Diari de les idees 61
19 mayo 2022

Ideas de actualidad

Esta nueva edición del Diari de les idees aparece en una quincena marcada por el cambio sustancial de la estructura geopolítica europea con las solicitudes de adhesión a la OTAN presentadas por Finlandia y Suecia, poniendo fin a su tradicional política de neutralidad. La guerra en Ucrania también nos permite reflexionar sobre el peligro de escalada del conflicto y la utilización de conceptos como los de Guerra Fría y “mundo libre” que todos pensábamos que habían pasado a la historia. Por otra parte, también dedicamos nuestra atención a una política europea también sometida a los impactos del conflicto que se está desarrollando en sus fronteras, así como analizamos las causas del actual incremento generalizado de la inflación, la importancia de las políticas de estado de cara a la transición energética y el incremento de las herramientas de cibervigilancia en el mundo laboral. Sin dejar de lado las repercusiones del Catalangate que la consejera de Acción Exterior y Gobierno Abierto de la Generalitat de Catalunya, Victòria Alsina analiza en una tribuna publicada en el diario Le Monde y donde destaca que España es el lugar adecuado para empezar a resolver el problema de software espía atendida la magnitud del caso catalán.

Empezando con la política internacional destacamos una entrevista publicada en el Financial Times donde Henry Kissinger argumenta que la situación geopolítica a nivel mundial experimentará cambios significativos después de la guerra de Ucrania. Considera que Rusia tendrá que reevaluar como mínimo su relación con Europa y su actitud general hacia la OTAN, a la vez que señala que no es prudente adoptar una política de oposición frontal a dos adversarios –refiriéndose a Rusia y a China– ya que eso no hará más que unirlos todavía más. Por otra parte, Kissinger subraya que ahora disponemos de tecnologías donde la rapidez del intercambio y la sutileza de los inventos pueden producir unos efectos catastróficos que ni siquiera eran imaginables hace pocos años. Hay que entender pues que estamos viviendo en una era totalmente nueva donde a medida que la tecnología se extienda por el mundo, la diplomacia y la guerra necesitarán un contenido diferente. Con respecto a la guerra de Ucrania, argumenta que Putin calculó mal la situación a la que se enfrentaba a nivel internacional y, obviamente, también las capacidades de Rusia para mantener una empresa tan importante. Cuando llegue el momento de llevar a cabo un proceso de paz, no se volverá a la relación anterior sino a un nuevo tipo de acuerdo que no se producirá porque Occidente lo exija sino porque Rusia habrá aprendido de sus errores.

Por su parte, Ido Vock argumenta en The New Statesman que la guerra de Putin en Ucrania ha provocado la reestructuración de seguridad más importante de las últimas décadas en el norte de Europa. En efecto, el ingreso de Finlandia y Suecia en la OTAN significaría que se duplique la frontera terrestre de Rusia con la Alianza, que actualmente es de unos 1.215 kilómetros, ya que la frontera de Finlandia con Rusia se extiende a lo largo de 1.340 km. También hay que considerar que la expansión de la frontera de la OTAN con Rusia puede incrementar las posibilidades de una escalada accidental o intencionada entre los dos actores. A la vez, el espacio aéreo finlandés y sus capacidades militares ayudarían a repeler un hipotético ataque ruso a los tres estados bálticos, que serían los objetivos más probables de un posible asalto de Moscú.

Con respecto al cambio de paradigma que suponen las solicitudes de adhesión a la Alianza atlántica de Finlandia y Suecia, Manuel Manonelles afirma en El Nacional que eso significa un cambio radical de escenario en la geopolítica europea y que para entender su profundidad hace falta tener en cuenta la dimensión de un cambio tan sustancial para estos dos países, así como los enormes retos que puede comportar una decisión como es la de abandonar su histórica política de neutralidad. Manonelles también plantea cómo encajará Putin esta nueva derrota y señala que es difícil de prever. Primero, porque en el fondo tiene poco margen de maniobra y, segundo, porque la situación militar en Ucrania ya es de por si lo bastante complicada para Rusia.

No obstante, hay que destacar la posición de Turquía, en principio opuesta al ingreso de los países escandinavos. Así, en declaraciones en Euractiv Erdogan afirmó que ya fue un error que la OTAN aceptara Grecia como miembro y que Turquía no quiere repetir errores similares. Además, considera que los países escandinavos son un refugio para organizaciones terroristas (en referencia a los refugiados kurdos). Mientras tanto, Anne-Marie Slaughter advierte en The Financial Times que la adhesión de Finlandia y Suecia puede contribuir a profundizar la ruptura entre el este y el oeste y considera que el objetivo inmediato de la OTAN tendría que ser ayudar a las fuerzas ucranianas a empujar Putin hasta sus posiciones iniciales en el este del país y forzarlo a participar en negociaciones de paz serias. Pero hay que ser conscientes de que Putin nunca irá a una mesa de negociaciones sólo para ratificar una derrota, a la vez que convertir Rusia en una especie de Corea del Norte mediante sanciones no haría más que acercarla a China y convertirla en un peligro permanente para la seguridad europea y mundial. La verdadera cuestión pues tiene que ser como alcanzar el mejor resultado para toda Europa, porque Rusia es parte integrante de este continente y Europa nunca no será verdaderamente pacífica si no integra las naciones de Europa del Este, incluida Rusia, a sus estructuras económicas y de seguridad. Eso no pasará con Putin en el cargo, ni quizás con sus sucesores inmediatos. Pero a medio y largo plazo no se puede condenar los rusos, los ucranianos, los moldavos, los georgianos, los bielorrusos y tantos otros a un siglo más de exclusión.

Paralelamente, Peter Slezkine advierte en Foreign Affairs que es una mala idea revivir los conceptos de Guerra Fría y “mundo libre” que se vuelven a utilizar a raíz de la invasión de Ucrania, ya que ello puede tener consecuencias que trascienden el ámbito de la simple retórica en la medida en que la incapacidad de los Estados Unidos para formular una ideología positiva para unir el mundo libre durante la Guerra Fría fue un problema sistémico. En su forma actual, parece que el concepto de “mundo libre” se solapa con la idea de Occidente. Al mismo tiempo, la guerra en Ucrania ha revelado una brecha persistente entre la unidad occidental y el universalismo occidental. Excepto los aliados formales de los Estados Unidos (principalmente occidentales), las actitudes hacia las sanciones contra Rusia han sido en gran parte ambivalentes. Para los EE.UU. y sus aliados eso es difícilmente admisible, tal como han demostrado recientemente las campañas de presión contra la India, el Pakistán y otros. Todo indica que la insuficiencia del concepto “Occidente” como sinónimo de “mundo libre” se hará todavía más evidente una vez pase la fase aguda de la crisis europea y los Estados Unidos vuelvan a centrar su atención hacia el Asia. Una posible alternativa es que el “mundo libre” sirva para distinguir entre democracias y autocracias. El problema es que la autocracia parece ser una enfermedad incipiente en casi todos los países, incluidos los mismos Estados Unidos y si los valores compartidos más que la defensa común representan la razón de ser del grupo, entonces no está claro que el liderazgo tenga que ser forzosamente norteamericano.

En este contexto, Anne-Cécile Robert analiza en Le Monde Diplomatique el delicado papel de las Naciones Unidas en la gestión del nuevo orden global. Crisis de refugiados, crisis alimentaria, crisis sanitaria… todas las agencias de las Naciones Unidas están activas ante la guerra de Ucrania. Sin embargo, la institución ha fracasado en su misión principal que es la de mantener la paz y la seguridad: su secretario general António Guterres tardó cincuenta y cuatro días en llevar a cabo una iniciativa diplomática. Después del fiasco de la ONU en Siria, hay el peligro de que un nuevo fracaso sea definitivo y devastador para la organización. Sin duda, no es la primera vez que los principios fundamentales de la Carta de la ONU son atacados por uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad. La invasión de Irak por parte de la coalición liderada por Washington y Londres en 2003 fue una de las crisis más espectaculares y más recientemente, el bombardeo ilegal de instalaciones químicas sirias por parte de los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, en abril de 2018, también provocó una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad. Síntoma de la parálisis actual, la Asamblea General —que en principio no puede pronunciarse sobre una situación tratada por el Consejo de Seguridad— se apoderó excepcionalmente de las dos guerras (Ucrania y Siria), en virtud de la resolución “Unión para el mantenimiento de la paz”, aprobada. el 3 de noviembre de 1950, que le permite, en caso de impasse entre los miembros del Consejo de Seguridad, formular una opinión política sobre una crisis, sin poder, sin embargo, tomar medidas coercitivas. Para solucionar el problema se han alzado numerosas voces para reclamar la abolición del derecho de veto, pero esta idea aparentemente sencilla, ignora la historia. Si la creación de las Naciones Unidas en 1945 es, obviamente, producto de las circunstancias –los estragos de la guerra y sus atrocidades– es sobre todo fruto de un acuerdo político entre las grandes potencias. Estas acordaron que, a diferencia de la Sociedad de Naciones, la nueva organización mundial estaría dotada de poderes coercitivos reales. A cambio, obtuvieron el privilegio de poder bloquear una decisión en solitario. En último término, sin derecho de veto, no hay ONU. La abolición de este derecho, por lo tanto, comportaría la paradoja de generar un mayor debilitamiento de la organización de la que se alejarían los poderes, grandes o medianos, mientras el mundo se dividiría en baronías y esferas de influencia en competición. En definitiva, mientras las relaciones internacionales se recomponen en el desorden, la seguridad colectiva nunca ha parecido tan frágil desde la crisis de Cuba en 1962. Es por lo tanto urgente reformar la ONU Naciones para recuperar su credibilidad, darle los medios para preservar la paz universal y proteger la dignidad humana.

En clave catalana, Tundu Lissu, dirigente opositor tanzano, invitado por el CETC a participar al seminario “Represión política y exilio en África: el caso de Tanzania”, analiza en Vilaweb los paralelismos entre la represión política en Tanzania y en el Estado español. Lissu dice que la lucha por la independencia de Cataluña y la lucha por la democracia en Tanzania forman parte de una causa más amplia: la lucha contra la represión política en el mundo. Afirma que la violencia con la que el Estado español reprimió el referéndum del Primero de Octubre recuerda la violencia de las dictaduras africanas y que ningún país que se considere democrático puede criminalizar la disidencia política. Lissu también menciona la situación de Zanzíbar, anexionado por la fuerza por Tanganica después de la independencia, lo que obligó al presidente de la isla a firmar un tratar de unión a cambio de retirar al ejército tanzano de Zanzíbar. En toda esta historia hubo también una dimensión geopolítica: el gobierno revolucionario de Zanzíbar era muy progresista, y los aliados occidentales se habían propuesto intervenir militarmente en la isla para evitar que se convirtiera en una “Cuba de África”. Eso explica por qué Zanzíbar aceptó un tratado de unión en unos términos muy desiguales. Y es que el documento estipulaba que el presidente de la unión sería el presidente de Tanganica, y que la unión asumiría virtualmente todas competencias que la isla tenía hasta entonces: las relaciones internacionales, la defensa territorial, la política fiscal, la política aduanera, el espacio aéreo… La unión con Tanganica ha afectado gravemente a Zanzíbar desde un punto de vista económico, político, social y cultural, y eso explica por qué los zanzibaríes siempre la han repudiado. Claramente, la relación entre Tanganica y Zanzíbar, esa mal llamada “unión”, es una relación colonial.

En una tribuna publicada en el diario Le Monde, la consejera de Acción Exterior y Gobierno Abierto de la Generalitat de Catalunya, Victòria Alsina, explica que la democracia está amenazada por el software espía Pegasus y que, vistas las circunstancias del Catalangate, España es el lugar adecuado para empezar a resolver este problema, ya que entre 2017 y 2020 65 teléfonos han sido infiltrados en Cataluña con Pegasus. Eso incluye cargos electos, entre ellos tres expresidentes catalanes y el actual presidente, consejeros del Govern y diputados del Parlament de Catalunya y del Parlamento Europeo, así como periodistas, activistas de la sociedad civil e incluso familiares. Todo parece indicar que esto es sólo la punta del iceberg. Todavía hay centenares de dispositivos potencialmente infectados en Cataluña que se tienen que escanear. Los dos años de investigación detallados por Citizen Lab indican que todas las pruebas sugieren un vínculo con las autoridades españolas. De hecho, es difícil imaginar que alguien más utilice este software para espiar unas personalidades catalanas que tienen una cosa en común: todos están abiertamente a favor de la independencia. Alsina también afirma que hay una necesidad urgente de normas e investigaciones europeas. Por eso también es tan importante el hecho de que el Parlamento Europeo estudie el uso de software espía en la UE. No sólo para Cataluña, sino también para todos los ciudadanos europeos cuyos derechos se tienen que proteger en toda la Unión y en el extranjero<A[al extranjero|en el extranjero]>. Si la UE fracasa en esta empresa, otros tomarán el liderazgo de la batalla geoestratégica para imponer su modelo de sociedad menos libre. Para preservar su liderazgo en materia de derechos humanos en el mundo, la UE tiene que evitar la doble moral entre sus estados miembros y garantizar estos derechos dentro de sus fronteras. Los ciudadanos europeos no pueden ser espiados por razones políticas. La UE tiene que enviar una señal clara de que este tipo de abuso ya no se tolerará.

Tras las elecciones a la Asamblea de Irlanda del Norte, el Sinn Féin (SF) se ha convertido en el principal partido, tanto en escaños como en voto popular y preferencial, y así pues por primera vez desde hace un siglo un partido nacionalista irlandés ha ganado las elecciones. En primer lugar, hay que apuntar que el éxito del SF se debe principalmente a las escisiones dentro del campo unionista que han perjudicado el DUP (Partido Unionista Democrático). En efecto, el SF sólo ha obtenido un 1,3% más de votos de preferencia que hace 5 años y ha mantenido el mismo número de escaños (27), mientras el DUP ha perdido 3 escaños (de 28 a 25) y prácticamente el 7% de los votos de preferencia.

Todo apunta a que las principales causas de la derrota unionista han sido la oposición a una legislación a favor de la lengua irlandesa, el apoyo al Brexit y el rechazo posterior al acuerdo que se negoció. Peter McLoughlin afirma en The Conversation que más allá del simbolismo de la victoria nacionalista, estas elecciones comportan un cambio profundo y estructural que confirma el crecimiento notable de la opción de centro. El Alliance Party ha doblado su representación parlamentaria, pasando de 8 a 17 escaños, convirtiéndose así en la tercera bastante política, y ha recibido el apoyo de los que no quieren ser identificados como unionistas o nacionalistas. El incremento se ha producido sobre todo a costa de otras formaciones intercomunitarias como los Verdes (han perdido los dos escaños que tenían en Stormont) y de los partidos unionistas moderados como el UUP (Partido Unionista del Ulster). Las elecciones han hecho evidente que en los últimos 20 años el voto unionista está en declive y que el voto nacionalista, a pesar de las tendencias demográficas favorables, está estancado.

Las perspectivas de una formación rápida de un nuevo ejecutivo son escasas, ya que a pesar del éxito del SF, sin el acuerdo del DUP no se puede formar un gobierno. Hay muchas dudas sobre si está dispuesto a servir en una administración donde el SF ocuparía el cargo de primer ministro. Más problemático todavía es el hecho de que el DUP insiste en que no volverá al gobierno hasta que no se hagan cambios al llamado Protocolo de Irlanda del Norte al acuerdo del Brexit. El protocolo requiere controles para las mercancías que llegan a Irlanda del Norte desde Gran Bretaña, lo que para el DUP significa una separación de facto del resto del Reino Unido y debilita la Unión. Sin embargo, las elecciones –donde se ha hecho evidente la importancia de temas como la educación, el paro, la sanidad, la inflación y la vivienda–, han revelado que el protocolo no es una prioridad ni siquiera para muchos votantes unionistas.

En cuanto a saber si la victoria del SF puede acelerar el proceso de reunificación de la isla, hay que tener en cuenta que el Acuerdo del Viernes Santo de 1998 establece que Irlanda del Norte seguirá formando parte del Reino Unido y que sólo podrá no dejar de serlo con el consentimiento de la mayoría de la población de Irlanda del Norte mediante la celebración de un referéndum pactado. Los estudios más fiables no sugieren, sin embargo, que exista un apoyo abrumador para la separación del Reino Unido, ya que cerca de la mitad de la población sería favorable al actual estatus mientras que el 42% se decantaría hacia la reunificación. Vistas las circunstancias todo parece indicar que el SF no pedirá a corto plazo la celebración de un referéndum sino en una perspectiva de 5 a 10 años.

Por otra parte, es relevante que el DUP ya haya bloqueado la elección del presidente a la Asamblea de Stormont en protesta por el Protocolo de Irlanda del Norte, provocando una nueva crisis política. El líder del partido, Sir Jeffrey Donaldson, dijo que está enviando un mensaje claro a la UE y al gobierno del Reino Unido sobre la resolución de problemas respecto del acuerdo comercial posterior al Brexit. Por otra parte, el DUP también se niega a presentar un candidato al cargo de viceprimer ministro, lo cual impide la formación de un nuevo ejecutivo. Freya McClements señala en The Irish Times que esta doble negativa se produce en un contexto de empeoramiento de las tensiones entre el gobierno británico y la UE por las amenazas británicas contra el protocolo. Cada vez hay más especulaciones de que el gobierno británico introducirá pronto una legislación que le permita denunciar unilateralmente partes del protocolo.

Desde las páginas de Le Monde Diplomatique, Philippe Descamps y Ana Otaševic advierten de que treinta años después del comienzo de la guerra, Bosnia-Herzegovina sigue sometida a relatos antagónicos. Primero los de los tres pueblos que la forman y que se enfrentaron en los años 90. Después, los de las potencias regionales o mundiales que mueven sus peones en el tablero de ajedrez de los Balcanes. Finalmente, los de los medios de comunicación que transmiten un discurso del miedo, propicio al mantenimiento de los reflejos etnonacionalistas explotados por los partidos en el poder. En este contexto, los fantasmas del pasado hipotecan el futuro, ya que cada comunidad mantiene su relato como una manera alternativa de conseguir sus antiguos objetivos bélicos. Así, para rehuir la responsabilidad de su gestión de cara a las elecciones del próximo mes octubre, los líderes nacionalistas que comparten el poder siguen jugando a la victimización de su comunidad. Los serbios consideran que tendrían que aplicar a la entidad territorial que controlan las habilidades adquiridas por el gobierno central a lo largo de los años, manteniendo su sueño de independencia. Los croatas subrayan que tienen que garantizar su lugar en las instituciones mediante cuotas electorales, o incluso mediante la creación de una nueva entidad territorial propia. Finalmente, los bosnios, que ahora representan más de la mitad de la población, afirman que su destino es crear un estado unitario propio.

El pasado 9 de mayo se celebró el Día de Europa y se puede afirmar que la Europa comunitaria ha conseguido consolidarse como un espacio de libertad, democracia y salvaguardia de los derechos humanos fundamentales. La Unión Europea ha sabido convivir con sus propias contradicciones en un proyecto conformado por estados con diferentes trayectorias históricas, así como con estructuras sociales y culturales diversas. Los países que se han sumado al proyecto europeo han alcanzado incrementos importantes en los índices de desarrollo y esta mejora en las condiciones de vida se basa en el fortalecimiento del Estado del bienestar y los acuerdos comerciales multilaterales firmados dentro del ámbito comunitario. La gestión de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus reactivó el proyecto europeo y mostró su capacidad de movilización de recursos en todos los ámbitos. La invasión rusa de Ucrania, por el contrario, ha situado de nuevo a la Unión frente al espejo de sus propias debilidades existenciales, más allá de una evidente sumisión a los intereses militares de la OTAN o de la incapacidad para controlar su propia política exterior. Europa se ha fortalecido gracias a energías fósiles y acuerdos comerciales con socios que no podrían, probablemente, formar parte de las instituciones comunitarias. Sin embargo, sin una alternativa factible a corto plazo, la economía europea continúa anclada en las importaciones de gas ruso, sin que exista tampoco unanimidad con respecto a la necesidad de establecer una política común en este sentido. Al mismo tiempo, la inflación empieza a erosionar la economía real de las familias y empresas europeas. La cuestión ahora es saber si la ciudadanía europea está dispuesta a pagar el precio para defender sus principios de libertad y democracia.

La editorial del diario Le Monde señala la paradoja de que mientras se celebra el aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, que también marca el inicio de la reconciliación entre Alemania y Francia, ambos países parecen tener un papel secundario ante la agresión rusa en Ucrania. Es como si el conflicto les hubiera cogido con el paso cambiado. Berlín consideró la invasión como un ataque a su modelo económico, a sus opciones energéticas, a su política de apertura hacia Vladimir Putin y a su pacifismo. Mientras tanto en París, el conflicto cuestiona directamente la apuesta de Emmanuel Macron de dirigirse al presidente ruso, que pretendía intentar anclar Rusia en Europa. En el contexto de una crisis sin precedentes, que implica no sólo los valores sino la seguridad de la Unión Europea, París y Berlín deberían tener, como siempre, un papel de motor. La aprobación prevista a principios de junio de un fondo especial de 100.000 millones de euros para el ejército alemán, anunciada por el canciller Scholz tres días después del inicio del conflicto, podría ser la oportunidad para Alemania de salir de sus vacilaciones, comprometiéndose a dedicar una importante parte de este incremento a proyectos europeos de defensa. En este ámbito, como en el de la recuperación económica, o el modo de toma de decisiones a la Unión, Le Monde considera que ha llegado el momento de emprender una serie de acciones contundentes.

En el ámbito económico, Frédéric Munier y Rodolphe Desbordes afirman en la revista Slate que la actual crisis está demostrando ser un ejemplo del uso de lo que se denomina “geoeconomía”, que se puede definir, en el contexto de la política exterior, como el uso de instrumentos económicos para influir en los objetivos políticos de otro país. Ya en 1989, el especialista en estrategia militar Edward Luttwak publicó un artículo donde preveía su generalización y argumentaba que en el doble contexto de la globalización y del final de la Guerra Fría, el equilibrio de poder se basaría más en la economía que en los medios militares. Este paso de la geopolítica militar a la geoeconomía deriva en gran parte de la interdependencia generada por la globalización económica. Es cierto que la geopolítica tradicional no ha desaparecido, pero su ejercicio se basa en las armas de nuestro tiempo: menos acero y más capital, menos obuses y más sanciones. Con la globalización, los actores políticos tienden a sustituir la amenaza de sanciones militares por sanciones económicas. La razón es doble: el equilibrio de poder geoeconómico apunta a los fundamentos mismos de la globalización, es decir, la creación de valor, sin destruir permanentemente el capital, las infraestructuras, las ciudades o matar directamente personas, como en la guerra convencional. Con las sanciones, el juego de suma positiva de la globalización liberal se convierte en un juego de suma cero: no todo el mundo gana cuando entra en juego la geoeconomía. Aunque se siguen utilizando las sanciones tradicionales, como los embargos de armas o comerciales, las que han experimentado un mayor crecimiento están directamente vinculadas a la globalización financiera y a la movilidad de las personas. La integración financiera, el mejor seguimiento de los pagos, la extraterritorialidad de la ley norteamericana asociada a la prevalencia del uso del dólar americano y la voluntad de utilizar sanciones selectivas han contribuido a esta diversificación de los instrumentos de la geoeconomía. Sin embargo, las sanciones no siempre consiguen sus objetivos. Por término medio, se puede considerar que tienen un éxito total en poco más de un tercio de los casos. En el caso de Ucrania, es de temer que la geoeconomía ceda el paso a la geopolítica clásica, sobre todo si Rusia consigue reforzar su comercio con socios económicos que se han mantenido neutrales, como China. Finalmente, es importante no olvidar que si las sanciones económicas pueden no generar los objetivos esperados, tienen unas consecuencias terribles para las poblaciones que las sufren.

Por su parte, Charles Wyplosz reflexiona sobre las posibles causas del actual incremento generalizado de la inflación. Durante los últimos diez años, la inflación ha sido baja, por debajo de los objetivos fijados por la mayoría de los bancos centrales de los países desarrollados. De repente, la inflación se ha disparado sin previo aviso y la cuestión del poder adquisitivo se ha convertido en un tema primordial. Las causas de este incremento espectacular de la inflación no son claras y el autor apunta a cuatro principales explicaciones. En primer lugar, hay quien considera que la culpa es de los bancos centrales que por ejemplo en el caso de los EE.UU. y de la UE han multiplicado por siete la emisión de moneda. Segundo, los bancos centrales, que aseguraron hace unos meses que esta subida repentina era estrictamente temporal, excluyendo cualquier acción para hacer cumplir la base de su responsabilidad, la estabilidad de precios. Aunque algunos bancos centrales han admitido que se han equivocado gravemente y están cambiando de política, el BCE se mantiene en su línea de temporalidad. Tercero, hay quien considera que los culpables son los gobiernos y no los bancos centrales en tanto que todos pidieron muchos préstamos para distribuir ayudas colosales a particulares y empresas durante la pandemia de COVID-19. Finalmente, hay quien acumula explicaciones para afirmar que este ascenso era impredecible. Hablan de sorprendentes cuellos de botella en las cadenas de producción, que incluyen multitud de productores repartidos por todo el mundo. Si uno de ellos no puede seguir el ritmo, o si los puertos se congestionan repentinamente y no hay bastantes barcos para transportar las mercancías, se produce una cadena de bloqueos. El autor afirma que es evidente que hemos entrado en una nueva era en materia de inflación y de política monetaria. Toda una generación ha vivido con estabilidad de precios. Los bancos centrales han desarrollado estrategias orientadas a este objetivo, que han sido posibles por su independencia de los gobiernos. Reforzados por su prestigio, asumieron nuevas responsabilidades, como la estabilidad financiera. Pero ahora la rueda ha girado. Han intentado hacer subir la inflación, demasiado baja en relación a sus objetivos, ideando nuevos instrumentos: los tipos de interés negativos y la creación masiva de dinero. No ha funcionado. Por consiguiente, después de años de inflación demasiado baja, no han sabido anticipar una inflación demasiado alta.

Louis de Catheu argumenta en Le Grand Continent que en un momento en que la planificación ecológica constituye uno de los principales ejes del debate político, el modelo de Estado que se limita a ejercer sus competencias reguladoras ya no tiene sentido. El autor plantea la hipótesis de lo que podría ser un estado de desarrollo aplicado a la transición energética, construyendo coaliciones al servicio de una política industrial verde. En efecto, considera que el estado regulador del mercado parece incapaz de llevar a cabo la transición ecológica. En este sentido, la rápida industrialización y el crecimiento económico de determinadas economías asiáticas en la segunda mitad del siglo XX pueden servir como caso de estudio. Las bases de un futuro estado de desarrollo verde se encuentran pues en varias experiencias industriales. Para que este modelo obtenga consenso en la sociedad hay que movilizar varios colectivos sociales y el autor afirma que una política industrial verde es sin duda la mejor manera de juntar todos estos grupos. Ante los bloqueos políticos a los cuales se enfrentan las políticas de regulación y precios, las políticas medioambientales hoy en día toman la forma de grandes planes de inversión en infraestructuras y tecnologías verdes. Por lo tanto, hay que dar apoyo a los nuevos sectores para que se puedan beneficiar de las economías de escala y del efecto de aprendizaje. El establecimiento de un estado de desarrollo, interviniendo de manera más directa y vigorosa en materia industrial, parece, por lo tanto, una necesidad para acelerar la transición ecológica. Para hacer realidad este programa, es importante construir una coalición de grupos sociales y sectores económicos interesados y convencidos de la necesidad de la transición. Una vez constituida esta coalición, el Estado tendrá que movilizar y reforzar de manera prioritaria tres herramientas para coordinar, dar apoyo a la inversión, crear nuevos mercados y salir de la dependencia de la vía tecnológica: la planificación, la banca pública y el apoyo a la investigación. Los poderes públicos deben definir una trayectoria de descarbonización, que explicite las transformaciones necesarias para reducir la incertidumbre que pesa sobre los agentes privados. Porque si el cambio climático y sus consecuencias materiales y políticas hacen deseables inversiones sostenibles, los agentes privados están mal equipados para identificarlas. En último término, la transición ecológica requiere un alto nivel de coordinación entre sectores, entre instituciones públicas, empresas privadas y sociedad civil. Para que esta visión se haga realidad, el Estado también deberá dotarse de nuevas herramientas de intervención: fondos verdes, banco público europeo reforzado, gestor de activos públicos, o incluso una agencia de financiación de la innovación.

Para acabar The Economist analiza los cambios que la pandemia de COVID-19 ha provocado en el mundo del trabajo mediante el incremento de las herramientas dedicadas a la vigilancia. Según un estudio de la Comisión Europea, la demanda mundial de software para espiar a los empleados se duplicó entre abril del 2019 y abril de 2020. En las semanas que siguieron los confinamientos decretados a partir de marzo de 2020, las búsquedas relacionadas con herramientas de vigilancia se multiplicaron por más de 18. Paralelamente, los creadores de software de vigilancia han informado de grandes aumentos en las ventas. Las compañías tienen muchas razones válidas por supervisar a sus trabajadores. Una es la seguridad: rastrear donde se encuentra el personal en un edificio puede ayudar a localizarlo en caso de emergencia. Otra es mantener fuera de peligro el dinero y los datos. Para asegurar que los empleados no comparten información confidencial, bancos como JPMorgan Chase no sólo rastrean las llamadas, los historiales de chat y los correos electrónicos, sino que también hacen un seguimiento de cuánto tiempo está el personal al edificio y cuántas horas ha trabajado. Otro motivo para que las empresas vigilen a sus trabajadores es medir (y mejorar) la productividad. En los últimos dos años ha habido una explosión de herramientas corporativas que no sólo afirman capaces de decir un empleado concreto está trabajando, sino con qué intensidad lo hace. Los empresarios pueden seguir cada pulsación del teclado o el movimiento del ratón, acceder a cámaras web y micrófonos, escanear correos electrónicos o hacer capturas de pantalla de los dispositivos, a menudo sin avisar a los empleados. Muchos productos de vigilancia se basan en la Inteligencia Artificial, que ha avanzado mucho en los últimos años. Recopilados de manera responsable, estos datos pueden mejorar el rendimiento general de las empresas y beneficiar a los individuos. Una supervisión mayor de los calendarios de los trabajadores puede ayudar a prevenir el síndrome de desgaste profesional. La tecnología también puede empoderar a algunos empleados ante los prejuicios o la discriminación. Sin embargo, los críticos de la vigilancia piensan que no se puede confiar a las empresas este tipo de información. En 2020, después de una airada reacción del personal, Barclays, uno de los principales bancos británicos, se vio obligado a prescindir de un programa informático que registraba el tiempo que los empleados pasaban en su despacho y señalaba los que hacían pausas demasiado largas. Si añadimos la preocupación por la privacidad (y sobre todo si esta intromisión se traslada de la oficina al hogar), no es extraño que los trabajadores se muestren escépticos sobre el valor de la vigilancia.

Ilustración: Alexis Lavoie, “Retombées 2”, 2014

Han participado en este número 61 del Diari de les idees Pilar Querol, Hèctor Gámez y Arnau Inés, estudiantes en prácticas en el CETC

more/less text

Política internacional y globalización

Peter Slezkine The Trouble With “the Free World”

L’autor adverteix que és una mala idea reviure els conceptes de Guerra Freda i “món lliure” que s’estan tornant a utilitzar arran de la invasió d’Ucraïna, ja que pot tenir conseqüències que transcendeixen l’àmbit de la simple retòrica en la mesura que incapacitat dels Estats Units per idear una ideologia positiva per unir el món lliure durant la Guerra Freda va ser un problema persistent. En la seva forma actual, sembla que el concepte de “món lliure” es solapa amb la idea d’Occident. Al mateix temps, la guerra a Ucraïna ha revelat una bretxa persistent entre la unitat occidental i l’universalisme occidental. Fora dels aliats formals dels Estats Units (principalment occidentals), les actituds cap a les sancions contra Rússia han estat en gran part ambivalents. Per als EUA i els seus aliats això és difícilment admissible, tal com han demostrat recentment les campanyes de pressió contra l’Índia, el Pakistan i altres. Tot indica que la insuficiència del concepte ‘”Occident” com a sinònim de “món lliure” es farà encara més evident un cop passi la fase aguda de la crisi europea i els Estats Units tornin a centrar la seva atenció cap a l’Àsia. Una possible alternativa és que el “món lliure” serveixi per distingir entre democràcies i autocràcies. El problema és que l’autocràcia sembla ser una malaltia incipient a gairebé tots els països, inclosos els mateixos Estats Units i si els valors compartits més que no la defensa comuna representen la raó de ser del grup, aleshores no està clar que el lideratge hagi de ser forçosament nord-americà. En darrer terme, les categories retòriques poden crear la seva pròpia inèrcia i un compromís renovat amb un “món lliure” definit negativament produiria un conjunt de problemes coneguts: una insistència a veure les guerres llunyanes com a proves decisives, una intolerància a la no alineació, una incapacitat per formular un propòsit comú en termes positius i una confiança en el mal perdurable. de l’enemic. No és massa tard per idear una política exterior flexible i adaptada regionalment que no requereixi una mobilització mundial contra una única amenaça existencial interconnectada globalment.

Anne-Cécile Robert Les Nations unies menacées d’obsolescence

Crisi de refugiats, crisi alimentària, crisi sanitària… totes les agències de les Nacions Unides estan actives davant la guerra d’Ucraïna. Tanmateix, la institució ha fracassat en la seva missió principal que és la de mantenir la pau i la seguretat. El seu secretari general António Guterres va trigar cinquanta-quatre dies a dur a terme una iniciativa diplomàtica. L’autora es planteja si després del fiasco de l’ONU a Síria, aquest fracàs és el definitiu. Sens dubte, no és la primera vegada que els principis fonamentals de la Carta de l’ONU són atacats per un dels cinc membres permanents del Consell de Seguretat. La invasió de l’Iraq per part de la coalició liderada per Washington i Londres el 2003 va ser una de les crisis més espectaculars i més recentment, el bombardeig il·legal d’instal·lacions químiques sirianes per part dels Estats Units, França i el Regne Unit, el 13 d’abril de 2018, també va provocar una reunió d’urgència del Consell de Seguretat. Símptoma de la paràlisi, l’Assemblea General —que en principi no pot pronunciar-se sobre una situació tractada pel Consell de Seguretat— es va apoderar excepcionalment de les dues guerres (Ucraïna i Síria), en virtut de la resolució “Unió per al manteniment de la pau”, aprovada. el 3 de novembre de 1950, que li permet, en cas d’impasse entre els membres del Consell de Seguretat, formular una opinió política sobre una crisi, sense poder, però, prendre mesures coercitives. S’han alçat nombroses veus per reclamar l’abolició del dret de veto però aquesta idea aparentment senzilla, ignora la història. Si la creació de les Nacions Unides el 1945 és, òbviament, producte de les circumstàncies –els estralls de la guerra i les seves atrocitats– és sobretot fruit d’un acord polític entre les grans potències. Aquestes van acordar que, a diferència de la Societat de Nacions, la nova organització mundial estaria dotada de poders coercitius reals. A canvi, van tenir el privilegi de poder bloquejar una decisió en solitari. En darrer terme, sense dret de veto, no hi ha ONU. L’abolició d’aquest dret, per tant, comportaria el risc paradoxal de portar a un major debilitament de l’organització de la qual els poders, grans o mitjans, s’allunyarien mentre el món es dividiria en baronies i esferes d’influència en competició. En definitiva, mentre les relacions internacionals es recomponen en el desordre, la seguretat col·lectiva mai no ha semblat tan fràgil des de la crisi de Cuba el 1962. Hi ha doncs una necessitat urgent de reformar l’Organització de les Nacions Unides per recuperar la seva credibilitat, per donar-li els mitjans per preservar la pau universal i protegir la dignitat humana.

Katie Stallard How the world’s dictators are rewriting the past in order to control the future

Putin i els mitjans de comunicació russos tenen experiència pel que fa a la creació de propaganda i notícies falses de conflictes, com ja van fer l’any 2014 durant l’annexió de Crimea. Ara amb motiu de la celebració del Dia de la Victòria, Putin ha fet reviure la memòria de la Segona Guerra Mundial amb celebracions on s’emfatitzaven els aspectes que més li convenen, creant alhora una mena de guerra d’informació. Aquesta tàctica és la que va utilitzar quan va declarar públicament la invasió a Ucraïna per “desnazificar-la” i els resultats van ser favorables per a Putin, ja que segons enquestes i estudis independents, la majoria dels russos donen suport a la guerra. Això, però, no només ho fa Putin. Els altres líders autoritaris de la Xina i Corea del Nord també afirmen que estan defenent les seves nacions del enemics estrangers. empren narratives històriques de guerres passades i les distorsionen per tal de justificar les seves accions actuals i controlar els ciutadans. Els règims fan servir la guerra com a eina política. El cas de Corea del Nord és encara més preocupant perquè la dinastia Kim ha inventat batalles i victòries i ha construït monuments commemoratius de fets que mai han tingut lloc, és a dir, ha inventat la història.  El que fan els líders d’aquests tres països és utilitzar les guerres del segle passat per a recordar als seus ciutadans com van lluitar i van prevaler en aquell moment contra l’agressió estrangera, i perquè han de tenir líders forts i la força per a defensar els seus interessos de nou. La perillositat d’això radica en el fet que, com està demostrant actualment Putin a Ucraïna, aquestes narratives històriques deformades poden utilitzar-se per a iniciar guerres i assassinar a civils innocents, fins i tot quan s’afirma que se’ls està alliberant. 

Anne-Marie Slaughter Expanding Nato will deepen east-west fissure

Anne-Marie Slaughter adverteix a The Financial Times que l’adhesió de Finlàndia i Suècia pot contribuir a aprofundir el trencament entre l’est i l’oest i considera que l’objectiu immediat de l’OTAN hauria de ser ajudar les forces ucraïneses a empènyer Putin fins a les seves posicions inicials a l’est del país i forçar-lo a participar en negociacions de pau serioses. Però cal ser conscients que Putin mai no anirà a la taula de negociacions només per ratificar una derrota, a la vegada que convertir Rússia en una mena de Corea del Nord mitjançant sancions no farà més que apropar-la a la Xina. A més, una Rússia feble i humiliada seria un perill permanent per a la política europea i mundial. La veritable qüestió doncs ha de ser com assolir el millor resultat per a tota Europa perquè Rússia és part d’aquest continent i Europa mai no serà veritablement pacífica si no integra les nacions d’Europa de l’Est, inclosa Rússia, a les seves estructures econòmiques i de seguretat. Això no passarà amb Putin al càrrec, ni potser amb els seus successors immediats. Però no es pot condemnar els russos, els ucraïnesos, els moldaus, els georgians, els bielorussos i tants altres a un segle més d’exclusió.

Mary-Françoise Renard Comment Pékin a absorbé Hongkong

Fins ara, Hong Kong ha estat la porta d’entrada de la República Popular de la Xina a l’economia mundial, tant comercial com financerament. La Xina es va recolzar en la creació de zones econòmiques especials (ZEE) que oferien condicions especialment atractives per a les empreses estrangeres. Convertida en Regió Administrativa Especial (RAE) després del traspàs de sobirania del Regne Unit l’any 1997, la ciutat continua acollint part del capital dels multimilionaris xinesos. A més, des de 1983, la ciutat compta amb un avantatge que no té cap altra ciutat xinesa: el seu règim de canvi. Aquest estableix un tipus de canvi fix entre la seva moneda, el dòlar de Hong Kong (HKD) i el dòlar nord-americà. La seva total convertibilitat i la seva vinculació al dòlar garanteixen l’estabilitat monetària, reforcen la confiança dels inversors i mantenen la distància amb Pequín. Aquest sistema ha permès al país resistir les crisis financeres i acumular reserves. No obstant això, a mesura que el país s’ha anat expandint, Pequín ha suprimit les fronteres i ha trivialitzat Hong Kong. La Xina té com a objectiu la integració territorial i també a altres nivells. Això afebleix l’autonomia de Hong Kong i augmenta la competència amb altres grans ciutats xineses. Tot i que els habitants de la RAE s’han acostat econòmicament al continent, al mateix temps se n’han allunyat políticament, afirmant el seu compromís amb la llibertat. La marxa cap a la integració es va accelerar amb la Llei de Seguretat Nacional del 30 de juny de 2020, per la qual els ciutadans de Hong Kong van perdre les seves dues principals reivindicacions: l’Estat de Dret i l’elecció dels seus dirigents. El govern xinès ha violat així les normes que defineixen el principi d’”un país, dos sistemes” que havien de durar fins a 2047. Tot això pot ser la fi d’una ciutat marcada per les excepcions, un refugi per als dissidents, un espai obert per als estudiants i molts xinesos continentals, i un entorn legal fiable per a les empreses. Però l’illa continua sent un important centre financer del qual Pequín no pot prescindir. De ser central en l’estratègia internacional de la Xina, el seu lloc s’està convertint en perifèric sense però desaparèixer. 

Carl Minzner China’s Doomed Fight Against Demographic Decline

La Xina en particular i l’Àsia Oriental en general s’estan enfrontant a un declivi demogràfic sense precedents i les polítiques del primer ministre xinès Xi Jinping per augmentar la natalitat al país no han solucionat el problema. L’edat mitjana d’un ciutadà xinès actualment és de 38,4 anys, superior a la dels Estats Units, i les previsions afirmen que podria arribar-se a una mitjana de cinquanta anys al 2050. Com a resposta a aquesta problemàtica, l’any 2016 el govern va abandonar la llei coneguda com a “política d’un sol fill”, promulgada a la dècada dels setanta per fer front a la superpoblació i augmentar el creixement econòmic. Quatre anys més tard, aquesta política permet el naixement de tres nadons per família i s’han introduït mesures per a fomentar la maternitat. Tanmateix, la resposta de l’administració de Xi Jinping va ser extremadament lenta, ja que dues dècades abans els acadèmics ja preveien aquest declivi demogràfic. Les taxes de natalitat a l’est d’Àsia han caigut en picat, la majoria molt llunyanes de la mitjana dels 2,1 naixements per dona arreu del món. Hong Kong, Macau, Singapur, Corea del Sud i Taiwan tenen les taxes més baixes del món, al voltant d’1,0. Malgrat les polítiques natalistes promogudes durant aquests anys a la Xina, com els permisos de paternitat i maternitat de llarga durada remunerats, els ajuts econòmics per a famílies o altres incentius financers, els experts afirmen que el problema recau en la concepció de societat xinesa. A diferència d’altres països, l’embaràs fora del matrimoni encara és un tabú per a la gran majoria dels xinesos. Tot això, sumat als costos elevats de l’habitatge i la demanda d’anys addicionals d’educació, dissuadeix als joves del casament o, si més no, el retarda fins a la mitjana de trenta-sis anys. A més, els pares rebutgen els permisos de paternitat i les mares solteres en moltes localitats no tenen dret a ajuts econòmics. L’autora nord-americana Leta Hong Fincher apunta que, des de la dècada dels setanta, el Partit Comunista Xinès ha anat a poc a poc abandonant el seu llegat socialista en detriment del ressorgiment de la desigualtat de gènere i l’erosió dels drets de les dones. Xi Jinping s’ha fet seu el discurs de família neotradicionalista, on l’home treballa i la dona vetlla per l’educació dels fills i les tasques de la llar. 

Chris Norton The Lessons Taiwan Is Learning From Ukraine

Molts taiwanesos observen la realitat actual d’Ucraïna com un exemple del que podria succeir a casa seva. La guerra ha intensificat el discurs polític al país i reforçat la concepció de la Xina com a agent amenaçador per la seguretat del país. Taiwan i Ucraïna van democratitzar-se als anys noranta i en l’actualitat aquestes joves democràcies són les més afectades directament per l’afany expansionista de Rússia i la Xina. Si existeix una barrera simbòlica on la tensió entre democràcia i autocràcia lluiten de manera global, aquesta és a les fronteres d’aquests dos països, on els seus ciutadans i governs estan canviant el seu comportament i realitzen sacrificis per mantenir la seva llibertat. El suport necessari per mantenir la sobirania de Taiwan i Ucraïna s’està convertint en una de les qüestions geopolítiques d’una generació sencera de ciutadans europeus i asiàtics. La violència aplicada per part de Vladímir Putin sobre Ucraïna ha transformat la consciència col·lectiva de tot Taiwan. S’hi han produït protestes davant l’ambaixada russa a Taipei i marxes solidàries arreu de la capital. La invasió russa ha despertat els líders taiwanesos i la població d’un son col·lectiu, provocat per les poques amenaces que suposava una Xina mal equipada logística i militarment de cara a una de les majors invasions amfíbies de la història que suposaria la invasió. Amb el ràpid desenvolupament econòmic i la construcció d’una important flota, l’amenaça sobre les costes de Taiwan és més real que mai. Els ciutadans de les democràcies occidentals són poc conscients de la importància de la continuïtat de la sobirania de Taiwan per l’ordre i seguretat d’Àsia, ja que la Xina podria arribar a controlar múltiples línies de subministrament al Mar del Sud i Est de la Xina, incrementant la pressió militar sobre tot el Pacífic i la seva influència política al món. 

Jeremy Cliffe Risk of a direct clash between Russia and the West is rising

Rússia, Ucraïna i els aliats d’ambdós països s’estan preparant per a una guerra de llarga durada i desgast, lluny de les pretensions de Putin d’ocupar tot el territori ucraïnès en una guerra llampec. I aquest escenari és més propici per a un enfrontament directe entre les potències occidentals i Rússia. Així ho va afirmar el secretari de Defensa dels Estats Units Lloyd Austin, en una roda de premsa a Polònia després de reunir-se a Kiev amb Zelensky, juntament amb el secretari d’estat nord-americà Antony Blinken: “Volem veure com Rússia es debilita fins al punt que no pugui fer el tipus de coses que ha fet a l’envair Ucraïna”. Mentre que l’objectiu de Putin era envair la capital ucraïnesa en no més de dos dies i fer fora Zelensky substituint-lo per un govern prorús, ara les seves tropes lluiten per fer-se altre cop amb la regió del Donbàs i el corredor de la costa del Mar Negre. Escenes com l’assassinat indiscriminat de civils a les localitats ucraïneses de Mariúpol i Bucha fan impensable qualsevol mena d’acord o taula de diàleg amb Putin. L’autor considera que les pretensions actuals de l’OTAN i dels Estats Units han passat de defensar Ucraïna a derrotar rotundament a Rússia.

Jakub Grygiel Russia’s War Has Created a Power Vacuum in Europe

L’autor considera que arran de la guerra a Ucraïna, els països cridats a ser protagonistes per arbitrar i liderar el continent han canviat. A principis d’aquest any, Alemanya i Rússia feia temps que estaven consolidats com a actors principals. Alemanya, per la seva política econòmica després de la crisi financera de 2008 i model de país ben considerat pels seus veïns; Rússia, pel subministrament d’energia i gas a l’est d’Europa. Alemanys i russos mantenien aleshores una relació cordial: els primers els venien als segons tecnologia puntera i els segons els hi tornaven el favor amb la venda de gas a preu econòmic. Tanmateix, la guerra ha fet passar els dos països a un segon pla. La tímida resposta inicial del canceller alemany Olaf Scholz no ha deixat en bon lloc al país. Alemanya, a diferència dels seus socis de la Unió Europea, es nega a incrementar l’enviament d’armament militar pesat a Ucraïna. Rússia, per la seva banda, és actualment l’enemic número u d’Europa i l’OTAN. En aquest context sembla que el Regne Unit, Polònia i els Estats Units n’hagin pres el relleu. Els britànics han estat dels primers a enviar armament militar a Ucraïna. Els polonesos ha fet oblidar els seus atacs contra l’estat de dret amb l’acollida massiva de refugiats ucraïnesos. Els Estats Units, per la seva banda, han tornat a focalitzar la seva atenció cap a Europa després d’uns anys on la prioritat era la seva lluita amb la Xina per l’hegemonia global.

David Ignatius Russia’s assault on Ukraine is entwined with a religious war

En un llarg article publicat al juliol de 2021. Vladímir Putin invocava un factor religiós com a base fundacional de la futura invasió russa d’Ucraïna. Afirmant que Rússia i Ucraïna estaven lligades per la fe ortodoxa russa, denunciava els ciutadans ucraïnesos de ment independent que interferien en la vida religiosa de l’església i fomentaven la divisió de la societat. Aquest argumentari el recolza el líder ortodox a Moscou, el Patriarca Kiril i la cúpula de poder religiós ortodox a Constantinoble. Normalment, se sol conceptualitzar a Putin com un líder autoritari i secular. Però l’autor afirma que és una persona molt imbuïda per la fe ortodoxa, que encara porta la creu que la seva mare secretament va llegar-li durant la Unió Soviètica. Una de les raons rere la invasió d’Ucraïna també es troba la reestructuració de l’ordre entre la comunitat ortodoxa. Aquesta batalla intercomunitària té trets familiars. L’església ortodoxa russa va ser fundada a Kíev l’any 988, i posteriorment va ser traslladada a Moscou, on s’ha mantingut fins dia d’avui. Després de l’EuroMaidan , l’església ortodoxa a Ucraïna va buscar independitzar-se estatutàriament de Rússia. L’impuls per part de Moscou els últims anys s’ha convertit en una espècie de guerra freda religiosa pel domini dels principals centres religiosos ortodoxa d’Àfrica, Corea, Singapur i altres països. Un activista calcula que els ortodoxos russos, han convertit més de 200 esglésies a Àfrica. El Patriarca Kiril va beneir la invasió i ignora les terribles pèrdues humanes del conflicte.

Spencer Bokat-Lindell Is More War the Only Path to Peace in Ukraine?

Fa poques setmanes Putin va exigir a l’administració Biden que deixés de subministrar armes pesades i sofisticades a les forces ucraïneses perquè, si no, hi hauria “conseqüències imprevisibles”. Però el Senat nord-americà ha donat llum verda a l’enviament de milions de dòlars en ajuda a Ucraïna en forma d’artilleria, armes antitancs i altres ajudes militars i de seguretat. Altres països també han augmentat els seus enviaments i l’autor planteja el dubte de si l’ajuda militar és el millor mitjà per a protegir la sobirania ucraïnesa, sense prolongar la guerra o posar en perill a altres nacions europees i als mateixos Estats Units. Hi ha dues maneres d’acabar una guerra: la primera és que una de les parts sigui vençuda; la segona és que les dues parts negociïn un acord. Però els defensors de l’ajuda militar creuen en una tercera via: augmentar el cost per a Rússia de continuar el seu atac. Si l’exèrcit ucraïnès pot detenir l’avanç de Rússia a la regió del Donbàs, Putin s’enfrontarà a una dura elecció: dedicar més recursos militars a una guerra que podria durar anys o accedir a negociar. No està gens clar, però, que Putin hi accedirà i això implicar el perill d’una escalada militar fins a la utilització d’armes nuclears.

Maurizio Delli Santi Le derive ideologiche e geopolitiche all’origine della guerra in Ucraina

El mite imperial i la idea de la Gran Rússia que Putin utilitza per justificar la seva guerra tenen les seves arrels en una elaboració ideològica precisa i articulada que ha anat evolucionant al llarg del temps i s’identifica essencialment en una concepció geopolítica que ha estat designada amb el nom de “neoeurasianisme”. Els orígens de la teoria es remunten al revolucionari Konstantin Leontiev, que en la seva obra Vizantism i slavjanstvo [Bizantinisme i eslavisme] (1875) va desenvolupar la idea que la civilització russa es basa en la cultura bizantina, on l’autocràcia i el cristianisme ortodox prevalen com a elements fundadors. Per a Leontiev, la cultura russa s’oposa doncs al racionalisme i al liberalisme occidentals, i per tant per a Europa, i el futur de Rússia és unir-se amb els pobles d’Àsia, el continent de les necessitats espirituals humanes. Més recentment, el filòsof Aleksandr Dugin va tornar a proposar un “neoeurasianisme” “el 1991, una “quarta via política” nascuda al seu entendre del fracàs de les grans ideologies històriques: el liberalisme, el comunisme i el feixisme. La nova elaboració advoca per la idea de portar Rússia de nou a la reintegració política dels països postsoviètics, en el marc d’una unió ideal entre Europa i Àsia amb funció anti-americana. A l’ombra de la doctrina de Dugin, s’ha desenvolupat una altra variant ideològica, centrada en la “conspiració d’Occident” contra Rússia. Finalment, també hi ha un corol·lari, que només uns quants han destacat i és que de cara al renaixement del Russkiy Mir [el món rus] existeix el que s’anomena “el Pla”, la idea fonamental del qual és posar fi a la humiliació del “gran poble rus”, que segons la profecia de Filoteu (c. 1533) serà duta a terme per un elegit, un nou Messies, l’unficador de totes les terres russes. L’autor assenyala que el 15 de febrer, Putin va pronunciar una frase durant una roda de premsa: “Tot es farà segons el Pla”. Preguntat pels periodistes a quin pla es referia, va reiterar enigmàticament: “El Pla, sabem què és”…

Michael J. Mazarr How to Save the Postwar Order

Durant l’última dècada, acadèmics i responsables polítics han debatut sobre la importància de l’ordre internacional posterior a la Segona Guerra Mundial i l’autor es pregunta si es tracta d’un mite feble o d’una poderosa influència en el comportament dels estats. La invasió russa d’Ucraïna i la resposta mundial han posat de manifest aquestes afirmacions contraposades, subratllant que l’ordre de postguerra imposa limitacions reals i tangibles a la majoria dels països. Però la guerra també ha deixat clar que els ordres internacionals poden ser fràgils i ha posat en relleu dues vulnerabilitats potencialment fatals de l’ordre actual: l’ambició excessiva de les potències dominants i la prudència de les potències mitjanes, que prefereixen evitar prendre partit en les rivalitats entre els Estats Units, la Xina i Rússia i que, per tant, dubten a aplicar les normes de l’ordre i s’allunyen de les seves institucions. Aquest escenari il·lustra com s’entrellacen aquestes dues vulnerabilitats de l’ordre internacional. Quan l’ambició excessiva genera crisi, els defensors de la seguretat es troben en la posició més incòmoda, ja que se’ls exigeix que triïn un bàndol. Si no ho fan, semblen afeblir les normes de l’ordre, encara que no hagin volgut donar suport als infractors i que ells mateixos respectin aquestes normes. L’autora considera que encara que pugui semblar contradictori, per tal de preservar l’ordre internacional de la postguerra –un ordre que pot col·lapsar en una nova era de conflictes–, els EUA hauran d’adoptar un enfocament pragmàtic i sostenible, en lloc d’inflexible i absolut, centrat en unes poques normes no negociables que no provoquin reaccions innecessàries dels estats que es resisteixen i posi en perill el consens de l’ordre. 

Henry Kissinger We are now living in a totally new era

En una entrevista publica al Financial Times, Henry Kissinger argumenta que la situació geopolítica a nivell mundial experimentarà canvis significatius després de la guerra d’Ucraïna. Considera que Rússia haurà de revalorar com a mínim la seva relació amb Europa i la seva actitud general envers l’OTAN, a la vegada que avança que no és prudent adoptar una política d’oposició frontal a dos adversaris d’una manera que els uneixi. Kissinger subratlla que ara disposem de tecnologies on la rapidesa de l’intercanvi, la subtilesa dels invents, poden produir uns efectes catastròfics que ni tan sols eren imaginables fa pocs anys. Cal entendre doncs que estem vivint en una era totalment nova on a mesura que la tecnologia s’estén pel món, la diplomàcia i la guerra necessitaran un contingut diferent. Pel que fa a la guerra d’Ucraïna, argumenta que Putin que va calcular malament la situació a la qual s’enfrontava a nivell internacional i, òbviament, també les capacitats de Rússia per mantenir una empresa tan important, i quan arribi el moment d’un acord, no es tornarà a la relació anterior sinó a un nou tipus d’arranjament que no es produirà perquè Occident ho exigeixi sinó perquè Rússia haurà après dels seus errors.

Zhou Bo The war in Ukraine will accelerate the geopolitical shift from West to East

Si l’enemic del meu enemic és el meu amic, és l’enemic del meu amic també el meu enemic? No necessàriament. D’una part Xina és l’aliat estratègic de Rússia i, d’altra banda, Xina és el principal soci econòmic d’Ucraïna. Donada aquesta ambivalència, Beijing es veu obligat a trobar un equilibri en les seves respostes a la guerra entre dos dels seus amics. Aquesta dèbil i calculada neutralitat potser no és el que les parts voldrien, però és acceptable per ambdues. El conflicte a Ucraïna ha fet un mal considerablemals interessos xinesos, inclosos els de la Ruta de la Seda Xina a Europa, però Beijing simpatitza amb la retòrica russa sobre la causa del conflicte: la inexorable expansió de l’OTAN cap a l’est després de la caiguda de la Unió Soviètica. Gràcies a aquesta crisi, una OTAN inactiva i en un dels seus pitjors moments pel que fa a activitat política i militar, ha reviscut. Si finalment Finlàndia s’uneix a l’OTAN, les tropes de l’Aliança estaran a un pas de San Petersburg. L’autor, però, considera que la seguretat d’Europa, com al passat, passa per la cooperació amb Rússia. L’especulació sobre l’aliança entre Beijing i Moscou, i una possible aliança militar ha aflorat en els últims mesos. Però la guerra a Ucraïna ha provat que l’apropament entre la Xina i Rússia no és una aliança, Beijing no ha subministrat ajuda militar i, en canvi, ha enviat suport humanitari a Ucraïna en dues ocasions. La capacitat nord-americana de controlar dos escenaris – l’Indo-Pacífic i Europa – s’ha de jutjar amb atenció. La guerra a Ucraïna ha creat una distracció a l’atenció i recursos nord-americans, creant buits en l’estratègia Indo-Pacífica de Joe Biden, on té diversos objectius i poc suport. 

David Miliband Law, not impunity, should be the West’s rallying cry

La invasió d’Ucraïna ha unit molt més als països de la Unió Europea per a un objectiu comú del que la majoria de la ciutadania es pensava. L’acollida de més de cinc milions de refugiats ucraïnesos i el seu accés al món laboral i els serveis essencials o la política de sancions econòmiques massives contra Rússia en són alguns exemples. També ho són els nous acords de seguretat d’ingrés a l’OTAN i el flux d’armament o les polítiques climàtiques per reduir la dependència del continent del gas i del petroli russos. Tanmateix, segons The Economist dos terços de la població mundial viuen en països oficialment neutrals o que donen suport a la Rússia de Putin. Alguns d’aquests països són potències mundials emergents com Brasil, l’Índia i Sud-àfrica. La pròxima reunió del G7 hauria de tractar quatre aspectes fonamentals per la cohesió mundial: en primer lloc, fer entendre que la invasió de Rússia a Ucraïna no és tan sols la guerra entre una autocràcia i una democràcia, sinó un atac contra l’estat de dret i les lleis que salvaguarden la cohesió mundial. En segon lloc, establir un compromís amb totes les potències per tal d’ajudar en el desenvolupament dels drets de tots els ciutadans dels països democràtics. Un bon exemple són les sol·licituds d’asil a les fronteres de la Unió Europea i els Estats Units i acabar amb l’aïllament econòmic de l’Afganistan. En tercer lloc, és necessari enfortir els controls i les ajudes humanitàries de Nacions Unides i el seu Consell de Seguretat davant d’atrocitats o crims de guerra arreu del món, no tan sols amb el que està succeint a Ucraïna. Finalment, és fonamental fer complir els països del sud els compromisos i drets envers els seus ciutadans. Molts països no poden garantir un sistema sanitari i segur per als seus ciutadans i el règim jurídic no els protegeix.

Milàn Czerny Discours de Poutine: le flou et le chaos

Poques vegades s’ha esperat tant un discurs del president rus com el que va pronunciar el 9 de maig amb motiu de la celebració del Dia de la victòria a la Segona Guerra Mundial. Això no obstant, Vladimir Putin va continuar la seva estratègia de cortina de fum, perpetuant les seves falsificacions i tenint molta cura de no dir res de concret respecte les seves intencions sobre la guerra d’Ucraïna. L’autor comenta amb detall el discurs ja que és clau per entendre que, per a Vladimir Putin, la guerra que s’està desenvolupant actualment és una continuació directa dels conflictes històrics en què es jugava el destí de Rússia. Així, des de les primeres línies del discurs, Putin fa un paral·lelisme entre les històriques victòries de Rússia i la guerra que actualment s’està duent a terme a Ucraïna per tal de justificar l’acció de les forces armades russes en aquest territori. Aquest tema és constant al llarg del discurs. El president rus també esmenta que abans de l’inici de la invasió d’Ucraïna van tenir lloc al desembre de 2021 nombroses reunions diplomàtiques entre representants occidentals i russos per tal d’arribar a un acord sobre la seguretat a Europa. Però no esmenta que les demandes russes sonaven com a ultimàtums i eren majoritàriament inadmissibles a Occident. L’enfrontament amb Occident també és presentat pel Kremlin en termes de xoc de civilitzacions. La menció dels russos morts i ferits a la guerra d’Ucraïna representa un canvi en el discurs oficial rus. A l’inici del conflicte, el Kremlin va trigar diverses setmanes a admetre la mort de soldats.

Alexander Gillespie With the UN powerless, the greatest danger now may be Russia beginning to lose in Ukraine

L’autor afirma que la visita del secretari general de les Nacions Unides, António Guterres, a Rússia i Ucraïna és un exemple del fracàs d’aquest organisme per a estar a l’altura dels seus ideals fundacionals. El seu únic èxit va ser un principi d’acord per a ajudar a evacuar els civils assetjats a Mariúpol. El predecessor de l’organització, la Societat de Nacions, havia fracassat perquè les grans potències consideraven que els seus interessos estaven més ben servits si no s’unien. Per això, amb vistes a atreure les cinc nacions més poderoses de la postguerra mundial a unir-se a l’ONU, aquesta es va dividir en dues seccions: l’Assemblea General i el Consell de Seguretat i, sobretot, es va oferir als cinc grans (els EUA, la Xina, Rússia, Regne Unit i França) el poder de veto sobre les accions del Consell de Seguretat, la qual cosa significa que qualsevol d’ells podia bloquejar qualsevol iniciativa per a prevenir o posar fi a una guerra. Aquesta és precisament la trista realitat d’avui. S’esperava que el veto no s’utilitzés sovint, però des de 1946 ja s’ha utilitzat més de 200 vegades, frustrant les iniciatives del Consell de Seguretat. El poder de veto ha estat una eina molt útil per al president rus, que ha conculcat els principis fonamentals de la Carta de l’ONU i ha desobeït la Cort Internacional de Justícia. L’ONU, impotent, ha deixat un buit que està ocupat per almenys 40 països que proporcionen armament i ajuda  a Ucraïna. La suposició de postguerra que les grans potències es comportarien amb una certa moderació sembla ara qüestionable. Si el conflicte s’amplia, la situació podria descontrolar-se ràpidament. El veritable desencadenant d’això pot ser que Rússia comenci a perdre la guerra. En aquest moment, la idea que l’ONU sigui un sistema dissenyat per a evitar un conflicte més ampli i el xoc de les superpotències està força debilitada.

Martin Sandbu The effects of sanctions on the Russian economy

Des del començament de la guerra contra Ucraïna ja no es publiquen les dades dels bancs russos o de la producció de petroli, i s’espera que el Kremlin interrompi la difusió d’altres informacions que puguin posar en dubte la fortalesa del país. L’economia russa ha estat aïllada del món  i les importacions s’han enfonsat. Això es tradueix en una forta caiguda del producte interior brut del país, restriccions d’operacions financeres amb potències estrangeres i sancions al comerç de béns tals com l’alta tecnologia. Al març, les vendes de productes alimentaris com el sucre o l’oli vegetal van caure dràsticament a causa de les sancions imposades per l’OTAN. El sector més perjudicat per aquestes sancions és l’automobilístic, ja que la impossibilitat d’importar peces per a vehicles i components d’alta tecnologia ha fet caure la indústria en un 80% respecte a l’any anterior. Algunes fonts anuncien que l’exèrcit rus pot estar escàs en material per a la fabricació de míssils de precisió. Tanmateix, la política de producció nacional russa permet que algunes empreses disposin de material d’alta tecnologia emmagatzemat durant un temps, però inevitablement s’exhaurirà. El fet de pagar l’energia russa en rubles no afectaria, a priori, a l’economia del país, ja que aquestes empreses treballen amb divises fortes, però elaboren els seus pressupostos amb rubles. Per aquest motiu, el pressupost de Rússia encara és sòlid. Les sancions financeres, doncs, no afectaran l’economia real russa perquè aquesta és basa en el finançament intern. Tot i això, quan aquesta estigui obligada a negociar amb l’exterior, llavors sí que aquestes sancions seran fonamentals sempre que s’apliquin amb rigor.

Lili Bayer As war rages, Ukraine contemplates years of recovery

Tot i que les autoritats ucraïneses volen demostrar una semblança de normalitat a les zones que han estat alliberades, les ciutats i pobles que han rebut l’embat de les tropes russes s’enfronten a una destrucció indiscriminada que fa excessivament difícil la tornada a la vida habitual. L’ajuda internacional forma part del camí de recuperació i reconstrucció d’Ucraïna, ja que a curt termini les autoritats necessiten continuar pagant salaris i reconstruint infraestructures bàsiques. El president d’Ucraïna Volodímir Zelenski afirmava el mes passat que el país necessitaria 7.000 milions de dòlars al mes per recuperar les pèrdues econòmiques i en aquest context la Unió Europea haurà de tenir un paperrellevant paper en la coordinació i finançament d’aquestes ajudes. Els líders europeus van pactar al març un pla de desenvolupament, l’Ukraine Solidarity Trust Fund on es va invitar a participar els aliats. El primer ministre polonès Mateusz Morawiecki i la seva homòloga sueca Magdalena Anderson van dirigir a principis de maig la conferència de donants d’Ucraïna. Ursula von der Leyen, per la seva banda, va proposar crear un ambiciós paquet de recuperació per Ucraïna per tal de redreçar l’economia d’Ucraïna, insistint que aquest projecte posaria el país en el camí cap a l’adhesió a la UE.

Weronika Strzyżyńska Ukraine’s Roma refugees face closed doors in Poland

L’article apunta les diferències en l’acollida de refugiats procedents d’Ucraïna en funciño de la seva etnicitat i se centre en els cas dels Roms. “Només desitjo que els propietaris ens poguessin conèixer abans de rebutjar-nos” afirma Nadia, una refugiada romaní que va haver d’abandonar el seu poble a la regió del Donetsk. Des de la invasió russa i amb la conseqüent arribada de refugiats a Polònia, l’ètnia romaní es troba amb grans dificultats per obtenir ajudes així com un habitatge decent. Els números oficials indiquen que la població romaní a Ucraïna és d’aproximadament 400.000 persones, tot i que ningú no sap encara quants han arribat a Polònia. Gran part de l’ajuda institucional no s’ha fet arribar i la majoria ha hagut de ser coordinada per particulars i ONG. Els refugiats romanís no només s’enfronten a l’escàs suport de les autoritats estatals sinó també a la discriminació directa dels oficials del país i dels mateixos refugiats ucraïnesos. Segons Talewicz-Kwiatkowka, representant del poble romaní a Polònia, a aquests refugiats se’ls hi ha denegat l’accés al transport i recursos que s’han ofert a altres refugiats a la frontera. Mariam Masudi, coordinadora d’un hostal on s’alberguen gran part dels refugiats romanís, recomana que aquests grups marxin a països l’oest, on la cultura és més diversa i podrien adaptar-se millor. Molts rebutgen marxar i tenen l’esperança de poder retornar aviat als seus domicilis. 

Pierre Polard Les Tatars de Crimée, grands oubliés de la tragédie ukrainienne

L’article analitza la situació dels tàtars de Crimea, els grans oblidats del conflicte actual. Després de segles de vicissituds, deportacions i exilis, després de la desaparició de l’URSS la nova Ucraïna independent els va concedir drets específics i una assemblea regional, el Majlis. Els tàrtars van tornar immediatament a casa en gran nombre: van passar de 5.422 individus el 1979 (0,2% de la població de Crimea) a 277.336 el 2014 (12,6%). Però la calma va ser només un parèntesi. Durant l’absència dels tàtars, els russos es van instal·lar massivament a la península i ara constitueixen la majoria aclaparadora (65% el 2014). El desastre es va completar l’11 de març de 2014 quan Crimea va ser annexada per Rússia després d’un referèndum que els tàtars de Crimea i els ucraïnesos van boicotejar. Arran de l’annexió, els principals líders tàtars tenen prohibit l’entrada a Crimea. El 2016, l’Assemblea Tàrtara de Crimea, el Majlis, va ser declarada organització terrorista per l’oficina del fiscal rus. La repressió també és cultural i només el 3% dels alumnes que pertanyen a aquesta minoria té accés a classes de llengua tàtara a Crimea. D’altra banda, ni els escenaris més optimistes contemplen la retirada russa de Crimea i fins i tot Alexei Navalny, a qui els mitjans occidentals consideren com el principal oponent de Putin, va dir que no tornaria Crimea a Ucraïna si arribava al poder. Així doncs, la identitat tàtara sempre sembla inseparable de la del seu protector, sigui Ucraïna o Turquia. Tanmateix, la posició de Turquia continua sent ambivalent, ja que no vol convertir-se en una base de rereguarda per a la protesta trtara, i sobretot sembla que no vol exposar els seus refugiats tàtars a un atac dels serveis secrets russos que l’obligui a tensar les seves relacions amb Rússia. La internacional turca musulmana amb el qual somia Erdoğan segueix subjecte als interessos nacionals de Turquia. La realpolitik té prioritat. Com passa amb els uigurs i la Xina, Turquia no vol alienar massa una gran potència, sobretot si la té tan a prop.

Catalunya, España, Europa

Tundu Lissu La repressió de l’estat espanyol és pròpia de les dictadures africanes

En aquesta entrevista, Tundu Lissu, dirigent opositor tanzà, convidat pel CETC a participar al seminari “Repressió política i exili a l’Àfrica: el cas de Tanzània”, analitza els paral·lelismes entre la repressió política a Tanzània i a l’Estat espanyol. Lluny de defugir aquests paral·lelismes, Lissu diu que la lluita per la independència de Catalunya i la lluita per la democràcia a Tanzània formen part d’una causa més àmplia: la lluita contra la repressió política al món. Afirma que la violència amb què l’Estat espanyol va reprimir el referèndum del Primer d’Octubre, organitzat setmanes després de l’atemptat que ell va tenir, recorda la violència de les dictadures africanes. Per no parlar dels líders independentistes que no se’n van anar i van acabar a la presó… Aquesta mena de repressió és pròpia de dictadures africanes com ara la de Tanzània, la d’Uganda de Museveni o bé la de Ruanda de Kagame. Que el govern espanyol hagi desplegat aquesta mena de tàctiques contra els dirigents polítics catalans, legítimament elegit és escandalós. Els dirigents democràtics no haurien de ser castigats per haver estat elegits pel seu poble. Castigar la discrepància és allò que els règims africans sempre han fet. És un escàndol sobre el qual el poble espanyol han de reflexionar profundament. D’altra banda, Lissu assenyala que la solidaritat amb aquells qui lluiten per la justícia, amb aquells qui lluiten per la independència és d’allò més important. Cal que el món faci costat a les seves lluites. Afirma que la petita contribució que pot fer al poble català és la d’oferir tot el seu suport a les crides contra la repressió als líders independentistes. Cap país que es digui a si mateix democràtic no pot criminalitzar la dissidència política. El delicte de rebel·lió se sol reservar als polítics que s’alcen violentament contra governs constitucionals. La rebel·lió no és un delicte que es brandi contra polítics que expressen el seu desacord per vies pacífiques, que convoquen eleccions, que consulten els seus ciutadans sobre què voldrien ser. Si fer un referèndum compta com a rebel·lió, cal una nova definició del terme “rebel·lió.” Òbviament, les condicions a Europa –a Espanya, a Catalunya– són molt diferents de les condicions a Tanzània. Al cap i a la fi, els líders independentistes catalans continuen essent membres del Parlament Europeu, i disposen d’una plataforma des d’on donar veu a la seva lluita i la de més gent en uns altres indrets del món, com ara Tanzània. Finalment, Lissu esmenta la situació de Zanzíbar, annexionat forçosament per Tanganyika després de la independència, que va obligar el president de l’illa a signar un tractar d’unió a canvi de retirar l’exèrcit tanzà de Zanzíbar. En tota aquesta història hi va haver també una dimensió geopolítica: el govern revolucionari de Zanzíbar era força progressista, i els aliats occidentals s’havien proposat d’intervenir militarment a l’illa per evitar que es convertís en una “Cuba de l’Àfrica”. Això explica per què Zanzíbar va acceptar un tractat d’unió en uns termes molt desiguals. I és que el document estipulava que el president de la unió seria el president de Tanganyika, i que la unió assumiria virtualment totes competències que l’illa tenia fins aleshores: les relacions internacionals, la defensa territorial, la política fiscal, la política duanera, l’espai aeri… Qualsevol àrea de govern amb un mínim pes polític fou transferida al govern de la unió, és a dir, al govern de Tanganyika. La unió amb Tanganyika ha afectat greument Zanzíbar des d’un punt de vista econòmic, polític, social i cultural, i això explica per què els zanzibaresos sempre l’han repudiada. Ras i curt: la relació entre Tanganyika i Zanzíbar, aquesta mal anomenada “unió”, és una relació colonial.

Victòria Alsina Le Parlement européen doit se pencher sur l’utilisation des logiciels espions dans l’Union pour la Catalogne et pour tous les citoyens européens

En aquesta tribuna publicada al diari Le Monde, la consellera d’Acció Exterior i Gover Obert de la Generalitat de Catalunya, Victòria Alsina, explica que la democràcia està amenaçada pel programari espia Pegasus i que, ateses les circumstàncies del CatalanGate, Espanya és el lloc adequat per començar a resoldre aquest problema atès que a Catalunya 65 telèfons han estat infiltrats amb Pegasus entre el 2017 i el 2020. Això inclou càrrecs electes, entre ells tres expresidents catalans i l’actual president, consellers i diputats al Parlament de Catalunya i al Parlament Europeu, així com periodistes, activistes de la societat civil i fins i tot familiars. Tot sembla indicar que aquesta és només la punta de l’iceberg. Encara hi ha centenars de dispositius potencialment infectats a Catalunya que encara s’han d’escanejar. Els dos anys d’investigació detallats per Citizen Lab indiquen que totes les proves suggereienx un vincle amb les autoritats espanyoles. De fet, és difícil d’imaginar que algú altre empri aquest programari per espiar unes personalitats catalanes que tenen una cosa en comú: tots estan obertament a favor de la independència. Alsina també afirma que hi ha una necessitat urgent de normes i investigacions europees. Per això també és tan important el fet que el Parlament Europeu estudiï l’ús de programari espia a la UE. No només per a Catalunya, sinó també per a tots els ciutadans europeus, els drets dels quals s’han de protegir a tota la Unió i a l’estranger. Si la UE fracassa en aquesta empresa, altres prendran el lideratge de la batalla geoestratègica per imposar el seu model de societat menys lliure. Per preservar el seu lideratge en matèria de drets humans al món, la UE ha d’evitar la doble moral entre els seus estats membres i garantir aquests drets dins de les seves fronteres. Els ciutadans europeus no poden ser espiats per raons polítiques. La UE ha d’enviar un senyal clar que aquest tipus d’abús ja no es tolerarà.

The Financial Times Editorial Board War can be a catalyst for courageous reform in Europe

L’editorial del Financial Times destaca que des que va iniciar-se la guerra a Ucraïna, la Unió Europea -amb l’ajut dels Estats Units i del Regne Unit- ha actuat amb una determinació admirable. Ha acollit milions de refugiats ucraïnesos i els ha dotat dels serveis essencials bàsics, ha enviat material militar a l’exèrcit de Zelensky i ha posat en marxa polítiques climàtiques i energètiques innovadores per deixar de dependre del gas rus. Tot això hauria de ser l’inici de l’enfortiment de la Unió Europea i la potenciació d’una autonomia estratègica. En primer lloc, és necessari ser una organització transparent i reconèixer els immensos costs que provocarà la reconstrucció de la Ucraïna de postguerra, l’augment de la seguretat energètica i fronterera i la innovació tecnològica. Probablement, se superarà la despesa del pressupost 2021-2027, però és vital la transparència davant del contribuent europeu. En segon lloc, és molt important mantenir una vigilància estreta i tenir control de l’ús que fan els governs del fons de recuperació de la UE, ja que, malauradament, no tots l’empren per necessitats reals. No hi ha prou en confiar en l’actuació de la Comissió Europea, sinó que representants d’aquests òrgans de vigilància haurien de ser també al Parlament Europeu i als mateixos governs nacionals. En tercer lloc, també seria interessant permetre que la mateixa Unió Europea pugui incloure a les llistes per a les eleccions al Parlament Europeu llistes electorals transnacionals. D’aquesta manera es reforçaria el poder de l’organització en detriment dels governs europeus més forts. Finalment, tal com va proposar el primer ministre italià Mario Draghi, seria necessària una reforma del tractat bàsic de la Unió Europea per tal de, per exemple, eliminar el veto sobre la política exterior.

Le Monde Allemagne-France: un couple plus nécessaire que jamais

L’editorial del diari Le Monde assenyala la paradoxa que mentre se celebra l’aniversari del final de la Segona Guerra Mundial, que també marca l’inici de la reconciliació entre Alemanya i França, ambdós països semblen tenir un lloc secundari davant l’agressió russa a Ucraïna. És com si el conflicte els hagués agafat amb el pas canviat. Berlín va considerar la invasió com un qüestionament brutal del seu model econòmic, les seves opcions energètiques, la seva política d’obertura cap a Vladimir Putin i el seu pacifisme. Mentrestant a París, el conflicte qüestiona directament l’aposta d’Emmanuel Macron per adreçar-se al president rus, un plantejament que pretén intentar ancorar Rússia a Europa. En el context d’una crisi sense precedents, que implica no només els valors sinó la seguretat de la Unió Europea, París i Berlín han de tenir, com sempre, un paper impulsor. L’aprovació prevista a principis de juny d’un fons especial de 100.000 milions d’euros per a l’exèrcit alemany, anunciada pel canceller Scholz tres dies després de l’inici del conflicte, hauria de ser l’oportunitat per a Alemanya de sortir de les seves vacil·lacions, comprometent-se a dedicar-hi una important part a projectes europeus de defensa. En aquest àmbit, com en el de la recuperació econòmica, o el mode de presa de decisions a la Unió, Le Monde considera que ha arribat el moment d’emprendre una sèrie d’accions contundents.

Sergio Solbes Ferri & Daniel Castillo Hidalgo Europa frente al espejo de su propia historia

El proppassat 9 de maig es va celebrar el Dia d’Europa i es pot afirmar que l’Europa comunitària ha aconseguit consolidar-se com un espai de llibertat, democràcia i salvaguarda dels drets humans fonamentals. La posterior Unió ha sabut conviure amb les seves pròpies contradiccions en un projecte conformat per Estats amb diferents trajectòries històriques, així com amb estructures socials i culturals diverses. Els països que s’han sumat al projecte europeu es caracteritzen per haver assolit increments en els índexs de desenvolupament. Aquesta millora en les condicions de vida a Europa se sustenta en l’enfortiment de l’Estat de benestar i els acords comercials multilaterals signats dins de l’àmbit comunitari. La gestió de la crisi sanitària provocada pel coronavirus va reactivar el projecte europeu i va mostrar la seva capacitat de mobilització de recursos en tots els àmbits. La invasió russa d’Ucraïna, per contra, ha situat de nou a la Unió enfront del mirall de les seves pròpies febleses existencials, més enllà d’una evident submissió als interessos militars de l’OTAN o la incapacitat per a controlar la seva pròpia política exterior. Europa s’ha enfortit gràcies a energies fòssils i acords comercials amb socis que no podrien, probablement, formar part de les institucions comunitàries. Però, sense una alternativa factible a curt termini, l’economia europea continua ancorada a les importacions de gas rus, sense que existeixi tampoc unanimitat respecte a la necessitat d’establir una política comuna en aquest sentit. Alhora, la inflació comença a erosionar l’economia real de les famílies i empreses europees. La qüestió és ara si la ciutadania europea està disposada a pagar el preu per defensar els seus principis de llibertat i democràcia. Cal recordar que el projecte europeu ha sabut sobreposar-se en altres moments similars.

Inês Pereira de Sousa O dia de uma Europa in varietate concordia

Amb motiu de la celebració del Dia d’Europa, l’autora afirma que convé assenyalar dos aspectes fonamentals de la Unió Europea. En primer lloc, que ser nacional d’un Estat membre de la Unió Europea és sinònim de ser ciutadà europeu, titular d’un estatus fonamental, del qual es desprèn, en particular, la prohibició de ser discriminat de manera injustificada per raó de la seva nacionalitat en el territori d’un altre Estat membre. La ciutadania europea, instituïda pel Tractat de Maastricht, ha marcat indiscutiblement una nova era que supera la simple lliure circulació de persones associades a l’exercici d’una activitat econòmica. D’aquesta manera, en el 20è aniversari de la consagració de la ciutadania europea, té tot el sentit recordar que els ciutadans formen part de la construcció europea. En segon lloc, no es pot deixar d’exhortar la solidaritat com a vehicle per a la pau mundial. Aquest 9 de maig es veu enfosquit per la guerra al continent europeu. Davant la invasió d’Ucraïna, les massacres i atrocitats comeses contra la població civil i les constants violacions dels drets humans i del dret internacional humanitari que estem presenciant, és urgent repensar Europa. Repensar el model i les estratègies de defensa, la dependència energètica de Rússia, l’adhesió de nous estats a la Unió Europea i el pla de revitalització europeu. Com l’Europa posterior a la Segona Guerra Mundial, l’Europa d’avui no es (re)farà immediatament, ja que la Unió Europea és un projecte inacabat, que permet desenvolupaments i canvis constants en la història. Per tant, caldrà un esperit de concertació, basat en els fonaments de la democràcia i l’estat de dret, per reconstruir allò que Rússia ha destruït.

Tinatin Akhvlediani Three imperilled neighbours on this Europe Day

En els últims dos mesos s’han produït importants canvis en la política exterior i de seguretat de la Unió Europea. Però ara la UE ha de decidir el futur de l’organització donant resposta a les demandes d’admissió d’Ucraïna, Geòrgia i Moldàvia. Aquest trio sorgeix del context de la UE sobre Aliances del Est (EaP, per les seves sigles en anglès), que, nascuda com a resultat de les guerres, va ser promoguda per la invasió russa de Geòrgia l’any 2008. L’any 2014, aquests tres països es van convertir en “EU Associated Trio”, a través de la signatura de diferents tractats internacionals. Encara la realitat diferent que viu aquests tres països respecte a la resta dels altres EaPs, la Unió ha mantingut una política única general sobre tots els estats de l’est. Com a resultat, els processos d’admissió prospectats per aquest trio s’han frenat i solament la invasió russa sobre Ucraïna ha posat sobre la taula la reactivació d’aquests processos d’integració comunitaris. Ara està en les mans de la Unió decidir el futur d’aquests tres països. Seguint els criteris de Copenhaguen, els tres candidats han de satisfer les condicions polítiques, econòmiques i institucionals demandades. Els criteris institucionals no haurien de suposar problemes, donat el llarg comprometement dels països a aproximar-se al sistema de la Unió a través de la EaP. Obrir noves oportunitats a aquests països no solament és conseqüència lògica de les polítiques d’Associació amb l’Est, sinó és una obligació moral i legal pels interessos geopolítics de la Unió. Per si no fos suficient, s’hauria de considerar la possibilitat de nous conflictes a Moldàvia i Geòrgia, considerant que aquests països formen part de la família europea. Ja és hora de què la UE deixi darrere la seva ambigüitat estratègica que la EaP ha representat durant l’última dècada i faci un esforç per assegurar una Europa segura i en pau. 

Peter John McLoughlin Northern Ireland election: despite Sinn Féin’s historic win over unionists, things may not be as they seem

Després de les eleccions a l’Assemblea d’Irlanda del Nord, el Sinn Féin s’ha convertit en el principal partit, tant en escons com en vot popular i preferencial, i així doncs per primera vegada des de fa un segle un partit nacionalista irlandès ha guanyat les eleccions. En primer lloc, cal apuntar que l’èxit del Sinn Féin és deu principalment a les escissions dins del camp unionista que han perjudicat el DUP (Partit Unionista Democràtic). En efecte, el SF només ha obtingut un 1,3% més de vots de preferència que fa 5 anys i ha mantingut el mateix nombre d’escons (27), mentre el DUP perd 3 escons (passa de 28 a 25) i ha perdut pràcticament el 7% dels vots de preferència. Tot apunta que les principals causes de la desfeta unionista han estat l’oposició a una legislació a favor de la llengua irlandesa, el suport al Brexit i el rebuig posterior a l’acord que es va negociar. Més enllà del simbolisme de la victòria nacionalista, aquestes eleccions comporten un canvi profund i estructural que confirma el creixement notable de l’opció de centre. L’Alliance Party ha doblat la seva representació parlamentària, passant de 8 a 17 escons, convertint-se així en la tercera força política, i ha rebut el suport d’aquells que no volen ser identificats com a unionistes o nacionalistes. Els guanys s’han produït sobretot a costa d’altres formacions intercomunitàries com els Verds (han perdut els dos escons que tenien a Stormont) i dels partits unionistes moderats com l’UUP (Partit Unionista de l’Ulster) Les eleccions han fet evident que al llarg dels últims 20 anys el vot unionista està en declivi i que el vot nacionalista, malgrat les tendències demogràfiques favorables, està estancat. Les perspectives d’una formació ràpida d’un nou executiu són escasses, ja que compartir malgrat l’èxit del SF, sense l’acord del DUP no es pot formar un govern. Hi ha preguntes sobre si està disposat a servir en una administració on el Sinn Féin ocuparia el paper de primer ministre. Més problemàtic encara és el fet que el DUP insisteix que no tornarà al govern fins que no es facin canvis a l’anomenat protocol d’Irlanda del Nord a l’acord del Brexit. El protocol requereix controls a les mercaderies que arriben a Irlanda del Nord des de la Gran Bretanya, la qual cosa significa per al DUP una separació de facto de la resta del Regne Unit i debilita la unió. Tanmateix, les eleccions –on s’ha fet evident la importància de temes com l’educació, l’atur, la sanitat, la inflació i l’habitatge, han revelat que el protocol no és una prioritat ni tan sols per a molts votants unionistes. Pel que fa les possibilitat de que la victòria del SF acceleri el procés de reunificació de l’illa, cal tenir en compte que l’Acord del Divendres Sant de 1998 estableix que Irlanda del Nord seguirà formant part del Regne Unit i que només podrà no deixar de ser-ho amb el consentiment de la majoria de la població d’Irlanda del Nord mitjançant la celebració d’un referèndum pactat. Els estudis més fiables no suggereixen, però, que hi hagi un suport aclaparador per a la separació del Regne Unit, ja que prop de la meitat de la població seria favorable a l’actual estatus mentre que el 42% es decantaria cap a la reunificació. Ateses les circumstàncies tot sembla indicar que el SF no demanarà a curt termini la celebració d’un referèndum sinó en una perspectiva de 5 a 10 anys.

The Irish Times view on Northern Ireland elections Silent middle finds its voice

L’editorial de The Irish Times destaca que no sembla que els dos principals partits hagin percebut les implicacions més profundes de les eleccions a l’Assemblea d’Irlanda del Nord. Així, per a Michelle O’Neill del Sinn Féin, el resultat inicia una nova era per al Nord, mentre que Jeffrey Donaldson, líder del DUP, va declarar que el seu partit ho ha tingut molt bons resultats i que l’unionisme s’ha mantingut. És lògic que el Sinn Féin estigui molt satisfet d’haver-se convertit en el partit més votat però al mateix temps, és conscient que bona part del seu èxit es deu en a una escissió unionista que ha perjudicat el DUP. L’editorial considera que les eleccions confirmen el canvi profund i estructural que està coneixent la societat nord-irlandesa des de fa un parell de dècades i que s’ha vist materialitzat pel creixement del centre polític. Així, l’Alliance Party, que rep el suport d’aquells que no volen ser identificats principalment com a unionistes o nacionalistes, va més que duplicar els seus escons, convertint-lo en la tercera força. També subratlla que els greus desacords respecte de la possible celebració d’un referèndum sobre l’estatus de la província o dels canvis en el Protocol a l’acord del Brexit fan que sigui poc probable que Irlanda del Nord tingui un Executiu abans d’uns quants mesos, i que el debat polític estarà dominat pel bloqueig institucional més que no pas en les qüestions socials i econòmiques urgents que tan clarament prioritza l’electorat d’uns i altres.

Philippe Descamps & Ana Otaševic En Bosnie, l’art de continuer la guerre par d’autres moyens

Trenta anys després del començament de la guerra, Bòsnia i Hercegovina segueix sotmesa a relats antagònics. Primer els dels tres pobles que la formen i que es van enfrontar als anys 90. Després, els de les potències regionals o mundials que avancen els seus peons al tauler d’escacs dels Balcans. Finalment, els dels mitjans de comunicació que transmeten un discurs de por, propici al manteniment dels reflexos etnonacionalistes explotats pels partits al poder. En aquest context, els fantasmes del passat hipotequen el futur, ja que cada comunitat manté el seu relat com una manera alternativa d’aconseguir els seus antics objectius bèl·lics. Així, per defugir la responsabilitat de la seva gestió de cara a les eleccions del proper mes octubre, els líders nacionalistes que comparteixen el poder continuen jugant a la victimització de la seva comunitat. Els serbis consideren que haurien d’aplicar a l’entitat territorial que controlen les habilitats adquirides pel govern central al llarg dels anys, tot mantenint un somni d’independència. Els croats subratllen que han de garantir el seu lloc a les institucions per quotes electorals, o fins i tot mitjançant la creació d’una nova entitat territorial pròpia. Finalment, els bosnians, que ara representen més de la meitat de la població, afirmen que el seu destí és crear un estat unitari propi.

Democracia, diversidad y cultura

Jennifer Schuessler Francis Fukuyama Predicted the End of History. It’s Back (Again)

L’any 1989 Fukuyama veia en el final de la gran competició ideològica de la Guerra Freda una potencialitat un tant avorrida. Ara Fukuyama prediu que Rússia es dirigeix cap a una dura derrota que farà reviure l’esperit de 1989 i repensar l’estat de declivi de les democràcies occidentals. Fukuyama considera que la democràcia liberal no és un accident, sinó un producte contingent d’un moment particular de la història. Argumenta que la història té forma d’arc, i tendeix a doblegar-se cap a alguna forma semblant a la justícia. En el seu nou llibre Liberalism and Its Discontents (Profile Books, 2022), Fukuyama afirma que el liberalisme es troba amenaçat no solament per la ideologia rival, sinó per versions absolutitzades dels seus propis principis. Les persones de dretes, promotores de l’economia neoliberal, han convertit l’ideal de l’autonomia individual i el mercat en una religió. Els progressistes, en canvi, han abandonat l’autonomia individual i la llibertat d’expressió a favor dels drets socials que amenacen la cohesió nacional. Les solucions que ofereix poden semblar avorridament tecnocràtiques i abstractes: retornar el poder al nivell més baix de govern així com protegir la llibertat d’expressió, entenent els seus límits. Fukuyama està menys interessat en les polèmiques que en els aspectes pràctics, i se centra en el que fa falta per tal que els sistemes i estructures de la societat del present i futur funcionin. 

John Tornhill Only free societies can combat disinformation

L’autor argumenta que el principal problema de la desinformació és com classificar-la, ja que l’equació acostuma a ser: crec que la informació és fiable, la desinformació ens enganya i es propaga la desinformació. Dins d’aquest context, tot i que els governs democràtics poden ajudar a educar els ciutadans perquè siguin més escèptics davant les històries sospitoses (desinformació prèvia a l’emmagatzematge) i també poden desmentir les teories de la conspiració, hi ha límits clars quant a fins on haurien d’arribar. La guerra contra la desinformació no es guanyarà mai, però això no vol dir renunciar a la lluita. Durant massa temps, els governs democràtics han estat ingenus, permetent als règims hostils explotar l’obertura de les plataformes tecnològiques i les societats lliures per introduir les seves mentides i la seva desinformació. En definitiva, és responsabilitat col·lectiva dels governs, les empreses tecnològiques, la societat civil, els mitjans de comunicació i milions d’usuaris individuals maximitzar els avantatges de la llibertat d’expressió.

Robert Reich We must fight powerful bullies, whether they are Putin, Trump, or tech billionaires

En aquest article l’autor argumenta que la societat civil ha de lluitar contra els poderosos que exerceixen un abús de poder constant sobre els més desfavorits. S’ha d’aturar Putin i la seva creuada militar contra Ucraïna i Trump qui promou la seva gran mentida. Com també han de ser criticats i castigats els polítics europeus i nord-americans de dretes que fomenten el nacionalisme cristià blanc. Reich considera que la societat civil ha de responsabilitzar-se per acabar amb les vulneracions de drets contra el col·lectiu LGTBIQ+ dutes a terme per personalitats públiques. També de condemnar els policies que assassinen indiscriminadament a la població afroamericana i practiquen un racisme sistèmic. Així mateix cal acabar amb els poderosos que exerceixen abusos sexuals contra les dones de manera impune  o aquells que subornen funcionaris i legisladors per no pagar els impostos. Com va anunciar el filòsof britànic Thomas Hobbes, estem vivint en una societat en estat de natura, on es practica la llei del més fort. Sense normes ni regles que emparin jurídicament els menys poderosos i menys rics, i on personalitats com Putin, Trump o caps d’empreses multimilionàries creuen tenir llicència per fer amb nosaltres el que ells desitgin, sense ser castigats. Conclou que cal aconseguir revertir aquesta situació, fins a arribar a una societat on tothom disposi dels mateixos drets i no es vegi afectat pels capritxos d’un grapat de rics i poderosos. 

Sarah Shaw US abortion ruling will reverberate around the world

Els Estats Units podrien retrocedir gairebé cinquanta anys en matèria d’avortament. Una filtració de l’esborrany de la decisió del Tribunal Suprem suggereix que és probable que s’anul·li el dret a l’avortament a nivell federal, amb la revocació de la sentència judicial de 1973 coneguda com a Roe vs. Wade. Si la decisió es manté, no sols restringiria l’accés a serveis sanitaris essencials per a les dones als Estats Units, sinó que també influiria en els moviments mundials que pretenen negar els drets de les dones. Una cosa però és certa: restringir l’avortament no el fa desaparèixer. Les dones continuaran tractant d’interrompre els embarassos no desitjats i les lleis restrictives només n’obliguen a recórrer a mètodes perillosos, arriscant la seva salut i la seva vida. L’avortament en aquest tipus de condicions continua sent una de les principals causes de morts relacionades amb l’embaràs. Un estudi recent ha calculat que si es revoca la llei Roe, augmentaria el nombre de morts de dones embarassades als Estats Units en un 21%, i en un 31% en el cas de les dones afroamericanes. El contrari també és cert: als països on la legislació sobre l’avortament s’ha liberalitzat, més dones han pogut accedir a una atenció segura i les morts per avortament han disminuït.  Els efectes de les polítiques nord-americanes sobre l’avortament a l’estranger podrien fer-se sentir durant dècades, ja que contribueixen a legitimar encara més els moviments contra l’avortament.

Varvara Mikháilova Este desastre va a acabar con todo lo que estábamos logrando en nuestra lucha por los derechos de las mujeres

L’advocada defensora dels drets humans i activista feminista de l’organització “Apologia”, Varvara Mikháilova parla a la revista CTXT de la guerra i dels drets de les dones. L’organització a la qual pertany ha estat declarada com a agent estranger, per la qual cosa se n’ha restringit el treball a tot el territori de la Federació de Rússia. A l’inici de la guerra es van fer modificacions legals per tal de frenar la dissidència i la desacreditació de les forces armades russes i controlar la informació. A més, es mantenen lleis repressives anteriors per la qual cosa les persones amb una posició contra la guerra poden enfrontar-se a multes o detencions. El més important és que aquestes persones se sentin acompanyades i no perdin la noció d’estar en el seu dret malgrat tota la repressió que sofreixen. Les detencions succeeixen dins de la lògica d’un estat autoritari de tall feixista. Els drets d’assistència jurídica mai han estat respectats a Rússia, però ara encara s’ha complicat més l’accés dels advocats a comissaries i presons. Durant els judicis, s’infringeixen principis bàsics de la judicatura i el resultat és un procés il·legal amb irregularitats processals. L’única esperança és poder recórrer les sentències a les institucions internacionals però en la situació actual no deixa de ser una perspectiva molt llunyana. Entre totes les persones que participen en el moviment anti-guerra a Rússia, un dels grups més actius són les feministes. Les dones tenen clar que aquest desastre humanitari posarà fi a tot el que estaven aconseguint pels seus drets i contra la violència de gènere.

Economía, bienestar e igualdad

Frédéric Munier & Rodolphe Desbordes Moins d'obus, plus de sanctions: l'arme de guerre moderne est économique

Els autors assenyalen a la revista Slate que l’actual crisi està demostrant ser un exemple de l’ús del que s’anomena “geoeconomia”, que es pot definir, en el context de la política exterior, com l’ús d’instruments econòmics per influir en els objectius polítics d’un altre país. Ja l’any 1989, l’especialista en estratègia militar Edward Luttwak va publicar un article on en preveia la generalització. Argumentava que en el doble context de la globalització i del final de la Guerra Freda, l’equilibri de poder es basaria més en l’economia que en els mitjans militars. Aquest pas de la geopolítica militar a la geoeconomia deriva en gran part de la interdependència generada per la globalització econòmica. És cert que la geopolítica tradicional no ha desaparegut, però el seu exercici es basa en les armes del nostre temps: menys acer i més capital, menys obusos i més sancions. Amb la globalització, els actors polítics tendeixen a substituir l’amenaça de sancions militars per sancions econòmiques. La raó d’això és doble: l’equilibri de poder geoeconòmic apunten als fonaments mateixos de la globalització, és a dir, la creació de valor, sense destruir permanentment el capital, les infraestructures, les ciutats o matar directament persones, com fa la guerra convencional. Amb les sancions, el joc de suma positiva de la globalització liberal es converteix en un joc de suma zero: no tothom guanya quan entra en joc la geoeconomia. Tot i que se segueixen utilitzant les sancions tradicionals, com ara els embargaments d’armes o comercials, les que han experimentat un major creixement estan directament vinculades al la globalització financera i a la mobilitat de les persones. La integració financera, el millor seguiment dels pagaments, l’extraterritorialitat de la llei nord-americana associada a la prevalença de l’ús del dòlar americà i la voluntat d’utilitzar sancions dirigides han contribuït a aquesta diversificació dels instruments de la geoeconomia. Tanmateix, les sancions no sempre aconsegueixen els seus objectius. De mitjana, es pot considerar que tenen un èxit total en poc més d’un terç dels casos. En el cas d’Ucraïna, podem témer que la geoeconomia cedeixi el pas a la geopolítica clàssica, sobretot si Rússia aconsegueix reforçar el seu comerç amb socis econòmics que s’han mantingut neutrals, com la Xina. Finalment, és important no oblidar que si les sancions econòmiques poden no generar els objectius esperats, tenen unes conseqüències terribles per a les poblacions que hi estan sotmeses.

Mark Saxer The coming world order

A Moscou i Beijing, però també a Washington, el model multipolar de grans potències amb diferents zones d’influència, està aconseguint cert suport. També existeix suport no solament a la Xina, sinó a la resta de països, de consolidar un model Westfalià amb una marcada sobirania de l’estat-nació. Aquests models tenen diferents bases d’acció i el que prevalgui determinarà no solament la guerra i la pau sinó la producció mundial i la distribució de sistemes financers del futur. En el context europeu, a Alemanya el tema central a l’agenda ha estat com denegar a Rússia els beneficis de l’exportació de petroli i gas sense demanar massa sacrificis als consumidors que depenen de l’energia russa. Atesa la continuada confrontació geopolítica, els imperatius de la protecció climàtica i de la seguretat energètica apunten a la mateixa direcció. Amb la pandèmia i, més recentment, amb la política zero-COVID a la Xina, el risc de desajustaments a les cadenes ha  augmentat. Europeus i asiàtics es resisteixen a entrar en una nova guerra freda per les disputes sobre gasoductes, manufactures de xips i infraestructures de subministrament. Mentrestant, Beijing, amb projectes com el de la Nova Ruta de la Seda, està intentant fer forat a Occident. Si els xinesos aconsegueixen apropar-se a Europa, Xina i Rússia hauran fet passos importants per tal de neutralitzar la influència nord-americana a Euràsia. Xina i els Estats Units entenen el conflicte a través de la competició sobre l’hegemonia global. Els falcons americans volen debilitar Rússia i evitar que Taiwan acabi en mans xineses. A Beijing, encara existeix desacord sobre si els interessos de la Xina passen per desaparèixer darrere d’un nou Teló d’Acer amb una Rússia aïllada per la comunitat internacional o si beneficiaria molt més al país un ordre mundial obert i accessible. 

Charles Wyplosz Quelles sont les causes de l'inflation actuelle?

Durant els darrers deu anys, la inflació ha estat baixa, per sota dels objectius fixats per la majoria dels bancs centrals dels països desenvolupats. De sobte, la inflació s’ha disparat sense previ avís i la qüestió del poder adquisitiu s’ha convertit en un tema primordial. Les causes d’aquest increment espectacular de la inflació no són clares i l’autor apunta a quatre principals explicacions. En primer lloc, hi ha qui consideren que la culpa és dels bancs centrals que per exemple en el cas dels EUA i de la UE han multiplicat per set l’emissió de moneda. Segon, els bancs centrals, que van assegurar fa uns mesos que aquesta pujada sobtada era estrictament temporal, excloent qualsevol acció per fer complir el nucli de la seva responsabilitat, l’estabilitat de preus. Tot i que alguns bancs centrals han admès que s’han equivocat greument i estan canviant de política, el BCE es manté en la seva línia de temporalitat. Tercer, hi ha qui considera que els culpables són els governs i no els bancs centrals en tant que tots van demanar molt préstecs per distribuir ajuts colossals a particulars i empreses durant la pandèmia de COVID-19. Finalment, hi ha qui acumula explicacions per afirmar que aquest ascens era impredictible. Ens parlen de sorprenents colls d’ampolla en llargues cadenes de producció, que inclouen multitud de productors repartits per tot el món. Si un d’ells no pot seguir el ritme, o si els ports es congestionen sobtadament i no hi ha prou vaixells per transportar les mercaderies, es produeix una cadena de bloqueigs. L’autor afirma que és evident que hem entrat en una nova era en matèria d’inflació i la política monetària. Tota una generació ha viscut amb estabilitat de preus. Els bancs centrals han desenvolupat estratègies orientades a aquest objectiu, que han estat possibles per la seva independència dels governs. Reforçats pel seu prestigi, van assumir noves responsabilitats, com l’estabilitat financera. Però ara la roda ha girat. Han intentat fer pujar la inflació, massa baixa en relació als seus objectius, inventant nous instruments: els tipus d’interès negatius i la creació massiva de diners. No ha funcionat. Aleshores, després d’anys d’inflació massa baixa, no han sabut veure arribar una inflació massa alta.

Tommy Stubbington Emerging markets hit by ‘toxic’ mix of rising rates and slower growth

Les divises dels mercats emergents han patit la caiguda més gran des de les primeres fases de la pandèmia, ja que una barreja “tòxica” de pujada dels tipus d’interès als EUA i l’alentiment del creixement a la Xina augmenta els riscos i atenua les perspectives de les economies en desenvolupament. A més, la guerra a Ucraïna és un risc afegit, perquè incrementa el preu dels productes, des del petroli fins al blat, i reforça les divises dels països exportadors de matèries primeres, com el Brasil i Sud-àfrica. Tot plegat suposa una combinació perillosa. La Reserva Federal ha posat en marxa un agressiu enduriment de la política monetària en un intent de frenar l’elevada inflació, la qual cosa ha impulsat al dòlar nord-americà i ha afectat les accions i els bons. S’ha produït la venda dels actius de risc i les divises de mercats emergents han baixat. El yuan xinès ha caigut al seu nivell més baix enfront del dòlar en més de 18 mesos, després que les dades mostressin que les exportacions del país van créixer el mes passat al ritme més lent dels dos últims anys, la qual cosa ha provocat una nova onada de vendes en les monedes dels mercats emergents.

Oliver Telling et al. Food protectionism fuels global inflation and hunger

L’augment dels preus dels aliments, iniciat durant la pandèmia de  COVID-19 i accelerat per la guerra a Ucraïna, ha obligat molts països a prohibir les exportacions d’aliments com cereals, oli o llegums a l’estranger o a imposar restriccions a l’exportació com imposts o quotes reduïdes. Aquestes decisions estan afectant els països que depenen de la importació d’aliments que, sovint, són dels més pobres. La decisió del govern d’Indonèsia de prohibir l’exportació d’oli de palma a l’estranger ha causat un efecte dominó amb conseqüències tant a fora com a dins del país. L’oli de palma és el més comercialitzat del món per a la cuina, juntament amb l’oli de gira-sol, del qual Ucraïna i Rússia en són els màxims exportadors. La situació s’ha vist agreujada per la decisió de l’Índia –segon país productor a nivell mundial darrere d’Ucraïna- de prohibir l’exportació de blat, ja que uns mesos de març i abril particularment càlids (amb temperatures de fins a 45 graus) han posat en perill el subministrament intern del país. La primera conseqüència és que el preu del blat s’ha disparat als mercats fins arribar als 435 euros la tona. el doble de fa un any.

Sostenibilidad y cambio climático

Karl Mathiesen 50-50 chance planet will temporarily overshoot 1.5 degrees before 2026

Segons un recent informe de l’Organització Meteorològica Mundial (OMM) i l’Oficina Meteorològica del Regne Unit hi ha un 50% de possibilitats que la temperatura global augmenti en un grau i mig durant els cinc anys vinents. A l’Acord de París de 2015, governs de tot el món van decidir limitar l’escalfament en aquesta xifra, amb un límit absolut de dos graus d’augment. Tanmateix, els investigadors alerten que aquesta probabilitat no es tradueix en el fet que sigui impossible d’aconseguir l’objectiu, ja que el plantejat a l’Acord de París i ratificat a la cimera de Glasgow és una fita a llarg termini i que és normal que les temperatures oscil·lin d’un any a un altre. No obstant això, el Grup Intergovernamental d’Experts sobre el Canvi Climàtic (IPCC) avisa que els governs mundials no han dut a terme polítiques de retallades d’emissions innecessàries per limitar l’escalfament global. Un augment d’un grau i mig a llarg termini comportarà conseqüències catastròfiques i punts d’inflexió climàtics irreversibles, com el col·lapse de la capa de gel antàrtica, adverteix el mateix grup. 

Louis de Catheu et al. Un État pour la planification écologique

En un moment en què la planificació ecològica constitueix un dels principals eixos del debat polític, el model d’Estat que es limita a exercir les seves competències reguladores ja no té sentit. Els autors plantegen la hipòtesi del que podria ser un estat de desenvolupament aplicat a la transició energètica, construint coalicions al servei d’una política industrial verda. En efecte, consideren que l’estat regulador del mercat sembla incapaç de dur a terme la transició ecològica. En aquest sentit, la ràpida industrialització i el creixement econòmic de determinades economies asiàtiques a la segona meitat del segle XX poden servir com a cas d’estudi. Les bases d’un futur estat de desenvolupament verd es troben doncs  en diverses experiències industrials. Perquè aquest model assoleixi consens a la societat cal mobilitzar diversos col·lectius socials i els autors afirmen que una política industrial verda és sens dubte la millor manera d’ajuntar tots aquests grups. Davant dels bloquejos polítics als quals s’enfronten les polítiques de regulació i preus, les polítiques mediambientals avui en dia prenen la forma de grans plans d’inversió en infraestructures i tecnologies verdes. Per tant, cal donar suport als nous sectors perquè es puguin beneficiar de les economies d’escala i de l’efecte d’aprenentatge. L’establiment d’un estat de desenvolupament, intervenint de manera més directa i vigorosa en matèria industrial, sembla, per tant, una necessitat per accelerar la transició ecològica. Per fer realitat aquest programa, és important construir una coalició de grups socials i sectors econòmics interessats i convençuts de la necessitat de la transició. Un cop constituïda aquesta coalició, l’Estat haurà de mobilitzar i reforçar de manera prioritària tres eines per coordinar, donar suport a la inversió, crear nous mercats i sortir de la dependència de la via tecnològica: la planificació, la banca pública i el suport a la recerca. Els poders públics han de definir una trajectòria de descarbonització, que expliciti les transformacions necessàries per reduir la incertesa que pesa sobre els agents privats. Perquè si el canvi climàtic i les seves conseqüències materials i polítiques fan desitjables inversions sostenibles, els agents privats estan mal equipats per identificar-les. En darrer terme, la transició ecològica requereix un alt nivell de coordinació entre sectors, entre institucions públiques, empreses privades i societat civil. Perquè aquesta visió es faci realitat, l’Estat també s’haurà de dotar de noves eines d’intervenció: fons verds, banc públic europeu reforçat, gestor d’actius públics, o fins i tot una agència de finançament de la innovació.

Barbara van Paassen Why we need feminist leadership for climate justice

L’autora afirma que cada vegada és més clar que el canvi climàtic és una qüestió de justícia social que només pot resoldre’s si s’aborden les desigualtats globals. Existeix una gran bretxa entre els països responsables de les emissions i els que fan front als seus efectes. Considera que durant massa temps, els homes blancs del Nord –que mai no s’han vist afectats per les catastròfiques realitats del canvi climàtic– han dominat el debat sobre el clima i han ignorat especialment les dones i les comunitats indígenes. Les solucions habituals, com la compensació d’emissions de carboni, semblen empitjorar les desigualtats mundials en lloc de reduir-les. L’autora argumenta que cal desplaçar el poder dels contaminadors cap als més afectats. L’activista climàtica keniana Elizabeth Wathuti va dir que si volem combatre de debò la crisi climàtica, cal escoltar els qui ja n’estan sofrint les conseqüències. I el millor exemple en són les dones i les feministes, que tenen molt a oferir, i especialment les del Sud, ja que tenen una llarga història de lluita contra la desigualtat i de construcció de solucions inclusives.  Les feministes incorporen la regeneració de la naturalesa, l’expressió de la solidaritat i la construcció d’una economia solidària cada vegada més com a elements centrals per a crear un món més just i sostenible. A més, inviten a qüestionar els comportaments i mentalitats del Nord i a compartir i unir els diferents moviments. També desafien els desequilibris de poder, la falta de solidaritat global i la focalització en el creixement econòmic. L’autora conclou que els reptes als quals ens enfrontem són grans i requereixen un tipus de lideratge diferent. Les dones que treballen per la justícia climàtica mostren en què consisteix el lideratge feminista i per què el necessitem. 

Cédric Gouverneur Déchets radioactifs, angle mort de la relance du nucléaire

Davant el repte climàtic, molts veuen l’energia nuclear com una bona opció per a aconseguir reduir l’emissió de gasos. L’autor assenyala, però, que més enllà de les qüestions de riscos i rendibilitat a llarg termini, aquest mètode de producció d’electricitat genera una quantitat de residus molt perillosos amb els quals encara no sabem què fer de manera sostenible. Presentat com una solució duradora, l’enterrament profund comporta moltes incerteses. Atès que la desintegració de la radioactivitat dels productes resultant de la fissió dels àtoms d’urani és molt lenta, generen durant mil·lennis radiacions ionitzants potencialment nocives, fins i tot mortals, per als éssers vius. A tots els països que utilitzen energia nuclear, aquests residus s’emmagatzemen actualment en piscines de refrigeració. Se suposa que aquest emmagatzematge serà reversible durant un segle, per tal de donar una sortida en cas que es descobreixin tractaments més satisfactoris. El risc de l’emmagatzematge és que les generacions futures perdin el control sobre els residus, per la qual cosa s’han de prendre mesures per assegurar-ne el control.

Innovación, ciencia y tecnología

Fabien Jannic-Cherbonnel L'UE doit encadrer l'IA pour éviter de tomber dans une société de la surveillance

L’autor es planteja si la Unió Europea s’està convertint en el policia d’internet atès que sembla que aquesta sigui l’ambició de la Comissió Europea des de fa alguns anys. Entre la Digital Market Act, aprovada fa un parell de mesos, que obligarà Apple i Google a obrir els seus ecosistemes de telèfons intel·ligents als competidors, i la directiva sobre drets d’autor, la UE sembla voler compensar l’absència de GAFA europeus decidint les normes que regeixen la web. En general, la UE està ben situada, fins i tot és el seu deure liderar el món digital en línia perquè accepti els drets i els valors europeus. Internet és utilitzat per les grans empreses per censurar, per obtenir beneficis… L’autor considera que cal respondre a aquests problemes. Amb tot, afirma que els drets fonamentals estan força ben protegits a Europa. Queda la qüestió de què estan fent els governs de la UE per regular els temes digitals, i no sempre és positiu. Cal lluitar contra aquestes tendències, com per exemple que alguns governs volen utilitzar eines de vigilància massiva… També és necessari combatre l’ús de la IA per identificar persones, o els seus comportaments, a l’espai públic. Això es fa a la Xina, on s’avisa directament a la policia. Això pot tenir un efecte sobre les llibertats civils, on les persones es posarien sota vigilància permanent i es mostrarien reticents a parlar de determinats temes o actuar de determinades maneres. Per això cal aconseguir que la prohibició de la vigilància biomètrica s’inclogui a la futura directiva europea sobre IA. Finalment, la UE també té marge de millora pel que fa a la participació digital en les decisions democràtiques. Internet ens ofereix moltes oportunitats per informar millor els ciutadans i implicar-los. Cal utilitzar més aquesta eina perquè ara mateix moltes negociacions a nivell europeu encara tenen lloc a porta tancada.

Verónica Bolón Canedo ¿Puede mentir la inteligencia artificial?

La Intel·ligència Artificial és un dels fenòmens digitals més revolucionaris del segle. Tot i que va començar a ser ideada a mitjans del segle passat, no va ser fins fa uns anys que els ordinadors i el Big Data van permetre fer-ne un ús més normalitzat. L’aparició d’alguns tipus d’Intel·ligència Artificial racista o sexista va obligar la Unió Europea a redactar les Directrius ètiques per a una intel·ligència artificial fiable i pel que fa a Espanya l’Estratègia Nacional d’Intel·ligència Artificial. El gran dubte que susciten aquests sistemes és que les seves pautes d’actuació són molt poc interpretables i, en molts casos, impossible de predir. En els últims anys ha tingut gran importància l’anomenat “aprenentatge adversari”, mitjançant el qual s’intenta prevenir la Intel·ligència Artificial de possibles atacs amb la introducció de dades falses indetectables pels humans, però sí per les màquines. En alguns casos s’inclou soroll o pertorbacions mínimes en una imatge, que un ésser humà no detectaria però sí la Intel·ligència Artificial. Per tant, aquests sistemes són relativament fàcils d’enganyar per altres màquines. La Intel·ligència Artificial aprèn igual que els éssers humans, a través de l’aprenentatge d’altres persones que s’encarreguen d’introduir dades i algoritmes. Recentment, ha aparegut un nou sistema d’ensenyament, l’aprenentatge per reforç, que consisteix en recompensar l’algoritme quan s’aconsegueix un resultat satisfactori. Mitjançant l’aprenentatge per reforç sí que és possible ensenyar una Intel·ligència Artificial a mentir. Així va passar l’any 2017, quan dos investigadors de la Universitat Carnegie Mellon van assolir que la seva Intel·ligència Artificial Libratus guanyés alguns dels millors jugadors de pòquer utilitzant “farols”.

John Naughton How Russia and Ukraine are finding new ways to use tech in the war

Ucraïna ha estat utilitzant tecnologia de reconeixement facial per a identificar soldats russos. La revista Forbes per la seva banda afirma que s’empra software per trobar els comptes a les xarxes social  dels soldats russos caiguts en combat, permetent així que les autoritats puguin contactar les seves famílies i amics. Tot això per tal d’informar sobre la realitat de la guerra i, especialment, per desmentir les afirmacions russes sobre les poques baixes que té en el conflicte. La tecnologia utilitzada sembla ser Clearview AI, un programari nord-americà bastant controvertit als Estats Units on un grup de senadors va presentar una queixa sobre la seva utilització en agències federals. La tecnologia que tothom té present en relació amb les sancions a Rússia és el blockchain, un software que sustenta criptomonedes com Bitcoin o Ethereum. Aquestes monedes virtuals han estat expandint-se durant anys i tenen quelcom en comú: un sistema descentralitzat de pagament que pot permetre a tothom transferir valors a algú des d’on vulguin. Tot el procés queda encriptat i poc supervisat, no existeix un banc central ni institució que ho controli, i constitueix doncs una via per blanquejar diners i eludir sancions. Sembla que Rússia és un país expert en aquestes monedes i disposaria d’unes reserves de criptomonedes properes als 200 mil milions de dòlars, un 12% de les reserves mundials. Un altre estudi estima que 17 milions de russos tenen criptomonedes i que mig milió de programadors informàtics treballen en aquesta indústria, la qual cosa converteix Rússia en el tercer país en activitat de minat de criptomonedes.

The Economist Welcome to the era of the hyper-surveilled office

Segons un estudi de la Comissió Europea, la demanda mundial de programari per espiar els empleats es va duplicar amb escreix entre abril del 2019 i abril del 2020. Les setmanes que van seguir els confinaments decretats a partir del març del 2020, les cerques relacionades amb eines de vigilància es van multiplicar per més de 18. Els creadors de programari de vigilància han informat de grans augments en les vendes. Les companyies tenen moltes raons vàlides per supervisar els seus treballadors. Una és la seguretat: rastrejar el parador del personal en un edifici pot ajudar a localitzar-lo en cas d’emergència. Una altra és mantenir fora de perill els diners i les dades. Per assegurar que els empleats no comparteixen informació confidencial, bancs com JPMorgan Chase no només rastregen les trucades, els historials de xat i els correus electrònics, sinó que també fan un seguiment de quant de temps està el personal a l’edifici i quantes hores ha treballat . Una altra gran raó perquè les empreses vigilin els seus treballadors és mesurar (i millorar) la productivitat. En els darrers dos anys hi ha hagut una explosió d’eines corporatives que no només s’afirmen capaces de dir si Bob, el de màrqueting, està treballant, sinó amb quina intensitat ho fa. Els empresaris poden seguir cada pulsació del teclat o el moviment del ratolí, accedir a càmeres web i micròfons, escanejar correus electrònics a la recerca de xafarderies o fer captures de pantalla dels dispositius, sovint sense avisar els empleats. Molts dels productes de vigilància es basen en la intel·ligència artificial, que ha avançat molt en els darrers anys. Recopilats de manera responsable, aquestes dades poden millorar el rendiment general de les empreses i beneficiar els individus. Una supervisió més gran dels calendaris dels treballadors pot ajudar a prevenir la síndrome de desgast professional. La tecnologia també pot empoderar alguns empleats davant dels prejudicis o la discriminació. Tot i això, els crítics de la vigilància pensen que no es pot confiar a les empreses aquest tipus d’informació. El 2020, després d’una irada reacció del personal, Barclays, un dels bancs britànics més grans, es va veure obligat a prescindir d’un programa informàtic que registrava el temps que els empleats passaven a l’escriptori i avisava els que feien pauses massa llargues. Si hi afegim la preocupació per la privadesa (i sobretot si aquesta intromissió es trasllada de l’oficina a la llar), no és estrany que els treballadors es mostrin escèptics sobre el valor de la vigilància.

... Y también recomendamos

Joshua Yaffa A Ukrainian City Under a Violent New Regime

Michael Kugelman Can Modi Overcome India’s Ukraine Stance?

James Palmer Can China Manage the Economic Side Effects of Lockdowns?

Kristi Govella & Bonnie Glaser How to Mend the Rift Between Japan and South Korea

Susan McKay A panicked DUP flounders as Northern Ireland embraces change

Le Monde Diplomatique De Dayton au protectorat occidental

Kalina Arabadjieva et al. Reconstruction: time for transformative ideas

Nosmot Gbadamosi Africa’s Stolen Art Debate Is Frozen in Time

Damian Carrington Shut down fossil fuel production sites early to avoid climate chaos

The Economist Green power needs more than just solar panels and wind turbines

back to top