
Diari de les idees 69
06 octubre 2022
Ideas de actualidad
La anexión de los territorios ucranianos ocupados por Rusia a pesar del constante retroceso de las tropas rusas, la sobrerrepresentación de las minorías étnicas en la movilización parcial decretada por Putin y el sabotaje del gasoducto Nord Stream son algunos de los aspectos relevantes de la guerra en Ucrania. Diari de les idees también destaca y analiza de manera detallada los procesos electorales que han tenido lugar en las últimas semanas (Suecia e Italia) o que todavía se están celebrando (Brasil) y que comparten un rasgo común: el ascenso –e incluso la victoria– de la extrema derecha o su sorprendente resiliencia, en el caso de Brasil. Otros temas a los dedicamos una atención especial son los posibles escenarios de futuro en la reorganización de la OTAN, la creciente influencia de China en Asia Central en detrimento de Rusia, la necesidad de una política energética europea comuna que permita disminuir las presiones sobre los mercados energéticos y cumplir los objetivos de descarbonización, los retos a los que tendrá que hacer frente la COP27 de finales de años en Sharm El Sheikh o la preocupación por el incremento de las tensiones en el espacio entre bloques con intereses opuestos tras décadas en las que la colaboración había sido la norma.
En el ámbito de las relaciones internacionales, Stephen Walt destaca en Foreign Policy que la Alianza Atlántica ha ido evolucionando desde su fundación. Así, la OTAN ha ido sumando nuevos miembros, empezando por Grecia y Turquía en 1952, seguidas por España en 1982, después por una serie de antiguos países del bloque soviético a partir de 1999 y, más recientemente, Suecia y Finlandia. La distribución de las tareas dentro de la Alianza también ha ido cambiando a medida que la mayoría de los países de Europa fue reduciendo drásticamente sus contribuciones a la defensa después del final de la Guerra Fría. Paralelamente, la OTAN también ha pasado por varios cambios de doctrina y, por lo tanto, merece la pena plantear qué forma debería tener en el futuro y como definir su misión y distribuir sus responsabilidades. Teniendo en cuenta los cambios pasados, los acontecimientos actuales y los probables escenarios de futuro, Walt establece cuatro posibles modelos de evolución. El primero consiste en dejar las cosas como están: la OTAN se centraría principalmente en la seguridad europea y los Estados Unidos seguirían siendo el líder indiscutible de la Alianza. Este modelo presenta, sin embargo, algunos graves inconvenientes: el más obvio es que mantener los EE.UU. como primer defensor de Europa dificulta que Washington dedique tiempo, atención y recursos suficientes a Asia, donde las amenazas a su hegemonía son significativamente más importantes y el entorno diplomático especialmente complicado. El segundo modelo subrayaría el carácter de democracia liberal compartido por la mayoría de los miembros de la OTAN y la creciente división entre democracias y autocracias, especialmente Rusia y China. A diferencia del modelo anterior, esta concepción contemplaría una agenda global más amplia al concebir la política internacional como un escenario de competición ideológica global entre democracia y autocracia, Esta visión tiene el mérito de la sencillez, pero sus defectos superan con creces sus virtudes. Para empezar, este marco complicaría las relaciones con las autocracias a las que apoyan los EE.UU. y/o Europa (como Arabia Saudí o las otras monarquías del Golfo o los potenciales socios asiáticos como Vietnam). Por otra parte, dividir el mundo en democracias amigas y dictaduras hostiles llevaría estas últimas a reforzar sus lazos. El tercer modelo sería el que Walt denomina “Globalización vs. China”, muy parecido al anterior pero que, en lugar de organizar las relaciones transatlánticas en torno a la democracia y otros valores liberales, tendría como objetivo sumar Europa a los planes de los EE.UU. para contener una China en ascenso. Finalmente, un último modelo establecería una nueva distribución de tareas, con Europa asumiendo la responsabilidad principal de su propia seguridad y los Estados Unidos dedicando mucha más atención<A[en|a]> a la región Indo-Pacífica. De esta manera, los EE.UU. en vezde ser el primer defensor de Europa, se convertirían en su aliado de último recurso.
En la revista Conflits, Joe Webster afirma que la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái celebrada a finales de septiembre en Samarcanda reveló la disminución del papel regional de Moscú y el ascenso de China en Asia Central. No obstante, aunque se prevé que la ya erosionada influencia de Moscú en Asia central vaya disminuyendo a raíz de las consecuencias de la guerra en Ucrania, China todavía es un poco reticente a asumir la hegemonía regional. Aun así, las recientes visitas de Xi Jinping en Kazajistán y Uzbekistán, los países más ricos en recursos naturales y más poblados de Asia Central, y otras iniciativas chinas sugieren que Beijing está cada vez más dispuesto a ampliar sus intereses regionales. También es probable que a medio plazo China ocupe el vacío dejado por Moscú en términos de seguridad y defensa, aunque de manera un poco ambivalente. La República Popular tiene el segundo ejército más poderoso del mundo y dispone de la capacidad para garantizar la seguridad en Asia Central. Pero de momento todo indica que intentará no incrementar su papel por razones políticas. En efecto, Beijing todavía ve Moscú como un socio útil en su competición con Occidente, especialmente los Estados Unidos, e intentará mantener ni que sea simbólicamente el estatus de potencia del Kremlin, visto el papel histórico de Rusia en la región. Además, Asia Central es sólo la tercera prioridad para Beijing, que tiene mayores ambiciones con respecto a Taiwán y todo el sureste asiático. No obstante, tiene intereses económicos importantes y crecientes en la región, ya que el año pasado el comercio bilateral de mercancías entre China y los cinco países de Asia Central alcanzó la cifra de 48.000 millones de dólares. Además, Asia Central también tiene un buen potencial para la energía solar y eólica, que podría ser un mercado prioritario para los fabricantes chinos.
Happymon Jacob argumenta en Foreign Affairs que desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania los países occidentales han presionado a la India para que condene rotundamente las acciones rusas, tanto en sus declaraciones como en las resoluciones de las Naciones Unidas. No obstante, la India ha mantenido una posición neutral que algunos ven como una ayuda implícita a Rusia o, como mínimo, una falta de compromiso con los valores que democráticos que el país siempre había defendido. El gobierno indio, en cambio, defiende que está haciendo un ejercicio de realismo político como lo hacen todas las naciones. En este caso, sólo está equilibrando las relaciones con sus dos principales socios: los Estados Unidos y Rusia. Aun así, India cada vez se está alejando más de Rusia y acercándose al bloque occidental liderado por los Estados Unidos. En primer lugar, porque las viejas élites indias, más pro-rusas, están dejando paso a liderazgos más conscientes de la situación geopolítica global y segundo porque el debilitamiento de Rusia y el crecimiento de China, están causando un acercamiento entre las dos potencias que podría dejar Rusia bajo influencia China, con lo cual esta dejaría de ser la principal defensora de la India en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para pasar a estar supeditada a la política exterior china. Por otra parte, si bien Rusia sigue siendo el principal proveedor, la India lleva años diversificando su compra de armamento, principalmente con compras importantes a los EE.UU. y Francia. Finalmente, destacan las diferencias en términos de posicionamiento diplomático de la India entre la anexión de Crimea del 2014 y la actual invasión.
Otro tema destacado en la política internacional son las elecciones presidenciales en Brasil. Enfrentado a casi todas las instituciones del Estado de derecho y a los grandes medios de comunicación, y aislado internacionalmente, Bolsonaro ha conseguido convencer a más de 50 millones de brasileños con un discurso militarista de extrema derecha, trufado de teorías de conspiración y ataques contra minorías y enemigos inventados. Paralelamente, las victorias de senadores y gobernadores vinculados a la derecha dura y al conservadurismo evangélico han demostrado la fuerza conservadora en Brasil que habían infravalorado todas las encuestas. En efecto, la apuesta del Partido de los Trabajadores (PT) de forjar un amplio frente contra Bolsonaro (Lula incluso ha escogido como vicepresidente Geraldo Alckmin, banquero neoliberal vinculado al Opus Dei) en defensa de la democracia brasileña, aprovechando el desprecio del todavía presidente a instituciones del Estado de derecho como el Tribunal Supremo, no ha servido para garantizar la victoria en la primera vuelta. Lula ha conseguido reducir los votos de los dos candidatos menores: el nacionalista de centroizquierda Ciro Gomes y la centrista Simone Tebet próxima al lobby agroalimentario. Pero eso no ha parecido haber beneficiado Lula sino Bolsonaro, un augurio preocupante para Lula de cara a la segunda vuelta. También el incremento del apoyo a Bolsonaro y a sus aliados, sobre todo en los estados de enorme peso, como Sao Paulo y Río de Janeiro, ha sorprendido a los analistas de las grandes empresas de sondeos. Una vez más, el PT depende de los estados del nordeste del país, más pobres que el resto para asegurar la victoria.
En este sentido los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística son bastante claros: entre 2003 y 2011 (presidencia de Lula), el PIB a precios de mercado pasó de 3,6 millones de reales a 6,6 millones (1 euro= 5,10 reales), con una disminución del paro y la pobreza. Bolsonaro heredó un PIB de 4,1 millones, una tasa de paro del 11,9% y el 26,8% de la población en situación de pobreza. Los datos más recientes (segundo trimestre de 2022) apuntan a un PIB de 2,6 M, un paro en el 9,3% y, a nivel nacional, las personas con ingresos hasta el 50% inferiores a la media per cápita eran del 22,2%. En este contexto, las diferencias entre regiones están estrechamente relacionadas con las preferencias electorales: teniendo en cuenta sólo el último indicador, el Norte y el Nordeste (feudos del PT) presentan tasas de pobreza del 34,2% y del 37,5%, respectivamente, mientras que el Sureste, Sur y Centro Oeste (feudos bolsonaristas) un 14,9%, un 11,1% y un 15,1%, respectivamente. Por otra parte, otra constante es que negros y mestizos son aproximadamente el doble que los blancos en situación de pobreza, una diferencia que se ha ido ensanchando durante la presidencia de Bolsonaro. Lo mismo pasa con el paro, que oscila entre el 12,7% en el nordeste y el 5,6% en el sur. Resumiendo, el votante del PT es una mujer, pobre y sobre todo mestiza o negra y el de Bolsonaro es un hombre, rico, blanco y con estudios. En definitiva, el equipo de campaña de Lula se fijó el objetivo muy ambicioso de derrotar en la primera vuelta a un presidente en ejercicio<A[vuelta|bóveda]>, lo que no ha sucedido nunca, ya que lo más normal es incluso que el presidente saliente consiga la reelección. En definitiva, en un país cada vez más polarizado, las elecciones se han convertido en un contienda de odio, que no ganará el candidato más amado, sino el menos detestado. Y aquí puede ser que Lula tenga una cierta ventaja.
Por su parte, Alejandro Tena apunta en Público que el orden mundial está cambiando y también la manera como los conflictos internacionales se despliegan sobre el mapa. Las amenazas, la guerra como tal, no sólo llegan con tanques y fusiles, sino que se articulan en un formato híbrido en que se combinan armas convencionales con otras más recientes. Un informe publicado por el CIDOB sobre la manera como se diversifican las armas ofensivas entre países subraya las estrategias de desinformación, el uso de la economía y la geoeconomía con propósitos de interés nacional o las migraciones utilizadas en contexto de conflicto. El concepto de guerra o amenaza híbrida no es nuevo. Se hizo popular al principio del siglo XXI en Irak y Afganistán y se hizo visible en la manera como se desencadenaba la violencia, alternando los métodos tradicionales, con los de la desinformación, el secuestro e, incluso, el terrorismo de Al Qaeda. Ahora, los conflictos híbridos proliferan en un momento en que se contesta la hegemonía de Occidente y se erosionan las normas internacionales. El actual conflicto entre Rusia y Europa está dejando ejemplos claros de estas amenazas híbridas. Moscú está haciendo un uso bélico de sus recursos energéticos aprovechando la dependencia de la UE. En esta lucha, además, intervienen los poderes privados que, a veces, actúan de manera tan ambigua que es difícil saber si lo hacen al margen de los gobiernos o por orden de estos. El caso de las grandes compañías tecnológicas es el más evidente, con empresas como Google, que dejaron de mostrar información sobre el tránsito real en su servicio de mapas para evitar que Rusia obtuviera información adicional durante las primeras semanas de guerra.
En este sentido, hay que señalar que el sabotaje del gasoducto Nord Stream es uno de los acontecimientos más graves vinculados a la guerra de Ucrania que se han producido fuera del estricto campo de batalla. La guerra de Ucrania es la guerra de la energía y el campo de batalla va mucho más allá de los campos de cereales próximos al Mar Negro. La inutilización de los dos grandes gasoductos del Báltico coincide en el tiempo con la anexión a Rusia de las provincias de Donetsk, Lugansk, Xerson y Zaporiyia tras referéndums fraudulentos, activados, inmediatamente después de la inesperada derrota de las tropas rusas en el este del país. En estos momentos nadie dispone de pruebas irrefutables sobre la autoría de estos actos de sabotaje, que exigen un alto grado de entrenamiento en técnicas de combate submarino. No es fácil perforar una tubería de acero de cuatro centímetros de espesor, recubierta por una capa anticorrosión de cuatro centímetros más, protegida por un revestimiento de hormigón de 11 centímetros. Se han tenido que utilizar potentes explosivos a unos cien metros de profundidad. Hoy por hoy no se puede señalar Rusia como autora del sabotaje, aunque la acción encaja con sus intereses tácticos: hundir la moral de Alemania, advertir a Europa que el invierno puede ser muy duro, acentuar las contradicciones entre los países europeos ante las dificultades que se acercan, endurecer una posible negociación sobre el futuro de Ucrania y sembrar la confusión, acusando a los Estados Unidos del sabotaje, en la medida en que los europeos dependerán más de las importaciones de gas natural licuado de Norteamérica. Por otra parte, interpela que la propia Rusia pueda estar detrás del sabotaje de una infraestructura que le ha costado miles de millones. Por lo tanto, habrá que estar muy atentos a los resultados de las investigaciones en curso.
Con respecto a la guerra en Ucrania, Amy Mckinnon subraya en Foreign Policy que la intensidad de la campaña de movilización en Buriatia (lo mismo pasa en Iacutia y en el Daguestán) alimenta todavía más las sospechas que el reclutamiento de las minorías étnicas para ir a combatir a Ucrania es desproporcionado respecto de su peso en la población general. Asimismo, aunque las autoridades rusas mantienen en secreto el número exacto de bajas desde el inicio de la guerra, los servicios de inteligencia norteamericanos afirman que podrían llegar a los 20.000 muertos mientras que los ucranianos consideran que la cifra podría ser más del doble. En este contexto, grupos activistas y algunos medios de comunicación locales sospechan que las bajas en las minorías étnicas también son desproporcionadamente altas. El servicio ruso de la BBC examinó los informes de más de 6.000 bajas confirmadas en el campo de batalla y descubrió que a principios de septiembre, las tropas venidas de Daguestán, Buriatia y la región de Krasnodar en el sur de Rusia constituían el grueso de las pérdidas. Una de las causas del mayor porcentaje de alistamiento es que las regiones periféricas de Rusia son significativamente más pobres que las regiones occidentales, el salario medio mensual es un tercio del de Moscú y San Petersburgo, y los militares ofrecen a los reclutas un sueldo estable.
Lo confirma Shaun Walker desde las páginas de The Guardian con el ejemplo de los Tátaros de Crimea. Activistas de derechos humanos denuncian que la movilización decretada por Rusia en la península anexionada afecta de manera desproporcionada a los tártaros de Crimea, a un grupo étnico que se ha opuesto al dominio ruso desde que la zona fue anexionada en 2014. Los tártaros de Crimea mayoritariamente musulmanes representan en torno al 13% de la población y aunque no se dispone de un listado oficial de quién ha sido movilizado, Crimea SOS, una organización de derechos humanos de Ucrania, calcula que el 90% de los avisos de movilización se han entregado a tátaros de Crimea. Los tátaros se convirtieron en una minoría después de que Rusia se apoderara de la región en el siglo XVIII bajo Catalina la Grande. Posteriormente, Stalin hizo deportar a toda la población a Asia Central durante la Segunda Guerra Mundial alegando falsamente que eran colaboradores de los nazis y la mayoría sólo pudieron volver en la península en los años ochenta. Esta larga experiencia de persecución llevó a muchos tátaros de Crimea a ser extremadamente hostiles a la anexión rusa de 2014. Posteriormente, las autoridades rusas intentaron cooptar a los líderes tártaros de Crimea, pero la mayoría se negaron a colaborar. Empezó una campaña de acoso y persecución contra los líderes de la comunidad, y Rusia ilegalizó el Mejlis, el órgano representativo de los tártaros de Crimea.
Los resultados de los mal llamados referéndums de independencia en las regiones ucranianas ocupadas, celebrados sin ningún tipo de garantía legal ni procedimental, no han sido ninguna sorpresa: el sí la anexión ha ganado por una amplia mayoría. La celebración de estas consultas no tendría que leerse como un hecho aislado. Así, el orden de llevar a cabo los referéndums se materializó en paralelo con el decreto de movilización parcial en el contexto de una contraofensiva ucraniana que ha encendido todas las alarmas en el Kremlin. Estas dos órdenes, junto con la reforma del Código Penal que eleva las penas a los desertores, también ha coincidido en el tiempo con el malestar creciente que los principales socios de Moscú, China y la India, expresaron durante la cumbre celebrada en Samarcanda a finales de septiembre. En este contexto, Ruth Ferrero señala en El País los tres objetivos estratégicos que quiere conseguir al presidente ruso mediante estas anexiones. El primero es poder mostrar a su opinión pública la consecución, al menos parcial, de uno de los objetivos de la campaña militar, la reconstrucción de Novorossiya, es decir recuperar la idea imperial de Catalina la Grande de incorporar a la nación rusa los territorios del este y del sur de Ucrania. El segundo es poner el foco en el riesgo de una escalada nuclear, ya que la doctrina militar rusa da cobertura a la utilización de armas nucleares en caso de que parte del territorio sea atacado y eso incluye las regiones que se han incorporado recientemente. Finalmente, el tercero pasa por la congelación del conflicto, lo que permitiría a Rusia ganar tiempo para recomponer sus fuerzas y capacidades militares. Sin embargo, lo que sí ya ha conseguido Putin es la cronificación y la prolongación de la guerra.
Asimismo, Xosé M. Núñez Seixas argumenta que la anexión de los territorios de Donetsk, Lugansk, Kherson y Zaporiyia, constituye una perversión más del principio de autodeterminación nacional y es una burda caricatura del espíritu wilsoniano de 1917-18. También parece invocar implícitamente la doctrina soviética del derecho de autodeterminación, aunque Putin reniegue de la herencia bolchevique, por disgregadora y por haber “inventado” una nación ucraniana que —según él y buena parte del nacionalismo ruso— es artificial. Podemos considerar que, con este movimiento, la Rusia de Putin pretende presionar Ucrania para aceptar una cosa parecida a una paz por territorios. Conseguir el agotamiento del contendiente, más fuerte y motivado y mejor armado de lo que se pensaba hace siete meses, para que ceda como hizo el mariscal finlandés Mannerheim en 1940: sentarse en una mesa de negociación <A[mesa|tabla]> y aceptar que merece la pena perder un poco de territorio para garantizar la integridad territorial de la mayoría del país. Y que Occidente ya se cansará de pagar la factura de la guerra, bajo la forma de un General Invierno que hará temblar millones de ciudadanos europeos por la falta de suministro de gas. Pero también se trata de un movimiento que cierra cualquier puerta a una negociación a corto o medio plazo, y genera una nueva escalada ya que a raíz de la anexión Rusia se ve autolegitimada para defenderse de cualquier ataque con el arma nuclear. Además, queda al descubierto otra intención, que consiste no sólo al “liberar” Donetsk y Lugansk, las antiguas repúblicas secesionistas, sino también anexionar otros territorios de mayoría rusófona, pero no prorrusos. En definitiva, desde la óptica del Kremlin una guerra de conquista y de reconstrucción del solar de la antigua Rusia imperial y su área de influencia, ante un Occidente culpable de todas las desgracias del país y su decadencia después de 1991.
Con respecto a los asuntos europeos, aunque el resultado de las elecciones legislativas en Italia fue pronosticado por todas las encuestas, la amplia victoria de la coalición de derechas liderada por los postfascistas de Fratelli d’Italia (FdI) constituye un toque de atención importante: por primera vez desde la creación de la República Italiana (1946) y de la firma del Tratado de Roma (1957), una fuerza política que tiene sus orígenes el en fascismo y es refractaria al europeísmo encabezará el gobierno de uno de los países fundadores de la Unión Europea y la tercera economía del continente. Con prácticamente el 44% de los votos, la coalición que une FdI, Forza Italia y la Lega ha obtenido el 59% de los escaños de la Cámara de los Diputados y el 57,5% en el Senado, gracias al sesgo mayoritario de la ley electoral. Así, la derecha ha ganado con comodidad gracias su capacidad para unirse en coalición mientras que el gran error del Partito Democratico (PD) ha sido quedarse aislado tras rechazar una alianza –problemática eso sí– con el Movimento 5 Stelle (M5S). Los tres puntos clave de esta elección han sido primero la capacidad de FdI para captar al electorado de derechas a costa de la Lega, que ha caído por debajo del 9%, revelando que los vasos comunicantes en el seno de la coalición han penalizado severamente las estrategias erráticas de Salvini. Segundo, la reconversión del M5S en una fuerza populista escorada hacia la izquierda, que ha sido capaz de restar votos al PD, sobre todo en el sur. Y finalmente, el crecimiento del atractivo del único partido que no estaba integrado en la mayoría de unidad nacional del gobierno Draghi, FdI, por una parte y por otra, del partido que desencadenó la crisis de gobierno que ha llevado a las elecciones, el M5S. De alguna manera, los resultados revelan la división que sigue existiendo en el país entre la dinámica política real y su percepción: por una parte, un Draghi en la cima de la popularidad nacional y del prestigio internacional, y por otra, el éxito de los partidos más opuestos a su ejecutivo. Asimismo, la corta campaña electoral definió las prioridades de los italianos: la credibilidad de la clase dirigente, la economía, la seguridad. Ni el peligro del fascismo, ni los derechos civiles, ni la llamada Agenda Draghi (el conjunto de reformas propuestas por el ex primer ministro) han tenido gran impacto sobre la movilización de gran parte del electorado. La victoria de FdI también supone la normalización política definitiva de la extrema derecha en Italia y en Europa. En este sentido, no podemos olvidar los recientes resultados de las elecciones en Suecia donde la extrema derecha se ha convertido en el segundo partido y con toda probabilidad formará parte del nuevo gobierno. Al mismo tiempo, el hecho de que cada vez más medios se refieran al futuro gobierno italiano como de centro derecha es una muestra de manera clara esta normalización.
Muchos analistas predicen un gobierno de corta duración debido a las diferencias entre las fuerzas políticas de la coalición de derechas, sobre todo en materia de política exterior, relaciones con Europa y política fiscal. También hay que valorar la posición de los tres líderes después de las elecciones: Salvini ha quedado muy debilitado por el mal resultado que ha convertido su formación en una fuerza residual. Por su parte, Silvio Berlusconi, a pesar de tener la llave de la gobernabilidad con sus diputados y su pretensión de convertirse en presidente del Senado tiene 86 años y un estado de salud muy precario. Tampoco se puede obviar que el contexto internacional, la inflación y la crisis energética también tendrán un papel fundamental en la estabilidad de un gobierno en un país donde la duración media de los ejecutivos desde 1946 es de 18 meses. Uno de los retos importantes, y punto de discrepancia con los otros socios de la coalición, es Europa y la guerra de Ucrania. Meloni se ha posicionado inequívocamente en contra de Putin y a favor del apoyo <A[apoyo|soporte]>, incluso militar, Ucrania. Más ambiguas son las posiciones de Salvini y Berlusconi, más próximos a los argumentos de Rusia. Por otra parte, FdI quiere cambiar la posición de Italia en Europa y reclama un incremento del gasto en Defensa. Otro punto controvertido es la reforma del Estado y de la Constitución que quiere llevar a cabo Meloni, mediante la elección directa del presidente de la República, ya que lo considera como el sistema más capaz de garantizar que los juegos de palacio no cambien el sentido del voto popular. No obstante, al no haber obtenido la mayoría de dos tercios, cualquier reforma tendrá que ser aprobada en referéndum (el PD ya ha anunciado que se opondría a cualquier reforma en este sentido, mientras Matteo Renzi se ha abierto al diálogo). No obstante, es indudable que por lo menos a corto y medio plazo la indiscutible victoria de FdI permitirá a Giorgia Meloni imponer su criterio sobre todo si se tiene en cuenta la buena relación que mantiene con Mario Draghi (que algunos consideran que podría llegar a ser su “Lord Protector”), quien expresó en plena campaña su confianza en el futuro gobierno “sea cuál sea su color”, asestando así un golpe definitivo al PD de Enrico Letta. Asimismo, con su agenda de contactos en Bruselas y Washington, el expresidente del Banco Central Europeo puede facilitar un aterrizaje suave del nuevo gobierno en las relaciones internacionales.
Desde la revista italiana especializada en geopolítica Limes Niccolò Locatelli afirma que el nuevo gobierno deberá tranquilizar los Estados Unidos, y en este sentido la probable futura primera ministra no sólo ha garantizado la continuidad con la política exterior de Draghi sino que se ha pronunciado a favor de Taiwán y en contra de la renovación del memorándum de acuerdo sobre la nueva Ruta de la Seda firmado por el primer Gobierno de Conte en 2019. Otra buena noticia para Washington son los malos resultados de los partidos liderados por los dirigentes más próximos al presidente ruso Vladimir Putin, la Lega de Matteo Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi, lo que reduce su capacidad de influencia en cuestiones como las sanciones contra Moscú y el envío de armas en Kiev. Con respecto a las relaciones en Europa, la situación es más compleja. Meloni se siente próxima a los gobiernos de Hungría y Polonia, que son sin embargo países de importancia secundaria para Italia comparados con Francia y Alemania. Si Roma comparte con Varsovia y Budapest un sistema industrial próximo a la esfera geoeconómica alemana, les separa el peso específico italiano que es superior y la geografía, que impulsa a Italia a centrarse en el Mediterráneo. Por otra parte, ahora la prioridad de Italia es garantizar que no se interrumpa el flujo de dinero procedente del fondo de recuperación de la UE. Por consiguiente, Meloni deberá encontrar rápidamente un modus operandi con Berlín, París y todas las capitales (del norte de Europa) que habían aparcado momentáneamente su tradicional escepticismo hacia Italia sólo porque Mario Draghi era el primer ministro. Otra prioridad será evitar que las tensiones -geopolíticas, económicas, migratorias- que se acumulan en la orilla sur del Mediterráneo impacten principalmente sobre Italia, y en este ámbito Turquía, cuyo presidente Recep Tayyip Erdoğan mantiene excelentes relaciones con Berlusconi, podría ser un aliado.
Por su parte, François Hublet analiza en Le Grand Continent las razones por las que tras las elecciones del 11 de septiembre en Suecia, el partido de extrema derecha liderado por Jimmie Åkesson se ha convertido en la segunda fuerza política del país y propone una serie de pistas para entender la emergencia y la ideología nacionalista con aspiraciones populistas de los Demócratas de Suecia (SD). Primero, SD es un partido que tiene sus raíces históricas en los círculos ultraderechistas suecos. Cuando el partido se fundó en 1988, una parte importante de sus militantes provenían del movimiento racista y nacionalista Bevara Sverige Svenskt (“Mantener Suecia sueca”). A partir de 1995, sin embargo, se produjo un cambio de rumbo del partido, que intentó alejarse de la imaginería neonazi (uniformes, símbolo de la antorcha) que lo acompañaba hasta entonces, y reformó su programa para atraer a un público más amplio. Segundo, SD presenta una trayectoria electoral en constante ascenso desde su creación, pero sólo a partir del 2010 los resultados alcanzaron un nivel suficiente para romper la “excepción sueca”. Desde entonces, la tendencia se ha mantenido al alza. Tercero, el papel de Jimmie Åkesson, líder histórico del partido. Miembro de SD desde la adolescencia, asumió el cargo de líder del partido en 2005, con sólo 26 años. Desde entonces ha llevado a cabo una política de modernización de la imagen del movimiento, en cuya construcción su propia personalidad tiene un papel central. Cuarto, una ideología marcada por el nacionalismo y el rechazo del islam, marca de una derecha identitaria, populista, nativista y neoconservadora. Quinto, un programa político centrado en la seguridad y el estado del bienestar. Más allá de las cuestiones de seguridad, SD dedica una atención especial a la política social, lo que le permite llegar a gran parte del electorado. El partido se ha apoderado así del tema de las pensiones, que quiere aumentar; la familia, ámbito en el que propone pagar a las embarazadas un subsidio durante el embarazo y alargar la duración del permiso de paternidad; la sanidad, para la cual quiere una mayor centralización y la limitación del derecho de los extranjeros a acceder al sistema sanitario; y la movilidad, defendiendo una limitación del precio de la gasolina y del gasóleo. Sexto, un aumento de votos alimentado por el miedo a la inmigración y las dificultades económicas, en tanto que, si bien los votantes SD provienen de todos los grupos sociales, la cuota electoral del partido entre la población en situación precaria es superior a la media. Séptimo, el cordón sanitario creado por los otros partidos se rompió en gran parte después de la crisis política del 2021. Octavo, las elecciones del 11 de septiembre supusieron que SD llegara en segundo lugar con un 20,5% de los votos y 73 escaños; el centroderecha (19,1%), los demócratas-cristianos (5,3%) y los liberales (4,6%) se reparten los 103 escaños restantes. Vista la cooperación parlamentaria ya iniciada desde el 2021 entre SD y el centroderecha, todo indica que se podría formar un gobierno de coalición entre la derecha y la extrema derecha. Noveno, sin embargo, su participación en el gobierno no está garantizada ya que de momento las negociaciones entre los cuatro partidos implicados no han comportado la firma de ningún acuerdo de coalición. Finalmente, el éxito de SD puede significar un momento clave<A[clave|clavo|llave]> para la nueva generación de conservadores y reformistas europeos, ya que en el Parlamento Europeo, SD forman parte del grupo de los conservadores y reformistas europeos (ECR) en lugar del grupo tradicional de extrema derecha de Identidad y Democracia (ID). En último término, su inclusión en el seno de la derecha europea mediante la interacción de alianzas constituye un factor importante; el hecho de que esta evolución se produzca simultáneamente en Italia y Suecia, espacios políticos con prácticas culturales institucionales que parecen opuestas, confirma el carácter continental del fenómeno. La normalización de la extrema derecha europea parece pues entrar en una nueva era.
En el ámbito económico, Ben McWilliams afirma en Le Grand Continent que la crisis energética que vive Europa es de una escala parecida a la del choque del petróleo de los años 70. Para superarla, se propone una política energética unificada a escala europea. Hasta ahora la respuesta política a la crisis energética de Europa se ha centrado demasiado en las directivas nacionales y podría llegar a poner en peligro los objetivos de aliviar los mercados energéticos y cumplir los ambiciosos objetivos de descarbonización. Por otra parte, la manipulación de los mercados de gas natural por parte de Rusia desde el verano del 2021, aprovechando su importante cuota de mercado, ha agravado la situación. Finalmente, acontecimientos como la baja producción nuclear francesa y la actual sequía, que ha reducido la producción hidroeléctrica, también han repercutido negativamente en la situación general. Al subvencionar el consumo de energía en lugar de reducir la demanda, los gobiernos europeos corren el riesgo de caer en la insostenibilidad, erosionando la confianza en los mercados energéticos, ralentizando la acción de sanciones contra Rusia y aumentando el coste de la transición hacia las emisiones limpias de carbono. Por consiguiente. McWilliams argumenta que los líderes de la Unión Europea deben pactar un gran mercado energético basado en cuatro principios: 1) una máxima flexibilidad con respecto a la oferta; 2) esfuerzos considerables para reducir la demanda; 3) garantizar el compromiso político para mantener los mercados energéticos y los flujos transfronterizos; y 4) poner en marcha una compensación para los consumidores más vulnerables.
En el diario El Salto, Jaume Portell destaca que 70% del gas que se consume en la UE se transporta a través de gasoductos, y el resto proviene del gas natural licuado (GNL). Ante el peligro de que Moscú cierre el grifo, hace meses que Europa intenta incrementar el volumen de GNL que compra en el extranjero<A[al extranjero|en el extranjero]>. El GNL, tal como indica su nombre, es un gas transformado a estado líquido. Para que el proceso tenga éxito, hacen falta tres actores: países vendedores, transporte y países compradores. Los países vendedores, para hacer que el gas llegue al barco, deben convertirlo pimero en líquido gracias a plantas especializadas. Los barcos lo transportan hacia el país comprador, que debe disponer de plantas que conviertan nuevamente el líquido en gas, antes de introducirlo en el sistema energético. Los barcos transportadores de GNL se han convertido en los grandes protagonistas de la cadena: sólo hay 700 en todo el mundo que puedan hacer esta tarea y el 10% son propiedad de Nakilat, una empresa catarí. Catar, junto con los Estados Unidos y Australia, tendrá pues un papel preponderante en la resolución de la crisis energética en Europa ya que estos tres países representan el 60% de la venta mundial de GNL, cada uno con una cuota de mercado del 20%.
Con respecto a la sostenibilidad y el cambio climático, el Financial Times alerta de que las sequías, incendios y olas de calor ya se han convertido en parte de nuestro día a día. Estos efectos, provocados por el cambio climático, amenazan infraestructuras claves para la humanidad, ya sean de tipo económico o vital, como la alimentación o el agua. El impacto de estos efectos será mayor si no se consiguen los objetivos de reducción de emisiones marcados en el Acuerdo de París de 2015. Además, este impacto tendrá consecuencias todavía más negativas en los países en vías de desarrollo que, no sólo se verán más afectados, sino que también dispondrán de menos recursos para hacer frente a las consecuencias. Por consiguiente, la resiliencia y la capacidad de adaptación tendrían que ser dos de los conceptos claves de la COP27 que se celebrará a finales de año en Sharm El Sheikh. Ya se están realizando algunos avances como la confección de planes de adaptación especialmente diseñados para las especificidades locales de cada país o región. Asimismo, algunas empresas empiezan a analizar sus vulnerabilidades y actuar en consecuencia. Crear planes de adaptación es especialmente complicado por tres razones. En primer lugar, comprender los riesgos del cambio climático es una tarea compleja, ya que no sólo sus efectos son variables, sino que las combinaciones de sus consecuencias son difíciles de predecir. En segundo lugar, la cantidad de datos disponible sobre el cambio climático y como combatirlo es inmensa y, hay una gran dificultad en la coordinación de los diferentes entes gubernamentales que tienen competencias en ámbitos a menudo interrelacionados. Finalmente, los proyectos de adaptación y resiliencia tienen dificultades para obtener fondos, ya que no ofrecen rendimientos a corto plazo.
Paralelamente, en The New Statesman Bruno Maçães argumenta que los países europeos se están dando cuenta de que la transición hacia el uso de energías renovables no consiste en hacer pequeños cambios, sino en cambiar completamente el sistema de funcionamiento. El cambio de actores geopolíticos y la diversificación de la economía son esenciales para contribuir a esta revolución energética. Esta necesidad de cambio cada vez más necesario en un contexto global muy tenso impacta en grandes exportadores de energías fósiles como Venezuela, Rusia o Irán, cada vez más arrinconados. En Europa, esta transición es especialmente delicada ya que sigue dependiendo de los flujos globales de combustibles fósiles y, desde la crisis de Suez en 1956, ya no puede controlarlos. Con respecto a las energías renovables, sus límites han quedado patentes en la crisis actual: este verano, el 12% de la electricidad en la UE se generó a partir de la energía solar, pero esta cifra sigue siendo inferior al 16% generado por el carbón en el mismo periodo. La necesidad de esta revolución es indudable, y Maçães considera que la energía puede llegar a sustituir el trabajo y el capital como único motor de la producción, ya que se pueden construir y hacer funcionar todo tipo de máquinas en un mundo de abundancia energética si la transición es exitosa.
Ya para acabar, desde las páginas de Social Europe Mariana Mazzucato advierte que la pandemia todavía no se ha acabado y que pueden venir nuevas epidemias. Aunque el verano de 2022 ha sido mucho más fácil que el de 2020 en Europa todavía mueren cada semana 15.000 personas debido a la COVID-19, y cada vez es más probable la llegada de una nueva pandemia. Por estas razones, los líderes del G20 se pusieron de acuerdo para promover un instrumento de financiación encargado de la preparación y respuesta ante una nueva pandemia (PPR). Este instrumento, promovido por el Banco Mundial y la OMS, tenía que contar con 10.5 mil millones anuales de presupuesto en el marco del Fondo Intermedio de Financiación (FIF). Como instrumento de financiación el FIF ha sido criticado por numerosos países en vías de desarrollo por su sistema de toma de decisiones en función de la aportación de los donantes. Mazzucato defiende que se tendría que avanzar hacia una gobernanza más inclusiva donde todos los países formen parte de la toma de decisiones. De esta manera se podría cambiar la manera como se gestionan los bienes comunes como la salud o el clima. Aunque parece que se está avanzando en esta dirección, el presupuesto del FIF es insuficiente para hacer frente a los retos que debe enfrentar, ya que el propio Banco Mundial calcula que sólo representa una décima parte del presupuesto necesario. Además, no hay ninguna garantía de que el FIF se mantenga en el tiempo como ya ha pasado anteriormente con fondos destinados a preparar retos a largo plazo.
Finalmente, Miquel Sureda reseña en The Conversation que tras décadas en que la colaboración entre naciones ha sido la norma en los programas espaciales, están resurgiendo las tensiones entre bloques con intereses opuestos. Aunque es demasiado pronto para pensar que se está iniciando una nueva carrera espacial y que es difícil prever hacia dónde nos llevará la compleja coyuntura mundial, la situación no deja de ser preocupante. Así, poco después de la invasión de Ucrania, la Agencia Espacial Europea (ESA) anunció la suspensión de las principales misiones conjuntas con Roscosmos, la Agencia Espacial Rusa. En abril, Dmitry Rogozin, entonces director de Roscosmos, declaró que Rusia pondría fin a su participación en la Estación Espacial Internacional (ISS) si no se levantaban las sanciones económicas y comerciales impuestas a Moscú. Durante décadas, Rusia ha colaborado en el espacio con la NASA y la ESA, independientemente de los episodios de confrontación vividos a la Tierra. Fruto de esta colaboración, en 1998 se lanzó la ISS, con un segmento ruso, un segmento norteamericano y la participación de la ESA, Japón y Canadá. La cooperación internacional, sostenida durante más de 20 años en la ISS, hacía pensar que las relaciones internacionales tenían unas reglas en la Tierra y otras muy diferentes al espacio. Pero este paradigma ya no sirve. Ahora, responsables de Roscosmos han manifestado la intención de desarrollar su propia estación espacial de cara al 2025 y han anunciado planes para construir una estación lunar junto con China que, por su parte, es la nueva potencia que hay que tener en cuenta en el espacio. En efecto, en los últimos años, su ambicioso programa espacial ha conseguido muchos éxitos, como desplegar un sistema de navegación por satélite, recolectar muestras lunares, hacer aterrizar un robot en Marte o enviar astronautas a su propia Estación Espacial. Además, Beijing ha anunciado planes para una misión tripulada en la luna en esta década. Paralelamente, el número creciente de países y empresas que operan a la órbita terrestre y más allá ha encendido las alarmas sobre una posible militarización del espacio. Hasta ahora, sólo Rusia, China, los EE.UU. y la India disponen de armas antisatélite, diseñadas para incapacitar o destruir satélites con fines estratégicos militares pero el Pentágono cree que más países, incluidos Irán e Israel, ya las están desarrollando. Ante una posible militarización del espacio, sumada a la carrera por la explotación de recursos espaciales, hace falta ver qué papel juega la legislación que determina las normas en el espacio, pero, desgraciadamente, la mayor parte de la regulación se basa en tratados internacionales que se aprobaron ya hace muchas décadas. Unas reglas que por lo tanto han quedado obsoletas ante las problemáticas actuales y que es imprescindible actualizar. En último término, sólo asegurando un control del uso de armas en el espacio y modelos de explotación sostenibles, se evitará que la tensión creciente en la Tierra tenga consecuencias catastróficas en el espacio.
Ilustración: Diana Machulina, “Adieu aux armes”, 2009
Montserrat Vivó y Martí Serra, estudiantes en prácticas en el CETC, han participado en la elaboración de esta edición del Diari de les idees.
Política internacional y globalización
Some Assembly Required
L’Assemblea General de l’ONU s’ha reunit per primera vegada després de la pandèmia, i l’escenari internacional ha anat en retrocés des d’aleshores. Des de l’escalada de tensió entre la Xina i els Estats Units, el retrocés en democràcia a Hong Kong, l’argument de tensions entre Taiwan i la Xina i la Guerra d’Ucraïna. El món ha quedat dividit en dos blocs, L’Occident i la OTAN en una banda, i Rússia, la Xina i els seguidors en l’altra. Quaranta països es troben en risc de no poder pagar el seu deute sobirà i la xarxa fràgil d’ajudes humanitàries ha patit desmillores a causa de la COVID-19, la crisi climàtica i la situació Rússia- Ucraïna. Aquests fets han arrossegat a milions de persones a la inseguretat alimentària i sembla ser que està més clar que mai que les nacions no podran aconseguir complir amb les metes de l’Agenda 2030 per el Desenvolupament Sostenible. Per aquesta raó els líders mundials es troben a Nova York, on el procés, com a mínim, serà conseqüència de tres maneres diferents. Una serà l’oportunitat per veure com els membres de l’ONU es posicionen respecte la guerra d’Ucraïna, la segona com a catalitzador per galvanitzar les energies i la visió humanitària que fluixeja, i la tercera, per posar a prova com l’organització suposadament més rellevant a nivell universal és capaç de mantenir-se en la seva posició en un món on la fragmentació, la diversitat i la digitalització va en auge. Respecte al tema de la guerra d’Ucraïna, Zelensky ha presentat una petició especial para fer intervencions pregravades en l Assemblea General. Amb l’ absència del president Ucraïnès, els caps d’estat d’ Occident agafaran la iniciativa per reunir a altres països per donar-li suport a Ucraïna. Per altra banda, l’ONU també ofereix una oportunitat als EEUU i els seus aliats per fer pressió als nous poders emergents a l’hora de donar suport a una agenda liberal basada en els drets humans, això ja es va poder comprovar a l’Abril quan l’Assemblea General va adoptar una resolució per suspendre l’afiliació de Rússia en el Consell de Drets Humans. Així doncs un altre cop el món queda separat per ideologies, deixant a l’altre banda quedaria l’intent de l’aliança autoritària de Putin amb la Shanghai Cooperation Organization Summit a Uzbekistan, juntament amb Xi Jinping i altres líders la setmana passada. Tot i així, el president Xinès sembla ser que recentment li han començat a sorgir dubtes el qual es podria veure reflectit tan en la guerra com en el Kremlin, cosa que seria greu per Putin. Per una altra part les potències africanes, llatinoamericanes i asiàtiques són reàcies a posicionar-se. A més a més, la intenció rere fer l’assemblea de manera pública i televisada, és una manera de posar els països que bloquegen el Consell de Seguretat en el punt de mira, d’aquesta manera desincentivant l’ús del veto. Finalment, per poder resoldre els problemes que han sigut posats sobre la taula, és necessari que estats units es comprometi i agafi un rol de lideratge amb els països en desenvolupament per poder proveir amb solucions a la crisi global d’energia i menjar. Una vegada més aquest retrobament posarà l’inevitable qüestió de si els procediments apareixen com a rellevants i actualitzats en un món que està en evolució i canvi constant.
Which NATO Do We Need?
Walt destaca que l’Aliança Atlàntic no ha estat del tot estàtica al llarg dels seus anys d’existència. Així, l’OTAN ha anant sumant nous membres, començant per Grècia i Turquia el 1952, seguits d’Espanya el 1982, després d’una sèrie d’antics aliats soviètics a partir del 1999 i, més recentment, de Suècia i Finlàndia. La distribució de les càrregues dins de l’aliança també ha fluctuat, amb la major part d’Europa reduint dràsticament les seves contribucions a la defensa després del final de la Guerra Freda. L’OTAN també ha passat per diversos canvis de doctrina, alguns d’ells més conseqüents que d’altres. Per tant, considera que val la pena plantejar quina forma hauria de prendre en el futur. Com ha de definir la seva missió i distribuir les seves responsabilitats? Tenint en compte els canvis passats, els esdeveniments actuals i les circumstàncies futures probables, Walt estableix quatre possibles models. El primer escenari és el de deixar les coses com estan, l’OTAN es mantindria principalment centrada en la seguretat europea i els Estats Units seguirien sent el líder indiscutible de l’aliança. Aquest model presenta alguns greus inconvenients. El més obvi és que mantenir els EUA com a primer defensor d’Europa fa que sigui difícil que Washington dediqui temps, atenció i recursos suficients a Àsia, on les amenaces a l’equilibri de poder són significativament més grans i l’entorn diplomàtic és especialment complicat. D’altra banda, això encoratjaria Europa a seguir dependent de la protecció nord-americana i contribuiria a la complaença i a la manca de realisme en la conducta de la política exterior europea. El segon model subratllaria el caràcter democràtic compartit de la majoria dels membres de l’OTAN i la creixent divisió entre democràcies i autocràcies, especialment Rússia i Xina. A diferència del model anterior, aquesta concepció abraçaria una agenda global més àmplia en concebre la política mundial contemporània com una competició ideològica entre democràcia i autocràcia, Aquesta visió té el mèrit de la senzillesa però els seus defectes superen amb escreix les seves virtuts. Per començar, aquest marc complicarà inevitablement les relacions amb les autocràcies amb les quals els EUA i/o Europa han optat per donar suport (com l’Aràbia Saudita o les altres monarquies del Golf, o els potencials socis asiàtics com el Vietnam), En segon lloc, dividir el món en democràcies amigues i dictadures hostils portaria aquestes últimes a reforçar els seus llaços. El tercer model seria el que Walt anomena Globalització vs. Xina, semblant a l’anterior però en lloc d’organitzar les relacions transatlàntiques al voltant de la democràcia i altres valors liberals, tindria com a objectiu reclutar Europa en l’esforç dels Estats Units per contenir una Xina en ascens. Això no obstant, no s’hauria de comptar amb Europa per tenir una gran influència en l’escenari de l’Indo-Pacífic. Finalment, un model que establís una nova divisió del treball, amb Europa assumint la responsabilitat principal de la seva pròpia seguretat i els Estats Units dedicant molta més atenció. a la regió Indo-Pacífica. Els Estats Units seguirien sent un membre formal de l’OTAN, però en comptes de ser el primer defensor d’Europa, es convertirien en el seu aliat d’últim recurs. Està clar que aquest model no es pot implementar d’un dia per l’altre i s’ha de negociar amb un esperit de cooperació. Walt considera que Joe Biden es troba en una posició ideal per iniciar aquest procés. Té una reputació ben guanyada com a atlantista, de manera que pressionar per una nova divisió del treball no es veuria com un signe de ressentiment. Ell i el seu equip estan en una posició única per dir als socis europeus que aquest pas és en l’interès de tots a llarg termini.
Sommet de l’OCS: la Chine cimente sa domination en Asie centrale
La cimera de l’Organització de Cooperació de Xangai celebrada fa pocs dies a Samarcanda va il·lustrar la disminució del paper regional de Moscou i l’ascens de la Xina a l’ Àsia Central. L’autora afirma que tot i que es preveu que la ja erosionada influència de Moscou a l’Àsia central disminuirà encara més ràpidament arran de les conseqüències de la guerra a Ucraïna, la Xina encara és una mica reticent a assumir l’hegemonia regional per por de molestar el seu soci menor. No obstant això, les recents visites de Xi Jinping a Kazakhstan i Uzbekistan, respectivament, els països més rics i més poblats d’Àsia Central, i altres iniciatives xineses suggereixen que Beijing està cada cop més disposat a reivindicar els seus interessos regionals, fins i tot a costa de Moscou. També és probable que la Xina ompli el buit de seguretat deixat per Moscou, encara que de manera una mica ambivalent. La República Popular té el segon exèrcit més poderós del món i té la capacitat de dominar la seguretat a Àsia Central. Però la Xina continuarà intentant rebaixar el seu paper per raons polítiques. Beijing encara veu Moscou com un soci útil en la seva competició amb Occident, especialment els Estats Units, i intentarà mantenir ni que sigui simbòlicament l’estatus del Kremlin, donat el paper històric de Rússia a la regió i la necessitat de calmar les preocupacions de Moscou. A més, l’Àsia Central és només una tercera prioritat per a Beijing, que té majors ambicions pel que fa a Taiwan i el sud-est asiàtic. Això no obstant, la Xina té interessos econòmics importants i creixents a l’Àsia Central, ja que la Xina i els cinc països d’Àsia Central van assolir l’any passat la xifra de 48.000 milions de dòlars en comerç bilateral de mercaderies. Àsia Central també és un gran exportador d’hidrocarburs i afecta directament els interessos econòmics xinesos, mitjançant gasoductes que uneixen Àsia Central amb la Xina, i indirectament, a través de les exportacions de petroli del Kazakhstan cap a l’oest. Àsia Central també té un bon potencial per a l’energia solar i eòlica, que podria ser un mercat prioritari per als fabricants xinesos. En definitiva, tot i que una Xina hegemònica a la regió suposa nous riscos per als estats d’Àsia Central, també podria aportar-los beneficis econòmics. Beijing és tradicionalment molt més complaent amb el comerç internacional que Moscou i és més favorable a l’establiment de llaços econòmics intraregionals.
Fortress China: Xi Jinping’s plan for economic independence
Beijing vol ser menys dependent d’Occident, sobretot de la seva tecnologia i l’autor es planteja fins a quin punt és realista aquest objectiu d’autosuficiència en un món connectat. L’objectiu pel que fa a la tecnologia és estimular la innovació nacional i detectar aspectes estratègics de la cadena de subministrament. En l’àmbit de l’energia, l’objectiu és impulsar el desplegament de les energies renovables i reduir la dependència del petroli i el gas marítim. En el sector de l’alimentació, el camí cap a una major autosuficiència inclou la revitalització de la indústria local de llavors. En l’aspecte financer, l’imperatiu és contrarestar la possible utilització del dòlar com a arma econòmica. L’impuls cap a l’autosuficiència de la Xina s’ha anat construint durant uns quants anys, però s’ha accelerat des de la invasió russa d’Ucraïna i les posteriors sancions occidentals a Moscou. Les recents declaracions de Xi Jinping durant una reunió de la Comissió Central per a l’aprofundiment integral de les reformes, un dels òrgans del partit que utilitza per governar la Xina, han establert una visió clara de la tecnologia. Al seu entendre, el desenvolupament de les anomenades “tecnologies bàsiques” no és quelcom que es pugui deixar al lliure mercat, sinó que ha de ser liderat pel govern de la Xina. L’autor subratlla que un èmfasi tan important en la tecnologia nacional suposa un risc important per a les empreses multinacionals centrades en proveir el mercat xinès i argumenta que la Xina no es pot permetre el luxe d’aïllar-se completament del món a causa de la seva estructura econòmica orientada cap a l’exportació. Com a resultat, és probable que Beijing adopti un enfocament híbrid en funció de les necessitats de la indústria. Els sectors amb importància estratègica i necessitats quotidianes per a la població seran tractats com a qüestions de seguretat nacional, mentre que els sectors que requereixen capital i mà d’obra estrangers romandran oberts i interconnectats amb el món.
What is China really doing in the Global South?
Kaiser Kuo presenta un podcast on es tracta l’actualitat de la política exterior xinesa al conegut Sud Global. Des de la repressió als uigurs a la regió de Xinjiang, fins la reforma de l’economia xinesa cap a una producció post-carbó, les notícies respecte a Xina cada cop tenen més presència als mitjans. No obstant, gran part de la presència xinesa es situa a parts del món a les que tradicionalment no s’hi dona suficient atenció. El podcast començà essent un anàlisis de la presència xinesa a l’Àfrica. Tanmateix, cap al 2018, quedava clar que la petjada de l’Africa s’estenia a tot arreu del món, inclòs l’Orient Mitjà, Sud Amèrica o Àsia Central. Gran part del que la Xina està fent a l’Àfrica: Huawei, trampes de deute o la “Ruta de la Seda”, també està passant arreu del món. Així doncs, el podcast no tracta les notícies tradicionals sinó que es centra en aquelles oblidades pels mitjans occidentals i que marquen els equilibris de poder als països en desenvolupament. La clau es troba en donar informació de les diferents particularitats i, al mateix temps, assenyalar els punts en comú. No és el mateix ser un país en desenvolupament que té frontera amb la Xina o ser-ne un que no en té. Quan han de decidir si incloure o no un tema fan el filtre per popularitat als mitjans. Si és un tema del G-7 probablement no el tractaran ja que ja hi haurà milers de mitjans tractant-lo. L’autor assenyala que a Washington l’interès i preocupació per la Xina ha crescut notablement. No obstant, tant el legislador com la comunitat estratègica no se n’adona que el país asiàtic ja s’ha assentat com la gran potència del sud Global. Xina ja és el màxim soci comercial de Sud-Amèrica, centre Àsia o el sud-est asiàtic, i és molt complicat que els països occidental puguin recuperar aquesta posició. Els europeus i americans no són eficients en aquests països i, segons assegura l’autor, no tenen cap principi organitzador que faci pensar que poden recuperar la posició. A més, hi ha una gran falta de coneixement de la realitat d’aquests països que es combina amb una falta de sensibilitat històrica colonial. La Xina tampoc ho fa tot bé al Sud Global. Els autors remarquen l’existència d’una arrogància creixent, missatges racistes en mitjans xinesos i una nul·la adaptació a les necessitats dels països on s’inverteix. Tot i això, el discurs xinès sobre l’ordre internacional ressona a molts països en vies de desenvolupament i s’adapta a les seves necessitats. Totes aquests raons expliquen, en part, l’abstenció de molts països africans a les votacions sobre la invasió Ucraïna a la ONU. Els líders i població dels països occidentals tenen una gran falta de coneixement de què està passant més enllà de les seves fronteres.
Can the Commonwealth Outlive Its Greatest Champion?
Després de la mort de la reina Isabel II, el rei Carles III passarà a assumir el rol simbòlic de cap de la Commonwealth. Després de l’onada de moviments pro independència de les colònies lligades a poders Imperials Europeus per Àsia i Àfrica, al 1949 es va crear la Commonwealth com a associació voluntària per els països que suposadament compartien un passat històric i un lligam econòmic als territoris de l’antic imperi. La seva funció s’ha mantingut principalment en ser un fòrum cultural, ja que la seva rellevància política i econòmica va quedar ràpidament eclipsada a posteriori de la Segona Guerra Mundial amb la creació de noves organitzacions internacionals.Els líders més moderats dels nous països independents que van sorgir durant els 50 i els 60 van decidir sumar-se a l’organització ja que van veure beneficis en continuar en bons termes amb el Regne Unit. “Molts van sentir que una bona amistat, una amistat continuada amb l’antic governant dels seus països –que ara havia de complir totes les grans afirmacions que havien fet sobre el que podrien fer si fossin independents– era valuosa”, va dir Priya Satia, una historiadora de l’Imperi Britànic de la Universitat de Stanford. També s’han de tenir en compte els beneficis geopolítics ja que durant l’època de la Guerra Freda formar part de la Commonwealth els hi va donar un sentit d’estabilitat i una alternativa a la polarització en un món bipolar.La CommonWealth va tenir un paper molt important en el mandat de Elizabeth II, i tot i que l’associació facilités una transició de les relacions postcolonials això també va enrederir el reconeixement dels aspectes més brutals i devastadors de les colònies. A mida que els anys han anat passant, el descontentament ha crescut i s’han començat a demandar explicacions sobre en quin règim es troben, monarquia o . Sobretot en les antigues colònies Caribenyes, desde l’assassinat de George Floyd a mans de la brutalitat policial han demanat ser repúbliques, tot i que en el cas de Barbados, tot i declarar-se república ha optat per seguir dins la Commonwealth. A Barbados mateix, el rei Carles III va assumir les atrocitats causades per l’imperi Britànic. descrivint-ho com a “espantosa atrocitat d’esclavitud que deixarà per sempre marca en la història Britànica” Sembla ser que especialment les petites illes més afectades per el canvi climàtic donen suport al nou rei, ja que aquest té un interès a llarg termini en protegir el medi ambient i això podria resultar favorable per elles a l’hora de tenir una veu en l’arena internacional. Finalment, la Commonwealth també podria resultar útil en un últim aspecte; ser un facilitador de conversa sobre temes postcolonials i reparacions.
Iraq Is Nearing the Brink of a Shiite Civil War
Les tensions generades per Moqtada al-Sadr el 29 d’agost a Bagdad són una mostra de les tensions geopolítiques entre Iran i Iraq per formar govern a la capital d’Iraq. A diferència de les revoltes del 2019 nascudes arran de la frustració política i la corrupció, aquesta vegada la causa ha estat la influència Iraniana al país. La tensió Iraq-Iran s’ha originat arran de les eleccions de l’octubre del 2021 a l’Iraq en les que no va haver-hi un clar guanyador, tot i que el partit més votat va ser el de Moqtada al-Sadr, amb 73 de 329 escons, sobrepassant així la Fatah, una coalició militar recolzada per Iran. Aquests fets han comportat la polarització de la política del país, ja que si d’una banda Iran no vol deixar d’exercir la seva influència sobre el país, de l’altra Moqtada al-Sadr refusa abandonar les seves posicions anti-iraniana. La tensió finalment va acabant explotang la primera de setmana de setembre, provocant el conflicte xiïta més violent des de fa anys. Donada la manca de col·laboració per formar un govern a Iraq, Moqtada al-Sadr ha demanat que es celebrin unes noves eleccions anticipades. Però serà difícil que les eleccions puguin resoldre els danys estructurals degut de l’apatia de la població a l’hora de votar i les turbulències polítiques. Aquest breu però violent conflicte només ha sigut un tast del que podria arribar a passar si el país continua gaire més temps sense govern. Amb una comunitat xiïta profundament dividida, un cop més l’Iraq es troba en estat de polarització.
Pegasus, Ucrania y las "amenazas híbridas" que rompen el viejo orden mundial
L’ordre mundial està canviant i també la manera com els conflictes internacionals es despleguen sobre el mapa. Les amenaces, la guerra com a tal, no només arriben amb tancs i fusells, sinó que es desenvolupen en un format híbrid en què es combinen armes convencionals amb altres de noves, tal com explica Pol Morillas, director del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB ) que ha publicat fa pocs dies un informe sobre la manera com es diversifiquen les armes ofensives entre països. Això queda patent en el militarisme de Rússia, però també en l’ús creixent d’amenaces menys atribuïbles a una conflictivitat directa, com ara eines de desinformació, l’ús de l’economia i la geoeconomia amb propòsits d’interès nacional o les migracions utilitzades en context de conflicte. El concepte de guerra o amenaça híbrida no és nou. Es va fer popular al començament del segle XXI a l’Iraq i l’Afganistan i es va fer visible en la manera com es desencadenava la violència, alternant els mètodes tradicionals, amb els de la desinformació, el segrest i, fins i tot, el terrorisme d’Al-Qaida. Ara, els conflictes híbrids proliferen en un moment en què l’hegemonia d’Occident es veu contestada i es produeix una erosió de les normes internacionals. L’actual conflicte entre Rússia i Europa, després de la invasió d’Ucraïna, està deixant exemples clars d’aquestes amenaces híbrides. Moscou està fent un ús bèl·lic dels seus recursos energètics aprofitant la dependència de la UE. En aquesta lluita, a més, intervenen els poders privats que, de vegades, actuen de manera tan ambigua que és difícil saber si ho fan al marge dels governs o per ordre d’aquests. El cas de les grans companyies tecnològiques és el més evident en aquest conflicte al nord d’Europa, amb empreses com Google, que van deixar de mostrar informació sobre el trànsit real al seu servei de mapes per evitar que Rússia obtingués informació addicional les primeres setmanes de guerra. A la desinformació o l’ús de la tecnologia com a eina desestabilitzadora s’hi afegeix un altre element important en aquest nou mapa d’amenaces híbrides: la migració. A l’última dècada, Europa ha afrontat diversos conflictes amb estats ubicats a les seves fronteres que han decidit utilitzar els fluxos migratoris com a elements de pressió. El cas del Marroc i Espanya, les crisis a la frontera entre Bielorússia i Polònia o els refugiats a Grècia són alguns exemples recents d’aquestes tàctiques. L’ús polític de les migracions té a veure amb les polítiques d’externalització del control migratori. Davant d’aquesta por de les hipotètiques crisis migratòries, Europa està disposada a renunciar als seus propis fonamenteu-vos, com s’ha pogut veure a Polònia o Grècia, impedint el pas a la premsa i al personal de les ONG o suspenent el dret d’asil.
Two Years Later, the Abraham Accords Are Losing Their Luster
Dos anys després de la signatura dels Acords d’Abraham alguns analistes posen en dubte la seva credibilitat com a vehicle per a la pau en tant que en obrir la porta a la millora de les relacions amb alguns veïns, també han contribuït a consolidar Israel com a pes pesant de la regió. Així, aquest any s’ha signat un acord de lliure comerç amb els Emirats Àrabs Units i, ja en el pla simbòlic, el president Mohamed bin Zayed va dipositar una corona de flors a Yad Vashem, el Centre Mundial per a la Memòria de l’Holocaust, i va parlar de la necessitat de tolerància. Això ha suposat un pas cap a l’eliminació de la negació de l’Holocaust en el món àrab. Finalment Israel també ha guanyat una posició estratègica gràcies a aquests acords i a les relacions amb els altres països. No obstant, dins d’Israel, els acords estan sent eclipsats per la intensificació de conflicte amb els palestins. Després de dues guerres a Gaza i enmig de la inestabilitat a Cisjordània, les incursions militars israelianes continuen marcant en gran mesura l’agenda del país. Així doncs, per a gran part de l’opinió pública israeliana els Acords d’Abraham han quedat diluïts per una continua sensació de malestar i inseguretat. D’alguna manera, en lloc d’obrir-se més al món àrab, tot indica que el xovinisme israelià ha augmentat i els polítics d’extrema dreta que advoquen per l’expulsió dels àrabs estan tenint cada cop més audiència. Finalment, la natura mateixa dels acords ha comportat que Israel posposi la resposta a temes fonamentals sobre quin tipus de país vol ser: una democràcia liberal de tipus occidental o un estat ètnic jueu.
The New India: Expanding Influence Abroad, Straining Democracy at Home
El passat 24 de setembre, a la cimera de l’Organització de Cooperació de Shanghai a l’Uzbekistan, el president indi Narendra Modi contradigué els desitjos de Putin reclamant “democràcia, diplomàcia i diàleg” a Ucraïna. Aquesta anècdota és indicativa del procés subjacent que ens mostra l’autor: l’aparició de l’Índia com una gran potència assertiva i cada cop més ambiciosa. L´Índia és ja un actor imprescindible en l’escena geopolítica i econòmica internacional. La seva elevació a súper potència la col·loca com la democràcia més gran del món i ja es situa com la cinquena economia internacional per sobre del Regne Unit. Aquest creixement, així com els potencials llaços comercials que es poden formar amb Occident la situen com el país indispensable per contenir la Xina i formar una coalició de democràcies. No obstant, aquesta creixent importància també es veu afectada per una continua degradació dels drets humans, l’estat de dret i les garanties democràtiques dins del país. Modi, líder nacionalista hindú de caire ultra-dretà, està projectant el seu projecte d’homogeneïtzació i relegació de les minories religioses del país. La utilització de tàctiques clàssiques de repressió i intimidació —com la utilització de la llei per motius polítics— amb la propaganda estratègica per internet han assegurat l’èxit del líder nacionalista. Un dels casos comentats per l’autor és el del periodista Siddique Kappan qui, al intentar denunciar al govern, va ser detingut i retingut a presó durant dos anys. Quan se’l va jutjar, va ser alliberat dels càrrecs. El sistema de Modi, comenten els crítics, està dissenyat per escampar la por entre els dissidents. La combinació entre un líder fort i una Índia que ja ha sortit dels manuals clàssics de país post-colonial, conviden a la incertesa de les accions d’una Índia que vetlla pels seus interessos i no s’enquadra en cap bloc geopolític tancat. La pandèmia, la guerra i la crisi han obert una finestra d’oportunitat pel país asiàtic que l’ha aprofitat per fer-se un lloc al gran tauler internacional. Tanmateix, l’autor assenyala dues contradiccions dins del creixement d’aquest país. En primer lloc, una contradicció geopolítica causada pel continu balanceig entre aliats. L’Índia ha fet, recentment, exercissis militars tant amb Rússia com amb els EUA i, tot i situar-se com un dic contra la Xina, segueix comprant armes i energia a Rússia. La segona contradicció és l’anteriorment senyalada. Tot i que l’Índia es presenta com una democràcia als seus aliats, cada cop es veu més amenaçada davant del “cop d’estat silenciós” que està efectuant el seu president. En definitiva, ambdues contradiccions estan començant a aixecar reticències als països occidentals que veuen el seu futur lligat a una Índia cada cop més autònoma, forta i plena de contradiccions.
An energy crisis and geopolitics are creating a new-look Gulf It will be richer, more powerful—and more volatile
L’article destaca que l’increment dels preus del petroli i del gas està tenint lloc juntament amb tendències més profundes com ara la reorganització dels fluxos energètics mundials en resposta a les sancions occidentals contra Rússia i al canvi climàtic, i la remodelació de les aliances geopolítiques al Pròxim Orient a mesura que s’adapta un món multipolar en què els Estats Units ja no és l’únic garant de la seguretat. El resultat és una nova configuració d’un Golf tot i que no està gens clar si això serà una font d’estabilitat ja que tradicionalment es tracta d’una regió que ha viscut cops d’estat, guerres i altres conflictes violents durant les dues últimes dècades. Els Estats Units han disminuït la seva presència militar després de l’Iraq i l’Afganistan, i els seus antics aliats, inclosos els estats del Golf, temen el buit de seguretat que han deixat. Mentrestant, les tres potències energètiques del Golf, Qatar, Aràbia Saudita i els Emirats Àrabs Units són autocràcies hauran de fer front a un descens a llarg termini de la demanda mundial de combustibles fòssils, mentre pateixen sequeres i augments importants de les temperatures a causa del canvi climàtic. A més, dos nous actors han entrat en joc. Primer l’evolució dels mercats energètics: amb els preus actuals, els sis estats del Golf — sense contar Bahrain, Kuwait i Oman— poden guanyar 3,5 bilions de dòlars en els propers cinc anys. Segon, atès que les sancions occidentals imposades a Rússia reorienten el comerç d’energia a tot el món això també comporta una realineació del poder a l’Orient Mitjà.
Is China Breaking With Russia Over Ukraine?
L’article destaca que la posició de la Xina ha canviat gradualment des que va començar la invasió russa, però l’associació amb Rússia és massa important perquè Beijing abandoni realment el seu aliat. Una cosa no ha canviat: Xi i Putin segueixen posicionant els seus països com a socis propers amb l’objectiu de substituir l’ordre mundial actual liderat pels Estats Units per un de nou, més “democràtic” i “just”. Aquest interès bàsic no ha canviat i no hi ha cap indicació explícita del descontentament de la Xina amb Rússia en aquest àmbit. Dit això, l’autor assenyala que han quedat enrere les mencions explícites de Rússia i la Xina treballant juntes per remodelar el sistema internacional actual. Sens dubte, la Xina encara vol reconduir l’evolució de l’ordre global, però ha decidit no anunciar que està treballant amb Rússia per fer-ho (almenys de moment). En aquest context, subratlla que quan Xi va dir que la Xina treballarà amb Rússia per complir amb les seves responsabilitats i jugar un paper destacat a l’hora d’injectar estabilitat en un món de canvi i desordre, pot estar donant a entendre que Rússia no compleix actualment la seva responsabilitat com a país líder ni contribueix a l’estabilitat global. Això és discutible, per descomptat, però cal destacar que aquesta vegada Xi es va abstenir d’esmentar explícitament els esforços conjunts de Pequín i Moscou per remodelar l’ordre mundial. En línies generals doncs, des de la invasió d’Ucraïna, la Xina ha anat matisant el seu a la posició de Rússia, i si aquesta està disposada a condemnar explícitament les accions dels Estats Units a Taiwan, la Xina, en canvi, no està disposada a fer el mateix quan es tracta d’Ucraïna.
Russia Is Losing India
des de l’inici de la invasió russa d’Ucraïna els països occidentals han pressionat a l’Índia per a que condemni rotundament les accions russes, tant en les seves declaracions com en les resolucions de les Nacions Unides. No obstant, l’índia ha mantingut una posició neutral que alguns veuen com una ajuda implícita a Rússia o, com a mínim, una falta de compromís amb els valors que democràtics que el país sempre havia defensat. El govern indi, en canvi, defensa que està fent un exercici de realisme polític com el que fan totes les nacions. En aquets cas, només està equilibrant les relacions amb els seus dos principals socis: els Estats Units i Rússia. Tot i així, l’Índia cada cop s’està allunyant més de Rússia i apropant-se al bloc occidental liderat pels Estats Units. En primer lloc, perquè les velles elits índies, més pro-russes, estan deixant lloc a lideratges més conscients de la situació geopolítica global i segon perquè el debilitament de Rússia i el creixement de la Xina, estan causant un apropament entre les dues potències que podria deixar Rússia sota influència Xina, amb la qual cosa aquesta deixaria de ser la principal defensora de l’Índia al Consell de Seguretat de les Nacions Unides, per passar a estar supeditada a la política exterior xinesa. D’altra banda, si Rússia segueix essent el principal proveïdor, l’Índia porta anys diversificant la seva compra d’armament, principalment amb compres importants als EUA i França. Finalment, destaquen les diferències en termes de posicionament diplomàtic de l’Índia entre l’annexió de Crimea del 2014 i l’actual invasió.
The dangerous logic behind Vladimir Putin’s speech
Stallard considera que ja fa temps que està clar que Putin s’està quedant sense opcions per evitar una derrota humiliant a Ucraïna. Les seves forces estan perdent terreny ràpidament al nord-est del país i estan sotmeses a una nova pressió als fronts sud i est. Alguns analistes es van plantejar si l’èxit sorprenent de la contraofensiva ucraïnesa de les últimes setmanes podria deixar clar a Putin que no pot guanyar la guerra i que hauria de buscar, com a mínim, una aturada temporal dels combats. El seu discurs anunciant la mobilització parcial al país ha deixat clar que això no passaria. No obstant això, des de la perspectiva de Moscou hi ha una lògica sinistra darrere de la idea. Gràcies a la celebració dels pseudo referèndums a la regions ocupades amb l’objectiu d’annexionar-les, com va fer amb Crimea el 2014, Putin podrà justificar que qualsevol atac posterior a aquests territoris serà tractat com un atac a la mateixa Rússia. El seu discurs del 21 de setembre on va afirmar que Rússia utilitzaria “tots els mitjans al seu abast” ho va exposar clarament. Així mateix, l’expresident rus Dmitri Medvedev, ara vicepresident del Consell de Seguretat de Rússia, també va invocar anteriorment l’amenaça de les armes nuclears si les forces ucraïneses ataquen Crimea. En efecte, la doctrina militar russa permet l’ús d’armes nuclears en una situació en què es considera que l’estat s’enfronta a una amenaça existencial.
Los referendos de Putin: no son autodeterminación sino anexión
L’autor argumenta que l’annexió dels territoris de Donetsk, Lugansk, Kherson i Zaporiyia, constitueix una perversió més del principi de autodeterminació nacional i és una grollera caricatura d’aquell esperit wilsonià de 1917-18. També sembla invocar implícitament la doctrina soviètica del dret d’autodeterminació, encara que Putin renegui de l’herència bolxevic, per disgregadora i per haver “inventat” una nació ucraïnesa que —segons ell i bona part del nacionalisme rus— és artificial. Podem considerar que, amb aquest moviment, la Rússia de Putin pretén pressionar Ucraïna per acceptar una cosa semblant a una pau per territoris. Aconseguir l’esgotament del contendent, més fort i motivat i més ben armat del que es pensava fa set mesos, perquè cedeixi com va fer el mariscal finlandès Mannerheim el 1940: seure a una taula i acceptar que val la pena perdre una mica de territori per garantir la integritat territorial de la majoria del país. I que Occident ja es cansarà de pagar la factura de la guerra, en forma d’un General Hivern que farà tremolar milions de ciutadans europeus per la manca de subministrament de gas. Però a la vegada es tracta d’un moviment que tanca qualsevol porta a una negociació a curt o mitjà termini, i genera una nova escalada ja que arran de l’annexió Rússia es veu autolegitimada per defensar-se de qualsevol atac amb l’arma nuclear. A més, queda al descobert una altra intenció que consisteix no només en “alliberar” Donetsk i Lugansk, les antigues repúbliques secessionistes, sinó també annexionar altres territoris de majoria russòfona, però no prorussos. En definitiva, des de l’òptica del Kremlin una guerra de conquesta i de reconstrucció del solar de l’antiga Rússia imperial i la seva àrea d’influència, davant d’un Occident culpable de totes les desgràcies del país i la seva decadència després del 1991.
Three Paths Toward an Endgame for Putin’s War
Les últimes setmanes han estat de les més importants en la invasió russa d’Ucraïna i han comportat uns resultats molt positius per la resistència ucraïnesa i el seus aliats occidentals. Per una banda, l’exèrcit ucraïnès va efectuar una contraofensiva sense precedents al flanc nord-est i va recuperar gran part del territori perdut, i va forçar la retirada de l’exèrcit rus. Al mateix temps, grans figures públiques com l’estrella del pop Alla Pugacheva –amb una gran influència a Rússia– van denunciar la guerra de Putin, i la Xina i l’Índia han començat a marcar distàncies amb Rússia. Això no obstant, Friedman adverteix que la incertesa sobre el resultat final de la guerra és avui més gran que mai, i que les possibilitats de trobar una manera de sortir-ne no deixen satisfet a ningú. Identifica tres possibles escenaris de sortida a la guerra: una victòria total de l’exèrcit ucraïnès; un acord que permetria salvar la reputació de Putin; i un acord més beneficiós per Ucraïna que tindria lloc després de la destitució del president rus. El primer escenari té en compte que l’exèrcit rus, lluny de ser la força que els experts esperaven, està format per ex-convictes, mercenaris, i joves de regions allunyades i de minories ètniques sense massa experiència militar. Un cop l’aura d’invencibilitat russa ha desaparegut, la població comença a descobrir les mentides que han justificat la guerra, ai això pot significar que la derrota estigui més a prop. Tot i així, Friedman considera que aquest escenari és ara mateix improbable, ja que Putin ja ha mostrat la seva voluntat de seguir amb els seus plans i d’utilitzar armes nuclears tàctiques si és necessari. El segon escenari és el d’un acord on Rússia s’annexaria les regions de Luhansk i Donetsk, i d’altres que es contemplessin a l’acord. Amb l’arribada de l’hivern, la crisi energètica i econòmica a Europa adquirirà una dimensió creixent. La voluntat de resistència d’alguns dels estats membres serà molt menor. Una oferta russa per reiniciar el subministrament de gas a canvi de l’annexió de territoris, dividiria una Unió Europea assetjada pels populismes (Itàlia, Suècia, Hongria) i la crisi econòmica. Finalment, l’últim escenari implicaria un acord pel restabliment de les fronteres anteriors al 24 de febrer. Ucraïna cediria Crimea a Rússia, però recuperaria les regions ocupades per l’exèrcit de Putin i la possibilitat d’accedir a la UE o la OTAN. Aquest escenari, no obstant, necessitaria d’un canvi de govern a Rússia, ja sigui per mitjà d’un cop d’estat militar o la mobilització ciutadana. Però l’autor adverteix que no podem ser ingenus. Un cop d’estat pot portar tant a un govern rus democràtic com a l’ascens d’un nou líder ultra-nacionalista o un buit de poder. En definitiva, la situació és incerta i els escenaris de futur totalment oberts.
Russia’s Sending Its Ethnic Minorities to the Meat Grinder
L’autora apunta que la intensitat de la campanya de reclutament a Buriatia alimenta encara més les sospites que el reclutament de les minories ètniques per anar a combatre a Ucraïna és desproporcionat respecte del seu pes en la població general. El mateix passa a Iakútia i al Daguestan. Tot i que les autoritats russes mantenen en secret el nombre exacte de baixes des de l’inici de la guerra, els aerveis d’intel·ligència nord-americans afirmen que podrien arribar a 20.000 morts mentre que els ucraïnesos consideren que la xifra podria ser més del doble. En aquest context, grups activistes i alguns mitjans de comunicació sospiten que les baixes en les minories ètniques són desproporcionadament altes. El servei rus de la BBC va examinar els informes de més de 6.000 baixes confirmades al camp de batalla i va trobar que a principis de setembre, les tropes vingudes de Daguestan, Buriatia i la regió de Krasnodar al sud de Rússia constituïen el gruix de les pèrdues. Les regions perifèriques de Rússia russes són significativament més pobres que les regions occidentals i a Buriatia, on el salari mitjà mensual és un terç del de Moscou i Sant Petersburg, els militars van oferir als reclutes la possibilitat d’un sou estable. Així mateix, unitats del districte militar de l’est de Rússia, que abasta Buriatia i grans parts de Sibèria, la més abandonada de les regions militars de Rússia, van liderar l’assalt a Kíev en els primers dies de la guerra en alguns dels combats més intensos fins ara. L’enviament de tropes des de regions més pobres i remotes també permet que al Kremlin no indisposar en contra seva els habitants de les ciutats.
A way to get rid of us’: Crimean Tatars decry Russia’s mobilization
Activistes de drets humans a Crimea denuncien que la mobilització decretada per Rússia a la península afecta de manera desproporcionada als tàrtars de Crimea, un grup ètnic que s’ha oposat en gran mesura al domini rus des que la zona va ser annexionada el 2014. D’altra banda, això també succeeix amb altres grups minoritaris, com a Buriatia i les repúbliques del Caucas del Nord. Els tàrtars de Crimea majoritàriament musulmans representen al voltant del 13% de la població de Crimea. No hi ha un desglossament oficial de qui s’ha mobilitzat, però Crimea SOS, una organització de drets humans d’Ucraïna, calcula que el 90% dels avisos de mobilització s’han lliurat a tàtars de Crimea. Els tàtars es van convertir en una minoria després que Rússia s’apoderés de la regió al segle XVIII sota Caterina la Gran. Posteriorment, Stalin va fer deportar tota la població a l’Àsia Central durant la Segona Guerra Mundial al·legant falsament que eren col·laboradors dels nazis i la majoria només van poder tornar a la península als anys vuitanta. Aquesta llarga experiència de persecució va portar a molts tàtars de Crimea a ser extremadament hostils a l’annexió russa el 2014. Posteriorment, les autoritats russes van intentar cooptar els líders tàrtars de Crimea, però la majoria es van negar a col·laborar. Va començar una campanya d’assetjament i persecució contra els líders actius de la comunitat, i Rússia va il·legalitzar el Mejlis, l’òrgan representatiu dels tàrtars de Crimea.
Un golpe en Rusia es imposible sin el ejército
Sergey Radchenko, investigador en relacions internacionals de la Universitat Johns Hopkins, alerta que l’exèrcit rus no dóna cops d’estat però és essencial perquè es produeixin i observa similituds amb l’atmosfera que va propiciar l’enderrocament de Nikita Khrusxov el 1964. També assenyala que encara que no hi hagi proves de que Putin no percebi correctament la realitat, està sent profundament miop respecte als objectius estratègics. S’ha ficat en una situació fora del seu control i cada cop que tracta d’enfortir la seva posició, no fa més que deteriorar-la. Respecte a possibles senyals de descontentament en el cercle del Kremlin, afirma que és molt difícil saber-ho perquè és molt tancat i és força perillós expressar cap opinió contrària. Putin sempre ha valorat la lleialtat per damunt de qualsevol altra cosa. És la base del seu poder. Fins ara, no s’ha vist vist cap discrepància entre els alts càrrecs però això no vol dir que no puguin existir entre bastidors, especialment pel que fa a la guerra. Quant a saber si un exèrcit debilitat està fora de joc o és perillós per a Putin, Radxenko assevera que el paper de l’exèrcit a Rússia és crucial ja que per poder donat cop d’estat cal comptar amb el seu suport. Recorda que el 1993 quan Boris Ieltsin va assumir el poder, si no hagués tingut l’exèrcit i els tancs de part seva ni hagués intentat prendre el poder. El 1964, Brézhnev no hagués pogut donar el cop contra Khrusxov sense suport dels serveis d’intel·ligència. I abans, al seu torn, Khrusxov es va imposar gràcies al suport del mariscal Zhukov el 1957. La participació militar és per tant essencial per enderrocar els líders de Rússia, encara que mai ho hagin fet pel seu compte.
Putin’s regime may fall – but what would come next?
La declaració de mobilització parcial del president Putin és un signe del fracàs total de l’estratègia russa a Ucraïna des de la invasió del febrer. Que Putin hagi esperat tant abans de declarar la mobilització s’explica en part perquè implica un reconeixement implícit d’aquest fracàs, i perquè l'”operació militar especial” és de fet una guerra a gran escala, que Rússia sembla estar perdent. També s’explica perquè temia, amb raó, una reacció negativa de la població russa. Així doncs, l’autor considera que el seu està ara en perill i que probablement, una altra important derrota militar el podria derrocar. Com ja s’està veient aquests dies, el malestar a la societat russa està creixent i a aquest descontentament s’hi afegeix una barreja d’oposició a la guerra mateixa i de còlera per la incompetència en la seva conducta per part de Putin i el seu entorn. Si el descontentament es generalitza, Lieven considera que un cop d’estat contra Putin es convertiria en una possibilitat real. Això no seria necessàriament violent i, de fet, podria no fer-se públic de manera immediata. Una delegació de personalitats de l’establishment podria avisar Putin que, per preservar el propi règim, cal que ell (i algunes altres figures destacades implicades en el fracàs militar, com el ministre de Defensa, Sergei Shoigu) donin un pas al costat, a canvi de garanties d’immunitat i seguretat de les seves propietats i béns. D’altra banda, Occident hauria d’estar disposat a oferir al seu successor un acord que permetés al nou govern evitar una sensació de derrota total i humiliant. En cas contrari, amb un estat i un exèrcit debilitats, i un sentiment d’humiliació entre la població, el nou govern assumiria una càrrega catastròfica semblant a la de la República de Weimar després de la Primera Guerra Mundial, que sempre va haver de suportat el llast del sentiment d’humiliació nacional.
Catalunya, España, Europa
Les moyens de construire l’Europe politique
En aquesta conversa, Céline Spector i Nicolas Leron debaten les seves respectives anàlisis i propostes, i identifiquen els punts des dels quals divergeixen les seves línies en la recerca d’un objectiu comú: la construcció de l’Europa política. Leron afirma que una sobirania europea que combini amb les sobiranies estatals és impossible i proposa, en canvi, seguir el camí obert per James Wilson, durant la Convenció de Ratificació de Pennsilvània, quan avançava l’argument que després amararia el pensament federalista: la sobirania no resideix en el Congrés, ni en el govern dels estats, sinó en tot el poble, que només pot delegar-la per la durada i en els límits que li semblin justos. Tampoc no està d’acord amb la idea d’un vincle consubstancial entre la democràcia i la sobirania del poble. Al contrari, manté la possibilitat de dissociar persones, democràcia i sobirania, i per tant de pensar en una democràcia europea no sobirana (i no procedint d’un poble europeu). Aleshores, considera que si persisteix la sobirania estatal, inalterada en la seva ontologia, la integració europea produeix sobre ella pertorbacions sense precedents que cal de tenir en compte, i que anomena en el meu llibre Sobirania, l’obsessió de les nacions (Llibres , 2022) “els jocs de la sobirania a Europa”.
Parliament must press its case for treaty reform
Andrew Duff, eurodiputat i autor del llibre Constitutional Change in the European Union (Palgrave, 2022) descriu la Unió Europea com un caos. El tractat de Lisboa requereix que els vint-i-set membres es posin d’acord unànimement a l’hora de fer-hi canvis, la cosa bloqueja la possibilitat de qualsevol tipus de reforma. La prevenció de que la Comissió Europea porti la política fiscal comuna i que el Banc Central Europeu esdevingui l’últim recurs per a concedir préstecs són dos exemples de canvis frenats per aquest mecanisme. Els diputats federalistes del Parlament han estat advocant durant anys per retornar a un intent de Convenció –formada per membres del parlament nacionals, membres del Parlament Europeu i el consell – que revisi els tractats de la UE. La conferència sobre el futur d’Europa no ha estat el motor de canvi que es preveia i el Parlament ha decidit presentar una proposta oficial de convertir el procés de presa de decisions per unanimitat en un vot majoritari qualificat. Aquesta és la primera vegada que el Parlament utilitza el seu poder constitutiu per fer canvis en un tractat.
EU’s unanimity rules are here for now, despite chatter
La revista Politico ens porta novetats sobre un debat tradicional que, després de la invasió russa, ha retornat a Brussel·les: la qüestió de la unanimitat en la presa de decisions de la UE. Amb els bloquejos hongaresos a algunes de les resolucions europees en termes de política exterior i sancions, moltes veus estan reclamant canvis en la presa de decisions de les institucions europees. La presidència Txeca del consell de la UE —que ho serà fins la fi d’aquest any— ha posat l’assumpte sobre la taula en la reunió dels ministres d’exteriors dels estats membres. No obstant, segons comenta el seu president Mikuláš Bek s’espera “progrés limitat”, tot i que no creu que “el debat estigui perdut”. El cas és que la regla d’unanimitat té avantatges. En primer lloc, ajuda a mantenir un front sòlid en les decisions que es prenen. Al mateix temps, prevé que estats membres vegin la Unió com un atac a la seva sobirania en temes tan sensibles com la política exterior. Tanmateix, la unanimitat ofereix poder de veto en assumptes tant importants com les sancions a Rússia i pot estancar l’acció exterior d’una Unió Europea que aspira a actuar en les hores més greus. A més, molts estats posen la reforma com a condició per l’expansió cap a l’est. Si la UE no es posa d’acord essent 27, encara serà més difícil si augmenta el nombre d’estats membres. En aquesta línia, han anat els recents discursos del canceller alemany Scholz i la presidenta de la Comissió Europea Von der Leyen. L’assumpte està molt present a l’agenda de Brussel·les, però ningú sap ben bé com materialitzar-lo. Segons comenta el ministre d’exteriors txec la reforma d’aquest procés serà extremadament complicada. Per una part, hi ha la possibilitat de reformar els tractats de la UE. Aquesta opció és ara mateix impossible ja que els estats membres s’hi neguen. Per altra banda, s’està contemplant l’opció de les clàusules “passarelle”, que permetrien adoptar la majoria qualificada —55% dels estats amb 65% de població— en assumptes de drets humans, sancions i la part no-militar de la política de defensa. Degut a la complexitat i sensibilitat de l’assumpte alguns estats han demanat més temps per valorar la proposta. Bek espera discutir tant les clàusules “passarelle” com la possibilitat d’una noca convenció política a la reunió del Consell al desembre. No obstant, cal recordar que per passar de la unanimitat a la majoria qualificada també es necessitaria el vot d’Hongria, quelcom gens segur vistes les últimes votacions.
10 points sur les Démocrates de Suède, le parti de Jimmie Åkesson
Després de les eleccions de l’11 de setembre de Suècia, el partit d’extrema dreta liderat per Jimmie Åkesson s’ha convertit en la segona força política del país i l’autor proposa una sèrie de pistes per entendre l’emergència i la ideologia nacionalista amb aspiracions populistes dels Demòcrates de Suècia (SD). Primer, SD és un partit que té les seves arrels històriques en els cercles ultradretans suecs. Quan el partit es va fundar el 1988, una part important dels seus personal provenia del moviment racista i nacionalista Bevara Sverige Svenskt (“Mantenir Suècia sueca”). A partir del 1995, però, es va produir un canvi de rumb del partit, que va intentar allunyar-se de la imatgeria neonazi (uniformes, símbol de la torxa) que l’acompanyava fins aleshores, i va reformar el seu programa per atreure a un públic més ampli. Segon, SD presenta una trajectòria electoral en constant ascens des de la seva creació però momés a partir del 2010 els resultats van assolir un nivell suficient per trencar l'”excepció sueca”. Des de llavors, la tendència no s’ha capgirat mai. Tercer, el paper de Jimmie Åkesson, líder històric del partit. Membre de SD des de l’adolescència, Jimmie Åkesson va assumir el càrrec de líder del partit el 2005, amb només 26 anys. Des d’aleshores ha dut a terme una política de modernització de la imatge del moviment, en la construcció de la qual la seva pròpia personalitat té un paper central. Quart, una ideologia marcada pel nacionalisme i el rebuig de l’islam, marca d’una dreta identitària, populista, nativista i neoconservadora. Cinquè, un programa polític centrat en la seguretat i l’estat del benestar. Més enllà de les qüestions de seguretat, SD dedica una atenció especial a la política social, que els permet arribar a gran part de l’electorat. El partit s’ha apoderat així del tema de les pensions, que vol augmentar; la família, àmbit en el qual proposa pagar a les embarassades un subsidi durant l’embaràs i allargar la durada del permís de paternitat; la sanitat, per a la qual vol una major centralització i la limitació del dret dels estrangers a accedir al sistema sanitari; i la mobilitat, defensant una limitació del preu de la gasolina i el gasoil. Sisè, un augment de vots alimentat per la por a la immigració i les dificultats econòmiques, en tant que si bé els votants SD provenen de tots els grups socials, la quota electoral del partit entre les poblacions precàries és superior a la mitjana. Setè, el cordó sanitari creat pels altres partit es va rompre en gran part després de la crisi política del 2021. Vuitè, les eleccions de l’11 de setembre de 2022 van suposar que SD arribés en segon lloc amb un 20,5% i 73 escons; el centredreta (19,1%), els demòcrates-cristians (5,3%) i els liberals (4,6%) es reparteixen els 103 escons restants. Atesa la cooperació parlamentària ja iniciada des del 2021 entre SD i el centredreta, tot indica que es podria formar un govern de coalició entre la dreta i l’extrema dreta. Novè, amb tot tampoc no està garantida la seva participació al govern ja que de moment les negociacions entre els quatre partits implicat no han comportat la signatura de cap acord de coalició. Finalment, l’èxit de SD pot significar un moment clau per a la nova generació de conservadors i reformistes europeus, ja que al Parlament Europeu, SD formen part del grup dels conservadors i reformistes europeus (ECR) en lloc del grup tradicional d’extrema dreta d’Identitat i Democràcia (ID). En darrer terme, la seva inclusió al cor de la dreta europea mitjançant la interacció d’aliances constitueix un desenvolupament important; el fet que aquesta evolució es produeixi simultàniament a Itàlia i Suècia, espais polítics amb pràctiques culturals institucionals que semblen oposades, confirma el caràcter continental del fenomen. La normalització de l’extrema dreta europea sembla doncs que entra en una nova era.
Un risultato epocale
L’autor considera que la legislatura que s’obre està destinada a canviar profundament la geografia política italiana en tant que els resultats de les eleccions marquen la fi del projecte Salvini de la Lega, la lenta desaparició de l’era Berlusconi i revelen la greu crisi de vots i d’identitat del Partit Demòcrata, que no només surt derrotat del seu duel amb FratelIi d’Italia, sinó que es redimensiona en el seu tradicional paper de referent dels progressistes. L’èxit de Giorgia Meloni va acompanyat d’un fort descens dels seus aliats i la líder de la coalició de dretes és conscient que la nova relació de forces del centredreta podria complicar més que la formació del Govern i la seva trajectòria perquè una cosa és guanyar, una altra és governar i una altra és durar. En efecte, el nou govern haurà de fer front a una situació nacional i internacional molt delicada i dins d0aquest context cap govern no pot durar gaire temps sense una forta cohesió interna. A l’altra banda de l’espectre polític, hi ha la crisi del PD, amenaçat en el seu flanc esquerra pel renascut Movimento 5 Stelle de Conte i a la seva dreta pel duo Calenda-Renzi. Tot i que la tasca de Letta no era gens fàcil també és cert que els darrers mesos han estat una sèrie d’errors tàctics i estratègics que l’han deixat sense armes davant del repte plantejat per Meloni. D’altra banda, tot i que el M5S ha vist reduïts a la meitat els vots obtinguts a les darreres eleccions, els bons resultats obtinguts al Sud donen a Conte l’oportunitat de postular el lideratge dels demòcrates desitjosos de tancar l’etapa Grillo. En definitiva, aquesta nova legislatura promet ser transcendental tant per a la dreta com per l’esquerra.
La victoire de Meloni. Où va l’Italie?
Des de les pàgines de Le Grand Continent l’autor analitza les perspectives del nou govern i assenyala els tres punts clau d’aquestes eleccions. Primer, la capacitat de FdI per captar l’electorat de dretes a costa de la Lega, que ha caigut per sota del 9%, revelant així que els vasos comunicants dins de la coalició han penalitzat severament les estratègies erràtiques de Salvini. Segon, la reconversió del M5S en una força populista escorada cap a l’esquerra, que ha estat capaç de restar vots al PD, sobretot al sud. Tercer, el creixement de l’atractiu de l’únic partit que no estava integrat en la majoria d’unitat nacional del govern Draghi, FdI, d’una banda i de l’altra, del partit que va desencadenar la crisi de govern que ha portat a les eleccions, el M5S D’alguna manera, els resultats revelen la divisió que segueix existint al país entre la dinàmica política real i la seva percepció: per una banda, un Draghi al cim de la popularitat nacional i del prestigi internacional, i de l’altra, l’èxit dels partits més contraris al seu executiu. D’altra banda, la curta campanya electoral va definir les prioritats dels italians: la credibilitat de la classe dirigent, l’economia, la seguretat. Ni el perill del feixisme, ni els drets civils, ni l’anomenada Agenda Draghi (el conjunt de reformes proposades per l’exprimer ministre) no han tingut impacte sobre la mobilització de gran part de l’electorat. La victòria de FdI també suposa la normalització política definitiva de l’extrema dreta a Itàlia i a Europa. En aquest sentit, no podem oblidar els recents resultats de les eleccions a Suècia o l’extrema dreta s’ha convertit en el segon partit i amb tota probabilitat formarà part del nou govern. A la vegada, el fet que cada cop més mitjans es refereixin al futur govern italià com de centre dreta mostra de manera clara aquesta normalització.
Elezioni geopolitiche in Italia
Des de la revista italiana especialitzada en geopolítica Limes s’afirma que qualsevol canvi polític que es produeixi en un país com Itàlia -membre de l’OTAN i de la UE, tercera economia europea, situat al centre del Mediterrani i acostumat a negociar amb estats rivals de l’eix atlantista- atreu inevitablement l’atenció internacional. Afirma que el nou govern hauria de tranquil·litzar els Estats Units, i en aquesta sentit la probable futura primera ministra no només ha garantit la continuïtat amb la política exterior de Draghi sinó que s’ha pronunciat a favor de Taiwan i en contra de la renovació del memoràndum d’acord sobre la nova Ruta de la Seda signat pel primer Govern de Conte el 2019. Una altra bona notícia per a Washington són els mals resultats dels partits liderats pels dirigents més propers al president rus Vladimir Putin, la Lega de Matteo Salvini i Forza Italia de Silvio Berlusconi, la qual cosa redueix la seva capacitat d’influència en qüestions com les sancions contra Moscou i l’enviament d’armes a Kíev. Pel que fa a les relacions a Europa, la situació és més complexa. Meloni és propera als governs d’Hongria i Polònia, que deixen de ser països d’importància secundària per a Itàlia en comparació amb França i Alemanya. Si Roma comparteix amb Varsòvia i Budapest un sistema industrial proper a l’esfera geoeconòmica alemanya, els separa el pes específic italià que és superior i la geografia, que porta Itàlia a centrar-se a la Mediterrània. D’altra banda, ara prioritat d’Itàlia és garantir que no s’interrompi el flux de diners procedents del fons de recuperació de la UE. Per consegüent, Meloni haurà de trobar ràpidament un modus operandi amb Berlín, París i totes les capitals (del nord d’Europa) que havien deixat de banda momentàniament el seu tradicional escepticisme cap a Itàlia només perquè Mario Draghi n’era el primer ministre. Una altra prioritat serà evitar que les tensions -geopolítiques, econòmiques, migratòries- que s’acumulen a la riba sud de la Mediterrània impactin principalment sobre Itàlia, i en aquest àmbit Turquia, el president de la qual Recep Tayyip Erdoğan manté excel·lents relacions amb Berlusconi, podria ser un aliat.
Italians Didn’t Exactly Vote for Fascism
Arran de l’èxit electoral de Giorgia Meloni i del seu partit, Fratelli d’Italia, Mounk planteja com canviarà Itàlia el nou govern i quants danys podria infligir a les institucions democràtiques del país. Afirma, però, que la probabilitat real que Itàlia torni a les hores més fosques de la seva història és baixa. Una part del motiu és que Meloni, fins a cert punt, s’ha distanciat del passat del seu partit. Ha declarat que el feixisme és història i ha suspès militants que persistien en lloar els líders feixistes. Meloni també ha intentat demostrar que pot ser un soci fiable per als aliats europeus i nord-americans. Per exemple, ha moderat les crítiques del partit a la Unió Europea, destacant que vol que el país es mantingui a l’eurozona. I a diferència de molts altres líders d’extrema dreta a Europa, Meloni ha estat molt crítica amb Vladimir Putin i una defensora d’Ucraïna. Però el motiu principal per dubtar de la capacitat de Meloni a canviar Itàlia és simplement que no és ni tan popular ni tan poderosa com pot suggerir la seva victòria electoral. A les anteriors eleccions de 2018, el Moviment Cinc Estrelles va sorprendre tothom en obtenir gairebé un terç dels vots mentre Fratelli d’Italia només es va endur un 4%. Durant els tres anys següents, dos governs van col·lapsar enmig del caos i totes les grans faccions del Parlament italià van acordar el febrer de 2021 formar un govern tecnocràtic d’unitat nacional sota el lideratge de Mario Draghi, l’antic president del Banc Central Europeu. Només els Fratelli d’Italia de Meloni es van mantenir a l’oposició. En aquest context, l’estancament econòmic i el duríssim impacte de la pandèmia expliquen molt més la victòria de Meloni que no la nostàlgia pel passat feixista d’Itàlia. Així mateix, la popularitat de Meloni pot disminuir molt ràpidament un cop assumeixi la responsabilitat de governar, com ja li va passat al M5S, que de formar part del govern ha passat a perdre més de la meitat de vots. No queda clar doncs quant de temps Meloni podrà romandre al càrrec ja que probablement un Salvini en hores baixes intentarà recuperar el protagonisme i topi amb ella en política exterior mentre Berlusconi, sempre oportunista després de tres mandats com a primer ministre, no mostrarà cap estat d’ànim si a vendre un soci polític si li convé.
Així és el programa de Germans d’Itàlia
La dreta italiana ha guanyat aquest diumenge les eleccions del país gràcies a una gran coalició que ha promès una baixada d’impostos, una política antiimmigració dura i donar suport a la natalitat i a la família. El programa de govern de Fratelli d’Italia assegura que donarà suport a la natalitat i la família i que apostarà per un autèntic Estat del benestar que no deixi ningú de banda, la defensa de la llibertat i la dignitat de cada persona i donar crèdits a famílies i empreses. D’altra banda, també defensa un ús eficient del Pla de Recuperació, Transformació i Resiliència i dels fons europeus, una fiscalitat més justa per defensar el poder adquisitiu dels italians, donar suport al sistema d’emprenedors italians, així com el “Made in Italy” i la defensa de la dignitat del treball. Meloni també aposta pel turisme com a símbol del creixement de les darreres dècades i pel sistema agroalimentari com un dels pilars de l’economia italiana. També vol reiniciar les inversions i infraestructures en transports per a una Itàlia més ràpida, més connectada i més intel·ligent, així com donar oportunitats de creixement al sud d’Itàlia. El programa també assegura que la formació vol donar pas als joves, així com assegurar el dret a una vellesa tranquil·la. Meloni també vol que la salut estigui al servei de les persones i promou la cultura i la bellesa, simbolitzats pel Renaixement italià. Promet defensar una justícia equànime i ràpida per a ciutadans i empreses, a banda d’assegurar que posarà fre a la immigració il·legal i incrementarà la seguretat dels ciutadans, El programa de Fratelli d’Italia també es compromet a dinamitzar escoles, universitats i centres de recerca, així com la defensa del medi ambient i de l’energia neta, segura i assequible.
Giorgia Meloni’s victory merits concern but not panic
L’editorial del Financial Times argumenta que les mateixes raons que han donat la victòria a un partit amb arrels en el moviment neofeixista —una economia estancada i un sistema polític on poc ha canviat en els últims 20 anys, independentment de qui estava al poder— també haurien de limitar el nou executiu de Giorgia Meloni. També assenyala que hi ha motius per preocupar-se ja que la seva estrident retòrica convergeix amb el preocupant increment dels moviments de dreta radical a tota la UE, al qual Brussel·les haurà d’enfrontar-se mentre intenta promoure —i fins i tot fer complir— l’estat de dret a tot el bloc. En aquest sentit, cal subratllar que tant Fratelli d’Italia com la Lega van votar en contra d’una recent resolució del Parlament Europeu que condemna l’erosió dels estàndards democràtics a l’Hongria de Viktor Orbán. La magnitud del repte econòmic al qual haurà de respondre el nou govern és un altre motiu de preocupació en tant que les previsions de creixement d’Itàlia per a l’any vinent s’han retallat per sota de l’1%,la qual cosa que dificultarà la gestió d’un deute que supera el 150% del PIB, malgrat els esforços del primer ministre sortint, Mario Draghi. Meloni, molt menys creïble que el seu predecessor, també haurà de gestionar la inflació creixent i l’augment dels tipus d’interès que expliquen la crisi del cost de la vida. La Comissió Europea va aprovar fa pocs dies els propers 21.000 milions d’euros del fons de recuperació de la pandèmia de la UE dels 200.000 milions destinats a Itàlia. Els trams futurs depenen de la continuïtat de les reformes estructurals que el país necessita per créixer. El nou programa de compra de bons del Banc Central Europeu també està sotmès a condicions. Fins ara Meloni ha mantingut fins un to moderat, però no queda clar que un govern de caire marcadament nacionalista i estatista tingui la voluntat d’aplicar aquestes reformes. En aquesta sentit, la designació del nou ministre de Finances serà fonamental i s’espera que Meloni esculli un tecnòcrata que pugui treballar amb Brussel·les. Però també hi ha motius per no deixar-se endur pel pànic. De fet, la reacció dels mercats financers ha estat en gran mesura indiferent. La victòria de la coalició, tot i que important, s’ha quedat lluny de la majoria de dos terços necessària per canviar la constitució sense referèndum. Així mateix, els contrapesos que conformen la Presidència de la República i el Tribunal Constitucional semblen prou sòlids de moment. Pel que fa a la UE. l’atlantisme de Meloni i el seu suport decidit a Ucraïna són un factor de tranquil·litat. En darrer terme, l’inquietant situació econòmica italiana deixarà poc marge a Meloni per a un canvi radical, ja que el seu destí polític estarà lligat a l’evolució de l’economia.
Democracia, diversidad y cultura
Democracia, un sistema político en riesgo permanente
La democràcia es basa en el poder polític de la ciutadania i es tradueix en l’estat de dret i la participació política. Des d’aquesta perspectiva, una llei no és un element coercitiu, sinó la màxima expressió d’una voluntat col·lectiva i, per tant, allò que ens permet viure en pau i ordre. Quan s’actua amb finalitats individuals en una posició pública en la que s’hauria de vetllar per l’interès col·lectiu, això es considera corrupció, i la persona ha de ser retirada del càrrec i enfrontar-se a l’estat de dret. Així doncs, l’estat de dret, és el que protegeix a la ciutadania de la llei del més fort. És per aquestes raons que, a l’article 2 del Tractat de la Unió Europea, es consolida l’estat de dret com un dels valors comuns a tots els estats membres. És, en termes de filosofia política, el garant del contracte social entre la ciutadania, els polítics i les institucions: el dret és un pont entre la voluntat general i el poder. L’autor destaca que les característiques d’un estat de dret poden ser negatives o positives. Des d’una perspectiva negativa ens trobem unes institucions ineficients, arbitràries i polititzades; dèficits democràtics tant electorals com de manca de control entre poders que es contaminen mútuament; les desigualtats predominen, i les llibertats i els drets fonamentals no reben les garanties necessàries per assegurar tant l’expressió pròpia com l’exercici de control necessari en democràcia. En canvi, una dimensió positiva és aquella en què es respecta i encoratja la separació de poders i la seguretat jurídica; la justícia és independent del poder polític i es respecten els drets i llibertats fonamentals. A més, argumenta l’autor, també es promou l’estabilitat macroeconòmica amb l’objectiu de créixer econòmicament o, com a mínim, no perdre poder adquisitiu. Tenint en compte tots aquests aspectes, el bloqueig del Consell General del Poder Judicial també erosiona la democràcia i l’estat de dret. La democràcia és un sistema que ha de ser protegit contínuament i, en aquest cas, el poder judicial pot, si no es controlat i renovat sistemàticament, acabar prenent decisions arbitràries i autoritàries i, per tant, il·legals. A banda de renovar-se, la judicatura també ha d’afrontar nous reptes intrínsecs a les noves societats tals com la ciberseguretat, el blockchain o la digitalització.
¿En qué piensan los fascistas?
L’autor analitza el pensament dels moviments postfeixistes a partir de la lectura que em feia Umberto Eco, que sostenia que el feixisme mai no va posseir una ideologia ni un veritable suport racional, sinó un conjunt divers de trets de vegades coincidents i d’altres excloents, però fàcilment detectables. Així, el terme feixisme s’adapta a tot perquè és possible eliminar d’un règim feixista un o més aspectes i sempre podrem reconèixer-ho com a feixista. Si traiem al feixisme l’imperialisme, obtindrem Franco i Salazar; si li traiem el colonialisme, tindrem el feixisme balcànic. Afegeixin al feixisme italià un anticapitalisme radical (que mai va fascinar Mussolini) i obtindrem Ezra Pound, Aquestes característiques no poden quedar enquadrades en un sistema ja que moltes es contradiuen mútuament, i són típiques d’altres formes de despotisme o fanatisme, però n’hi ha prou que una sigui present per fer coagular una nebulosa feixista. Malvar considera que El “teoricidi” feixista contemporani el resumeix un diccionari exigu d’antònims: no són masclistes, però tampoc feministes; no són d’esquerres ni de dretes; són animalistes taurins; negacionistes climàtics defensors de la naturalesa; ecologistes de l’energia nuclear; demòcrates prohibicionistes de sigles alienes; capdavanters del mercat lliure que socialitzen les pèrdues dels trust; oligarques defensors de la classe obrera; científics confessionals, etc.
On pursuing crimes against humanity: a laborious yet urgent challenge
L’editorial de The Guardian ressenya les tasques del tribunal recolzat per la ONU que ha jutjat els crims comesos pel règim dels Khmers Rojos a Cambodja i que s’emportà al voltant de 2 milions de vides. Fins ara, el tribunal ha costat uns 337 milions de dòlars i només ha pogut condemnar a tres acusats. Pol Pot, el líder cambodjà, morí durant el procés i no ha rebut mai justícia pels seus crims. En un moment on es destapen possibles crims de guerra a Rússia, l’editorial ens recorda la necessitat d’actuar en els moments més difícils. El problema principal del dret internacional és que els crims més greus — crims de guerra, a la humanitat o genocidis— són els més difícils de jutjar, i els que han de rebre justícia són els que ho tenen més fàcil precisament perquè sustenten el poder. Els processos legals són imperfectes i no poden recuperar als morts. No obstant, els tribunals internacionals, assegura The Guardian, són necessaris perquè les societats puguin sanar les ferides, es culpabilitzi els responsables, i es marqui el precedent legal d’allò que no pot tornar a succeir. El Tribunal de Cambodja obrí el 1998 després que els horrors de Ruanda i Iugoslàvia despertessin a la comunitat internacional i s’establís la Cort Penal Internacional (CPI) amb l’Estatut de Roma. No obstant, va ser afeblit per la negativa dels EUA, Rússia i la Xina a donar-li suport. Des de llavors la Cort s’ha centrat en el continent africà. Els esforços segueixen presents amb alguns crims de guerra a Síria jutjats a Alemanya i investigacions a l’Afganistan i Palestina. Actualment, un equip de la CPI és present a Ucraïna per recollir proves dels crims de guerra que es podrien estar perpetrant. Aquest fet també podria actuar com a dissuasió per futurs crims de guerra com els que vam veure a Butxa. Tanmateix, l’esforç per perseguir aquests crims ha de començar alhora i es necessita, urgència i tenacitat.
Populism isn’t over. It’s getting an upgrade
La definició de populisme està àmpliament acceptada i incideix en que els populistes plantegen una batalla política entre la “bona gent” i la “mala elit” i que en aquest context no es pot permetre que institucions com els parlaments o els jutges bloquegin la voluntat “del poble”. Però a parer de l’autor els populistes de l’any 2016 no tenien cap interès a governar i els seus projectes fantasiosos —el Brexit, el mur de Trump amb Mèxic— van topar amb la realitat. En canvi, argumenta que als nous populistes sí els importa les tasques de govern. Per exemple, la recent guanyadora de les eleccions italianes Giorgia Meloni ha abandonat les antigues fantasies populistes italianes d’abandonar l’euro o de separar-se del sud d’Itàlia. També assenyala que al llarg dels últims anys el populisme d’esquerres ha anat perdent influència: Cristina Fernández i Evo Morales han perdut les presidències d’Argentina i Bolívia, el règim de Veneçuela es manté però ha perdut qualsevol tipus de legitimitat i a Espanya Podemos segueix la mateixa tònica descendent que el M5S italià. Afirma que la tendència dominant ara en el populisme és el que anomena “conservadorisme nacional”, centrat en combatre l’Islam i el feminisme. Això no obstant, considera que els populistes han perdut la centralitat que tenien el 2016. Aleshores, dominaven el debat públic sobre la crisi dels migrants, els gihadistes i les elits corruptes, mentre que ara no tenen cap relat coherent i unificat sobre la COVID-19 o Ucraïna, i el seu antic padrí Vladimir Putin s’ha convertit en un pària.
Economía, bienestar e igualdad
The Unkept Promises of Western Aid
A mesura que el món entra en una nova era de disputa pel poder global, estats units i les potències occidentals es presenten com les millors candidates per oferir ajudes als països en desenvolupament, fent de menys a Xina i el seu projecte a l’Àfrica subsahariana. L’Occident critica els projectes de desenvolupament Xinesos com a opacs, basats en l’explotació i corruptes, mentre que els seus són el camí a la democràcia i a la llibertat. No obstant, l’Occident tampoc és del tot transparent quan es tracta de ajudes humanitàries. L’exageració dels seus compromisos causen danys als països més pobres de l’hemisferi sud. Degut a la guerra a Ucraïna, els països europeus han incrementat la seva assistència al desenvolupament incloent-hi fons dedicats a acollir refugiats ucraïnesos. Tot i que està permès presentar els compte d’aquesta manera, això implica que els pressupostos semblin molt més generosos del que són en la realitat, la qual cosa que pot afectar la imatge i la reputació dels països donants. Per aquesta raó el Comitè d’ajuda al desenvolupament de l’OCDE està pensant crear un nou organisme estadístic independent encarregat de revisar l’enfocament utilitzar per mesurar el grau d’ajuda atorgada. Aquest nou organisme també podria establir noves mesures de les despeses rellevants per el desenvolupament en els béns públics globals, com l’acollida de refugiats, el manteniment de la pau i l’acció en el canvi climàtic. A més a més els membres de l’organització que formen part del comitè poden convidar experts independents dels països receptors, especialment de l’Unió Africana ja que les necessitats més grans es troben a l’Àfrica, per formar part del organisme independent.
Un grand marché énergétique européen
La crisi energètica que viu Europa és d’una escala semblant a la del xoc del petroli els anys 70. Per superar-la, els autors proposen tracen un nou camí cap a una energia unificada a escala europea. Consideren que la resposta política a la crisi energètica d’Europa fins ara s’ha centrat massa en les directives nacionals i podria posar en perill els objectius d’alleujar els mercats energètics i complir els ambiciosos objectius de descarbonització. D’altra banda, la manipulació per part de Rússia dels mercats europeus de gas natural des de l’estiu del 2021, aprofitant la seva important quota de mercat, ha agreujat la situació. Finalment, esdeveniments com la baixa producció nuclear francesa i l’actual sequera, que ha reduït la producció hidroelèctrica, també han repercutit negativament en la situació general. En subvencionar el consum d’energia en lloc de reduir la demanda, els governs europeus corren el risc de caure en la insostenibilitat, erosionant la confiança en els mercats energètics, alentint l’acció de sancions contra Rússia i augmentant el cost de la transició cap a les emissions netes de carboni. Per consegüent, argumenten que els líders de la Unió Europea han de pactar un gran mercat energètic basat en quatre principis principals: 1) els estats han de mostrar tota la flexibilitat disponible pel que fa a l’oferta; 2) fer esforços considerables per reduir la demanda; 3) han de garantir el compromís polític per mantenir els mercats energètics i els fluxos transfronterers; i 4) s’ha de posar en marxa una compensació per als consumidors més vulnerables. En definitiva, des de la seva invasió d’Ucraïna, Rússia ha continuat aprofitant l’energia com a eina de divisió i dominació destinada a debilitar la determinació europea. Els mesos d’hivern podrien veure una escalada del xantatge energètic de Putin. En resposta, els líders de la UE han de reafirmar la seva unitat en matèria d’energia i establir un mercat únic per alleujar les pressions sobre els mercats energètics. Això requerirà que tots els països prenguin decisions difícils per posar en marxa els diversos potencials energètics encara no aprofitats. Aquesta negociació hauria de partir del reconeixement que el risc de no tenir prou energia per satisfer les necessitats de la societat representa el major risc sistèmic a curt termini per a Europa, tant des del punt de vista ecològic com polític. Un acord entre els països membres és d’importància existencial per a la Unió Europea i s’han de comprometre a mobilitzar el subministrament d’energia disponible, desincentivar activament la demanda d’energia, no desviar els fluxos energètics transfronterers i compensar els consumidors més vulnerables.
Gas natural licuado, la solución energética para Europa que pone al mundo al límite
Gairebé el 70% del gas que es consumeix a la UE ve a través de gasoductes, i la resta prové del gas natural liquat. Davant del perill que Moscou tanqui l’aixeta, fa mesos que Europa intenta incrementar el volum de gas natural liquat que compra a l’estranger. El gas natural liquat, tal com indica el seu nom, és un gas transformat a un estat líquid. Perquè el procés tingui èxit, calen tres actors: països venedors, transport i països compradors. Els països venedors, per fer que el gas arribi al vaixell, l’han de convertir en líquid gràcies a plantes especialitzades a completar aquest procés. Els vaixells el transportaran cap al país comprador, que disposarà de plantes que converteixin el líquid en gas, de nou, abans d’introduir-lo al sistema energètic. Totes les parts de la cadena són imprescindibles: si un país no disposa de la planta que converteix el gas en líquid, no en podrà vendre el gas. Si el país comprador no disposa d’una instal·lació que faci el procés contrari, no podrà comprar-lo. Els vaixells s’han convertit en els grans protagonistes de la cadena: només n’hi ha 700 a tot el món que puguin fer aquesta tasca i el 10% són propietat de Nakilat, una empresa qatariana. Qatar, juntament amb els Estats Units, tindrà doncs un paper preponderant en la resolució de la crisi energètica a Europa. Només tres països (Austràlia, Qatar i els Estats Units) representen el 60% de la venda mundial de gas natural liquat, cadascun amb una quota de mercat del 20%. Alguns analistes han comparat la situació actual amb la crisi del petroli del 1973. Aleshores, un xoc geopolític va mutar en inflació després de l’augment dels preus del petroli, i els bancs centrals occidentals van reaccionar pujant els tipus d’interès. L’episodi també va canviar per sempre els preus del petroli, que van passar de ser baixos, estables i previsibles a ser cada cop més volàtils i alts. El think tank Atlantic Council assenyala les diferències entre el mercat del petroli i el que hem tingut fins fa ben poc amb el gas. Fa temps que hi ha un mercat mundial del petroli, en què els petroliers poden subministrar de forma estable a tot el món, malgrat algunes crisis com la de 1973. Mentrestant, els mercats del gas han estat regionals. Els preus del gas estaven vinculats als del petroli, però també estaven determinats per contractes a llarg termini. A gran part dels mercats europeus, aquests contractes a llarg termini se signaven entre els estats importadors europeus i empreses estatals com la russa Gazprom. L’escenari actual, amb un rol creixent del gas natural liquat, introdueix una tendència diferent. Els preus eren més estables, però també es basaven en relacions a llarg termini i acords polítics, més que no pas en les forces del mercat, com els mercats actuals. al comptat del gas natural liquat”. Atlantic Council conclou que la conjuntura actual crearà més volatilitat a curt termini” però considera que a llarg termini això pot crear més estabilitat.
Who’s Winning the U.S.-China Trade War? No One
L’autor considera que la manca d’atenció de l’administració Biden cap als problemes del comerç global significa que, si no es canvia el rumb, tenim una recessió econòmica a les portes. En efecte, en comptes de posar el creixement global com a prioritat a les seves agendes, els Estats Units i la Xina han entrat en una guerra comercial sense fi que en lloc de fomentar el creixement, té l’efecte contrari. Hirsh argumenta que estem en una era en la qual sembla que el tecno-nacionalisme s’ha imposat a la importància del creixement de l’economia global, posant així les potències econòmiques en mode defensiu. Afirma que aquest fenomen s’ha experimentat principalment als Estats Units, especialment amb l’auge de l’economia xinesa, amb la qual cosa el país s’ha tornat més proteccionista i nacionalista que mai. L’administració Biden porta temps intentant revertir les mesures decretades per Trump, però ho fa amb cautela per no donar una imatge de feblesa davant la Xina, amb totes les conseqüències polítiques que això comportaria. L’any passat els EUA van decidir reconsiderar els aranzels com a part d’un pla per reobrir les converses amb la Xina. Per una altra banda l’agenda de l’administració Biden també està creant certes tensions, per exemple amb la possibilitat d’expandir el comerç amb Taiwan, la qual cosa encara refredaria més les relacions amb la Xina. En aquest context, una de les principals iniciatives de Biden és tornar a incentivar el sector de la manufactura al seu propi país en comptes de dependre de les cadenes de subministrament estrangeres. Però la realitat és ben diferent, ja que moltes empreses estan relocalitzant la seva mà d’obra no pas als Estats Units a altres països que no siguin la Xina.
A global manufacturing slowdown suggests worse is to come
L’article de The Economist es planteja si estem davant d’una nova crisi global. A l’agost la producció industrial global va caure respecte el mes anterior, i el pitjor encara podria estar per venir. Després de la pandèmia, amb els programes d’estímul governamentals i la sortida del confinaments, la industria global va viure un gran increment i va arribar a representar el percentatge més gran respecte el PIB en tres dècades. Tanmateix, recentment hem vist el progressiu increment de la demanda de serveis que, junt amb els problemes a les cadenes globals de valor i les disrupcions en els preus de l’energia causades per la invasió russa d’Ucraïna, estan tornant a fer caure la producció industrial. A la zona euro, aquesta va caure un 2,4% durant juliol. L’economia xinesa està essent també un problema. Els continus confinaments, junt amb els problemes al mercat hipotecari i les sequeres han disminuït la producció industrial. Aquest descens també ha afectat economies amb grans percentatges d’exportació a la Xina, com és el cas de Corea del Sud. Els preus de l’energia i els problemes de l’economia xinesa estan essent reforçats per una política monetària contractiva. La guerra d’Ucraïna, els paquets d’estímul i els problemes logístics post-pandèmia han introduït una inflació persistent a l’economia mundial. En resposta, els bancs centrals d’arreu han pres accions sincronitzades per augmentar el preu del diner, quelcom que no passava, de manera generalitzada des de la crisi de 1982. De moment, els països exportadors del sud-est asiàtic com l’Índia, Vietnam o Bangladesh estan mantenint els nivells de producció, potser per la voluntat de diversificar les cadenes de valor de la Xina. No obstant, si l’economia mundial continua en caiguda podríem veure un canvi de tendència. Aquests fets no assenyalen necessàriament cap una recessió. Tanmateix, hi ha pocs fets que assenyalin un possible canvi de tendència. La Xina està convençuda de la seva política de zero covid, i la Fed ha anunciat que els tipus d’interès seguiran creixent com a mínim fins el 2024. El més probable és que es vegi una caiguda més aguda abans de veure una millora de la situació. L’article assenyala tres escenaris possibles que combinen les polítiques industrials i les monetàries. Qualsevol dels tres escenaris serà complicat pels països encara recuperant-se dels efectes de la pandèmia. El nivell de deute de molts països segueix essent elevat i, junt amb un retrocés en la producció manufacturera, els líders mundials han de mirar amb atenció els desenvolupaments globals.
Sostenibilidad y cambio climático
Can Green Hydrogen Save the Planet?
L’autor afirma que l‘hidrogen podria ser la solució als problemes que genera el canvi climàtic. Fins ara l’hidrogen havia sigut utilitzat principalment per fabricar amoníac i combustibles refinats. La major part d’aquest hidrogen procedeix de processos que utilitzen combustibles fòssils sense mesures de reducció. Però ara ha nascut una nova iniciativa, l’ús de l’hidrogen com a combustible en sí mateix o com a component per a la fabricació de nous combustibles nets. L’Agència Internacional de l’Energia ha calculat que la producció mundial d’hidrogen verd creixerà ràpidament en les pròximes dècades si els països inverteixen en infraestructures i posen en marxa les polítiques adequades. Trenta cinc països ja han iniciat estratègies formals per generar hidrogen verd. Al juliol, la UE va anunciar una inversió multimilionària en la producció d’hidrogen verd a Namíbia, que també compta amb recursos solars i eòlics excepcionals. No obstant això, l’hidrogen té els seus avantatges i desavantatges. Per una banda, la producció d’hidrogen verd només requereix tres coses: aigua dolça, electrolitzadores per dividir l’aigua en els seus elements atòmics i electricitat de baixa emissió de carboni per alimentar el procés. Per tant, pot produir energia renovable de baix cost, com la solar, l’eòlica i la hidràulica. Però per l’altra banda la manca d’infraestructures necessàries per generar, transportar i emmagatzemar l’hidrogen és comuna a la majoria de països. Finalment, aquesta transició energètica tindria moltes implicacions geopolítiques. Per a un costat, crearà noves fonts de combustible que competeixen amb les actuals. El problema podria sorgir quan nous països, la majoria en l’hemisferi sud, comencin a generar energies renovables i alterin l’estatus quo actual. L’interès de la UE ha crescut després de la guerra d’Ucraïna ja que podria resultar una alternativa al gas Rus. Els grans actors del mercat de l’hidrogen verd competiran per la seva quota de mercat amb la nova potència d’hidrogen com ara Canadà, Nigèria i Estats Units. També competiran amb els principals compradors, com la Xina, Japó, Corea del Sud, Singapur i la UE.
China Is Writing the Story of the Climate Future
Per als científics del clima, l’esdeveniment meteorològic més important de l’estiu ha estat les onades de calor i la sequera extrema que ha colpejat la major part de la Xina. El país ha patit onades de calor intenses durant gairebé tres mesos, que han afectat més de 900 milions de persones i fins a 66 rius d’una sola àrea municipal, al voltant de Chongqing, s’han assecat, segons l’emissora estatal CCTV. Durant anys, la Xina ha servit com una pedra de toc retòrica convenient per als defensors del clima, sovint descrita com un mal exemple i un soci poc fiable. L’autor, però, considera que aquesta visió sempre ha estat vehiculada més per un estereotip casual que no pas per una representació autèntica, tot i que, com sempre és el cas, també tingui una base real. La Xina no és només el principal contaminador del món, sinó que ara és la responsable d’aproximadament la meitat de l’ús de carbó i de gairebé un terç de totes les emissions mundials de carboni, més del doble de la contribució nord-americana. Però si la Xina està fent molt més dany al futur del clima que qualsevol altre, també és cert que és el país que més ha apostat per l’energia neta durant l’última dècada. L’any passat, la Xina va posar en marxa més instal·lacions d’energia renovable que els Estats Units, Europa, Amèrica Llatina, Orient Mitjà, el sud-est asiàtic i Àfrica junts.
Why Adaptation and Resilience Are at the Top of COP27 Agenda
El Financial Times alerta que les sequeres, incendis o onades de calor ja s’han convertit en part del nostre dia a dia. Aquests efectes, provocats pel canvi climàtic, amenacen infraestructures i comunitats claus per la humanitat, ja siguin de caire econòmic o vital, com l’alimentació o l’aigua. La dimensió d’aquests efectes serà major si no s’aconsegueixin els objectius de reducció d’emissions marcats a l’Acord de París de 2015. A més, aquest impacte serà tindrà conseqüències encara més negatives als països en vies de desenvolupament que, no només es veuran més afectats, sinó que també disposaran de menys recursos per fer front a les conseqüències. Per consegüent, la resiliència i l’adaptació haurien de ser dos dels conceptes claus de la COP27 que s’ha de celebrar a finals d’anys a Sharm El Sheikh. Ja s’estan realitzant alguns avenços com la confecció de plans d’adaptació especialment dissenyats per les especificitats locals de cada país o regió. Al mateix temps, algunes empreses estan començant a analitzar les seves vulnerabilitats i actuar en conseqüència. Crear plans d’adaptació és especialment complicat per tres raons. En primer lloc, comprendre els riscos del canvi climàtic és una tasca complexa, ja que no només els seus efectes són variables, sinó que les combinacions de les seves conseqüències són difícils de predir. En segon lloc, la quantitat de dades disponible sobre el canvi climàtic i com combatre’l és immensa i, hi ha una gran dificultat en la coordinació de les diferents branques governamentals que tenen competències en àmbits sovint interrelacionats. Finalment, els projectes d’adaptació i resiliència tenen dificultats per obtenir fons, ja que no ofereixen rendiments a curt termini.
Philanthropy alone can’t save nature — governments must act
L’autor afirma que resoldre la crisi que afronta la natura és descoratjador i que durant els propers mesos es veurà si els governs estan realment a l’alçada del repte i es comprometen a accelerar el ritme de les iniciatives per a la conservació de la natura i incrementen les inversions de recursos públics significatius. Durant anys, hem vist com caps d’estat i de govern pronunciaven discursos sobre el paper fonamental que juga la natura en la lluita contra el canvi climàtic i com a element de construcció de l’economia global. El mateix passa a l’Assemblea General de les Nacions Unides i segurament també a la Conferència de Biodiversitat de les Nacions Unides que celebrarà a Mont-real al desembre. Però aquestes promeses per protegir la biodiversitat solen ser poc més que meres paraules, mentre un milió d’espècies s’enfronten a l’amenaça d’extinció i gran part de la superfície del planeta ha estat severament alterada pels humans. Aquest no és només un problema per a espècies rares i paisatges llunyans: la pèrdua de biodiversitat presenta riscos significatius per a la prosperitat i la seguretat humanes. El Banc Mundial calcula que degut a la pèrdua de serveis econòmics que ofereix el món natural, com la pol·linització, l’aprovisionament d’aigua dolça i aliments procedents de la pesca marina, l’estatus quo costarà a l’economia mundial 2,7 bilions de dòlars anuals el 2030. És indispensable doncs que els governs de tots els països, juntament amb els pobles indígenes, les comunitats locals, la societat civil i la filantropia, identifiquin assegurin i financin noves àrees protegides. El cost de la inacció és massa alt per no tenir-ho en compte.
The world needs an energy revolution – but renewables alone will not be enough
Bruno Maçães argumenta que els països europeus s’estan donant compte de que la transició cap a l’ús d’energies renovables no consisteix en fer petits canvis, sinó en canviar completament el sistema de funcionament. El canvi d’actors geopolítics i la diversificació de l’economia són essencials per contribuir a aquesta revolució energètica. Aquesta necessitat de canvi cada cop més necessari en un context global mol tens té el seu impacta en grans exportadors d’energies fòssils com Veneçuela, Rússia o Iran, cada cop més arraconats. Pel que fa a Europa, aquesta transició és especialment delicada ja que continua depenent dels fluxos globals de combustibles fòssils i, des de la crisi de Suez el 1956, ja no está en disposició de controlar-los. Pel que fa a les energies renovables, els seus límits han quedat palesos en la crisi actual: aquest estiu, el 12% de l’electricitat a la UE es va generar a partir de l’energia solar, però aquesta xifra continua sent inferior al 16% que generat pel carbó en el mateix període. La necessitat d’aquesta revolució és indubtable, i Maçães considera que l’energia pot arribar a substituir el treball i el capital com a únic motor de la producció, ja que es poden construir i fer funcionar tota mena de màquines en un món d’abundància energètic si la transició és exitosa.
Innovación, ciencia y tecnología
Should we really believe scientific facts will last forever when history is full of revolutions in thinking?
Al llarg de la història del pensament científic hi han hagut molts girs i moltes teories han sigut desmentides. L’autor es planteja doncs si podem confiar ara en el que està establert com a veritats científiques. Vickers argumenta en el seu llibre Identifying Future Proof Science (Oxford University Press, 2022) que sí que es possible. Hi ha una postura filosòfica que de vegades s’anomena humilitat intel·lectual i que consisteix en dubtar de l’existència de veritats darreres observant les proves de les revolucions científiques i els canvis de paradigma a la història. En principi, això sembla racional. S’hi podria afegir que la humilitat és una virtut. Els escèptics de les afirmacions científiques solen emprar un argument senzill: els científics van estar segurs en el passat i van acabar equivocant-se. Així doncs, els “fets científics” segons la humilitat intel·lectual, són fugaços i relatius al paradigma actual. En els canvis de paradigma al llarg de la història, els “fets” sovint han quedat enrere i altres de nous han ocupat el seu lloc. Però la humilitat intel·lectual comença a semblar absurda un cop portada a la conclusió lògica. Significaria que realment no sabem coses com que el Sol és una estrella, o que l’escalfament global contemporani és real i està causat pels humans. Però, tot canvia si ens plantegem com a presoners cognitius, atrapats en l’esquema conceptual del paradigma en què hem crescut.
Failing the pandemic-preparedness test
Mariana Mazzucato ens adverteix que la pandèmia encara no s’ha acabat i que en poden venir de noves. Mentre que l’estiu de 2022 ha estat molt més fàcil que el de 2020 encara moren cada setmana 15.000 persones degut a la COVID-19, i cada cop és més probable l’arribada d’una nova pandèmia. Per aquestes raons, els líders del G20 es van posar d’acord en promoure un instrument de finançament que s’encarregui de la preparació i resposta davant d’una nova pandèmia (PPR). Aquest instrument, promogut pel Banc Mundial i l’OMS, havia de comptar amb 10.5 mil milions anuals de pressupost en el marc del Fons Intermedi de Finançament (FIF). Com a instrument de finançament el FIF ha estat criticat per molts dels països en vies de desenvolupament pel seu sistema de presa de decisions basades en funció de l’aportació dels donants. Mazzucato defensa en canvi que s’hauria d’avançar cap a una governança més inclusiva on tots els països formin part de la presa de decisions. D’aquesta manera es podria canviar la manera com es gestionen els béns comuns com la salut o el clima. Tot i que sembla que s’està avançant en aquesta direcció, el pressupost del FIF és insuficient per fer front als reptes que tenim al davant, ja que el propi Banc Mundial calcula que només representa una desena part del pressupost necessari. A més, no hi ha cap garantia que el FIF es mantingui en el temps com ja ha passat anteriorment amb fons destinats a preparar reptes a llarg termini.
La tensión política en la Tierra enciende las alarmas en la nueva carrera espacial
L’autor considera que després de dècades en què la col·laboració entre nacions ha estat la norma en els programes espacials, ens trobem davant del ressorgiment de tensions entre blocs amb interessos confrontats. Tot i que és massa d’hora per pensar que s’està posant en marxa una nova carrera espacial i que és difícil preveure cap on ens portarà la complexa conjuntura mundial, assevera però que la situació ens hauria d’alarmar. Així, poc després que Rússia envaís Ucraïna, l’Agència Espacial Europea (ESA) va anunciar la suspensió de les principals missions conjuntes amb Roscosmos, l’Agència Espacial Russa. A l’abril, Dmitry Rogozin, llavors director de Roscosmos, va declarar que Rússia posaria fi a la seva participació a l’Estació Espacial Internacional (ISS) si no s’aixecaven les sancions econòmiques i comercials imposades pels països occidentals a Moscou. El nou escenari és preocupant per al sector espacial. Durant dècades, Rússia ha col·laborat amb la NASA i l’ESA, independentment dels diferents episodis de confrontació viscuts a la Terra. Fruit d’aquesta col·laboració, el 1998 es va llançar la ISS, amb un segment rus, un segment dels Estats Units i la participació de l’ESA, el Japó i el Canadà. La cooperació internacional, sostinguda durant més de 20 anys a la ISS, feia pensar que les relacions internacionals tenien unes regles a la Terra i altres de diferents a l’espai. Però aquest paradigma ja no serveix. Ara, responsables de Roscosmos han manifestat la intenció de desenvolupar la seva pròpia estació espacial per al 2025 i han anunciat plans per construir una estació de recerca lunar juntament amb la Xina que, per la seva banda, és la nova potència que cal tenir en compte a l’espai. En els últims anys, el seu ambiciós programa espacial ha aconseguit molts èxits, com ara desplegar un sistema de navegació per satèl·lit, recol·lectar mostres lunars, fer aterrar un robot a Mart o enviar astronautes a la seva pròpia Estació Espacial. A més, ha anunciat plans per a una missió tripulada a la lluna en aquesta dècada. Paral·lelament, El nombre creixent de països i empreses que operen a l’òrbita terrestre i més enllà ha encès les alarmes sobre una possible militarització de l’espai. Fins ara, només Rússia, la Xina, els EUA i l’Índia han demostrat tenir armes antisatèl·lit, dissenyades per incapacitar o destruir satèl·lits amb fins estratègics militars però ara el Pentàgon creu que més països, inclosos l’Iran i Israel, ja les estan desenvolupant. Davant la perspectiva d’una possible militarització de l’espai, sumada a la carrera per l’explotació de recursos espacials, l’autor es planteja quin paper hi juga la legislació que determina les normes a l’espai i reconeix que, malauradament, la major part de la regulació es basa en tractats internacionals que es van aprovar fa moltes dècades. Regles doncs que han quedat obsoletes davant de les problemàtiques actuals i que és imprescindible actualitzar. Només assegurant un control de l’ús d’armes a l’espai i models d’explotació sostenibles, s’evitarà que la tensió creixent a la Terra tingui conseqüències fatals a l’espai.
AI superpowers: China and the U.S.
Des de les pàgines de SupChina, es ressenya que Eric Schmidt, ex-CEO de Google, ha pronosticat que la Xina superarà els Estats Units i afirmarà la seva hegemonia en l’àmbit de la Intel·ligència Artificial (IA) el 2025. Quan parlem IA hi ha dos coses que és important tenir en compte; l’adopció i l’adaptació de continguts, i la recerca i el desenvolupament. En l’àmbit de recerca i desenvolupament, els Estats Units han estat els pioners. Des dels anys 50 fins a principis d’aquest segle els EUA han tingut el monopoli d’aquesta recerca fins que altres països han començat a treballar-hi, com el Regne Unit o Canadà. Però un altre gegant ha emergit recentment, la Xina. El punt d’inflexió de la Xina és l’any 2016, però per entendre el procés cal retrocedir en el temps. Si durant la dècada dels 80, la majoria d’investigacions universitàries i els esforços dirigits per la R+D no veuen gaire aplicació de la IA al món real, a partir dels anys 90 i sobretot 2000, les grans empreses han començat a invertir-hi molts diners. Un dels primers èxits va ser que el 1997, IBM Deep Blue va batre el campió del món dels escacs Garri Kasparov. El 2016, DeepMind va jugar contra un dels millors jugadors de Go i va ser capaç de vèncer-lo. Aquesta victòria va trasbalsar al sector científic i tecnològic del món sencer, i el govern Xinès va intervenir immediatament per establir una estratègia de cara a incrementar la inversió en maquinari, xips, programari, algoritmes, investigació i desenvolupament en l’àmbit de la IA. Amb això la Xina ja va superar als Estats Units, ja que aquests no van adoptar una estratègia similar fins el 2020. L’autor assenyala que els EUA tenen una relació més complicada amb avenços tecnològics com el reconeixement facial, ja que la població és molt conscient de la privadesa, Així doncs, la Xina té una capacitat d’adoptar la IA a una velocitat que els Estats Units no poden igualar. Per tant, si parlem de reconeixement facial, tecnologia de vigilància i control de la població mitjançant la IA, la Xina és clarament hegemònica.
Métavers, à l’aube d’une nouvelle économie?
El metavers promet afegir una tercera dimensió a Internet. Alguns ho veuen com un malson distòpic. Altres s’imaginen un futur paradís empresarial, a l’origen d’una nova revolució industrial. Mark Zuckerberg és un dels més entusiastes: Facebook, l’empresa que dirigeix, va començar la seva transformació a Meta l’any passat i ja es veu com a líder del sector. En aquest punt, però, l’economia d’aquest “metaunivers” en construcció continua sent més una promesa que una realitat. En efecte, la galàxia Meta/Facebook és només un component del que podria arribar a ser aquest univers virtual. Google i Microsoft, entre d’altres, han anunciat plans d’inversió massius i es rumoreja que Apple també té projectes en aquest àmbit. Els desenvolupadors de videojocs no han esperat als gegants del sector tecnològic: Roblox, Decentraland i Epic Games (l’estudi que desenvolupa Fortnite) ja ofereixen mons virtuals comparables a The Sandbox, on trobar-se, crear, jugar, assistir a un concert i , demà potser, treballar, col·laborar i aprendre. Tots ells depenen de fabricants com Nvidia i Unity Software, que desenvolupen la infraestructura tècnica, de maquinari i programari. El metavers ofereix als seus usuaris una experiència encarnada, en temps real, en mons virtuals persistents tridimensionals. Cadascun d’aquests mons acull visitants, normalment representats en forma d’avatars que poden interactuar amb altres participants i intel·ligències artificials. La naturalesa d’aquests mons permet l’aparició de drets de propietat, garantits per protocols blockchain. Així s’hi pot comprar objectes, com roba de marca per vestir els avatars, terrenys per construir cases i obres d’art per decorar-los. Les grans marques hi experimenten noves ofertes. Alguns consideren que aquests nous territoris, tan verges com virtuals, podrien donar lloc a una nova economia amb uns ingressos que ascendirien a bilions d’euros. A nivell mundial, s’ha iniciat una cursa per la innovació. Malferida pels mercats financers, la indústria tecnològica ha trobat una nova narrativa de creixement al metavers. A les grans empreses, els estrategs estan alerta, a la recerca de noves oportunitats, però també de possibles innovacions que puguin beneficiar els seus negocis.