Diari de les idees 71
03 noviembre 2022

Ideas de actualidad

Esta edición del Diari de les idees destaca el cambio de táctica del ejército ruso en la guerra de Ucrania mediante la utilización de ataques masivos con drones kamikazes con el objetivo de destruir las infraestructuras energéticas ucranianas. En cuanto a asuntos internacionales, dedicamos nuestra atención a las elecciones presidenciales en Brasil donde la ajustada victoria de Lula da Silva refleja un país profundamente dividido a lo largo de líneas sociales, económicas, raciales y religiosas. También subrayamos los resultados de las elecciones legislativas en Israel donde todo indica que el Likud de Binyamín Netanyahu conseguirá la mayoría para poder gobernar junto a los partidos de extrema derecha y ultra religiosos. Esto sin olvidar el XX Congreso del Partido Comunista de China que ha visto cómo el presidente Xi Jinping se erigía como líder casi vitalicio al estilo de Mao Zedong. Otros temas destacados son la dimisión de Liz Truss como efímera Primera ministra en Reino Unido y su sustitución por Rishi Sunak, las señales de una inflación estructuralmente elevada y de contención financiera para los próximos años en el ámbito económico, el impacto social, económico y humano del cambio climático en África y las aplicaciones de la realidad virtual en el mundo de la enseñanza.

En el ámbito de la política internacional, después de la ajustada victoria de Lula da Silva en las elecciones presidenciales en Brasil Manuel Carvalho señala en el diario portugués Público que la derrota de Bolsonaro supone un alivio para la democracia. También plantea que es legítimo preguntarse cómo es posible que un candidato que toleró un escandaloso caso de corrupción durante su mandato sea reelegido. Como también es lógico preguntarse por las causas que han llevado casi la mitad de los brasileños a apoyar a un presidente incompetente, mediocre y admirador de la dictadura militar (1964-1985). Una posible respuesta es que, a pesar de todo, los dos mandatos anteriores de Lula demostraron que garantiza la democracia, el respeto a las minorías, el pluralismo, la preservación del medio ambiente y el multilateralismo, mientras Bolsonaro lucha contra todo esto en nombre de una ideología de extrema derecha autoritaria, violenta e iliberal. Ahora bien, la tarea que se le presenta al nuevo presidente no será nada fácil: tiene la mitad de la población en contra, los gobiernos de los estados más poderosos están en manos de los partidarios de Bolsonaro y tendrá que trabajar con una Cámara de Diputados y un Senado que le son hostiles.

En cuanto al análisis de resultados, cinco factores clave explican la victoria de Lula: su giro hacia el centro; el miedo provocado por un posible incremento del autoritarismo en caso de victoria de Bolsonaro; los errores del presidente saliente en la gestión de la pandemia de COVID-19; la fidelidad de voto hacia Lula en los estados del nordeste y el apoyo decidido de los principales líderes de las democracias liberales. En primer lugar, la victoria de Lula se ha producido en un contexto muy adverso que le ha obligado a tejer alianzas ajenas a la tradición del Partido de los Trabajadores (PT) y girar hacia el centro. Así, forjó un acuerdo con Geraldo Alckmin, el exgobernador del estado de São Paulo, a la vez que este acercamiento al centroderecha abrió camino a una reconciliación de circunstancias con el expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2003), un nombre de referencia para las élites financieras de Brasil. Segundo, el temor a una anunciada radicalización por parte de Bolsonaro, con un impacto más importante en la vida institucional y social del país, no solo asustó a una parte del centro político, sino también a los medios de comunicación y a un sector no despreciable del mundo empresarial. Así, a medida que el capitán retirado iba subiendo el tono de sus amenazas, Lula fortaleció su condición de mal menor. Tercero, el presidente derrotado no llevó a cabo políticas efectivas destinadas a los 33 millones de brasileños que viven por debajo del umbral de pobreza. Además, su desastrosa gestión de la crisis sanitaria desatada por la COVID-19 es en buena parte responsable de las 680.000 víctimas mortales provocadas por el coronavirus que durante meses había calificado como una simple gripe. Cuarto, el mito Lula empezó a forjarse en el nordeste, la región más pobre del Brasil y el voto masivo conseguido en estos estados le ha permitido compensar las derrotas en las regiones del sudeste, Río de Janeiro y São Paulo. Finalmente, durante los dos primeros mandatos de Lula, Brasil llegó a ser la sexta economía global, su diplomacia ejerció el rol activo que se le pide a una potencia regional y Lula lideró los intentos sudamericanos de establecer una autonomía relativa respecto de los Estados Unidos. Así, durante la campaña electoral Lula ha podido contar con el apoyo explícito de unos Estados Unidos liderados por el rival de Donald Trump, antiguo aliado de Bolsonaro, y de la Unión Europea que siempre ha mantenido unas relaciones muy tensas con el presidente saliente, especialmente por el tema de la protección del medio ambiente.

Otros comicios destacados son los que acaban de celebrarse en Israel, los quintos en poco más de tres años. Todo indica que el bloque encabezado por el Likud de Binyamín Netanyahu obtendrá alrededor de 65 escaños sobre los 120 que tiene la Kneset, consiguiendo así la mayoría necesaria para gobernar. Con la participación más elevada de los últimos 22 años —más de un 70% del electorado— la sociedad israelí ha expresado la deriva derechista que ya anunciaban los sondeos, con un fuerte aumento de los partidos de extrema derecha y ultra religiosos (Shas y Judaísmo Unido de la Torá), muy especialmente el partido Sionismo Religioso —abiertamente racista, homófobo y antiárabe— que con sus 14 o 15 diputados se ha convertido en la tercera fuerza del país. En cambio, la coalición saliente solo sumaría entre 54 y 55 escaños, muy lejos de los 61 necesarios para formar gobierno y formaciones como el Partido Laborista apenas ha conseguido superar el umbral del 3,25% para conseguir representación parlamentaria mientras Meretz se ha quedado fuera. En último término, los peores resultados de su historia escenifican la preocupante desaparición de la histórica izquierda israelí.

Por su parte, Denis Dresser alerta en Foreign Policy de los peligros que la presidencia de López Obrador representa para la democracia en México. Cuando tomó posesión del cargo hace 4 años, AMLO —como es conocido por sus partidarios— afirmó que lucharía contra la corrupción y erradicaría la pobreza endémica. Pero la realidad es que ha eliminado los check and balances, debilitado las instituciones autónomas y se ha apoderado del control discrecional del presupuesto. Argumentando que las fuerzas policiales no pueden parar la creciente inseguridad del país, las ha sustituido por el ejército y lo ha dotado de un poder económico y político sin precedentes. Asimismo, López Obrador parece decidido a restaurar algo parecido al sistema del partido dominante que caracterizó la política mexicana desde 1929 hasta 2000, pero ahora con un toque militarizado. Con sus actuaciones cuando menos cuestionables, López Obrador está polarizando la sociedad mexicana y poniendo en peligro la incipiente democracia con sus ataques reiterados a las organizaciones de la sociedad civil, su deseo de desmontar las instituciones clave y sus ataques a los medios de comunicación y miembros de la oposición. Por otro lado, AMLO ha remodelado el ecosistema político mexicano de manera tan rápida que la defensa de la democracia se ha vuelto extremadamente difícil, tanto para los grupos de la sociedad civil como para los partidos de la oposición. De hecho, López Obrador está erosionando, de palabra y de hecho, las normas y reglas democráticas que México había desarrollado desde que el PRI perdió el control del sistema político. En último término, la política mexicana está cada vez más sometida al miedo y al resentimiento en lugar del debate, la deliberación y los argumentos basados en hechos.

La revista Le Grand Continent analiza el discurso de Xi Jinping, pronunciado ante unos 2.296 delegados del Partido Comunista de China reunidos en el Gran Salón del Pueblo de Pekín. El informe presentado por Xi da una dirección política e incluso geopolítica a la hegemonía que ejerce sobre el Partido. Ahora que el espectacular crecimiento económico de la era Hu Jintao llega a su fin —ilustrado por la dramatización filmada de su evacuación física de la tribuna— surge una nueva forma de hacer política, basada en un renovado proyecto de pacto entre China y el Partido Comunista. En el nuevo marco de una globalización fracturada por la guerra, con crisis que se solapan, el impacto creciente del cambio climático y la “guerra fría” latente con los Estados Unidos, el Partido Comunista está cambiando de tono. Hasta ahora, la fuente de su legitimidad era el impresionante enriquecimiento de la sociedad china liderada por el Partido. Hoy, el Partido quiere demostrar que el juego ha cambiado: lo que determina su legitimidad es la promesa de la restauración del rango imperial de China, garantizada por Xi Jinping y su nueva burocracia. Para hacer de China un país moderno en todos los aspectos, Xi ha señalado que se ha adoptado un plan estratégico en dos fases: primero, realizar fundamentalmente la modernización socialista entre 2020 y 2035 y después construir China como un país socialista moderno, próspero, fuerte, democrático, culturalmente avanzado, antes de mediados de este siglo. En este contexto, Xi ha decretado que los objetivos generales de desarrollo de China de cara al horizonte de 2035 son aumentar significativamente la fuerza económica, las capacidades científicas y tecnológicas y aumentar sustancialmente el PIB per cápita para igualar el de un país desarrollado de nivel mediano.

Brenda Schaffer destaca en Foreign Policy el papel de las minorías étnicas en la oleada de protestas que sacuden Irán desde mediados de septiembre. Los agravios étnicos en las provincias no persas dominadas por Teherán añaden leña adicional a una mezcla ya altamente combustible, y la dura represión de las últimas semanas en Baluchistán y otras regiones sugiere que el régimen es consciente de ello. La naturaleza multiétnica también constituye una parte importante de la política iraní y es una fuente de posibles conflictos que ha quedado fuera de foco en los análisis hechos desde el extranjero. En efecto, los analistas occidentales tienden a mirar Irán a través de los ojos de la élite política persa, del mismo modo que Occidente mira Rusia a través de la visión de Moscú. Se ignoran pues estas otras realidades —y su potencial de conflicto interno y desintegración. Las minorías étnicas (azeríes, curdos, árabes, turcomanos, baluchis, etc.) representan más de la mitad de la población de Irán y dominan grandes regiones del país más allá de la zona próxima a Teherán. La mayoría de estas minorías viven en las provincias fronterizas y comparten lazos con sus correligionarios de estados vecinos, como Irak, Azerbaiyán y Pakistán. Por su parte, el régimen de Teherán prohíbe a las minorías educar a sus hijos o recibir servicios públicos en sus lenguas, pero aun así, según datos del propio gobierno iraní, el 40% de los ciudadanos del país ni siquiera hablan persa. Por otro lado, las minorías étnicas se enfrentan aún más que los persas a graves dificultades, como por ejemplo la pobreza, el acceso deficiente a los servicios públicos, la degradación ambiental y la escasez de agua potable, que refuerzan su sentimiento de discriminación. A medida que la actividad anti régimen continúe progresando, todo indica que el papel de las minorías étnicas tendrá un papel cada vez más relevante. Paralelamente, el gobierno sabe que, si muchos opositores de la mayoría persa odian el régimen, todavía odian más la idea de perder el control de las provincias. Así, Teherán ya está apelando al sentimiento nacionalista persa para intentar dividir la oposición, argumentado que solo el gobierno actual puede mantener el control de las regiones donde viven las minorías étnicas.

Desde las páginas de La Vanguardia, Alexis Rodríguez-Rata repasa las estrategias de soft power llevadas a cabo por Rusia en África por el intermediario del grupo paramilitar Wagner. Señala por ejemplo que los rusos llegaron por primera vez a la República Centroafricana el 2018 de manera legal como instructores puesto que Rusia había proporcionado armas al ejército nacional. Poco después todo cambió: se suponía que los instructores eran oficiales del ejército ruso, pero se descubrió que eran mercenarios del grupo Wagner. Es así que, durante años, la República Centroafricana ha sido el lugar perfecto para probar técnicas de propaganda nuevas y proyectos nuevos en lugar de limitarse a las actividades militares o mineras habituales. Así, por ejemplo, los rusos llevaron toneladas de azúcar al país y las distribuyeron sobre todo entre la gente mayor y los niños, todo bajo el control de Yevgeni Prigozhin, líder del grupo y con conexiones directas con el Kremlin. Otras estrategias más clásicas fueron las manifestaciones con banderas rusas en las calles y que se han reproducido recientemente en Burkina-Faso y Mali. O también el control sobre la prensa local por medio de la represión general contra los medios de comunicación y la libertad de expresión. Rodríguez-Rata alerta de que el grupo Wagner es diferente a todas las otras empresas militares privadas: es una red donde coexisten fuerzas armadas; se dedica a la extracción de minerales como diamantes y oro y también actúa en el ámbito de la contrainformación. Wagner conforma pues una galaxia de diferentes sociedades que trabajan juntas para conseguir diferentes objetivos en muchos países y que Rusia utiliza en beneficio propio porque es menos costoso que la presencia militar, no se producen pérdidas humanas oficiales y si se los acusa de algo, se usa el argumento que el grupo no existe.

En cuanto a la guerra en Ucrania, Mira Milosevich-Juaristi aborda en un artículo publicado en el Real Instituto Elcano el impacto de la guerra en Ucrania en los conflictos que se están produciendo en el espacio post soviético. La reanudación de las hostilidades en Alto Karabaj entre Armenia y Azerbaiyán y a la frontera de Kirguistán y Tayikistán, así como las tensiones permanentes en los conflictos congelados de Transnístria (Moldavia) y Osetia del Sur y Abjasia (Georgia), han puesto de nuevo el foco sobre el espacio puesto soviético, planteando la cuestión de si la guerra en Ucrania es la causa del incremento de las hostilidades recientes y si podría tener un efecto dominó y crear más inestabilidad en la región. Milosevich-Juaristi considera que si, por un lado, la guerra en Ucrania no es la causa principal de las hostilidades puesto que estas son anteriores, por el otro, la invasión de Ucrania muestra como un conflicto congelado se puede convertir rápidamente en una guerra abierta. Así, más que un efecto dominó, el conflicto de Alto Karabaj refleja desde el 2020 la pérdida de influencia de Rusia en el espacio post soviético, que se ha ido agravando desde el comienzo de la invasión de Ucrania. Además, las agresiones de Rusia contra Georgia en 2008 y Ucrania (desde 2014) han contribuido a la inestabilidad regional y han fortalecido la resiliencia nacional de ambos países contra el Kremlin. El apoyo de Vladímir Putin a Aleksandr Lukashenko en Bielorrusia ha incrementado el apoyo de la UE y de los EE. UU. a la oposición bielorrusa; y Turquía ejerció en 2020, a expensas de Rusia, un papel relevante en las negociaciones de paz en el conflicto de Alto Karabaj. Así pues, a pesar de que los países de la región siguen viendo Rusia como el garante de la seguridad en el inestable Afganistán tras la retirada de los EE. UU., los últimos acontecimientos demuestran que le será muy difícil mantener la escasa credibilidad e influencia que le quedan en un contexto de rivalidad con la UE, China, Turquía e Irán.

En la misma línea se expresa Tony Barber en el Financial Times, donde afirma que a medida que Rusia topa con más dificultades en su guerra contra Ucrania, el Kremlin está perdiendo influencia en todo el espacio post soviético, desde Moldavia hasta Asia central. El malestar es cada vez más pronunciado entre los vecinos de Rusia (sin contar Estonia, Letonia y Lituania, que ya son miembros de la UE y la OTAN). A pesar de que Moldavia y Georgia tienen regiones separatistas apoyadas por Moscú que las hacen vulnerables a la presión rusa, Moldavia ya ha presentado su candidatura a la UE y Georgia también aspira a unirse. En cuanto a Armenia y Azerbaiyán, se han producido nuevos enfrentamientos después de las guerras a principios de los años noventa y de 2020. Pero desde hace algunas semanas han surgido algunos indicios que sugieren que ambos países podrían llegar a un acuerdo de paz antes de finales de año. El punto realmente interesante es que cualquier solución ya no pasaría por Rusia, el agente de poder tradicional en el sur del Cáucaso, sino por medio de la UE y de los EE. UU. Armenia, en particular, está muy desilusionada con Moscú y cada vez busca más el apoyo occidental. Este no es la única señal que la OTSC (Organización del Tratado de Seguridad Colectiva) –que, desde el punto de vista de Moscú es un instrumento para ejercer su influencia sobre sus vecinos– está enfrentando una seria crisis, que cambia completamente la situación del mes de enero, cuando el OTSC cumplió su papel de defensa colectiva por primera vez desde su creación en los noventa. A petición del presidente de Kazajistán Kassym-Jomart Tokayev, una fuerza liderada por Rusia entró en el país para poner fin a los disturbios en que murieron más de 200 personas. En aquel momento parecía que la dependencia de Tokayev respecto de la ayuda rusa lo podría convertir en un socio menor de Putin. Pero no ha pasado nada de esto, sino que Tokayev se ha negado a apoyar a la invasión de Ucrania y ha denunciado reiteradas veces las amenazas rusas contra Kazajistán. Además, dado que un gran número de migrantes de Asia central trabajan en Rusia, el miedo se ha extendido por toda la región de que se podrían ver afectados por la movilización parcial decretada por Putin.

En clave europea, destaca la importancia que da la Comisión Europea a la Política de Cohesión como principal herramienta de inversión en Europa, con un presupuesto total de medio billón de euros para el periodo 2021-2027. Ha sido una de las herramientas principales en la lucha contra los impactos de la COVID-19, y para responder a las consecuencias sociales y económicas de la guerra en Ucrania, y jugará un papel clave en la resolución de la crisis energética apoyando a las pymes y los hogares vulnerables. También responde a los objetivos a largo plazo de permitir a los países de la UE reducir su dependencia respecto de los combustibles fósiles importados y preparar Europa para las próximas etapas de la sociedad verde y digital, garantizando la cohesión económica y social. En este sentido, la Comisión destaca cinco aspectos fundamentales de la Política de Cohesión: 1) la seguridad energética y el Green Deal puesto que la política de cohesión ha sido la principal herramienta de inversión de la UE en materia de ahorro energético, desarrollo de energías renovables, infraestructuras energéticas y redes de gas; 2) servicios de banda ancha y digitales para todos los europeos. Gracias a las inversiones de la política de cohesión, Europa es hoy más apta para la era digital. Las inversiones digitales tienen como objetivo superar los aspectos sociales, económicos y geográficos de la brecha digital, haciendo que todas las regiones de la UE aprovechen los beneficios de la digitalización; 3) que nadie en Europa se quede atrás. La transición verde y digital está en marcha, pero solo funcionará de verdad cuando sea justa para personas y empresas; 4) la protección del equilibrio social puesto que proporcionar una base para la prosperidad y el bienestar de las personas significa crear puestos de trabajo y apoyar a quién necesita adquirir nuevas habilidades; y 5) un instrumento de convergencia del PIB puesto que la política de cohesión permite a las regiones menos desarrolladas crecer y aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado interior. Así, por ejemplo, en 2019 los países de Europa central y oriental que se convirtieron en miembros de la UE después de 2004 habían reducido la diferencia entre su PIB y la media de la UE del 41% al 23%.

Desde el CIDOB, Pol Morillas argumenta que la cumbre inaugural de la Comunidad Política Europea (CPE) celebrada a principios de octubre se tiene que entender como un intento para mantener la unidad de toda la población europea —de países pertenecientes o no a la Unión Europea— contra las políticas agresivas de Rusia. Aun así, el surgimiento de la CPE vuelve a poner de relieve los interminables debates sobre la integración diferenciada y una Europa de círculos concéntricos. Los líderes europeos se han apresurado a acoplar la agresión de Rusia contra Ucrania con el nacimiento de una Unión Europea geopolítica. La respuesta de la UE a la guerra ha sido un éxito en diferentes esferas de la política exterior, seguridad y defensa. Se han adoptado paquetes de sanciones contra Rusia con un grado de unidad notable, incluso por parte de la Hungría de Orbán, que continúa combinando las negociaciones en Bruselas con la proximidad hacia Moscú. Se han conseguido progresos notables también a nivel energético, reduciendo la dependencia del gas ruso a menos del 10% (cuando antes de la guerra era de más del 40%). En el ámbito de la seguridad y la defensa, la UE ha proporcionado armas a Ucrania y muchos estados miembros han aumentado considerablemente las capacidades de defensa y la inversión en cuestiones militares. Aun así, quedan para resolver muchas incógnitas de cara a la futura consolidación de una Unión geopolítica. Algunas capitales europeas son reticentes a proporcionar un apoyo total a Ucrania en el supuesto de que la guerra de agresión de Rusia se intensifique y aumente el riesgo de un enfrentamiento nuclear. Estados miembros como Francia y Alemania insisten en la necesidad de llegar a algún tipo de acuerdo político con Rusia en el futuro, mientras que los países de Europa Oriental y los estados bálticos están convencidos que en los próximos años Rusia continuará representando una amenaza existencial para su seguridad nacional. Finalmente, el fortalecimiento de la OTAN y su papel como garantía más eficaz de seguridad para los europeos (especialmente a partir de la incorporación de Finlandia y Suecia) podría desviar la atención de la autonomía estratégica en materia de seguridad y defensa.

Matthew Flinders analiza en The Conversation las razones que han llevado a la dimisión de Liz Truss, la Primera ministra más efímera en la historia del Reino Unido. Truss inició su mandato presentando una agenda radical diseñada para impulsar el crecimiento económico, pero tuvo que retractarse de estos planes casi inmediatamente después de que sucediera todo lo contrario. Sus propuestas desencadenaron un colapso económico del cual nunca se recuperó. Flinders sugiere cinco elementos clave en su ascenso y posterior caída. En primer lugar, Truss practicó una política equivocada desde el principio de su mandato. Se negó a nombrar a nadie que no hubiera apoyado su campaña, lo que la dejó con una reserva limitada de talento y menos de dos meses después tuvo que cesar el ministro de Economía y la ministra del Interior, los dos cargos más importantes tras eldel Primer ministro. Segundo, un proceso de selección deficiente debido al sistema utilizado por el Partido Conservador para elegir a sus líderes. Truss llegó a la ronda final de la contienda más por descarte que por otra cosa y no contó con el apoyo entusiasta de su grupo parlamentario. Para conseguir el liderazgo, propuso a los miembros de su partido políticas fiscales adaptadas a sus necesidades, en vez de tener en cuenta las necesidades y las prioridades del país. Tercero, su gestión estuvo errada puesto que el desfase entre su propuesta y la realidad quedó claro desde el momento de anunciarse su propuesta de presupuesto. Era imposible que eliminar las barreras a los bonus de los banqueros y reducir los impuestos a las empresas fuesen medidas aceptadas en plena crisis energética y con una inflación galopante. Cuarto, una puesta en escena pobre cuando la política no deja de ser un asunto de comunicación, conexión y empatía. La inteligencia más relevante para un Primer Ministro no es la intelectual o la financiera, sino la emocional. El hecho es que Truss nunca demostró ser capaz de conectar con la ciudadanía. Finalmente, lo que ha pasado con Truss revela cierto peligro inherente al sistema político británica puesto que continúa concentrando el poder en un número muy reducido de personas que pueden tomar decisiones muy relevantes con muy poco o ningún control.

Por su parte, Ruth Ferrero plantea en El Períodico qué se puede esperar de la designación de Rishi Sunak como nuevo Primer ministro. Señala que el país, pero especialmente el Partido Conservador, necesita de manera imperativa recuperar su autoestima y credibilidad. Cuando hace dos años se materializó la salida de la UE, los partidarios del Brexit creyeron que el pragmatismo, el sentido común británico, el famoso ‘common sense’, sería suficiente para volver a situar el Reino Unido al lugar que según ellos le corresponde. Pensaron que la nostalgia serviría para recuperar la posición de gran potencia imperial y marítima del siglo XIX, a la vez que consolidaba su situación como centro financiero ya en el XX con su famosa City. La soberbia del individualismo les hizo dar el paso hacia el Brexit, mediante campañas de desinformación e intereses ocultos, porque pensaron que, como en épocas pasadas, los británicos serían capaces de hacer frente a todas las adversidades. El no menos famoso ‘Keep calm and carry on’. Sin embargo, la decadencia británica ya se venía observando tiempo atrás. Los intentos de los años noventa, con el lema ‘Cool Britannia’, que dibujaban un tipo de resurgir de lo que es británico como marcador de tendencias culturales y políticas, se quedó en un mero intento. Esta nueva estrategia, plasmada en figuras como Lady Di o la banda Oasis, y en la propuesta política de la tercera vía social-liberal, ideada por Anthony Giddens e implementada por el New Labour de Tony Blair, quedó convertida en cenizas ante su incapacidad de hacer remontar una sociedad golpeada y fracturada durante el periodo del thatcherismo.

En cuanto al ámbito económico Russell Napier alerta en The Market que nos acercamos a una fase de 15 a 20 años de inflación estructuralmente elevada y de contención financiera. También pronostica el aumento del control de la economía por parte de los estados, ya que los diferentes gobiernos justificarán el incremento de su peso en la economía debido a situaciones de emergencia que cada vez serán más frecuentes. Así pues, da por concluidos los años de estabilidad que hemos conocido hasta ahora y asegura que los estados ocuparán el papel que en los últimos 40 años han tenido tanto la banca privada como los bancos centrales en asuntos como el control y la emisión de dinero, lo cual ya fue habitual en el periodo comprendido entre 1939 y 1979. Napier también considera que esto comportará un auge en la inversión de capital y una reindustrialización de las economías occidentales.

Desde el Financial Times, Ruchir Sharma señala que ahora que inicia su tercer mandato, el objetivo de Xi Jinping para la próxima década es convertir China en un país desarrollado de nivel mediano, lo cual implica que la economía debería crecer a un ritmo próximo al 5% anual. Pero las tendencias subyacentes (demografía en descenso, deuda elevada y disminución de la productividad) sugieren que el potencial de crecimiento global del país es aproximadamente de la mitad. Las implicaciones de un crecimiento alrededor del 2,5% todavía no se han analizado completamente. Por un lado, suponiendo que el crecimiento de los Estados Unidos sea del 1,5%, con tasas de inflación similares a la actual y un tipo de cambio estable, China no superaría a los EE. UU. como mayor economía del mundo hasta 2060, esto si llega a conseguirlo. Por otro lado, el crecimiento a largo plazo depende que un mayor número de trabajadores utilicen más capital y lo utilicen de manera más eficiente (productividad). China, con una población en disminución y una productividad en descenso, ha ido creciendo inyectando más capital en la economía a un ritmo insostenible. China es ahora un país de ingresos medianos, con una renta per cápita de 12.500 dólares, lo cual representa una quinta parte de la de los EE. UU. Está claro que China puede lograr cualquier objetivo que se fije el gobierno, pero las previsiones no han acertado a detectar el ritmo de desaceleración de China en los últimos años, incluido este 2022, cuando es probable que el crecimiento caiga por debajo del 3%. Hacia 2010, muchos analistas pensaban que la economía de China superaría a la de los EE.UU. en términos nominales en 2020. En 2014, algunos economistas afirmaban que China ya era la mayor economía del mundo en términos de paridad de poder adquisitivo, una afirmación basada en valores teóricos de moneda sin ningún significado en el mundo real. En cualquier caso, el 2,5% de crecimiento es una previsión optimista que minimiza los riesgos, incluyendo el aumento de las tensiones entre China y sus principales socios comerciales, la creciente interferencia del gobierno en el sector privado más productivo —la tecnología—, y el peso cada vez importante de la carga de la deuda.

Respecto de la sostenibilidad y el cambio climático, Mathieu Merino argumenta en la revista Conflits que la cuestión climática es un aspecto clave en el desarrollo de África. El acceso al agua potable, la degradación del suelo, la protección de las zonas boscosas, son algunos de los principales retos para África en el siglo XXI. Esto en un contexto donde los efectos del cambio climático se están empezando a notar con fuerza: olas de calor e incendios en el norte de África, sequías en el Sahel, en el Cuerno de África y en África meridional, ciclones cada vez más frecuentes en la costa oriental, erosión de las costas en África occidental, el aumento del nivel del mar, la extinción de especies animales, etc. Estos ejemplos subrayan hasta qué punto el continente africano se ha convertido en una de las regiones más vulnerables del mundo respecto de la degradación ambiental, en particular debido a su complejo sistema climático y su interacción con los problemas socioeconómicos que la caracterizan. Al provocar una degradación de los recursos de agua potable y de la calidad del suelo, un descenso de la producción agrícola, un aumento de fenómenos extremos o incluso nuevos movimientos migratorios, el cambio climático actúa como catalizador de retos para un continente marcado, desde el periodo de las independencias, por grandes transformaciones vinculadas al aumento de su población y de sus necesidades, así como a numerosas crisis políticas. Aun así, en este nuevo contexto donde las amenazas relacionadas con la degradación ambiental son cada vez más diversificadas, los estados no disponen de los mismos medios para hacer frente. Según el Banco Mundial, África todavía se caracteriza por un elevado nivel de pobreza, con una tasa mediana establecida en el 35% en 2022, y la rapidez del cambio climático pone en entredicho la capacidad de adaptación de los estados a estos choques, acentuando así las áreas de fragilidad y tensión. Según Naciones Unidas, más de 100 millones de africanos estarán amenazados por el calentamiento global en 2030 y el continente se tendrá que enfrentar, en los próximos años, a un empeoramiento de la inseguridad, la crisis alimentaria, la pobreza y los desplazamientos de población. Por lo tanto, el cambio climático constituye una amenaza para el crecimiento económico y el desarrollo sostenible, así como para la reducción de la pobreza y la seguridad. En definitiva, si los retos contemporáneos a los que se enfrenta África son numerosos y complejos, la aceleración del cambio climático y el contexto geopolítico actual del continente tendrían que imponer, tanto a los gobiernos nacionales como a sus socios técnicos y financieros, abordar sistemáticamente los problemas ambientales en sus estrategias de desarrollo y seguridad. Este cambio de paradigma, ya en marcha, probablemente tendrá que pasar por una mejor gestión de la crisis climática por parte de los estados africanos, tanto a nivel nacional como regional, mediante el establecimiento de sistemas eficientes de previsión estacional y de alerta temprana, así como la definición de impacto, mecanismos de mitigación (mejor gestión del agua e inseguridad alimentaria, política común de gestión forestal, etc.).

Por otro lado, Breno Bringel analiza a OpenDemocracy el Pacto Ecosocial e intercultural del Sur que se creó en los primeros meses de 2020, tras el inicio de la pandemia de COVID-19, con el objetivo de poner en marcha una transición ecosocial para América Latina. La plataforma tiene la voluntad de articular, amplificar y sistematizar experiencias locales vinculadas al control comunitario, las autonomías territoriales, la soberanía alimentaria, la agroecología, las energías comunitarias y los ecofeminismos, entre otras luchas. El nacimiento de la iniciativa fue motivado por la urgenciaen dar respuestas a las diferentes crisis que atraviesa el mundo contemporáneo. Pero también por la necesidad de ofrecer alternativas, en clave latinoamericana, a propuestas de transición socioecológica y Pactos Verdes que han aparecido durante los últimos años. Bringel considera que, aunque se ha avanzado bastante en todos los continentes en varias experiencias locales, los pactos hegemónicos son insuficientes, si no problemáticos, dado que acaban reproduciendo el statu quo e incrementando las profundas asimetrías geopolíticas y las desigualdades Norte-Sur. En efecto, han pasado más de dos años y la situación global ha empeorado. Estamos inmersos en un contexto de guerra que ha agravado la crisis energética y alimentaria en el marco de la aceleración de la crisis climática. Además, la guerra ha contribuido al incremento tanto de los extractivismos tradicionales como de los nuevos extractivismos asociados a las transiciones verdes hegemónicas. Además, buena parte de estas propuestas han acabado reduciendo la transición ecosocial a una mera transición energética, donde predomina la visión de una transición energética corporativa, movilizada desde el Norte hacia el Sur, como la continuidad de un modelo con la misma lógica de concentración y de negocios del régimen *ossilista y que perpetúa el esquema vertical de intervención territorial, propia de los extractivismos depredadores. En definitiva, una transición energética que no aborde la desigualdad en la distribución de los recursos energéticos, que no promueva la desmercantilización, la descolonización y no refuerce la capacidad de resiliencia y regeneración de la sociedad civil, no serás más que una reforma parcial que no modificará las causas estructurales del colapso actual.

Para acabar, y después de las recientes polémicas generadas por Elon Musk con la compra de Twitter y su propuesta de plan de paz en la guerra de Ucrania, Asma Mhalla argumenta en Le Grand Continent que para entender el sistema Musk, hay que deconstruir sus grandes principios. Mediante la desactivación de Starlink en Ucrania o su compra caótica de Twitter, el multimillonario está construyendo un poder geopolítico formal, complementario a las prerrogativas actuales de los Estados Unidos, un poder basado en un nuevo cóctel: los trolls, la tecnología total y la tecnopolítica. Desde el punto de vista económico, Musk reinventa lo que Donald Trump había iniciado en Twitter hace unos años. Desde la “política de la post verdad”, Musk nos lleva a la era de “la economía de la post verdad” mediante la invención de una capacidad sin precedentes de causar daños económicos. La ilustración más impactante de este fenómeno es el psicodrama que ha acompañado la compra de Twitter, un auténtico juego de póquer embustero del cual nadie podía conocer las motivaciones reales. Por otro lado, el troleo económico le permite alterar los códigos del mercado financiero global y de las instituciones que lo enmarcan. Así, Musk puede desestabilizar el mercado financiero del Big Tech, que hoy tiene las mayores valoraciones bursátiles: basta con tuit y el mercado, irracional, puede colapsar. La concepción que tiene Elon Musk de la tecnología total se basa en una ideología a la vez libertaria y tecnocéntrica. Dos ejemplos ilustran suvisión del mundo, una forma híbrida de libertarismo teñido de neoconservadurismo: su plan de hacerse cargo de Twitter y sus satélites Starlink como respuesta definitiva a todos los problemas del mundo. Los satélites de órbita baja Starlink son una de las piedras angulares del proyecto tecnológico de Musk. Por medio del control de las nuevas infraestructuras de conectividad global, pretende reinventar el panóptico a escala global. Y utiliza sus satélites para intentar resolver casi cualquier problema: ganar la guerra en Ucrania, luchar contra la deforestación en el Amazonas o combatir la pobreza y el hambre en África. Contrariamente a lo que se expresa demasiado rápidamente en el debate público, las Big Tech no son “estados paralelos” sino que, al contrario, se sitúan en el mismo continuum funcional de los estados. La autora concluye que el sistema Musk nos tiene que llevar a cuestionar el papel y la necesaria redefinición del estado como construcción política y jurídica ante actores híbridos de nuevo tipo, que son a la vez empresas privadas, actores geopolíticos y, a veces, espacios públicos. Finalmente, Bruno Arnaldi afirma en The Conversation que los conceptos de realidad virtual y realidad aumentada han recibido una atención mediática muy importante en los últimos años. Las principales razones son la importante democratización de las tecnologías y las fortísimas inversiones que hacen los GAFAM en este ámbito. Entre los campos de aplicación susceptibles de beneficiarse de estos desarrollos hay la formación, un campo para el cual la realidad virtual o la realidad aumentada ofrecen muchas ventajas. Sin ser exhaustivos, se pueden destacar las siguientes ventajas: la posibilidad de realizar experimentos sin ningún peligro para el alumno o para el material utilizado; una simulación fácil para los alumnos, incluso en situaciones críticas, como por ejemplo el mal funcionamiento de equipos que pueden llegar a ser peligrosos; un análisis de calidad sin publicidad, cada día al correo electrónico; el control total de la situación de aprendizaje y seguimiento del alumno. Esto permite al formador disponer en cualquier momento de los datos de progreso de un alumno y, en algunos casos, de todas las acciones realizadas por el alumno mediante la “reproducción” virtual de la secuencia de formación. Recientemente ha aparecido una nueva terminología: el metaverso, cada vez más presente en los medios de comunicación y en el marketing industrial. Aun así, el concepto y los trabajos científicos sobre el tema datan de principios de los años 90 y el cuerpo técnico de los metaversos está construido sobre elementos tecnológicos muy antiguos como la realidad virtual, los humanos virtuales, las redes… Poner el foco sobre este tema llevará las empresas y los laboratorios de pruebas a invertir muchos recursos, y por tanto todo indica que en los próximos años esta concentración de medios producirá efectos, es decir nuevos desarrollos e innovaciones de las cuales se beneficiará la formación. Ahora bien, también merece la pena plantearse la pregunta de los riesgos que comportan los metaversos para la evolución de la sociedad: ¿es realmente ésta la sociedad del futuro que queremos?

Ilustración: Vasily Kandinsky, “Composición X”, 1939.

En la elaboración de este número del Diari de les idees han participado Montserrat Vivó i Martí Serra, estudiantes en prácticas en el CETC.

more/less text

Política internacional y globalización

Stephen M. Walt How Many Shocks Can the World Take?

Stephen Walt assegura, a la seva columna a Foreign Policy que, tot i que ell no acostuma a alarmar-se, la combinació de crisis globals que actualment amenacen l’estabilitat internacional són un risc que ens hem de prendre molt seriosament. La pregunta és quants xocs som capaços de gestionar quan venen de cop i tenen una alta complexitat? L’autor es proposa repassar cronològicament les disrupcions que hem patit en les últimes dècades. En primer lloc, la ruptura de l’imperi soviètic. Tot i que aquesta va tenir molts efectes positius com les revolucions del vellut, també ha obert un període d’inestabilitat. Tant la guerra d’Azerbaidjan i Armènia, la Guerra de Iugoslàvia i la inestabilitat als Balcans. També canviaren els equilibris de poder a Àsia i Àfrica així obrint noves seqüencies impredictibles. En segon lloc, el creixement de la Xina. Aquest, tot i que era predictible, ha estat més ràpid que l’esperat per molts analistes occidentals. Les seves ambicions geopolítiques i creixement econòmic són un xocs per l’ordre internacional previ. Tercerament, els atacs terroristes del 11S. Aquest fet va canviar completament la política exterior d’Estats Units i va precipitar les guerres d’Iraq i Afganistan que, per la seva banda, han canviat els equilibris de poder a l’Orient Mitjà, propiciat la creació de l’Estat Islàmic, l’extrema dreta a Europa i als EUA. En quart lloc, la Gran Recessió de 2008. El col·lapse de les subprime als EUA es va expandir de manera global afectant perillosament a Europa. L’augment dels partits d’extrema dreta populista i una major pressió geopolítica xinesa també responen a aquest fenomen. Un fet remarcable també han estat les Primaveres Àrabs. Les protestes van ser capaces de acabar amb governs autoritaris tot i que, al cap del temps, aquestes democràcies han acabat retrocedint. En sisè lloc, tenim la crisi dels refugiats de 2015. Si bé aquest problema segueix estant present, durant la última dècada el flux de refugiats ha augmentat quasi un 100%, quelcom que provoca reaccions en les poblacions locals. La popularització del populisme és un altre dels impactes recents. Tant l’elecció de Trump als EUA com el Brexit a Anglaterra van iniciar una ona de populismes global. Al RU es segueix en una espiral desestabilitzadora des de el 2016, quelcom no negatiu per una de les economies més grans del món. En vuitè lloc, la COVID-19 va trastocar tots el coneixement i expectatives que teníem. Al voltants d’uns sis milions de persones van morir i es van generar canvis majors en els patrons del comerç, les cadenes globals de subministrament i el consum, a part de causar una inflació permanent en les economies. L’impacte de la guerra d’Ucraïna encara és incert, però de moment ha canviat completament els equilibris de poder internacionals i ha accentuat la fragmentació de la globalització i el sistema global de seguretat al voltant de dos grans blocs. A més, ha alimentat la inflació i està causant un risc real de guerra nuclear. El canvi climàtic és l’últim risc al que ens enfrontem i accentua tots els anteriors. Amb els augments de les temperatures estan augmentant el nombre de desastres climàtics. En definitiva, la successió de desastres és un problema ja que els polítics no tenen suficient temps per arribar a solucions creatives i corregir els errors. A més, en tant que els recursos són limitats, quants més problemes hi ha, menys atenció es posa sobre cada problema. Finalment, en tant que els problemes estan interconnectats, solucionar-ne un pot implicar perjudicar la solució d’un altre. Cap la possibilitat d’entrar en espirals caòtiques on les accions afectin altres àmbits no sospitats. A més, la incapacitat de solucionar els problemes pot portar-nos a una espiral antidemocràtica degut a l’erosió de la confiança en els sistemes liberals.

Shannon Tiezzi 5 Takeaways From China’s Big Leadership Announcement

Després del tancament del 20è congrés del partit comunista Xinès, el nou Comitè Central va triar els membres del Politburó, els homes que governaran la Xina durant els propers cinc anys. Shannon Tiezzi  analitza en profunditat aquesta elecció de càrrecs  per extreure pilars clau del que pot suposar aquesta elecció per la política Xinesa i els anys que venen. En primer lloc, Xi Jinping continua sent cap de secretariat general, estenent així el seu mandat. Però en contra de molts pronòstics, no ha intentat escalar en la piràmide de poder del partit, com molts especulaven que faria reclamant l’antic títol de president del partit, prèviament en mans de Mao Zedong. En segon lloc, el politburó es dominat per els seguidors de Xi Jin Ping. Les inclusions més xocants han sigut  les de Li Qiang i Cai Qi. Li Qiang en particular, per el brot de crítiques que va rebre sobre la gestió del COVID a Shanghai. A més a més passarà a ser primer ministre sense haver sigut vicepresident com la tradició marca. L’altra cara de la moneda del domini de Xi és que cap altra facció política no tenia possibilitats. Hu Chunhua, que al seu dia va ser vist com un aspirant al CPS, ni tan sols va arribar a entrar al Politburó. Finalment, Hu Jintao, el principal rival de Xi per precedir-lo va ser escoltat fora del congrés, i ja bé fos per causes de salut o per purga política, els observadors van senyalar que el seu retirament escenificat semblava calculat per obtenir la màxima humiliació. En tercer lloc, Xi ha trencat la primera regla no escrita del límit d’edat “set a dalt, vuit a baix”. Mentre Xi conserva la seva posició i altres fidels que superen el límit d’edat també, altres membres del partit  de la facció contrària a Xi han hagut de dimitir, mostrant així que la importància ja no recau en l’edat sinó en la lleialtat a Xi. En quart lloc, no hi ha predecessor per Xi, generalment, un líder al voltant d’uns 50 anys: prou jove per servir un total de 15 anys al CPS. Però el membre més jove del 20è CPS és Ding Xuexiang, amb 60 anys. La majoria dels analistes van considerar aquest fet com un senyal que Xi és realment un líder vitalici. I en cinquè lloc,  ens preguntem on queda l’espai per les dones en el congrés. Per primer cop en 25 anys, les dones no obtenen representació en el politburó, el que significa que cap tindrà l’oportunitat d’arribar al PSC en el 21e congrés del partit en el 2021. Finalment l’autora fa referència a una reflexió de Hong Fincher sobre l’autoritarisme a la Xina; El “culte a la personalitat hipermasculina” de Xi està inextricablement lligat al manteniment de les normes patriarcals. Com més s’estreny el control de Xi, pitjor serà la situació de les dones.

Dexter Tiff Roberts Get ready for a less stable and less friendly China

Dexter Tiff realitza, a través del discurs de Xi Jinping durant l’apertura del vintè Congrés del PCC, un anàlisi dels riscos als que s’enfronta la Xina avui. L’èmfasi en la vulnerabilitat que realitzà el president xinès es deu als perills als que Xi creu que han de fer front: l’augment del deute públic, l’envelliment de la població, l’augment de les desigualtats o l’atur juvenil, que ja es troba al 20%. Respecte la política exterior, Xi es va referir a les “forces estrangeres hostils” així com les amenaces morals de la població de Hong Kong, Taiwan o Xinjiang que no se senten xinesos. La guerra tecnològica i comercial amb els EUA també juga un paper important com una de les batalles que podrien preludiar un conflicte militar. Una altra preocupació és el rol de les empreses privades en la vida dels individus, quelcom que podria arribar a qüestionar el poder del partit. En aquest sentit, es preveu un nou decret respecte les grans tecnològiques després del Congrés. Fins i tot el desmembrament de la xarxa de tutories privades l’any passat, argumenta l’autor, responia a preocupacions per la seguretat. Qualsevol sector que tingui capacitat de canviar o afectar el pensament de la gent serà perseguit pel regulador. Aquesta preocupació per la desestabilització també motiva la preocupació sobre el deute en el sector de les hipoteques que, aquesta any doblarà el PIB del país. Aquest èmfasi en la seguretat no ajudarà a una economia que comença a estar ferida. Un economia dèbil i estagnant pot causar inquietud al partit, que ha basat el seu contracte social amb la societat xinesa en el creixement i l’estabilitat econòmica. A més, es probable que es reforci el nacionalisme davant dels perills. En definitiva, una Xina centrada en la seguretat i sense assegurar el creixement econòmic és, argumenta l’autor, una Xina més inestable i agressiva.

Le Grand Continent La pensée Xi: l’hégémonie absolue

La revista Le Grand Continent analitza el discurs de Xi Jinping, pronunciat davant d’uns 2.296 delegats del Partit al Gran Saló del Poble de Pequín. L’informe presentat per Xi dóna una direcció política i fins i tot geopolítica a l’hegemonia que exerceix sobre el Partit. Ara que l’espectacular creixement econòmic de l’era Hu Jintao arriba a la seva fi —a través de la dramatització filmada de la seva evacuació física del podi— sorgeix una nova forma política, basada en un renovat projecte de pacte entre la Xina i el Partit Comunista Xinès. En el nou ritme de globalització fracturada per la guerra, en policrisi, canvi climàtic i “guerra freda” amb els Estats Units, el Partit Comunista Xinès està canviant de to. Ahir, la font de la seva legitimitat va ser l’impressionant enriquiment de la societat xinesa liderada pel Partit. Avui, el Partit vol demostrar que el joc ha canviat: el que estableix la seva legitimitat és la promesa de la restauració del rang imperial de la Xina, garantida per Xi Jinping i la seva nova burocràcia. Per fer de la Xina un país modern en tots els aspectes, Xi assenyala que s’ha adoptat un pla estratègic en dues fases: a) Realitzar fonamentalment la modernització socialista del 2020 al 2035 i b) Construir la Xina com un país socialista modern, pròsper, fort, democràtic, culturalment avançat, harmoniós des del 2035 fins a mitjans d’aquest segle. En aquest context, es objectius generals de desenvolupament de la Xina per a l’any 2035 són els següents: augmentar significativament la força econòmica, les capacitats científiques i tecnològiques i la força nacional composta; augmentar substancialment el PIB per càpita per igualar el d’un país desenvolupat de nivell mitjà;

Raquel Marín Un Congreso del Partido Comunista chino obsesionado con la supremacía tecnológica

Un cop clausurat el XX Congrés del Partit Comunista Xinès i establertes les grans línies per als propers cinc anys, l’autora destaca que l’entorn extern és molt més difícil que fa cinc anys, ja que els Estats Units i, més recentment, la Unió Europea i El Japó, consideren ja de manera oberta la Xina com un rival sistèmic. Addicionalment, el període de bonança que al principi va acompanyar el Govern del president Xi ja ha quedat enrere, amb una desacceleració estructural ineludible de l’economia xinesa. Com si això fos poc, les restriccions relacionades amb la política de la COVID zero que el Govern xinès ha decidit mantenir, juntament amb la punxada de la bombolla immobiliària, han posat la Xina en un veritable problema, fins al punt que el país va a tancar amb un creixement del PIB de menys del 3%, molt similar al nivell del 2020, quan va esclatar la pandèmia. En aquest context, sembla important valorar quines són les grans línies anunciades per Xi Jinping. La primera és que la política de COVID zero segueix vigent, segellada per l’èxit a salvar vides respecte del caos d’Occident. Més enllà d’això, el concepte més important que Xi Jinping recalca al seu informe és el de la modernització de la Xina. Modernitzar la Xina no és una idea nova. De fet, va ser un objectiu expressat en informes similars per Mao i Deng Xiaoping, però sempre en moments complicats de la història de la Xina. En el cas del president Xi, el concepte de modernització té una lectura econòmica: pujar a escala tecnològica fins arribar a l’autosuficiència. Això significa que la Xina continuarà utilitzant la política industrial per donar suport a sectors clau. Aquesta política industrial no s’acontentarà amb oferir subsidis a empreses locals, sinó que continuarà recolzant-se en l’adquisició de tecnologia a l’exterior. Això hauria de ser un avís important a navegants per a Europa, ja que segueix sent el lloc on la tecnologia és més fàcil d’adquirir, respecte a les enormes barreres a la transferència de tecnologia des dels Estats Units, el Japó, Corea del Sud, etc. En tercer lloc, el creixement econòmic no ha estat clau en absolut en el discurs de Xi i quan s’ha esmentat sempre ha anat acompanyat de la paraula “equilibrat”. En particular, mentre Xi Jinping manté l’ambició que la Xina arribi a doblar la renda abans del 2035. La clau és com arribar-hi. El creixement equilibrat és fonamental, però la lectura no ha de ser el vell “reequilibri”, entès com el consum com a motor de creixement més important, sinó més aviat gràcies al desenvolupament tecnològic. D’altra banda, Xi ha deixat clar que no pretén construir un Estat de benestar del tipus de què té Europa per fer operativa la prosperitat comuna. L’objectiu és augmentar el paper de l’Estat/partit per regular l’acumulació de riquesa. Això hauria de ser un senyal d’advertiment per a les classes acabalades a la Xina i per al sector privat. En aquest sentit, l’equilibri entre l’economia de mercat i la impulsada per l’Estat s’inclina cada cop més cap a aquesta darrera, ja que l’expressió “economia de mercat” també és menys present en el discurs, mentre que el paper de la innovació impulsada per l’Estat es destaca de manera prominent. Un corol·lari important d’aquest discurs és si aquests objectius tan ambiciosos són factibles amb els instruments de què disposa la Xina. El ràpid debilitament del iuan a mesura que s’acostava el Congrés i la reacció cautelosa del mercat al discurs del president Xi són senyals dels costos potencials associats a una Xina més introspectiva. Els mercats també esperaven un senyal que la política de COVID zero s’aixecaria, encara que fos gradualment, però no s’ha produït, cosa que fa més llenya al foc sobre el gir introspectiu que ha fet el país. Tot i que tot això és preocupant, i no augura res de bo per a la seva economia, no hem d’oblidar que la Xina és un mercat enorme, que la resta del món està en una situació molt difícil en aquest moment, llastat per la inflació i, en el cas de Europa, a més a més per la guerra i la crisi energètica.

Ilya Gridneff The Threat of Humanitarian Crisis Grows as Ethiopia Ramps Up Tigray War

El govern etíop ha enviat una nova onada de militars per combatre els rebels a la regió del Tigray del nord, cosa que aixeca preocupacions sobre noves violacions de drets humans entre observadors internacionals. El govern ha fet una declaració anunciant una ocupació dels aeroports i altres infraestructures de la regió del Tigray culpant al front d’Alliberació del Tigray d’aquesta situació. A continuació el govern va procedir a anunciar l’ocupació de les ciutats Shire, Alamata i Korem , amb el que els rebels han decidit respondre amb una reorganització per contraatacar en els pròxim dies o setmanes. De fet, Tigray és un dels pitjors conflictes en curs al món, ignorat en gran mesura ja que l’atenció internacional està fixada en la invasió russa d’Ucraïna. La greu crisi humanitària és la conseqüència més latent de la situació, la regió ha quedat aïllada de la resta del món a causa d’un bloqueig que impedeix que arribin a la població civil béns i serveis bàsics com ara aliments, serveis bancaris, telecomunicacions i medicaments, mentre que la informació independent és pràcticament impossible. El conflicte es remunta dècades enrere amb el model complex de govern d’Etiòpia. L’ascens d’Abiy va desafiar el domini del TPLF i va desencadenar una implosió que va culminar a la guerra de Tigray el novembre de 2020. Abiy, inicialment aclamat com a reformista i constructor de la pau, guanyant el Premi Nobel de la Pau el 2019 per posar fi a la guerra d’Etiòpia amb Eritrea, ha estat acusat des d’aleshores de posar brutalment el nacionalisme panetíop que ha portat a l’encreuament de les tensions ètniques. Tot i això, les gestions diplomàtiques han estat fins ara ineficaces i semblen anar a pitjor. Diferents actors de l’arena internacional pateixen per una fragmentació d’Etiòpia, ja que no només conduiria a la violència massiva dins del país, sinó que també desestabilitzaria el veïnatge, on històricament ha tingut un paper estabilitzador clau. Tot i això, les gestions diplomàtiques han estat fins ara ineficaces, metres que la regió pateix per un genocidi ja prèviament intentat per Etiòpia i Eritrea. Mentre diferents especulacions, com una feta per un diplomat occidental que prefereix romandre en l’anonimat, de que Etiòpia i Eritrea estarien planejant crear “camps de concentració” per aïllar la població local del suport del TPLF. Alguns argumenten que no se sap si això és una manera de apartar la vista del problema o simplement una manera de donar llum verda a la situació. En tot cas, el temor de l’arena internacional és que Occident es converteixi en còmplice d’aquesta estratègia de reubicació forçosa, finançant els camps de desplaçats interns a través de les agències d’ajuda de l’ONU, els Estats Units o la UE, mentre els soldats hostils controlen efectivament una regió vital que s’estén al llarg dels corredors comercials que connecten Etiòpia amb Djibouti i el Sudan.

Alexis Rodríguez-Rata Cómo Rusia montó un laboratorio de ‘soft power’ en África

L’article analitza la creixent influencia de Rússia al continent africà per mitjà del grup paramilitar Wagner. Assenyala que els russos van arribar per primera vegada a la República Centreafricana el 2018 de manera legal, com a instructors, perquè Rússia va proporcionar armes a l’exèrcit nacional. I després canvia. Se suposava que eren oficials de l’exèrcit rus i després d’un temps es descobreix que no n’hi havia, sinó que eren mercenaris del grup Wagner. És així que, durant anys, la República Centreafricana serà el lloc perfecte per provar moltes tècniques de propaganda noves i projectes nous en comptes de tenir activitats militar o mineres. Més enllà hi ha altres coses, com ara el menjar. Els russos van portar tones de sucre. Li van donar als ancians ia la població sota el control de Yevgeni Prigozhin, líder del grup paramilitar Wagner, relacionat directament amb el Kremlin i que compta, segons es creu, amb uns 5.000 membres al món. Altres estratègies més clàssiques van tenir per protagonistes les manifestacions amb banderes russes als carrers –i després les mateixes en gran mesura s’han donat recentment a Burkina-Faso o Mali. O també la premsa, ja que en arribar al país hi va haver una repressió general contra la premsa a la República Centreafricana i la llibertat d’expressió. Tothom en tenia por de parlar-ne a Bangui, i així van passar com gairebé tres anys abans que es denunciés: la UE va suspendre el comerç militar amb les forces armades de la República Centreafricana el 2021. EUA igual. Ara la presència del grup paramilitar Wagner, més enllà de l’Àfrica, l’Europa Oriental i el Caucas, també s’ha constatat a Llatinoamèrica. El grup Wagner és diferent de totes les empreses militars privades. És una xarxa. Són forces armades. Extrau minerals com diamants i or. Treballa a l’àmbit de la contrainformació. I Prigozhin fins i tot va fundar l’Agència de Recerca d’Internet, que va interferir a les eleccions nord-americanes. Totes aquestes activitats són gairebé igual d’importants al grup. És tota una galàxia de diferents societats que treballen juntes i aconsegueixen diferents objectius a molts països diferents. I per què Rússia no fa servir directament el que és militar? Perquè és més barat, no té pèrdues oficials i si se’ls acusa d’alguna cosa, es fa servir l’argument que el grup no existeix. I es poden fer moltes més coses quan no es té una adreça coneguda. És molt més efectiu perquè no hi ha cadena de comandament, però sí un exèrcit normal. Es poden moure més ràpid i fer més coses. Sense regles. Perquè, si no s’existeix, no es té cap responsabilitat legal. Observem el cas de Síria: és molt difícil documentar i portar un cas a judici perquè no hi ha responsabilitat, no s’involucra políticament directament el país.

Brenda Shaffer How Iran’s Ethnic Divisions Are Fueling the Revolt

La creixent onada de protestes que sacseja l’Iran des de mitjans de setembre té un abast excepcional i no mostra signes de desacceleració. Potser l’aspecte més important de la revolta actual sigui el paper principal que hi tenen les minories ètniques de l’Iran. La història de greuges ètnics al país, especialment a les províncies no perses dominades per Teheran, afegeix llenya addicional a una barreja ja altament combustible, i la dura repressió del règim al Balutxistan i altres llocs suggereix que el règim n’és conscient. La naturalesa multiètnica de l’Iran també és una part important de la política iraniana i és una font de possibles trastorns que ha quedat fora de focus de les anàlisis fetes a l’estranger. En efecte, els experts i comentaristes occidentals tendeixen a mirar l’Iran a través dels ulls de la seva elit persa, de la mateixa manera que Occident fa temps que mira Rússia a través de la visió de Moscou amb poc espai per a altres opinions com les del Daguestan o dels tàtars. Ignorem aquestes realitats —i el seu potencial de conflicte intern i desintegració— al nostre risc. Les minories ètniques no perses (àzeris, kurds, àrabs, turcmans, balutxis, etc.) representen més de la meitat de la població de l’Iran i dominen grans regions del país fora de la zona que envolta Teheran. La majoria d’aquestes minories viuen a les províncies frontereres i comparteixen llaços amb els seus correligionaris d’estats veïns, com l’Iraq, l’Azerbaidjan i el Pakistan. Teheran prohibeix a les minories educar els seus fills o rebre serveis públics en les seves llengües natives, però tot i així, segons dades del propi govern iranià, el 40 per cent dels ciutadans del país ni tan sols parlen la llengua persa. D’altra banda i encara més que els perses, les minories ètniques de l’Iran s’enfronten a greus dificultats, com ara la pobresa, l’accés deficient als serveis públics, la degradació ambiental i l’escassetat d’aigua, que reforcen el seu sentiment de discriminació ja que a més, activistes i personalitats culturals que defensen els drets lingüístics i culturals són sovint arrestats i condemnats per crims contra la seguretat nacional. A mesura que l’activitat antirègim continuï progressant, tot indica que el paper de les minories ètniques tindrà un paper cada cop més important. El règim sap que si bé molts dels perses que dominen l’oposició iraniana odien el règim, encara odien més la idea de perdre el control de les províncies. Així, Teheran ja està apel·lant al sentiment nacionalista persa per intentar dividir l’oposició, afirmant que només el govern actual pot mantenir el control de les províncies. En jugar la carta ètnica, els mitjans de comunicació i els comptes de xarxes socials vinculats al Cos de la Guàrdia Revolucionària Iraniana han publicat mapes de l’Iran dividit en províncies ètniques, advertint a l’oposició nacionalista persa què podria passar si el règim cau. Igual que Rússia, l’Iran té la seva pròpia història imperial, de la qual un llegat és el tapís multiètnic repartit pel mapa de l’Iran. I de la mateixa manera que els analistes occidentals van ignorar en gran mesura l’aspecte imperial de les polítiques de Moscou, els observadors occidentals ara ignoren en gran mesura el component ètnic de la revolta contra el govern de Teheran.

Masih Alinejad The Beginning of the End of the Islamic Republic

L’onada de protestes a l’Iran en contra l’assassinat de la jove per no portar el Hijab correctament podria ser l’inici del final de la república Islàmica. Des de la revolució islàmica al 1979 les dones han quedat relegades a la categoria de ciutadanes de segona classe. Alinejad argumenta que la república Islàmica recau en tres pilars ideològics. L’antagonisme amb els EEUU, l’antagonisme amb Israel, i la misogínia institucional, especialment basada en l’obligació de les dones a ser cobertes per el hijab en espais públics, el que reforça un  lideratge clerical. Però a la mateixa vegada que això és un símbol de poder, també ho és de vulnerabilitat. L’autora fa una analogia amb el mur de Berlín com a símbol, una vegada el mur va caure també ho va fer el comunisme, el mateix que podria passar amb el hijab i la república islàmica. Des de la Revolució les autoritats del país, també conegudes com “autoritats de la moral” han utilitzat diverses tècniques per supervisar la vestimenta de les dones, bé sigui a través de videovigilància en espais públic o a través d’internet amb penes com a resposta de privació de drets socials, però aquestes mesures no han sigut capaces de parar a les dones d’oposar resistència. Els moviments a les xarxes socials han sigut clau, especialment el moviment My Stealthy Freedom amb el que els joves han compartit continguts d’abús de la policia de la moralitat. La posició dels Estats Units també es clau en aquest moment ja que arribar a qualsevol pacte o compromís amb Iran suposaria l’alliberament de bilions de dòlars a el govern Iranià, fundant les mateixes autoritats que estan cometent atrocitats. Com a alternativa, Biden s’hauria de comprometre a seguir  amb les negociacions del pacte nuclear sempre que les autoritats Iranianes  es comprometin a respectar els drets humans i no bloquejar Internet en el país.  Tot i això també hi ha la por latent de que si els EEUU recolzen massa a els protestants aquests puguin ser pintant-los com agents estrangers o estatunidencs, sent així més fàcil de clausurar-los. Finalment el poble iranià demana que Occident no els salvi del règim ja que l’última vegada, el president Obama va optar per pactar amb Khamenei en comptes de donar suport  al moviment pro democràcia Green Movement.

Denise Dresser Mexico’s Dying Democracy

Quan va prendre possessió del càrrec de president fa 4 anys, López Obrador va dir que lluitaria contra la corrupció profundament arrelada i eradicaria la pobresa persistent. Però en nom del seu programa, AMLO com és conegut ha eliminat els check and balances, ha debilitat les institucions autònomes i s’ha apoderat del control discrecional del pressupost. Argumentant que les forces policials no podien aturar la creixent inseguretat del país, les ha substituït per l’exèrcit i l’ha dotat d’un poder econòmic i polític sense precedents. Així doncs, les forces armades s’han convertit en un pilar de suport al govern. López Obrador sembla decidit a restaurar quelcom semblant a la regla del partit dominant que va caracteritzar la política mexicana des del 1929 fins al 2000, però amb un toc militaritzat. Tot i que malgrat aquests moviments qüestionables, el president i el seu partit, Morena, continuïn sent populars, la seva presidència i la trajectòria del país preocupen experts, activistes, partits de l’oposició i membres de la societat civil que van lluitar per desmantellar l’hegemonia de l’antic Partit Revolucionari Institucional (PRI), que va estar al poder durant 71 anys, i que ara defensen la transició de Mèxic cap a una democràcia multipartidista. Aquests crítics afirmen que López Obrador està polaritzant la població i posant en perill la incipient democràcia del país amb els seus atacs a les organitzacions de la societat civil, el seu desig de desmuntar les institucions clau i els seus atacs reiterats als mitjans i als membres de l’oposició. El seu manual d’estil és com els dels homes forts d’altres països, que argumenten que tenen massa limitacions al seu poder per efectuar els canvis necessaris, promoure la política participativa i desfer el país d’elits immorals i cobdicioses. La seva retòrica i les seves decisions polítiques han posat en perill les normes i les institucions democràtiques. Ha remodelat l’ecosistema polític mexicà de manera tan ràpida que la defensa de la democràcia s’ha tornat extremadament difícil, tant per als grups de la societat civil com per als partits de l’oposició. López Obrador està erosionant, de paraula i de fet, les normes i regles democràtiques que Mèxic havia desenvolupat des que el PRI va perdre el control del sistema polític. Nega la legitimitat dels seus oponents en considerar-los traïdors al país. Tolera la criminalitat i la violència per justificar la militarització del país. I ha mostrat la voluntat de restringir les llibertats civils dels crítics, inclosos els mitjans de comunicació. La democràcia es basa en regles, procediments i institucions, no en un líder dotat de suposades qualitats mítiques. El culte a la personalitat que ha promogut el president mexicà i les idees polaritzadores que ha escampat en l’esfera pública han creat un autèntic ambient de confrontació. La política mexicana està cada cop més alimentada per la por i el ressentiment en lloc del debat, la deliberació i els arguments basats en fets, i el discurs públic s’ha deslligat de qualsevol sentit del que és millor per al país. Mèxic té una llarga història de posar el seu destí en mans d’un president autoritari mentre va de crisi en crisi. Ara, López Obrador està portant el país cap a una cleptocràcia corrupta i sense llei.

The Economist Brazil’s next president will face a big, tricky in-tray

Des de les pàgines de The Economist s’adverteix que Brasil sembla haver perdut el rumb i que Jair Bolsonaro és alhora conseqüència i causa dels canvis que ha conegut el país al llarg de les dues darreres dècades. Així, una de les principals fonts del seu suport és el lobby de la indústria agroalimentària A la primera volta de les eleccions, va escombrar el centre-oest i els estats de São Paulo i Paraná, el cor de l’agricultura comercial. La seva guerra cultural contra l’esquerra és un símptoma d’un país dividit com ho demostra que el sertanejo, la música country brasilera estimada pels conservadors, estigui en auge. D’altra banda, Bolsonaro i el seu ministre d’Economia, Paulo Guedes, sempre han afirmat voler impulsar l’economia reduint la mida de l’estat. Però han aconseguit relativament pocs resultats més enllà de privatitzar parcialment el sector de d’electricitat i permetre la inversió privada en el tractament de l’aigua i clavegueram. El seu manifest per a un segon mandat inclou més privatitzacions, un atac a la burocràcia i aposta per inversions per a digitalitzar l’administració pública. Per la seva banda, Lula d’alguna manera, representa el Brasil industrial més antic però ell també s’ha convertit en una figura divisiva, adorat pels brasilers més pobres com a símbol de justícia social i odiat pels altres per la corrupció a gran escala que va florir sota el govern del PT (Partit dels Treballadors). Tot indica que Lula sap que no hi pot haver retorn al desarrollisme nacional ja que l’intent de Dilma Rousseff de reanimar-lo només va accelerar la desindustrialització. Un altre llast del país és que durant els seus primers 160 anys com a país independent, el Brasil va descuidar l’educació. L’any 1980 el treballador mitjà tenia menys de quatre anys d’escolaritat. Aquest període s’havia més que duplicat, fins a 9,3 anys, el 2018, segons l’institut d’estadística. Però la qualitat de l’ensenyament continua sent un problema. A les proves internacionals estandarditzades de Pisa el 2018, el Brasil va ocupar el lloc 66 de 77 països. Els joves brasilers de 15 anys van quedar enrere en lectura, ciències i sobretot matemàtiques. Bolsonaro va lliurar el ministeri d’educació a persones vinculades a les esglésies protestants evangèliques, una altra part fonamental de la seva base de suport. S’han interessat més a incorporar valors conservadors al currículum que no pas a millorar-ne la qualitat, i han retallat pressupostos. Els problemes de l’estat també són en part fiscals ja que la despesa pública s’aproxima al 40% del PIB. Aquesta és una proporció similar a la de molts països rics, però els brasilers reben serveis molt inferiors i, en general, l’estat dedica pocs recursos per eradicar la pobresa. Gairebé el 80% de la despesa es destina a nòmines i pensions, en comparació el 60% ( o més) que hi dediquen la majoria de països, mentre que la inversió pública és només el 2% del PIB. Tot i així, Brasil encara té grans fortaleses. Les seves abundants reserves alimentaris i energètiques són desitjades arreu del món. El seu govern compta amb préstecs principalment d’inversors locals, i no en moneda estrangera. La seva situació fiscal és menys greu que la de l’Argentina, per exemple. En definitiva, si Bolsonaro guanya i continua practicant la política d’enfrontament, el Brasil continuarà a la deriva i si ho fa el seu rival, Lula té una rara oportunitat de redempció personal. La pregunta és si sabria utilitzar-la per dur a terme les reformes que el Brasil necessita per esdevenir una economia potent al segle XXI.

Edwidge Danticat The Fight for Haiti’s Future

El primer ministre Ariel Henry ha demanat ajuda a forces externes .per la crisi humanitària i les bandes, però els locals tenen poca fe en intervencions estrangeres.  La setmana passada va haver- hi ha una reunió del Consell de Seguretat de la ONU sobre el desplegament de tropes estrangeres a Haití. Ha sigut el primer ministre qui ha demanat suport a tropes especialitzades, però també les forces estrangeres possiblement l’ajudarien a mantenir-se en el poder. La població del país no hi està conforme ja que des del mes d’agost hi han hagut varies protestes perquè resigni;  des que Henry està en el poder, ha pujat la inflació, els segrestos, els assassinats, i les bandes finançades per les elits. El caos i l’activitat de les bandes va incrementar exponencial del preu del gas, ja que el mes passat Henry va decidir incrementar fons pels programes del govern. La família G9 i els seus aliats, una federació de més d’una dotzena de les bandes més poderoses de Puerto Príncipe, va bloquejar la terminal petrolera més gran d’Haití, que conté el setanta per cent dels subministraments de combustible del país. El bloqueig ja es troba en la cinquena setmana i com a conseqüència la inseguretat alimentària creix a un ritme alarmant. L’aigua potable escasseja, i el còlera ha tornat a emergir a Port-au-Prince, creant el que un representant d’UNICEF ha anomenat una “bomba de rellotgeria” per a l’explosió de la malaltia a tot Haití. Finalment, si la demanda de Henry s’aprova, serà la cinquena vegada en menys d’un segle que Haití passa per una intervenció militar. Però de moment això encara està per veure, l’única resolució que s’ha aprovat és la sanció econòmica a Chérizier, el cap de la G9, congelant els seus béns i limitant la seva mobilitat internacional.

Mira Milosevich-Juaristi La guerra en Ucrania y los conflictos recientes en el espacio post soviético

En aquest article l’autora planteja què representen la guerra a Ucraïna i els conflictes recents a l’espai post soviètic. La represa de les hostilitats a Nagorno-Karabakh entre Armènia i Azerbaidjan i a la frontera del Kirguizistan i Tadjikistan, així com les tensions contínues en els conflictes congelats de Transnístria (a Moldàvia) i Ossètia del Sud i Abkhàzia (a Geòrgia), han posat de nou el focus sobre l’espai post soviètic, plantejant la qüestió de si la guerra a Ucraïna és la causa de les hostilitats recents i si podria tenir un efecte dòmino i crear més inestabilitat a la regió. Al seu parer, si d’una banda, la guerra a Ucraïna no és la causa de les hostilitats, perquè aquestes daten de molt abans, de l’altra, la invasió russa d’Ucraïna mostra com un conflicte congelat es pot convertir en una guerra. Per ara no ha exercit un efecte dòmino sobre altres conflictes congelats a la regió, però encara que un nou front dificultaria molt la posició de Vladimir Putin i el seu govern i potser ajudaria Ucraïna a guanyar la contesa, no convindria a la UE ni als EUA que el conflicte s’ampliï. Més que un efecte dòmino, el conflicte de Nagorno-Karabakh ha reflectit, des del 2020, la debilitat i la pèrdua d’influència de Rússia a l’espai post soviètic, que s’ha anat agreujant des del començament de la invasió d’Ucraïna que ha anat incrementant aquesta tendència. A més, les agressions de Rússia contra Geòrgia el 2008 i Ucraïna (des del 2014) han contribuït a la inestabilitat regional i han enfortit la resiliència nacional dels dos països contra el Kremlin. El suport de Vladímir Putin a Aleksandr Lukaixenko a Bielorússia ha incrementat el suport de la UE i els EUA a l’oposició bielorussa; i Turquia va exercir, a costa de Rússia, un paper prioritari en la resolució del conflicte de Nagorno-Karabakh ja el 2020. Tot i que els països de la regió segueixen veient a Rússia el garant de la seguretat a l’inestable Afganistan després de la retirada dels EUA, els últims esdeveniments demostren que li serà molt difícil mantenir la seva poca credibilitat i influència en un context de rivalitat o competència amb la UE, la Xina, Turquia i l’Iran.

Jamie Dettmer Russia’s breaking point: Putin pushes restive regions to the brink

Les minories ètniques de la Federació Russa, incloses les seves 22 repúbliques autònomes, així com altres territoris llunyans, o krais, fins i tot els d’ètnia majoritària russes, han vist protestes contra la mobilització parcial decretada per Putin. A mesura que la guerra de Putin ha fracassat davant de la resistència d’Ucraïna, i que augmenta el nombre de morts de l’exèrcit rus està creixent el ressentiment que es nodreix de fa temps dels greuges econòmics i polítics a la perifèria de la Federació Russa. L’augment de la inestabilitat econòmica i de l’empobriment, l’explotació dels recursos naturals només en benefici de Moscou, el fracàs per impulsar el desenvolupament i la inversió, una política negligent davant la contaminació i la degradació del medi ambient, són elements que no fa sinó incrementar els greuges i el malestar entre les minories ètniques. Moscou fa temps que està nerviosa per aquestes fissures internes. Pocs mesos abans que Putin desencadenés la seva ofensiva fallida contra Ucraïna, el ministre de Defensa rus, Sergei Shoigu, va fer una comparació amb Iugoslàvia, advertint que les pressions externes combinades amb les amenaces internes corren el risc de trencar la Federació Russa segons línies ètniques i religioses. En aquest context, hi ha alguns senyals de que les elits regionals poden començar a calcular que Moscou ja no seria capaç d’evitar unes secessions en cascada. Tot i que des del Kremlin s’assenyala que les prediccions de ruptura dels analistes occidentals són una prova que Occident està planejant dissoldre Rússia, la veritat és que els responsables polítics occidentals més aviat s’inquieten per la possibilitat d’una ruptura de Rússia i del seu arsenal nuclear, tement el caos que això desencadenaria i el potencial perill de desestabilització dels estats veïns.

Tony Barber Russia loses influence over the post-Soviet space

A mesura que Rússia topa amb més dificultats en la seva guerra contra Ucraïna, més sembla que el Kremlin està perdent influència sobre tot l’espai post soviètic, des de Moldàvia fins a Àsia central. El malestar és cada cop més pronunciat entre els veïns de Rússia (sense comptar Estònia, Letònia i Lituània, que ja són membres de la UE i l’OTAN). Tot i que Moldàvia i Geòrgia tenen regions separatistes recolzades per Moscou que les fan vulnerables a la pressió russa, Moldàvia ja ha presentat la seva candidatura a la UE i Geòrgia també aspira a unir-se al club. Pel que fa a Armènia i Azerbaidjan, s’han produït nous enfrontaments després de les guerres a principis dels anys noranta i el 2020. Però des de fa dues setmanes han sorgit alguns indicis que suggereixen que ambdós països podrien arribar a un acord de pau abans de finals d’aquest any. El punt realment interessant és que qualsevol solució ja no passaria per Rússia, l’agent de poder tradicional al sud del Caucas, sinó amb l’ajuda de la UE i dels EUA. Armènia, en particular, està molt desil·lusionada amb Moscou i cada vegada busca més el suport occidental. Aquest no és l’únic senyal que l’OTSC (Organització del Tractat de Seguretat Col·lectiva) –que, des del punt de vista de Moscou, és un instrument per exercir influència sobre els seus veïns– està afrontant una seriosa crisi, canviant completament la situació del mes de gener, quan l’OTSC va exercir el seu mecanisme de defensa col·lectiva per primera vegada des de la creació del bloc als anys noranta. A petició del president del Kazakhstan Kassym-Jomart Tokaiev, una força liderada per Rússia va entrar al seu país en resposta als disturbis polítics en què van morir més de 200 persones. En aquell moment semblava que la dependència de Tokaiev de l’ajuda russa el pogués convertir en un soci menor de Putin. De fet, no ha passat res d’això. Tokaiev es nega a donar suport a l’atac a Ucraïna i ha denunciat reiterades vegades les amenaces dels funcionaris russos i de les personalitats públiques que amenacen Kazakhstan. A més, com que un gran nombre de migrants d’Àsia central treballen a Rússia, la por s’ha estès per tota la regió que es podrien veure afectats per la mobilització parcial decretada per Putin. En darrer terme, si la Unió Soviètica no es va col·lapsar a finals de 1991, sinó que va entrar en un procés llarg, complex i contradictori d’una gradual desintegració imperial, la invasió d’Ucraïna pot ser l’últim acte del drama de 30 anys d’una Rússia empantanegada en el seu llegat imperial.

Ido Vock Russia is trying to engineer a humanitarian crisis in Ukraine

Ido Vock, corresponsal del New Stateman a Ucraïna, relata com Rússia està destruint infraestructures energètiques crítiques com a resposta als avenços militars  ucraïnesos. Un terç de les plantes energètiques estan inoperatives pels atacs russos que cauen sobre les infraestructures energètiques des de setembre. Els ucraïnesos s’estan preparant per talls en el subministrament d’aigua i apagades elèctriques. Els atacs de Rússia amb artilleria pesada i armes provinents de l’Iran, concretament en dron kamikaze Shahed-136, tenen l’objectiu de penalitzar als ciutadans ucraïnesos durant l’hivern. Els hiverns a Ucraïna solen tenir temperatures per sota els 0 graus, i poden arribar a -20°C. Per tant, els atacs estan destinats a disminuir la moral de la població vivint al centre i l’oest del país. Aquests, havien vist un cert retorn a la normalitat que ara es veurà perjudicat per necessitat de prioritzar l’abastament de recursos a l’exèrcit. Aquesta estratègia, però, reflecteix la retirada russa tant al terreny com amb les seves intencions de trencar la unitat europea. Els ucraïnesos, argumenta l’autor, també resistiran aquesta ofensiva. Una conseqüència pot ser que més ucraïnesos es vegin obligats a deixar el país si les condicions empitjoren. Europa, per la seva banda, també veurà un increment en el cost de l’energia si la producció elèctrica ucraïnesa acaba parcialment destruïda.

Jennifer Mathers Belarus is not yet committed to a closer military partnership with Russia – here’s why

Segons alguns analistes Bielorússia podria estar més a prop de tenir una participació més activa en la guerra a Ucraïna. El president bielorús, Alexander Lukaixenko, va anunciar recentment que les tropes de Bielorússia i Rússia formarien una nova agrupació regional conjunta prop de la frontera entre Bielorússia i Ucraïna. Lukaixenko va afirmar que aquest pas estava justificat per defensar Bielorússia d’un possible atac per part d’Ucraïna. Però l’autora afirma que hi ha alguns indicis que apunten a que Lukaixenko encara està ponderant la decisió. Tot i que els beneficis per a Vladimir Putin de tenir Bielorússia més directament involucrada en la guerra d’Ucraïna són evidents, l’interès de Lukaixenko a unir-se a Rússia en una guerra contra Ucraïna, un enemic amb poderosos defensors i aliats a l’Oest, és menys evident. Aconseguir la implicació de les forces militars d’un altre estat al costat de Moscou seria una victòria simbòlica per a Putin. També augmentaria la pressió sobre les forces d’Ucraïna mentre es concentren a recuperar el territori ocupat per Rússia, especialment a les quatre regions recentment annexionades per Rússia –Donetsk, Luhansk, Kherson i Zaporizhzhia– i ara sota la llei marcial. Però per a Lukaixenko, acceptar desplegar soldats bielorussos seria un gran pas. A diferència dels serveis de seguretat, les forces armades bielorusses es basen essencialment en reclutes i és probable aquests que reflecteixin les opinions diverses de la societat civil. Així, les enquestes independents d’opinió pública a Bielorússia mostren que menys del 10% dels bielorussos donen suport a enviar els seus propis soldats a lluitar a Ucraïna. En aquest sentit, convertir Bielorússia en un combatent podria provocar protestes massives que generarien agitació en un entorn polític intern que Lukaixenko sembla disposat a mantenir en calma. També seria possible que els soldats bielorussos es rendissin o fins i tot canviessin de bàndol a la primera oportunitat. A més, alguns moviments recents suggereixen que Lukaixenko encara està buscant establir relacions, tant a casa com a l’estranger, que el deixen menys dependent de Moscou, i que definitivament descartarien el desplegament de tropes a Ucraïna.

Isaac Chotiner Vladimir Putin’s Place in the Culture Wars

Isaac Chotiner entrevista Christofer Caldwell per a la revista The New Yorker. Caldwell és un conegut activista, periodista i escriptor d’extrema dreta. Ha donat suport a Donald Trump, Viktor Orbán i Putin, entre d’altres.  A l’entrevista s’hi tracten temes com la negació dels resultats de les eleccions nord-americanes de 2020 o el rol de Putin en la internacional d’extrema dreta. En primer lloc, s’hi tracta la manera com s’han caracteritzat els votants de Trump, Caldwell opina que la caracterització com conspiracionistes i insensats és falsa. La opinió de que les eleccions no van ser lo suficientment correctes no és inconstitucional. Ell argumenta que s’han de diferenciar accions i opinions. No obstant, argumenta l’entrevistador, més d’un 70% de l’electorat republicà creu en aquests fets falsos, i quan es tracte de càrrecs electes la línia entre el discurs i l’acció és discutible. En definitiva, Caldwell assumeix que l’extensió de la idea que les eleccions van ser “robades” és un problema, però defensa la legitimitat de pensar-ho degut a que les mesures per la covid-19 van alterar fonamentalment la manera de votar. Amb aquests nous fets, nous riscos poden aparèixer, i és normal que el perdedor no accepti els resultats. A més, addueix l’entrevistat, els demòcrates també van defensar arguments semblants després de l’elecció de 2016. En política no pots dir als teus votants que estan bojos o que son estúpids. A més, la pròpia dinàmica radicalitzant de les primàries fa que els candidats diguin coses encara que no les pensin. Cladwell no sap com sortir-se’n d’aquestes dinàmiques. Sempre hi ha hagut manipulació en política, per ambdues parts. Potser aquest cop és en un tema més rellevant per la democràcia. Chotiner també pregunta sobre la seva afinitat a Putin i els desenvolupaments de la guerra d’Ucraïna. Molts conservadors als EUA han vist a Putin i a Europa de l’Est des de el prisma de les “guerres culturals” que es lluiten als EUA. Això es degut als enfrontaments amb grups feministes i lleis contra la homosexualitat. Putin és l’exemple d’home d’estat clàssic i exitós. Va recuperar l’economia russa al nivell previ a Ieltsin i ha defensat fins ara la idea de sobirania nacional. Caldwell, però, dubta si aquest prestigi es podrà mantenir després de la Guerra d’Ucraïna. L’entrevistat també argumenta que respecte les violacions dels drets LGTB Putin respecta la sensibilitat russa, no com a Europa o els EUA, que molts d’aquests assumptes han estat decidits per Corts Constitucionals. Caldwell no contra-argumenta quan l’entrevistador li recorda que Putin fa temps que no és escollit per eleccions lliures i democràtiques i, per tant, no té tampoc la legitimitat del poble. Respecte la guerra d’Ucraïna, no creu que Putin vulgui reconstruir un imperi tsarista. Argumenta que masses cops es presenten les seves decisions de caire psicopàtic i no estratègic. En part, argumenta Caldwell, Putin comença la guerra per evitar que Ucraïna entri a la OTAN. No obstant, degut a les característiques demogràfiques de Rússia, serà molt difícil que guanyi aquesta guerra. Ell intentava fer un cop ràpid que provoqués un canvi de govern, però al estancar-se la invasió, s’ha convertit en una guerra que no pot guanyar. Segons Cladwell, Crimea és necessària per la supervivència de Rússia, al menys des de la visió de Putin. Si es donessin garanties que Crimea seguiria sent russa, Putin acceptaria deixar les armes. Depenent de com acabi la guerra, iniciar la invasió haurà estat un gran error estratègic per Putin.

Lucian Kim Why the World Should Be Worried About Chechnya

L’autor afirma que el petit territori i el seu líder representen el millor exemple de la fragilitat de la federació multiètnica de Rússia. Aparentment, Kadírov envia el missatge que Txetxènia, que va pagar tan car el seu intent de secessió als anys noranta, és ara és ara el seu aliat més lleial. Però seria un error veure les demostracions públiques de fidelitat de Kadírov com un signe de la pacificació exitosa de Txetxènia per part de Rússia. Txetxènia, com la majoria de les 80 regions de Rússia, depèn de la generositat del Kremlin en la redistribució dels ingressos del petroli i el gas. Però com més mà d’obra i diners gasta Putin en la guerra d’Ucraïna, menor és el control de les províncies llunyanes de Rússia. Si el projecte de construcció de l’imperi de Putin fracassa, Txetxènia podria tornar a convertir-se en una font d’inestabilitat per a l’estat rus. Així mateix, des de la invasió d’Ucraïna, el Kremlin ha enviat al front de manera desproporcionada tropes de regions empobrides amb minories ètniques: des del Caucas del Nord fins a províncies com Buriàtia i Tuva, que limiten amb Mongòlia. Quan Putin va anunciar la mobilització parcial al setembre, van esclatar protestes al Daguestan i Iakútia, al nord-est de Sibèria, obligant els líders regionals a prometre enviar a casa homes que havien estat cridats “per error”. Mentre segueixi finançant les regions, el Kremlin pot frenar les manifestacions però si els pagaments de benestar social s’aturen les protestes es podrien generalitzar, i no només al Caucas. Això no vol dir, però, que les regions de Rússia, especialment les del Caucas del Nord, estiguin a punt de trencar amb Moscou ja que la vertical de poder del president rus manté els líders regionals dependents del suport financer i polític. El règim colonial de Rússia s’ha estabilitzat al nord del Caucas en tant que les elits regionals han passat a formar part del sistema i veuen el seu futur juntament amb el règim. En aquest context, Kadírov, conscient del descontentament popular amb l’anunci de la mobilització, va anunciar que Rússia ja tenia prou homes uniformats a les forces de l’ordre per derrotar qualsevol exèrcit occidental. També va criticar el lideratge militar rus pels fracassos en el camp de batalla i l’alliberament de presoners de guerra ucraïnesos d’alt perfil en un intercanvi de presoners que gairebé segurament va ser aprovat per Putin. La naturalesa molt personal de la relació de Kadírov amb Putin suggereix que la lleialtat de Kadírov al Kremlin està condicionada a que Putin es mantingui al poder. Així doncs, el futur de Rússia podria dependre del que farà Kadyrov quan el seu mecenes desaparegui, ja que tot indica que si el caos esclata al Kremlin, Kadírov serà el primer a declarar la independència. Tanmateix, el principal risc per a la unitat de Rússia no prové de les regions en si, sinó de les decisions que el Kremlin pren al seu respecte. Quan el govern central es quedi sense diners degut a  la guerra i als efectes de les sancions internacionals, es veurà obligat a plantejar-se nous models de convivència. En efecte, la base econòmica que dóna suport a un estat híper centralitzat i unitari ha quedat completament minada, i les grans transformacions són inevitables: federalització dura o suau, regionalització fins al col·lapse”. El successor de Putin s0haurà de preocupar més per mantenir unida Rússia que no de conquerir nous territoris.

Robert Kaplan Si cae, Rusia se podría desmembrar como la antigua Yugoslavia

El politòleg Robert Kaplan afirma que vivim en una època en què s’ataca constantment els imperis, però cal recordar que la major part de la història existeix sota un imperi o un altre. La Unió Europea és una mena d’imperi bo i benèvol. Les decisions es prenen a Brussel·les i afecten Grècia, Bulgària, Espanya. És molt imperial. La visió de Kaplan és que Europa s’ha d’expandir als Balcans occidentals. És la manera de resoldre les qüestions ètniques nacionals. En aquest sentit, si la Unió Europea no existís, s’hauria d’inventar perquè és l’única manera de tenir prosperitat econòmica i pau. I té un mite fundacional, i és que Europa sempre s’expandeix i les àrees properes es fan més democràtiques i eficients. No hi ha substitut per a la Unió Europea. Hem passat l’edat dels imperis, i només ens enfoquem a la seva maldat, però hi haurà una reavaluació de les coses bones, i una és el cosmopolitisme, que no és nacional en termes d’un llenguatge o una raça. El populisme és una reacció a la globalització, que trenca les fronteres i erosiona les històries nacionals. L’edat del populisme, però, se superarà perquè la globalització és imparable. Només cal observar la manera com vivim ara. Kaplan també assenyala que la Xina té una visió a llarg termini i ajudarà a determinar la personalitat de l’Adriàtic. Sembla que s’està convertint en un país més autoritari i agressiu, però els xinesos també són molt bons en els negocis, no són com els russos. Respecte a la guerra d’Ucraïna, afirma que ignora com s’acabarà el conflicte, perquè en definitiva és una guerra sobre polítiques, i el gran assumpte és si tindrà efecte en la política de Moscou. Rússia sempre ha estat més caòtica que la Xina i aquesta guerra podrà tenir efecte als Balcans. Lenin va deixar una frase que diu que poden passar dècades i no passar res, i després poden passar setmanes i dècades, i succeeixen. El que ens porti l’hivern pot afectar la història d’Europa i Rússia per als propers vint anys. També apunta a la influència de la retirada dels Estats Units de l’Afganistan sobre els esdeveniments actuals. Putin va pensar que el president Biden era feble quan de fet aquesta retirada ho va reforçar. Putin va fer una lectura equivocada. Si no s’hagués produït la retirada de l’Afganistan, Putin no hauria envaït Ucraïna. Finalment, adverteix que, si cau Putin, Rússia es podria desmembrar com l’antiga Iugoslàvia. Rússia no està ben institucionalitzada com la Xina. Si es posa malalt Xi Jinping, demà hi haurà un nou president, elegit metòdicament. A Rússia, no hi ha res més enllà de Putin. Si caigués, hi hauria alguna cosa desordenada i sagnant.

Catalunya, España, Europa

Nicoletta Pirozzi Realising Europe’s geopolitical vocation

L’autora reflexiona sobre l’idea de si la Comunitat Política Europea podria ser la medul·la d’una nova arquitectura de seguretat d’Europa. Després de que la guerra torni a estar present en territori europeu, sembla ser que Europa està redescobrint els seus interessos geopolítics. La UE ha après que dependre de altres organitzacions per defensar-se posa en risc la seva integritat,  però com organitzar aquesta nova arquitectura de seguretat encara segueix sent un dilema. Amb Rússia com a enemic,  Xina com a competència econòmica , i molts països del sud global aixecant crítiques sobre el model de la UE, la unió només podrà aliar-se amb els seus veïns. Però la perspectiva d’adhesió que representa una poderosa arma per la política exterior, ara presenta problemàtiques ja que moltes regions i països han quedat exclosos, fent així que cada vegada la unió tingui menys pes en Europa, deixant espai perquè actors amb més poder ocupin el seu lloc, creant crisi i conflicte. L’oportunitat de l’organització neix de la guerra d’Ucraïna  i altres problemàtiques de seguretat i energia, però els promotors del projecte han hagut d’aclarir alguns aspectes introduir alguns canvis al pla per fer-lo atractiu als socis clau. El CPE no serà un substitut de l’ampliació, ni s’institucionalitzarà ni es solaparà amb altres organitzacions paneuropees, especialment l’Organització per a la Seguretat i la Cooperació a Europa i el Consell d’Europa. Segons l’autora hi han dues visions diferents de l’EPC, una crear un espai polític per mantenir els veïns de la UE ancorats a ella encara que  aleshores la manca d’institucionalització podria ser un problema. L’altra, utilitzar el CPE per unir Europa contra Rússia, en un intent d’abordar qüestions urgents i preocupacions de seguretat a llarg termini. Els interessos, més que els valors i les normes compartides, proporcionarien aleshores una plataforma comuna. No obstant, tot i que això serveix molt bé a la urgència del moment, és menys convincent com a recepta per a les fases posteriors. És difícil veure com la CPE podria evolucionar des d’un intercanvi inicial d’informació sobre Ucraïna fins a una cosa significativa per al futur d’Europa. Per tant, ara mateix, la tasca més important per a la UE és desenvolupar una visió clara del que està en joc. Sense una direcció clara, fins i tot les invencions polítiques aparentment més intel·ligents poden resultar contraproduents.

Federico Ottavio Reho et al. A geopolitical Europe must respect national diversity

Les intencions de Putin amb la mobilització massiva in la intensificació de les amenaces nuclears té també com a objectiu trencar la unitat europea. Putin està apostant a aquesta carta i és per aquesta raó que intenta augmentar els preus de la energia, així causant inestabilitat que acabi repercutint contra la legitimitat de Brussel·les. No obstant, argumenten els autors, aquesta visió no té en compte l’augment del suport per la UE entre els ciutadans dels països membres. Des d’aquesta perspectiva, la UE està creant un escut multi-nivell en què els països poden treballar en termes geopolítics conjuntament mentre protegeixen la ciutadania de la inestabilitat. L’agressió russa està accelerant aquest procés. Aquesta teoria es veu recolzada per les troballes d’una enquesta pública feta pel Wilfred Martens Centre for European Studies. Aquestes mostren un augment del suport a la despesa en defensa i als valors i projecte comú europeu. Una de les altres preocupacions i prioritats és l’acció conjunta en termes de prevenció del canvi climàtic i la competència econòmica deslleial. S’està creant un “momentum” d’una Europa protectora. No obstant, aquesta idea tampoc apunta cap a ala voluntat de crear uns Estats Units d’Europa, sinó un suport cap a la unitat en termes de política exterior i el respecte de les diversitat de sensibilitats en termes interns. Econòmicament, segueixen existint grans diferències entre la voluntat dels països del nord i els del sud, estant els primers en contra d’una Unió que impliqui transferències. Així mateix, greus diferències en termes de respecte per l’imperi de la llei, les trobem amb els casos d’Hongria i Polònia. A més, trobem molts desacords en termes morals sobre temes com els drets LGTB o l’acollida de refugiats. La tria entre més o menys Europa, argumenten els autors, no és certa donades les circumstàncies. Actualment, s’està formant la doble idea d’orgull nacional i admiració per la defensa de la UE. Així doncs, la UE ha de buscar la unitat respectant la diversitat. La Unió ha de resistir al xantatge de Putin, incrementar les seves capacitats i defensar un Pacte Verd que no afecti al nivell de vida dels ciutadans. En definitiva, el futur de la UE depèn de poder pivotar del debat entre més o menys Europa cap un model d’unitat que protegeix la integritat i la autonomia dels seus membres.

European Commission 5 reasons why Cohesion Policy is strategic for Europe

La Comissió Europa assenyala que la Política de Cohesió és la principal eina d’inversió d’Europa, amb un total pressupost de mig bilió d’euros per al període 2021-2027. Ha estat una de les eines principals en la lluita contra els impactes de la COVID-19, i per respondre a les conseqüències socials i econòmiques de l’agressió de Rússia contra Ucraïna ,i jugarà un paper clau. paper en l’abordatge de la crisi energètica donant suport a les pimes i les llars vulnerables. Aquestes respostes a les crisis responen als objectius a llarg termini de permetre als països de la UE reduir la seva dependència dels combustibles fòssils importats i preparar Europa per a les properes etapes de la societat verda i digital, tot garantint la cohesió econòmica i social. En aquest sentit, es destaquen cinc aspectes principals de la Política de Cohesió: 1. La seguretat energètica i el Green Deal en tant que ja durant els darrers 15 anys, la política de cohesió ha estat la principal eina d’inversió de la UE en estalvi energètic, desenvolupament d’energies renovables, infraestructures energètiques i xarxes de gas. 2. Serveis de banda ampla i digitals per a tots els europeus. Gràcies a les inversions de la política de cohesió, Europa és avui més apta per a l’era digital. Les inversions digitals tenen com a objectiu superar els aspectes socials, econòmics i geogràfics de la bretxa digital, deixant que totes i cadascuna de les regions de la UE aprofitin els beneficis de la digitalització. 3. Que ningú a Europa es quedi enrere. La transició verda i digital està en marxa, però només funcionarà per a persones i empreses quan sigui justa. 4. Salvaguarda de l’equilibri social ja que proporcionar una base per a la prosperitat i el benestar de les persones significa crear llocs de treball i donar suport a aquells que necessiten adquirir noves habilitats. Aquest és el nucli de l’economia social de mercat de la UE i, per tant, de l’acció de la política de cohesió. 5. Instrument de convergència del PIB. La política de cohesió permet a les regions menys desenvolupades d’Europa créixer i aprofitar les oportunitats que ofereix el mercat interior. El 2019, els països d’Europa central i oriental que es van convertir en membres de la UE després del 2004 han reduït la diferència entre el seu PIB i la mitjana de la UE del 41% al 23%.

The Economist Europe’s ambivalence over globalisation veers towards scepticism

La secció sobre política europea de The Economist argumenta que Europa està entrant en un nou moment més proteccionista. Tres quarts des europeus diuen estar a favor del lliure comerç i la globalització. No obstant, mirant a les enquestes també descobrim que més ciutadans estan a favor del proteccionisme que en contra. Aquestes contradiccions, argumenta l’autor, es reflecteixen en la política econòmica de la UE. Tot i que existeix, majorment, lliure comerç i circulació de capitals, comencen a haver-hi dubtes. La guerra d’Ucraïna i l’augment de les tensions globals estan causant preguntes en els reguladors sobre la idoneïtat de dependre externament de qualsevol país, siguin els EUA o la Xina. En aquest sentit, Europa s’estaria convertint més “francesa”. El concepte de l’autonomia estratègica, és a dir, reduir la dependència exterior en matèries estratègiques com els semi-conductors, les bateries o el menjar, estaria guanyant posicions dins del vell continent. Per alguns, aquesta idea té únicament la intenció de beneficiar les empreses franceses que poguessin convertir-se en gegants dins el mercat europeu. Aquestes idees han tingut històricament oposició en els altres estats membres. Tant Holanda, els països Escandinaus, Irlanda s’hi ha oposat. També Alemanya, amb una economia industrial exportadora i el Regne Unit han estat en contra. A més, la Comissió Europea i els buròcrates encarregats de negociar els tractats comercials, han format un estat profund liberal. Tanmateix, els crítics de l’autonomia estratègica han anat caient. El Regne Unit sortí de la UE i la pandèmia i el creixement de la Xina han canviat les opinions de la resta. La UE està començant plans per implementar un aranzel verd i s’estan subvencionant semi-conductors europeus. La pandèmia ha canviat completament el mapa i les opinions polítiques. Els subsidis a la indústria ja estan començant a augmentar i aquesta tendència estatista s’observa arreu del món. Les tesis liberals que el comerç portaria la democràcia s’han provat falses, per desgràcia dels alemanys i els europeus i, sembla ser, que els països membres cada cop demanen un capitalisme à la française.

Pol Morillas La comunidad (geo)política europea. ¿Más de lo que parece?

La cimera inaugural de la Comunitat Política Europea (CPE) celebrada a principis d’octubre es percep com un esforç per mantenir la unitat de tota la població europea —de països pertanyents o no a la Unió Europea— contra els propòsits revisionistes i les polítiques agressives de Rússia. Tot i això, el sorgiment de la CPE torna a posar en relleu els interminables debats sobre la integració diferenciada i una Europa de cercles concèntrics. Els líders europeus s’han afanyat a acoblar l’agressió de Rússia contra Ucraïna amb el naixement d’una Unió Europea geopolítica. La resposta de la UE a la guerra ha estat un èxit en múltiples esferes de la política exterior, seguretat i defensa. S’han adoptat paquets de sancions contra Rússia amb un grau d’unitat notable, fins i tot per part de l’Hongria d’Orbán, que continua combinant les negociacions a Brussel·les amb la proximitat a Moscou. S’han aconseguit progressos notables també a nivell energètic, reduint la dependència del gas rus a menys del 10% (quan abans e la guerra era de més de 40%). En l’àmbit de la seguretat i la defensa, la UE, que es manté unida al voltant de la resposta de l’OTAN, ha proporcionat armes a Ucraïna. Molts estats membres han augmentat considerablement les capacitats de defensa, la inversió militar i els recursos. I, encara que la majoria del material militar enviat a Ucraïna procedeix dels Estats Units i el Regne Unit, la UE ha enfortit la unitat d’Occident oferint a Ucraïna la seva admissió com a membre del bloc. Tot i això, hi ha moltes incògnites conegudes en la futura consolidació d’una Unió geopolítica. Algunes capitals europees dubten a proporcionar un suport total a Ucraïna en cas que la guerra d’agressió de Rússia s’intensifiqui encara més i augmenti el risc d’un enfrontament nuclear. Estats membres com França i Alemanya tendeixen a creure en la necessitat futura d’algun tipus d’acord polític amb Rússia, mentre que Europa Oriental i els estats bàltics estan convençuts que, els propers anys, Rússia continuarà representant una amenaça existencial per a la seva seguretat nacional. És probable que la fractura entre els defensors de la pau i els defensors de la justícia respecte a Rússia empitjori en els futurs debats de política exterior de la UE. Finalment, el reforçament de l’OTAN i el seu paper com a garantia més eficaç de seguretat per als europeus (especialment quan Finlàndia i Suècia es converteixin en membres de ple dret) podria desviar l’atenció de l’autonomia estratègica en matèria de seguretat i defensa, si més no segons el parer dels polítics de la UE més atlantistes. En darrer terme, el sorgiment de la CPE torna a posar en relleu els interminables debats sobre la integració diferenciada i una Europa de cercles concèntrics. La UE s’ha ampliat alhora que ha continuat integrant els seus diferents àmbits polítics, però cal una major flexibilitat en la presa de decisions pel fet que els estats membres cada vegada més converteixen el seu poder de veto i la norma de la unanimitat en armes per perseguir interessos purament nacionals. Fins ara, no s’han registrat gaires avenços en la reforma de la UE en el sentit de la integració diferenciada, però és probable que la CPE revitalitzi la idea dels cercles d’integració exteriors i interiors, en funció de la disposició i la capacitat de els estats membres per a una major integració.

Stuart Lau et al. EU rings alarm bell on China — but isn’t sure how to respond

Un dia abans que acabés el XX Congrés del Partit Comunista Xinès i ratifiqués Xi Jinping pràcticament com a líder vitalici, els líders de la UE van començar oficialment un replantejament col·lectiu sobre la relació cada cop més tensa del bloc europeu amb la Xina. En una conversa de tres hores, els 27 líders de la UE van prendre la paraula un per un a la reunió del Consell Europeu a Brussel·les per expressar la seva creixent preocupació respecte de les relacions amb la Xina. Però tot i que el diagnòstic va ser unànime -Pequín s’ha tornat cada cop més bel·licista tant en el front militar com econòmic mentre ha acostat posicions amb Rússia – les solucions proposades han estat molt diferents. Alguns líders van equiparar la situació amb la mala lectura que va fer la UE de la seva relació amb Rússia, mentre que altres, tot i evitar el paral·lelisme directe, proposen tanmateix que la UE redueixi la seva dependència de la tecnologia i de les matèries primeres xineses. Després hi va els qui, com el canceller alemany Olaf Scholz, insisteixen que la UE ha de seguir sent un referent del comerç mundial, fins i tot amb la Xina. Les diferents opinions reflecteixen les dificultats a les quals la UE s’enfrontarà en els propers anys a mesura que la Xina passa d’una amenaça creixent a una amenaça imminent. A més, com sempre ha estat el cas, els països de la UE estan en desacord sobre fins a quin punt s’han d’arrenglerar amb la posició dels Estats Units, sobretot després que l’administració del president Joe Biden caracteritzés la Xina com el “repte geopolític més important” del seu país. Així per exemple, el primer ministre holandès Mark Rutte, tot i donar suport a les crides a treballar amb els Estats Units en matèria de desenvolupament tecnològic, va advertir sobre l’americanització d’Europa en la gestió de les relacions amb la Xina i va subratllar que és important que Europa funcioni amb la màxima confiança en si mateixa, però també de manera independent, i que hi hagi igualtat i reciprocitat, de manera a no convertir-se en una mena d’extensió d’Amèrica sinó a mantenir una política pròpia respecte de la Xina.

María G. Zornoza Francia-Alemania y Hungría-Polonia: la guerra en Ucrania desgasta las alianzas tradicionales de la UE

Les conseqüències de la invasió russa  han provocat un canvi d’equilibris en les aliances tradicionals del bloc comunitari. Així, la tradicional germandat entre les dues principals potències europees –França i Alemanya- travessa les hores més baixes dels últims temps. La guerra a Ucraïna ha desembocat en una guerra energètica al si d’Europa i Alemanya i França tenen uns contextos energètics molt diferents. El primer, altament vinculat al carbó; el segon, a les fonts nuclears. Els seus intents de protegir aquests sectors estratègics també han estat una font de conflicte. L’últim ha estat la negativa de Macron al projecte de MidCat, que va ser revitalitzat després de les trucades de Scholz per activar un projecte que podria abastir de gas una Alemanya que anhela desprendre’s dels hidrocarburs russos. Finalment, Macron ha cedit a engegar el BarMar –connectant Barcelona i Marsella per gasoducte submarí–. D’altra banda, les tensions en l’eix franco-alemany es produeixen en un moment en què la UE pateix una crisi de lideratge. La marxa de Mario Draghi, que cedeix el testimoni a la ultradretana Giorgia Meloni als comandaments de la tercera economia de l’Eurozona, coincideix amb un Macron que va perdent la seva força inicial i una cancelleria alemanya molt allunyada de la capacitat de lideratge europeu i internacional que va mostrar Angela Merkel. Però les relacions entre els rebels Hongria i Polònia també han patit les conseqüències de la guerra a Ucraïna. Varsòvia és la capital més agressiva contra Putin mentre que Budapest és la més propera al Kremlin. Mentre que els polonesos acolliran la seu de la missió d’entrenament militar per a l’exèrcit ucraïnès, han obert les portes a més de tres milions de refugiats ucraïnesos o són dels que més armes envien a Kíev, els hongaresos no participen a la missió, es mostren públicament en contra de les sancions europees contra Rússia i no envien material bèl·lic a Ucraïna. Així doncs, el conflicte a Ucraïna està tenint moltes conseqüències en el bloc comunitari: energètiques, econòmiques, geopolítiques i de redefinició d’equilibris a la taula del Consell Europeu. Les aliances històriques busquen el seu encaix en el conflicte bèl·lic. Tot i que és fàcil preveure que tant França i Alemanya trobin el punt en comú per no debilitar la UE, també és difícil pronosticar que Hongria i Polònia prenguin camins diferents a l’hora de donar-se suport en el pols que mantenen amb Brussel·les pels drets i els valors fonamentals.

Matthew Flinders Liz Truss resigns as prime minister: the five causes of her downfall explained

Quan Boris Johnson va abandonar el número 10 de Downing Street, el Regne Unit va tenir la sensació que arribava l’hora de l’estabilitat, la competència i els beneficis d’un polític avorrit que pogués estabilitzar el rumb de l’Estat. Però els equilibris de Truss han demostrat ser notablement inestables. Truss va començar com a primera ministra al setembre, proposant una agenda radical que, al seu entendre, estava dissenyada per impulsar el creixement econòmic. Però va haver de retractar-se d’aquests plans gairebé immediatament després que passés tot el contrari. Les seves propostes van desencadenar un col·lapse econòmic immediat del qual mai no es va recuperar. La brevetat del seu mandat fa que sigui relativament fàcil resumir en què es va equivocar. L’autor suggereix que hi va haver cinc elements clau en el seu ascens i posterior caiguda. En primer lloc, una política pobra. Truss va practicar una política equivocada des del principi del seu mandat. Es va negar a nomenar ningú al govern que no hagués donat suport a la seva campanya, la qual cosa la va deixar amb una reserva limitada de talent. La seva postura de “amb mi o contra mi” (i als enemics ni aigua) li va atorgar fama de revengista. No va ser un bon començament. Hi havia una evident falta de talent al seu gabinet i, després de menys de dos mesos al càrrec, va haver de cessar el ministre d’Economia i la ministra de l’Interior, els dos càrrecs més importants del govern després del primer ministre. En segon lloc, un procés de selecció deficient. Però les esquerdes havien sorgit fins i tot abans que Truss assumís el càrrec, com a resultat directe de la manera com el Partit Conservador elegeix els seus líders. Truss va arribar a la ronda final de la contesa més per descart que per una altra cosa i no va comptar amb el suport entusiasta del seu grup parlamentari. Per aconseguir el lideratge, es va vendre als membres del seu partit oferint-los polítiques fiscals adaptades a les seves necessitats, en comptes de reflectir les necessitats o les prioritats del país en general. Va adoptar un incòmode perfil thatcherià i una estratègia per recuperar el suport de diputats i militants del Partit Conservador. L’efecte generat va ser el d’una nova primera ministra desalineada tant amb el públic com amb els seus coreligionaris. Tercer, una gestió fallida. El desfasament va quedar clar des del moment que es va anunciar l’automutilat minipressupost de Truss. Eliminar les barreres als bonus dels banquers i reduir els impostos a les empreses mai no seria ben rebut en plena crisi del cost de la vida. La seva anàlisi era errònia. Quart, una posada en escena pobra. La política no deixa de ser un assumpte comunicació, connexió i empatia. La intel·ligència més rellevant per a un primer ministre no és la intel·lectual o la financera, sinó l’emocional. El fet és que Truss mai no va mostrar ser capaç de connectar amb la ciutadania. Les respostes a les entrevistes eren sempre massa mecàniques, el llenguatge corporal massa encarcarat Finalment, un posicionament pobre. Si el que ha passat amb Truss revela alguna cosa és cert perill de la constitució britànica. Continua sent una constitució que concentra el poder i en què un nombre increïblement petit de persones pot prendre decisions molt rellevants amb molt poc o cap control. El seu menyspreu per l’Oficina de Responsabilitat Pressupostària n’és un exemple. En darrer terme, és inevitable plantejar-se si la seva experiència és símptoma d’un problema molt més gran. És massa fàcil donar la culpa a Truss ja que el darrer mes ha posat de manifest que la política britànica no té objectius, imaginació i visió de futur. En un context post-brexit, omplir aquest buit ha de ser la principal preocupació de qualsevol que decideixi acceptar les claus del número 10 de Downing Street.

Cinzia Sciuto Sovranismo e reazione al governo

La nova primera ministra italiana Giorgia Meloni ha decidit canviar els noms d’alguns dels ministeris de manera significativa. Alguns exemple d’aquestes caracteritzacions són “Made in Italy” per el ministeri de desenvolupament econòmic, “seguretat alimentària” per el d’Agricultura,  “Natalitat i Família” per el d’ Igualtat d’Oportunitats i “Mèrit” per el d’Educació. Però això no són simples canvis, el llenguatge és polític i això amaga implicacions al darrere; La igualtat d’oportunitats cosida a Família i Naixement no conduirà certament a un reforçament de l’autonomia i l’autodeterminació de les dones, Mèrit allunya  la idea d’un ministeri encarregat de gestionar una escola de la República que té com a objectiu principal la formació de ciutadans crítics i conscients, encaminant-ho cap a una  ideologia que vol que l’escola sigui funcional al mercat. L’autora fa referència al concepte de mèrit com a alternativa d’aquells que no disposen de fonts familiars o econòmiques per tenir oportunitats, fent una dicotomia entre els que són dignes i mereixedors i els que no. Aquesta meritocràcia és un clar exemple de que el govern de Meloni sigui, com es va predir àmpliament, un govern sobiranista i reaccionar.

Lisa Pelling Government by finger-pointing

A les eleccions generals sueques, la primera ministra socialdemòcrata de Suècia, Magdalena Andersson, va perdre la majoria al parlament davant d’una coalició que recolza Ulf Kristersson, líder dels moderats conservadors, com al seu successor, una coalició de la qual la seva majoria tenen arrels en el grup en el neonazisme suec. Això suposarà un problema ja que ell govern s’ha lligat a l’acord Tidö, en què les parts s’han proposat de cooperar estretament en sis àmbits: sanitat, clima i energia, delinqüència, immigració i integració, educació i economia. Però la realitat d’aquest acord es que gran part va detalladament dedicat a les polítiques detallades de migració i integració.  Algunes de les noves mesures preses al respecte són la retallada dràstica de la quota de refugiats acceptats, el permís de residència passarà a ser temporal, i l’implementació obligatòria de exàmens per obtenir la nacionalitat. A més de les infraccions penals, la “mala conducta” social (bristande vandel) – “com la manca de compliment de les normes”- donarà lloc a la retirada dels permisos de residència, tant temporals com permanents. No només les fronteres seran protegides, sinó que també s’ha demanat als cossos oficials que facin cerca exhaustiva de “il·legals” que com a conseqüència portarà un augment important del perfilament racialitzat.  Finalment, altres autoritats com treballadors socials o professors es veuran amb l’obligació de  comunicar qualsevol sospitós de residència “il·legal” o  de “resistència” a la policia.  Aquest accés d’autoritat a la policia farà la vida difícil a tots els que pertanyen a les minories visibles de Suècia i com és esperat només contribuirà a la segregació i polarització. En definitiva, aquestes polítiques canviaran el país. Els “estrangers” es convertiran en els bocs expiatoris dels apressants problemes socials que el nou govern serà incapaç de resoldre.

Democracia, diversidad y cultura

John Austin & Elaine Dezenski Democracy Needs a New Sales Pitch

En aquest article per Foreign Policy John Austin i Elaine Dezenski fan una anàlisi general de la situació de la democràcia i argumenten com defensar-la. Els autors afirmen que estem en un punt d’inflexió igual que el viscut al final de la Segona Guerra Mundial o després de la caiguda del mur de Berlin. Un dels principals reptes que tenim i que hem de solucionar abans d’anar a defensar la democràcia fora d eles nostres fronteres, és interior. Gran part de les zones interiors dels països occidentals són niu de votants d’una extrema dreta populista i anti-internacionalista que erosiona les nostres llibertats. El principal promotor d’aquests moviments, argumenten els autors, són les grans desigualtats a les nostres democràcies i l’elevat cost de vida. En aquest sentit, són especialment rellevants les separacions interior-exterior i els perdedors de la globalització.  Hem passat del fi de l’historia de Francis Fukuyama a la manca d’expectatives després de la Gran Recessió. Amb la presidència d’Obama van tornar a créixer, però el bloqueig intern no va permetre a l’ex-president adreçar molts del temes preocupants i la seva política exterior en va agreujar d’existents. Conseqüentment, hem vist un creixement de Xina i la seva voluntat de canviar les normes internacionals de l’ordre liberal que, junt amb la criminal invasió russa d’Ucraïna, ha eliminat totes les esperances occidentals d’un món més democràtic. Ara ja sembla clar que no retornarem als grans acords internacionals anteriors, ja que les institucions internacionals estan també molt debilitades per personatges com Johnson, Trump o, ara, Meloni. Aquest cop, argumenten els autors, no es pot utilitzar la tàctica de conteniment que s’utilitzà durant la Guerra Freda. L’est té, aquest cop, un pes econòmic massa important per esperar a la seva caiguda, es necessita una alternativa. Els autors proposen una nova fundació estratègica que defensi la democràcia a l’interior i a l’exterior des de una perspectiva  de baix a dalt. El primer pas és l’empoderament d’aquestes comunitats locals. Això implica més oportunitats econòmiques que pugui tancar les grans desigualtats i la pobresa a les regions post-industrials. Això s’ha de fer primer amb grans plans econòmica, però també a través de l’escolta i el respecte de les classes treballadores per part dels líders locals. En segon lloc, necessitem un pla exterior que apuntali els nostres aliats i que, en conseqüència, ens asseguri unes cadenes de valor fixes. El president Biden ja ho ha començat a fer amb les conegudes Cimeres de les Democràcies. Al mateix temps, també hem d’apropar-nos a semi-democràcies i a països en desenvolupament per apropar-los a les nostres postures. Aquestes dues accions no solucionaran, argumenten els autors, tots els nostres problemes. No obstant, son un primer pas necessari per donar seguretat al món al que ens enfrontem.

Ignacio Fernández de Mata La irrupción y consolidación de la ultraderecha

Sembla ser que l’àmbit polític de la dreta s’ha convertit en un espai quasi simbiòtic amb l’extremisme. La dreta conservadora-liberal es nega a adoptar un paper subsidiari, sumant-se així a gran part del contingut de l’ultra dreta. L’autor reflexiona sobre els dos pilars principals per l’assentament de la ultradreta en la nostra societat: la religió i el nacionalisme. Entre totes dues estan compreses les ficcions històriques que habitualment utilitzen, les concepcions d’exclusivitat ètnico-nacional, la convicció de basar-se en veritats indiscutibles i el sentit victimista postmodern que consolida la seva percepció d’una marginalitat injusta. Les principals característiques d’aquesta tendència són les seves aspiracions i missatges que  troben el valor en contextos de crisi, inseguretats i emocionalitat. Aquests discursos que serveixen com a màscara suposen potents canvis econòmics –desregulació, baixa fiscalitat, privatitzacions…–beneficis restringits a uns pocs, però aquesta raó tendeix a ser ignorada per la majoria dels seguidors, pendents d’un altre tipus de beneficis emocionals. Una altra màscara utilitzada és la  normalitat dels subjectes normalment gens histriònics, fiables, identificats amb les classes mitjanes que arrelen en la quotidianitat. Fernández de Mata argumenta tres punts principals pels quals aquesta penetració de l’ultra té a veure amb les següents respostes que estan lligades entre sí: En primer lloc els canvis en el model econòmic que porten a l’exaltació de comprensions polítiques lliberticides i antidemocràtiques; en segon lloc els efectes sociotecnològics de la globalització; i finalment l’adopció d’idearis i comportaments del cristianisme reformat. Aquest auge postmodern de l’individualisme i les micro-identitats bel·ligerants contribueixen al fraccionament del vot de l’esquerra, amb resultats electorals pobres. D’altra banda, els insults, les fake news i degradacions de la imatge de la política de la ultradreta provoca altes taxes de abstencionisme polític, gairebé sempre entre els més crítics –les esquerres– i els moderats –incòmodes amb la sobre exaltació t–. Això crea el marc perfecte per el creixement de la ultradreta ja que els pactes i coalicions amb la dreta tradicional, contribueixen a excel·lents resultats electorals per a ells. Aquesta situació també està veient les seves conseqüències fora dels marges nacionals, les estructures de solidaritat, internacionals ,com la UE s’estan veient afeblides.

Bonaventura de Sousa Nuestro tiempo se caracteriza por un desequilibrio muy grande entre el miedo y la esperanza

Després de caiguda mur Berlin, el sistema capitalista va considerar que el seu enemic -la possibilitat d’una alternativa socialista- havia estat derrotat i que aquesta derrota era definitiva, per això el capitalisme es va tornar més salvatge i agressiu. La socialdemocràcia, és a dir, la possibilitat de compatibilitzar capitalisme amb un cert benestar per a les majories a través de drets socials, econòmics, ecològics, pensions, educació i sanitat pública, va permetre crear la idea que la democràcia podia controlar el capitalisme o fer-ho menys agressiu. Però la socialdemocràcia va acabar en el neoliberalisme, que pretén privatitzar-ho tot, disminuint la presència de l’Estat a la societat i lliurant-ho tot als mercats.  Ara és el moment de saber per què el neoliberalisme ha destruït el benestar. A Europa es notava menys, però cada cop és més evident, sobretot amb guerra Ucraïna, per exemple. Hem passat d’una idea que segurament era una il·lusió —que la democràcia podia controlar el capitalisme— a una democràcia controlada pel capitalisme i que només funciona en la mesura que serveix el capitalisme. Això també es veu en l’augment de l’extrema dreta, que és el braç polític del capitalisme i ara ja ataca drets cívics, polítics, de premsa, de càtedra i d’opinió pública amb discursos d’odi. De Sousa considera que hi ha tres escenaris: el primer és que un cop acabada la fase aguda de la pandèmia s’entri en una fase crònica, amb altres varietats de coronavirus o altres virus que saltin d’animals a humans perquè desestabilitzem els seus hàbitats. El segon escenari és el del gatopardisme: que no canviï res però canviarem algunes coses. La salut tindria una inversió pública molt més gran, ja que sabem que els hospitals privats no han combatut eficaçment el virus. El tercer escenari és alternatiu. Aquesta és l’ocasió per fer una manera alternativa de viure, produir i consumir a les nostres societats. Això implica transformar les societats, i l’urbanisme, perquè com més gran és una ciutat, recordem que més mortalitat hi va haver a la pandèmia. Hem de crear un altra manera de viure. De Sousa afirma que ara som al primer escenari, el més distòpic. Hi ha una crisi i no es farà res. La sanitat continuarà privatitzant-se i potser la democràcia no aguanti a molts països. Pensava que Europa entraria al segon escenari, que es canviarien algunes coses, però després de la guerra ha arribat la hipocresia i la transició energètica ha saltar pels aires.

Evelyn Regner Ten years for a small but important step for women

Després de deu anys les institucions de la Unió Europea ultimen per fi una directiva perquè hi hagi més dones als consells d’administració de les empreses. Durant anys i molts intents de majoritàriament els governs socialdemòcrates intentar tirar endavant la proposta, no van aconseguir convèncer la majoria dels Estats membres per seguir endavant sent l’obstacle principal els conservadors i liberals de l’Alemanya que no volien una norma Europea. No va ser fins, l’arribada de l’Ampelkoalition a Alemanya al 2021 i un treball i col·laboració estreta amb la presidència francesa del Consell de la UE per aconseguir una majoria al Consell. Després de intenses negociacions, els colegisladors, el Parlament Europeu i el Consell van arribar a un acord preliminar sobre la directiva. I finalment. després d’un estira i arronsa amb els liberals alemanys, sembla ser que s’aprova la majoria. La representació de les dones en la direcció de les empreses està millorant, però els avenços continuen sent lents i hi ha diferències significatives entre els Estats membres. Per això aquest pas obrirà portes a empreses millors, en què la selecció dels responsables de la presa de decisions es basa en la competència i la transparència i en què els trets tòxics de la cultura corporativa interna s’aborden de dalt a baix. No obstant, aquesta és només porta a aquestes qüestions, i ha trigat una dècada a obrir-se. Queda molt a fer per aconseguir un lloc de treball lliure de discriminació i uns consells d’administració equilibrats entre homes i dones. La transparència salarial s’està negociant actualment entre els colegisladors europeus i també estan sobre la taula mesures més eficaces contra l’assetjament sexual. Tot això obrirà les portes a un canvi en la cultura del lloc de treball.

Josep Corbella Lo que Saramago vio y Harari no

Saramago va anticipar com reaccionarien ciutadans i governs davant d’una malaltia infecciosa nova, greu i desconeguda. S’imposarien mesures dràstiques. S’aïllaria els malalts i els contactes. Es justificarien abusos en nom del bé comú. Els governs es veurien desbordats. Els valors morals, qüestionats. S’agreujaria l’etern conflicte entre egoisme i solidaritat. Salveu-vos qui pugui o millor units? Aflorarien la ràbia i la resignació, la por i l’esperança. Tot això es troba ja a la novel·la Assaig sobre la ceguesa de Saramago, publicada el 1995, vint-i-cinc anys abans que sorgís la COVID. Curiosament, res d’això apareix als vaticinis futuristes de Harari, que va escriure el 2016 a Homo Deus. Una breu història del demà que “és probable que grans epidèmies amenacin la humanitat en el futur només si la pròpia humanitat les creï al servei d’alguna ideologia despietada. L’era en què la humanitat estava indefensa davant d’epidèmies naturals probablement s’ha acabat”. Té la seva ironia que un assaig sobre la ceguesa aporti més llum que un historiador que ens va oferir 21 lliçons per al segle XXI publicades el 2018 que ignoraven la inevitabilitat que abans o després arribés una pandèmia. El contrast entre la lucidesa de Saramago i la miopia de Harari té una explicació fàcil. Saramago basa el seu relat en les emocions humanes: com reaccionaran les persones davant d’una epidèmia devastadora que no comprenen? Harari basa el seu en l’admiració per la tecnologia: els avenços amb què els Homo sapiens hem controlat la natura ens converteixen en Homo deus. Per descomptat, psicologia i tecnologia estan connectades. És la capacitat de transformar el món amb eines –la tecnologia– allò que defineix la humanitat, i utilitzem tota mena de tecnologies amb entusiasme. Però per comprendre el present i predir el futur, i per decidir com regular l’ús de genomes i xips, els humanistes que pensen primer en les persones són probablement millors guies que els gurus que idolatren les màquines. Si tot els sembla molt abstracte, pensin en exemples pràctics. Recorden les apps de rastreig de contactes de COVID? Les podíem instal·lar al mòbil per alertar-nos si havíem estat al costat d’una persona infectada o per informar els altres si els infectats érem nosaltres. En un món d’androides, aquestes apps haurien reduït l’impacte de la pandèmia. Al món real de les persones han estat un fracàs.

Economía, bienestar e igualdad

Kenneth S. Rogoff The Age of Inflation

La crisi econòmica causada per la pandèmia i la subsegüent inflació sembla haver agafat per sorpresa a tot el món. Després de dècades amb lleus increments dels preus, els EUA, la UE o el Regne Unit estan veient xifres d’inflació de dos dígits. Tot i que aquesta crisi inflacionària no és de les més grans en el darrer segle, està avançant en una direcció extremadament preocupant, i més tenint en compte l’increment de preus per la guerra d’Ucraïna. Els votants tenen molt en compte l’estat de l’economia i, tot i que les eleccions de mig termini als EUA no només tractin d’economia, els polítics són conscients de la importància d’aquest tema per mobilitzar els votants. Durant molts anys s’havien fixat objectius del 2% anual en inflació i el rol dels bancs centrals era evitar augments de preus majors. Amb l’arribada de la COVID-19, però, els mateixos bancs centrals van triar accelerar l’economia per mitjà de grans plans d’inversió i despesa pública. En aquell moment, cap economista va predir la perillositat dels grans plans signats tant per Trump com per Biden. Tampoc es va tenir en compte els problemes en les cadenes de subministrament ni la Guerra d’Ucraïna. Així doncs, després d’esperar massa temps, la pujada acusada de tipus d’interès per part dels bancs centrals amenaça a l’economia global amb una nova recessió. Els xocs a l’oferta son difícils d’afrontar per un banc central, i això és el que estem veient ara. Mentre que durant davant d’un xocs a la demanda sempre es pot dur a terme una política monetària contractiva per controlar el creixement i la inflació, amb els problemes actuals els bancs centrals han de jugar entre controlar la inflació i els costos pels negocis i els treballadors de menor creixement i ocupació. Després de la crisi de 2008 els bancs centrals han perdut molta legitimitat i s’ha estès la idea que aquests organismes no només es poden preocupar per la inflació sinó que també s’han de fixar en l’existència —o no— de protecció social. A més, els bancs centrals han de tenir en compte que, tot i que els fets que estan causant la inflació avui en dia desapareguin, seguirem vivint els efectes de la Guerra, la desglobalització, i un món incert amb tensions geopolítiques creixents. Si aquest és el cas, podríem veure ràtios permanents per sobre del 2%, quelcom temut pels economistes perquè podria pujar les expectatives dels tipus d’interès a llarg termini. Tanmateix, els riscos de portar a les economies a una segona Gran Recessió son també molt elevats. Des del començament de la inflació, les opinions han estat dividides entre aquells que pensaven que aquesta provenia dels grans plans d’estímul, i els que pensaven que era deguda a factors internacionals fora de control. Cap d’aquestes postures explica la inflació en la seva totalitat, que és probablement una unió dels dos. Els grans plans d’estímul, argumenta l’autor, responen a la meitat de la pujada de preus. Sobretot, si tenim en compte el context de pandèmia en què no es podia obtenir oferta exterior. L’autor explica a l’article la tensió entre el govern dels EUA i la Fed i les pressions que reben els bancs centrals per part de la política i l’acadèmia.

Russell Napier We Will See the Return of Capital Investment on a Massive Scale

En aquest article Napier adverteix que ens acostem a una fase de 15 a 20 anys d’inflació estructuralment elevada i de contenció financera. També pronostica l’augment del control econòmic per part dels estats, ja que els diferents governs justificaran l’increment del seu pes en l’economia degut a situacions d’emergència que cada vegada seran més constants i freqüents. Així doncs, Napier dóna per conclosos els anys d’estabilitat que hem conegut fins ara i assegura que els estats ocuparan el paper que en els últims 40 anys ha jugat tant la banca privada com els bancs centrals en assumptes com el control i l’emissió de diners, la qual cosa ja va ser habitual en el període comprès entre 1939 i 1979. Napier també portarà considera que això comportarà un auge en la inversió de capital i una reindustrialització de les economies occidentals.

Ruchir Sharma China’s economy will not overtake the US until 2060, if ever

Ara que inicia el seu tercer mandat, l’objectiu de Xi Jinping és convertir la Xina en un país desenvolupat de nivell mitjà durant la propera dècada, la qual cosa implica que l’economia haurà d’expandir-se a un ritme al voltant del 5 per cent anual. Però les tendències subjacents (demografia en descens, deute elevat i disminució del creixement de la productivitat) suggereixen que el potencial de creixement global del país és aproximadament la meitat d’aquesta taxa. Les implicacions del creixement de la Xina al 2,5% encara no s’han digerit completament enlloc, incloent-hi Pequín. D’una banda, suposant que els Estats Units creixin a l’1,5 per cent, amb taxes d’inflació similars i un tipus de canvi estable, la Xina no superaria Amèrica com a economia més gran del món fins al 2060, això si mai ho arriba a fer. El creixement a llarg termini depèn que més treballadors utilitzin més capital i l’utilitzin de manera més eficient (productivitat). La Xina, amb una població en disminució i un creixement de la productivitat en descens, ha anat creixent injectant més capital a l’economia a un ritme insostenible. La Xina és ara un país d’ingressos mitjans, una etapa en què moltes economies comencen a alentir-se naturalment. La seva renda per càpita és actualment de 12.500 dòlars, una cinquena part de la dels EUA. Està clar que la Xina pot assolir qualsevol objectiu que es fixi el govern, però les previsions no han encertat a detectar el ritme de desacceleració de la Xina en els últims anys, inclòs aquest 2022, quan és probable que el creixement caigui per sota del 3%. Al voltant del 2010, molts analistes pensaven que l’economia de la Xina anava a superar la dels EUA en termes nominals el 2020. L’any 2014, alguns economistes afirmaven que la Xina ja era l’economia més gran del món en termes de paritat de poder adquisitiu, una construcció basada en valors teòrics de moneda sense cap significat en el món real. Aquests teòrics van argumentar que el iuan estava molt infravalorat i estava obligat a apreciar-se davant el dòlar, revelant el domini de l’economia de la Xina. En canvi, la moneda xinesa es va depreciar i la seva economia encara és un terç menor que la dels EUA en termes nominals. En tot cas, el 2,5 per cent de creixement és una previsió optimista que minimitza els riscos per al creixement, incloses les creixents tensions entre la Xina i els seus principals socis comercials, la creixent interferència del govern en el sector privat més productiu, la tecnologia, i les creixents preocupacions sobre la càrrega del deute.

The Economist Europe is growing complacent about its energy crisis

Ucraïna necessita als seus aliats si pretén derrotar a Rússia. Recentment, s’ha vist com, amb l’ajuda en intel·ligència i enviament d’armes per part d’occident, l’exèrcit ucraïnès està fent avenços molt importants impredictibles a l’inici de la guerra. Tanmateix, argumenta l’autor a The Economist, actualment s’està donant un procés cada cop més acusat que limita el suport europeu a Ucraïna: la mala gestió dels estats membres de la UE de la crisi energètica. En principi, la crisis energètica ha rebaixat la seva perillositat. Els dipòsits de gas s’han pogut omplir fins un 90% i un octubre calorós ha rebaixat la demanda d’energia. Els preus del gas han disminuït un 30% per aquest desembre. No obstant, aquest quadre està produint una excessiva complaença. Les prediccions diuen que novembre o desembre podrien ser més freds que la mitjana i el gas dels dipòsits podria no arribar a suplir els fluxos de gas rus. Si aquets dipòsits arribessin a zero al març hi hauria moltes dificultats. A més, depenent del temps a l’Àsia, els preus seran més o menys cars per l’augment de la demanda global. Els països europeus han d’atacar la demanda, però, fins ara, s’han dedicat a protegir el consumidor mitjançant subsidis que no envien els incentius correctes al consumidor per a que consumeixi menys. A finals de setembre el consum de gas a Alemanya superava la mitjana dels últims anys i el Regne Unit està duent a terme només campanyes de conscienciació. Una alternativa seria augmentar l’oferta, però Alemanya no vol obrir les seves plantes nuclears i França s’ha oposat frontalment a la construcció del MidCat que travessi els Pirineus. També Holanda podria proporciona més gas mitjançant estructures ja creades. No obstant, la producció està en mínims i l’explotació tancarà el 2024 per queixes dels habitants locals. Els política europeus, assegura The Economist, han de parar d’actuar com si la crisi energètica només fos un assumpte per aquest hivern i es pogués solucionar amb subsidis. Si no canvien la seva estratègia fins ara es podrien trobar amb una nova crisi energètica el 2023.

Johan van Overtveldt & Monika Holmeier The EU’s taken too many financial risks on COVID-19 and Ukraine

Les actuals solucions de crisi extrapressupostàries eludeixen el control parlamentari, soscavant la legitimitat i la responsabilitat de l’organització. La Comissió Europea i els països membres recorren a instruments pressupostaris aliens al pressupost ordinari de la Unió Europea. Això va quedar molt clar primer durant la pandèmia i després amb la invasió de Rússia i el posterior suport del bloc a Ucraïna, esdeveniments que han creat enormes necessitats de finançament a curt i llarg termini. La UE s’ha endeutat amb la AMF per prestar-li diner a d’Ucraïna. Aquesta resposta a la crisis, comença a convertir-se en patró per Europa tot i que els riscos que amenacen l’èxit d’aquest tipus d’operacions de préstec són alts. En el cas de l’AMF ucraïnesa, veiem dos riscos potencials: En primer lloc, hi ha el risc d’impagament. De moment no sembla que la invasió russa cesi d’aquí poc, per tant és dubtós que Ucraïna pugui tornar el deute, i tot i que la UE té mecanismes per protegir-se, retallades massives als programes existents serien inevitables. El segon risc va relacionat amb el frau i el mal ús dels diners. Malgrat la justificada solidaritat amb el poble ucraïnès i el suport a la sobirania del seu país, no s’ha d’oblidar que abans de la guerra, la corrupció era endèmica a Ucraïna, un problema que les institucions europees coneixen bé. Sense un control pressupostari adequat, recolzat per controls i equilibris democràtics, aquests préstecs europeus podrien caure fàcilment a les mans equivocades. I si sortissin a la llum grans esquemes fraudulents a Ucraïna, la reacció pública seria probablement ferotge. Tot i això, la manca d’informació sobre la destinació dels fons de l’FRR és potencialment més perillosa que els riscos associats a l’AMF ucraïnès. Tot i que els plans de reforma i inversió amb objectius i fites acordades suggereixen un cert nivell de fiabilitat, el Parlament no és capaç de verificar la informació.  Tant amb el reglament de l’FRR com amb el suport de l’AMF a Ucraïna, no es garanteix una bona gestió financera, ja que les principals estructures de control pressupostari de la UE són en gran mesura absents. Tot i això, si volem que la UE sigui una unió forta, i no ens arrisquem a perdre el suport d’una gran majoria dels seus ciutadans, hem de sotmetre tota la despesa europea a l’escrutini i control parlamentaris.

Sostenibilidad y cambio climático

Nick Aspinwall The World Is Blowing Its Best Shot at Fixing Climate Finance

Nick Aspinwall explica, en aquest article de Foreign Policy, la situació del Pakistan després de les inundacions que deixaren un terç del país sota l’aigua. El país ha demanat uns 40 mil milions per a poder reconstruir les infraestructures bàsiques. No obstant, els països occidentals, en el que l’autor defineix com “una atrocitat moral”, estan exigint el retorn del deute. Concretament el Pakistan té un deute de 22 mil milions a diferents organismes internacionals i prestadors privats. Tot i així, el país asiàtic ha contribuït només en un 0,5% en les emissions globals, però és dels més afectats. La darrera inundació va deixar al voltant de 1.700 morts. És per això que s’està estenent la sensació d’injustícia climàtica entre figures influents del Pakistan. Si aquesta opinió es plasmés en una reclamació per danys climàtics a occident durant la COP27, podria convertir-se en el primer precedent de reestructuració del deute en base al canvi climàtic. No obstant, els EUA s’han oposat a acords establint fons per danys i pèrdues i la UE no donarà suport a un fons climàtic a la COP27. Els experts assenyalen que aquestes respostes eren totalment predictibles, i que la justícia climàtica no s’està implementant. La idea de perdonar el deute porta anys dins de grups d’esquerres, però ara té la possibilitat d’estendre’s a tots els països en vies de desenvolupament. L’autor relata alguns dels mètodes per fer-ho possible, des de la reestructuració fins a trobar clàusules climàtiques en els préstecs. Aquest fet, però, es troba immers en un context de competició geopolítica. Si els EUA donen l’esquena totalment al Pakistan, és predictible un apropament a la Xina. Khan, el primer ministre populista del país, ja ha mostrat diversos cops el seu escepticisme sobre les organitzacions internacionals, i aquest últim episodi podria impulsar la seva conquesta d’un poder absolut. Sigui com sigui, el pagament del deute ja es nota per la població paquistanès. Molts d’ells no tenen aigua potable i no es poden reconstruir infraestructures vitals. En definitiva, l’assumpte dels fons de reconstrucció per danys i perjudicis causats pel canvi climàtic entra a l’agenda global per a quedar-s’hi.

Mathieu Mérino Quelles menaces le réchauffement climatique fait-il peser sur l’Afrique?

L’autor argumenta que la qüestió climàtica és un aspecte clau en la planificació i el desenvolupament d’Àfrica. L’accés a l’aigua dolça, la degradació del sòl, la protecció de les zones boscoses, són alguns dels principals reptes per a l’Àfrica del segle XXI. Això en un context on els efectes del canvi climàtic s’estan començant a notar amb força: onades de calor i incendis al nord d’Àfrica, sequeres al Sahel, a la Banya d’Àfrica i a l’Àfrica meridional, ciclons cada cop més freqüents a la costa oriental, l’erosió de les costes a l’Àfrica occidental, l’augment del nivell del mar, l’extinció d’espècies animals, etc. Aquests pocs exemples subratllen fins a quin punt el continent africà sembla ser una de les regions més vulnerables del món a la degradació ambiental, a causa, en particular, del seu complex sistema climàtic i la seva interacció amb els problemes socioeconòmics que el caracteritzen actualment. En provocar una degradació dels recursos d’aigua dolça i de la qualitat del sòl, un descens de la producció agrícola, un augment de fenòmens extrems o fins i tot nous moviments migratoris, el canvi climàtic actua com a catalitzador de reptes per a un continent marcat, des del període de les independències, per grans transformacions vinculades a l’augment de la seva població i les seves necessitats, així com a nombroses crisis polítiques. Tanmateix, en aquest nou context on les amenaces relacionades amb la degradació ambiental són cada cop més diversificades, els Estats no disposen dels mateixos mitjans per fer-hi front. Segons el Banc Mundial, Àfrica encara es caracteritza per una elevada proporció de pobresa, amb una taxa mitjana establerta en el 35% el 2022, i la rapidesa del canvi climàtic posa en dubte la capacitat d’adaptació dels estats a aquests xocs, accentuant així les àrees de fragilitat i tensió. Segons les Nacions Unides, més de 100 milions d’africans estan amenaçats per l’escalfament global l’any 2030 i el continent s’haurà d’enfrontar, en els propers anys, a un empitjorament de la inseguretat, la crisi alimentària, la pobresa i els desplaçaments de població. Per tant, el canvi climàtic apareix com una amenaça per al creixement econòmic i el desenvolupament sostenible, així com per a la reducció de la pobresa i la seguretat. En definitiva, si els reptes contemporanis als quals s’enfronta Àfrica són nombrosos i complexos, l’acceleració del canvi climàtic i el context geopolític actual del continent haurien d’imposar, en última instància, tant als governs nacionals com als seus socis tècnics i recursos financers, abordar sistemàticament els problemes ambientals en les seves estratègies de desenvolupament i seguretat. Aquest canvi de paradigma, ja en marxa, probablement haurà de passar per una millor gestió de la incertesa climàtica per part dels estats africans, tant a nivell nacional com regional, amb l’establiment de sistemes eficients de previsió estacional i d’alerta primerenca, així com la definició d’impacte, mecanismes de mitigació (millor gestió de l’aigua i inseguretat alimentària, política comuna de gestió forestal, etc.).

Rebecca Solnit Why climate despair is a luxury

Solnit obre l’article parlant de la importància de l’optimisme, ja que quan aquest és perdut porta a la inacció i resignació. Poder-se permetre el luxe de no prendre acció, vindria a ser el mateix que el luxe de romandre en el pessimisme ja que aquest és l’excusa perfecte per la inacció. La gent té tendència a creure que no té poder, que les seves accions no compten, que és igual advocar per el que un creu perquè no es produiran canvis però tot això és una sensació falsa. Posa l’exemple de la invasió de L’Iraq al 2003 o els drets de la població indígena nord-americana i com la societat civil sí que hi ha tingut un paper per crear el context d’avui en dia. És necessari adoptar una visió a llarg termini per veure com els canvis prenen lloc. Des del segle XIX fins a la dècada de 1990, els nadius nord-americans van ser informats amb regularitat -a través d’obres d’art i pels buròcrates i la senyalització a museus i parcs nacionals i llibres d’història- que la seva desaparició cultural o literal era inevitable . Els no nadius s’ho van creure a ulls clucs. Les persones que deien aquestes coses sovint es veien a si mateixes com a simpatitzants dels qui consideraven víctimes de la història, però d’aquesta manera la reforçaven. El mateix passa amb el canvi climàtic. La mateixa història perjudicial s’explica de les comunitats a primera línia del canvi climàtic, quan se suggereix que no poden guanyar i que no tenen futur; però, com assenyala Aguon –un activista climàtic de Guam, elles mateixes són ferotgement esperançadores. La mateixa història s’explica a les comunitats a primera línia del canvi climàtic, però quan se’ls hi suggereix que no tenen futur; elles mateixes són no perden l’esperança i perseverança  tot i estar exhausts i enfadats. Proclamar la derrota d’algú o alguna cosa hi contribueix. És una forma de sabotatge. Això és tan cert per al moviment climàtic com per a qualsevol altra cosa. El que ens motiva a actuar és una sensació de possibilitat dins la incertesa: que el resultat encara no està totalment determinat i que les nostres accions poden ser importants per donar-hi forma. Això és tot el que és l’esperança, i tots n’estem plens, tot el temps, en petites formes. Al final, el que ens motiva a actuar és una sensació de possibilitat dins la incertesa: que el resultat encara no està totalment determinat i que les nostres accions poden ser importants per donar-hi forma.

Louise Guillot Ukraine war dims hopes for a global biodiversity cash injection

Louise Guillot assenyala a Politico que és un mal moment per revertir la pèrdua de biodiversitat. Degut a la preocupació dels reguladors per la Guerra d’Ucraïna, els experts estan preocupats per la incapacitat dels països per arribar a un acord global que combati efectivament la pèrdua de biodiversitat al voltant del 2030. El potencial acord és especialment important, sobretot si es té en compte que l’últim acord del 2010 ha expirat sense que s’arribés als objectius marcats. No obstant, els increments de preus del menjar i l’energia està fent que els governs no vulguin invertir diners en la conservació. Hi ha una gran separació entre el que es necessita i el que els països rics estan disposats a invertir. Un negociador ha afirmat que els governs “han desplaçat els recursos internacionals cap a la despesa en defensa”. El Paulson Instiute, assenyala l’autora, ha fixat la xifra necessària per revertir la pèrdua en 711 mil milions. Actualment, la despesa es situa en 124 mil milions. Els països africans han manifestat que tampoc tenen capacitat per invertir-hi diners després del COVID i els efectes de la guerra. En aquest context, la UE ha desenvolupat un pla de 10 punts que assegura que es necessitaran 500 mil milions anuals. S’ha demanat la col·laboració d’actors privats filantròpics per a aconseguir-ho. Tot i que alguns països europeus han anunciat les seves intencions per doblar els seus pressupostos, no és suficient. Si bé la guerra ha afectat la seva capacitat de mobilitzar recursos, els experts avisen que la falta de voluntat ja venia d’abans. En definitiva, l’autor assenyala que els països desenvolupats tenen una responsabilitat envers la biodiversitat que no semblen disposats a assumir.

Breno Bringel et al. Transiciones justas para América Latina y el mundo

Els autors analitzen el recorregut del Pacte Ecosocial i Intercultural del Sud que es va crear als primers mesos del 2020, després de l’inici de la pandèmia de COVID-19, amb l’objectiu de traçar una transició ecosocial des de la base per a Amèrica Llatina. La plataforma va buscar, des dels seus orígens, articular, amplificar i sistematitzar experiències locals diverses vinculades al control comunitari, les autonomies territorials, la sobirania alimentària, l’agroecologia, les energies comunitàries i els ecofeminismes, entre altres lluites. El naixement de la iniciativa va ser motivat per la urgència de donar respostes a les diferents crisis que travessa el món contemporani. Però també per la necessitat d’oferir alternatives, en clau llatinoamericana, a propostes de transició socioecològiques i Pactes Verds que han emergit durant els darrers anys. Entenen que, encara que s’ha avançat força en tots els continents en diverses experiències locals, els Pactes hegemònics són insuficients, si no problemàtics, atès que acaben per reproduir l’estatus quo i exacerbar les profundes asimetries geopolítiques i les desigualtats Nord-Sud. En efecte, han passat més de dos anys i la situació global ha empitjorat. Estem immersos ara en un context de guerra (la invasió de Rússia a Ucraïna), que ha agreujat la crisi energètica i alimentària, dins el marc de l’acceleració de la crisi climàtica. A més, la guerra ha contribuït a l’exacerbació tant dels extractivismes tradicionals com dels nous extractivismes associats a les transicions verdes hegemòniques. A més, bona part d’aquestes propostes han acabat reduint la transició ecosocial a la transició energètica, on hi predomina la visió d’una transició energètica corporativa, mobilitzada des del Nord cap al Sud global, visible en la continuïtat d’un model amb la mateixa lògica de concentració i de negocis del règim fossilista i que perpetua l’esquema vertical d’intervenció territorial, pròpia de els extractivismes depredatoris ja coneguts. Una transició energètica que no abordi la desigualtat radical en la distribució dels recursos energètics, que no promogui la desmercantilització, la descolonització i enforteixi la capacitat de resiliència i regeneració de la societat civil i el teixit de la vida, només en farà una reforma parcial, sense modificar les causes estructurals del col·lapse que travessem.

Innovación, ciencia y tecnología

Asma Mhalla La doctrine Musk: technopolitique d’un géant technologique

L’autora considera que per entendre la racionalitat del sistema Musk, hem de desconstruir-ne els grans principis. Mitjançant la desactivació de Starlink a Ucraïna o el seu intent caòtic de comprar Twitter, el multimilionari està en procés de construcció d’un poder geopolític formal, complementari a les prerrogatives actuals dels Estats Units, un poder basat en un nou còctel: els trols, la tecnologia total i la tecnopolítica. Des del punt de vista econòmic, Musk reinventa el que Donald Trump havia iniciat a Twitter uns anys abans. Des de la “política de la post-veritat”, Musk ens porta a l’era de “l’economia de la post-veritat” mitjançant la invenció d’una capacitat sense precedents de causar danys econòmics. La il·lustració més impactant d’aquest fenomen és el psicodrama que va acompanyar tota la seqüència del caòtic intent de compra de Twitter durant la primavera de 2022, un autèntic joc de pòquer mentider del qual ningú no podia conèixer les motivacions reals. D’altra banda, el trolleig econòmic li permet alterar els codis del mercat financer global i de les institucions que l’enmarquen. Musk pot així desestabilitzar el mercat financer del Big Tech, que avui té les majors valoracions borsàries: n’hi ha prou amb tuit i el mercat, irracional, pot col·lapsar-se. La concepció d’Elon Musk de la tecnologia total es basa en una ideologia alhora llibertària i tecnocèntrica. Dos exemples il·lustren la visió del món de Musk, una forma híbrida de llibertarisme tenyit de neoconservadorisme: el seu pla de fer-se càrrec de Twitter i els seus satèl·lits Starlink com a resposta definitiva a tots els problemes del món. Els satèl·lits d’òrbita baixa Starlink són una de les pedres angulars del projecte tecnològic total de Musk. En capturar les noves infraestructures de connectivitat global, pretén reinventar el panòptic a escala global. El món, i cada part de la nostra vida, vist des del cel. I explota els seus satèl·lits per intentar resoldre gairebé qualsevol problema: guanyar la guerra a Ucraïna, lluitar contra la desforestació a l’Amazones o superar la pobresa i la fam a l’Àfrica. Així, Musk està construint un poder geopolític formal, complementari a les prerrogatives actuals dels Estats Units. Contràriament al que s’escriu o transmet massa ràpidament en el debat públic, les Big Tech no són “estats paral·lels” sinó que, al contrari, se situen en el mateix continuum funcional amb els estats. Aquesta “Política de poder” materialitzada per noves formes de repartiment del poder no significa una dilució de la sobirania de l’Estat americà sinó la seva reconfiguració. L’autora conclou que el sistema Musk ens ha d’empènyer a qüestionar el paper i la necessària redefinició de l’Estat com a construcció política i jurídica davant d’actors híbrids de nou tipus, alhora empreses privades, actors geopolítics i, de vegades, espais públics.

George Magnus Joe Biden crushes Xi Jinping’s precious semiconductor ambitions

L’esdeveniment més important en les relacions xinès-nord-americanes des que la Xina va entrar a la OMC ha sigut la imposició de noves sancions nord-americanes que afecten la indústria xinesa dels xips. Aquesta indústria és clau per a l’èmfasi reiterat per Xi Jinping pel domini tecnològic, el que podria comportar greus implicacions per als propers anys. Fins ara, els controls d’exportació i els requisits de llicència que afecten la tecnologia han estat autoritzats per la legislació nord-americana contra empreses individuals i pel que fa a béns específics considerats sensibles des del punt de vista de la seguretat nacional o la seguretat pública, la Xina sent el punt de focalització principal. En canvi, l nou règim és diferent. Tot i que no afecta les aplicacions de xips menys sofisticades del sector de consum,  sí que es dirigeix ​​a la resta de l’ecosistema de semiconductors més avançat de la Xina -des de la investigació fins a la producció-, ja que els Estats Units consideren que el problema no és tant de les empreses individuals de la Xina  sinó una industria orientada a l’estat. Està clar que el govern dels Estats Units ja no està disposat a quedar-se de braços plegats mentre el seu principal adversari utilitza polítiques d’adquisició i aprovisionament centrades a l’Estat per accedir a tecnologies sofisticades. Per assolir els seus objectius, Washington haurà de parar atenció a les seves pròpies indústries tecnològiques nacionals i a les dels seus aliats. La legislació recentment aprovada, inclou importants iniciatives per complementar les mesures específiques de la Xina que cal dur a terme per millorar les capacitats nacionals. A més a més també necessiten t col·laborar estretament amb els aliats europeus i asiàtics per garantir que altres empreses tecnològiques estrangeres que exploten els ingressos del mercat intern de la Xina es mantinguin alineades amb les mesures unilaterals. És molt probable que la Xina prengui represàlies. Podria adreçar-se a les exportacions de terres rares (metalls), utilitzades de manera crucial en una àmplia gamma d’aplicacions tecnològiques avançades. També podria adreçar-se a les empreses nord-americanes. No obstant això, atès el lamentable estat de l’economia xinesa, és difícil veure quines mesures podria prendre Pequín sense incórrer en un mal més gran a si mateix.

Sten Tamkivi Technology’s impact on GDP could be outsized

Sten Tamkivi, fundador de la plataforma Plural, escriu a Politico a favor del rol de la tecnologia en el creixement econòmic d’un país. Des dels Estats Units als seixanta amb Sillicon Valley, com Estònia als noranta, molts governs se n’han adonat del paper de la innovació tecnològica en el posicionament econòmic d’un país. El creixement de la tecnologia, argumenta l’autor, no és linear, com la majoria de gent pensa; sinó exponencial. Els grans èxits europeus, com Skype o Spotify, provenen de softwares que semblaven marginals. Els titulars sovint s’han centrat en el “venture capital” o les accions de les grans empreses tecnològiques. No obstant, en poc temps haurem de començar a parlar de l’efecte de la tecnologia en PIB. Tot i que l’estat de l’economia europea és pobre degut a la crisi energètica, el pes de la tecnologia al PIB europeu ha augmentat d’un 4.6% a un 8% des del 2002. Estònia ens pot donar un bon exemple d’aquests processos. Des del 2002 el pes de la tecnologia s’ha quadruplicat en el país bàltic. Aquests augments son un dels motius pels que no hem de perdre la fe en el creixement tecnològic. Les empreses cada cop són més digitals i l’augment dels costos tradicionals només accelera aquests processos. L’autor argumenta que el model d’Estònia i el seu creixement en termes tecnològics es pot exportar a tota la Unió Europea. En definitiva, l’article argumenta a favor d’invertir més en innovació i capital per a que el sector tecnològic torni a crear llocs treballs i propulsar el creixement al continent europeu.

Patrick Lecomte Companies are increasingly tracking eye movements — but is it ethical?

Patrick Lecomte assegura que moltíssimes companyies creuen que el futur de l’espai físic es troba en unió amb l’espai digital. Meta, el successor de Facebook, ja va fer aquest gir i sembla que s’ha assentat una tendència d’invertir en ulleres i de Realitat Augmentada (RA). Les ulleres de RA que estan sent desenvolupades per Meta compten amb l’anàlisi dels moviments dels ulls. Els psicòlegs avisen que per mitjà d’aquesta lectura es pot arribar a identificar patrons de l’inconscient. La lectura del moviment dels ulls porta utilitzant-se des de temps enrere. Ja sigui per estudis psicològics, de màrqueting, o per la interacció amb ordinadors. Actualment, s’utilitza un sistema conegut com “reflex corni”. Aquest mètode és capaç d’identificar el moviment dels ulls i analitzar-lo, així identificant tots els seus moviments que responen a estímuls. No obstant, totes aquestes aplicacions s’utilitzen com a projectes de recerca, no com a parts essencials d’un producte. Si aquets productes integrats a la RA s’acaben desenvolupant, crearan una simbiosi entre allò humà i la tecnologia sense precedents fins ara. Els experts en temes ètics de Meta insisteixen en la privacitat, no obstant, això no desarticula el fet que Meta podria arribar a profunditats de la consciència inaccessibles fins i tot per a nosaltres. La RA és un negoci que presenta una gran capacitat de monetització, sobretot deguda als anuncis dirigits. L’autor argumenta que la regulació pròpia, per contra del que argumenten les grans companyies, no existeix en tecnologies emergents. La pregunta és si els consumidors prefereixen la llibertat o la satisfacció. Per aquets motius, l’autor argumenta que ha d’existir regulació externa, és a dir, estatal, en aquets nous instruments. L’usuari sempre ha d’estar informat dels riscos i poder sortir de certes modalitats. Si això no és així, una tecnologia trencadora es pot convertir en un futur distòpic.

Bruno Arnaldi La réalité virtuelle aide à mieux apprendre: à quelles conditions?

Inventats ja fa diverses dècades, els conceptes de realitat virtual i realitat augmentada han rebut una atenció mediàtica molt important en els últims anys. Les principals raons són la important democratització de les tecnologies i les fortíssimes inversions que fan els GAFAM en aquestes matèries. Entre els camps d’aplicació susceptibles de beneficiar-se d’aquests desenvolupaments hi ha la formació, un camp per al qual la realitat virtual o la realitat augmentada ofereixen molts avantatges. Sense ser exhaustius, es poden destacar els següents avantatges: la possibilitat de realitzar experiments sense cap perill per a l’alumne o per al material. Aquest és el cas típic d’un dispositiu molt car que un alumne podria danyar durant la seva formació; una simulació fàcil per als alumnes, fins i tot en situacions crítiques, com ara el mal funcionament d’equips que poden arribar a ser perillosos; una anàlisis de qualitat sense publicitat, cada dia al correus electrònic; el control total de la situació d’aprenentatge i seguiment de l’aprenent. Això permet al formador disposar en qualsevol moment de les dades de progrés d’un alumne i, en alguns casos, de totes les accions realitzades per l’alumne mitjançant la “reproducció” virtual de la seqüència d’entrenament. Recentment ha aparegut una nova terminologia: el metavers, cada cop més present als mitjans de comunicació i al màrqueting industrial. Tanmateix, el concepte i els treballs científics sobre el tema daten de principis dels anys 90 i el cor tècnic dels metaversos està construït sobre elements tecnològics molt antics com la realitat virtual, els humans virtuals, les xarxes…  El fet de posar el focus sobre aquest tema portarà a diverses empreses a invertir i a diversos laboratoris a tractar el tema, per tant, és una aposta segura que en els mesos i anys vinents aquesta concentració de mitjans produirà efectes, per tant, nous desenvolupaments i innovacions de les quals es beneficiarà la formació. També val la pena plantejar-se la pregunta dels riscos per a l’evolució de la societat que els metaversos ens fan témer: és realment aquesta la societat que volem?

... Y también recomendamos

Jeremy Hodge & Hussein Nasser Turkey Combats Jihadi Expansion on Syria Border

Julian Dierkes Mongolia Is Keen to Distance Itself From Moscow and Beijing

Yasar Bukan Could tensions between Greece and Turkey lead to a second European war?

Tom McTague Don’t Blame Brexit

Asbel Bohigues El mundo vive una contraola democrática: ¿Cuál es el papel de las élites?

Wolfgang Münchau Cuando se termine lo insostenible

Kate Aronoff The Climate Crisis Is Driving Poorer Nations to Desperate Measures

Markéta Gregorová The Commission’s gross violation of privacy — endangering encryption

Sarah Manavis We deserve better than the Metaverse

back to top