
Diari de les idees 72
17 noviembre 2022
Ideas de actualidad
Los interrogantes que plantea la retirada de las tropas rusas de la ciudad de Kherson –principal botín de casi nueve meses de guerra–, las elecciones de medio mandato en los Estados Unidos, la celebración de la COP27, el peligro de las llamadas “autocracias electorales” para la democracia liberal, el multilateralismo como estrategia para hacer frente a los desafíos globales, el futuro del Fondo Monetario Internacional en el nuevo contexto de crisis simultáneas que se está dibujando y los ambiciosos planes de China en materia de desarrollo de la Inteligencia Artificial son algunos de los temas destacados en esta nueva edición de Diari de les idees.
En el ámbito de la política internacional uno de los temas destacados son las elecciones de medio mandato celebradas en los Estados Unidos. Andrew Prokop analiza en la revista norteamericana Vox los resultados de unos comicios donde el Partido Demócrata ha superado las expectativas que auguraban la pérdida de la Cámara de Representantes y del Senado. Los Republicanos han obtenido una pírrica victoria con una ajustada mayoría en la Cámara de Representantes: en el momento de cerrar esta edición y a falta de algunos resultados han obtenido 218 escaños frente a los 211 de los Demócratas –la mayoría para controlar la Cámara es precisamente de 218– con la posibilidad de añadir 2 o 3 más, mientras no han conseguido cambiar la mayoría en el Senado. A pesar de que todavía es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas sobre por qué no se ha producido la marea roja que se había pronosticado, se pueden avanzar un par de tendencias que podrían ayudar a explicar los resultados. Por un lado, destaca que los candidatos que aspiraban a repetir mandato han demostrado ser bastante resistentes al contexto general que auguraba un tipo de referéndum sobre las políticas del presidente Joe Biden, En efecto, allá donde se produjeron los pocos cambios que han favorecido a los candidatos republicanos esto se ha debido principalmente a la redistribución de distritos, con nuevos mapas más favorables al GOP en los estados de Nueva York y Florida. Por el otro, todo indica que dos años después el país sigue bastante polarizado, con unos resultados muy similares a los de 2020 cuando habitualmente las elecciones de medio mandato son bastante adversas al partido del presidente (como en 2006, 2010, 2014 y 2018), incluso en caso de personajes tan populares como Bill Clinton y Barack Obama que tenían unos índices de satisfacción muy superiores a los actuales de Joe Biden.
En cuanto a la interpretación de resultados, todo indica que dos factores han tenido una especial relevancia: la decisión del Tribunal Supremo sobre el aborto y el impacto negativo del expresidente Donald Trump. En efecto, durante todo el primer semestre de 2022, las encuestas y los resultados de las elecciones parciales en varias circunscripciones indicaban que los demócratas estaban en camino de perder la mayoría en las dos cámaras. Y entonces se produjo la sentencia del Tribunal Supremo que eliminaba un status quo legal que había existido durante medio siglo. La sentencia –y los mensajes lanzados desde el Partido Demócrata– parece haber movilizado los votantes de la base demócrata que, de otra manera, quizás habrían optado por la abstención, así como los votantes indecisos que consideraron que el país se estaba escorando demasiado hacia la derecha. En cuanto al papel de Donald Trump, este ha sido determinante por ejemplo con su apoyo a candidatos poco cualificados o extremistas que son precisamente los que han provocado la derrota republicana en el Senado, como es el caso de Mehmet Oz en Pensilvania y Herschel Walker en Georgia. Asimismo, su protagonismo durante la campaña acabó convirtiendo las elecciones en un tipo de segunda vuelta de las presidenciales y en un referéndum entre él y Joe Biden.
Uno de los otros temas destacados es la celebración de la COP27 que está teniendo lugar en Egipto desde el día 6 de noviembre. Este año, todo indica que la conferencia estudiará las conclusiones de la COP26, celebrada a finales del 2021 en Glasgow, donde se reafirmó el compromiso de aportar 100.000 millones de dólares anuales a los países en vías de desarrollo para paliar las consecuencias del cambio climático, así como la necesidad de utilizar al menos la mitad de esta financiación para poner en marcha planes de adaptación. En esta nueva edición, la conferencia se centrará en evaluar qué han hecho los países durante este último año e intentará establecer medidas para la reducción urgente de las emisiones de gases de efecto invernadero, el fortalecimiento de la resiliencia y la adaptación a las consecuencias inevitables del cambio climático. En este contexto, los aspectos más destacados de los debates serán hacer cumplir lo que se aprobó en Glasgow más que decretar nuevas medidas en cuanto que la guerra en Ucrania y la crisis económica que golpea la mayor parte del mundo comportan que los esfuerzos se dedicarán más bien a hacer plenamente operativo el Acuerdo de París. Otro de los grandes retos de la conferencia será aprobar el mecanismo que permite crear un fondo de pérdidas y daños relacionados con los impactos del cambio climático, en medio de la reticencia de los países ricos puesto que su preocupación por las posibles demandas de responsabilidad ante los daños climáticos causados por sus emisiones sigue frenando la posibilidad de desarrollar una acción climática ambiciosa. En Sharm al-Sheikh se debatirá, además, cómo hacer operativa la Red de Santiago, creada en la COP25 de Madrid (2019) como herramienta para propiciar la asistencia técnica en esta materia. Faltaría dilucidar qué tipo de pérdidas y daños recibirán asistencia (rehabilitación, protección sanitaria…), o cómo encaja todo esto en el debate sobre la imposibilidad de devolver la deuda o con la ayuda internacional (humanitaria, prevención de desastres, ayuda al desarrollo). Se tendrá que definir también si se crea una agencia o una oficina específica, o como se integra con los otros fondos del Convenio de cambio climático (fondo verde o fondo de adaptación) que ya comportan inversiones específicas en proyectos sobre el terreno.
A pesar de que no se espera que se añadan nuevos compromisos u objetivos respecto a los adoptados en 2015, sí que es posible que algunos se renueven o refuercen. Se espera que los países participantes expliquen cómo pondrán en práctica el Acuerdo de París en sus economías, mostrando los avances en materia de legislación y políticas ambientales. En este sentido, se pondrá especial énfasis en la adaptación al cambio climático, cada vez más solicitada por los países vulnerables que ya están sufriendo sus consecuencias y necesitan apoyo económico para afrontarlas. No obstante, en cuanto a la mitigación de las emisiones es posible que no se consiga mucho más de lo que ya está aprobado.
Por su parte, Carlos Zorrinho defiende en el diario portugués Público el multilateralismo como mejor arma para hacer frente a los desafíos globales. El cambio climático, la pandemia de COVID-19 y la guerra de Ucrania conforman tres crisis globales que tienen un mismo hilo conductor: la cadena causa-efecto que correlaciona fuertemente el lugar de origen de las crisis –principalmente las zonas más desarrolladas del mundo– con las regiones donde las consecuencias de las crisis son más graves, como es el caso del continente africano y de las islas del Caribe y del Pacífico. Por consiguiente, las crisis globales requieren una cooperación global y el multilateralismo es la mejor respuesta ya que es la única manera concreta de afrontar crisis globales como el cambio climático, las pandemias, el terrorismo, la pobreza, los derechos humanos o el impacto de los efectos de un conflicto. Un mundo globalizado abre el camino para el desarrollo de un nuevo multilateralismo reforzado basado en una asociación de iguales. Sin esto, el riesgo no es solo una nueva Guerra Fría, sino también un mundo cada vez más dividido en bloques entre los que tienen los medios para hacer frente a las crisis globales y los que tendrán que sufrir las consecuencias. Pero el multilateralismo también debe presuponer una acción coordinada y compartida para garantizar inversiones y medios adecuados que permitan transformar la dependencia en interdependencia. En este sentido, destaca la Asamblea Parlamentaria Paritaria entre países de África, Caribe y Pacífico y la Unión Europea (APP ACP-UE), un caso único en cuanto que se trata de la única institución multilateral que reúne legisladores de diferentes continentes, donde cada uno aporta experiencias y mandatos diferentes, pero donde todos están unidos por el sentimiento que solo juntos se pueden afrontar retos comunes y globales.
En The Conversation, Félix Valdivieso destaca que este año, India ha desbancado a Gran Bretaña, su antigua metrópoli, como quinta potencia económica mundial. El autor señala que se habla mucho de que el nuevo orden mundial es multipolar pero la realidad es que todavía no se ha roto la inercia bipolar de la Guerra Fría y prácticamente todo se dirime entre China y los Estados Unidos. Es en este contexto en que el soft power indio y su aura de país no alineado están adquiriendo importancia para dirimir los desafíos internacionales a los que nos enfrentamos. Desde la llegada de Modi al poder en 2014 India ha mostrado un mayor asertividad en la manera de interactuar en política internacional, apartándose de su tradicional línea más moderada. Esto se debe a los claros indicios político-económicos que apuntan que tanto su economía como el país en general se encuentran en una fase ascendente. India, un país que dispone de poder nuclear en el patio trasero de China, puede llegar a cambiar las reglas del tablero geopolítico internacional, pero todavía tiene que perfilar mejor qué tipo de soft power quiere ejercer. El desarrollo indio sigue los pasos del desarrollo chino y Modi ha creado el Made in India, acompañado por una batería de medidas económicas con todo tipo de subvenciones e incentivos, destinados a arrebatar a China el título de hub manufacturero mundial. Un buen ejemplo de ello es que Apple ha anunciado que empezará a producir su iPhone 14 en India, lo cual supone un cambio radical a la política de producción de la compañía. India está lanzada y tecnológicamente sus centros neurálgicos, Chennai, Hyderabad, y Bangalore, están a la vanguardia de los adelantos tecnológicos en Asia.
La editorial del diario Le Monde reflexiona sobre los resultados de las elecciones en Israel y alerta que han comportado un avance histórico de los supremacistas judíos en el Parlamento y que nunca antes Israel se había escorado tanto hacia la derecha. Su componente más radical, que reivindica la supremacía judía, nunca había sido tan poderoso y su influencia es probablemente mayor que el simple número de sus diputados y ya reclama posiciones estratégicas dentro del futuro gobierno. Y esto es una mala noticia. Para la democracia israelí en primer lugar, después para los palestinos, pero también para muchos de los aliados de Israel, que hace tiempo que mantienen relaciones estrechas y empáticas con una comunidad de valores. El retorno al cargo de Primer ministro de un Binyamin Netanyahu atrapado desde hace más de dos años en un juicio por corrupción, fraude y abuso de poder es en sí mismo un símbolo y podría ir acompañado de un peligroso debilitamiento del estado de derecho. Todo contribuye a ello: las ganas de venganza del futuro jefe de gobierno y el giro ideológico que reivindica esta extrema derecha que se ha convertido en la tercera fuerza política del país y que desprecia el principio de equilibrio de poderes. Esta nueva cara de Israel, si se confirma en la composición del próximo gobierno, tendría que obligar sus aliados occidentales a reexaminar sus relaciones con el estado judío. Ni que sea para constatar que su silencio sobre la continuidad de los asentamientos en Cisjordania y el desprecio diario por los derechos más básicos de los palestinos no han hecho más que reforzar las posiciones israelíes más extremas y acelerar el entierro de la solución de los dos estados.
Por su parte, Bernardo Gutiérrez afirma en la revista CTXT que tras su victoria en las elecciones presidenciales, Lula tendrá que afrontar el reto de recuperar el funcionamiento de las instituciones democráticas, reconciliar los brasileños, equilibrar la economía, proteger el medio ambiente y reconducir el papel del Brasil en el mundo. El primer reto será restaurar el funcionamiento básico de la democracia. La tarea es ardua, pero no imposible. Lula vuelve con autoridad. Sus más de 60 millones de votos lo convierten en el presidente más votado de la historia y además Jair Bolsonaro es el único presidente en no haber conseguido la reelección desde el restablecimiento de la democracia. Aunque muchos analistas destacan las dificultades que Lula tendrá para lidiar con un Congreso y un Senado conservadores, en cuanto que jefe del Ejecutivo tiene la posibilidad de restaurar con rapidez el funcionamiento de instituciones tan vitales como la Procuraduría, el Ministerio Público o los cuerpos policiales que dependen del gobierno central (la PGR y la Policía Federal). No obstante, la principal dificultad a la que se enfrenta Lula no es la gobernabilidad ni tampoco la delicada situación económica –inestabilidad global, deudas contraídas por medidas electoralistas, inflación, tipo de interés altos–, sino la división del Brasil. En efecto, el país está profundamente dividido incluso regionalmente, como lo muestra el mapa de los resultados electorales y pase lo que pase con Jair Bolsonaro, el movimiento bolsonarista no desaparecerá. Todo indica que durante los próximos cuatro años habrá una feroz oposición al Gobierno de Lula. En el Congreso, en el Senado, en las redes, en las calles, puesto que el bolsonarismo mantendrá la estructura de guerra sucia activada para las elecciones de 2018. La movilización permanente girará alrededor de cuestiones morales. Y la narrativa antisistema de Bolsonaro, que consiguió mantener incluso siendo presidente, se reforzará. En definitiva, la ecuación a la que se enfrenta Lula es compleja. La receta con la que llegó al poder hace veinte años parece estar caducada. Superar la oleada anti política de descrédito de las instituciones que hizo ascender a Bolsonaro necesita tiempo. Algunas voces claman por un nuevo acuerdo democrático, cosa que parece inviable a corto plazo.
En cuanto a la guerra en Ucrania, Ivan Krastev subraya en The New York Times que, a pesar de los impactos de la guerra sobre las crisis energética, alimentaria y política mundiales, ésta no durará para siempre y será en la paz donde se harán evidentes las tensiones en Europa. Señala que hay tres campos diferentes a la hora de pensar cómo poner fin a la guerra: los realistas, los optimistas y los revisionistas. Los representantes de cada uno de estos campos se encuentran entre políticos y ciudadanos de casi todos los países europeos, aunque no están representados de la misma manera en todas partes: en la Europa occidental y meridional el debate se da mayoritariamente entre realistas y optimistas; en Ucrania y algunos países de Europa del Este, entre optimistas y revisionistas. En este contexto, la geografía y la historia explican mejor las diferencias. Los europeos occidentales temen principalmente la guerra nuclear mientras que los europeos del Este temen el retorno de la esfera de influencia rusa a sus países en caso de derrota de Ucrania. Los llamados realistas creen que el objetivo de Europa tiene que ser que Rusia no gane, Ucrania no pierda y la guerra no se extienda. Los realistas consideran con razón que el conflicto actual es más peligroso que el enfrentamiento soviético-norteamericano durante la Guerra Fría, porque la Guerra Fría fue un enfrentamiento entre dos fuerzas en las que ambas creían que la historia estaba a su lado. Occidente se enfrenta ahora a un líder con una mentalidad apocalíptica, perseguido por el espectro de un mundo sin Rusia. El segundo campo son los optimistas que conciben el final de la guerra no solo con la victoria de Ucrania sino con el final de Vladimir Putin. Argumentan que la derrota militar de Rusia y los efectos persistentes de las sanciones son signos claros de que el tiempo del presidente ruso se está agotando, y apoyan la negativa del presidente Zelensky de negociar. Los defensores de esta opción argumentan que solo el apoyo sin restricciones a Ucrania puede conseguir una paz duradera. El tercer grupo, los revisionistas, ven la guerra en Ucrania no como la guerra del presidente Putin sino como la guerra de los rusos. Para ellos, la única garantía de paz y estabilidad a Europa tras el final de la guerra sería el debilitamiento irreversible de Rusia, incluida la desintegración de la Federación Rusa. Cada una de estas escuelas de pensamiento tiene sus detractores. Los críticos del enfoque realista insisten con razón que el realismo ya se probó en 2015 después de que Rusia invadiera el este de Ucrania y no funcionó. Los optimistas por su parte sufren de un exceso de confianza considerando que los días de Putin en el poder están contados. Y los llamamientos de los revisionistas para desmantelar Rusia podrían tener el efecto no deseado de incentivar a los rusos a seguir luchando en esta guerra para garantizar la supervivencia de su país. En último término, Krastev concluye que el riesgo real para la unidad europea son las diferentes opiniones sobre cómo tendría que acabar la guerra, más que las amenazas nucleares de Putin. A pesar de que se necesita urgentemente un marco común para la resolución de la guerra, las narrativas y visiones divergentes sobre el final deseado de la guerra están tan cargadas emocionalmente y moralmente que cualquier acuerdo será complejo.
En la revista CTXT, Volodymyr Ishchenko lleva a cabo un interesante análisis de las implicaciones socioeconómicass de la guerra. El anuncio de una movilización parcial en Rusia ha roto el contrato social informal entre Putin y la población rusa donde el presidente ruso ofrecía un nivel de vida y una estabilidad no demasiado elevados pero aceptables a cambio de la pasividad política. Ahora muchos analistas consideran que la movilización decretada lo cambia todo. Pronto los cadáveres de los soldados mal entrenados, enviados como carne de cañón en el campo de batalla para parar la contraofensiva ucraniana, empezarán a ser devueltos a las familias, lo que provocará la indignación pública. De acuerdo con este razonamiento, esto, junto con el impacto económico de las sanciones, podría dar lugar a protestas que generarían una mayor represión. Aun así, Ishchenko considera que incrementar la represión no es la única opción para Putin y que su régimen no se basa exclusivamente en la coerción. Para entender el otro rumbo que podría tomar la situación hay que observar la dimensión económica y política de los últimos acontecimientos. Al declarar la movilización parcial, Putin ha subrayado que los soldados rusos reclutados recibirán el mismo salario que los soldados contratados que hasta ahora han sido la columna vertebral de las tropas rusas en Ucrania. Esto quiere decir que cobrarán al menos 3.000 dólares al mes dependiendo del rango militar, bonificaciones, seguro y un generoso paquete de ayudas sociales. Esto supera entre cinco y seis veces el salario mediano en Rusia. A esto hay que añadir el flujo de dinero destinado a la reconstrucción de Mariupol y otras ciudades ucranianas de las regiones recientemente anexionadas del sudeste de Ucrania. Actualmente se está contratando trabajadores de toda Rusia para el proceso de reconstrucción y se les ofrece el doble de lo que ganan en su país. También hay muchos fondos que fluyen hacia el conjunto de la industria militar. Como la demanda de armas y municiones ha aumentado significativamente, el número de trabajadores, así como los salarios, también ha crecido. El crecimiento del conjunto de la industria militar compensa, al menos en parte, el descenso de la producción en las industrias que dependen de componentes occidentales y que sufren las sanciones. En otros sectores, los empleados que han sido reclutados por el ejército han dejado vacantes unos puestos de trabajo que han sido ocupados por nuevos trabajadores, lo que ha hecho disminuir el paro. Si observamos todos estos cambios, vemos que en Rusia está tomando forma una cosa parecida al keynesianismo militar. Millones de rusos movilizados para luchar en Ucrania, empleados en la reconstrucción o la industria militar, o que participan en la represión de los disturbios en los territorios ocupados y en casa, o sus familiares, se han convertido en beneficiarios directos de la guerra. Esto supone, entre otras cosas, la aparición de un ciclo de retroalimentación positiva que antes no existía. La élite gobernante rusa inició la guerra movida por sus propios intereses y solo consiguió el apoyo pasivo de la población. Ahora esta redistribución de la riqueza estatal a través del esfuerzo militar está creando una nueva base para un apoyo más activo y consciente en un sector importante de la sociedad rusa, que ahora tiene un interés material directo en el conflicto. La cuestión crucial es determinar durante cuánto tiempo será sostenible este tipo de keynesianismo militar. Los ciclos de retroalimentación positiva clásicos se basaban en una producción industrial avanzada tecnológicamente. Los territorios y las colonias conquistados proporcionaban nuevos mercados y suministraban las materias primas y la mano de obra barata para aumentar todavía más la producción. Es muy cuestionable que Ucrania pueda aportar algo parecido a la economía rusa, a la vez que el impacto a largo plazo de las sanciones puede llegar a paralizar la economía rusa. Esto convierte el flujo de petrodólares como principal fuente de financiación para comprar lealtades, pero que depende de una reorientación exitosa y de un crecimiento suficiente de las economías de China e India para sostener la demanda de recursos energéticos rusos.
En clave catalana, destaca que la sala de lo penal del Tribunal Supremo ha anulado la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de Cataluña (TSJC), de 10 de octubre de 2020, que condenó a cuatro miembros de la mesa del Parlament por desobediencia por haber impulsado las leyes del 1-O de 2017. El Supremo afirma que “se ha vulnerado el derecho a un tribunal imparcial”, puesto que dos magistrados del tribunal juzgador habían exteriorizado en resoluciones previas una postura explícita sobre cuestiones que constituyeron después el objeto esencial del juicio. El TSJC condenó a los cuatro miembros de la Mesa soberanista a 1 año y 8 meses de inhabilitación y a pagar una multa de 30.000 euros cada uno por el delito de desobediencia al Tribunal Constitucional, que ordenó no actuar ni llevar a cabo ninguna acción para impulsar el Referéndum de Independencia de Cataluña. Ahora se tendrá que repetir el juicio con un nuevo tribunal.
Respecto de los asuntos europeos, Alexandra Brzozowski y Oliver Noyan destacan en Euractiv que a principios de noviembre seis líderes de los Balcanes occidentales firmaron tres acuerdos en el marco del Proceso de Berlín, enviando señales positivas antes de una cumbre crucial que tendrá lugar en Albania en diciembre. El canciller alemán Olaf Scholz, Ursula von der Leyen y Charles Michel se reunieron con los líderes de Serbia, Kosovo, Bosnia y Herzegovina, Montenegro, Macedonia del Norte y Albania para presidir la firma de los acuerdos. El foro, iniciado en 2014 por la antigua cancillera alemana Angela Merkel, tiene como objetivo fomentar el acercamiento entre los seis estados de los Balcanes occidentales y la UE y promover la integración entre los estados de la región. En su comunicado conjunto, los participantes acordaron celebrar la próxima cumbre del Proceso de Berlín 2023 en Albania. El país también acogerá la próxima Cumbre de los Balcanes occidentales el 9 de diciembre de 2022. Tras dos años de intensas negociaciones, los seis países llegaron a acuerdos que facilitarán la libre circulación de los ciudadanos en toda la región y el reconocimiento mutuo de las calificaciones profesionales de médicos, dentistas y arquitectos. Los acuerdos no solo son un adelanto para la integración regional, sino que tienen un significado particular en el contexto de las tensiones actuales entre Belgrado y Pristina. En este sentido, Scholz afirmó que espera que el nuevo acuerdo de reconocimiento mutuo abra el camino para una mayor conciliación entre los dos países y que es hora de superar los conflictos regionales y acelerar el proceso de normalización de las relaciones entre Kosovo y Serbia. El canciller añadió que la guerra en Ucrania ha hecho todavía más necesaria la resolución de conflictos en los Balcanes para preservar la libertad y la seguridad de Europa. Por otro lado, el ejecutivo de la UE ha anunciado un paquete de apoyo energético de 500 millones de euros para la región, puesto que el aumento de los precios de la energía provocado por la guerra y el inicio del invierno golpean con fuerza esta parte del continente.
Por su parte, John Curtice subraya en The Conversation que, en su nuevo Libro Blanco sobre la economía de la independencia, el gobierno escocés ha dejado claro que la reincorporación a la UE es fundamental para su visión de cómo Escocia podría prosperar fuera del Reino Unido. En lugar de tratar simplemente de si Escocia tendría que formar parte del Reino Unido, la primera ministra, Nicola Sturgeon plantea el futuro del país fuera del Reino Unido, pero dentro de la UE, en lugar de estar dentro del Reino Unido pero fuera de la UE. Cualquier futuro referéndum sobre la independencia trataría pues tanto del Brexit como de la relación de Escocia con el resto del Reino Unido. Esto no es ninguna sorpresa puesto que, en el referéndum sobre la salida de la UE de junio de 2016, 62% de los escoceses votaron a favor del Remain y las encuestas actuales sugieren que el apoyo para formar parte de la UE es actualmente todavía mayor. Tras el referéndum del Brexit, algunos votantes empezaron a revisar sus actitudes hacia la independencia ante la decisión de salir de la UE. Tal como anticipó el SNP, votantes que habían votado No en 2014 y Remain en 2016 han pasado a apoyar a la independencia. Pero justo es decir que los cambios también se producen en sentido contrario puesto que algunos que habían votado Sí en 2014, pero Leave en 2016 han realizado el camino contrario. En 2017, la encuesta Scottish Social Attitudes determinó que 49% de los que estaban a favor de permanecer en la UE también estaban a favor de la independencia, en comparación con sólo el 41% de los que apoyaban el Leave. Desde entonces, la realización del Brexit ha visto aumentar todavía más la brecha entre los partidarios de ambas opciones. En la encuesta Scottish Social Attitudes realizada a finales del 2021, algo más de una cuarta parte (26%) de los que actualmente apoyan el Leave dijeron que votarían Sí a la independencia mientras dos tercios (67%) de los partidarios del Remain lo harían. A diferencia de hace ocho años, las actitudes hacia la UE son ahora una parte integrante del debate constitucional entre los votantes. Nada de esto, por supuesto, implica necesariamente que Escocia esté preparada para votar sí a la independencia en caso de otro referéndum pero sí que ayuda a explicar por qué Sturgeon está interesada en que el debate constitucional también sea sobre la relación de Escocia con la UE, y no solo sobre sus vínculos con el Reino Unido.
La editorial de la revista Política&Prosaalerta de que hace tiempo que hablamos de la crisis de las democracias liberales, caracterizada por el aumento de la desconfianza de los ciudadanos hacia las instituciones y la creciente abstención electoral. Después de lo que se ha vivido en las últimas dos décadas y la aceleración marcada por la pandemia y la guerra en Ucrania, afirmar que las democracias viven un momento difícil ya es una obviedad. Los éxitos electorales recientes de la extrema derecha en Suecia e Italia nos lo demuestran de manera fehaciente. A diferencia de los autoritarismos del pasado o de los totalitarismos del siglo XX, estas “nuevas” autocracias electorales no se presentan como antidemocráticas. Tampoco hacen golpes de estado ni se juegan el todo por todo utilizando la violencia de calle, como fue el caso de la Marcha sobre Roma de la que se cumplen precisamente cien años. Al contrario, Orbán, Morawiecki, Trump, Meloni, y también Putin, Erdogan, Duterte o Modi, se presentan como demócratas y recuerdan que han ganado unas elecciones libres. La cuestión es que la democracia no es tan solo poder votar en unas elecciones. La democracia, en su acepción liberal, tal como se ha forjado en más de dos siglos de historia, significa también, y, sobre todo, la existencia de instituciones independientes que controlan el gobierno y garantizan derechos. La democracia implica separación de poderes, información libre, libertad de opinión y pluralismo de ideas. El riesgo real no es sencillamente un mal funcionamiento crónico de los sistemas democráticos o la incapacidad para aportar mejoras, sino su vaciado progresivo y su próxima desaparición. Las autocracias electorales nos muestran en toda su crudeza el peligro mortal que amenaza las democracias liberales.
En este sentido, son muchos los factores que explican la crisis actual de la democracia, y José Pacheco Pereira argumenta en Público que los más importantes están relacionados con los daños causados a la calidad de vida y a la dignidad de millones de personas en los países donde hay democracias. En las dictaduras, este proceso no tiene lugar, porque en Rusia, en Irán, en Hong Kong, existe la aspiración democrática de salir de la dictadura o de la autocracia. Es pues en las democracias occidentales donde, en diferentes grados, existe esta crisis, en los EE.UU., en Brasil, en la Unión Europea. Los dos momentos críticos que estamos viviendo –las consecuencias de pandemia y la guerra en Ucrania– han acelerado el proceso, pero ya hacía tiempo que una economía enfocada hacia los ricos, incapaz de afrontar la exclusión y la desigualdad, ya sea de trabajadores o de refugiados, no había hecho más que incrementar las desigualdades. Por otro lado, un conjunto de fenómenos sociales ha creado fuentes de pobreza, no solo material, sino que ha comportado la pérdida de la esperanza, la sensación de pérdida de dignidad con los cambios en el mercado laboral. Pacheco Pereira subraya que el descontento se dirige contra la clase política de las democracias, en particular los partidos de gobierno, debilitados por la corrupción, el carrerismo y la incompetencia que ha generado un incremento importante de la indiferencia hacia la política y las instituciones. Esta indiferencia destruye el vínculo de representación, perjudica la democracia y es un auténtico maná para los populistas y su discurso de resentimiento. Uno de los aspectos clave de la actual crisis de la democracia es precisamente un deterioro creciente de los factores culturales, de la visión del mundo, que implica una ideología de la democracia, es decir, saber qué hacer y, quizás más aún importante, qué no hacer. Esto implica educación, conocimiento, voluntad de saber, leer, escuchar y ver, buscar información, reconocer la desinformación, hablar claro cuando hace falta y ser prudente también pertoca, reconociendo el valor de la privacidad. Personajes como Trump, Bolsonaro y otros muchos deben parte de su éxito a la indigencia argumental, la prepotencia personal, el anti intelectualismo militante, la hipocresía religiosa, el machismo, la violencia y la agresividad que permiten la identificación de muchas personas en un mismo movimiento de poder y exclusión.
En el ámbito económico Jamie Martin plantea en The Guardianel futuro del Fondo Monetario Internacional en el nuevo contexto de crisis simultáneas que se está dibujando. La economía mundial se enfrenta a la posibilidad de vivir una de las peores crisis de la deuda de las últimas décadas, que amenaza con profundas recesiones, inestabilidad política y años de crecimiento perdido. Asimismo, el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos (huracanes más potentes, sequías recurrentes) dificulta todavía más la vida de los países que ya dedican una gran parte de sus ingresos a devolver la deuda exterior. En este contexto, el FMI se ha implicado más que nunca en el rescate de los países insolventes. Durante los últimos meses, el importe de sus préstamos de emergencia ha logrado un nivel récord, puesto que un número creciente de países como Bangladesh, Egipto, Ghana y Túnez se han visto forzados a recorrer a su ayuda. No obstante, muchos países consideran que el FMI disfruta de una posición demasiado dominante, o incluso neocolonial, y buscan ayuda en otros lugares. En efecto, a cambio de su ayuda, el FMI suele imponer que los gobiernos hagan lo que les resulta más difícil: reducir el gasto público, aumentar los impuestos e implementar reformas diseñadas para reducir sus ratios de deuda/PIB, como por ejemplo recortar los subsidios al combustible o a los alimentos. No es sorprendente que los gobiernos a menudo se muestren reticentes a emprender estas medidas. No es solo que las reformas muchas veces dejen a los ciudadanos en peor situación y que los políticos sean menos populares. El orgullo nacional también está en juego. Tener que inclinarse ante las demandas de una institución dominada por gobiernos extranjeros puede ser visto como una humillación y una admisión de disfunción interna y mal gobierno. Además, después de llegar a la cumbre de sus poderes en los años 90, cuando se convirtió en sinónimo de los excesos de la globalización neoliberal, el FMI se ha enfrentado a una resistencia creciente. A pesar de que todavía es la única institución que puede garantizar asistencia a casi cualquier país que sufre un estrés financiero extremo, el declive del poder de los EE. UU., la aparición de prestamistas alternativos y su posición dominante lo han dejado en una posición anómala. Es muy necesario y poco querido, enormemente poderoso y a menudo ineficaz para conseguir que los estados acepten sus condiciones. En último término, si las predicciones son correctas y el mundo está entrando en un periodo prolongado de turbulencias económicas, esto no hará más que incrementar la necesidad de algún tipo de prestamista global de último recurso.
Por su parte, The Economistapunta la necesidad que tiene el continente africano de utilizar más energía para salir de la pobreza endémica. En efecto, si en el mundo rico el gran reto energético es cómo hacer que el suministro sea más sostenible, en África el problema es cómo generar más energía. El consumo medio por persona en África subsahariana –excluyendo Suráfrica–, es de solo 185 kilovatios-hora (kWh) al año, en comparación con unos 6.500 kWh en Europa y 12.700 kWh en los EE. UU.. El bajo consumo de energía es una consecuencia de la pobreza, pero también una de sus causas. Si África quiere enriquecerse tendrá que utilizar mucha más energía, incluidos los combustibles fósiles. Sin embargo, sus esfuerzos para hacerlo la ponen en un camino de colisión con los países ricos. El mundo rico importa combustibles fósiles para su propio uso, a la vez que restringe la financiación pública para los proyectos de gas africano destinados al uso doméstico. Sin duda, las tecnologías de energía limpia son una gran oportunidad para el continente. Ya son las principales fuentes de energía para 22 de los 54 países de África. Pero esperar que África pueda confiar solo en las energías renovables para aumentar el consumo es ingenuo. Por ejemplo, la electricidad, una fuente de energía que no está al alcance de unos 590 millones de personas –es decir aproximadamente la mitad de los africanos subsaharianos– es insegura y costosa. Si calculamos los precios en función del poder adquisitivo, veríamos cómo los hogares de muchos países africanos pagarían tarifas más elevadas que las de la OCDE. Por otro lado, África concentra el 18% de la población mundial, pero recibe menos del 5% de la inversión mundial en energía. El IEA calcula que el gasto total de capital en África destinado a energía entre 2026 y 2030 tendría que ser casi el doble del que fue entre 2016 y 2020 mientras que la inversión en energía limpia tendría que multiplicarse por seis. Todo esto parece muy ambicioso en cuanto que las finanzas públicas africanas están en un estado muy deficiente. Veintidós países tienen graves dificultades de endeudamiento o corren un alto riesgo, según el FMI. En último término, dado que muchos africanos son pobres, son mucho más vulnerables a los daños causados por el calentamiento global, como por ejemplo sequías, enfermedades y precios más elevados de los alimentos. Para buena parte de África, la mejor manera de adaptarse a un planeta que se calienta es enriquecerse lo suficiente para hacer frente a sus consecuencias. Negar a los africanos una energía barata y fiable hará que esta tarea sea mucho más difícil, mientras que casi no servirá de nada para frenar el calentamiento global.
Paralelamente, Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (IEA) afirma que la invasión de Ucrania ha cambiado y cambiará los mercados y las políticas energéticas durante las próximas décadas. La crisis energética desencadenada por la guerra está dando en muchos casos un impulso a corto plazo a los combustibles fósiles. En Europa se ha quemado más carbón, por ejemplo, porque los precios del gas natural han sido muy altos. Pero considera que es probable que se trate de un fenómeno temporal puesto que la crisis también está impulsando importantes cambios estructurales para acelerar la transición hacia las energías limpias. Los datos del IEA sugieren que muchos gobiernos están respondiendo a los picos económicamente perjudiciales de los precios de los combustibles fósiles duplicando las tecnologías de energía limpia. La Ley de reducción de la inflación de los Estados Unidos, el paquete Fit for 55 de la UE y el plan REPowerEU, el programa de transformación verde del Japón y los ambiciosos objetivos de energía limpia en China e India están contribuyendo a ello. Birol subraya que los argumentos económicos a favor del uso de tecnologías limpias asequibles son cada vez más convincentes. La energía solar y la eólica son las opciones más baratas para nuevas instalaciones eléctricas en la mayoría de las regiones del mundo, incluso sin tener en cuenta los precios actuales excepcionalmente elevados del carbón y del gas. Añade que las preocupaciones en materia de seguridad también están impulsando cada vez más la transición hacia las energías limpias. La invasión de Ucrania y el uso posterior de los suministros de gas para presionar Europa muestran los riesgos derivados de la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles. En este sentido, las tecnologías limpias y energéticamente eficientes, como por ejemplo los vehículos eólicos, solares, eléctricos y bombas de calor, permitirían a los países producir más energía a nivel nacional y reducir la necesidad de importar combustible. Paralelamente, están surgiendo nuevos riesgos para la seguridad energética. Los países necesitan un suministro amplio y diverso de minerales críticos y de cadenas de suministro de fabricación para tecnologías como por ejemplo paneles solares y baterías de vehículos eléctricos. Aun así, en medio de la actual convulsión geopolítica, Birol advierte de que existe el riesgo de que surjan fracturas en materia de energía y cambio climático entre algunas economías avanzadas y las que están desarrollo, lo que podría generar líneas de fractura perjudiciales a nivel mundial. Para evitar que estas divisiones arraiguen, las principales economías del mundo tienen que trabajar para abordar sus causas. En primer lugar, deben asegurarse que el papel de Rusia en la crisis energética actual sea bien entendido por todo el mundo. En efecto, hay una falsa narrativa que circula que las energías limpias y las políticas climáticas son las culpables. En segundo lugar, el mundo rico debe hacer mucho más para permitir que las economías emergentes y en desarrollo, especialmente las de África, aumenten masivamente las tecnologías de energía limpia. En tercer lugar, los países ricos tendrían que cumplir inmediatamente las promesas hechas a los más pobres sobre la financiación del clima. En la COP15 de Copenhague de 2009, se comprometieron a recaudar 100.000 millones de dólares anuales en 2020 para ayudar los países en desarrollo a adaptarse al cambio climático pero esta promesa todavía no se ha cumplido. La COP 27 que se está celebrando es una oportunidad importante pero si las economías líderes no construyen puentes con las economías en desarrollo, o si adoptan un enfoque demasiado prescriptivo, se corre el riesgo de ampliar las divisiones.
Para acabar, Jie Gao analiza en The Diplomat el discurso del presidente Xi Jinping en el XX Congreso del Partido Comunista y subraya que, en comparación con su informe de hace cinco años, Xi dedicó toda una sección al desarrollo tecnológico y a la gestión del talento. Entre las 15 secciones del informe, cinco de ellas incorporan la tecnología, incluyendo secciones sobre las nuevas misiones del PCC, desarrollo económico, ciencia y tecnología y estrategia educativa, seguridad interna, militar y de defensa. Sobre la dirección del desarrollo, Xi abandona el sistema orientado al mercado para las innovaciones tecnológicas, que propuso en 2017 y ordena a la comunidad científica que cumpla las demandas estratégicas nacionales. Esto implica esfuerzos gubernamentales potencialmente más consolidados para guiar –y hacer cumplir– los investigadores chinos para trabajar en proyectos que Beijing considera como prioritarios. Basándose en documentos anteriores, estos proyectos en el ámbito de la IA suelen incluir las tecnologías necesarias para dispositivos electrónicos básicos, chips genéricos de gama alta y software básico, que son problemas crónicos de cuello de botella para China. Para conseguir la autosuficiencia tecnológica, Xi considera que los talentos constituyen el recurso principal. Además de fomentar mentes brillantes en casa mediante una mejor educación, China también aumentará sus esfuerzos para atraer talento del extranjero. China ya ha desarrollado una serie de programas, como el programa insignia Thousand Talents Program lanzado en 2008 para reclutar investigadores e ingenieros extranjeros. El PCC también reconoce la importancia de la cooperación internacional para avanzar en la investigación y el desarrollo (I+D), puesto que Xi propone ampliar los intercambios científicos y tecnológicos y la cooperación con otros países. De hecho, a pesar del malestar geopolítico, China y los Estados Unidos han generado la mayor cantidad de colaboraciones transnacionales en publicaciones de IA entre 2010 y 2021, casi tres veces más que entre los Estados Unidos y el Reino Unido, la segunda pareja más productiva. Otras medidas para facilitar el desarrollo tecnológico de China que Xi menciona en el informe incluyen el fortalecimiento de la protección de la propiedad intelectual, el establecimiento de centros de innovación científica, la diversificación de las fuentes de inversión, la reforma de los mecanismos de asignación de fondo y la mejora del liderazgo del sector privado en I+D. En definitiva, el informe del XX Congreso es esencial para entender el enfoque político del PCC en los próximos cinco o diez años. Una mirada atenta al informe en comparación con la versión anterior refleja la confianza de Xi en el papel crítico de la tecnología para impulsar el desarrollo de China y conseguir el gran rejuvenecimiento de la nación china. Como tecnología emergente prometedora, la IA ha recibido una atención importante del PCC y este informe continúa esta tendencia y promete más esfuerzos para conseguir avances en tecnologías básicas con talentos de alta calidad mediante un apoyo estatal coordinado ante la competición liderada por los Estados Unidos. Finalmente, el informe también implica la integración de la IA del ejército a sus capacidades militares de una manera más práctica.
En la elaboración de este número de Diari de les idees han participado Montserrat Vivó i Martí Serra, estudiantes en prácticas en el CETC.
Política internacional y globalización
Four scenarios for a world in disorder
El discurs de Xi Jinping a l’últim Congrés del Partit comunista xinès és un dels més importants de la dècada. El mandatari xinès anuncià que seguirà estrictament amb la seva política de zero-COVID i que està convençut en recuperar Taiwan per tots els mitjans possibles. David Bach, assenyala en aquest article de The Conversation, que l’ordre mundial no ha retornat al sistema pre-COVID, sinó que la incertesa geopolítica és ara la norma. L’autor presenta diferents escenaris per als propers quatre anys que afectaran l’economia global. Primer, la guerra d’Ucraïna sembla avançar cap a la derrota russa, degut a tres raons: la resistència ucraïnesa; el caos militar rus; i la unitat occidental en el suport d’Ucraïna. Aquest darrer punt està amenaçat per l’hivern i les possibles reaccions de governs europeus a favor d’una pau pactada. Aquesta dependència europea és auto-generada, ja que països europeus, sobretot Alemanya, no van fer cas a les advertències de gran part de la comunitat internacional. Segon, les relacions sino-americanes també seran un dels eixos que afectarà el futur. L’apropament econòmic després del viatge de Nixon a la Xina el 1972 ha evolucionat cap a una bel·ligerància creixent des de l’administració Obama. Biden ha accelerat la política d’aliances amb països de la regió per preparar-se per una possible confrontació econòmica i sistèmica. Si bé la desconnexió de Rússia ha estat econòmicament dolorosa, la dependència europea de la Xina és encara més gran, i hi ha una gran incertesa sobre les accions a realitzar en una eventual invasió de Taiwan. Tercer, el populisme anti-globalització també comença a agafar força, sobretot entre els joves que cada cop veuen menys favorable un sistema democràtic. L’auge de l’autoritarisme és també un gran repte que es veu propulsat per la inflació, que és el quart dels escenaris dibuixats per l’autor. Actualment, aquesta es troba en els nivells més alts des de dècades. Si les pujades de tipus ens aboquen a una recessió, però no acaben amb la inflació, podem arribar un panorama crític. Des d’aquesta perspectiva, l’autor presenta un model amb quatre escenaris: els anys vint –amb creixement econòmic i pau mundial—, els anys trenta —amb crisi econòmica i tensions geopolítiques—, els anys 70 —amb relaxament geopolític i crisi econòmica, o els anys vuitanta —amb una escalada geopolítica i creixement del comerç internacional. Actualment, hi ha elements molt diferents a les dècades anteriors: la tecnologia, el poder de les multinacionals o la major interdependència econòmica entre potències. No obstant, els líders han d’adonar-se que l’ordre mundial anterior no tornarà. Les organitzacions que s’organitzin des de la resiliència, argumenta l’autor, seran les que sobreviuran.
Multilateralismo — a arma para vencer os desafios globais
El canvi climàtic, la pandèmia de COVID-19 i la invasió russa d’Ucraïna conformen tres crisis globals que tenen un mateix fil conductor: la cadena causa-efecte que correlaciona fortament el lloc d’origen de les crisis, principalment les zones més desenvolupades del món, amb les regions on les conseqüències de les crisis són més greus, com és el cas del continent africà i de les illes del Carib i del Pacífic. Per consegüent, l’autor argumenta que les crisis globals requereixen una cooperació global i que el multilateralisme és la resposta ja que és l’única manera concreta d’afrontar crisis globals com el canvi climàtic, les pandèmies, el terrorisme, la pobresa, els drets humans o l’impacte dels efectes d’un conflicte. Un món globalitzat obre el camí per al desenvolupament d’un nou multilateralisme reforçat basat en una associació d’iguals. Sense això, el risc no és només una nova Guerra Freda, sinó també un món cada cop més dividit en blocs entre els que tenen els mitjans per fer front a les crisis globals i els que hauran de patir-ne les conseqüències. El multilateralisme, però, no pretén ser un procés amb discussions interminables i poc concloents. Al contrari, ha de pressuposar una acció coordinada i compartida per garantir inversions i mitjans adequats que permetin finalment tallar aquest fil conductor i transformar la dependència en interdependència. En aquest sentit, l’autor destaca l’Assemblea Parlamentària Paritària entre països d’Àfrica, Carib i Pacífic i la Unió Europea (APP ACP-UE), un cas únic en aquest context en tant que es tracta de l’única institució multilateral que reuneix legisladors de diferents continents, cadascun d’ells aportant experiències i mandats diferents, però tots units pel sentiment que només junts podem afrontar reptes comuns i globals.
What Xi Jinping’s rhetoric reveals about China’s global aims
Durant l’últim dia del Congrés del Partit Comunista Xinès, es van fer públics uns documents apuntant a la metodologia del reclutament de les elits del PCC. Els documents assenyalaven que es buscava “lluitadors” contra qualsevol amenaça a la seguretat nacional. Aquesta expressió, ens informa Bruno Maçães, ens mostra la manera com Xi veu el futur del seu país i com portarà la política internacional en els propers anys. El president s’ha rodejat només de membres de la seva confiança, així eliminant qualsevol competència interna que pogués tenir d’altres faccions del PCC. Tradicionalment, tant Rússia com Xina han estat dividits entre els “occidentals”, que han estat educats en universitats americanes, i els nacionals. Els “occidentals” volen aconseguir la primacia mundial a través del camí tradicional; els nacionals en volen seguir un altre. Durant aquest Congrés s’ha eliminat un dels càrrecs més propers als “occidentals” deixant-los sense representació. Els documents filtrats mostren l’esperit polític xinès que vindrà en els propers anys. Un dels seus objectius és combatre Occident, sobretot en l’àmbit tecnològic, després que els EUA anunciés un seguit de mesures per combatre la tecnologia xinesa dels semi-conductors. Els països occidentals pensen que mitjançant l’aïllament xinès de la innovació, la seva economia col·lapsarà. Aquesta opinió no es compartida pels experts xinesos, que asseguren que només cal reinventar tecnologia ja existent. Aquestes diferències ens retornen a un debat tradicional: poden les economies centralitzades produir innovació al mateix nivell que les economies de mercat? La resposta és complicada, però en el cas de la innovació a Anglaterra o a la Florència dels Medici tampoc existien drets polítics clars ni un sistema polític liberal. L’èxit i el fracàs, no obstant, ja no es poden mesurar en termes occidentals. La resolució del conflicte dependrà de qui està disposat a lluitar més i de les capacitats per enfrontar-s’hi. Sigui com sigui, aquest congrés del PCC ha estat el més rellevant de la història i el futur que vindrà posteriorment serà irreconeixible.
India, el despertar de un nuevo gigante asiático
Enguany, l’Índia ha desbancat la Gran Bretanya, la seva antiga metròpoli, com a cinquena potència econòmica mundial i potser això sigui tot un símbol d’un nou ordre internacional. A això es referia l’ultranacionalista Primer ministre indi Narendra Modi, en afirmar emfàticament fa pocs dies que l’Índia havia deixat enrere els que l’havien governat durant 250 anys. L’autor assenyala que es parla molt que el nou ordre mundial és multipolar però la realitat és que encara no hem trencat la inèrcia bipolar de la Guerra Freda i pràcticament tot es dirimeix entre la Xina i els Estats Units. És en aquest context en què el soft power indi i la seva aura de país no alineat comencen a ser necessaris per dirimir els desafiaments internacionals als quals ens enfrontem. Des de l’arribada de Modi al poder el 2014 l’Índia ha mostrat una major assertivitat en la manera d’interactuar en política internacional, apartant-se de la seva tradicional línia més moderada. Això es deu als clars indicis politicoeconòmics que apunten que tant la seva economia com el país en general es troben en una imparable ascensió. L’Índia, un país que disposa de poder nuclear al pati del darrere de la Xina, pot arribar a canviar les regles del tauler geopolític internacional, però encara ha de perfilar millor quin tipus de soft power vol exercir. Políticament parlant, l’Índia està trepitjant més fort que mai. El seu primer ministre ha abandonat la diplomàcia de guant blanc i el setembre passat no va tenir objecció tant a evitar el seu amfitrió, el totpoderós Xi Jinping, durant la cimera de l’Organització de Cooperació de Xangai (OCS), com a admetre públicament que ha mantingut converses telefòniques amb el Dalai Lama. D’altra banda, s’han prohibit a l’Índia no només Tiktok i 58 aplicacions xineses més, sinó que s’han exclòs empreses xineses de les licitacions públiques per a la 5G. Això no obstant, per més que la Xina i l’Índia siguin diferents comparteixen característiques generals que poden ser determinants per a l’esdevenir de la humanitat. Per començar, són civilitzacions mil·lenàries, orgulloses del seu passat, assentades en un extens territori i molt densament poblades. En termes de mercat, la completa incorporació de l’Índia als canals de producció i consum internacional donarà un tomb als índexs econòmics mundials en tots els sectors, des del turisme a la tecnologia, com ha passat amb la Xina. El desenvolupament indi segueix els passos del desenvolupament xinès. Modi ha creat el Made in India, acompanyat d’una bateria de mesures econòmiques amb tota mena de subvencions i incentius, destinats a arrabassar a la Xina el títol de hub manufacturer mundial. Un bon exemple és que Apple ha anunciat que començarà a produir el seu iPhone 14 a l’Índia, la qual cosa suposa un canvi radical a la política de producció de la companyia. L’Índia està llançada i tecnològicament els seus centres neuràlgics, Chennai, Hyderabad, i Bangalore, estan a l’avantguarda dels avenços tecnològics a Àsia. El país té per davant immensos desafiaments polítics, socials i econòmics, i el vas és que l’axis mundi ha girat definitivament a Orient.
The Cult of Modi
En aquest article, Guha situa el culte a Modi en un context comparatiu i cultural. L’Índia és la major democràcia del món i el partit al poder, Bharatiya Janata, l’organització política més gran del món. Des del maig del 2014, tant el BJP com el Govern han estat sotmesos als desitjos del primer ministre indi Narendra Modi. S’ha construït un extraordinari culte a la personalitat al seu voltant i això es visible a les manifestacions, a la propaganda que envolta el partit i els elogis de la premsa entre d’altres. GuhaComença fent un anàlisi de diferents cultes a la personalitat en l’època moderna com Stalin, Ho Chi Minh, Mao Zedong o Fidel Castro. A continuació procedeix a fer una comparativa entre cultes de Stalin i Mao i de Benito Mussolini a Itàlia i d’Adolf Hitler a Alemanya traient-ne la conclusió de que tots dos van sorgir en entorns que no estaven completament desproveïts de trets democràtics. Aquest fet és enllaçat amb l’actualitat, i com el món torna a ser testimoni de l’ascens de líders autoritaris a països amb algun tipus d’història democràtica, Modi en representa un dels principals exemples. Modi té en comú amb altres líders de l’actualitat com Trump, Bolsonaro o Xi JinPing, el fet d’haver personalitzat la governança i busquen presentar-se com el salvador o redemptor de la seva nació, el que els ha permès construir, cultes a la personalitat al voltant de si mateixos. L’autor argumenta que a l’Índia, en ser el país més poblat del món, aquest culte tindrà conseqüències més profundes i possiblement més portentoses que els cultes erigits en altres parts del món. Però el punt més important i sorprenent és que aquest culte s’ha produït en un país amb tradicions democràtiques bastant consolidades. Diverses raons expliquen la popularitat de Modi. La primera és la seva imatge com a persona treballadora i dedicada que ve d’una família desavantatjada; la segona els seus dots d’orador; la tercera els seus èxits en comparació al seu rival Rahul Gandhi; la quarta, el creixement de la importància de l’hinduisme en la política i la seva figura com a redemptor dels hindús i de l’hinduisme; la cinquena és l’ús massiu de propaganda, i la sisena la varietat de temes en el qual és expert, passant per l’economia la filosofia i la política. En darrer terme, el culte a la persona de Modi ha comportat la debilitació de les institucions i el creixement de l’autoritarisme. Controla totes les institucions, del partit BJP, del gabinet sindical, i es podria dir que pràcticament també del Parlament també. La premsa està subjugada al poder, així com també la burocràcia tot i que se suposa que els funcionaris públics han de treballar d’acord amb la Constitució i ser apartidistes.
Les Iraniennes allument un brasier social
L’autora argumenta que tot i que les protestes actuals expressen certament una revolta contra l’ús obligatori del vel, els aldarulls que sacsegen la República Islàmica no es limiten a això. En efecte, els fonaments del règim són atacats i diverses categories de la població s’uneixen en les protestes degut a una frustració general. L’Iran ja ha viscut diverses onades de protesta popular en el passat, però cap no ha tingut tanta magnitud, ni tant ressò entre la població i a l’estranger. De fet, ara el règim ha de fer front a l’expressió del descontentament generalitzat i a la forta implicació de les dones i dels joves en el moviment. Gairebé el 51% dels iranians tenen menys de 30 anys sobre una població (tres quartes parts de la qual és urbana) de 86 milions. Aquests joves estan farts de viure d’una manera restringida on tot el que pot semblar normal en altres llocs –com el simple fet d’escoltar música amb els amics al carrer– és font de complicacions. La dignitat humana és doncs al centre d’aquest moviment. És com si la gent volgués recuperar la seva joventut perduda i expressar el desig d’una existència normal i digna. A això s’afegeix l’extensió geogràfica de les protestes, que no es limiten només als nuclis urbans sinó que afecten zones allunyades. El Kurdistan i el Balutxistan, especialment a la ciutat de Zahedan, viuen així els enfrontaments més violents. La mala situació econòmica també explica gran part de la ira dels iranians, colpejats per una inflació al voltant del 40%. Una de les promeses electorals d’Ebrahim Raïssi va ser actuar per millorar la vida quotidiana dels seus conciutadans. Però poc ha canviat des de la seva elecció com a president de la República Islàmica el juny de 2021. El govern fins i tot ha adoptat un paquet de mesures d’austeritat amb una reducció de determinats subsidis als productes alimentaris bàsics, al·legant el pes de les sancions imposades per evitar que l’Iran desenvolupi el seu programa nuclear. El poder adquisitiu dels iranians ha caigut bruscament, tenen dificultats per comprar productes de primera necessitat. El consum de carn, ous i lactis ha baixat un 50%, prop del 45% dels iranians viuen per sota del llindar de pobresa i el 10% no tenen res per menjar. A més de les dificultats econòmiques creixents, la població ha de fer front a una corrupció endèmica que res no sembla poder revertir. Malgrat les promeses de les autoritats, la corrupció i els suborns regeixen tant la vida quotidiana dels ciutadans com la de les empreses, en un país on més de dos terços del PIB depèn d’empreses i organitzacions públiques o semipúbliques. Una altra característica de la revolta és la manca de lideratge polític o de coordinació reconeguda. Aquest caràcter horitzontal, propi d’altres moviments del món, s’explica especialment per la repressió i la fragmentació de les forces polítiques d’oposició a l’interior del país i la por a les represàlies. També reflecteix la falta de claredat sobre l’equilibri de poder que caracteritza el règim iranià. Sigui quin sigui el destí d’aquest moviment, els seus èxits ja semblen significatius. La joventut iraniana i sobretot les dones joves demanen canvis. És possible que la policia de la moral sigui desmantellada, o almenys bona part de la seva influència. Potser portar el vel ja no serà obligatori, però res no indica que es prendran mesures a favor d’una major obertura política.
Ukrainians and Iranians Have the Same Enemy. They Should Have the Same Ally
Segons Hakakian Ucraïna i Iran comparteixen una mateixa lluita per assolir la llibertat però denuncia que aquestes lluites no estan rebent el mateix tipus d’atenció per part dels Estats Units, de manera que alts funcionaris del Departament d’Estat no acaben d’entendre les diferències entre la revolt actual a l’Iran i les anteriors. Si el Moviment Verd del 2009 es caracteritzava per demanar a les autoritats el dret de vot, avui els protestataris ja no busquen dialogar amb l’autoritat, demanden la seva expulsió, ras i curt. Hi ha una clara tergiversació de la nova realitat a l’Iran per part de l’administració Biden que no reconeix les aspiracions principals de la població i això es tradueix en les seves polítiques exteriors. Salvar l’acord nuclear és la preocupació que ocupa el Departament d’Estat i priva els funcionaris de l’administració de l’agilitat intel·lectual necessària per comprendre la situació que s’està desenvolupant a l’Iran i ajustar l’estratègia dels Estats Units en conseqüència. No obstant, hi ha un factor que justifica el suport a Ucraïna i Iran: Rússia. De fet, Iran és aliat de Rússia contra Ucraïna ja que segons va afirmar John Kirby, coordinador de comunicacions del Consell de Seguretat Nacional, hi ha personal militar Iranià a Crimea per ajudar els militars russos a pilotar drons iranians, i després utilitzar-los per realitzar atacs a tot Ucraïna. Malgrat les accions del seu govern, els activistes iranians donen suport al poble d’Ucraïna digitalment o en protestes davant de les ambaixades de Teheran. A més a més la diàspora ucraïnesa i iraniana es van ajuntar a Londres per protestar i fer clar que tenen una causa conjunta. L’aspiració a la llibertat i a enderrocar l’autocràcia és clara en ambdós bàndols. Mentre els ucraïnesos lluiten per la supervivència com a nació independent i pel dret a determinar el seu propi futur, el poble d’Iran lluita per l’enderrocament del seu propi règim.
The biggest winner in Israel’s election? The far right
L’autora argumenta que l’autèntic guanyador de les eleccions legislatives celebrades fa pocs dies a Israel és Sionisme Religiós, l’aliança de partits d’extrema dreta que ha aconseguit 14 escons, s’ha convertit en la tercera força política del país i es posicionarà doncs com un soci molt poderós del nou govern que liderarà Netanyahu. Ferber considera que la perspectiva que Sionisme Religiós s’uneixi amb el Likud en una coalició de govern és una alternativa alarmant. En efecte, els seus líders, Bezalel Smotrich i Itamar Ben-Gvir, tenen opinions clarament extremistes i racistes. El partit de Ben-Gvir es diu Otzma Yehudit (Poder jueu), i és deixeble del rabí extremista Meir Kahane, el moviment Kach del qual va ser prohibit a Israel. La nit de les eleccions, a la seu de Otzma Yehudit, els partidaris del partit van cridar “Mort als terroristes!” i Ben-Gvir va prometre actuar contra les persones que treballen “per minar la nostra existència”. En definitiva, Sionisme Religiós estarà en condicions de promulgar polítiques i lleis que perjudiquin el fràgil equilibri democràtic a Israel. Això inclou limitar el poder del Tribunal Suprem i aprovar una legislació que ajudaria a Netanyahu a mantenir-se fora de l’abast de la Justícia, amb la qual cosa també coincideixen els parlamentaris del Likud. Així per exemple, la membre de la Knesset, Tali Gottlieb, va afirmar al Canal 11 que considera que el frau i l’abús de confiança no haurien de ser delictes penals a Israel.
Après les élections législatives, le visage nouveau et inquiétant d’Israël
Les eleccions israelianes de l’1 de novembre han comportat un avenç històric dels supremacistes jueus al Parlament i mai abans Israel havia estat tan escorat cap a la dreta. Al costat dels nacionalistes del Likud i dels jueus ultrareligiosos, el seu component més radical, que reivindica la supremacia jueva, mai no havia estat tan poderós i la seva influència és probablement major que el simple nombre dels seus diputats i ja reclama posicions estratègiques dins del futur govern. L’editorial del diari Le Monde afirma que aquests resultats són una mala notícia. Per a la democràcia israeliana en primer lloc, després per als palestins, però també per a molts dels aliats d’Israel, que fa temps que mantenen relacions estretes i empàtiques amb una comunitat de valors. El retorn al càrrec de Primer ministre d’un Binyamin Netanyahu atrapat durant més de dos anys en un judici per corrupció, frau i abús de poder és en si mateix un símbol. Podria anar acompanyat d’un perillós debilitament de l’estat de dret. Tot hi contribueix: les ganes de venjança del futur cap de govern i el gir ideològic que reivindica aquesta extrema dreta que s’ha convertit en la tercera força política del país i que menysprea el principi d’equilibri de poders. Aquesta nova cara d’Israel, si es confirma en la composició del proper govern, hauria d’obligar els seus aliats occidentals a reexaminar les seves relacions amb l’estat jueu. Ni que sigui per constatar que el seu silenci virtual sobre la continuïtat dels assentaments a Cisjordània i el menyspreu diari pels drets més bàsics dels palestins només ha reforçat les posicions israelianes més extremes. I que aquest silenci també ha accelerat l’enterrament de la solució dels dos estats.
Pakistan’s Political Crisis Deepens
Des del mes d’abril Pakistan està sumit en una crisi política sense precedents. Després que l’antic Primer ministre Imran Khan dimitís arran d’una moció de censura presentada pel Parlament, el mandatari ha acusat contínuament a l’oposició de treure’l del poder amb la col·laboració dels Estats Units. Hi ha hagut protestes i Khan ha organitzat mítings amb els seus seguidors. La situació s’ha intensificat encara més després que la Comissió Electoral de Pakistan culpés Khan de corrupció per no declarar regals de diplomàtics. Encara es desconeix l’abast de la inhabilitació política de la condemna, però podria implicar la impossibilitat de presentar-se a les properes eleccions. L’ex-primer ministre ha argumentat que es tracta d’una persecució política i la polarització i la crispació s’estan apoderant del país. Recentment, Arshad Sharif, un dels periodistes més importants del país, era assassinat a Nairobi. Sharif era conegut pels seus posicionaments a favor de Kahn i per criticar públicament el rol de l’exèrcit paquistanès —del qual hi ha proves que ja ha ordenat anteriorment assassinats a periodistes. A la llum d’aquests esdeveniments, Kahn va anunciar una marxa cap a Islamabad que va començar el quatre de novembre. Aquest moviment, assegura l’autor, col·loca al govern d’Islamabad en una difícil posició. Recentment, un oficial militar del govern va assegurar que les declaracions de Khan eren errònies, cosa que assenyala que seguiran una línia dura amb l’ex-mandatari i la seva marxa. Per acabar, hi ha una gran incertesa respecte qui serà el proper cap de l’exèrcit paquistanès ja que el mandat de l’actual acaba el proper mes. Probablement, el govern nomenarà a algú que no sigui un aliat de Khan. Tota aquesta situació col·loca al Pakistan en una situació de gran risc i conflicte polític. La inestabilitat ja es nota al mercat de valors i els ciutadans noten la inflació i l’augment d’atemptats terroristes. La crisi sembla lluny d’acabar mentre part del país segueix sota l’aigua degut a les inundacions.
How Saudi Arabia Sees the World
A principis d’octubre, l’Organització dels Països Exportadors de Petroli i els seus deu estats socis van acordar reduir la producció de petroli en dos milions de barrils diaris. La decisió va ser alhora previsible i impactant. Era previsible perquè l’OPEP, sota el lideratge de l’Aràbia Saudita, havia avisat prèviament dels seus plans per reduir la producció de petroli. Però també va ser impactant perquè l’Aràbia Saudita i els Estats Units són socis propers, i els alts funcionaris nord-americans havien fet repetides peticions perquè els saudites mantinguessin la producció. L’Aràbia Saudita, sota la direcció de MBS, s’està preparant per a una economia política global que és marcadament diferent de la que l’administració de Biden preveu. En la seva Estratègia de Seguretat Nacional recentment publicada, la Casa Blanca se centra en com guanyar la seva competició amb la Xina i esbossa una preferència per dividir les associacions econòmiques i polítiques en dues vies: una amb les democràcies i una altra les autocràcies realitzada a través d’un marc d’institucions internacionals. Donada la manca d’entusiasme als Estats Units pels marcs internacionals, la pertinença a la segona línia probablement comportarà una relació menor amb els estats autoritaris, i governs com l’Aràbia Saudita ja ho han notat. Així doncs, s’està assistint a una fractura de les relacions amb els EUA. S’estan fracturant a causa dels canvis en la política interior i exterior de l’Aràbia Saudita. MBS no imagina el seu país com un actor de segon nivell en un sistema internacional semblant al que va existir durant la Guerra Freda; veu l’ordre geopolític emergent com a mal·leable, format per un conjunt d’actors entrellaçats, i considera que Riad té dret a treballar amb una constel·lació canviant de socis per moure els mercats i donar forma als resultats polítics. MBS creu que l’Aràbia Saudita haurà de protegir enèrgicament la seva pròpia economia a mesura que les demandes mundials d’energia i petroli fluctuïn, però que si té èxit, ningú no podrà impedir que obre un camí independent i sigui pioner en un altre tipus de desenvolupament econòmic. Aquesta visió és un somni del moviment dels països no alineats dels anys setanta, tret que la característica unificadora revela l’oportunisme nacionalista més que no un despertar postcolonial. En aquest sentit MBS pot tenir raó. El món està entrant en un període d’inseguretat energètica i la demanda d’hidrocarburs seguirà constantm durant almenys els propers 20 anys, una situació que podria donar més poder a l’Aràbia Saudita. El sistema internacional és cada cop més fluid. A la vegada, les economies de mercat emergents en general, i l’Aràbia Saudita en particular, podrien desenvolupar doncs un paper més important en els afers globals. Segons Riad, el futur pertany als mercats emergents. Entre el 2011 i el 2021, aquestes economies van representar el 67% del creixement del PIB mundial, i avui representen el 49% del PIB global. Durant els propers quatre anys, es preveu que les economies emergents creixin a una mitjana del 3,9% anual, més ràpid que les de l’Organització per a la Cooperació i el Desenvolupament Econòmics, i representin una proporció creixent del volum del comerç mundial.
Los desafíos de un país partido por la mitad
Després de la seva victòria a les eleccions presidencials, l’autor afirma que Lula haurà d’afrontar el desafiament de recuperar el funcionament de les institucions democràtiques, reconciliar els brasilers, equilibrar l’economia, protegir el medi ambient i reconduir el paper del Brasil al món. El primer repte serà restaurar el funcionament bàsic de la democràcia. La tasca és àrdua, però no impossible. Lula torna amb autoritat. Els seus més de 60 milions de vots el converteixen en el president més votat de la història i a més Jair Bolsonaro és l’únic president en no haver aconseguit la reelecció des del restabliment de la democràcia. Encara que molts analistes destaquen les dificultats que Lula tindrà per bregar amb un Congrés i un Senat conservadors, en tant que cap de l’Executiu té la possibilitat de restaurar amb rapidesa el funcionament d’institucions tan vitals com la Procuradoria, el Ministeri Públic o els cossos policials que depenen del govern central (la PGR i la Policia Federal). L’autor subratlla que la principal dificultat a què s’enfronta Lula no és la governabilitat ni tampoc la delicada situació econòmica –inestabilitat global, deutes contrets per mesures electoralistes, inflació, tipus d’interès alts–, sinó la divisió del Brasil. En efecte, el país està profundament dividit fins i tot regionalment, com ho mostra el mapa dels resultats electorals. Passi el que passi amb Jair Bolsonaro, el moviment bolsonarista no desapareixerà. Durant els propers quatre anys hi haurà una feroç oposició al Govern de Lula. Al Congrés, al Senat, a les xarxes, als carrers. El bolsonarisme mantindrà l’estructura de guerra bruta activada per a les eleccions del 2018. La mobilització permanent girarà al voltant de qüestions morals. I la narrativa antisistema de Bolsonaro, que va aconseguir mantenir fins i tot sent president, es reforçarà. De l’altra banda, la base electoral de Lula canalitzarà tots els esforços per defensar el Govern. Encara que Lula aposti per tenir un Ministeri de Cultura fort i desenvolupi algunes polítiques públiques de redistribució de renda i de suport a la diversitat, és possible que la frustració dels seus votants vagi in crescendo. El pragmatisme econòmic serà insuficient per a la base més esquerrana i en paral·lel el Govern serà titllat de comunista i/o bolivarià pel bolsonarisme. En definitiva, l’equació a què s’enfronta Lula és complexa. La recepta amb què va arribar al poder fa vint anys sembla estar caducada. Superar l’onada antipolítica de descrèdit de les institucions que va fer pujar Bolsonaro necessita temps. Algunes veus sol·liciten un nou acord democràtic, cosa que sembla inviable a curt termini.
What Bolsonaro’s Loss Reveals About the Limits of Populism
Abans de les eleccions del Brasil, tots els comentaristes polítics es feien dues preguntes: qui guanyarà, i, en el cas que guanyi Lula, acceptarà Bolsonaro els resultats? Un cop realitzat el recompte sabem que ha guanyat Lula, i després d’uns dies d’incertesa on Bolsonaro no realitzava cap declaració, el mandatari brasiler ha acceptat els resultats i es procedirà al traspàs de poders de manera democràtica. No obstant això, els seus seguidors segueixen protestant arreu del país i fins i tot han demanat públicament una intervenció militar. Els experts asseguren que s’està produint un 6 de gener descafeïnat i descentralitzat. No veurem, doncs, cap cop d’estat encara que la normalitat democràtica del país es vegi afectada. La derrota de Bolsonaro és una bona notícia pels demòcrates, i es demostra que, fins i tot quan tenen líders anti-democràtics, la majoria de democràcies demostren un alt nivell de resiliència. Al mateix temps, també ens indica que el populisme i l’autoritarisme estan aquí per quedar-se: gairebé la meitat de la població segueix defensant Bolsonaro. Amb l’onada de populismes de l’última dècada van aparèixer molts dubtes. Tant la victòria de Biden com la de Lula, ens indiquen que els líders populistes tenen problemes per mantenir la seva popularitat a llarg termini. Quan estan a la oposició tenen l’avantatge de no tenir experiència prèvia. Un cop al govern les polítiques públiques comencen a canviar l’estat d’opinió. Els populistes tenen incentius per prometre més del que poden oferir abans d’entrar a governar. Això els perjudica un cop arriben al govern i dificulta la seva reelecció. A més, les seves campanyes, altament polaritzants, aconsegueixen mobilitzar els opositors, la qual cosa dificulta la seva victòria. Tanmateix, el futur és incert, així com Trump s’ha fet amb el control del partit republicà, Bolsonaro podria aprofitar errors de Lula si aquest no aconsegueix estabilitzar el país. En definitiva, la lluita contra els autoritarismes no és transitòria. Estem davant d’un nou temps on la democràcia seguirà essent qüestionada des de dins, i és per això que hem de seguir construint democràcies resilients.
NATO’s Nordic Expansion Stuck at Turkish Roadblock
Suècia i Finlàndia han llançat una nova ofensiva diplomàtica per convèncer Turquia que aprovi el seu ingrés a l’OTAN, després que mesos de difícils negociacions convertissin el que se suposava que seria un camí tranquil cap a l’expansió de l’aliança en un gran maldecap diplomàtic. Turquia és l’únic país que ha manifestat la seva oposició a l’adhesió dels dos països, i els nous membres necessiten l’aprovació unànime dels membres de l’Aliança. El govern turc ha dit que vol que Suècia i Finlàndia facin més per reprimir les persones que considera amenaces per a la seguretat, inclosos els militants kurds i els opositors presumptament implicats en l’intent de cop d’estat fallit del 2016. Tots dos països ja han ofert concessions, com ara la decisió de Suècia d’aixecar l’embargament d’armes a Turquia que va posar en marxa després de la intervenció turca a Síria, noves promeses de cooperació en la lluita antiterrorista contra els grups militants kurds i la promesa d’atendre les peticions de Turquia de deportació o extradició dels qui el govern turc considera sospitosos de terrorisme. El nou govern suec de centredreta, també espera poder començar de nou a estrènyer les relacions amb Turquia. No obstant Turquia considera que això no és suficient. Però els funcionaris occidentals també creuen que la fredor de Turquia es deu tant a la influència econòmica russa com a qualsevol suposada preocupació pels separatistes kurds. Des del començament de la guerra, Turquia ha actuat sovint com un salvavides econòmic per a Rússia, augmentant les compres de petroli rus i pressionant per obtenir més gas. Pel que fa a Finlàndia, tot i que la incorporació del país a l’OTAN duplicaria amb escreix la frontera de l’aliança amb Rússia, el govern rus ha estat reduint el seu exèrcit en aquesta regió per enviar les tropes a Ucraïna. I encara que Rússia continua sent una de les principals amenaces a llarg termini per a Finlàndia, els funcionaris finlandesos no creuen que Moscou tingui la intenció d’iniciar cap mena de confrontació militar a la regió nòrdica.
How the DRC became the battleground of a proxy war over precious resources
Segons l’ONU més de 355.000 congolesos han fugit de les seves llars aquest any, fent augmentar així el nombre de desplaçats a la RDC fins a més de 5,5 milions a causa dels diferents conflictes que se solapen a la regió, la qual cosa constitueix la major crisi humanitària a l’Àfrica. El president congolès, Felix Tshisekedi, adverteix que les tensions regionals podrien augmentar fins a convertir-se en una guerra en tota regla si les provocacions de Ruanda continuen. Mentrestant, el seu homòleg ruandès Paul Kagame, nega que el seu país estigui darrere dels rebels de l’M23. Així doncs, enmig del fracàs reiterat de l’estat congolès per controlar la zona, les tensions regionals, els conflictes locals i les lluites ètniques històriques s’afegeixen a una competició feotge pels minerals i els béns agrícoles. Això ha convertit l’est de la RDC en el camp de batalla d’una de les guerres més llargues del món, en tant que el Congo és el cor ric en recursos d’Àfrica. El tercer país més poblat de la regió subsahariana, amb 92 milions d’habitants, la RDC disposa d’una enorme riquesa en minerals com el cobalt, un component clau per a la indústria de les bateries. A més, té un potencial hidroelèctric important i més de 70 milions d’hectàrees de terra cultivable sense explotar. Són aquests uns recursos lucratius que també atrauen els països veïns a l’est de la RDC. El nexe de conflictes, minerals, rebels i patrocinadors estrangers ha afectat el Congo durant dècades, segons assenyala un informe del Centre d’Estudis Estratègics d’Àfrica. Un aspecte crític del problema és que els veïns del Congo estan exportant recursos que no tenen en grans quantitats. En efecte, el cinturó miner congolès que recorre les seves fronteres amb Uganda i Rwanda conté grans quantitats d’or i alguns dels majors jaciments de coltà del món, un mineral extret a mà que és clau per a la fabricació de dispositius electrònics. Actualment, hi ha dues iniciatives de mediació per mirar de posar fi als conflictes, un liderat per Angola i l’altre per Kenya, sota els auspicis de la Comunitat de l’Àfrica Oriental. A l’agost, va desplegar una unitat de Burundi per lluitar contra els rebels que actuen dins de la fronteres de la RDC, tot i que els mateixos militars burundesos han estat implicats en el conflicte. Tot i així, amb l’atenció del món centrada en la invasió d’Ucraïna per part de Rússia i, més a prop, amb la devastadora guerra civil a Etiòpia, els congolesos senten que la comunitat internacional només s’està involucrant tímidament en els intents de resolució dels seus conflictes.
The War in Ukraine Will End, and That’s When We’ll See the True Tensions in Europe
Tot i els impactes de la guerra a Ucraïna sobre les crisi energètica, alimentària i política que estan agitant el món actualment, Krastev argumenta que aquesta guerra no durarà per sempre i que serà en la pau on es faran evidents les tensions a Europa. Assenyala que hi ha tres camps diferents a l’hora de pensar com ha d’acabar aquesta guerra: els realistes, els optimistes i els revisionistes. Els representants de cadascun d’aquests camps es poden trobar entre polítics i ciutadans de gairebé tots els països europeus, però no estan igualment representats a tot arreu: a l’Europa occidental i meridional el debat és majoritàriament entre realistes i optimistes; a Ucraïna i alguns països d’Europa de l’Est, entre optimistes i revisionistes. En aquest context, la geografia i la història expliquen millor les diferències. Els europeus occidentals temen principalment la guerra nuclear. Els europeus de l’Est temen el retorn de l’esfera d’influència russa als seus països en cas de la derrota d’Ucraïna. Els anomenats realistes creuen que l’objectiu d’Europa ha de ser que Rússia no guanyi, Ucraïna no perdi i la guerra no s’escampi. Els realistes veuen amb raó el conflicte actual com més perillós que l’enfrontament soviètic-nord-americà durant la Guerra Freda, perquè la Guerra Freda va ser un enfrontament entre dues forces que totes dues creien que la història estava al seu costat. Occident s’enfronta ara a un líder amb una mentalitat apocalíptica, perseguit per l’espectre d’un món sense Rússia. El segon camp són els optimistes que conceben el final de la guerra no només amb la victòria d’Ucraïna sinó amb el final de Vladimir Putin. Argumenten que la derrota militar de Rússia i els efectes persistents de les sancions són signes clars que el temps del president rus s’està esgotant, i donen suport a la negativa del president Zelensky de negociar amb. Els defensors d’aquesta opció argumenten que només el suport sense restriccions a Ucraïna pot aconseguir una pau duradora. El tercer grup, els revisionistes, veuen la guerra a Ucraïna no com la guerra del president Putin sinó com la guerra dels russos. Per ells, l’única garantia de pau i estabilitat a Europa després del final d’aquesta guerra seria el debilitament irreversible de Rússia, inclosa la desintegració de la Federació Russa. Cadascuna d’aquestes escoles de pensament té els seus detractors. Els crítics de l’enfocament realista insisteixen amb raó que el realisme ja es va provar el 2015 després que Rússia envaís l’est d’Ucraïna i no va funcionar. Els optimistes per la seva banda pateixen d’un excés de confiança en que els dies de Putin al poder estan comptats. I les crides dels revisionistes per desmantellar Rússia podrien tenir l’efecte no desitjat d’incentivar els russos a seguir lluitant en aquesta guerra per tal de garantir la supervivència del seu país. Krastev conclou que el risc real per a la unitat europea són les opinions divergents sobre com hauria d’acabar la guerra, més que no pas les amenaces nuclears de Putin. Les narratives i visions divergents sobre el final desitjat de la guerra estan tan carregades emocionalment i moralment que qualsevol acord serà complex. Però es necessita urgentment un marc comú per a la resolució de la guerra.
Putin’s Stalin Phase
L’autor afirma que com més dur i repressiu es torna el règim del president rus Vladimir Putin, més exitós sembla el regnat de Joseph Stalin als ulls dels ciutadans russos. En efecte, entre 2015 i 2021, el nombre de russos que consideren Stalin com un gran líder va passar del 28% al 56% segons les enquestes realitzades pel centre independent Levada. En aquest context, no és només que Stalin s’hagi convertit en un model per al Kremlin sinó que cada cop més el mateix Putin s’assembla al Stalin dels seus últims anys, quan el líder soviètic estava en el punt àlgid de la seva paranoia. Al final de la Segona Guerra Mundial, Stalin portava més de 20 anys al poder, i des d’aquell moment fins a la seva mort, l’any 1953, va portar el seu règim a nous extrems autocràtics: una major intolerància cap a les opinions dels altres; la sospita constant dels seus col·laboradors propers; la brutalitat ostentosa i idees obsessives. Igual que Stalin en el seu darrer període, Putin també ha passat més de 20 anys al poder (incloent-hi el seu interludi com a primer ministre del 2008 al 2012), i en el seu actual mandat presidencial, que va començar el 2018, també ha mostrat moltes coses que l’acosten a la figura de Stalin. Durant aquest temps, ha esmenat la constitució russa per assegurar una presidència vitalícia, ha orquestrat l’enverinament de nombrosos opositors, la detenció del líder de l’oposició Alexei Navalny i iniciat una guerra amb conseqüències devastadores per a tot el món. Així doncs. Putin a convertit Rússia en una autocràcia personal en tota regla. Amb la seva conversió a la ideologia imperial i nacionalista, la despietada repressió contra la societat civil i qualsevol forma de dissidència, i la crida a les armes de gairebé tot el país, Putin ha reabsorbit gairebé tots els elements clàssics del totalitarisme estalinista, des del culte a la personalitat fins al culte a la mort heroica. No obstant això, hi ha una lliçó crucial per a Putin: l’odi i la por a Stalin durant els seus últims anys van ser tan forts que, quan va patir el seu darrer ictus, en les hores en què possiblement encara es podia salvar, els seus col·laboradors més propers no el van ajudar i en la seva agonia, va morir pràcticament sol. Putin sembla més fort que mai avui. Però, al mateix temps, no està clar qui el podria salvar si mai perdés aquesta força. Com Stalin en els seus darrers anys.
Why Vladimir Putin has no interest in ending the war
Un acord de pau que posa punt i final a una guerra sempre defineix qui ha guanyat i qui ha perdut. Pe consegüent, cap dels dos bàndols voldrà posar-se d’acord sempre que hi hagi la possibilitat que la seva posició millori continuant la lluita. Pel que fa a la guerra actual a Ucraïna, l’autor argumenta que hi ha un problema més. Des de la primavera, els observadors han pensat que tindria sentit que Putin oferís un alto el foc que li permetés mostrar als seus ciutadans que ha valgut la pena envair Ucraïna. No obstant això, tot i que no hi hagi cap proposta sobre la taula de Putin, Zelensky encara planteja regularment que es prengui seriosament la perspectiva de les negociacions per tal d’aturar guerra i eliminar el risc d’escalada. En canvi, es presta molta menys atenció al costat rus d’aquesta equació. Per què Putin no demana converses de pau? És perquè encara somia amb la victòria? Potser, però una raó més inquietant és que no gosa concloure la guerra d’una manera que l’obligui a reconèixer el fracàs. En aquest context, és poc probable que es pugui arribar a un acord que reflecteixi l’equilibri de poder existent i que doni alguna cosa a ambdues parts encara que cap d’elles estigui totalment satisfeta, mentre ambdós bàndols tenen motius per esperar poder millorar les seves posicions. Fins i tot si es poguessin dissenyar els esquemes d’un acord i hi hagués prou bona voluntat, actualment molt escassa, per dur-lo a terme, convertir-lo en llenguatge de tractat seria un procés tortuós. Les qüestions a decidir són complexes i no es poden resoldre amb presses. Zelensky s’ha compromès a sotmetre la ratificació de qualsevol acord a un referèndum. Per la seva banda, Moscou demanaria que les sancions s’alleugin, però això estaria condicionat a que Rússia compleixi la seva part de qualsevol acord al qual s’hagi arribat. Per això l’autor argumenta que un enfocament més prometedor seria apostar per un acord d’alto el foc negociat sobre una base de militar a militar, que requeriria que Rússia es retirés a les fronteres reconegudes internacionalment. Però això només és prometedor si es compara amb altres opcions encara menys creïbles i dependria que Ucraïna encara progressi més sobre el terreny. El que crida l’atenció en tots aquests debats sobre com arribar a un acord és la poca aportació de Rússia. Moscou mai no diu que no té interès en les negociacions, però després afirma per que el problema és la negativa de Kíev a accedir a les seves demandes. En darrer terme, cal plantejar-se la possibilitat que Putin no tingui cap interès a acabar aviat amb la guerra si això comporta reconèixer que no ha aconseguit els seus objectius clau. En efecte, el president rus sap que si vol mantenir-se al poder, el seu país ha de continuar lluitant a Ucraïna.
Iran Arms Russia in the War in Ukraine
El General Qassem Suleimani, ex arquitecte de les polítiques exteriors militars d’Iran -mort a conseqüència d’un atac aeri nord-americà amb drons ordenat pel president nord-americà Donald Trump sense notificació o consulta al Congrés- va ser un pilar clau en les intervencions de Rússia i en el posicionament de Putin per donar suport Bashar Al Assad a Síria. Ara Iran li torna el favor a Rússia, i l’abast del suport de Teheran ha augmentat. Des del mes d’agost, ha proporcionat centenars de drons a Rússia, segons ha informat recentment l’Institut per a la Ciència i la Seguretat Internacional. Desenes de guàrdies revolucionaris iranians s’ha desplegat a Crimea per formar els russos en el pilotatge de drons mentre el govern de Putin està assessorant el règim iranià sobre les millors pràctiques per sufocar les protestes que han sacsejat desenes de ciutats i més d’un centenar de campus universitaris des del mes setembre. La intervenció de l’Iran en la guerra d’Ucraïna ha estat una decisió estratègica, amb un benefici econòmic limitat o mínim, i això ha provocat moltes crítiques entre la població, fins al punt que trenta-cinc ex diplomàtics iranians han fet pública una declaració en què demanen a Teheran que es declari neutral en el conflicte. Amb tot això no cal oblidar que tot i la seva intervenció conjunta a Síria, Rússia i l’Iran són estranys companys de viatge, ja que Moscou té un llarg i controvertit historial a Teheran. Al 1941, la Unió Soviètica i la Gran Bretanya van envair l’Iran a causa de l’aparent preocupació per la influència que hi exercia Alemanya. Actualment però, la col·laboració de Teheran amb Rússia ha endurit la postura dels Estats Units i Europa cap al règim, un canvi que es reflecteix en una recent declaració dels països del G-7 en què en deplora la brutalitat i es dona suport als manifestants iranians.
El keynesianismo militar ruso
L’anunci d’una mobilització parcial a Rússia ha trencat un contracte social informal entre Putin i la població russa on el president rus oferia un nivell de vida i una estabilitat no massa elevats, però almenys tolerables, a canvi de la passivitat política. Ara molts esperen que el servei militar obligatori ho canviï tot. Aviat els cadàvers dels soldats mal entrenats, enviats com a carn de canó al camp de batalla per aturar la contraofensiva ucraïnesa, començaran a ser retornats a les famílies, la qual cosa provocarà la indignació pública. D’acord amb aquest raonament, això, juntament amb l’impacte econòmic de les sancions, podria donar lloc a protestes que farien necessària una major repressió. Tot i això, l’autor considera que el problema amb aquest plantejament és que incrementar la repressió no és l’única opció per a Putin i que el seu règim no es basa exclusivament en això. Per entendre l’altre rumb que podria prendre és important observar la dimensió econòmica i política dels darrers esdeveniments. En declarar la mobilització parcial, Putin ha posat èmfasi en que els soldats russos reclutats rebrien el mateix salari que els soldats contractats que han estat la columna vertebral de les tropes russes a Ucraïna. Això vol dir que haurien de cobrar almenys 3.000 dòlars al mes depenent del rang militar, bonificacions, assegurança i un generós paquet d’ajudes socials. Això supera entre cinc i sis vegades el salari mitjà a Rússia. A això cal afegir el flux de diners dirigits a la reconstrucció de Mariupol i altres ciutats ucraïneses de les regions recentment annexionades del sud-est d’Ucraïna. Actualment s’està contractant treballadors de tota Rússia per al procés de reconstrucció i se’ls ofereix el doble del que guanyarien al seu país. Un treballador de la construcció no qualificat rep més de 1.000 dòlars al mes. També hi ha molts fons que flueixen cap al conjunt de la indústria militar. Com que la demanda d’armes i municions ha augmentat significativament, el nombre de treballadors, així com els salaris, han crescut. El creixement del conjunt de la indústria militar compensa, almenys en part, el descens de la producció a les indústries que depenen de components occidentals i que pateixen les sancions. En altres sectors, els empleats que han estat reclutats per l’exèrcit han deixat uns llocs de treball que han estat ocupats per nous treballadors, la qual cosa fa disminuir l’atur. Si observem tots aquests canvis, veiem que a Rússia està prenent forma una cosa semblant al keynesianisme militar. Milions de russos mobilitzats per lluitar a Ucraïna, empleats a la reconstrucció o a la indústria militar, o que participen en la repressió dels disturbis als territoris ocupats i a casa, o que són membres de la seva família, s’han convertit en beneficiaris directes de la guerra. Això suposa, entre altres coses, l’aparició d’un cicle de retroalimentació positiva que abans no existia. L’elit governant russa va iniciar la guerra moguda pels seus propis interessos i només va aconseguir el suport passiu de la població. Tot i això, aquesta redistribució de la riquesa estatal a través de l’esforç militar està creant una nova base per a un suport més actiu i conscient dins d’un sector important de la societat russa, que ara té un interès material en el conflicte. La qüestió crucial és durant quant de temps serà sostenible el keynesianisme militar a Rússia. Els cicles de retroalimentació positiva clàssics es basaven en una producció industrial avançada tecnològicament. Els territoris i les colònies conquerits proporcionaven nous mercats i subministraven les matèries primeres i la mà d’obra barata per ampliar encara més la producció. És molt qüestionable que Ucraïna pugui aportar una cosa semblant a l’economia russa. A més, molts esperen que l’impacte a llarg termini de les sancions paralitzi l’economia russa i condueixi a la seva primitivització. Això deixa el flux de petrodòlars com a principal font de finançament per comprar lleialtat. Això, però, depèn d’una reorientació amb èxit i d’un creixement suficient de les economies de la Xina i l’Índia per sostenir la demanda de recursos energètics russos. En definitiva, si el règim rus és capaç de transformar-se i enfortir-se en lloc d’esfondrar-se, significaria que Rússia podria estar preparada per a una guerra més llarga i devastadora.
Catalunya, España, Europa
«La doctrine Borrell», une conversation avec le Haut representant
En aquesta entrevista en profunditat a la revista Le Grand Continent, l’Alt Representant de la Unió Europea per a Afers Exteriors, Josep Borell, pretén traçar les línies d’un punt d’inflexió en el poder per a la Unió Europea i marca la seva voluntat de deixar un llegat diplomàtic. Borrell argumenta que la relació amb la resta del món i, en particular, amb els veïns més propers, també ha de formar part de la segona edat d’una Unió Europea nascuda per resoldre problemes intraeuropeus abans que comencés el procés de globalització. En aquest sentit, afirma que la pràctica europea del multilateralisme ha de ser més incisiva i, per què no, més transaccional. Els diplomàtics han d’aprofundir en el terreny i integrar allò que avui sembla essencial: la pràctica de la diplomàcia pública. Pel que fa a la guerra a Ucraïna, Borrell subratlla que la Rússia de Putin ha d’entendre que només pot viure en pau amb els seus veïns si es desfà del seu projecte imperialista i accepta identificar-se amb un projecte nacional en el marc de les seves fronteres. La pèrdua d’un imperi sempre és dolorosa i els europeus ho saben molt bé, però els europeus han aconseguit desfer-se d’aquesta nostàlgia imperial. I va ser una Europa unida la que va ser la resposta política a la pèrdua dels imperis europeus. Aquest és un punt que no es subratlla prou. Perquè si situem la història de la construcció europea en el seu context geopolític global, es pot veure precisament que el Tractat de Roma signat el 1957 es va signar un any després de la debacle de Suez. Per tant, el Tractat de Roma va ser bàsicament una resposta pacífica i constructiva a l’abandonament per part de les potències europees de la seva herència colonial. Paral·lelament,eEl projecte europeu es va construir contra la idea de poder perquè tenia com a objectiu, sobretot, pacificar les relacions entre els europeus. Aquest és un èxit important que cal preservar i del qual els europeus s’han de sentir orgullosos. Però qualsevol projecte ha d’evolucionar. S’ha d’alimentar de noves realitats, ha de viure i no congelar-se. Convertir-se al realisme no és convertir-se al cinisme i a la brutalitat. En aquest sentit, Borrell no entén les reaccions al seu discurs sobre un suposat canvi neoconservador a Europa. A menys que es pensi que lluitar contra l’imperialisme rus és un acte neoconservador. De fet, afirma que la UE està més compromesa que mai amb els principis de la Carta de les Nacions Unides. En darrer terme, Europa ha de despertar perquè les relacions globals no s’assemblen necessàriament a les que imperen entre els estats membres de la Unió. El món és més dur i es basa en noves relacions de poder que cal avaluar i gestionar acuradament. Europa ja no disposa d’una renda de situació, encara que tingui un capital social enorme gràcies a les seves institucions nacionals i sobretot europees.
The European Project Is Now at the Mercy of the Weather
Adam Tooze afirma que encara que sembli absurd, el temps i la intensitat d’aquest hivern determinaran si Europa pot sobreviure la crisi política i econòmica i social durant els propers sis mesos. Degut a la guerra d’Ucraïna, Europa ha perdut aproximadament un terç del subministrament regular de gas. Gran part d’Europa, sobretot a l’antic bloc soviètic, depenia del gas rus per a la generació d’electricitat, calefacció domèstica, cuina i indústria. Alemanya i Itàlia, la major i la tercera economia de la zona euro, també depenien en gran mesura del gas rus. Quan Europa va veure el problema que això podia suposar va començar a incrementar la compra de subministraments de gas disparant-hi així els preus. Sense perspectives de represa dels subministraments de gas rus, el panorama és ombrívol, llevat que el temps continuï sent càlid. En el pitjor dels casos, si el termòmetre es desploma els propers mesos, diversos països europeus podrien veure’s obligats a imposar un racionament de gas. Fins i tot amb bon temps, les perspectives per al proper any són alarmants. Amb els preus de l’energia al voltant de cinc vegades els nivells anteriors a la crisi, les indústries que fan un ús intensiu de l’energia, com les de fertilitzants i alumini, ja estan tancant. Sota la pressió del xoc, la cadena de subministrament d’energia a Europa s’està fracturant. Les empreses de subministrament d’energia s’han vist atrapades entre els contractes de preu fix amb els clients i l’augment dels costos del gas i l’electricitat. No obstant, per mitigar els danys a les llars i empreses, els governs europeus han posat en marxa diversos programes per estabilitzar els preus, però de moment les mesures adoptades fins ara per fer front a la crisi s’assemblen al nacionalisme vacunal o a les polítiques proteccionistes per acaparar els subministraments limitats d’equips de protecció personal. Entre els malsons d’Europa hi ha ara la perspectiva que la Itàlia de Meloni es converteix en una segona Polònia, desafiant el sistema de valors de la UE precisament en el moment que Brussel·les busca consolidar un frontal sòlid contra Putin.
Europe’s Seabed Is Its Soft Underbelly
Els sabotatge al gasoducte Nord Stream han revelat, segons expliquen Amy Mckinnon i Christina Lu a Foreign Policy, les vulnerabilitats d’Europa. Els investigadors danesos i finlandesos apunten que es van utilitzar centenars de quilos d’explosius per dur a terme el sabotatge. Tot i que les principals sospites van recaure immediatament en Moscou —que ha tractat d’explotar la seva posició energètica dominant al continent— les investigacions encara no han aportat resultats concloents. L’explosió no va generar cap gran disrupció en l’actual crisi energètica que pateix Europa, ja que el Nord Stream 2 va ser suspès per Alemanya durant els primers dies de guerra. Tanmateix, això ha generat una gran alarma al mar del Nord, ara extremadament vigilat. Un mar que compta amb gran part de les infraestructures crítiques europees. El mar, assenyalen els experts, transporta al voltant del 70% de l’energia i el 90% dels cables elèctrics. La setmana passada van ser detingudes set persones amb nacionalitat russa que controlaven diversos drons fent fotografies a instal·lacions energètiques de Noruega, país que s’ha convertit en un dels principals exportadors d’energia a la UE. Aquesta situació ha convertit el context geopolític en un dels més perillosos dels últims anys. Les amenaces a la seguretat estan a l’ordre del dia, i Noruega ha augmentat la vigilància a les zones crítiques. L’OTAN també ha augmentat la seva presència al mar del Nord que veu com una zona que abans es creia segura ho està deixant de ser. Aquestes amenaces van començar amb un repunt de l’activitat submarina russa després de la invasió de Crimea de 2014. El Parlament Europeu va trobar que hi ha una manca de protecció d’aquestes infraestructures que possibiliten milers de milions de transaccions diàriament. Tot i que Moscou estigui tenint problemes a l’hora de guanyar la guerra convencional, està realitzant una guerra híbrida paral·lela per mitjà d’intel·ligència, assassinats i sabotatges. L’estratègia europea de desacoblament de Rússia ha estat parcialment exitosa, quelcom que fa que Rússia no tingui tant de poder energètic i que els generi nous incentius per adoptar noves estratègies.
Europe has a problem: France and Germany have forgotten how to argue
Tot i que en el passat els desacords i el conflicte d’interessos entre França i Alemanya han sigut més forts, en aquest moment no es preveu que puguin arribar a un acord productiu la qual cosa pot arribar a paralitzar el correcte funcionament de la UE. El 26 d’octubre s’havien de reunir ministres d’ambdós països per fer una compareixença simbòlica anual per mostrat unitat, però va ser posposada. Gran part de les darreres tensions estan relacionades amb Ucraïna. Pel que fa a la guerra, França i Alemanya estan d’acord a grans trets que Ucraïna necessita suport, però no a costa d’alienar-se totalment Rússia. Tot i així la seva posició difereix en alguns aspectes clau : Alemanya vol tornar a les normes pressupostàries de la UE anteriors a la crisi mentre França vol mantenir la flexibilitat en la despesa. França vol que la UE adquireixi conjuntament el material militar i en canvi Alemanya prefereix el material nord-americà. A més a més no ajuda que els ministres no tinguin una relació estreta i els seus objectius difereixin. Macron necessita Alemanya per assolir els seus objectius, mentre Scholz està centrat a mantenir contents els seus dos socis de la coalició interna. Un altre pilar i aspecte clau de la guerra d’Ucraïna és la situació geogràfica. La guerra ha revifat la idea d’una UE que s’estengui fins a Kíev i més enllà. Des del punt de vista geogràfic, una extensió cap a l’est faria que Alemanya fos més central i França més perifèrica, sobretot després del Brexit. Des del punt de vista polític, una Alemanya més assertiva després de la Zeitenwende podria trobar la manera de substituir el seu vell aliat francès si les circumstàncies ho requereixen. De tota manera, això sembla una perspectiva llunyana actualment: Alemanya està aïllada a Europa i França no. El programa d’autonomia estratègica de Macron ha envellit millor que la dependència alemanya del gas rus i les exportacions a la Xina. Però les coses podrien canviar en qualsevol moment.
The fox in the chicken coop: how the far right is playing the European Parliament
Després dels èxits electorals de l’extrema dreta a Suècia i Itàlia, que se sumen a les derives autoritàries dels governs de Polònia i Hongria, l’autora afirma que el Parlament Europeu és un lloc adequat per observar els dilemes que aquests partits plantegen als polítics convencionals. Sobretot quan són elegits democràticament per ocupar un càrrec i formen part d’una institució democràtica com un parlament supranacional. Com a únic òrgan electe directament de la Unió Europea (UE), el Parlament Europeu està format per 705 membres electes de 206 partits polítics nacionals. La majoria s’agrupen en diferents grups polítics segons ideologies semblants. L’extrema dreta, en canvi, és present en diferents grups polítics, la qual cosa que subratlla fins a quin punt ha passat a formar part del sistema. El 2015, Marine Le Pen i el seu Rassemblement National van aconseguir crear el seu propi grup polític d’extrema dreta i es van associar amb Matteo Salvini i la seva Lega. Avui s’anomenen el grup Identitat i Democràcia (ID) i formen el cinquè grup polític del Parlament Europeu. El partit Dret i Justícia polonès també lidera el seu grup polític, conegut com a Conservadors i Reformistes Europeus (ECR), que representa la quarta força del Parlament Europeu. També formen part d’aquest grup els Demòcrates de Suècia, els Fratelli d’Italia i Vox. En canvi, el Fidesz hongarès formava part del major grup polític més gran, els Demòcrates Cristians (fins al 2021 conegut com el Partit Popular Europeu, PPE). Orbán va ser durant molt de temps el protegit de polítics poderosos com l’excancellera Angela Merkel i l’expresident del Consell Europeu Donald Tusk. Finalment, Fidesz va abandonar el PPE a principis del 2021, quan la pressió interna respecte de la degradació de l’estat de dret a Hongria va fer massa forta. Després de la recent victòria dels Fratelli d’Italia, hi ha hagut crides per fer Forza Italia del grup del PPE en el cas de continuar donant suport a Meloni. Això no obstant, Manfred Weber, cap del PPE, va donar suport a Forza Italia a les eleccions italianes i és un altre exemple de com els partits tradicionals poden donar suport directa o indirectament als partits d’extrema dreta. L’extrema dreta s’ha convertit doncs en una part intrínseca de la política de la UE. Encara més preocupant és la seva profunda vinculació política amb els partits polítics liberals democràtics, la qual cosa fa que tot sigui encara més complex.
Giorgia Meloni satellise ses partenaires de gouvernement
En aquest article l’autor afirma que el nou govern italià és més equilibrat del que sembla. Atès que Giorgia Meloni i Fratelli d’Italia disposaven de pocs perfils qualificats per posicionar-se com a ministres, la nova Primera ministra ha apostat per la seguretat i ha evitat nomenar nouvinguts per no córrer riscos polítics en un moment en què el seu govern està sent avaluat per la comunitat internacional, en plena crisi energètica. A més, Giorgia Meloni ha aconseguit relegar Matteo Salvini a un ministeri on no disposarà de gaire ressò mediàtic, el d’Infraestructures i Mobilitat Sostenible. Millor encara, ha aconseguir el nomenament al Ministeri d’Hisenda de Giancarlo Giorgetti que representa l’ala institucional i governamental més centrista i liberal de la Lega. Paradoxalment, són Forza Italia i Silvio Berlusconi amb qui Meloni ha tingut més problemes durant les últimes setmanes, sobretot a causa de les declaracions pro-Putin del Cavaliere. Forza Italia ha obtingut pocs càrrecs d’alt nivell, a part d’Afers Exteriors, gràcies al nomenament d’Antonio Tajani, que ja s’ha afanyat a defensar la integració d’Ucraïna a la UE i l’atlantisme d’Itàlia. Així doncs, sembla que ara per ara l’aposta de Giorgia Meloni funcioni. La premsa internacional mostra cert escepticisme, però això sembla tenir la funció d’empènyer el govern a la moderació. En qualsevol cas, sembla obvi que la càrrega mediàtica és molt menys violenta que quan es va formar el govern de M5S-Lega l’estiu del 2018. D’altra banda, Meloni també es beneficia de l’actitud cooperativa de Mario Draghi, que facilita els seus esforços de normalització. Fins ara, l’expresident del BCE ha estat molt complaent i va assegurar una transició suau, la qual cosa va contribuir a calmar els mercats. Cal destacar també que hi ha una quota no menyspreable de ministres anomenats “tècnics” que envien un senyal de moderació i la voluntat de donar una forta dimensió tecnocràtica a una agenda política tenyida inicialment de sobiranisme. Pel que fa a l’acció política, a més del pressupost i de la renegociació del pla de recuperació europeu, la crisi energètica suposa sens dubte un gran repte per al govern de Meloni: la península depèn especialment del seu subministrament de gas. La seva economia fa dues dècades que no té guanys de productivitat i pateix l’augment de les factures energètiques. El govern haurà d’innovar en aquest àmbit, després d’haver fet front a l’emergència. No hem d’oblidar que Itàlia té la segona indústria del continent, i que el país acull molts sectors energètics, especialment al nord del país: vidre, alumini, paper, automoció, etc., molts d’ells afectats per la crisi energètica. Un tema adjacent és, per descomptat, el de la inflació, que està erosionant ràpidament el poder adquisitiu de les llars, que actualment reben poc suport a causa dels baixos marges pressupostaris del govern. La justícia civil és un altre àmbit d’actuació prioritari, ja que és especialment lenta, els seus procediments són complexos, creant un ecosistema que no és propici per a la innovació i la inversió estrangera. El govern ha d’avançar absolutament en aquest dossier si vol millorar l’entorn empresarial a Itàlia. Finalment, el tercer repte és el de la digitalització, un aspecte en el que Itàlia està molt endarrerida, tant en el sector públic com en el privat. Sense una clara acceleració de la digitalització de l’economia italiana, Itàlia té poques esperances de beneficiar-se d’aquestes properes onades de guanys de productivitat i innovació.
We don’t want to decouple from China, but can’t be overreliant
Poc abans de la seva visita a la Xina, el canceller alemany Olaf Scholtz va publicar aquest article a la revista Politico per comunicar la seva estratègia envers el gegant asiàtic després que la política exterior alemanya es veiés envolta en polèmiques. Tres anys després de l’última visita d’un canceller alemany a Xina degut a la COVID, Scholtz assenyala que moltíssimes coses han canviat, i que és precisament per aquest canvi que cal, més que mai, recomençar el diàleg amb la Xina. El canceller presenta cinc punts essencials que resumeixen la seva visió sobre les relacions sino-alemanyes. En primer lloc, la Xina ja no és el mateix país de fa una dècada, i les actituds alemanyes han de canviar per adaptar-s’hi. El Congrés del PCC, el més important de la història, ha canviat el rumb i assenyala una Xina més radical, més ideològica i assertiva en termes de política exterior i interior. En segon lloc, també l’ordre internacional ha canviat, essent la guerra d’Ucraïna un gran exemple. Actualment, afirma Scholtz, vivim en un món multipolar on les velles certeses han desaparegut. Alemanya vol jugar un paper central en aquest món intentant evitar la formació de blocs —un missatge clar cap als EUA— i l’escalada militar. Per això, reclama la col·laboració de la Xina, com per exemple en resolucions respecte l’ús d’armes nuclears per part de Rússia. La Xina ha de complir amb el respecte de la sobirania dels estats independents. En tercer lloc, Scholtz analitza el paper de la Xina al món. Tot i que desitja mantenir la seva interdependència econòmica a través del comerç mútuament beneficiós pels dos països, el canceller entén que el gegant asiàtic està realitzant competència deslleial per mitjà d’estratègies de doble circulació. Alemanya col·laborarà amb la Xina, però també ha de ser dura i no permetre que hi hagi excepcions en les normes del comerç internacional: és necessària reciprocitat. En quart lloc, Alemanya, no pot mirar cap una altra banda en termes de violacions dels drets humans —com a la regió de Xinjiang, on informes denuncien la presència de camps de reeducació. Tampoc no pot permetre que el conflicte sobre Taiwan es resolgui per mitjà de la violència. Finalment, Scholtz assenyala que la seva política està emmarcada en la Unió Europea, i la col·laboració amb França i els Estats Units. En definitiva, Scholtz recorda la triple condició de la Xina com a soci per la cooperació, competidor econòmic i rival sistèmic.
Western Balkans sign landmark agreements in Berlin ahead of December summit
A principis de novembre sis líders dels Balcans Occidentals van signar tres acords en el marc del Procés de Berlín, enviant senyals positius abans d’una cimera crucial dels Balcans Occidentals que tindrà lloc a Albània al desembre. El canceller alemany Olaf Scholz, Ursula von der Leyen i Charles Michel es van reunir als líders de Sèrbia, Kosovo, Bòsnia i Hercegovina, Montenegro, Macedònia del Nord i Albània per presidir la signatura dels acords. El format, iniciat el 2014 sota l’antiga canceller alemanya Angela Merkel, té com a objectiu fomentar l’apropament entre els sis estats dels Balcans occidentals i la UE i promoure la integració entre els estats de la regió. En el seu comunicat conjunt, els participants van acordar celebrar la propera cimera del Procés de Berlín 2023 a Albània. El país també acollirà la propera Cimera dels Balcans Occidentals el 9 de desembre de 2022. Després de dos anys d’intenses negociacions, els sis països van arribar a acords que facilitaran la lliure circulació dels ciutadans a tota la regió i el reconeixement mutu de les qualificacions professionals de metges, dentistes i arquitectes. Els acords no només es consideren un avenç per a la integració regional, sinó que tenen un pes particular en el context de les tensions actuals entre Belgrad i Pristina. En aquest sentit, Scholz va afirmar que espera que el nou acord de reconeixement mutu obri el camí per a una major conciliació entre els dos països i que és hora de superar els conflictes regionals i accelerar el procés de normalització de les relacions entre Kosovo i Sèrbia. El canceller va afegir que la guerra a Ucraïna ha fet encara més necessària la resolució de conflictes als Balcans per preservar la llibertat i la seguretat d’Europa. D’altra banda, l’executiu de la UE ha anunciat un paquet de suport energètic de 500 milions d’euros per a la regió, ja que l’augment dels preus de l’energia provocat per la guerra i l’inici de l’hivern colpeja amb força aquesta part del continent.
Can Sunak Save Britain?
El pes del fracàs de l’efímera Primera ministra Liz Truss ara recau sobre les espatlles de Sunak, al qual se li ha encomanat la tasca de salvar el país i el Partit conservador. La caiguda de Truss ha suposat una enorme tensió per a un país que ja estan notant el cost de la incertesa econòmica i política acumulada durant els sis anys transcorreguts des de la votació del juny del 2016 a favor de la sortida de la UE. Sunak és el tercer Primer Ministre del país en un any i encara necessita guanyar-se legitimitat. Els preus de mercat han baixat des del breu pas de la seva predecessora però tot i així continuen més alts que abans de la seva arribada. Tot i que la reputació del partit ha quedat molt malmesa, continuen tenint una àmplia majoria parlamentària; només si el partit no aconsegueix donar suport a Sunak amb la suficient unitat per permetre aprovar lleis i governar, el partit es veuria obligat a convocar eleccions generals. Maddox procedeix a fer un anàlisis de les diferents raons per les quals la legitimitat del partit es veu en perill, la primera és el Brexit, i la segona la gestió de la COVID-19. En ambdós es tracta de situacions que van generar tensions regionals. Escòcia i Irlanda del Nord advocaven majoritàriament per romandre dins de la UE, i les tensions regionals encara van augmentar més amb les normatives sobre la pandèmia que variaven a cada regió, culminant així amb el final de Johnson. El problema de com dirigir un país complex, dominat per Londres i amb gent i opinions molt diverses juntament amb un desig cada cop més fort d’identitat regional, s’ha vist reflectit durant els mandats de Theresa May, Boris Johnson i Liz Truss. Ara serà Sunak qui s’hi haurà d’enfrontar, però té un punt al seu avantatge, i és que algunes de les institucions del país s’han enfortit amb la confusió de Truss. En quant al sector energia, Sunak també necessitarà un pla per frenar-ne els costos i haurà d’elaborar una política energètica coherent a partir del conjunt d’iniciatives diverses que han aplicat els seus predecessors. A més, també ha de decidir si la necessitat d’un subministrament més barat i independent del gas rus pesa més que la controvèrsia i, si és així, veure si pot aconseguir el suport al Parlament. Per mostrar el seu compromís amb els objectius del Regne Unit en matèria de canvi climàtic, podria considerar la possibilitat de revertir les indicacions de Truss al rei Carles III de no assistir a la COP 27. Finalment, pel que fa als afers internacionals, Sunak continuarà donant suport a Ucraïna com a reforçament dels valors de democràcia i llibertat.
Scottish independence: how Nicola Sturgeon’s pledge to rejoin the EU could impact a referendum vote
En el seu nou llibre blanc sobre l’economia de la independència, el govern escocès ha deixat clar que la reincorporació a la UE és fonamental per a la seva visió de com Escòcia podria prosperar fora del Regne Unit. En lloc de tractar-se simplement de si Escòcia hauria de formar part del Regne Unit, la primera ministra, Nicola Sturgeon planteja l’elecció del país com “fora del Regne Unit, però dins de la UE”, en lloc d’estar “dins del Regne Unit però fora de la UE”. Qualsevol futur referèndum futur sobre la independència tractaria doncs tant del Brexit com de la relació d’Escòcia amb la resta del Regne Unit. Això no és cap sorpresa ja que al referèndum sobre la sortida de la UE del juny de 2016, 62% dels escocesos van votar a favor del Remain i les enquestes actuals suggereixen que el suport per formar part de la UE és actualment encara més gran. Després del referèndum del Brexit, alguns votants van començar a revalorar les seves actituds envers la independència davant la decisió de sortir de la UE. Tal com va anticipar l’SNP, alguns que havien votat No el 2014 i Remain el 2016 van passar a donar suport a la independència. Però aquests canvis van ser compensats per alguns que havien votat Sí el 2014, però Leave el 2016. El 2017, l’enquesta Scottish Social Attitudes va trobar que el 49% dels que estaven a favor de romandre a la UE també estaven a favor de la independència, en comparació amb només el 41% dels que donaven suport a Leave. Des de llavors, la realització del Brexit ha vist augmentar encara més la bretxa entre els partidaris de Remain i del Leave. A l’última enquesta Scottish Social Attitudes realitzada a finals del 2021, una mica més d’una quarta part (26%) dels que actualment donen suport a Leave van dir que votarien Sí a la independència mentre dos terços (67%) dels partidaris del Remain votarien Sí. A diferència de fa vuit anys, les actituds envers la UE són ara una part integral del debat constitucional en la ment dels votants. Res d’això, per descomptat, vol dir necessàriament que Escòcia estigui preparada per votar sí la independència en cas d’un altre referèndum ja que el país es manté dividit en el tema. Però sí que ajuda a explicar per què Sturgeon està interessada que el debat constitucional també sigui sobre la relació d’Escòcia amb la UE, i no només sobre els seus vincles amb el Regne Unit.
Democracia, diversidad y cultura
Good at Being Bad. How Dictatorships Endure
L’autora ressenya el llibre de Steven Levitsky i Lucan Way, Revolution and Dictatorship: The Violent Origins of Durable Authoritarianism (Princeton University Press, 2022) i destaca que el llibre presenta dos arguments relacionats. El primer es refereix a la permanència dels règims autoritaris. Per esbrinar si el món està a l’alba d’una nova era autocràtica, cal uns criteris estàndards per avaluar les dictadures contemporànies i determinar quines són susceptibles de perdurar. Però com que els politòlegs han descuidat en gran mesura l’estudi dels governs autoritaris i el que va fer que alguns tinguessin èxit durant l’expansió de la democràcia de finals del segle XX, pocs estudiosos han discutit aquests criteris. Levitsky i Way aborden aquest dèficit, oferint un argument sobre les estructures polítiques i institucionals necessàries per al que anomenen “durabilitat autoritària”. El segon argument que proposen es refereix a l’origen d’aquestes estructures. Aquí el llibre es remunta a la perspectiva que van adoptar els transitòlegs no fa gaire: és a dir, que els orígens d’un règim afecten de manera crítica el seu desenvolupament i durabilitat. En aquest sentit, l’obra suggereix que els estats forts són més capaços de fer front als reptes socials, econòmics i externs als quals s’enfronten i, per tant, són més resilients. Dit d’altra manera, com més gran sigui el nombre de dictadures d’estats forts, més duradora serà l’onada autocràtica actual. Fins i tot sense el radicalisme i la violència extensiva que caracteritzen els règims revolucionaris de Levitsky i Way, és més probable que les dictadures que puguin crear elits cohesionades i militars i forces policials fortes però políticament subordinats alhora que mantenen els moviments d’oposició febles i dividits tinguin més probabilitats de ser resistents. Així, els règims revolucionaris actuals com la Xina comunista i la República Islàmica de l’Iran posseeixen elits militars i polítiques cohesionades, i la seva oposició és pràcticament inexistent. Segurament per això aquests règims han estat relativament estables durant les últimes dècades. No obstant això, el president rus Vladimir Putin, tot i que el seu règim no té orígens revolucionaris, també sembla tenir l’exèrcit fermament sota el seu control, ha vinculat els oligarques del país al seu govern mitjançant una xarxa de corrupció i ha eliminat tota l’oposició organitzada. Aquests factors ens poden portar a predir una major estabilitat. També probablement han ajudat a persuadir Putin no només que podria sobreviure, sinó que podria millorar la seva posició i la del seu país conduint Rússia a una guerra a Ucraïna. La guerra ha resultat ser molt més difícil del que esperava, però encara no està clar si aquesta aventura militar finalment reforçarà o debilitarà el poder de Putin. Levitsky i Way sostenen que és probable que els conflictes violents durant les primeres fases d’un règim revolucionari l’enforteixin; potser necessitem més estudi dels factors o contextos que determinen fins a quin punt les dictadures poden suportar els conflictes violents que vénen més tard en el seu desenvolupament.
The Rising Tide of Global Sadness
Brooks comença explorant la societat actual i l’increment de la negativitat a través de les cançons pop i dels titulars d’articles. Aquesta negativitat dins la cultura reflecteix la negativitat a la vida real. La General Social Survey ressenya que entre el 1990 i el 2018 la proporció de nord-americans que se situen en la categoria de felicitat més baixa va augmentar en més d’un 50%, tenint en compte que això es va donar abans de la pandèmia quan aquesta sensació encara va créixer més. Segons Gallup, les estadístiques encara són pitjors a la resta del món. Part del problema és el declivi de la comunitat, les enquestes indiquen que gairebé dos mil milions de persones estan tan descontentes al lloc on viuen i no recomanarien la seva comunitat a un amic, especialment a la Xina i l’Índia. El problema principal de la situació és la inseguretat alimentària i la fam i misèria física. L’autor argumenta que a la gent normalment li xoca la manca de correlació entre el creixement econòmic d’aquests dos països en desenvolupament, amb els resultats de les enquestes. Però la veritat és que el desenvolupament no condueix necessàriament a un augment del benestar, en part perquè el desenvolupament sol anar acompanyat d’un augment de la desigualtat. És un error utilitzar el PIB i altres mesures materials per avaluar la situació de les nacions. Com a conseqüència, la misèria influència la política, i moltes vegades és possible predir el resultat d’unes eleccions basat en el benestar de la gent més que en l’economia, i en aquest sentit el Brexit n’és un exemple clar. L’article tanca fent una prospectives de futur i com la situació pot continuar agreujant un dels principals problemes en la política d’avui en dia, el populisme i les tensions socials.
A crise da democracia e a geração menos preparada
Són molts els factors que expliquen la crisi actual de la democràcia, i a parer de l’autor el més important tenint a veure amb els danys causats a la qualitat de vida, però també a la dignitat de la vida, de milions de persones als països on hi ha democràcies. A les dictadures, aquest procés no té lloc, perquè a Rússia, a l’Iran, a Hong Kong, existeix l’aspiració democràtica. Saben molt bé el que no tenen, perquè viuen en una dictadura, i lluiten amb tots els riscos per aconseguir-ho. És a les democràcies occidentals on, en diferents graus, existeix aquesta crisi, als EUA en primer lloc, al Brasil, a la Unió Europea. Els dos moments tràgics que estem vivint, la pandèmia i la guerra a Ucraïna, han accelerat el procés, però durant molt de temps una economia enfocada cap als rics, incapaç d’afrontar l’exclusió i la desigualtat, ja sigui de treballadors o de refugiats, no ha fet més que incrementar les desigualtats. D’altra banda, un conjunt de fenòmens socials han creat fonts de pobresa, no només material sinó que han comportat la pèrdua de l’esperança, la sensació de pèrdua de dignitat amb els canvis en el mercat laboral. L’autor subratlla que el descontentament es dirigeix contra la classe política de les democràcies, en particular els partits de govern, afeblits per la corrupció, el carrerisme i la incompetència que ha generat un increment important de la indiferència cap a la política i les institucions. Aquesta indiferència destrueix el vincle de representació, perjudica la democràcia i és un autèntic mannà per als populistes i el seu discurs de ressentiment. Un dels aspectes al cor de l’actual crisi de la democràcia és precisament un deteriorament creixent dels factors culturals, de la visió del món, que implica una ideologia de la democràcia, és a dir, saber què fer i, potser més important, què no fer. Això implica educació, coneixement, voluntat de saber, llegir, escoltar i veure, buscar informació, reconèixer la desinformació, parlar clar quan cal i ser prudent també quan cal, reconeixent el valor de la privacitat. Personatges com Trump, Bolsonaro i molts altres deuen part del seu èxit a la imbecilitat argumental, la prepotència personal, l’antiintel·lectualisme militant, la hipocresia religiosa, el masclisme, la violència i l’agressivitat que permeten la identificació de moltes persones en un mateix moviment de poder i exclusió.
American society is so focused on race that it is blind to class
En aquest article de The Economist, l’autor tracta la possible fi de la discriminació positiva als Estats Units després que els republicans hagin aconseguit una majoria al Tribunal Suprem. El dia 31 d’octubre diversos advocats van argumentar davant del Tribunal que la discriminació positiva violava drets i llibertats establertes a la Constitució. El cas és que la discriminació positiva en termes de raça tampoc és massa popular i sempre s’ha vist com una solució temporal. Els demòcrates californians i gran part de la comunitat negra hi estan en contra. L’autor argumenta que la seva derogació podria suposar una oportunitat per reformar el sistema meritocràtic als EUA. Argumenta que una diversitat entre els entorns socials dels estudiants és un fi desitjable. No obstant, cal preguntar-se si aquestes discriminacions son justes i fins a quin punt xoquen amb altres valors de les societats liberals. A més, la raça no és el més preocupant del sistema de selecció de les universitats americanes d’elit. Actualment, Harvard està en judici degut a que un 43% dels seus estudiants, blancs i adinerats, han entrat degut a alguna de les puntuacions extra amb les que compta la universitat: ser fill d’un antic alumne, atleta d’elit etc. Princeton, per exemple, és una universitat que compta amb més estudiants provinents de l’1% més ric del país que del 60% més pobre. El sistema de la Ivy League americana s’hauria de fixar en les polítiques dutes a terme al Regne Unit. En primer lloc, les admissions per donacions haurien d’acabar-se. Les institucions que addueixen que les donacions cessarien si es produís aquest canvi haurien de fixar-se en l’exemple d’universitats com el MIT o la Johns Hopkins, que han abolit aquests privilegis sense perjudici per la qualitat de la docència. Tot i que la discriminació positiva en termes racials probablement s’acabarà, hauria de deixar pas a un sistema molt menys divisiu en termes de renda. Això seguiria beneficiant a les classes no-blanques degut a la seva major pobresa en termes relatius, però ho faria amb un sistema neutral. Sigui com sigui, el problema de mobilitat social americà és estructural i res del que faci el Tribunal Suprem ho podrà canviar.
Autocràcies electorals
L’editorial de la revista Política&Prosa alerta de que fa temps que parlem de la crisi de les democràcies liberals, ben representada per l’augment de la desconfiança dels ciutadans en les institucions i l’abstencionisme electoral creixent. Després del que s’ha viscut en les últimes dues dècades i l’acceleració marcada per la pandèmia i la guerra a Ucraïna, afirmar que les nostres democràcies viuen un moment difícil ja és una obvietat. Els èxits electorals recents de l’extrema dreta a Suècia i Itàlia ens ho demostren de manera fefaent. Pel que fa als autoritarismes del passat o als totalitarismes del segle XX, aquestes “noves” autocràcies electorals no es presenten com a antidemocràtiques. Tampoc fan cops d’estat i ni s’hi juguen el tot per tot utilitzant la violència de carrer, com va ser el cas de la Marxa sobre Roma de la qual es compleixen precisament cent. Al contrari, Orbán, Morawiecki, Trump, Meloni, i també Putin, Erdogan, Duterte o Modi, es presenten com a demòcrates i recorden que han guanyat unes eleccions lliures. La qüestió és que la democràcia no és tan sols poder votar en unes eleccions. La democràcia, en la seva accepció liberal, tal com s’ha forjat en més de dos segles d’història, significa també, i sobretot, l’existència d’institucions independents que controlen el govern i garanteixen drets. La democràcia implica separació de poders, informació lliure, llibertat d’opinió i pluralisme d’idees. El risc real no és senzillament un mal funcionament crònic dels sistemes democràtics o la incapacitat per aportar millores, sinó el seu buidament progressiu i la seva pròxima desaparició. Les autocràcies electorals ens mostren en tota la seva cruesa el perill mortal que viuen les democràcies liberals.
Economía, bienestar e igualdad
After Neoliberalism. All Economics Is Local
Durant molts anys, assegura Rana Foroohar a Foreign Affairs, els reguladors i legisladors americans van pensar que la geografia no tenia un impacte en els processos econòmics. Van pensar que la auto-regulació dels mercats liberalitzats no entenia de localitzacions i que els seus beneficis eren globals. El capital aniria allà on fos més ben tractat, els treballadors es mourien allà on hi hagués més ocupació i el comerç es desplaçaria atenent als respectius aranzels. El globalisme de mercat, propulsat per les grans empreses, que donaven gran capital als polítics per a les eleccions i que propulsaren el neoliberalisme, combinava aquest discurs econòmic amb la idea que el comerç i la primacia nord-americana aportaria una major reputació al país i, fins i tot, promouria democratitzacions arreu. Algunes d’aquestes polítiques han tingut efectes clarament positius. Els consumidors occidentals han gaudit durant molt de temps de productes barats importats de l’estranger; la incorporació de mercats emergents ha fet disminuir les desigualtats globals; i una nova classe mitja mundial ha aparegut. No obstant, aquestes polítiques també han generat desigualtats dins dels països i han comportat un augment de l’especulació financera, i han augmentat les crisis financeres en termes globals. A més, han causat un trencament entre la política i l’economia global, sotmetent la primera a la segona. Dins del propis EUA hi ha una gran divergència entre les ciutats costaneres i les interiors, quelcom que explica parcialment els nous populismes. La idea de que l’espai importa alhora de fer polítiques públiques comença a estendre’s dins dels cercles acadèmics. Diversos economistes com Stigliz, Acemoglu o Rodrik en defensen les tesis. L’autor per la seva banda afirma que el món que s’aproxima després de la COVID i la guerra d’Ucraïna és un món on el consum estarà més desconnectat entre regions, el capital serà més local i menys internacional i la globalització, en definitiva, estarà fragmentada. La política, argumenta, tindrà una major importància en l’economia del futur.
Is the IMF fit for purpose?
L’economia mundial s’enfronta a la possibilitat d’una de les pitjors crisis del deute de les darreres dècades, que amenaça amb profundes recessions, inestabilitat política i anys de creixement perdut. Al mateix temps, l’augment dels fenòmens meteorològics extrems (huracans més potents, sequeres recurrents) dificulta encara més la vida dels països que ja dediquen una gran part dels seus ingressos a tornar el deute exterior. Enmig d’aquesta agitació, l’FMI s’ha implicat més que mai en el rescat dels països insolvents. Durant els últims mesos, el valor dels seus préstecs d’emergència va assolir un nivell rècord, ja que un nombre creixent d’estats hi van recórrer com Bangla Desh, Egipte, Ghana i Tunísia. A la vegada, però molts països consideren que l’FMI gaudeix d’una posició massa dominant, o fins i tot neocolonial, i busquen ajuda en altres llocs. En efecte, a canvi de la seva ajuda, l’FMI normalment insisteix que els governs facin el que els resulta més difícil: reduir la despesa pública, augmentar els impostos i implementar reformes dissenyades per reduir les seves ràtios de deute/PIB, com ara retallar els subsidis al combustible o als aliments. No és sorprenent que els governs sovint es mostren reticents a emprendre aquestes mesures. No és només que les reformes sovint deixen els votants en pitjor situació i fan que els polítics siguin menys populars. L’orgull nacional també està en joc. Haver d’inclinar-se davant les demandes d’una institució dominada per governs estrangers pot ser vist com una humiliació i una admissió de disfunció interna i mal govern. A més, després d’arribar al cim dels seus poders als anys 90, quan el seu nom es va convertir en sinònim dels excessos de la globalització neoliberal, l’FMI s’ha enfrontat a una resistència creixent. Encara és l’única institució que pot garantir assistència a gairebé qualsevol país que pateix una estrès financera extrema. Però el declivi del poder dels EUA, l’aparició de prestadors alternatius i la reputació de l’FMI com a director dominant l’han deixat en una posició anòmala. És molt necessari i poc estimat, enormement poderós i sovint ineficaç per aconseguir que els estats acceptin les seves condicions. Si les prediccions són correctes i el món està entrant en un període prolongat de turbulències econòmiques, això només incrementarà la necessitat d’algun tipus de prestador global d’últim recurs.
The good luck that’s still needed to avoid a world food crisis
La invasió d’Ucraïna ha suposat una crisi alimentària mundial similar a la del 2007-8 en tant que Rússia i Ucraïna representen en conjunt al voltant d’un terç de les exportacions mundials de blat, i molts països de renda baixa i mitjana, especialment a l’Orient Mitjà i l’Àfrica, depenen de les importacions de cereals. Ucraïna i els governs aliats van acusar Rússia d’amenaçar amb una crisi alimentària mundial com a eina geopolítica. El canvi climàtic també està jugant un paper clau en l’escassetat de les collites i la seva volatilitat, i per acabar-ho d’adobar els preus del mercat han pujat vertiginosament. L’acord obtingut per part dels dos bel·ligerants des desbloquejar les exportacions a través del Marc Negre ha estat útil però no determinant. Si Ucraïna ha duplicat les seves exportacions de cereals, cal notar que Rússia també ha estat expropiant gra ucraïnès i passant-ho de contraban al mercat internacional. Així doncs, els mercats mundials estan tensos i les existències continuen sent baixes fins i tot si no es tingués en compte la guerra d’Ucraïna. No obstant això, és difícil culpar les institucions internacionals ja qui son elles qui han posat en marxa la maquinària de la governança mundial. A més de facilitar la iniciativa del Mar Negre, l’ONU ha continuat donant suport al Sistema d’Informació sobre Mercats Agrícoles (Amis), un servei de seguiment destinat a tranquil·litzar els governs perquè no imposin controls a les exportacions per temors infundats de escassetat. A més a més, els governs conserven un ampli marge de maniobra respecte les normes de l’OMC per imposar restriccions a les exportacions. En general, alguns governs, com els de la UE, han augmentat les ajudes a la producció agrícola, però no tant radicalment com per augmentar la producció d’aliments comercialitzables. Finalment, evitar una crisi alimentària el proper any depèn principalment del bon temps. Els governs, ajudats per les institucions internacionals, han millorat una mica la gestió del subministrament mundial d’aliments des que va esclatar la gran crisi anterior fa 15 anys.
Cost-of-living emergency: Europe needs radical steps
A mitjans d’octubre, els dirigents de la Unió Europea es van reunir amb els interlocutors socials -sindicats i empresaris- a la Cimera Social Tripartita per al creixement i l’ocupació per tractat de la crisi energètica, l’augment de la inflació i la guerra que té lloc a les portes de la UE. Els protagonistes de la trobada han estat els plans d’inversió per NextGenerationEU, el risc imminent d’una crisi, i la guerra d’Ucraïna relacionada amb el subministrament d’aliments i energia. El Moviment Sindicat Europeu va recalcar la necessitat que les institucions europees parin atenció als drets laborals dels ucraïnesos ja que recentment s’ha aprovat una llei que prohibeix el dret dels sindicats a reunir-se al si de les empreses ucraïneses, la qual cosa implica una violació clara dels principals convenis de l’Organització Internacional del Treball. Per una altra banda, pel que fa referència a la crisi energètica l’autor subratlla la importància de l’aspecte social de la crisis energètica. No només a causa dels preus de l’energia i del subministrament, sinó també de la inflació general i de la caiguda de la gent en la pobresa de forma molt ràpida. A més de polítiques econòmiques, això requereix un suport social a l’ocupació i als ingressos de les persones, així com una transició justa. Els més afectats per aquesta crisi són els treballadors per culpa de la inflació i dels baixos salaris. Per aquesta raó, Visentini fa una crida a la Comissió Europea i el Consell Europeu per acordar límits de preus efectius, especialment a les factures d’energia. Finalment, insta als governs que desenvolupin mesures nacionals anticrisi per protegir els ingressos i l’ocupació a la indústria, els serveis i el sector públic.
Africa will remain poor unless it uses more energy
Al món ric, el gran repte energètic és com fer que el subministrament sigui més sostenible. A l’Àfrica el problema és com generar més energia. El consum mitjà per persona a l’Àfrica subsahariana, excloent Sud-àfrica, és de només 185 quilowatts-hora (kWh) l’any, en comparació amb uns 6.500 kWh a Europa i 12.700 kWh als EUA. El baix consum d’energia és una conseqüència de la pobresa però també n’és una causa. Si l’Àfrica s’enriqueix, haurà d’utilitzar molta més energia, inclosos els combustibles fòssils. No obstant això, els seus esforços per fer-ho la posen en un camí de col·lisió amb els països rics. El món ric importa combustibles fòssils per al seu propi ús, alhora que restringeix el finançament públic per als projectes de gas africà destinats a l’ús domèstic. Sens dubte, les tecnologies d’energia neta són una gran oportunitat per al continent. Ja són les principals fonts d’energia per a 22 dels 54 països d’Àfrica. Però esperar que Àfrica pugui confiar només en les energies renovables per augmentar el consum és ingenu. Per exemple, l’electricitat, una font d’energia que encara no està disponible per a uns 590 milions de persones, és a dir aproximadament la meitat dels africans subsaharians. L’electricitat que hi ha, és insegura i costosa. Si s’ajusten els preus en funció del poder adquisitiu, les llars de molts països africans paguen tarifes més elevades que les de l’OCDE. D’altra banda, Àfrica concentra el 18% de la població mundial però rep menys del 5% de la inversió mundial en energia. L’IEA calcula que la despesa total de capital en energia entre el 2026 i el 2030 a l’Àfrica hauria de ser gairebé el doble del que va ser entre el 2016 i el 2020. La inversió en energia neta hauria de multiplicar-se per sis. Tot això sembla molt ambiciós en tant que les finances públiques africanes estan en un estat lamentable. Vint-i-dos països tenen greus dificultats d’endeutament o corren un alt risc, segons l’FMI. Els que es plantegen recórrer als mercats de capitals internacionals s’enfronten a costos d’endeutament enormes. La Xina, una font de préstecs per a programes energètics durant les dues últimes dècades, s’està tornant més parsimoniosa. Els seus préstecs als sistemes elèctrics nacionals africans van caure de gairebé 8.000 milions de dòlars el 2016 a 1.500 milions de dòlars el 2019. En darrer terme, atès que molts africans són pobres, són molt més vulnerables als danys de l’escalfament global, com ara sequeres, malalties i preus més elevats dels aliments, que la gent dels països més rics. Per a bona part d’Àfrica, la millor manera d’adaptar-se a un planeta que s’escalfa és enriquir-se prou per fer front a les seves conseqüències. Negar als africans una energia barata i fiable farà que aquesta tasca sigui molt més difícil, mentre que gairebé no servirà de res per frenar l’escalfament global.
Sostenibilidad y cambio climático
The global energy crisis may be accelerating decarbonisation efforts
En aquest article, Fatih Birol, director executiu de l’Agència Internacional de l’Energia (IEA) afirma que la invasió d’Ucraïna ha canviat i canviarà els mercats i les polítiques energètiques a tot el món durant les properes dècades. La crisi energètica desencadenada per la guerra està donant un impuls a curt termini als combustibles fòssils en alguns casos. A Europa s’ha cremat més carbó, per exemple, perquè els preus del gas natural han estat molt alts. Però considera que és probable que sigui un fenomen temporal ja que la crisi també està impulsant importants canvis estructurals per accelerar la transició cap a les energies netes. Les dades de l’IEA suggereixen que molts governs estan responent als pics econòmicament perjudicials dels preus dels combustibles fòssils duplicant les tecnologies d’energia neta. La Llei de reducció de la inflació dels Estats Units, el paquet Fit for 55 de la UE i el pla rePowereu, el programa de transformació verda del Japó i els ambiciosos objectius d’energia neta a la Xina i l’Índia hi estan contribuint. Birol subratlla que els arguments econòmics a favor de tecnologies netes assequibles són cada cop més convincents. L’energia solar i l’eòlica són les opcions més barates per a noves instal·lacions elèctriques a la majoria de les regions del món, fins i tot sense tenir en compte els preus excepcionalment elevats observats el 2022 per al carbó i el gas. I els països també han de garantir que les seves indústries nacionals d’energia neta puguin competir internacionalment. Afegeix que les preocupacions de seguretat també estan impulsant cada cop més la transició cap a les energies netes. La invasió d’Ucraïna i l’ús posterior dels subministraments de gas per pressionar Europa mostren els riscos de dependre molt de les importacions de combustibles fòssils. Les tecnologies netes i energèticament eficients, com ara els vehicles eòlics, solars, elèctrics i bombes de calor, permeten als països produir més energia a nivell nacional i reduir la necessitat d’importar combustible. Paral·lelament, estan sorgint nous riscos per a la seguretat energètica. Els països necessiten un subministrament ampli i divers de minerals crítics i de cadenes de subministrament de fabricació per a tecnologies com ara panells solars i bateries de vehicles elèctrics. Malgrat el seu optimisme, hi ha un àmbit que el preocupa molt. Enmig de l’actual convulsió geopolítica, Birol veu un risc real que sorgeixin fractures al voltant de l’energia i el clima entre algunes economies avançades i les que estan desenvolupament, que podrien comportar línies divisòries perjudicials a nivell mundial. Per evitar que aquestes divisions s’arrelin, les principals economies del món han de treballar dur per abordar les seves causes. En primer lloc, han d’assegurar-se que el paper de Rússia a l’hora de desencadenar la crisi energètica actual sigui ben entès per tothom. Hi ha una falsa narrativa que circula que les energies netes i les polítiques climàtiques en són les culpables. En segon lloc, el món ric ha de fer molt més per permetre que les economies emergents i en desenvolupament, especialment les d’Àfrica, augmentin massivament les tecnologies d’energia neta. Cal adoptar una visió empàtica i moralment coherent sobre la transformació dels sistemes energètics i l’impuls del creixement econòmic als llocs que més ho necessiten. Les associacions de transició energètica justa, com la que s’està negociant actualment entre les riques democràcies del G7 i Indonèsia, són un camí a seguir. Ofereixen una oportunitat de cooperació tant en política com en inversió. En tercer lloc, els països rics haurien de complir immediatament les promeses fetes als més pobres sobre el finançament del clima. A la COP15 de Copenhaguen el 2009, es van comprometre a recaptar 100.000 milions de dòlars anuals el 2020 per ajudar els països en desenvolupament a adaptar-se al canvi climàtic però aquesta promesa encara no s’hagi complert. La COP 27 que s’està celebrant és una oportunitat important però si les economies líders no construeixen ponts amb les economies en desenvolupament, o si adopten un enfocament massa prescriptiu, corren el risc d’ampliar les divisions.
Beyond Catastrophe. A New Climate Reality Is Coming Into View
Durant anys la comunitat científica ha alertat del futur apocalíptic que generarien augments de temperatura de més de cinc graus. Actualment, amb un món 1.2 graus més calent, els científics apunten que l’augment es quedarà entre 2 i 3 graus. El marge d’acció és petit, tot i que les accions que es facin determinaran en gran mesura de quin augment estarem més a prop. Aquestes xifres poden semblar abstractes, però suposen una gran victòria en front de les prediccions anteriors, i es deuen a la baixada dels preus de les renovables i l’acció política internacional. Un cop els escenaris van quedant més clars tenim menys dubtes respecte del futur que ens espera: no serà l’apocalipsi predit ni tampoc un status quo al que es podria haver arribat si s’hagués actuat amb la diligència deguda. Conformar-se amb un augment de dos graus no és una opció. Un món dos graus més calent és un desastre mundial. L’autor assenyala que hi haurà un clima extrem i disrupcions constants tant microbianes com geopolítiques. La normalització de desastres més costosos i probablement, l’exhaustió de l’empatia cap al Sud Global, ens aproparà cap a un règim també més pobre. Les inundacions que solien produir-se un cop cada cent anys, es tornaran anuals, i desastres fins molt improbables seran el pa de cada dia. La probabilitat de patir calor extrema podria créixer tres vegades més que l’actual i les onades de calor seran trenta cops més severes. I això que aquest és l’escenari de progrés. Un dels efectes d’aquestes conseqüències està essent la revaloració de les plantes nuclears, quelcom que fins i tot es reclama des de posicions progressistes. Ens trobem doncs davant d’un moment incert que ha estat descrit com una “policrisis” i tot i que la transició està arribant ràpid, molts temen que no ho faci amb la suficient diligència.
A green growth and innovation paradigm
Bloomfield afirma que el keynesianisme i la intervenció dels governs en l’economia han tornat. El centre de debat econòmic està gravitant cap a les esquerres i el reconeixement creixent de l’emergència climàtica i la pandèmia han accelerat aquest canvi de perspectiva donant èmfasis a la importància del govern i les institucions públiques. Recentment el Fons Monetari Internacional, juntament amb l’Organització per a la Cooperació i el Desenvolupament Econòmic, ha revolucionat el “consens de Washington” i ha donat el vistiplau a les estratègies d’inversió pública. Aquesta és la oportunitat de la socialdemocràcia per tornar a aplicar els seus principis fonamentals i establir noves aliances. Tot i això, per aprofitar aquest terreny favorable, necessita oferir un paradigma de creixement i innovació adequat per al desafiament pels quals calen cinc passos clau. El primer es l’harmonia amb la natura. Salvaguardar el nostre futur comú, un nou model de desenvolupament sostenible amb baixes emissions de carboni s’ha de convertir en el “sentit comú” de l’època. Això és el que han formulat els artífexs de la política del Pacte Verd Europeu. Segon, els socialdemòcrates han d’adoptar un llenguatge de modernitat del segle XXI i fer del centre de la política i la pràctica mediambientals una combinació d’innovació social i revolució digital per transformar les infraestructures. Tercer, cal una àmplia aliança d’actors. El pluralisme ha d’estar al centre de qualsevol moviment d’acords verds exitós. El repte principal és mostrar oportunitats positives per a noves coalicions àmplies, que combinin beneficis mediambientals i ocupació, com en el cas de la transició a l’habitatge de baix consum. Quart, la necessitat de canvi en els estils de vida i patrons de consum, aquesta transició ha de prendre part tant per part de les institucions com la dels individus. Finalment, la necessitat d’oblidar-se de refugis nacionalistes en el món interconnectat del segle XXI. En darrer terme, l’autor posa d’exemple de l’Ampelkoalition a Alemanya com a un exemple d’avenç generat per la crisi climàtica unint els mons de la ciència, la societat civil, les empreses, la política dels partits i el govern, forjant noves coalicions en el procés.
The New Way to Fight Climate Change
Amb motiu de la celebració de la COP27 els autors afirmen que en aquestes grans cimeres internacionals, tothom espera veure la diplomàcia en majúscules, quelcom complicat tenint en compte que tenen lloc en un marc legal on les decisions es prenen per unanimitat entre 197 nacions. El que s’espera és clar: els països pobres demanaran als països rics més finançament per fer front als efectes del canvi climàtic; es discutirà interminablement com reduir emissions; i també dels processos de decisió sobre aquests temes. Tot això si l’actual precària situació de l’ordre mundial no entra dins l’agenda. Això no obstant, alguns països estan començant a adoptar estratègies diferents de la de la unanimitat, que sempre implica el mínim comú denominador. En canvi, estan adoptant estratègies basades en la cooperació público-privada en sectors concrets. Si s’aconsegueix canviar grans sectors, els països, conforme adaptin aquestes tecnologies superiors i més netes aniran descarbonitzant-se al mateix temps. Aquesta aproximació ja està agafant forma. A l’última COP26 els poders financers i grans empreses ja van tenir un rol molt important en adoptar aquesta nova teoria del canvi. La inversió privada ha estat clau en el procés d’inversió en energies renovables, cotxes elèctrics o bateries. Òbviament, sembla clar que la cooperació internacional a gran escala ha de seguir tenint un paper rellevant. Sobretot, en aquells sectors on no es puguin generar grups de treball petits, com la fixació d’objectius globals d’emissions o l’ajuda tècnico-financera adreçada als països més vulnerables. La història ens ha ensenyat que la lluita contra el canvi climàtic i els avenços cap una economia verda, no provenen de grans acords internacionals, que la majoria de vegades acaben en intercanvis geopolítics, sinó de la cooperació local i sectorial. A la COP27 és important no patir una desmoralització per les més que evidents fractures diplomàtiques. Els activistes haurien de posar el focus, argumenten els autors, en aquelles negociacions que es duen a terme en paral·lel i que estan, ja avui en dia, canviant el planeta.
Incidencia del sector militar en la emergencia mediambiental
Els autors volen posar de manifest que el sector militar mundial contribueix de manera significativa a l’emergència climàtica, tant per l’enorme volum d’emissions de gasos d’efecte hivernacle (GEH) com per la contaminació mediambiental. Tot i això, el sector militar no està sotmès a cap tipus de regulació, control o restricció dirigits a reduir-ne l’impacte mediambiental. En efecte, les operacions militars contaminen els ecosistemes terrestres i aquàtics amb substàncies tòxiques o materials perillosos, consumeixen ingents quantitats de combustibles fòssils en avions, vaixells i vehicles terrestres i són responsables de la desforestació i de la pèrdua de biodiversitat. Les mines i bombes sense esclatar inhabiliten les terres per a usos agropecuaris i constitueixen un perill permanent per a la població. D’altra banda, la producció, emmagatzematge, transport i eliminació d’armes biològiques, químiques i nuclears són factors potencials d’agressions mediambientals. Dins d’aquest context, l’aspecte que s’ha avaluat més detalladament és el de les emissions GEH. Les activitats militars, tot i ser altament contaminants, no han de comunicar les seves emissions GEH a les Nacions Unides. Al Protocol de Kyoto del 1997, tant les dades sobre emissions militars com la seva possible reducció van quedar fora de l’Acord. Els Estats Units hi van insistir molt, al·legant qüestions de seguretat nacional. L’Acord de París del 2015 va suprimir l’exempció de Kyoto, però permet que la informació relativa a emissions militars sigui voluntària i deixa la reducció de les emissions militars al criteri de cada país. Per tant, la informació sobre emissions sovint no està inclosa. Fins i tot quan ho està, les dades sobre emissions GEH militars són sovint incomplets. La informació deficient és la norma. Les forces armades també són grans consumidores d’energia fòssil i, per tant, són grans contribuïdores a l’emergència climàtica. Quan les forces armades informen sobre les emissions, habitualment proporcionen dades únicament sobre el consum energètic de bases militars i el combustible d’avions, vaixells i vehicles terrestres. Els autors conclouen que la tendència global és que la despesa militar augmenti els propers anys. En el cas concret de l’OTAN, hi ha un acord d’incrementar la despesa militar fins al 2% del PIB dels seus membres. Tant aquest augment de despesa com els programes de modernització tecnològica i les operacions militars de l’OTAN o de la UE fora d’Europa són potenciadors d’un increment d’emissions. Qualsevol nova operació militar generarà noves emissions de GEH. Cal doncs incorporar el sector militar al còmput de les emissions de GEH i també regular i controlar les activitats del sector militar per reduir significativament les agressions mediambientals.
Innovación, ciencia y tecnología
The Commission’s gross violation of privacy — endangering encryption
La UE ha aprovat una nova regulació que segons l’autora, diputada al Parlament Europeu, posa en l’encriptació. Aquesta nova normativa, pretén lluitar contra els abusos sexuals en línia a menors, exigirà a les plataformes d’Internet -incloses les aplicacions de missatgeria encriptada d’extrem a extrem, com Signal i WhatsApp- que detectin, denunciïn i eliminin les imatges d’abusos sexuals a menors que es comparteixin en les seves plataformes. Això significa que per fer-ho, les plataformes haurien d’escanejar automàticament tots els missatges. Gregorová afirma que això no només és una violació flagrant de la privadesa, sinó que no hi ha proves de que existeix la tecnologia per fer-ho de forma eficaç i segura, sense soscavar la seguretat que proporciona el xifrat d’extrem a extrem. I encara que la proposta de normativa té bones intencions, tindrà com a resultat el debilitament del xifrat i la pèrdua de seguretat d’Internet. Aquesta situació podria ser perillosa degut a la guerra d’Ucraïna. Després de la invasió de Putin, les aplicacions de missatgeria segura van dominar les llistes de descàrregues, ja que els ucraïnesos van començar a descarregar serveis de missatgeria xifrats d’extrem a extrem per comunicar-se amb els seus amics i familiars en privat. Així mateix, la pròpia Comissió Europea ha sol·licitat el seu personal que utilitzi Signal per protegir les seves comunicacions. I amb un govern rus cada vegada més agressiu i imprevisible, debilitar l’encriptació podria ser catastròfic per a la seguretat de la UE.
Comment l’intelligence artificielle pourrait bien tout changer à notre manière d’utiliser Internet
En aquesta entrevista, l’autor destaca que l’única branca de la IA que dóna resultats industrials és el “deep learning” que ja és a tot arreu de la vida quotidiana digital. El seu principi és observar una quantitat ingent de dades i identificar ocurrències, iteracions o correlacions. A partir d’aquí, intentarà anticipar l’estat d’un sistema, sovint un individu, a partir del passat i del que també han fet els altres. El que ofereix la IA avui és intentar anticipar l’evolució d’un sistema, predir el futur. En oferir contingut nou, pretén anticipar el que és probable que mantingui l’individu a la seva xarxa. Òbviament, la publicitat és l’ús dominant de la IA. Si sóc capaç d’anticipar-me als desitjos dels usuaris d’Internet, tinc moltes possibilitats de tenir un anunciant. No és l’única tècnica en publicitat, però és molt efectiva. Pel que fa a la possibilitat d’haver de tornar a aprendre a utilitzar Internet, l’autor considera que no serà necessari de cap de les maneres atès que ja estem en un món completament poblat d’IA. Serà més aviat la IA qui aprendrà a utilitzar-nos. La intel·ligència artificial no és la part de la interfície amb l’usuari. És el camí que utilitzem, a partir d’una gran quantitat de dades, per entendre alguna cosa. Pel que fa als avantatges econòmics i tècnics de la IA a Internet, l’autor assenyala que a Internet com en altres llocs, hi ha aquesta capacitat de predir el futur. Per exemple, en medicina, amb la IA, una radiografia de mama és capaç de veure si hi ha risc de càncer. La IA analitza milions de raigs X que han estat analitzats pels radiòlegs. Així estableix un diagnòstic basat en milions de mapes. Funciona molt bé i dóna una idea de què es pot fer en aquest sector. Poder, gràcies a les dades mèdiques, anticipar l’evolució de l’estat de salut. L’impacte econòmic és fenomenal i hi ha multitud de camps d’aplicació inclòs Internet. Finalment, respecte del futur de la IA a Internet, afirma que continuarà estenent-se. Després hi haurà el marc legal que es posarà en marxa. Avui, les discussions amb el legislador per emmarcar tot això només estan a l’inici. Però és un tema complex perquè el propi legislador no entén aquesta IA. Al seu entendre és missió és impossible redactar una llei que reguli l’ús d’una tecnologia mal entesa.
Could energy efficiency be quantum computers’ greatest strength yet?
Els ordinadors quàntics han estat noticia recentment per ser capaços de solucionar en poques problemes que els super ordinadors actuals trigarien anys. Les seves aplicacions practiques són moltes nombroses: des de la fabricació de medicaments, fins a la resolució de problemes complexos. És a dir, tenen bàsicament una funció de recerca. Això no obstant, els super ordinadors estan tenint problemes amb el seu consum d’energia, quelcom que podria limitar les seves capacitats computacionals. Alguns experts argumenten que això és un altre punt a favor dels ordinadors quàntics, tot i que la seva fabricació també implica molta energia i dècades de recerca. Una cosa més raonable, assenyala l’autor, seria crear ordinadors quàntics menys poderosos que poguessin solucionar els problemes de la mateixa manera que els super ordinadors, però consumint molta menys energia. Per saber on poden aportar un avantatge competitiu els ordinadors quàntics cal conèixer les lleis d’acord amb les quals actuen. Aquests ordinadors manipulen sistemes físics anomenats “qubits” per realitzar els seus càlculs. Aquest qubit pot estar en posició 1, posició 0 o en superposició, és a dir, al mateix temps a 0 i a 1. En resum, l’ordinador implementa algoritmes que poden realitzar càlculs sobre diferents nombres al mateix temps. El repte d’aquests ordinadors és aïllar als qubits per tal de que l’observador extern no destrueixi la superposició. Per aïllar a aquests elements es necessita molt energia, ja que les operacions s’han de fer a uns 273 graus negatius. Aquesta temperatura requereix moltíssima energia i aquesta és la paradoxa: com més precisa volem una operació, més costosa és. L’autor considera però que hi ha esperança, com a mínim des d’un punt de vista teòric, ja que el nombre d’operacions quàntiques es menor al de les clàssiques. Així, encara que sigui necessària més energia, no fan falta tantes computacions.
Is the Multiverse Where Originality Goes to Die?
La idea del multivers no és nova. Ja existeix com a mínim des de 1941, quan Borges publicà el seu famós conte “El jardín de los caminos que se bifurcan”. Durant tot el segle vint hi ha hagut multitud de ficcions que aborden el tema, des de Rick i Morty fins a Star Trek. Recentment, també Avengers: Endgame ha abordat la idea del multivers. La presència del multivers al cinema ha augmentat exponencialment durant els darrers anys. Davant d’aquest fet, Stephanie Burt es pregunta a The New Yorker, si aquesta tendència és positiva per l’originalitat o, per el contrari, estableix un nou model de narració mainstream. Els principis del multivers, explica, l’autora, es remunten a Giordano Bruno i el Renaixement, però tenen un ressorgiment amb el descobriments dels principis quàntics i els experiments d’Erwin Schrödinger. La idea principal és que existeixen altre realitats on s’han pres decisions diferents. A The Man in the High Castle, per exemple, s’explora la possibilitat que els nazis haguessin guanyat la Segona Guerra Mundial. Després, han aparegut moltíssimes pel·lícules, còmics i llibres, arribant fins a l’actual moment de “marvelització” del cinema i assentament dels multiversos. Una de les possibles explicacions per aquesta presència omnipresent dels multiversos, és l’existència de diverses identitats dins nostre, assenyala l’autora. El multivers, però, no pot ser per sempre infinit. Necessitem un punt de referència i, per molt que ens vulguem convèncer de les immenses oportunitats i camins que tenim, hem de retornar a la nostra vida.
What the 20th Party Congress Report Tells Us About China’s AI Ambitions
L’autor destaca que al 20è Congrés del Partit, el secretari general Xi Jinping va pronunciar un llarg discurs en què es descriu la seva visió per a la propera dècada i que, en comparació amb el seu informe de fa cinc anys, Xi va dedicar tota una secció al desenvolupament tecnològic i a la gestió del talent. Entre les 15 seccions de l’informe, cinc d’elles incorporen la tecnologia, incloent seccions sobre les noves missions del PCC, desenvolupament econòmic, ciència i tecnologia i estratègia educativa, seguretat interna, i militar i de defensa. Sobre la direcció del desenvolupament, Xi abandona el sistema orientat al mercat per a les innovacions tecnològiques, que va proposar el 2017 i ordena a la comunitat científica que compleixi les demandes estratègiques nacionals. Això implica esforços governamentals potencialment més consolidats per guiar –si no fer complir– els investigadors xinesos a treballar en projectes que Beijing considera com a prioritats. A partir de documents anteriors, aquests projectes en l’àmbit de la IA solen incloure les tecnologies subjacents per a dispositius electrònics bàsics, xips genèrics de gamma alta i programari bàsic, que són problemes crònics de coll d’ampolla per a la Xina. Per aconseguir l’autosuficiència tecnològica, Xi considera que els talents constitueixen el recurs principal. A més de fomentar ments brillants a casa mitjançant una millor educació, la Xina també augmentarà els seus esforços per atraure talent de l’estranger. La Xina ja ha desenvolupat una sèrie de programes, com el programa insígnia Thousand Talents Program llançat el 2008 per importar investigadors i enginyers estrangers. El PCC també reconeix la importància de la cooperació internacional per avançar en la recerca i el desenvolupament (R+D), ja que Xi proposa ampliar els intercanvis científics i tecnològics i la cooperació amb altres països. De fet, malgrat el malestar geopolític, la Xina i els Estats Units han generat la major quantitat de col·laboracions transnacionals en publicacions d’IA entre el 2010 i el 2021, gairebé tres vegades més que entre els Estats Units i el Regne Unit, la segona parella més productiva. Altres mesures per facilitar el desenvolupament tecnològic de la Xina que Xi esmenta a l’informe inclouen l’enfortiment de la protecció de la propietat intel·lectual, l’establiment de centres d’innovació científica, la diversificació de les fonts d’inversió, la reforma dels mecanismes d’assignació de fons i la millora del lideratge del sector privat en R+D. En definitiva, l’informe del 20è Congrés del Partit és essencial per entendre l’enfocament polític del PCC en els propers cinc o deu anys. Una mirada atenta a l’informe en comparació amb la versió anterior reflecteix la confiança de Xi en el paper crític de la tecnologia per impulsar el desenvolupament de la Xina i aconseguir el gran rejoveniment de la nació xinesa. Com a tecnologia emergent prometedora, la IA ha rebut una atenció important del PCC. Aquest informe continua aquesta tendència i promet més esforços per aconseguir avenços en tecnologies bàsiques amb talents d’alta qualitat mitjançant un suport estatal coordinat davant la contenció liderada pels Estats Units. A més, aquest informe també implica la integració de la IA de l’exèrcit a les seves capacitats militars d’una manera més pràctica.