanyar el poder democràticament. Efectivament, a hores d’ara Carles Puigdemont és un factor principal de desestabilització en la política espanyola i no són pocs els interessats en aprofitar-ho. Sens dubte, qui va patir el pitjor ensurt i ves a saber si no un atac de pànic quan va transcendir la detenció del president Puigdemont a Sardenya, va ser el president del govern espanyol, Pedro Sánchez. Sento contradir el Molt Honorable, però des de qualsevol punt de vista el cap de l’Executiu espanyol és ara mateix la persona a qui menys interessa que Puigdemont sigui lliurat a la Justícia espanyola. Una detenció en ferm —i ja no diguem una extradició— faria saltar pels aires la legislatura espanyola… I encara tot és possible.
El reino podrido
Des de les pàgines de la revista Contexto, Ernesto Ekaizer analitza en profunditat les implicacions de la demanda civil per assetjament, seguiment il·legal i difamació presentada a Londres per l’examant de Rei emèrit. En els últims tres anys i mig, les activitats presumptament il·lícites de Joan Carles I han estat investigades a Suïssa i a Espanya amb una peculiaritat: no està formalment imputat en cap dels dos països. Però ara, la demanda civil de Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, la seva ex amant, davant del Tribunal Superior de Justícia d’Anglaterra, l’ha obligat a saltar a l’arena. La demanda, signada per Corinna el 29 de desembre de 2020, va ser tramitada al març de 2021 i el text li va ser enviat a Joan Carles al Palau de la Zarzuela a Madrid i a la seva residència d’Abu Dhabi, als Emirats Àrabs Units, on viu des del 4 d’agost de 2020. Fonts jurídiques assenyalen que Joan Carles es va resistir a donar acusament de rebuda al document de 30 folis que conté els anomenats particulars of claim -el relat del cas i dels fets-, una conducta que va variar amb posterioritat i que ha conduït a l’emèrit, d’acord amb el suggeriment del seu advocat -el penalista Javier Sánchez-Junco, exfiscal de la Fiscalia Anticorrupció-, a contractar el caríssim bufet Clifford Chance de Londres, segons s’ha comunicat al Tribunal Superior de Justícia. Destaca que si bé la demanda va dirigida exclusivament contra Joan Carles I no resulta menys rellevant el paper estel·lar del general Félix Sanz Roldán, director del Centre Nacional d’Intel·ligència (CNI) en el moment dels fet. Sanz va informar als diputats membres de la Comissió de Secrets Oficials de Congrés, el 25 de juliol de 2018, que havia viatjat a Londres al maig de 2012 per reunir-se amb Corinna, un fet que va tornar a admetre en seu judicial el 15 de gener de 2021, en celebrar-se el judici que va impulsar ell mateix contra Villarejo per denúncia falsa i calúmnia, després que aquest assenyalés el director del CNI com a autor d’amenaces de mort a Corinna. Ara doncs, els advocats de Clifford Chance hauran de respondre en nom de Joan Carles I a les acusacions de la demanda civil, i el jutge a càrrec del procediment segurament convocarà les parts per establir el full de ruta: la presentació de proves, declaracions jurades de testimonis i terminis. La primera batalla serà la de la jurisdicció dels tribunals britànics per resoldre la demanda. La segona seria la immunitat sobirana de Joan Carles I en la seva condició d’excap d’Estat, una batalla difícil de guanyar si es té en compte el precedent de març de 1999 quan els jutges van dictar una sentència en la qual no es reconeixia la immunitat sobirana de Pinochet per delictes de tortura, ja que no formaven part de les funcions d’un cap d’Estat.
Von der Leyen finds EU’s soul — and its weakness — in State of Union address
En el seu discurs anual sobre l’Estat de la Unió, la presidenta de la Comissió Europea, Ursula von der Leyen va parlar de la importància i de la força dels valors europeus, però va tractar també la situació de la Unió en política internacional, i en les disputes dins del bloc, suggerint segons argumenta David Herszenhorn que la Unió Europea pateix per poder aconseguir els seus objectius i projectar-se internacionalment. En un moment d’inestabilitat i incertesa social i política, el seu discurs, “Enfortir l’Ànima de la Unió”, que l’autor considera poc inspirat, va fer referència primerament a la importància dels valors europeus, i del projecte col·lectiu que és la Unió Europea. Von der Leyen va parlar també de la gestió de la pandèmia, que eventualment ha suposat una victòria per la Unió enfront de les crítiques rebudes inicialment, tant dins com fora del bloc. Posant el focus en l’èxit de l’estratègia de vacunació, i en l’esforç de cooperació amb altres nacions per distribuir dosis a tercers països, la presidenta va fer menció també a la necessitat de crear una agència europea competent per actuar en qüestions d’emergència sanitària per a poder afrontar aquestes situacions amb major rapidesa i facilitat. En el seu discurs va parlar també d’acció climàtica i polítiques d’iniciativa digital, prometent un nou acord per a la manufacturació de xips dins el bloc, fet que permetria més autonomia tecnològica d’Àsia; i parlant també del Pacte Verd Europeu, que si bé conté polítiques ambicioses, seria difícil adaptar-les a un context global, admetent que caldrà persuadir a altres actors, com la Xina, per a poder assolir un canvi significatiu. Von der Leyen va fer també referència a la necessitat de més “autonomia estratègica” per la Unió Europea, sobretot després del fracàs a Afganistan. La crida per a una estratègica militar conjunta, que Herszenhorn argumenta que seria un pas per començar a reforçar la situació de la Unió com a actor internacional, compta però amb moltes detractors i escèptics sobretot en els països de l’est. Un altre punt de discòrdia dins del bloc és l’Acord sobre Migració i Asil, que la presidenta de la Comissió va instar als estats membres a adoptar, però que continua una història de desacords de més de sis anys sobre la qüestió.
Conférence sur l’avenir de l’Europe : comment éviter le choc des légitimités
Més d’un any després del llançament de la iniciativa a proposta de la presidenta de la Comissió, Ursula von der Leyen, la Conferència sobre el Futur d’Europa ha iniciat fa pocs dies les seves activitats en forma de panells, abans de reunir-se en sessió plenària a finals del mes d’octubre. Per als autors, per tal que la Conferència arribi a bon port, s’ha de donar un lloc més important als diputats dels estats membres per tal de reforçar la legitimitat de la Conferència, si es vol evitar que els debats no portin a propostes polítiques concretes. En efecte, en aquest context, no convidar els diputats a participar a les parts més estratègiques del procés de deliberació probablement donarà pes a les diverses veus euroescèptiques i nacionalistes destinades a desacreditar les recomanacions dels ciutadans. També podria conduir a acusacions de falta de transparència o de potencial “desviament” de la contribució dels ciutadans a les deliberacions polítiques. A més, es corre el risc de perdre una gran oportunitat per europeïtzar els membres dels parlaments nacionals, especialment aquells que formen part de comitès sectorials, que no segueixen els assumptes europeus diàriament, però que poden estar interessats en l’establiment de l’agenda política en els seus respectius sectors. La democràcia participativa i la democràcia representativa són dues dimensions essencials de la legitimitat de la Unió Europea. Per tant, les recomanacions dels ciutadans presentades a l’assemblea plenària de la Conferència a la primavera del 2022 també haurien de ser objecte de debats parlamentaris nacionals, preferiblement a les sessions plenàries de tots els parlaments nacionals de la UE. S’hauria d’assegurar una àmplia cobertura mediàtica nacional per racionalitzar la informació sobre fins a quin punt les recomanacions dels ciutadans han estat discutides, adoptades o rebutjades pels partits i els diputats nacionals, permetent així una autèntica politització de la governança europea en contextos nacionals. Ens agradi o no, els parlaments nacionals són els principals representants dels diferents demoi europeus. No només tenen un mandat natural, sinó també la capacitat de traduir els postulats dels ciutadans en propostes formals de política. En última instància, si esperem una discussió sobre possibles canvis en els tractats com a resultat de la Conferència, això no podrà ser sense el suport de les majories governants nacionals. Convidar els parlamentaris a fer d’observadors durant els panells ciutadans i obtenir informació de primera mà sobre el procés de deliberació podria ajudar a aconseguir-ho.
European defence: the quest for ‘strategic autonomy’
Els autors argumenten que el nou acord signat entre els Estats Units, Austràlia i el Regne Unit, conegut com a Aukus, demostra la necessitat d’una major col·laboració militar entre els estats de la UE, tot tenint en compte que els EUA continuen sent un soci indispensable. Tot i que són conscients de la necessitat d’assumir més responsabilitat per protegir el continent, els responsables de la defensa europeus reconeixen que una col·laboració més sòlida i eficaç entre els estats membres no pot substituir l’associació amb els Estats Units. La qüestió doncs no és independitzar militarment Europa dels EUA, sinó de com pot ser un aliat més fiable. Els principals estats membres de la UE són molt conscients de fins a quin punt els Estats Units han reorientat la seva política exterior cap a la competència amb la Xina, deixant les qüestions de seguretat europees com una prioritat menor del que era durant la guerra freda. Alguns veuen com una qüestió de temps abans que els EUA retirin més actius militars d’Europa mentre continua augmentant la seva presència a la zona de l’Indo-Pacífic. La qüestió més urgent que afronta ara la UE és, però, com respondre al fet que, tot i que la retòrica nord-americana pot haver canviat respecte dels anys de la presidència de Trump, la seva prioritat geoestratègica i la seva rivalitat amb la Xina continuen més vigents que mai. En aquest sentit, els autors consideren que l’OTAN segueix sent la pedra angular de defensa de defensa europeu, però que es pot millorar i s’ha d’enfocar en funció de les prioritats d’uns i altres de cara a construir un sistema de defensa més madur.
Scots don’t back Nicola Sturgeon’s push for 2023 independence vote
La primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon va tornar a renovar a finals de setembre la seva intenció de demanar un segon referèndum d’independència per al 2023. Tot i que el primer ministre del Regne Unit, Boris Johnson, ha dit fins ara que no en concedirà cap, l’SNP ha indicat que està preparat per celebrar un referèndum sigui com sigui, i fins i tot de recórrer als tribunals, establint un enfrontament constitucional amb Westminster. Això no obstant, segons una enquesta realitzada per la revista Politico, els escocesos –per un marge estret– consideren que la potestat per celebrar un referèndum hauria de ser a Westminster i no estan convençuts actualment dels avantatges de la independència. El 43% dels enquestats diuen estar d’acord que Escòcia només hauria de celebrar un segon referèndum d’independència si el govern del Regne Unit també hi està d’acord, mentre que el 38% no hi està d’acord. Així mateix, entre un 44% i un 47% dels enquestats donen suport al manteniment d’Escòcia dins del Regne Unit, un marge més reduït que el resultat de 55%-45% del 2014, però molt allunyat del gran avantatge que tenia el Sí fa 12 mesos. Pel que fa al calendari, els votants estan majoritàriament en contra de celebrar el referèndum l’any vinent (50% a 34%) però es mostren molt més dividits quan a la possibilitat de celebrar-ne un durant els propers cinc anys (41% a favor i 42% en contra). Finalment, la perspectiva d’una reincorporació a la Unió Europea també és un element atractiu per a la causa independentista. El 39% dels enquestats, incloent-hi el 21% dels partidaris del No, afirma que és més probable que donin suport a la independència si fos cert que una Escòcia independent s’adheriria a la UE. No obstant això, el camí d’una Escòcia independent cap a la UE està ple d’obstacles difícils d’aclarir. Segons les normes de la UE, els nous estats membres s’han de comprometre a adherir-se a l’euro, cosa que el 43% dels enquestats considera com un factor que els fa menys propensos a donar suport a la independència d’Escòcia.
Post-Merkel, a muddle: 9 German election takeaways
Després dels ajustats resultats de les eleccions a Alemanya, les negociacions entre els partits acaben de començar a partir d’una premissa molt clara: el proper govern serà centrista, un cop més, Només queda pendent saber qui el dirigirà. Aquesta pregunta trigarà setmanes o mesos a tenir resposta. Però el que ara és evident és que els pobres resultats del partit Die Linke –que podrien haver obert la porta a una aliança d’esquerres amb els socialdemòcrates (SPD) i els Verds– signifiquen que Olaf Scholz del SPD té molt menys marge de maniobra. En aquest context, l’autor destaca a la revista Politico els aspectes més rellevants de les eleccions. Primer, els líders dels Verds i del FDP consideren que l’empat entre els dos principals partits constitueix una gran oportunitat, tot i que el FDP només va obtenir guanys marginals i els Verds s’han desinflat després de les excel·lents perspectives que tenien a principis d’any. Segon, el co-líder dels Verds, Robert Habeck, ha fet avinent que una coalició amb el SPD i el FDP és ara mateix complicada, atès que el SPD i els Verds tenen un encaix ideològic més proper mentre que el FDP està més a la dreta. Però no obstant això, també ha afirmat que tot podria passar. Tercer, ni el FDP ni els Verds no han dit clarament que el partit més votat ha de ser qui iniciï les converses per formar govern. Quart, el partit d’extrema dreta Alternativa per a Alemanya (AfD) va perdre vots en comparació amb el 2017 i, amb això, la seva condició de principal partit opositor. Durant la campanya va intentar aprofitar el descontentament de la població respecte de la gestió de la pandèmia, però la majoria dels votants no han optat per la confrontació, almenys a la regions occidentals més poblades.
El lado oscuro de Merkel
Després de les eleccions alemanyes, l’autor fa balanç dels 16 anys d’Angela Merkel al poder. Afirma que sense ella és probable que la UE no hagués mantingut l’euro, ni pactat el divorci amb el Regne Unit. Segurament, tampoc no hagués acollit 1,5 milions de refugiats que fugien de les guerres a l’Orient Mitjà, ni aprovat una emissió de deute conjunt per sortir de la crisi provocada per la COVID-19. No hi ha dubte que la seva integritat i dedicació han estat un far per a les democràcies liberals assetjades pel nacional populisme. Merkel és una possibilista, no una visionària. El seu estil tranquil i avorrit resta emoció a la política, i això és molt bo per teixir aliances i resoldre problemes. L’ex-cancellera, més que construir, ha navegat i ningú pot negar que ha arribat lluny. Des que va ser escollida el 2005, ha superat les crisis de l’euro (2010), dels refugiats (2015), del Brexit (2016) i de la pandèmia (2020). Fàcilment hagués pogut estavellar-se contra alguns d’aquests esculls. No només els va sortejar, sinó que també va obligar els democristians més conservadors a acceptar el salari mínim i el tancament de les centrals nuclears. Arran de l’accident a la central japonesa de Fukushima el 2011, va decidir que Alemanya deixaria de produir energia nuclear en deu anys. Una decisió popular, massa emotiva, exemple d’altres mesures amb amplis efectes negatius. Avui Alemanya és més dependent del gas i del carbó, paga una de les factures energètiques més altes del món industrialitzat i té dificultats per reduir les emissions de C02 tot i haver invertit una fortuna en energies renovables. Així mateix, Alemanya necessita el gas de Rússia i Merkel, tot i les agressions de Putin, ha mantingut el seu suport al gasoducte NordStream2 que garanteix el subministrament a través del Bàltic. Donar suport a les sancions de la UE contra Rússia per l’annexió de Crimea i la persecució del dissident Navalny, només maquillen aquesta postura contrària als interessos dels seus aliats. L’economia alemanya és la quarta del món i Merkel ha dirigit la seva expansió fins a gairebé la plena ocupació. No obstant això, depèn tant de les exportacions a la Xina, que la cancellera amb prou feines ha protestat la repressió contra els uigurs a Xinjiang i els demòcrates a Hong Kong. Xina és el principal soci comercial d’Alemanya fora de la UE, per davant dels EUA És el principal mercat per a BMW, Mercedes i Volkswagen i la indústria pesada. Així, quan va presidir la UE a la segona meitat de l’any 2020, Merkel va intentar blindar aquesta posició avantatjosa amb un acord comercial que no obligava a la Xina ni a respectar els uigurs ni a la dissidència de Hong Kong. Una altra càrrega per a Europa i els propis alemanys ha estat l’austeritat. Alemanya prefereix els superàvits a la inversió. El rigor pressupostari durant la crisi de l’euro, per exemple, va agreujar la misèria dels països mediterranis i, de retruc, va propulsar als partits de la ultradreta. El mateix va passar quan la cancellera va obrir les portes als refugiats sense consultar als seus socis. Els països de l’Est es van sentir amenaçats i menyspreats. En definitiva, Merkel no deixa una Europa i una Alemanya ben preparades per afrontar els reptes globals, però sí que ens deixa l’exemple de la seva ètica i això és una cosa més del que van deixar Adenauer, Brandt i Kohl, faldillers i bevedors que van acabar malament els seus mandats. Merkel és la primera cancellera que no es va amb una derrota, un altre exemple de la seva gran habilitat política.
Election leaves Germany in limbo
Les recents eleccions generals celebrades a Alemanya han deixat uns resultats de pràcticament empat entre les dues forces polítiques dominants, els socialdemòcrates del SPD i l’aliança conservadora de la CDU-CSU. Això comporta un llarg procés de construcció d’una coalició que probablement deixarà Merkel al capdavant del país, de manera provisional, al llarg de la tardor si no més enllà. L’únic que es pot dir ara mateix amb certesa ara és que després de Merkel, Alemanya seguirà el rumb transatlàntic sòlidament favorable a la UE, i que els partits moderats continuaran dirigint el país més poblat d’Europa. Tanmateix, l’autor apunta que cap dels dos partits majoritaris ha obtingut més d’una quarta part dels vots, amb la qual sembla que està a punt d’acabar el seu tradicional domini sobre les coalicions governamentals. Efectivament, en lloc de la coalició de dos partits que ha dominat la política alemanya de postguerra, és gairebé segur que es produirà una aliança de tres partits, tot i que es fa difícil predir amb quins partits. Tant els Verds com el FDP semblen destinats a unir-se a aquesta coalició. La pregunta clau és saber si s’uniran amb el centre dreta o el centre esquerre. Mentrestant, després de 16 anys Merkel s’enfronta a la clara possibilitat d’haver de lliurar el poder al partit que va derrotar per convertir-se en cancellera. També haurà d’afrontar les crítiques formulades des de les seves pròpies files per haver malbaratat la seva successió en no participar en la campanya amb més ganes.
The Post-Merkel Return of German Ideologies
En els 16 anys d’Angela Merkel al capdavant del govern alemany, tres dels quatre gabinets que ha dirigit han estat en coalició amb el seu rival polític, l’SPD. Ara, amb la seva retirada, i en unes eleccions on la opció de coalició entre el CDU i l’SPD podria no arribar a la majoria al Bundestag, Adam Tooze argumenta en aquest article que la clivella dreta-esquerra podria tornar a esdevenir rellevant en la política alemanya. En les últimes dècades, l’SPD i els Verds s’han distanciats de les posicions de Die Linke, sobretot pel que fa a la política exterior, però en política domèstica, les propostes dels tres partits són més semblants. I amb les últimes enquestes augurant la victòria de l’SPD i una millora de resultats dels Verds, aquests s’haurien de decidir entre un govern amb Die Linke, o amb el partit liberal FDP. En la qüestió ideològica, una coalició entre els tres partits d’esquerres seria més plausible, però suposaria un gir cap a l’esquerra que deixaria l’SPD obert a més crítiques des de la dreta, que es trobaria més còmoda amb una coalició amb la FDP, si aquest últims accepten entrar finalment a govern, després de trencar negociacions al 2017 per governar amb Merkel. L’autor argumenta que aquesta decisió no només tindrà conseqüències per Alemanya, sinó també a Europa. La FDP ha promès una actitud rígida amb el deute, posició contrària a la dels seus possibles partits de coalició al govern i a la de diversos estats europeus, com Itàlia, Espanya o França, amb un deute que excedeix el 100% del PIB. Tooze conclou que tot s’acabarà de decidir amb els resultats de les eleccions. Tornar a obrir la clivella dreta-esquerra és un risc, però també ho és negar les diferències entre conservadors i progressistes. Sigui com sigui, les decisions de l’SPD i els Verds condicionaran tant el futur d’Alemanya, com d’Europa.
Horand Knaup, Aus Fehlern gelernt
El Partit Socialdemòcrata d’Alemanya (SPD) va guanyar el passat diumenge les eleccions federals d’Alemanya de 2021, marcades la incertesa causada per tres possibles candidats a la Cancelleria. Jana Faus i Horand Knaup expliquen com la implementació de les recomanacions d’un anàlisi encarregat pel partit desprès de la derrota electoral de 2017 en combinació amb els errors dels oponents va permetre al SPD emergir com a primera força. L’estratègia de campanya que va adoptar el partit, si bé defensiva, ha resultat efectiva. En primer lloc, al contrari que la CDU, els socialdemòcrates han presentat sempre un front unit. També han centrat molt la campanya al voltant del candidat, Olaf Scholz, escollit molt abans que els rivals, i per tant més conegut per la premsa. Han sigut positives també les decisions de simplificar el programa electoral i definir clarament les propostes de polítiques socials, ressaltant la bona feina feta pels ministres en els anteriors governs de coalició. Aquesta estratègia contrasta amb la situació dels altres candidats a la Cancelleria. Armin Laschet (CDU) vas ser nominat com a candidat molt més tard, i no va aconseguir amagar l’evident discòrdia dins del seu partit. A més a més, la seva gestió de les inundacions de la regió del Rin durant l’estiu va generar moltes crítiques. Els Verds, per la seva banda, han presentat un front més unit durant la campanya, però no han sabut aprofitar l’atenció mediàtica rebuda per la seva candidata, Annalena Baerbock, ni definir clarament moltes de les seves propostes en els debats televisius i altres entrevistes. Scholz, en canvi, va fer un millor paper en els debats, centrant-se en tres punts (salaris, pensions i habitatge) i parlant-ne de manera clara i concisa. També va saber aprofitar la seva posició com a ministre i l’impacte mediàtic en la gestió de les crisis de la pandèmia i les inundacions, projectant una imatge de govern competent i alhora una aposta per la necessitat social de canvi. Els autors conclouen que l’actuació d’Olaf Scholz, resultat d’estratègia i experiència prèvia l’han conduït a l’èxit electoral, si bé encara no està clar si serà suficient per arribar a la Cancelleria.
Democracia, diversidad y cultura
It’s shocking to see so many leftwingers lured to the far right by conspiracy theories
Des de les pàgines de The Guardian, George Monbiot deplora que en els moviments contraculturals les teories de la conspiració (no només les creences antivacunes) s’han anat estenent. Avui, les velles fronteres s’han trencat i les persones més improbables s’han convertit en susceptibles de ser receptives als arguments de l’extremisme de la dreta. En aquest sentit, el moviment antivacunes és un canal altament eficaç per a la penetració d’idees d’extrema dreta en les contracultures d’esquerra. Des de fa anys ja, el moviment antivacunes ha estat a cavall entre l’ecologisme i l’extrema dreta. Les creences antivacunes se solapen amb una gran sensibilitat cap a les teories de la conspiració. Aquesta tendència s’ha vist reforçada pels algoritmes de Facebook que dirigeixen les persones reàcies a la vacuna cap a grups de conspiració d’extrema dreta. Monbiot considera que aquesta síntesi de cultures alternatives d’esquerra i de dreta ha estat accelerada pel desànim, la confusió i la traïció. Després que els partits polítics d’esquerres s’adaptessin al poder de les grans empreses, la dreta es va apoderar del llenguatge que havien abandonat. Steve Bannon i Dominic Cummings van reutilitzar brillantment els temes de l’esquerra de resistir el poder de l’elit i recuperar el control de les nostres vides, la qual cosa ha provocat un canvi d’idioma gairebé perfecte. Els partits que abans pertanyien a l’esquerra parlen de seguretat i estabilitat, mentre que els de la dreta parlen d’alliberament i revolta.
Pendiente o precipicio. La debilidad de la izquierda
L’autor analitza a la revista Contexto la debilitat de les esquerres en el món desenvolupat, i molt especialment a Europa. A hores d’ara només hi ha governs progressistes a Espanya, Dinamarca, Finlàndia, Noruega, Portugal i Suècia. Potser a Alemanya hi hagi alternança si finalment el SPD aconsegueix formar una coalició de govern amb els Verds i els Liberals. Els partits socialdemòcrates porten en crisi molts anys, amb pèrdues electorals que de vegades arriben a el 50 per cent dels vots que tenien fa un parell de dècades. El Partit Socialista francès està pràcticament desaparegut. El PASOK no va sobreviure a la crisi grega. El Partit Laborista holandès està per sota del 10% dels vots. Partits que abans superaven còmodament el 30% ara estan deu o quinze punts per sota. A l’esquerra de la socialdemocràcia han sorgit, o s’han reforçat, algunes forces polítiques radicals, que no tenen però l’impuls suficient per substituir els partits moderats d’esquerra: és el cas de Unidas Podemos a Espanya, de la França Insubmisa o del Bloco portuguès. La gran excepció ha estat a Grècia, on, el 2015, per primera vegada en la història europea, va guanyar les eleccions i va arribar al poder un partit a l’esquerra de la socialdemocràcia, Syriza. Per la seva banda, els partits verds porten bregant des de fa temps, però no acaben de despegar, ni tan sols en els països amb major consciència ecològica. Sánchez-Cuenca argumenta que les esquerres no han estat capaces de capitalitzar de forma duradora el descontentament generat per la crisi de 2008 i les polítiques d’austeritat que la van seguir. Paradoxalment, l’augment de la desigualtat en els països desenvolupats ha suposat un debilitament de l’esquerra. En tractar-se d’una anàlisi de dues dècades que combina resultats de partits molt diversos en quinze països, la tendència decreixent no pot atribuir-se als “sospitosos habituals”, és a dir, la línia ideològica seguida o el model organitzatiu del partit i la seva relació amb la societat. Sembla, per tant, que hem de mirar més enllà de la ideologia i l’organització. La concentració de poder (econòmic, mediàtic i cultural) en unes poques mans, afavorida pel capitalisme financer globalitzat, potser explica per què les esquerres ho tenen tan difícil. El tauler de joc, per així dir-ho, està inclinat. Però això és matèria per a un altre article i, amb sort, per a un debat més general sobre el que està succeint amb les forces progressistes en les societats occidentals.
a pandemia e il respiro spezzato del multilateralismo
En el segon any de la pandèmia, la salut continua dominant l’escena com a terreny d’un joc geopolític dur i desordenat. El nou patogen, anunciat amb anticipació per la comunitat científica, mai no s’hauria d’haver convertit en una pandèmia. L’informe del Grup Independent de l’Organització Mundial de la Salut (OMS) ho ha establert sense embuts, confirmant que la comunitat internacional tenia totes les habilitats tècniques i les normes operatives vinculants per limitar el primer brot viral i convertir-lo en un epidèmia circumscrita geogràficament. No va ser així. L’autora considera, doncs, que la catàstrofe sanitària en què ens trobem és el fruit de la incapacitat dels governs per adherir-se a les normes del dret internacional i cooperar, com va passar en el camp de la salut en plena Guerra Freda. Arran d’aquesta responsabilitat històrica només falsament interioritzada, la comunitat internacional continua trobant-se en la incapacitat total d’anar més enllà de les consignes de circumstàncies, que són metrònoms de la vida pública actual. La reticència a assumir una vocació universalista, sota l’ègida de les institucions internacionals designades per governar-la, s’ha infiltrat en la dinàmica intergovernamental com un virus, produint un Babel d’iniciatives individuals i noves estructures. Europa ha llançat un tractat de pandèmia en el si de l’OMS; Suïssa va llançar el seu BioHub i Alemanya, el seu centre mundial d’intel·ligència sobre pandèmies i epidèmies. Dies enrere, el president Biden va proposar la seva pròpia cimera internacional sobre COVID-19, conjuntament amb l’Assemblea de les Nacions Unides, però fora de l’ONU. En definitiva, retalls d’un multilateralisme declinant que retrocedeix i deforma el paper de l’Estat.
Remède à l’incertitude
A finals d’estiu, la pandèmia de COVID-19 ja havia causat 4,5 milions de morts a tot el món. Malgrat els confinaments més o menys severs i la administració de prop de sis mil milions de dosis de vacuna, una nova onada enfosqueix l’horitzó. La desconfiança popular generada per les incoherències de les polítiques sanitàries ja no salva els experts ni els governs. Poques vegades la incertesa en la salut era tan evident, l’ambient intel·lectual era tan pesat. Els temps de crisi conviden més que mai a renunciar al sentit comú, a triar la prova dels fets, l’experimentació, la verificació per observació. Però les expectatives sobre la ciència van més enllà dels seus fonaments i dels seus límits, exigint certeses completes, previsions exactes o sobreestimant la visió dels “grans homes”. Deslligar la nostra ment dels sentits, com instava René Descartes, requereix no només renunciar a una sola explicació, sinó també comprendre l’acceleració del coneixement. Igual que l’Univers, el coneixement s’expandeix a un ritme creixent. Com més aprenem, noves respostes comporten noves i més vastes preguntes. La confiança només es pot restablir mitjançant una apropiació més àmplia del mètode científic, alliberant la medicina i l’experiència mediambiental dels conflictes d’interessos o alliberant les orientacions de la recerca de la frenètica recerca d’innovacions innecessàries. És possible que els ciutadans necessitin més una brúixola que un GPS. Per descomptat, aquest sistema de geolocalització de satèl·lits ultra sofisticat els permet conèixer la seva posició en tot moment. Però la fe cega en la tecnologia també pot conduir a perdre el nord.
Why nations that fail women fail
L’article defensa que a més de les seves eines analítiques habituals, els responsables polítics haurien d’estudiar la geopolítica a través del prisma del sexe, ja que d’aquesta manera, per exemple, haurien advertit la dificultat que plantejava la construcció nacional a l’Afganistan i l’Iraq. A la vegada, les converses de pau haurien d’incloure dones. Entre 1992 i 2019, només el 13% dels negociadors i el 6% dels signants dels acords de pau eren dones. Tot i així, la pau tendeix a durar més quan les dones són a taula de negociacions. Això pot ser perquè estan més disposats a comprometre’s. Libèria, per exemple, ho va aconseguir i va posar fi a una terrible guerra civil. En canvi, els nous governants d’Afganistan, no. De manera més general, els governs haurien de posar molta més voluntat i recursos per atacar temes com l’educació de les noies, moltes de les quals han deixat l’escola per treballar o casar-se ja que la COVID-19 va empobrir les seves famílies. Fer complir les prohibicions del matrimoni infantil i de la mutilació genital femenina, això com lluitar contra la poligàmia, igualar els drets d’herència, combatre la violència de gènere i un llarg etcètera. La majoria són tasques que són responsabilitat dels governs nacionals, però també és cert que la comunitat internacional pot i ha d’exercir la seva influència. Així per exemple, des que els donants occidentals van començar a insistir en l’educació de les nenes, hi ha més nenes que han anat a l’escola (la matriculació a l’escola primària ha passat del 64% el 1970 al gairebé 90% actual). Els activistes contra el matrimoni infantil han aconseguit que més de 50 països hagin augmentat l’edat mínima per als casaments. En darrer terme, la política exterior no pot ser ingènua. Els països tenen els seus propis interessos vitals i han de contrarestar el poder dels enemics. Si bé la geopolítica no s’hauria de veure únicament des d’una perspectiva feminista, és evident que els responsables polítics que no considerin els interessos de la meitat de la població no poden esperar entendre el món actual.
‘White feminists’ are under attack from other women. There can only be one winner – men
L’autora denuncia que culpar les dones dels mals del món pot semblar una estranya crida a l’acció feminista però una idea que està agafant força darrerament en alguns ambients és que l’anomenat “feminisme blanc” dominant als Estats Units i al Regne Unit no només és un motor del racisme social, sinó que és responsable d’una sèrie d’altres efectes negatius, des de la guerra contra el terrorisme fins a la hipersexualització de les dones en la cultura popular o els terribles abusos de poder que veiem en els programes d’ajuda internacional. Forma part d’una tendència creixent en moviments d’esquerra buscar bocs expiatoris a costa de construir la solidaritat necessària per al canvi social. Això no vol minimitzar l’abast de les desigualtats racials al Regne Unit, la manera com afecten les dones de color i el racisme estructural que hi ha darrere. Però és un gran salt passar de l’observació que les dones no són més immunes al racisme que els homes a responsabilitzar el moviment feminista de la difícil situació de les dones de color a tot el món. L’autora aleta de que un nou llibre, Against White Feminism, de Rafia Zakaria, (Norton & Company: 2021) procedeix precisament a aquest amalgama. Argumenta que llegint el llibre de Zakaria es té la impressió que les dones blanques no poden guanyar, ja que només parlen de la seva pròpia experiència, a la vegada que se les critica per haver-se involucrat en baralles que no els són pròpies. La ironia és que el feminisme radical sovint ha anat en contra de l’esquerra mainstream, precisament perquè considera l’opressió femenina com a intercultural.
Reading Dante’s Purgatory While the World Hangs in the Balance
Judith Turman reflexiona en el seu article a The New Yorker sobre el Purgatori de Dante, set-cents anys després de la mort del poeta. L’any 2021, la teologia medieval que caracteritza la Divina Comèdia potser ja no és tan comuna en una societat més laica, però segons l’autora, encara són rellevants els perills que el poeta descriu en la seva obra (violència sectària, ambició de poder, corrupció dels règims), com també les conclusions què en treu: que estimar als altres és la solució a la violència, que el mal es pot entendre com un pecat contra l’amor, i que no podem deslliurar-nos d’aquests “pecats” sense introspecció prèvia. La idea d’un Purgatori, a mig camí entre l’Infern i el Cel, on els pecadors penedits podien arribar a reformar-se era un concepte relativament nou en època de Dante. Avui en dia, Turman el compara als campaments educatius en la natura, oferts sobretot als Estats Units per a adolescents “amb problemes de comportament”: Dante descriu un entorn de teràpia per als pecadors, un programa de reeducació de l’ànima per superar els seus defectes mortals. Judith Turman argumenta que el Purgatori és la peça central de la Divina Comèdia. És l’únic càntic situat a la Terra, en un entorn familiar, i el tema recurrent de l’esperança (que no es pot trobar a l’Infern i és supèrflua al Paradís) és magnètic per a lectors i estudiosos de l’obra del poeta. Dante, el pecat en vida del qual sembla haver estat la supèrbia, camina per aquest indret acompanyat per Virgil, i és condemnat a redimir-se de tots set pecats capitals abans de poder retrobar-se amb la seva musa, Beatrice. Des de la seva publicació, la Divina Comèdia ha atret a nombrosos erudits, i ha inspirat a centenars d’autors. Normalment Inferno és el càntic que més interessa, potser per curiositat mòrbida, comenta Turman. A parer seu, però, potser ara és el moment del Purgatori. En l’època d’incertesa i crisi actual, l’esperança és quelcom valuós, però escàs.
Economía, bienestar e igualdad
Que faire de la dette publique dans un monde post-pandémique?
L’article es planteja si la pandèmia de COVID-19 ha normalitzat l’ús del deute fins al punt d’establir un nou paradigma. Al llarg de la història, la funció del deute ha canviat molt, així com les seves perspectives. En aquesta nota del Grup d’Estudis Geopolítics, l’economista Barry Eichengreen defensa una defensa constructiva del deute públic després de la pandèmia. L’emergència sanitària global que va començar el març del 2020 es va veure com una crisi que equivalia a la guerra i va provocar una resposta pressupostària semblant a les de situacions de guerra. La qüestió és si aquest canvi radical d’actitud i acció continuarà. Si el canvi del panorama fiscal és simplement el producte de la COVID i res més, l’onada intel·lectual favorable el deute no hauria de remetre i anar en la direcció contrària? No hauríem d’esperar que ressorgeixin les velles actituds d’advertència contra un deute excessiu quan s’arribi a la immunitat col·lectiva? Hi ha raons per creure que aquesta nova visió més tolerant respecte del deute públic reflecteix més que una simple emergència de salut pública. En primer lloc, el canvi d’actitud envers la despesa pública és anterior a l’aparició de la COVID-19. Acadèmics com Thomas Piketty ja estaven preocupats per la creixent desigualtat d’ingressos i la disminució de les oportunitats econòmiques abans de la pandèmia i defensaven que els governs abordessin aquestes qüestions. Els autores alerten, però, que la història demostra que els països que han aconseguit resoldre problemes de sostenibilitat del deute sense experimentar grans trastorns econòmics, financers i polítics ho han fet mantenint condicions financeres estables, recorrent a la moderació fiscal oportuna i fent créixer la seva economia. Si no abordem el problema des d’aquests tres angles, ens dirigirem al desastre.
What are the systemic risks of an Evergrande collapse?
The Economist analitza les possibles conseqüències a nivell mundial del col·lapse del major promotor immobiliari mundial, l’empresa xinesa Evergrande. Començant pels bancs, els bancs de la Xina han prestat molts diners als desenvolupadors. Una recent prova d’estrès dels bancs centrals sobre l’exposició dels bancs al sector immobiliari va concloure que en un escenari extrem, en el qual els préstecs a promotors patien un augment de 15 punts percentuals de les seves ràtios de morositat, es consumiria 2,1 punts percentuals dels ratios dels bancs globals. Aquesta caiguda dels amortidors de capital dels bancs, repartida uniformement pel sector bancari, suposaria una baixada tolerable de la protecció. Però aquesta crisi no afectaria els bancs de manera uniforme; segons els analistes de S&P Global els bancs més febles es veurien afectats per una reducció molt més gran. Les implicacions són més importants pel que fa a l’evolució actual del mercat. El sector immobiliari de la Xina representa el 20-25% de la seva economia. Una extensa campanya contra el deute dels desenvolupadors podria reduir significativament les perspectives de creixement de la Xina, la qual cosa podria comportar greus turbulències econòmiques i financeres molt més gran i posar fre a les campanyes de gran abast del president Xi.
Europe Is Fighting Over Its Fiscal Future
A mesura que es va controlant la pandèmia de COVID-19 arreu d’Europa, les economies finalment comencen a repuntar i s’està preparant una important batalla política sobre com hauria de ser una Unió Europea post-pandèmica. S’ha iniciat, doncs, un acalorat debat sobre si les restriccions de despesa i deute dels estats membres —suspeses el març de 2020 a causa de la crisi del COVID-19— s’han de recuperar o afluixar substancialment a llarg termini. En joc hi ha una batalla per l’ànima financera d’Europa entre els països del nord fiscalment conservadors com Alemanya i els Països Baixos, i països del sud d’Europa com Espanya, França i Itàlia que han exigit durant molt de temps més flexibilitat en la despesa. L’aposta és força elevada, principalment perquè ara hi ha l’oportunitat real de canviar les regles d’una manera mai no vista. La fractura nord-sud és recurrent en la política europea. En el passat, ha provocat un profund ressentiment, com quan es van imposar doloroses mesures d’austeritat dirigides a la consolidació fiscal a tot el bloc després de la crisi financera del 2008. Va tornar a revifar la primavera passada, quan Alemanya i els Països Baixos es van resistir al principi a aplicar les mesures d’emergència per impulsar les economies europees malmeses pels confinaments. Durant la pandèmia, a mesura que els governs van augmentar els seus préstecs per mantenir els treballadors i les empreses, el deute públic es va disparar a tota la UE. El primer trimestre del 2021, el deute públic mitjà de la UE havia crescut un 14% en comparació amb l’any anterior. El deute d’Alemanya va superar el 70 per cent del seu PIB, mentre que el francès va arribar al 118 per cent, el 160 per cent a Itàlia i el 200 per cent a Grècia. A diferència del passat —gràcies en part a l’emissió conjunta de deute de la UE i a l’enorme programa de compra de bons del Banc Central Europeu—, ara mateix no existeixen diferències substancials entre països almenys pel que fa al mercat de bons.
Why This Energy Crisis Is Different
En aquest article l’autor assenyala que el canvi climàtic i les polítiques per frenar-lo estan a l’origen de l’escalada dels preus del gas, del carbó i de l’electricitat que està afectant Europa i Àsia. Especialment a Europa s’està produint una crisi del subministrament energètic, ja que els preus de l’energia creixents contribueixen a la inflació, presenten riscos per a la recuperació econòmica i perjudiquen les llars i les empreses. Que això aboqui o no a una crisi energètica de ple dret dependrà de la sort: de la severitat o de la moderació del clima hivernal a Europa i altres regions que competeixen amb ella pel subministrament d’energia. Per descomptat, no hi ha res de nou en el sector de l’energia, però la pujada de preus d’Europa és un presagi d’una major volatilitat que arribarà a mesura que el món enfronti els impactes del canvi climàtic i acceleri la seva transició cap a l’energia neta. Per salvaguardar tant l’economia com la transició d’energia neta, els responsables polítics haurien doncs de desenvolupar eines més potents per gestionar els canvis del mercat energètic i suavitzar el procés de transició que inevitablement serà desordenat. Dins d’aquest context, el paper dels governs en la mitigació de la volatilitat dels preus de l’energia no és senzill. Els preus més alts ajuden a reequilibrar els mercats, incitant els productors a aconseguir més oferta en línia o als consumidors a frenar-ne l’ús. Tot i això, aquest enfocament té els seus límits. En primer lloc, els mercats poden fallar, com es va veure a principis d’any, en el rendiment del mercat elèctric durant les glaçades a Texas. En un sistema dissenyat per permetre als mercats resoldre problemes de subministrament, els preus es van descontrolar i van causar un dany econòmic generalitzat. En segon lloc, el perjudici econòmic derivat dels xocs en els preus de l’energia no prové només del nivell global de preus, sinó de la volatilitat mateixa, que crea incertesa i, per tant, dissuadeix la despesa del consumidor i la inversió. En tercer lloc, deixar funcionar els mercats suposa un nivell d’acceptació pública de pujades de preus que poques vegades existeix a la realitat. La resposta actual a la pujada de preus d’Europa n’és un bon exemple, ja que els polítics europeus han hagut d’intervenir per protegir els consumidors. Mantenir el suport als esforços per frenar el canvi climàtic serà cada cop més difícil si les polítiques climàtiques exacerben la volatilitat dels preus, provoquen escassetat d’energia o afecten negativament la seguretat, la assequibilitat o la fiabilitat de l’energia.
Sostenibilidad y cambio climático
Governments falling woefully short of Paris climate pledges
Menys de dos mesos abans que tingui lloc a Escòcia la COP26, cap dels principals països emissors de gasos d’efecte hivernacle no han elaborat els plans suficients per reduir la contaminació per tal complir el que van acordar a l’acord climàtic de París del 2015. Això vol dir que el món estarà cada cop més sotmès a impactes climàtics més desastrosos. Segons l’acord de París, els països es van comprometre a evitar que la temperatura mitjana mundial augmentés de més d’1,5C per sobre dels temps preindustrials per evitar onades de calor desastroses, inundacions, tempestes, sequera i altres conseqüències que ja comencen a fer-se notar. Però un nou estudi de Climate Action Tracker constata que pràcticament cap país no està complint amb aquest compromís. A l’agost, un informe rellevant del Grup Intergovernamental d’Experts sobre el Canvi Climàtic (GIEC), la principal autoritat mundial en ciències del clima, va revelar que la crema de combustibles fòssils està canviant el clima de la Terra “sense precedents” i que es necessiten retallades ràpides de gasos d’efecte hivernacle per evitar el desastre climàtic. Fins i tot els països amb objectius climàtics forts no estan en camí de complir-los, mentre que el finançament internacional per als països més pobres per ajudar-los a fer front a la crisi climàtica es queda curt. Si les pràctiques actuals continuen, el món està encaminat a arribar a un escalfament de més de 3°C.
It’s Climate Week Again, but the Calendar Is Running Out
En aquest article, Bill McKibben adverteix que el temps per fer front a l’emergència climàtica s’està esgotant ràpidament. McKibben celebra iniciatives com la Setmana pel Clima de Nova York o la propera conferència sobre el canvi climàtic a Glasgow, però insisteix que les negociacions s’han de transformar en mesures immediates i efectives. En aquesta línia, critica la proposta del senador demòcrata Joe Manchin, que té la intenció de presentar uns pressupostos massa poc ambiciosos en la qüestió climàtica. L’autor denuncia que en la seva proposta, Manchin ignora les advertències de la comunitat científica, que insisteix que és imperatiu evitar, per exemple, l’increment de temperatura global en més d’1,5ºC. Manchin tampoc té en compte els informes econòmic que argumenten a favor d’una transició ràpida cap a energies renovables, que a llarg termini és molt menys costosa que un canvi gradual. En canvi, el senador demòcrata sembla tenir més en compte els interessos de les empreses elèctriques, encara dependents dels combustibles fòssils, i de qui rep més donacions que cap altre senador. Tot i reconèixer que el canvi a les energies renovables és necessari, Manchin defensa que aquest canvi requereix més temps. L’autor recorda que el canvi hagués pogut ser més gradual si s’hagués actuat dècades abans, però precisament les mateixes companyies elèctriques van impedir-ho. Com ja va advertir l’informe de l’IPCC l’any 2018, ara és imperatiu que es produeixin canvis efectius en aquesta dècada per poder arribar als objectius marcats en els acords de París.
The Middle East Is Becoming Literally Uninhabitable
L’Orient Mitjà s’està escalfant el doble de ràpid que la mitjana mundial i el 2050 l’augment de temperatura serà de 4 graus centígrads. El Banc Mundial pronostica que les condicions climàtiques extremes es convertiran en rutinàries i que la regió podria afrontar quatre mesos de sol abrasador cada any. Segons l’Institut Max Planck, moltes ciutats del Pròxim Orient podrien literalment ser inhabitables abans de finals de segle. De més a més, la regió, assolada per la guerra i el sectarisme, està singularment mal preparada per afrontar els reptes que amenacen la seva existència col·lectiva. Atès que la regió es divideix entre rics i pobres, són els cosins més pobres dels països rics en petroli els que han estat els primers a enfrontar-se al desordre social per la manca d’equipaments bàsics, com l’aigua i l’electricitat, que la gent necessita desesperadament per sobreviure a la calor extrema. Aquests països estan liderats per governs, autòcrates o clergues ineficaços i tenen una infraestructura energètica deteriorada i deficiències estructurals arrelades que bloquegen la promoció i la innovació tecnològica en energies renovables. Els experts diuen que les reformes polítiques i econòmiques que enforteixen les institucions i promouen que les empreses pensin lliurement són essencials per reduir les emissions de carboni i garantir un canvi cap a l’energia neta a l’Orient Mitjà.
El otoño de la civilización (y la ruptura de la cadena de suministros)
En aquest article l’autor alerta dels problemes d’escassetat que estan colpejant la cadena de subministraments i que sembla que no s’acaben d’entendre bé. Al principi van ser els microxips. No es produïen els suficients. Les fàbriques de cotxes van començar a parar alguns dies per acomodar la seva producció. Després van començar a escassejar -i a augmentar de preu- molts materials de construcció: acer laminat, alumini, coure, ciment … fins i tot la fusta. També falten ja alguns pigments, resines epoxi i diversos tipus de plàstics. La llista de matèries primeres que està escassejant és cada vegada més llarga, i això comença a afectar els materials elaborades a partir de les matèries primeres. Falten recanvis per a alguns cotxes, o per a bicicletes. Hi ha ordinadors i impressores que discretament han desaparegut del catàleg. Però el problema no s’acaba en el més anecdòtic: passa que alguns aliments comencen també a escassejar. Que aquest any la collita de blat a Rússia serà dolenta i el preu del blat està augmentant. Que falta acer i alumini per a les llaunes, que els costos dels contenidors, dels transports marítims, s’han multiplicat per deu o per vint. Que falta de tot. Però això no és tot, tant de bo. Tot d’una el preu de l’electricitat també s’ha disparat, i les famílies i empreses el pateixen. La tardor de la civilització no és ni més ni menys que el nostre inexorable retorn -en principi lent- a viure d’aquí a uns cicles que mai no hauríem d’haver donat per vençuts. En temps que cada vegada seran menys complexos, però més difícils, tindrem menys energia per aclimatar-nos a un hivern profund que pot durar dècades, fins i tot segles.
Finding balance on bioenergy policy
Aquesta tardor, el Parlament i el Consell de la UE avançaran un conjunt d’accions legislatives ambicioses i de llarg abast per aconseguir la neutralitat climàtica el 2050. La biomassa forestal sostenible ha fonamentat bona part de l’èxit descarbonitzador de la UE fins ara i tindrà un paper integral en el futur. A mesura que Europa impulsi més la seva ambició d’acció climàtica, l’escalat de la indústria de la biomassa serà vital per proporcionar energia i calor avui, i demà la descarbonització industrial i les emissions negatives. Per a això, els responsables polítics adoptaran polítiques duradores i consistents per donar suport al creixement de la indústria, tot garantint la salut dels ecosistemes forestals. La biomassa sostenible ha fet importants contribucions a la transició energètica neta de la UE i el seu paper només esdevindrà més fonamental a mesura que augmentin els objectius i les ambicions de descarbonització. Un marc polític sòlid, pràctic, implementable i basat en l’èxit existent, assegurarà que el creixement de la biomassa sostenible pugui mantenir el ritme i donar suport a Europa en el seu lloable viatge per convertir-se en el primer continent del món neutre en carboni.
Cop26 climate talks will not fulfil aims of Paris agreement
L’especialista en temes climàtics del diari The Guardian Fiona Harvey alerta que molts experts admeten en privat que la cimera de la COP26 que s’ha de celebrar aviat a Glasgow no donarà lloc a compromisos que podrien limitar la calefacció global a 1,5 ° C. Les converses sobre el clima de les Nacions Unides, considerades com una de les últimes possibilitats per evitar la ruptura climàtica, no produiran l’avenç necessari per complir l’aspiració de l’acord de París, segons han admès els actors clau d’aquestes converses. L’ONU, els amfitrions del Regne Unit i altres personatges importants que participen en les converses han admès en privat que es perdrà l’objectiu original de la cimera COP26, ja que les promeses sobre les retallades d’emissions de gasos d’efecte hivernacle de les principals economies no seran ni la meitat de les emissions mundials. calia una dècada per limitar la calefacció global a 1,5C. Els observadors principals de la cimera que tindrà lloc a Glasgow aquest novembre amb 30.000 assistents assenyalen que els activistes i alguns països estarien decebuts si com tot ho fa preveure el resultat es quedés curt. En efecte, s’ha vist com els grans contaminadors, com els Estats Units i la Xina, han promès i es comprometen menys del que se’ls necessita en el passat, però, s’han quedat curts respecte a compromisos anteriors.
Innovación, ciencia y tecnología
China has become a laboratory for the regulation of digital technology
Amb la política de bloqueig de competidors estrangers com Facebook i Google, els gegants tecnològics nacionals han dominat durant dues dècades el mercat xinès. Si fins ara el Partit Comunista ha mantingut un fort control de la política, les empreses tecnològiques disposaven d’un marge de maniobra considerable en les seves activitats comercials. Ara el Partit Comunista ha donat un cop de timó i recorda als multimilionaris d’Internet qui té el poder real i el president Xi Jinping ha autoritzat una repressió extraordinària. Per exemple, les empreses de videojocs estan sent obligades a escanejar la cara dels seus usuaris per ajudar a fer complir la prohibició que els nens juguen a jocs en línia durant més de tres hores a la setmana. La repressió ha canviat l’equilibri existent. Ara, els tecnòcrates, que han estat frustrats durant anys perquè les empreses ignoraven les directrius del govern, s’han fet amb el poder. El Partit, doncs, impulsa un canvi més que superficial. Utilitza una sèrie de noves lleis i regulacions per obligar les empreses tecnològiques a alterar el seu comportament i els seus productes. L’objectiu és controlar allò que els xinesos veuen i fan en línia. Les noves regles obligaran les empreses tecnològiques a escriure codi per a les seves plataformes de manera que promoguin contingut que agradi al govern i inhibeixi el que no. Les noves normes no ofereixen als usuaris xinesos d’Internet cap dret de privadesa respecte de les intromissions de l’Estat. De fet, la creació d’un estàndard comú únic per al tractament de dades a la Xina facilitarà que l’Estat pugui espiar els ciutadans.
China, hacia la fractura 'tech'
Després quaranta anys de creixement accelerat des que Deng Xiaoping va dirigir el rumb del país cap a la modernització econòmica, la Xina ha començat a aparèixer no només com una superpotència econòmica de primer ordre, sinó també com una superpotència tecnològica. La tecnologia i la capacitat d’innovació també s’han de comptar entre els seus punts forts. En aquest article s’analitzen les perspectives de la Xina per aconseguir el lideratge mundial en tecnologia. Si acabés per aconseguir la igualtat amb els líders tecnològics tradicionals, l’escala de les seves operacions alteraria profundament el panorama tecnològic mundial. En aquest sentit, Xina pot aprofitar tres fonts diferents d’avantatge competitiu per desenvolupar la seva capacitat d’innovació tecnològica. El primer d’aquests factors, un mercat intern gran i en ràpid creixement, no constitueix cap secret; els altres dos són una ferma intervenció estatal en l’àmbit de la política industrial i la globalització, que complementen la mida de mercat i proporcionen al país una via cap al lideratge tecnològic mundial. Per descomptat, els dos primers factors no són nous històricament, encara que sí ho són per a la Xina. El mateix Estats Units s’ha beneficiat en el passat del desenvolupament d’un gran mercat intern i fins i tot d’un suport governamental decidit i intervencionista (i podríem veure una reedició d’aquest tipus de suport, ja que el nou Govern de Biden ha proposat una programa que suposaria la aplicació de la política industrial nord-americana més ambiciosa des de Roosevelt). El tercer factor, la globalització, té un origen molt més recent i, en els últims temps, alguns ho consideren fràgil. En definitiva, els analistes que han estudiat l’èxit dels sectors d’alta tecnologia als Estats Units reconeixen que el lideratge tecnològic en la primera època de la postguerra va reflectir les enormes inversions privades i públiques en R + D i educació científica i tècnica dutes a terme després de la Segona guerra Mundial. Els països, inclosa la Xina, que han adoptat el model americà no han escatimat esforços per impulsar les seves pròpies inversions en R + D recolzades per l’Estat.
Unir les technodémocraties
L’absència de polítiques tecnològiques comunes a les grans potències democràtiques afavoreix l’afirmació d’autocràcies en aquest àmbit. Els autors demanen doncs a les tecnodemocràcies que s’uneixin en un nou fòrum de discussió, el T12, per omplir un buit en la carrera tecnològica i geopolítica actual. La cooperació transatlàntica és el centre del fòrum que proposen per canviar la marxa i assegurar la democràcia liberal a l’era digital. Dels membres originals, cinc (França, Alemanya, Regne Unit, Finlàndia i Suècia) són a Europa. La resta de participants naturals – Austràlia, Canadà, Corea del Sud, Israel, l’Índia i el Japó – mantenen estretes relacions amb Europa i els Estats Units, sobretot gràcies a la pertinença al Japó al G7. Els possibles membres tenen un historial profund de confiança i col·laboració, avantatges asimètrics de què manquen les tecnoautocràcies. Certament, tenen diferències, però crear un fòrum per discutir aquestes diferències podria ajudar a reduir les divisions polítiques transatlàntiques i centrar els membres en la distinció molt més gran entre les tecnodemocràcies i els seus homòlegs autocràtics. Un futur tecnològic modelat per les autocràcies seria, de fet, desolador. Però un futur en el qual Europa, els Estats Units i els nostres socis democràtics s’uneixin per aconseguir un objectiu comú seria part de les millors tradicions de cooperació transatlàntica per defensar un món més lliure, democràtic i pròsper. Els líders del G7 es van comprometre a “un ecosistema digital de confiança, governat per valors per al bé comú, que construeixi la prosperitat d’una manera sostenible, inclusiva, transparent i centrada en les persones”. És una bona visió i digna de les nacions democràtiques més poderoses del món.
The World Is at War With Covid. Covid Is Winning
Aquest mes de setembre, la iniciativa mundial de distribució conjunta de vacunes coneguda com a COVAX ha reduït les seves projeccions gairebé un 30%, dient que només tindria disponibles 1.400 milions de dosis a finals d’aquest any. (La iniciativa ha donat només 271 milions de dosis fins ara.). L’Organització Mundial de la Salut ha estat demanant a les nacions riques que retinguin els impulsors i que renunciessin a algunes de les seves compres de vacunes previstes fins que la resta del món tingui l’oportunitat d’aconseguir més primeres dosis. També el Banc Mundial, el Fons Monetari Internacional i l’OMS es va fixar un objectiu similar mesos enrere, i la bretxa mundial de vacunes no ha fet més que ampliar-se des d’aleshores. Mentre el món vacil·la, el virus evoluciona. Amb el pas del temps i amb milers de milions de persones sense vacunar, podria mutar de manera molt perillosa per al nostre sistema immunitari. La millor esperança per evitar que això passi és fabricar moltes més vacunes (almenys el triple de les que té el món fins ara) i després distribuir-les el més ràpidament i equitativament possible a tot el món.
L’eldorado de la médecine sur mesure
La seqüenciació del genoma del virus SARS-CoV-2 ha permès identificar i seguir la pista a les seves mutacions. Adaptada al genoma humà, aquesta tecnologia d’avantguarda està generant moltes promeses i inversions. L’autor es pregunta, però, si està justificada la seva preeminència i si no comporta descuidar els elements clau de la salut pública i la recerca de les causes socioeconòmiques o ambientals de les malalties. En efecte, des d’una perspectiva econòmica, la medicina personalitzada ha demostrat ser molt més apta per complir la seva promesa de recompensar la inversió privada, ja sigui en el sector farmacèutic o biotecnològic, que no pas per permetre que els sistemes de salut i aquells que els financin estalvien diners. En resum, el llenguatge del genoma humà actualment s’assembla més al de les finances que al de la salut pública.
Bioterror: the dangers of garage scientists manipulating DNA
En aquest article, Izabella Kaminska parla sobre la creixent accessibilitat de l’enginyeria genètica, i de les tècniques CRISPR, i reflexiona sobre les conseqüències que suposa aquesta democratització de coneixement. A partir de testimonis com el de Paul Dabrowa, que sense coneixements de microbiologia i a partir d’informació i vídeos d’internet ha tingut èxit en experiments casolans de manipulació genètica, com produir alcohol fluorescent, o modificar la seva pròpia flora bacteriana intestinal. Les possibilitats que ofereix aquest “biohacking” amateur, sense les regulacions i els controls de laboratoris tradicionals, podria tenir conseqüències perilloses. La Convenció d’Armes Biològiques (BWC) ha assenyalar les tècniques de modificació i enginyeria genètica com a recerca “d’ús dual”: és fàcil que tinguin finalitats tan positives com perilloses. El problema es troba en regular adequadament aquests pràctiques. La facilitat amb què es pot accedir a la informació dificulta la vigilància de possibles amenaces bioterroristes que, com la crisi de la Covid-19 ha evidenciat, podria suposar un perill global devastador. Ara bé, diversos experts argumenten a favor d’aquests laboratoris amateurs, que tot i no disposar del rigor dels laboratoris tradicionals contribueixen a la innovació científica, en part també a la major llibertat que gaudeixen respecte als grups de recerca professionals, frenats sovint per regulacions administratives, o la necessitat per obtenir fons per poder investigar. L’article menciona també com en laboratoris professionals les mesures de seguretat tampoc són homogènies, i que l’ambigüitat en el camp de la bioètica permet experimentar també amb patògens letals, per exemple, en aquest entorns més controlats. Davant d’aquesta situació, i amb les dificultats de vigilància i prohibició, molts actors aplicant la convenció BWC aposten per solucions com el desenvolupament de codis ètics de conducta i la conscienciació, però alguns argumenten que aquestes mesures, normalment voluntàries, no són suficients; demanen un control més efectiu i estricte davant l’amenaça bioterroista.