
Diari de les idees 76
02 febrero 2023
Ideas de actualidad
El Diari de les Idees vuelve con una nueva edición donde destaca el acuerdo pactado para suministrar blindados a Ucrania, a pesar de las reticencias iniciales de Alemania; la nueva situación preocupante en Sahel y la implosión del sistema de partidos y la democracia en Perú; la decisión del Tribunal de Justícia de la Unión Europea sobre las euroórdenes emitidas por el juez Llarena contra Carles Puigdemont y los otros exiliados; los debates que se produjeron en el Foro de Davos sobre el concepto de desglobalización; y el creciente impacto que la nuevas tecnologías, muy especialmente la Inteligencia Artificial sobre la vida cotidiana de las personas.
En materia de asuntos globales, Agathe Demarais, autora de Backfire: How Sanctions Reshape the World Against U.S. Interests (Columbia University Press, 2022) señala en la revista Le Grand Continent diez puntos para entender cómo funciona el sistema internacional de sanciones. Destaca que, durante las últimas dos décadas, Washington ha impuesto más sanciones que la Unión Europea, las Naciones Unidas (ONU) y Canadá juntos, y éstas son solo una herramienta entre muchas otras medidas diplomáticas. Por otro lado, subraya que cuando el país sancionado dispone de recursos financieros importantes, el efecto de las sanciones solo puede ser lento, gradual y acumulativo: esperar el colapso rápido de una economía importante es una ilusión. También afirma que cuando el levantamiento de las sanciones no se acompaña de beneficios tangibles, los países objeto de estas sanciones pueden sentir que no tienen nada que ganar cambiando su comportamiento. En este sentido, Rusia y China, los dos países más importantes que han sido objeto de sanciones, basaron su comercio bilateral en yuanes y rublos, y, en pocas décadas, el yuan digital podría convertirse en una moneda de referencia para el comercio con China. Así pues, la puesta en marcha de mecanismos financieros no occidentales es una oportunidad para que China adquiera la capacidad de echar del mercado chino determinadas empresas e incluso países. Finalmente, Demerais apunta que el deseo ruso y chino de ganar influencia en los países emergentes no es nuevo: la diplomacia de las vacunas (tanto rusa como china), las inversiones masivas a través de la Ruta de la Seda y la retórica rusa destinada a vincular las sanciones y la inseguridad alimentaria son tres ejemplos recientes.
Continuando con China, Richard Artz apunta en la revista Slate que la decisión de acabar con las medidas anti-Covid más estrictas están teniendo graves consecuencias. Los hospitales están desbordados por la afluencia de enfermos, faltan medicamentos, y, en algunas poblaciones, los crematorios están saturados. El hecho de que Xi Jinping no haya intervenido públicamente para justificar este cambio de política, habiendo asumido y justificado las iniciativas llevadas a cabo en estos últimos tres años, conlleva a auto plantearse si realmente el presidente chino es el impulsor de este cambio de orientación sanitaria. Paralelamente, otro ámbito que preocupa mucho a los líderes chinos: la situación económica del país. El 17 de enero se publicó la cifra de crecimiento del 2022 que solo fue del 3%, y en el cuarto trimestre el PIB solo aumentó un 1,8%. Estos resultados están lejos del aumento del 6% de hace cinco años, y mucho más lejos aún del 10% de crecimiento mínimo de los años 2000-2010. Además, en diciembre, las exportaciones de China cayeron un 9,9% (la mayor caída desde 2020) y, en noviembre, un 8,7%. A los reiterados confinamientos, que frenaron las actividades de muchas ciudades, se añadieron un aumento de deuda china y una caída de las inversiones, junto con un fuerte descenso de consumo de los hogares. Por su parte, la tasa de paro juvenil supera el 30%. Todos estos datos están generando un creciente pesimismo en la población china, que parece reflejarse sobre todo en un descenso de natalidad. En última instancia, todos estos factores comportan el riesgo de hacer añicos la teoría difundida por el Partido Comunista Chino que, en todos los ámbitos, la gestión de su país tiene más éxito que la de otros gobiernos.
En relación a África, Carlos Frías analiza en El Independiente el cóctel de pobreza, delincuencia, fanatismo religioso y rutas comerciales que convierten Sáhel en una región perfecta para que el radicalismo islámico pueda reproducirse. La caída del Estado Islámico en Siria e Iraq supuso un golpe duro para las ambiciones yihadistas, que, no obstante, no paran con el afán de construir un califato universal. La situación de pobreza y la falta de expectativas unida a un crecimiento demográfico galopante se aprovechan por parte de grupos terroristas para llegar a los más jóvenes. Su planteamiento es que están en esta situación por haberse alejado de Dios, por lo que la solución pasa por volver a acercarse, y así aprovechan una narrativa victimista para seducir a la población. La posición estratégica de Sáhel la convierte en un enclave de rutas comerciales por donde transitan todo tipo de productos, pero también drogas, personas y armas. Otro problema añadido es cómo llegar a las autoridades locales y a los ciudadanos sin que las misiones internacionales se perciban como nuevas formas de colonialismo o paternalismo. Finalmente, destacar la llegada de Rusia al continente de la mano de los parámetros de Wagner que ha paralizado las operaciones internacionales en un contexto donde, a cambio de aportar su ayuda a Europa, pide derechos humanos, democracia y poner fin a la corrupción, mientras que Rusia solo pide llevarse los recursos naturales y compartir los lucros con las élites locales.
En América del Sud, Perú está atravesando una grave crisis política y civil y semanas de protestas han culminado con la llegada de miles de personas, en la capital, en medio de enfrentamientos violentos y batallas campales con la policía. Desencadenadas por la reciente destitución del expresidente Pedro Castillo, las protestas pusieron de relieve las profundas divisiones existentes en el país y están siendo alimentadas con una confluencia de factores internos y agitadores externos. De acuerdo con el análisis de Eduardo Gamarra en The Conversation, es importante entender que esta crisis ya se estaba gestando desde hace tiempo y se origina en la naturaleza del sistema político peruano, más allá de lo que se haya descrito como un intento de auto golpe de Estado por parte de Castillo mientras que sus partidarios consideran que intentaba evitar otro tipo de golpe, instigado por el Congreso. La actual situación del país, adoptada en 1993 pero mencionada una docena de veces desde entonces, genera ambigüedad sobre quién tiene más poder: el presidente o el Congreso. Paralelamente, se ha desmantelado el sistema antiguo de partidos políticos y formaciones, poderosas antaño, ya no existen ni se esfuerzan por mantener un mínimo de apoyo. Como resultado, más de una docena de partidos están representados en el Congreso, lo que dificulta que un líder o partido obtenga la mayoría. Por si fuera poco, el país está profundamente polarizado y dividido en distintas líneas: étnica, racial, económica y regional. También destaca el hecho de que el apoyo a las protestas procede de todo el altiplano andino del sud de Perú, predominantemente quechua y aimara, los dos principales grupos indígenas de la región. Los quechuas y aimaras peruanos son “primos hermanos” de los mismos grupos en el otro lado de la frontera, en Bolivia. Algo que es importante en el contexto de las protestas actuales. En última instancia, Perú se encuentra con un expresidente impopular en prisión y con una presidenta impopular al frente del país con una legitimidad muy controvertida.
El gran tema que ha centrado la atención principalmente las últimas semanas ha sido el envío de tanques Leopard a Ucrania. Los vehículos de combate son instrumentos de guerra que dan movilidad, protección y potencia de fuego y pueden ser decisivos para conseguir un cambio dentro del estancamiento actual de los frentes, aunque el simple envío de Occidente de desenas de tanques modernos no garantice por si solo conseguir este objetivo a corto plazo. Fue justamente el estancamiento de los frentes lo que hizo que durante la Primera Guerra Mundial el bando aliado se las ingeniara para crear un artefacto que permitiera pasar por encima de las trincheras, romper las líneas, causar estragos con el sistema de artillería móvil y montar un sistema de protección (el blindaje) que inutilizaba la munición de aquella época. Es muy probable que lo que quiere Kíev sea romper algunas de las líneas ya establecidas: el frente central, el de Kherson o el de Kharkiv. Sin embargo, para llevar a cabo una operación de semejantes características hace falta un enorme despliegue de efectivos. Asumiendo que todas las implicaciones logísticas y de formación de las tripulaciones se solucionen rápidamente, fuentes militares expertas en combate mecanizado señalan en La Vanguardia que para romper alguno de estos tres frentes señalados se necesitarían 300 vehículos de combate y el triple de vehículos de infantería motorizada.
En este contexto, Ruth Ferrero-Turrión subraya en Público la importancia de identificar el marco en función de la cual se ha tomado la decisión. Y este marco, en el que se sitúa la mayoría de gobiernos occidentales, no es más que otro que apostar por una victoria militar sin paliativos sobre Rusia. Hasta hace poco, se podían encontrar reticencias en este sentido, apelaciones a la prudencia, e incluso, alguien recordaba que una opción podría ser intentar algún tipo de diálogo preliminar. Hoy en día, el único que parece no tenerlo claro es el canciller alemán Olaf Scholz aunque los líderes occidentales obvian qué piensan los alemanes sobre esta cuestión, y puede que eso mismo sugiera alguna pista sobre las reticencias de Scholz. Según una encuesta por parte de la Agencia de Noticias DPA en diciembre de 2022, un 45% de los alemanes estarían en contra del envío de vehículos de combate, mientras que un 33% estarían a favor. En otra encuesta por parte de ARD-DeutschlandTrend, a principios de enero se puso de manifiesto la reticencia con la cual los alemanes ven la entrega de armas, y el 41% de los encuestados opinaba que ya era suficiente con el apoyo militar dado a Ucrania hasta ahora. A su vez, nadie a día de hoy se atreve a hablar de algún tipo de alto el fuego, ni siquiera de una negociación. Ninguna de las partes se siente todavía poco debilitada para pensar en parar. Más bien todo lo contrario. Ambos contendientes se rearman de cara a lo que se espera que sean los enfrentamientos más duros de cara a la primavera. Quizá es entonces cuando las armas Leopard y Patriot podrán determinar el curso de la guerra. Ferrero argumenta que si es cierto que la llegada de la ayuda occidental, tanto financiera como militar, ha impedido hasta ahora la derrota ucraniana, no es menos cierto que esto no será suficiente para conseguir una derrota total de Rusia. A partir de aquí, hay tres escenarios sobre los cuales se trabaja. El primero es el de expulsión total de las tropas rusas de todo el territorio ucraniano, incluido Crimea, lo cual parece ser extremadamente complicado, incluso con el despliegue de las armas Leopard y Patriot. El segundo sería el de la negociación, una opción poco probable en vista a las acciones y declaraciones recientes de ambas partes. Por tanto, el último escenario que queda abierto es el de una larga guerra de desgaste que se irá congelando a lo largo de unas líneas de frente que ninguna de las partes querrá ceder.
También con relación a las presiones ejercidas sobre Alemania respecto el envío de los Leopard, Steven Erlanger i Erika Solomon señalan en The New York Times las razones históricas y de política interna que explican las dudas del canciller Olaf Scholz. En efecto, desde la derrota del nazismo, Alemania se ha dedicado a promover la paz y a integrarse en un orden de seguridad europeo y transatlántico donde el consenso ha sido la piedra angular. Ahora, la guerra en Ucrania está obligando a Alemania a reflexionar sobre su lugar en Europa, su relación con Rusia y el uso de la fuerza militar. Alemania construyó su economía de posguerra con energía rusa barata y el comercio supuestamente apolítico con la Europa central y oriental, la Unión Soviética y China, creyendo que los intercambios comerciales producen cambios y pueden moderar los regímenes autoritarios de alguna manera. La invasión rusa de Ucrania hizo tambalear todo esto y ha sido un choque psicológico y político que ha socavado muchas de las ideas sobre Rusia, su presidente, y el papel de Alemania en una Europa en guerra de repente. Aunque Alemania apoya decididamente a Ucrania, la reticencia a la hora de enviar tanques refleja la profunda ambivalencia de una nación con una agresión históricamente catastrófica durante la Segunda Guerra Mundial y que sigue profundamente dividida en lo referente a convertirse en líder militar y arriesgarse a un enfrentamiento directo con Rusia, Así, las encuestas de opinión muestran que la mitad de alemanes no quieren enviar tanques a Ucrania. Los alemanes quieren ser vistos como socios, no como agresores, y tienen una particular sensibilidad a la hora de entregar armas a regiones donde históricamente las armas alemanas se utilizaron para matar a millones de personas como en Rusia, Polonia y Ucrania. Pero aparte de la historia, también entra en juego la política. Tanto los socialdemócratas como los verdes, los principales socios de la coalición del gobierno, tienen fuertes rasgos pacifistas que los líderes de los partidos no pueden ignorar. Por tanto, Scholz también debe pensar en la política interna, ya que en cuestiones de estrategia y de política, muchos de los socialdemócratas son pacifistas y el canciller alemán lidera no una coalición de tres partidos, sino de cinco, si se cuentan los rasgos pacifistas de los Verdes y los Socialdemócratas. También cabe tener en cuenta que los socialdemócratas tienen muchos votantes en la antigua Alemania del Este, donde la población se muestra más comprensiva respecto al discurso de Moscú. Finalmente, hay la preocupación, y no solo entre los alemanes, de que la escalada del conflicto junto con la entrada en acción de tanques occidentales solo aumentará la brutalidad de los combates y el número de muertos, sin alterar fundamentalmente el curso de la guerra.
Respecto al escenario político catalán y español, destaca que el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) parece haber allanado el camino para una nueva euroorden de detención contra el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. Los magistrados consideran que una autoridad judicial no puede negarse, en principio, a ejecutar una orden de detención europea basándose en la falta de competencia del órgano jurisdiccional que tendrá que enjuiciar a la persona buscada en el Estado miembro emisor. Esta autoridad podrá, no obstante, negarse a ejecutar esta orden si comprueba que en este Estado miembro no hay deficiencias sistémicas o generalizadas que afectan su sistema judicial y que el órgano jurisdiccional que tendrá que enjuiciar a la persona buscada es, de manera manifiesta, incompetente. Una de las preguntas de Llanera giraba precisamente sobre si un estado miembro puede determinar qué tribunal de otro estado es el órgano competente. Ahora se abren tres posibles escenarios. El primero es volver a España. Toda la estrategia de defensa de Carles Puigdemont comparte el objetivo de volver a Cataluña, cuanto antes mejor. Este sería el siguiente paso si el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) estima que sus demandas contra el Parlamento Europeo por no haberle defendido suficiente y haber concedido el suplicatorio cursado por Pablo Llarena. Eso supuso un levantamiento de la inmunidad que le protegía en otros países europeos. El segundo escenario supondría recurrir ante el TJUE. Si el TGUE le da la razón al Parlamento Europeo, el representante del cual alegó durante la vista que bajo su criterio se había concedido la condición de diputado “probablemente de forma ilegal”, ya que España no reconocía su credencial, al no haber acatado la Constitución de forma presencial en el Congreso, Carles Puigdemont piensa recurrir la sentencia delante del tribunal superior: el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Finalmente, el tercer escenario está relacionado con otro procedimiento importante del que está pendiente Carles Puigdemont para adoptar las próximas decisiones, cual cosa tiene que ver con las cuestiones prejudiciales que planteó el juez Llarena en relación con las euroórdenes. El magistrado español elevó al TJUE una serie de preguntas después de la negativa belga a entregar al exconsejero Lluís Puig por considerar que el Tribunal Supremo no era el tribunal competente para juzgarle. El primer asalto de esta batalla judicial lo ganó el TS, habiendo declarado el abogado general de la Unión Europea que un país solo puede denegar una entrega delante vulneraciones sistémicas de derechos humanos, algo que no pasa en España. La sentencia definitiva se espera para finales de año. Si el TJUE da la razón a Llarena, éste podrá volver a pedir la extradición, aunque Bélgica podría volver a negarse a admitir la reclamación española.
En asuntos europeos, Pol Bargués reseña en la revista del CIDOB cómo en el contexto de la guerra en Ucrania, una posible inestabilidad en los Balcanes Occidentales ha adquirido más transcendencia aún. En los últimos meses, numerosas noticias relacionadas con la religión reflejan cómo la tensión geopolítica que se vive en Europa se ha trasladado también al escenario balcánico. Entre tantos desafíos, la UE se muestra más decidida que nunca a ganarse a los Balcanes. El primer indicio positivo de esta ambición renovada ha sido ofrecer a Bosnia y Herzegovina el tan anhelado estatuto de candidato a la Unión. No obstante, a lo largo de los años las promesas e intenciones se han demostrado insuficientes del todo y los países de los Balcanes occidentales, tanto los líderes como la sociedad civil, han acabado perdiendo la confianza en las instituciones europeas. Sin unas perspectivas claras de integración europea, otros actores externos incrementaron su influencia, con una presencia alarmante de campañas de desinformación constantes por parte de Rusia que desestabilizan a los Balcanes y debilitan la cooperación con la UE. En este sentido, preocupa especialmente la situación en Serbia, el país más afín al Kremlin y opuesto a la OTAN. Además, el gobierno de Belgrado goza de acuerdos de suministro de gas ruso barato y no se ha alineado con las sanciones de la UE a Rusia. Por otro lado, la pasividad comunitaria también ha abierto la puerta al despliegue de una mayor influencia china, especialmente con la irrupción de la pandemia. Ante una respuesta lenta de la UE, China financió la red de laboratorios para hacer pruebas de COVID-19 y, meses más tarde, entregó un millón de dosis de la vacuna Sinopharm. Lo que podría haber sido un episodio de cooperación entre la UE y Serbia para luchar contra la pandemia, se ha convertido en un acercamiento económico y diplomático entre Pekín y Belgrado. Además, las inversiones en sectores estratégicos e infraestructuras críticas de los Balcanes han permitido a las empresas chinas incrementar su competitividad en los mercados europeos. Montenegro se ha girado hacia China para la construcción de la autopista que va del puerto de Bar hasta Boljare, atravesando todo el país y conectándolo con Serbia y el resto de Europa. En contexto de tensión geoestratégica, provocado por la guerra de Ucrania, ha motivado a la UE para reforzar su ambición como actor en la región, para intentar contrarrestar la influencia de terceros, y en los últimos meses ha habido un esfuerzo diplomático importante para conseguir normalizar las relaciones entre Serbia y Kosovo. Después de algunas reuniones entre presidentes facilitadas por el Representante Especial de la UE para la región, se consiguió solucionar la polémica de las matriculas que se arrastraba desde hace años. Alemania y Francia también parecen predispuestas a avanzar en una mayor implicación para la resolución del conflicto. A principios de noviembre se filtró a la prensa un plan para resolver la disputa, que consistía, según las diferentes versiones del documento, en ofrecer a Serbia un proceso rápido de integración europea a cambio que reconozca la existencia de Kosovo (aunque el reconocimiento no fuera formal). En definitiva, la UE está decidida por recuperar su implicación en los Balcanes occidentales y la cuestión es si esto será suficiente para la parálisis política, las tensiones recurrentes y el desánimo.
En el ámbito de la democracia, José Pedro Teixeira Fernandes plantea en el diario portugués Público que, si hasta ahora se consideraba el comercio global y la interdependencia como antídotos para la guerra, ahora muchos se cuestionan si la interdependencia creada para la globalización no es en sí misma la raíz del problema. La idea de transformar la interdependencia en un arma geoeconómica se analiza en un libro publicado por Daniel W. Drezner, Henry Farrell i Abraham L. Newman, The uses and abuses of weaponized interdependence (Brookings Institution Press, 2021) donde argumentan que considerar la interdependencia (solo) como un factor que inhibe el uso de la fuerza militar, oculta el hecho de que también origina nuevos instrumentos de poder y coacción, que pueden utilizarse por los estados dominantes para mantener su hegemonía (como los EUA) y por los estados que desafían el orden liberal internacional establecido (como China, Rusia y otros). Teixeira señala que el punto crítico es la desigualdad estructural de poder que favorece a determinados estados perjudicando a otros. Por ejemplo, en los estados con autoridad política sobre los nudos centrales de las estructuras en redes globales tienen una ventaja a la hora de imponer costos a los demás. Además del uso del comercio internacional como arma de presión política, la interdependencia creada por la globalización ha comportado la posibilidad de utilizar nuevas armas vinculadas a la asimetría del sistema. Un claro ejemplo es el actual sistema financiero mundial, que ha intensificado la centralidad de los EUA gracias al papel del dólar como moneda de reserva y por el hecho de que es la más utilizada en el comercio internacional (en un valor muy por encima de la participación de los EUA en las importaciones y exportaciones en todo el mundo). En última instancia, el uso de la interdependencia como arma tiene efectos secundarios sobre la globalización. El caso de los EUA es el más paradójico. Fueron los que más impulsaron la globalización comercial, financiera, tecnológica y de Internet. Sin embargo, ahora se encuentran en el centro de la tendencia inversa, que comenzó con Donald Trump pero se ha intensificado con Joe Biden. Utilizar la interdependencia como arma para coaccionar o sancionar económica, comercial o tecnológicamente a rivales y adversarios, a China y Rusia principalmente, tiene repercusiones más amplias y de mayor abasto de lo que podríamos pensar. En efecto, esto lleva a la globalización a alejarse aún más de la lógica colaborativa, a convertirse en un terreno de enfrentamiento, diluyendo las fronteras entre la paz y la guerra.
Mientras tanto, en la revista Foreign Affairs, Justin Casey y Daniel Nexon afirman que no es difícil evitar una sensación de dejà vu cuando los partidarios de Jair Bolsonaro asaltaron las principales instituciones federales a principios de enero, estableciendo un claro paralelismo con las escenas vividas dos años atrás en el Capitolio de Washington. Consideran que no hay nada casual en las similitudes entre estos dos ataques a la democracia liberal. Los populistas de la derecha de diversos países se han inspirado en la acción política de Trump aunque las conexiones transnacionales entre los movimientos populistas de derecha se extienden más allá de la circulación de narrativas e ideas. Así, Bolsonaro, sus terratenientes y muchos de sus seguidores mantienen relaciones estrechas con líderes y organizaciones de derechas en los Estados Unidos. El movimiento Make America Great Again (MAGA) de Trump, es, al menos hasta ahora, una de las historias de éxito de extrema derecha con más consecuencias políticas, ya que durante cuatro años ejerció su control sobre la rama ejecutiva del país más poderoso del mundo. A su vez, la influencia de populistas de derecha también se ha incrementado en la mayoría de democracias occidentales como lo demuestra la victoria del Brexit en el Reino Unido, la fuerza creciente de los partidos extremistas antiinmigrantes en Francia y Alemania, y el reciente ascenso al poder de los partidos y líderes de extrema derecha en Italia y Suecia. No es la primera vez que los movimientos transnacionales y de extrema derecha emergen como una fuerza importante en la política internacional. Los años que comprenden desde la Primera Guerra Mundial hasta la Segunda Guerra Mundial también vieron grandes crisis e insatisfacción hacia los partidos establecidos y las ideologías centristas. Los avances, que estaban, como hoy, asociados a la difusión de las nuevas tecnologías de la comunicación, impulsaron el ascenso global del fascismo, (y, a la izquierda, del socialismo revolucionario). No obstante, los autores argumentan que las décadas de 1920 y 1930 también son instructivas más allá del debate sobre el fascismo, ya que subrayan la amenaza de los movimientos de extrema derecha cada vez más normalizados y vinculados transnacionalmente representan para las democracias liberales. También ofrecen algunos motivos para el optimismo. Por un lado, la mayoría de las democracias liberales actuales están más arraigadas y cohesionadas que de las entreguerras. Por otro lado, la evolución de los años veinte y treinta resalta la dificultad a la cual se enfrentan los movimientos de extrema derecha a la hora de sostener la cooperación internacional. Así pues, sugieren que los defensores de la democracia liberal han de cooperar si quieren maximizar sus ventajas y explotar las debilidades de sus oponentes con más eficacia. Al mismo tiempo, los partidos de centroizquierdas y centroderechas están más bien posicionados para defenderse de sus rivales de extrema derecha. No obstante, concluyen que deben mantenerse alerta ya que hoy, como antes, la extrema derecha transnacional irrumpió el centro del escenario político y algunas de sus ideas se están convirtiendo en mainstream.
En cuanto a la economía, Pablo Bustinguy señala en Público que en la última conferencia de Davos tuvo lugar un debate sobre el concepto de desglobalización, y se señalaron tres motores que supuestamente empujan hacia el desmantelamiento del orden que ha regido el planeta desde, como mínimo, la caída de la URSS. El primero es la policrisis, un término popularizado por el historiador Adam Tooze. Crisis energéticas, calentamiento global, sequías, guerras, pandemias, inflación: la policrisis describe un mundo donde se acumulan disrupciones masivas que se superponen las unas a las otras, interactuando entre sí de maneras imprevistas e inesperadas. Previsiblemente, el primer efecto de un mundo en policrisis es la desorientación de las que se viven. No hay una sola causa o una explicación lineal que sirva para parar las crisis; no se ve ni un horizonte ni una solución que ofrezca garantías de estabilidad. Más bien al contrario: el mundo actual nos invita a asumir que la disrupción continua es la manera de ser. El segundo motor de la desglobalización es lo que el analista Ian Bremmer definió como una recesión geopolítica, es decir, un momento en el que las instituciones globales han dejado de reflejar los equilibrios de poder realmente existentes, y carecen por tanto de legitimidad y capacidad efectiva para mediar o proponer soluciones a los conflictos. Bremmer señala tres dinámicas que agravan estos desequilibrios del poder global: las contradicciones internas del modelo chino; unos Estados Unidos fracturados social y políticamente; y el desencadenamiento de Rusia como poder rebelde, decidido a dinamitar la correlación de fuerzas global. El tercer motor es el factor tecnológico. Por un lado, el desarrollo técnico y económico de las economías emergentes les haría perder la ventaja competitiva derivada de los costes más bajos de su fuerza de trabajo; el capital globalizado se quedaría progresivamente sin espacio para valorizarse. Por otro lado, la misma tecnología se ha convertido en un campo de batalla fundamental para la lucha por la hegemonía global. Una prueba es las guerras de los chips entre los EUA y China, donde Taiwán está en el centro de todo como principal fabricante mundial. El autor del artículo se plantea si la crisis de la globalización es irreversible y afirma que es indudable que la acumulación de crisis y tensiones geopolíticas están interfiriendo en la lógica del sistema económico mundial tal como ha funcionado en los últimos 30 años. En este sentido, Tooze dibuja la imagen de una “globalización policéntrica”: un mundo más inestable y conflictivo, con diversas esferas separadas compitiendo para reordenarlo bajo distintos paraguas regionales de seguridad. En realidad, el diagnóstico no es tan diferente de lo que ya anunció el filósofo francés Bruno Latour: el sueño global de la modernidad, o el sueño moderno de lo que es global, ha dejado de ser un horizonte político realista.
En materia de sostenibilidad y cambio climático, desde las páginas del Open Democracy, Paul Rogers afirma que el fundador del Foro de Davos, Klaus Schwab, hace tiempo que quería que fuera una plataforma que examinara problemas globales amplios, aunque muchas veces dominan la discusión cuestiones más de detalle y específicas. El mismo Schwab se ha mostrado crítico con el capitalismo accionarial tradicional y más interesado en lo que se denomina “responsabilidad de los grupos de interés” o “capitalismo de las partes interesadas”, que pretende sustituir la primacía de la rentabilidad y la recompensa de los accionistas por una preocupación más amplia por temas como el cambio climático y la marginación económica. Aun así, Rogers denuncia que hay pocas evidencias de que esta transformación esté en perspectiva para la élite que hace pocos días se reunió en Davos y señala dos flagrantes ejemplos. El primero tiene relación con uno de los pocos logros de la cumbre de la COP26, la Glasgow Financial Alliance for Net Zero (GFANZ), una agrupación de 450 organizaciones de 45 países con activos que superan los 130 billones de dólares. Su objetivo era que los miembros juntasen sus inversiones para ayudar a limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C. Asimismo, los indicios del último año revelan pocos cambios de comportamiento. Según Reclaim Finance, entre los bancos que integran la GFANZ, 56 de los más grandes del mundo invirtieron 270.000 millones de dólares en corporaciones de combustibles fósiles, mientras que los principales 58 miembros de la agrupación de gestión de activos de la GFANZ mantienen 847.000 millones de dólares en activos en empresas de combustibles fósiles. El segundo ejemplo es la confirmación de una antigua sospecha que las empresas de combustibles fósiles saben desde hace décadas por sus propios investigadores que el cambio climático está directamente relacionado con sus actividades. Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Harvard y el Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático revela que los científicos de Exxon, la principal corporación de combustibles del mundo, fueron increíblemente precisos en sus proyecciones a partir de la década de 1970, pronosticando una curva ascendiente de las temperaturas globales y de las emisiones de dióxido de carbono, que prácticamente coincide con el que realmente ha pasado.
The Economist reflexiona sobre el desconcierto actual en los servicios de salud a nivel mundial, que se encuentran cada vez más cerca del colapso que en cualquier otro momento desde que la pandemia comenzó a extenderse. A diferencia del paro o el PIB, hay pocas cifras comparables y actualizadas sobre la asistencia sanitaria en diferentes países, pero The Economist ha rastreado las estadísticas elaboradas por países, regiones e incluso hospitales concretos para dibujar un panorama de lo que está sucediendo. Los resultados indican que pacientes, médicos y enfermeras no han escapado de los peores efectos de la pandemia. Las fuerzas que están creando el caos son comunes en todos los países y están vinculadas a una experiencia pandémica compartida. Y también podría ser, al menos a corto plazo, que a los gobiernos les resulte casi imposible controlarlas. Por otro lado, los problemas a los cuales se enfrentan los sistemas sanitarios no se deben a la falta de dinero. Gran parte del aumento del gasto se ha destinado a programes de lucha contra la COVID, como la realización de pruebas y rastreos, y también la compra de vacunas. Puede que el verdadero problema no sea la cantidad de trabajadores sanitarios, sino la eficacia del trabajo hecho. La producción real del sector hospitalario y ambulatorio norteamericano, por ejemplo, solo supera en un 3,9% al nivel anterior a la pandemia, mientras que la producción de la economía en conjunto se ha incrementado en un 6,4%. En otras palabras, los hospitales hacen menos con más recursos. Aunque la caída de la productividad es un fenómeno que afecta a toda la economía, la sanidad padece hoy presiones adicionales. Mientras tanto, muchos trabajadores se sienten maltratados de tres años agotadores. De todas formas, aunque la productividad haya disminuido, no lo ha hecho en una medida suficiente para explicar completamente el colapso de la asistencia sanitaria. Lo cual indica que la verdadera explicación del colapso es la otra cara de la moneda: la explosión de la demanda. Todo indica que, después de la salida de los confinamientos, las personas necesitan más ayuda médica que nunca. Una parte tiene que ver con la inmunidad. La población ha estado dos años sin exponerse a diversos patógenos. En este tiempo, han prosperado patógenos endémicos como el virus respiratorio sincitial. Aun así, la pandemia también ocultó otras afecciones, que solo ahora se están diagnosticando. En el 2020-21, muchas personas atrasaron la investigación del tratamiento por miedo a contraer COVID, o porque los hospitales estaban cerrados a enfermedades no relacionadas con la pandemia. Finalmente, The Conversation plantea a cinco expertos en nuevas tecnologías e Inteligencia Artificial (IA) los grandes temas de debate que genera su creciente impacto en la vida cotidiana de las personas. Desde la energía de vapor y la electricidad hasta los ordenadores e Internet, los avances tecnológicos siempre han tenido consecuencias importantes en los mercados laborales, provocando la desaparición de determinados lugares de trabajo y la creación de otros. Según estos expertos, la IA sigue siendo una palabra equivocada, ya que los sistemas informáticos más inteligentes aún no saben nada por sí mismos, pero la tecnología ha llegado a un punto de inflexión donde está a punto de afectar a nuevos tiempos de lugares de trabajo, como por ejemplo a los artistas y trabajadores del conocimiento. Concretamente, la aparición de grandes modelos de lenguaje (sistemas de IA que se entrenan con grandes cantidades de textos) significa que los ordenadores están en condiciones de producir un lenguaje escrito que suene humano y convertir frases descriptivas en imágenes realistas. Es dentro de este contexto que estos cincos investigadores en IA debaten cómo los grandes modelos lingüísticos pueden afectar a los artistas y a los trabajadores del conocimiento, lo que plantea una serie de problemas, desde la desinformación hasta el plagio, que afectan a los trabajadores. En última instancia, los saltos tecnológicos conducen a nuevas habilidades y, como pasa con muchos avances tecnológicos, cómo las personas interactúan con el mundo cambiará en la era de los modelos de IA ampliamente accesibles. La cuestión reside en si la sociedad aprovechara este momento para avanzar en la equidad o para agravar las disparidades
Ilustración: Julio Villani. Théorème de la démesure, 2013
En la elaboración de este número del Diari de les idees han participado Ada Ailin Brito i Marc Espigares, estudiantes en prácticas en el CETC.
Política internacional y globalización
The Dawn of Stakeholder Geopolitics
En un moment en el qual la pugna geopolítica i la competència estan en un punt àlgid no s’albira un nou període de cooperació a l’estil de la postguerra freda. Tanmateix, l’autor considera que fixar-nos en l’evolució de les estratègies del sector privat pot ser útil. En aquesta darrera dècada la comunitat empresarial ha avançat en la resolució de problemes comuns i en l’augment de la competitivitat en el mercat. Això s’ha aconseguit a partir del stakehold capitalism, que mesura el valor d’una activitat empresarial no en funció dels seus beneficis a curt termini sinó pel seu impacte sobre les persones i el planeta. Per tant, practicar aquesta estratègia en geopolítica exigiria mirar més enllà dels jocs de poder a curt termini, defugint dels jocs de suma zero i adoptar mesures que promoguin els interessos a llarg termini. Els estats haurien de ser competitius en el mercat de la influència, les idees, les inversions, però també a l’hora d’abordar els reptes mundials. D’aquesta manera augmentarien les probabilitats d’assolir avenços significatius i de contribuir a restablir la pau i l’estabilitat mundial. A la pràctica, l’stakehold en la geopolítica significaria centrar-se en tres prioritats. La primera seria d’examinar els interessos des d’un prisma holístic, analitzant els seus resultats en indicadors mediambientals, socials i de governança, i els estats haurien d’avaluar com afecten les seves estratègies les prioritats globals i calibrar-les en conseqüència, assegurant així que es promoguin objectius comuns com els definits en els ODS. La segona prioritat posaria èmfasi en les parts, és a dir en perseguir polítiques que estiguin al servei dels ciutadans, aliats o altres part interessades. La darrera prioritat és la col·laboració. En l’escena de la geopolítica han de tenir protagonisme les organitzacions basades en objectius com la Conferència de les Nacions Unides sobre el Canvi Climàtic de 2021, celebrada a Escòcia, el Fòrum Econòmic Mundial o la coalició First Movers, iniciada per Joe Biden que inclou més de 65 empreses que s’han compromès a adquirir tecnologies netes. En definitiva, l’stakehold en la geopolítica incideix en el fet que els països han d’adoptar una visió a llarg termini, fomentant la cooperació per resoldre els problemes mundials sense deixar la competitivitat, emfatitzant en les prioritats globals i alhora gaudint d’avantatges també a escala individual.
Geopolitics threatens to destroy the world Davos made
Gideon Rachman destaca que en el context geopolític actual la pau, la prosperitat i la integració econòmica podrien estar en perill en un món cada vegada més fragmentat, amb diversos conflictes armats declarats o latents, un fort increment de la pobresa, i una ralentització del creixement econòmic a Europa. No és cap sorpresa que la guerra actual a Ucraïna no beneficiï els llaços econòmics existents i les estratègies de subministrament ja no poden ser tan ràpides com abans. Rachman també adverteix que l’impacte del canvi climàtic posen en risc la seguretat alimentària i que l’augment dels ciberatacs amenaça la infraestructura actual de l’economia moderna. A la vegada, alguns polítics i empresaris creuen que la propera amenaça podria ser si la Xina ocupa el territori a Taiwan, on es produeix el 90% dels semiconductors a l’empresa TSMC, amb resultats devastadors per a l’economia mundial.
Why the World Feels Different in 2023
En aquest article publicat a Foreign Policy, l’autor destaca la creixent rellevància i la influència del sud global, gràcies a esdeveniments com la COP27 celebrada a Egipte o el Mundial de futbol de Qatar. No obstant això, també són precisament aquests països els que són més vulnerables davant el canvi climàtic. A la cimera climàtica de l’any passat, s’havia arribat a l’acord de crear un fons de compensació de pèrdues i danys pels estralls del canvi climàtic. Al Pakistan, un terç del país va quedar submergit, mentre l’Àfrica oriental patia greus sequeres i, segons l’ONU, Àfrica és el continent menys preparat per fer front al canvi climàtic. Un estudi recent indica que a l’any 2030 aquests països podrien patir uns danys per valor de fins a 580.000 milions de dòlars anuals. D’altra banda, l’atenció del món també es va centrar en Qatar per les violacions dels drets laborals i humans, així com per les seves lleis en contra de les relacions entre persones del mateix sexe i la llibertat de premsa. El blanqueig esportiu o sportswashing, és el terme utilitzat per descriure les pràctiques de governs o empreses que utilitzen l’esport per millorar la seva reputació. Paral·lelament, la influència en l’entreteniment també destaca en el sud global. Últimament, la majoria dels ingressos de produccions nord-americanes provenen de l’estranger. També, arran de la guerra provocada per Rússia, els països del sud global han decidit quedar-se al marge i no prendre represàlies. Nova Delhi, per exemple, vetlla pels seus propis interessos, i pretén ser un model a seguir per altres països en vies de desenvolupament.
10 points sur les sanctions
Des de l’inici de la invasió russa d’Ucraïna, les sancions s’han fet cada cop més presents en la política exterior dels estats occidentals. Aquesta eina, per antiga que sigui, es troba avui al cor de la guerra dels capitalismes polítics. L’ús de sancions ha externalitzat la política exterior mitjançant el control dels fluxos financers, la qual cosa de vegades en dificulta la comprensió i la mesura de la seva eficàcia real. En aquest article, Agathe Demarais, autora de Backfire: How Sanctions Reshape the World Against U.S. Interests (Columbia University Press, 2022) assenyala 10 punts per entendre el sistema de sancions i argumenta que els països que imposen les sancions aposten perquè aquesta situació esdevingui insuportable per al país sancionat, i que aquest preferirà negociar l’aixecament de les sancions a canvi d’un canvi de comportament, com va ser el cas de l’Iran quan es va signar l’acord nuclear de 2015. Demarais destaca que durant les últimes dues dècades, Washington ha imposat més sancions que la Unió Europea, les Nacions Unides (ONU) i el Canadà junts i que les sancions solen ser només una eina entre moltes altres mesures diplomàtiques, com ara l’enviament d’equipament militar a Ucraïna. D’altra banda, quan el país sancionat disposa de recursos financers importants, l’efecte de les sancions només pot ser lent, gradual i acumulatiu: esperar el col·lapse d’una economia important és una il·lusió. També afirma que quan l’aixecament de les sancions no s’acompanya de beneficis tangibles, els països objecte d’aquestes sancions poden sentir que no tenen res a guanyar canviant el seu comportament. Subratlla que des del 2020, Rússia i la Xina han basat principalment el seu comerç bilateral en iuans o rubles, i que en poques dècades, el iuan digital podria convertir-se en una moneda de referència per al comerç amb la Xina. En aquest sentit, l’arribada de mecanismes financers no occidentals és una oportunitat perquè la Xina adquireixi la capacitat d’aïllar certes empreses, fins i tot països sencers, del mercat xinès. Finalment, apunta que el desig rus i xinesa de guanyar influència als països emergents no és nou: la diplomàcia de les vacunes (tant russa com xinesa), les inversions massives xineses a través de la Ruta de la Seda i la retòrica russa destinada a vincular (falsament) les sancions i la inseguretat alimentària en representen tres il·lustracions recents. Em darrer terme, el desenvolupament d’associacions estables amb els països en desenvolupament serà crucial per als països occidentals si volen mantenir l’avantatge en els enfrontaments econòmics del futur.
Covid incontrôlable et économie en berne: les gros ennuis de Xi Jinping
Mentre la Xina està experimentant una propagació impressionant de COVID-19, les màximes autoritats estatals romanen en silenci i el president Xi Jinping només ha fet algunes al·lusions a la situació sanitària del país. Els xinesos estan poc i mal vacunats, i els ancians encara ho estan menys que els altres. Sobretot, les vacunes xineses han revelat tenir una eficàcia molt menor a les occidentals i tot i que el laboratori nord-americà Pfizer es va oferir a finals de desembre a vendre una de les seves vacunes a la Xina, després d’uns dies de discussions, el govern ho va rebutjar, al·legant que el preu era massa elevat. En aquest context, la decisió d’acabar amb les mesures anti-Covid molt estrictes estan tenint greus conseqüències. Els hospitals estan desbordats per l’afluència de malalts, falten medicaments i, a diverses poblacions, els crematoris estan saturats. El fet que Xi Jinping no hagi intervingut públicament per justificar aquest canvi de política, tot i haver assumit i justificat totalment les iniciatives dutes a terme aquests tres últims anys, porta l’autor a plantejar-se si realment el president xinès és l’autor d’aquest canvi d’orientació sanitària. Paral·lelament, un altre àmbit preocupa molt als líders xinesos: la situació econòmica del país. El 17 de gener es va publicar la xifra de creixement del 2022 que només ha estat del 3%, i en el quart trimestre el PIB només va créixer un 1,8%. Aquests resultats estan molt lluny del creixement d’un 6% fde a cinc anys, i molt més lluny encara del 10% mínim dels anys 2000-2010. A més, al desembre, les exportacions de la Xina van caure un 9,9% (la major caiguda des del 2020) i, al novembre, un 8,7%. Als confinaments reiterats, que van frenar l’activitat de moltes ciutats, s’hi va afegir un augment del deute xinès i una caiguda de les inversions, juntament amb un fort descens del consum de les llars. Per la seva banda, la taxa d’atur juvenil supera el 30%. Totes aquestes dades estan generant un pessimisme creixent a la població xinesa, que sembla reflectir-se sobretot en una caiguda del nombre de naixements. En darrer terme, tots aquests factors comporten el risc de fer miques la teoria difosa pel Partit Comunista Xinès que, en tots els àmbits, la gestió del país té més èxit que la d’altres governs.
10 Reasons Xi Won’t Attack Taiwan Anytime Soon
L’autor argumenta que en comptes de llançar una invasió, la Xina optarà per pressionar Taiwan utilitzant una combinació de mètodes per promoure la unificació. Per exemple, pot optar per llançar polítiques alternatives i intentar iniciar un debat sobre el marc de “un país, dos sistemes” amb els partits governants i d’oposició de Taiwan. Així doncs, assenyala 10 raons per les quals és molt poc probable que la Xina recorri a l’ús de la força. Primer, una guerra no només és cara, sinó que tampoc és un pas fàcil per al bàndol més potent, tal com està descobrint Putin. Segon, amb la recessió dels mercats d’exportació de la Xina a Europa i els Estats Units, i la crisi immobiliària al país, el Banc Mundial i l’FMI prediuen una perspectiva de creixement econòmic de només 1,7% i 2,7% els propers dos anys. Tercer, independentment del fet que Xi hagi tancat un tercer mandat de cinc anys, el seu objectiu de consolidar una base de poder dins del partit està lluny de ser segur. Quart, tot i que Xi estaria a favor d’una guerra ràpida a baix cost, això no estaria sota el seu control, ja que sempre hi ha el risc que el conflicte es transformi en una “guerra total”. Cinquè, Taiwan i Ucraïna no es poden comparar en força militar: Taiwan està molt ben armat i consta de més de 100 illes. Sisè, en cas d’invasió és segura la participació dels Estats Units en el conflicte, tot i que oficialment Washington manté una ambigüitat estratègica sobre la qüestió. Setè, hi ha el factor japonès ja que l’actual govern ha afirmat que Tòquio ajudaria a defensar Taiwan. Vuitè lloc, Xi ha pres bona nota de la solidaritat d’Occident durant la crisi d’Ucraïna. La Unió Europea és el principal soci comercial de la Xina i enfrontar-s’hi, així com als Estats Units i al Japó, seria perillós per a un líder que sap que ha d’elevar el nivell de vida dels seus ciutadans. Novè, és possible que Taiwan no s’hagi inclòs en una sèrie d’iniciatives recents de seguretat i comerç multilaterals dels Estats Units a la regió de l’Indo-Pacífic, però l’illa és considerada com una part integral de mecanismes de defensa com el Quad, AUKUS, etc. En aquest escenari, la Xina no voldria arriscar-se a enfrontar-se a tres grans potències militars juntes. Finalment, el factor ASEAN, que s’ha convertit en el principal soci comercial de la Xina que podria assolir l’objectiu d’un bilió de dòlars en comerç bilateral d’aquí a un parell d’anys.
Malacca: un détroit cœur du nouveau monde
Des de la revista Conflits, l’autor destaca la importància de l’estret de Malacca com a porta d’entrada a Àsia, node de comunicació, zona de contacte per als europeus, per on passa el 20% del comerç mundial que hi passa, i que s’ha convertir en un lloc essencial en la geopolítica global en tant que actualment és una de les vies navegables més congestionades del planeta –la segona després de Suez– per on passen prop de 85.000 vaixells cada any. Ja al 2003 el president xinès Hu Jintao va fer pública la seva preocupació respecte de la vulnerabilitat de la Xina davant d’una via tan fàcil de bloquejar i des de llavors tots els dirgents xinesos han intentat resoldre el que s’acostuma a anomenar el “dilema de Malacca. Procedents de l’Orient Mitjà i d’Àfrica, el 80% de les importacions xineses de petroli – i moltes altres com el cobalt –, així com bona part de les seves exportacions, passen per un estret on transiten nombrosos vaixells de països implicats en l’estratègia indo-pacífica nord-americana, AUKUS, QUAD i que la Xina considera com a coalicions hostils, o d’aliats dels EUA com Singapur, l’Índia, el Japó i Austràlia. Així doncs, Bab-el-Mandeb, Ormuz, i Malacca constitueixen el taló d’Aquil·les del primer importador mundial de petroli. En cas d’enfrontament sino-americà sobre Taiwan, l’US Navy et una Indian Navy, ariet de l’Act East Policy de Narendra Modi, podrien organitzar fàcilment el blocatge marítim d’una Xina que tindria poques alternatives Xina, ja que els estrets de Lombok i de la Sonda, a l’extrem de Java, són molt incòmodes. Pel que fa a les exportacions xineses cap a Europa, el pas del nord-est, la ruta marítima que transita per un Àrtic rus que s’està desglaçant, encara està en fase experimental. Deu anys després de l’avís de Hu Jintao, el president Xi Jinping va anunciar el renaixement de les antigues rutes de la seda, terrestre i marítima, a l’empara de la Belt & Road Initiative (BRI), un projecte geoeconòmic basat en la connectivitat amb l’objectiu d’augmentar la influència xinesa en la mundialització. D’altra banda, Labat subratlla que la iniciativa Belt & Road endegada per la Xina ha revifat el somni d’un Panamà asiàtic, un canal de 120 km que costaria 30.000 milions de dòlars i que té molts partidaris a Bangkok –cercles empresarials, militars…– que en reivindiquen el benefici econòmic, mentre que d’altres es preocupen per la sobirania, l’endeutament i les conseqüències ambientals d’una infraestructura finançada i realitzada íntegrament per la Xina.
Will India Ditch Russia?
En aquest article publicat a Foreign Affairs els autors debaten sobre la posició de l’Índia que no va condemnar l’agressió russa a Ucraïna. Alguns observadors pensen que l’Índia podria començar a actuar de manera diferent, ja que hi ha indicis de distanciament respecte de Rússia. El politòleg Happymon Jacob afirma que Nova Delhi s’està retirant repensant la seva associació amb Rússia per així apropar-se als Estats Units. L’Índia va donar suport a Occident en algunes votacions de procediment a les Nacions Unides, com permetre al president ucraïnès Volodímir Zelenski dirigir-se a l’Assemblea General, però al mateix temps va mantenir la seva abstenció sobre l’annexió il·legal de quatres províncies ucraïneses. Però la realitat és que l’Índia no pot trencar completament la seva relació amb Rússia, ja que té un paper molt important en els càlculs geopolítics de la zona. Així, Sameer Lalwani considera que l’Índia encara confia en el poder rus, compta amb la seva tecnologia i amb el seu recolzament al Consell de Seguretat de l’ONU. En canvi, altres observadors suggereixen que l’Índia s’allunyarà de Rússia per la seva dependència a la Xina, cada vegada més notable. A curt i mitjà termini, l’Índia aprofitarà els subministraments que Rússia, però a llarg termini, l’objectiu de l’Índia és no dependre més de proveïdors externs, per aconseguir així l’autosuficiència i la renovació del seu arsenal armamentístic. En la mateixa línia, una derrota russa podria significar una major dependència de Moscou respecte de Pequín i, per tant, un distanciament de Nova Delhi. Però si Rússia acabés guanyant, dependria menys de la Xina, fent que Nova Delhi la veiés com un pivot important pels seus interessos geopolítics. Finalment, si la guerra s’allarga, és molt probable que la relació es deteriori, i Nova Delhi busqui altres socis més fiables.
Tigrayans Need a Path Home After Abiy’s War
Després de dos anys de guerra civil, la pau s’ha restablert a la septentrional zona de Tigray a Etiòpia. Aquesta pau està caracteritzada per la seva fragilitat a causa dels reptes als quals s’enfronta el país perpetuant la situació d’incertesa i inestabilitat que assola Etiòpia des de fa dos anys. L’inici del conflicte fou fruit de l’ordre inconstitucional del president Abiy Ahmed el juny de 2020 de posposar les eleccions regionals a causa dels estralls de la pandèmia, mobilitzant tropes i amenaçant obertament als dirigents de Tigray si celebraven els comicis, fent cas omís a l’ordre. El Front Popular d’Alliberament de Tigray (TPLF), la milícia regional que va governar Etiòpia des de 1991 fins al 2018 va atacar el quarter general de la Força de Defensa Nacional d’Etiòpia (ENDF). El resultat d’aquesta escalada van ser dos anys de guerra i setge a Tigray, tallant el subministrament d’energia, Internet, serveis bancaris, menjar, i subministrament mèdic. i on nombroses organitzacions internacionals reporten basardosos crims de guerra. Els resultats d’aquesta guerra són desoladors, entre 300.000 i 600.00 civils han mort durant el conflicte, evidenciant la cruesa d’aquest sanguinolent conflicte. El conflicte ha generat 900,000 de refugiats, i 2.75 milions de desplaçats causant una enorme crisi humanitària. Els reptes als quals s’enfronta Etiòpia no són únicament humanitaris. En l’àmbit econòmic, Etiòpia és una de les regions més pobres del món- Tot i ser una de les majors economies de l’Àfrica, l guerra ha reduït dràsticament les taxes de creixement impossibilitant l’obtenció de préstecs per finançar projectes d’infraestructures públiques. Les cadenes de subministrament nacionals estan esberlades fruit dels estralls de la guerra i han disparat el cost dels aliments causant una inflació alimentària. La reconstrucció de l’economia, regional i nacional representa un autèntic repte on el capital humà és necessari. La creació de noves infraestructures com escoles, hospitals, llocs de treball entre d’altres són vitals per establir un entorn perquè puguin retornar els refugiats i desplaçats. Alhora la qüestió de la seguretat és vital, establir unes condicions de seguretat que no inclogui únicament el cessament de les hostilitats sinó la promulgació de la llei per defensar-se dels abusos de drets, la reconstrucció de carreteres o la reparació dels sistemes d’aigua i sanejament. La reconstrucció d’Etiòpia serà un procés que durarà dècades. El temps passa inexorablement i s’ha d’actuar amb prestesa. Els aliments i l’accés als serveis sanitaris continuen sent escassos, i es reporten problemes relacionats amb la seguretat. Abiy està utilitzant aquesta pau de “façana” per evitar sancions, al mateix temps, permet que les forces eritrees facin el seu treball brut. El govern d’Abiy ha de treballar realment per comprometre’s a la pau que es va estipular sobre paper.
El avispero del Sahel: una década de tensión yihadista bajo la sombra de un nuevo califato
El còctel que presenta aquesta zona d’Àfrica de pobresa, delinqüència, religió i rutes comercials la converteixen en una tempesta perfecta perquè el radicalisme islàmic es pugui reproduir. La caiguda de l’Estat Islàmic a Síria i l’Iraq va suposar un cop dur per a les ambicions gihadistes, que no obstant no cessen en el seu afany de constituir un califat universal. La situació de pobresa i manca d’expectatives unida a un creixent demografia són aprofitades pels grups terroristes per arribar als més joves, que es veuen en una situació sense sortida. El seu plantejament és que estan en aquesta situació per haver-se allunyat de Déu, per la qual cosa la solució passa per tornar-hi, i així aprofiten una narrativa victimista per seduir la població. El Sahel està constituït per 10 països i forma una franja amb sortides al mar per les costes de l’oest i de l’est. La seva posició estratègica el converteix en un enclavament de rutes comercials que traslladen tota mena de productes a tot el globus. També drogues, persones, vehicles o armes. En els darrers anys s’han instal·lat grans laboratoris de drogues, per la qual cosa a Europa ja estan arribant des del continent africà. Els gihadistes aprofiten aquestes rutes, de les quals s’encarreguen els líders i poblacions locals, per donar seguretat davant els “bandits” que trafiquen amb la finalitat de guanyar-se la seva confiança, la qual cosa acaba per donar una aura de bonisme als terroristes. Un altre problema és com arribar a les autoritats locals i als seus ciutadans sense que les missions internacionals siguin vistes com a noves formes de colonialisme o paternalistes. Finalment, un altre punt a destacar és l’arribada de Rússia al continent, de la mà dels paramilitars de Wagner, que ha paralitzat les operacions occidentals en un context on per aportar la seva ajuda Europa demana drets humans, democràcia o posar fi a la corrupció entre altres coses. Mentre Rússia no demana res, només endur-se els recursos naturals i compartir els lucres amb les elits locals.
Iran’s Protests Are Nowhere Near Revolutionary
Les protestes d’Iran han causat disrupcions i tensions en l’escena política del país i han tingut un gran ressò a escala internacional. La pregunta que se’ns genera ara és si aquestes protestes poden arribar a fer caure el règim de Teheran. El sociòleg Hossein Bashiriyeh assenyala que en comparació amb les protestes del Green Movement de 2009, les protestes de 2022 han tingut un impacte significativament menor, ja que no han suposat cap repte pel vast aparell coercitiu. Bashiriyeh subratlla que en la mesura que la unitat i la capacitat de l’aparell coercitiu de la República Islàmica roman intacta, la possibilitat que les protestes es converteixin en una situació revolucionària és escassa. L’autor destaca quatre factors claus que ara manquen perquè es pugui produir una revolució a l’Iran. La primera condició, el descontentament massiu, és un fet notori a Iran. No obstant, el simple descontentament massiu no genera un procés revolucionari, necessita un catalitzador específic i ha de polititzar-se per tenir efectes. En segon lloc, les protestes actuals tenen greus deficiències en termes de capacitat organitzativa i de lideratge ja que són sobretot espontànies i s’articulen a través de plataformes com Instagram i TikTok. Aquestes mancances organitzatives han facilitat que les autoritats poguessin contenir-les més fàcilment. Tercer, aquesta limitada capacitat organitzativa també es deu a la falta de líders recognoscibles. Si les protestes de 2009 estaven encapçalades per figures notòries, en canvi, les propostes de 2022 no tenen líders clars. La falta d’un cap visible pot ser avantatjosa, ja que pot dificultar a les autoritats decapitar les protestes simplement detenint els principals líders. No obstant aquest fet ha demostrat ser més perjudicial que avantatjós, ja que la falta de lideratge ha afectat la capacitat organitzativa del moviment actual facilitant més la feina de la coerció per part dels aparells de l’estat. El darrer factor a tenir en compte a l’hora d’avaluar el potencial revolucionari de les protestes de 2022 és la seva ideologia. Les protestes actuals incorporen lemes agressius dirigits al líder suprem d’Iran, Ali Jamenei, i demanen el derrocament del règim, unes consignes absents a les protestes del 2009. No obstant és difícil discernir una ideologia dominant i coherent al darrere de les reivindicacions dels manifestants. En darrer terme, la República Islàmica s’enfronta a una crisi de legitimitat sense precedents, i no ens hauria de sorprendre els líders militars vagin incrementant la seva influencia en la presa de decisions, la qual cosa indica que el país podria avançar cap a una major militarització.
What Everyone Gets Wrong About Turkey
Steven A. Cook destaca que Turquia no és ni Orient ni Occident, sinó simplement Turquia. Les polítiques, els objectius i els valors nord-americans i turcs són cada vegada més diferents. Turquia, aparentment, està normalitzant les relacions amb el president sirià, Bashar al-Assad, un gir important en la seva política exterior, ja que el president turc Erdogan abans liderava el cor dels qui reclamaven la destitució del líder siri. La relació de Turquia amb Rússia està molt determinada per interessos econòmics, però no només. Tot i que això no significa que Turquia hagi abandonat Occident, sinó més aviat que Ankara vol convertir-se en una potència per dret propi. L’economia turca està passant per un mal moment, la qual cosa l’ha impulsat a convertir-se en el tercer soci comercial de Rússia dins el sector energètic, amb subministraments de gas, petroli i carbó. Així es va acordar un pla que convertiria Turquia en un centre de trànsit de gas rus, amb el que comportaria una revenda de gas a Europa. Els funcionaris turcs argumenten que no poden sancionar a Rússia sense que això signifiqui posar en risc la economia turca. Totes aquestes gestions proporcionarien a Turquia un coixí econòmic per tal de recuperar-se de la mala gestió dels últims anys. A parer de l’autor, sembla poc probable que Turquia apliqui sancions econòmiques a Moscou.
Netanyahu’s Betrayal of Democracy Is a Betrayal of Israel
A parer de l’autor, la nova coalició del govern del primer ministre Netanyahu és un perill per a la cohesió interna i la legitimitat democràtica a Israel. El govern de Netanyahu és políticament molt extremista i sobre ell pesen moltes sospites de corrupció en un context on tant els jueus ultraortodoxes com els àrabs d’Israel no comparteixen una visió j democràtica del país. Així mateix, cap altre govern anterior no ha declarat la guerra al sistema judicial la qual cosa Existeixen visions diferents del que és l’estat jueu. Per als ultraortodoxos i els ultranacionalistes, Israel és l’estat del judaisme ortodox, per al sionisme clàssic, Israel estava destinat a ser l’estat del poble jueu, que accepta els jueus tal com són. La religió, doncs, és la principal línia de fractura entre uns i altres. La realitat israeliana, segons l’autor, es troba en constant moviment, però també creu que el seny i la decència acabaran per imposar-se.
Algeria’s cautious return to the world stage
El fort augment dels preus del gas i la retirada de França de Mali han impulsat el perfil internacional d’Algèria. En un moment on Algèria torna amb cautela a l’escenari mundial, els presidents francès i algerià estan iniciant un diàleg estratègic que es veu però condicionat per la reticència de França a abordar la qüestió de la contaminació dels assajos nuclears realitzats al Sàhara als anys seixanta. Com altres nacions del Sud Global, Algèria ha començat a traçar un rumb propi. Fins fa un any, Algèria es negava a alinear-se amb Rússia o amb els Estats Units, una constant de la seva política exterior i doctrina militar des dels temps del Govern Provisional de la República Algeriana (GPRA), que es va dissoldre el 1962. Això ja no és així des que Turquia ha anat iniciant un camí diplomàtic, militar i econòmic diferent de l’OTAN, de la qual és membre, mentre que l’Aràbia Saudita ha constituït l’OPEP+ juntament amb Rússia, desafiant obertament els interessos nord-americans. La manera en què el president turc Recep Tayyip Erdoğan i Mohammed bin Salman articulen les polítiques dels seus països s’assemblen cada cop més a la política exterior d’Algèria. Això no és un renaixement de la no alineació, a l’estil Bandung, sinó que representa la desvinculació progressiva de països que estaven estretament aliats als EUA i que ara ja no accepten rebre ordres dels Estats Units si perceben que els seus interessos divergeixen dels de Washington. D’altra banda, la guerra a Ucraïna ha accelerat la remodelació dels factors econòmics, diplomàtics i de seguretat a l’escenari de relacions internacionals. Algèria, com l’Aràbia Saudita, estan adquirint un major protagonisme a causa de l’augment dels preus dels hidrocarburs: les exportacions de petroli i gas han generat al país entre 60.000 i 70.000 milions de dòlars el 2022. Com a tercer proveïdor extern de gas a la Unió Europea després de Rússia i Noruega, Algèria té doncs un pes més gran que en qualsevol moment de la memòria recent, tot i no haver pogut augmentar les exportacions l’any passat respecte al 2021. Això també perquè des del tombant de segle, i independentment de l’escenari energètic, la UE va subestimar el paper que jugaria el gas natural en la seva transició energètica. Com a resultat, ha estat intentant trobar altres fonts per substituir el gas procedent de Rússia. El problema d’Europa s’agreuja pel fet que els productors de gas no russos no tindran, almenys durant els propers tres anys, molta capacitat de subministrament addicional, mentre que el gas natural liquat (GNL) és encara més escàs que el gas canalitzat.
Protestas en Perú: Lo que hay que saber sobre el movimiento indígena que sacude al país en crisis
Perú està travessant una greu crisi política i civil. Setmanes de protestes han culminat amb l’arribada de milers de persones a la capital enmig de violents enfrontaments i batalles campals amb la policia. Desencadenades per la recent destitució de l’exdirigent Pedro Castillo, les protestes han posat de manifest les profundes divisions existents al país i estan sent alimentades per una confluència de factors interns i agitadors externs. Segons l’autor, el detonant immediat van ser els esdeveniments del 7 de desembre del 2022, en què l’ara destituït president Castillo es va embarcar en allò que s’ha descrit com un intent de cop d’Estat mentre els seus partidaris consideren que intentava evitar un altre tipus de cop, instigat pel Congrés. Castillo –un antic professor indígena d’esquerres del sud del país– va intentar tancar el pas a un Congrés que pretenia destituir-lo per acusacions de corrupció i acusacions de traïció a la pàtria. Però encara que aquests esdeveniments van ser el detonant immediat, Gamarra afirma que és important comprendre que aquesta crisi fa temps que s’està gestant i té les seves arrels en la naturalesa del sistema polític peruà. En part per disseny, la constitució del país, que va ser adoptada el 1993 però esmenada una dotzena de vegades des d’aleshores, genera ambigüitat sobre qui té més poder: el president o el Congrés. Paral·lelament, s’ha desmantellat l’antic sistema de partits polítics i partits antany poderosos ja no existeixen o lluiten per aconseguir un mínim de suport. Com a resultat, el sistema de partits del país s’ha fracturat: més d’una dotzena de partits estan representats al Congrés, la qual cosa dificulta que un líder o un partit obtingui la majoria. En resum, és difícil governar quan no es té una base legislativa per fer-ho. Per si no n’hi hagués prou, el país està profundament polaritzat i dividit en diferents línies: ètnica, racial, econòmica i regional. L’autor també destaca que el suport a les protestes procedeix de tot l’altiplà andí del sud del Perú, que és predominantment quítxua i aimara, els dos principals grups indígenes de la regió. Els quítxues i aimares peruans són “cosins germans” dels mateixos grups a l’altra banda de la frontera, a Bolívia. I això és important en el context de les protestes actuals. En darrer terme, ara el Perú es troba amb un expresident impopular a la presó i una presidenta impopular amb una legitimitat molt controvertida. No es tracta doncs d’una transició de l’autoritarisme cap a la democràcia, sinó de protestes derivades d’un sistema democràtic ineficaç en un moment en què el país està profundament dividit.
After Bolsonaro, Can Lula Remake Brazil?
L’article analitza en profunditat el recorregut del president Lula da Silva des de la presó fins a la seva elecció a les darreres eleccions presidencials, i sobretot les possibilitats de revertir el caos creat per la presidència de Jair Bolsonaro. En les setmanes posteriors a la victòria de Lula sovint semblava que s’esperava simplement tornar el país a l’època anterior quan l’Amazones estava menys en perill, l’economia prosperava i el Brasil estava en la llista de països que més ràpidament es desenvolupaven. Quatre dies després de la insurrecció dels partidaris de Bolsonaro el 8 de gener, la nova administració va donar a conèixer el seu pla econòmic, que inclou la restauració de la Bolsa Família, l’augment de l’ajuda als pobres, la reducció de les privatitzacions i l’augment dels impostos a la gasolina. Però els experts coincideixen a dir que serà complicar revertir la dinàmica negativa dels darrers deus anys. Recuperar l’Amazones encara serà més difícil. Durant el mandat de Bolsonaro, quan els ramaders i els miners van fer malbé els conreus, els incendis van consumir una àrea de selva tropical de la mida aproximada de Bèlgica. Ara els habitants de la regió estan molt ressentits cap al govern de Brasília. Paral·lelament, Lula i el seu equip són conscients que el món els jutjarà menys pels detalls de la governança del dia a dia que per la seva gestió de les policrisis importants que el país ha d’afrontar, des del col·lapse del medi ambient fins al perill de desintegració de la democràcia brasilera. Simone Tebet, la ministra de planificació, afirma que el gran problema del president Lula no és només econòmic. Pot resoldre el problema de la inflació, el problema de l’atur, reduir la desigualtat social, reduir el percentatge de persones pobres al Brasil. Però, si no treballa en la pacificació política i la unitat, d’aquí a quatre anys el bolsonarisme tornarà amb força. El que preocupa , doncs, és si el nou govern tindrà la força, la capacitat, el discerniment per entendre que el seu paper principal no són només aquests quatre anys. En darrer terme, caldrà construint ponts perquè el 2026 i el 2030, Brasil pugui continuar tenint governs democràtics.
Construire l’alliance: l’Union européenne et l’Amérique Latine en 2023
Sota la presidència de l’Argentina, s’ha celebrat fa poques setmanes la VII Cimera de la CELAC (Comunitat d’Estats Llatinoamericans i Caribenys). Amb la reincorporació del Brasil, el rellançament de la seva relació birregional amb l’Argentina i la presentació d’un projecte de moneda comuna, la cimera constitueix una primera fita important per a l’altra relació transatlàntica. En aquest any crucial per a aquesta relació, amb una cimera UE-CELAC prevista per al mes de juliol d’enguany, l’autor analitza les oportunitats i els riscos que ofereix el context geopolític actual perquè es materialitzi una autèntica aliança estructural entre les dues regions. Assenyala que en un context de grans transformacions geopolítiques, on es qüestiona el sistema multilateral basat en regles i normes i on es veu amenaçada la democràcia liberal, la UE ha de prioritzar els seus esforços per enfortir i construir associacions estratègiques amb països i regions amb els quals comparteix interessos, una agenda, valors i la mateixa visió del món i les seves societats. Malauradament, afirma que Amèrica Llatina i el Carib no han figurat fins ara entre les seves prioritats, mantenint-hi sempre una relació bastant conflictiva. Això pot i ha de canviar, i apunta que hi ha senyals encoratjadors en aquesta direcció. Aprofitant un context internacional turbulent, les relacions euro-llatinoamericanes es poden estimular amb decisions valentes i ambicioses que condueixin a una cooperació més intensa i institucionalitzada. La regió pot jugar un paper clau en la reestructuració del multilateralisme i la construcció d’una resposta a les crisis: el clima, l’energia i l’alimentació. També és un soci econòmic clau i un mercat d’importància creixent. El 2021, el comerç birregional va superar els nivells previs a la pandèmia (+4,7% respecte al 2019) i la UE continua sent el major inversor directe de la regió, tot i que la Xina va reforçar els seus llaços econòmics, multiplicant el comerç amb la regió per 26 respecte al llarg dels darrers 20 anys. López argumenta que és fonamental revitalitzar l’Aliança Estratègica birregional Unió Europea-Amèrica Llatina per transformar-la en un instrument realment útil per a la recuperació econòmica i social, mitjançant l’elaboració d’un pla estratègic global que proposi i implementi solucions concretes i efectives, tant per a ciutadans i administracions, amb l’objectiu de superar les conseqüències de la pandèmia i les danys causats per la guerra d’Ucraïna. Al mateix temps, haurà de respondre a les demandes de més justícia social i possibilitar un bloc global que defensi les seves democràcies i els seus sistemes de drets i llibertats. La regió llatinoamericana pot jugar un paper decisiu com a aliada en la defensa de l’ordre multilateral i la reconstrucció necessària dels organismes multilaterals, fins i tot financers, però també té un enorme potencial per respondre a la crisi energètica i alimentària i és un soci clau en afrontar el repte global del canvi climàtic. A més, la cooperació sincera i mútuament beneficiosa pot tenir un paper de palanquejament en les transicions ecològiques i digitals, així com tenir una influència decisiva en la governança global de la salut.
L’Europe voulait la paix, mais doit préparer la guerre
La invasió russa d’Ucraïna ha confrontat Europa amb la seva pròpia impotència. Reduïdes al rang de quasi espectadors del conflicte, a parer de l’autor els països del continent no tenen més remei que el rearmament i la cooperació militar. Una situació que regenera, de facto, l’OTAN en la seva vocació defensiva, tot i que els reptes operatius de l’Aliança avui siguin nombrosos. Així l’autor es planteja si l’Aliança està en condicions de garantir la seguretat d’Europa a llarg termini. De fet, cap país d’Europa de l’Est no seria capaç d’assegurar la seva defensa contra Moscou. En canvi, la tendència a confiar en les capacitats de l’OTAN, i per tant en l’exèrcit nord-americà, ha tensat molt les capacitats militars dels països europeus. Un fet que ara hauria d’empènyer els països del continent a rearmar-se i resoldre les seves mancances de capacitat militar. El repte rau tant en millorar el poder de l’OTAN com en alliberar-se de la dependència militar de Washington. En efecte, d’aquí a uns anys i degut al pel desplaçament de poder cap a l’Indo-Pacífic, els EUA només podran assignar una petita part de les seves forces a l’Aliança. La majoria dels països del continent tenen poca o cap autonomia estratègica. El seu compromís en les operacions està condicionat a la intervenció d’un estat que tingui els mitjans logístics (producció, emmagatzematge, transport, etc.) i els mitjans operatius (intel·ligència, projecció de forces i poder, obertura d’escenaris, etc.) adequats, en les quatre dimensions, terra, mar, aire i espai. Un paper assumit durant 30 anys, en coalició, pels Estats Units. Ara bé, Europa ha d’afrontar la possibilitat d’altres atacs russos a l’est del seu territori. Sense oblidar les amenaces reals d’altres estats bel·ligerants com Turquia o fins i tot Azerbaidjan. A parer de l’autor, la qüestió del rearmament massiu, dirigit a tot l’espectre de capacitats, sembla, per tant, un imperatiu estratègic. Després de l’electroxoc d’Ucraïna, diversos països han anunciat polítiques de defensa ambicioses, en particular Alemanya, Gran Bretanya i Polònia. Diverses iniciatives haurien de donar resposta a la debilitat estructural de la logística europea. La Cooperació Estructurada Permanent Europea (PESCO) està duent a terme un programa per construir xarxes de centres logístics militars a Europa. El projecte està liderat per Alemanya, França i Xipre. Complementari i molt prometedor, el projecte “Solidarity Transport Hub” liderat per Varsòvia és de gran interès per a l’OTAN i consisteix en un complex de transport aeroportuari, ferroviari i per carretera multimodal. Situat a la cruïlla dels grans eixos de comunicació de l’Europa de l’Est, convertirà Polònia en el punt nodal de la mobilitat centreeuropea: en particular en el marc del nou corredor de transport (mercaderies i passatgers): “Mar Bàltic – Mar Negre – Mar Egeu” i convertirà Polònia en un pilar estratègic de la seguretat europea.
L’impossible mission impériale de Poutine
Al mateix temps que li ha permès portar la guerra a Ucraïna, el sistema ideològic posat en marxa per Vladimir Putin a Rússia s’enfonsa i té dificultats per mobilitzar la població. Segons el sociòleg Hamit Bozarslan, els fracassos d’una narrativa basada en la “idea nacional”, que lluita per convertir-se en un “ideal”, expliquen en part perquè la guerra a Ucraïna no és només territorial. Afirma que la Rússia postsoviètica només tenia dues opcions, la primera de les quals era dur a terme una profunda democratització, una refundació democràtica de la societat russa. Això exigia que acceptés formar part d’una època postimperial per transformar-la en una època de futur. Pel que fa a la segona opció, el putinisme ha triat radicalitzar el paneslavisme amb arguments dignes del desig de venjança de l’Alemanya dels anys 1920. Ignorant les realitats de la societat russa postsoviètica, Putin considerava que que les nacions vençudes d’ahir serien les nacions vencedores de demà. Però a diferència de l’Imperi alemany, l’imperi soviètic no va ser vençut per la guerra: es va extingir per la simple raó que Rússia, que en constituïa el cor, ja no era capaç de portar el pes a les espatlles i havia perdut la capacitat de mentir sobre la superioritat del seu model sobre el sistema capitalista. En aquest context, l’eclecticisme que caracteritza el putinisme no significa que no sigui una ideologia, sinó que pretén produir una lectura fluida de la història russa, unificar els seus records per fer d’aquest alfa també el seu omega, i dotar la nació russa amb una missió imperial. iniciada per Vladimir, el fundador, reactivada després de moltes lluites externes i traïcions internes, per Vladimir Putin, el refundador de l’Imperi. Aquesta lectura no nega les fractures internes russes, ja sigui l’occidentalització del segle XIX o el leninisme, però considera que no podrien haver alterat la puresa ontològica de la nació encarnada pels seus tsars de l’època. D’altra banda, els explica no a la llum de la història interna de la nació russa, sinó com a conseqüència directa d’una guerra, permanent, frontal o soterrada, imposada per Occident. Es tracta d’una lectura nacional-bolxevic no només perquè alguns dels seus ideòlegs com Alexander Dugin encara afirmen ser-ho, sinó sobretot perquè trasllada tot un vocabulari socialista/bolxevic de la lluita de classes a la lluita entre nacions, civilitzacions o ètnies. Els russos esdevenen una etnoclasse o una classe-nació, oprimida com a nació i com a classe per altres “etnoclasses”, i per tant es veu obligada a dur una doble lluita per l’emancipació. L’autor conclou que és important rebutjar amb contundència aquesta lectura: siguin quins siguin els vincles de submissió que Rússia manté amb les potències europees, en particular mitjançant els mecanismes de l’endeutament. La societat russa del segle XIX no va ser mai oprimida i explotada excepte per el seu propi poder i, al segle XX, per aterridor que fos pel que fa a les humiliacions, les pèrdues humanes i la destrucció material, la dominació nazi va durar només tres anys. Finalment, al segle XXI on no està sotmesa a cap poder extern, Rússia no està de cap manera condemnada a tenir com a destí la guerra, ni internament ni externament. Pot, com qualsevol societat que així ho decideixi, ser democràtica, és a dir, adoptar un model de societat que sigui alhora consensuat per dotar-se de referents temporals i espacials, d’institucions representatives i participatives, de modes de constitució i poders d’alternança i de poders dissensuals per legitimar, institucionalitzar i negociar els seus conflictes i divisions internes.
Putin is launching an assault on the last vestiges of Soviet identity
Mentre Putin busca restaurar la grandesa russa, les idees que havien sobreviscut a l’era soviètica s’estan abandonant, com per exemple la noció de l’amistat entre els pobles rus i ucraïnès, cadascun dels quals disposava de la seva pròpia república soviètica. La regió de Zaporizhzhia, que a l’URSS es considerava ucraïnesa, ara, després d’un referèndum il·legal celebrat la tardor passada, és considerada com un oblast rus més, part d’una Rússia tripartita més gran que inclou russos, ucraïnesos i bielorussos. L’autor afirma que és difícil discernir un consens entre els que comparteixen aquesta visió sobre on es troben les fronteres d’aquesta terra comuna. Per descomptat, la llengua russa hi juga un paper important. Un altre factor són les victòries de la “Gran Guerra Patriòtica”, tal com es coneix la Segona Guerra Mundial, amb el pretext que el territori alliberat dels nazis alemanys no pot arribar a ser hostil a Rússia. El tercer factor és el llegat de la industrialització soviètica: preses, centrals elèctriques, sistemes de metro, ferrocarrils, fàbriques, etc. Quan les forces russes destrueixen la infraestructura de l’era soviètica a Ucraïna, transmeten el missatge següent: volíeu viure sense nosaltres, i després fer-ho sense el benefici de tot el que nosaltres, els russos, vam construir per a vosaltres. Hi ha un paral·lelisme entre aquesta actitud cap a Ucraïna i la manera com Putin veu els afers russos. Per al Kremlin, i possiblement per a molts russos, tot el que va ser construït per l’estat soviètic i, posteriorment, privatitzat, modernitzat i adaptat a l’economia de mercat després del col·lapse de l’URSS, és de fet “seu”. En altres paraules, pertany a l’estat en nom del qual Putin i els seus acòlits diuen parlar. Avui dia, el teixit industrial del que abans eren repúbliques soviètiques es veu cada cop més com un regal rus a les regions menys desenvolupats de l’URSS. Això suposa una ruptura més amb la identitat soviètica, que es basava en el supòsit que les fàbriques, els ponts i les carreteres de tot el territori eren fruit de l’esforç col·lectiu de tots els pobles de la Unió. Així, el Kremlin i molts ciutadans corrents de Rússia tendeixen a mirar Ucraïna i altres antigues repúbliques soviètiques oblidant que el desenvolupament econòmic s’hauria produït allà de totes maneres, amb o sense ells. Al cap i a la fi, és impossible imaginar un país europeu com Ucraïna, amb una població de desenes de milions, sense centrals elèctriques, escoles o fàbriques. En definitiva, Baunov afirma que estem assistint a la transició final del “nosaltres” soviètic cap a un nou “nosaltres i ells”. Així doncs, la guerra de Putin a Ucraïna no només està enfortint la identitat nacional emergent dels ucraïnesos; també està canviant decisivament la identitat postsoviètica de molts russos.
Germany’s Reluctance on Tanks Stems From Its History and Its Politics
Des de la derrota del nazisme, Alemanya s’ha dedicat decididament a promoure la pau i a integrar-se en un ordre de seguretat europeu i transatlàntic on el consens ha estat la pedra angular. Ara, la guerra a Ucraïna està obligant ara Alemanya a repensar el seu lloc a Europa, la seva relació amb Rússia i l’ús de la força militar. Alemanya va construir la seva economia de postguerra amb l’energia russa barata i el comerç suposadament apolític amb l’Europa central i oriental, la Unió Soviètica i la Xina, creient que els intercanvis comercials produeixen canvis i poden moderar d’alguna manera els règims autoritaris. La invasió russa d’Ucraïna ha fet trontollar tot això i ha estat un xoc psicològic i polític per a Alemanya que ha soscavat moltes de les seves idees sobre Rússia, el seu president, Vladimir V. Putin, i el paper d’Alemanya en una Europa sobtadament en guerra. Els autors argumenten que enlloc és més evident la desorientació que en la reticència d’Alemanya a enviar a Ucraïna el seu carro de combat Leopard 2, o a permetre que altres països ho facin. Aquesta posició comporta el risc d’aïllar Alemanya i d’exasperar els seus aliats. Tot i que els alemanys donen suport a Ucraïna de manera aclaparadora, la vacil·lació a l’hora d’enviar tancs reflecteix la profunda ambivalència d’una nació amb una història catastròfica d’agressió durant la Segona Guerra Mundial i que segueix profundament dividida pel que fa a convertir-se en líder militar i arriscar-se a un enfrontament directe amb Rússia. Així, les enquestes d’opinió mostren que la meitat dels alemanys no volen enviar tancs a Ucraïna. Els alemanys volen ser vists com a socis, no com a agressors, i tenen una sensibilitat particular a l’hora de lliurar armes a regions on històricament les armes alemanyes es van utilitzar per matar milions de persones com a Rússia, Polònia i Ucraïna. Però a banda de la història també entra en joc la política. Tant els socialdemòcrates com els verds, els principals socis de la coalició de govern, tenen al seu si importants sectors pacifistes que els líders dels partits no poden ignorar. Per consegüent, Scholz també ha de pensar en la política interna, ja que en qüestions d’estratègia i de política, molts dels socialdemòcrates són pacifistes i el canceller alemany lidera no una coalició de tres partits, sinó de cinc partits, si es compten les ales pacifistes dels Verds i els Socialdemòcrates. També cal tenir en compte que els socialdemòcrates tenen molts votants a l’antiga Alemanya de l’Est, on la població s’ha mostrat més solidària amb Moscou. Finalment, també hi ha la preocupació, i no només entre els alemanys, que l’escalada de la guerra amb l’entrada en acció de tancs occidentals només augmentarà la brutalitat dels combats i el nombre de morts, sense alterar fonamentalment el curs de la guerra.
Europe Needs a Strategy for Russia After Putin
La divisió europea sobre com enfocar de la guerra a Ucraïna s’ha fet més evident en la qüestió de l’enviament d’armes, sobretot de blindats, i evidencia la multiplicitat de visions no només sobre la guerra, sinó també sobre el futur de les relacions amb la regió i les polítiques a llarg termini envers Rússia. Actualment, podem determinar almenys tres “escoles de pensament o “enfocaments” que lluiten per l’hegemonia de l’estratègia europea. El primer enfocament tracta de la situació post bèl·lica. El canceller alemany Olaf Scholz insisteix en la necessitat que Rússia torni a la via del diàleg i normalitzi les relacions amb Occident. En la mateixa línia, el president francès Emmanuel Macron ha accentuat la necessitat del diàleg amb Vladímir Putin, incidint en establint una nova política de seguretat amb Moscou. El segon enfocament emfatitza en la necessitat que Ucraïna guanyi la guerra i que els crims de guerra perpetrats per Rússia siguin perseguits. La lògica que impera en aquest enfocament és el de restaurar i preservar la pau a Europa, i que la forma de fer-ho és derrotant a Rússia i jutjant Putin i el seu govern. El tercer enfocament se centra en la necessitat que Rússia es transformi, canviï, per tal d’assegurar la pau a Europa. Emfatitza la necessitat d’un canvi cap a la democratització, rebutjant les aspiracions territorials sobre països propers a la seva òrbita. Aquest enfocament subratlla que un acord d’alto al foc o un acord de pau signat sense que Rússia hagi abandonat les seves pretensions territorials serà inherentment inestable.
Tanques sí, tanques no
El conjunt del bloc occidental i especialment la Unió Europea s’enfronten a una presa de decisió crucial, és a dir, l’enviament o no d’armament de caràcter ofensiu cap a la guerra a Ucraïna. El que es decideixi a la base alemanya de Ramstein entre els titulars de Defensa dels Estats Units, Alemanya i la resta d’aliats juntament amb Jens Stoltenberg, serà determinant de cara a fer un pas més cap a una implicació més gran en el conflicte armat contra Rússia. L’autora subratlla que és important identificar quin és el marc en què s’ha de prendre aquesta decisió. I aquest marc és en què se situa la majoria dels governs no és altre que apostar per una victòria militar sense pal·liatius sobre Rússia. Fins fa poc es podien trobar reticències en aquest sentit, apel·lacions a la prudència i, fins i tot, algú recordava que una opció podria ser intentar algun tipus de diàleg preliminar. Avui dia, l’únic que sembla no tenir-ho del tot clar és el canceller alemany Olaf Scholz. La mera imatge de veure tancs alemanys desplegats contra l’exèrcit rus deu estar sent un dels seus pitjors malsons. I és que, efectivament, en gran mesura l’increment de la implicació europea a la guerra depèn bàsicament de Berlín. Es tractaria de l’exportació d’uns tancs molt sofisticats i de producció 100% europea, o millor dit, alemanya. Això fa que els països que volen donar o vendre (sí vendre, no cal oblidar que aquí hi ha un ingent negoci d’armes) els seus Leopard, necessiten el permís de re-exportació que ha de ser emès pel proveïdor. Per tant, la signatura d’Alemanya és la que determinaria la implicació europea a la següent fase d’aquesta guerra. Sigui com sigui, la veritat és que molt poques vegades els líders es plantegen què pensen els alemanys sobre aquesta qüestió, i potser això podria oferir alguna pista. Segons una enquesta realitzada per l’Agència de Notícies DPA al desembre del 2022, un 45% dels alemanys estaria en contra de l’enviament de carros de combat, davant del 33% que hi estaria a favor. En una altra enquesta de primers de gener realitzada per ARD-DeustchlandTrend quedava palesa la reticència amb què els alemanys veuen el lliurament d’armes, i el 41% dels enquestats opinava que ja n’hi havia prou amb el suport militar donat fins a ara a Ucraïna. A la vegada, ningú a hores d’ara s’atreveix a parlar d’algun tipus d’alto el foc, ni tan sols d’una negociació. Cap de les parts se sent encara prou extenuada per pensar a parar. Més aviat al contrari. Tots dos contendents es rearmen de cara al que s’espera siguin els enfrontaments més durs de cara a la primavera. És aleshores quan els Leopards i els Patriots podran, potser, determinar el sentit de la guerra, o això és el que diuen els líders occidentals. I, no obstant, la realitat és tossuda. I la realitat ens mostra que allò que es viu a Ucraïna és una mena de guerra de trinxeres revisitada, una carnisseria on l’aniquilació està a l’ordre del dia. És cert que l’arribada de l’ajuda occidental tant financera com militar ha impedit fins ara la derrota ucraïnesa, però no és menys cert que aquesta ajuda financera i militar no serà suficient per assolir una derrota total de Rússia. I això, els ministres de defensa de l’OTAN ho saben. Tres són els escenaris sobre els quals es treballa. El primer, és el de l’expulsió total de les tropes russes de tot el territori ucraïnès, inclòs Crimea, cosa que, sens dubte sembla extremadament complicada, fins i tot amb el desplegament dels Leopards i els Patriots. El segon dels escenaris seria el de la negociació, una opció poc probable a la llum de les accions i declaracions recents d’ambdues parts. Per tant, el darrer escenari que queda obert és el d’una llarga guerra de desgast que s’anirà congelant en una línia de confrontació que cap de les dues parts reconeixerà.
Catalunya, España, Europa
Traité de Barcelone: texte intégral
Després d’Alemanya i Itàlia, Espanya acaba de signar un tractat d’amistat i cooperació amb França. Des de les pàgines de Le Grand Continent l’autor analitza el contingut i les implicacions del text en el context actual. Destaca que París i Madrid assenyalen la importància de desenvolupar els seus vincles i exercir un front comú dins de la Unió per lluitar junts pels seus interessos. Després del refredament de les relacions amb Roma des que Giorgia Meloni va arribar al poder, Emmanuel Macron signa doncs una nova aliança bilateral amb un estat membre de la regió mediterrània. Així, París continua buscant alternatives a Berlín en temes com l’energia i les normes fiscals. Pedro Sánchez també persegueix el seu objectiu d’enfortir el paper d’Espanya a Europa de cara a la propera Presidència espanyola de la Unió. També assenyala que el lloc escollit per a la cimera francoespanyola, Barcelona, no deu res a l’atzar, ja que la capital catalana serà una frontissa del nou gasoducte que ha d’enllaçar amb Marsella. L’autor també apunta que França i Espanya són partidaris d’una major autonomia estratègica que donaria a la Unió una major proactivitat en matèria de política exterior. En aquest sentit, els dos països subratllen també els seus interessos convergents a la Mediterrània, especialment en temes d’immigració i seguretat. D’altra banda, aquest tractat es pot veure com un important rellançament de les relacions franco-espanyoles i la confirmació de Madrid com un dels principals centres d’influència a Europa.
How Europe Got Its Mojo Back
La guerra a Ucraïna ha recordat a la Unió Europea que continua dependent dels Estats Units per a la seva seguretat i les tensions que durant molt de temps han dividit l’est i l’oest del continent sobre quin tipus de relacions s’havien de tenir amb Moscou s’han fet més evidents i exacerbat. Al mateix temps, el retorn de l’alta inflació ha tornat a revelar les profundes diferències entre els països del nord i del sud d’Europa. Però 2022 també ha demostrat que la UE és molt resilient. Els estats membres s’ha anat alliberant de la seva dependència energètica respecte de Rúsisa amb una rapidesa i una determinació notables. Fins i tot quan l’alt costa econòmic que comporta la defensa i l’ajuda a Ucraïna no ha impedit que els líders europeus es mantinguessin units. El Banc Central Europeu (BCE) ha aconseguit combatre la inflació amb èxit posant fi als seus programes de compra de bons i augmentant els tipus d’interès sense provocar una gran venda de deute sobirà al mercat. Al mateix temps, autòcrates europeus com el primer ministre hongarès Viktor Orban es troben cada vegada més aïllats i a la defensiva. I si les conseqüències econòmiques del Brexit han estat un problema greu per al Regne Unit, només són un maldecap relativament menor per a la UE. Això tampoc no vol dir que 2023 sigui un any fàcil per al continent. Si s’ha pogut superar l’hivern del 2022 de manera relativament còmoda, ja que els magatzems de gas estaven plens i s’havien assegurat fonts d’energia alternatives, les previsions són molt menys optimistes pel que fa als dos propers hiverns següents. Al mateix temps, el retrocés democràtic continua sent un problema en un grapat d’estats membres. I no hi ha cap garantia que la unitat de la UE per defensar Ucraïna es mantingui, sobretot perquè es demanarà als europeus que facin més sacrificis en la llarga durada. Però, de moment, la UE se n’està sortint amb nota de les crisis del 2022. El suport a Ucraïna segueix sent molt sòlid. L’euro és més fort com a moneda en termes polítics que abans de la pandèmia de la COVID-19 i torna a enfortir-se respecte del dòlar, la qual cosa posa de manifest el seu atractiu als mercats financers. Els aspirants a autòcrates de la UE són més febles a causa de la seva creixent dependència de la generositat financera de la UE. I tot i que el Regne Unit continua trencant-se per les conseqüències de la seva sortida de la UE, els 27 estats membres restants han sortit reforçats.
Will NextGenerationEU assist Europe’s cohesion?
En aquest article publicat a Social Europe, Daniele Archibugi destaca que el pla de recuperació i resiliència NextGenerationEU ha demostrat que la UE pot donar noves oportunitats i obrir nous mercats, tot prioritzant el desenvolupament i les oportunitats laborals, després d’anys de polítiques de limitació de les despeses públiques. La qüestió ara és saber si aquest paquet de 750.000 milions d’euros aconseguirà construir la UE com una comunitat política cohesionada. Des del principi, aquest pla va ser dissenyat per donar poder als governs, però s’està veient com els estats membres utilitzen el fons de maneres molt diferents. Abans que l’NGEU finalitzi el 2027, s’haurà de tenir en compte si els assoliments s’han distribuït de manera més o menys uniforme arreu del continent i addicionalment, si l’objectiu de la cohesió europea s’ha incorporat correctament al pla.
El Qatargate es solo la punta del iceberg: el lobby de los gobiernos autoritarios en la UE
Les autores destaquen que el Qatergate no és cap sorpresa, sinó més aviat la punta de l’iceberg, el resultat d’anys de negligències respecte a les pràctiques lobbistes de governs autoritaris. El Corporate Europe Observatory (CEO) treballa per donar informació sobre aquestes pràctiques i denuncia les greus mancances de les normes que regulen pràctiques del grups de pressió a polítics i institucions europees, en forma de regals o suborns, i exigeix la creació d’un registre obligatori de les reunions entre tots els eurodiputats i els grups de pressió. Al 2015 va publicar un informe sobre les empreses europees de relacions públiques que encobrien alguns règims, informe que demostra que el 2014, Qatar va superar a Rússia com a principal client de l’empresa de lobby Portland Communications, implicada en la pràctica “astroturfing”, tècnica que fingeix un moviment popular espontani. Un altre exemple va revelar com funcionaris europeus van participar en el blanqueig d’imatge d’un govern autoritari minimitzant el frau electoral i les greus violacions dels drets humans. D’altra banda, els grups de pressió a favor del Kremlin porten molt temps fent feina a Brussel·les. La invasió d’Ucraïna va posar de manifest la dependència del continent del petroli i el gas rus. Ara la UE vol substituir els combustibles fòssils russos duplicant les importacions de gas d’altres règims autoritaris com Qatar i Azerbaidjan. El CEO exigeix a les institucions europees aquest registre obligatori de eurodiputats i els grups de pressió, una reforma que sigui jurídicament vinculant. Sosté que és necessari un organisme que supervisi i investigui les violacions d’aquestes normes. Finalment, considera que és necessari fer públic la titularitat d’empreses i actius, per rastrejar el diner en negre a la UE i a tot el món.
Europe’s “neutral” countries are having to adapt to the new world
La neutralitat de Suïssa és un cas notori en l’escenari internacional que ha estat imitat per altres països sense tanta tradició, com ho revela el fet que abans de la invasió russa una dotzena de països es declaressin neutrals. La neutralitat del Govern de Berna inclou no enviar armes fabricades a Suïssa a zones de guerra. Alhora no permet als països que les hagin comprat, reexportar-les sense una autorització prèvia. Cinc altres països han adoptat alguna variant de neutralitat a Europa. Finlàndia i Àustria per eludir la dominació soviètica, ja que declarar-se neutrals va ser una condició per recuperar la seva llibertat després de la Segona Guerra Mundial. Suècia per exemple reivindica la neutralitat des de fa més de dos segles, Malta la va adoptar el 1980 per evitar ser impactada per les rivalitats de la Guerra Freda. Irlanda, allunyada i propera tant dels EUA com de Gran Bretanya, ha estat neutral des de la seva independència. Ara bé, amb l’esclat de la guerra al continent, Suècia i Finlàndia han demanat la seva adhesió a l’OTAN i Finlàndia ha declarat que podria subministrar tancs Leopard 2 a Ucraïna juntament amb altres aliats. Si ens centrem concretament en Finlàndia podem observar com fa temps que intenta distanciar-se de la idea de la neutralitat. Finlàndia destina el 2% del seu PIB al pressupost militar com indiquen les directrius de l’OTAN i que només compleixen uns pocs països. Suècia per exemple hi dedica l’1,3% mentre que Malta, Suïssa i Àustria dedicaven menys de l’1% del PIB a les seves forces armades abans de la guerra. Suïssa també ha examinat recentment la seva doctrina basada en la neutralitat i continua considerant-la com a adequada. Només ajudaria Ucraïna si el Consell de Seguretat de Nacions Unides condemnés a Rússia. Així doncs, la principal contribució de Suïssa a l’esforç bèl·lic ha estat sumar-se a les sancions imposades per la Unió Europea, obstaculitzant el comerç de petroli i congelant actius financers d’oligarques russos. En definitiva, l’autor conclou que la neutralitat es considera cada cop més com una resposta simplista a qüestions geopolítiques d’alta complexitat.
¿Qué será de los Balcanes después de la invasión rusa de Ucrania?
En el context de la guerra a Ucraïna, una possible inestabilitat als Balcans Occidentals ha adquirit encara més transcendència. En els darrers mesos, nombroses notícies relacionades amb la regió reflecteixen com la tensió geopolítica que es viu a Europa s’ha traslladat també a l’escenari balcànic. La Unió Europea reconeix la seva preocupació per les protestes violentes al nord de Kosovo, pel reforçament de la presència del grup Wagner a Sèrbia, o per la decisió del president serbi, Aleksandar Vučić, de posar l’exèrcit del país en estat d’alerta màxima. Entre tants desafiaments, la UE es mostra més decidida que mai a guanyar-se els Balcans. El primer signe positiu d’aquesta ambició renovada ha estat oferir a Bòsnia i Hercegovina l’anhelat estatut de candidat a la Unió. Tot i això, al llarg dels anys les promeses i intencions s’han demostrat del tot insuficients i els països dels Balcans occidentals – tant els líders com la societat civil – han acabat perdent la confiança en les institucions europees. Sense unes perspectives d’integració europea clares, altres actors externs han incrementat la seva influència, amb una presència alarmant de campanyes de desinformació constants per part de Rússia que desestabilitzen els Balcans i debiliten la cooperació amb la UE. En aquest sentit, preocupa especialment la situació a Sèrbia, el país més afí al Kremlin, anti-OTAN, i que estableix llaços militars amb les forces russes. A més, el govern de Belgrad gaudeix d’acords de subministrament de gas barat rus i no s’ha alineat amb les sancions de la UE a Rússia. Fonts de la UE a Belgrad admeten que el dilema és espinós perquè tots volem que Sèrbia s’integri a la UE però alhora, si Sèrbia s’incorporés a la UE, podria arribar a ser “un estat membre cavall de Troia” de Rússia a la Unió. D’altra banda, la passivitat comunitària també ha obert la porta al desplegament d’una major influència xines, especialment amb la irrupció de la pandèmia. Davant d’una resposta lenta de la UE, la Xina va finançar una xarxa de laboratoris per fer proves de COVID-19 i, mesos més tard, va lliurar un milió de dosis de la vacuna xinesa Sinopharm. El que podria haver estat un episodi de cooperació entre la UE i Sèrbia per lluitar contra la pandèmia, es va convertir en un acostament econòmic i diplomàtic entre Beijing i Belgrad. A més, les inversions en sectors estratègics i infraestructures crítiques dels Balcans han permès a les empreses xineses incrementar la seva competitivitat als mercats europeus. Montenegro s’ha girat cap a la Xina per a la construcció de l’autopista que va del port de Bar fins a Boljare, travessant tot el país i connectant-lo amb Sèrbia i la resta d’Europa. Tot i que aquestes construccions contribueixen a la modernització de Montenegro, també suposen un important deute amb la Xina (i si no pogués pagar el préstec, Beijing podria apropiar-se d’actius com el port de Bar). Fonts oficials de la UE han expressat el seu temor que la Xina pugui controlar aquest port i l’autopista i reforçar, així, la capacitat de transferir els seus productes a Europa per mar i per terra. Aquest context de tensió geoestratègica, provocat per la guerra d’Ucraïna, ha motivat la UE a reforçar la seva ambició com a actor a la regió, per intentar contrarestar la influència de tercers. La retòrica favorable a l’ampliació de la UE ha crescut i els gestos de suport també. En els darrers mesos també hi ha hagut un esforç diplomàtic important per aconseguir normalitzar les relacions entre Sèrbia i Kosovo. Després de diverses reunions entre els presidents facilitades pel Representant Especial de la UE per a la regió, es va aconseguir solucionar la polèmica de les matrícules que s’arrossegava des de feia anys. Alemanya i França també semblen predisposades a avançar en una major implicació per a la resolució del conflicte. A principis de novembre es va filtrar a la premsa un pla per resoldre la disputa, que consistia –segons les diferents versions del document– a oferir a Sèrbia un procés ràpid d’integració europea a canvi que aquest reconegués l’existència de Kosovo (encara que aquest reconeixement no fos formal). En definitiva, la UE està decidida a recuperar la seva implicació als Balcans occidentals i la qüestió és si amb això n’hi haurà prou per revertir la paràlisi política, les tensions recurrents i el desànim absolut, i recuperar el marc de les negociacions, les propostes i l’esperança.
Hungary in 2023: Orban Faces Perfect Storm
El primer ministre d’Hongria Viktor Orban es troba en una “tempesta perfecta”. L’actual crisi energètica, les contínues disputes amb la UE i la consegüent congelació de fons, així com l’actual guerra d’Ucraïna i les seves seqüeles han alterat greument la realitat política, diplomàtica i econòmica del govern d’Orban. Els fonaments de la seva estratègia econòmica –la dependència de l’energia de baix cost, la mà d’obra barata, i la intervenció estatal- s’estan esfondrant. Alhora la congelació de fons de la UE i el distanciament dels aliats polítics d’Hongria a Europa s’han distanciat d’Orban per la seva postura de caràcter prorús. Aquestes dificultats econòmiques en auge afecten greument a la població, ja que veuran com els seus estalvis són devorats per la inflació. El 2023 representarà un autèntic repte pel primer ministre hongarès, i on es resoldrà la situació dicotòmica en la qual es troba el país: O bé Orban i el seu equip de govern és capaç de resoldre la gran crisi econòmica, provocada en gran manera per ell mateix, i tornarà als braços dels seus aliats de la UE. O si el país s’enfonsarà encara més amb aquesta crisi i quedarà isolada en la perifèria de la UE. Els experts indiquen que és probable que l’estratègia sigui doble: intentarà posar remei en alguna de les causes profundes dels problemes intentant rectificar desequilibris financers i alhora augmentarà el volum de propaganda interna per culpar als actors estrangers de la crisi. Aquesta primera meitat de l’any serà en “mode supervivència”: els alts preus de l’energia, la creixent inflació, les baixes reserves de procedència europea, la constant pressió a la baixa sobre la moneda i una situació d’estagflació deixen amb poc marge de maniobra a Viktor Orban. Alhora l’atur, la pobresa i la desigualtat segurament empitjoraran durant aquest 2023. La visió optimista és que les disputes amb la UE aniran a la baixa. El govern d’Orban intentarà convèncer als estats membre de la UE que s’estan duent a terme els 27 “super-milestones”, fons establerts per la Comissió Europea per abordar la corrupció i la protecció del sistema judicial. En aquest cas, si els aconseguís convèncer, els diners del fons de la UE suposarien un flux de capital vital pel pressupost. No obstant cal mencionar que és poc probable que el govern d’Orban abordi les causes profundes i la corrupció, un sistema clientelar i favoritista creat pel mateix partit d’Orban, Fidesz. La qüestió central ara és si la Comissió Europea aconseguirà mantenir a ratlla a Hongria, o el Govern defugirà aquestes mesures. La qüestió energètica serà central. Després d’una dècada d’abandonament, l’eficiència energètica i la diversificació trobaran lloc en l’agenda política d’Orban. De la mateixa forma que la resta d’Europa, Hongria necessita solucionar la dependència de l’energia russa. En l’àmbit econòmic, la influència de la Xina a Hongria s’ha fet palmària amb la inversió de 7.300 milions. Centrant-nos ara en la política exterior, Orban intentarà posar remei a les malmeses relacions polítiques amb el grup de països que configuren Visegrad, especialment amb Polònia. Els lligams es podrien haver enfortit amb Àustria, Itàlia i Israel, inclús amb Eslovàquia, en funció de l’evolució política del país. Alhora podria establir-se algun intent de normalitzar les relacions amb Ucraïna. En la política interna, malgrat els seriosos problemes econòmics que assolen Hongria, no s’espera que Orban es vegi seriosament amenaçat per l’oposició, encara recomponent-se de la garrotada soferta en els darrers comicis de 2022 i amb uns índexs de popularitat molt baixos. L’emergent partit Mi Hazánk ( La Nostre Pàtria) d’extrema dreta està guanyant certa popularitat però encara de forma molt incipient. Afortunadament pel govern d’Orban, les grans protestes estudiantils que exigeixen un augment salarial pels professors i un millor sistema educatiu semblen estar de capa caiguda fruit del clima hivernal i l’astuta estratègia del govern d’oferir un augment salarial mínim a principis de 2023. Nogensmenys, els problemes d’arrel del sector educatiu continuen sense abordar-se.
L’Arménie et l’Artsakh au défi de la menace turque et de l’autoritarisme russe
L’article destaca que des del 2020, la situació d’Armènia ha canviat dràsticament: revocació de les aliances amb el seu antic aliat rus i represa dels conflictes al Karabakh. Malgrat això, el país ha aconseguit mantenir la seva estabilitat política. Des de fa dos anys, la situació geopolítica del Caucas del Sud ha canviat radicalment en detriment dels armenis i es pot dir que aquesta situació fins i tot s’ha tornat crítica per a les dues entitats polítiques que els representen, la República d’Armènia i l’autodeterminada República de Nagorno-Karabakh que els armenis prefereixen designar amb el seu nom d’origen: República d’Artsakh. La situació actual revela l’aïllament d’Armènia ja que d’una banda, l’Organització del Tractat de Seguretat Col·lectiva no ha respost a les crides d’ajuda d’Armènia davant les incursions azerbaidjaneses i de l’altra, els occidentals han estat totalment exclosos de l’escena política regional a favor de les úniques negociacions russo-turques. Si França i els Estats Units intenten tornar al joc ressuscitant un grup de Minsk que ara ni Moscou ni Bakú volen, el seu suport a Armènia continua essent essencialment moral o declaratiu. A França, ni les innombrables mocions de les autoritats locals o territorials ni tan sols les notables resolucions del Senat i de l’Assemblea Nacional que demanen el reconeixement de la República d’Artsakh, les sancions contra dignataris azerbaidjanesos, la remissió al Tribunal Penal de la comunitat internacional, la logística o el suport militar a Armènia o la creació d’estructures humanitàries per a Artsakh no s’han traduït en iniciatives concretes de l’Executiu. A nivell europeu, és molt pitjor des que, obsessionada amb les sancions russes, la Comissió Europea ha signat una associació amb l’Azerbaidjan per augmentar les importacions de gas. Cal subratllar fins a quin punt aquesta iniciativa europea, a més d’arruïnar la credibilitat moral de la Unió –la presidenta von der Leyen va arribar a qualificar l’Azerbaidjan com a “soci fiable”–, constitueix un error fins i tot pel que fa a la real politik, ja que ara se sap que la major part del gas procedent de l’Azerbaidjan es compensa amb el gas rus per al consum local o potser fins i tot es gas de prové de la mateixa Rússia. Dins d’aquest context, l’autor destaca que sorprèn que la situació socioeconòmica d’Armènia segueixi sent satisfactòria. Les empreses –especialment les startups tecnològiques– es multipliquen i el país fins i tot viu una crisi immobiliària a causa de l’afluència russa. El Banc Mundial preveu un creixement del 7% al 2022, del 4,3% al 2023 i del 5,2% al 2024. Les reserves en divises s’han incrementat un 20% i, durant l’últim any, la moneda nacional s’ha apreciat un 30% davant l’euro, 22 % enfront del dòlar. Les inversions directes de Rússia, però també d’Alemanya o Itàlia també han augmentat. En darrer terme, afirma que els occidentals farien bé de donar suport a l’última illa regional de la democràcia si volen mantenir una certa credibilitat política, ja sigui pel que fa als seus principis o pel que fa a l’amenaça de genocidi que pesa sobre República d’Artsakh, però també si es vol evitar un condomini regional de dues potències autoritàries –Rússia i Turquia– que ja els amenacen en altres escenaris.
Democracia, diversidad y cultura
A interdependência como arma: a globalização em reverso
En aquest article, l’autor planteja si en oposició a la visió del comerç i la interdependència com a antídots de la guerra, ara molts es qüestionen si la interdependència creada per la globalització no és en si mateixa al cor del problema. La idea de transformar la interdependència en el món globalitzat en una arma geoeconòmica s’analitza en un llibre publicat per Daniel W. Drezner, Henry Farrell i Abraham L. Newman, The uses and abuses of weaponized interdependence (Brookings Institution Press, 2021) on argumenten que considerar la interdependència (només) com quelcom que inhibeix l’ús de la força militar, amaga el fet que també origina nous instruments de poder i coacció. Aquests poden ser utilitzats pels estats dominants per mantenir la seva hegemonia (com els EUA) i pels estats que desafien l’ordre liberal internacional establert (com a la Xina i Rússia, entre d’altres). Hi ha un poder estructural que prové de les xarxes (financeres, comunicacions, energètiques, etc.), que afavoreix els estats que dominen els seus nodes centrals i coll d’ampolla. Les complexes cadenes de subministrament de productes, les xarxes financeres globals i Internet es troben al cor de la globalització. Aporten una major cooperació que és beneficiosa per a tots, però també noves possibilitats per sancionar i coaccionar els oponents en benefici propi. L’autor assenyala que el punt crític és la desigualtat estructural de poder que afavoreix determinats estats en detriment d’altres. Per exemple, els estats amb autoritat política sobre els nodes centrals de les estructures en xarxa globals tenen un avantatge únic a l’hora d’imposar costos als altres. A més de l’ús del comerç internacional com a arma de pressió política, la interdependència creada per la globalització ha comportat la possibilitat d’utilitzar noves armes vinculades a l’asimetria del sistema. Un exemple clar és l’actual sistema financer mundial, que ha intensificat la centralitat dels EUA pel paper del dòlar com a moneda de reserva i pel fet que és la més utilitzada en el comerç internacional (en un valor molt per sobre de la participació dels EUA en les importacions i exportacions a tot el món). En darrer terme, l’ús de la interdependència com a arma té efectes secundaris sobre la globalització. El cas dels EUA és el més paradoxal. Van ser els que més van impulsar la globalització comercial, financera, tecnològica i d’Internet. No obstant això, ara es troben al centre de la tendència inversa, que va començar amb Donald Trump però que s’ha intensificat amb Joe Biden. Utilitzar la interdependència com a arma per coaccionar o sancionar econòmicament, comercialment o tecnològicament rivals i adversaris —la Xina i Rússia principalment— té repercussions més àmplies i de més gran abast del que podríem pensar. En efecte, això porta la globalització a allunyar-se encara més de la lògica col·laborativa, a convertir-se en un terreny d’enfrontament, diluint les fronteres entre la pau i la guerra.
The Vexing Rise of the Transnational Right
Els autors asseguren que no és difícil evitar una sensació de déjà vu quan els partidaris de Jair Bolsonaro van assaltar les principals institucions federals a principis de gener. Insistint en que les eleccions presidencials van ser fraudentes els manifestants van saquejar el Congrés, el palau presidencial i altres edificis governamentals clau, establint un clara paral·lelisme amb les escenes viscudes dos anys abans al Capitoli de Washington. Consideren que no hi ha res casual en les similituds entre aquests dos atacs a la democràcia liberal. Els populistes de dreta de diversos països, inclòs el Brasil, s’han inspirat en l’actuació política de Trump. Però les connexions transnacionals entre els moviments populistes de dreta s’estenen més enllà de la circulació d’estils i idees. Bolsonaro, els seus lloctinents i molts dels seus seguidors mantenen llaços concrets amb líders i organitzacions de dretes als Estats Units. El moviment Make America Great Again (MAGA) de Trump és, almenys fins ara, una de les històries d’èxit d’extrema dreta amb més conseqüències polítiques, encara que només sigui en virtut del seu control durant quatre anys sobre la branca executiva del país més poderós del món. A la vegada, els darrers anys també s’ha vist augmentar la influència dels populistes de dreta a la majoria de democràcies occidentals, incloent, per exemple, l’ascens de Bolsonaro al Brasil, la victòria del Brexit al Regne Unit, la força creixent dels partits extremistes antiimmigrants a França. i Alemanya, i el recent ascens al poder del partits i líders d’extrema dreta a Itàlia i Suècia. No és la primera vegada que els moviments transnacionals i d’extrema dreta emergeixen com una força important en la política internacional. Els anys que van de la Primera a la Segona Guerra Mundial també van veure grans crisis i insatisfacció cap els partits establerts i les ideologies centristes. Els avenços, que estaven, com avui, associats a la difusió de les noves tecnologies de la comunicació, van impulsar l’ascens global del feixisme (i, a l’esquerra, del socialisme revolucionari). Això no obstant, els autors argumenten que les dècades de 1920 i 1930 també són instructives més enllà del debat sobre el feixisme, ja que subratllen l’amenaça que els moviments d’extrema dreta cada cop més normalitzats i vinculats transnacionalment representen per a les democràcies liberals. També ofereixen alguns motius per a l’optimisme. D’una banda, la majoria de les democràcies liberals actuals estan més arrelades i més cohesionades que les d’entreguerres. D’altra banda, l’evolució dels anys vint i trenta posa de manifest la dificultat a la qual s’enfronten els moviments d’extrema dreta a l’hora de sostenir la cooperació internacional. Així doncs, suggereixen que els defensors de la democràcia liberal han de cooperar si volen maximitzar els seus avantatges i explotar amb més eficàcia les debilitats dels seus oponents. Els autors apunten que convulsions d’avui no són una mera repetició del feixisme d’entreguerres i malgrat les alarmants similituds ideològiques, els grans moviments populistes reaccionaris actuals són generalment menys bel·ligerants que els seus homòlegs d’entreguerres. Al mateix temps, els partits de centreesquerra i de centredreta actuals estan més ben posicionats per defensar-se dels seus rivals d’extrema dreta. Això no obstant, conclouen que cal mantenir-se alertes ja que avui com llavors, l’extrema dreta transnacional ha irromput al centre de l’escenari polític i algunes de les seves idees s’estan convertint en mainstream.
El crecimiento de las ultraderechas a nivel mundial como consecuencia de la Guerra de Ucrania y de la II Guerra Fría
Un dels impactes més notables de la guerra d’Ucraïna és l’increment de la dretanització de la vida política a Europa (tant occidental com oriental), així com a Amèrica del Nord (i molt especialment als Estats Units). L’autor destaca que cal aclarir què s’entén per “guerra d’Ucraïna”. Al seu parer, aquest terme inclou moltes dimensions. Una, la més visible mediàticament, és el conflicte bèl·lic entre les forces armades de dos estats que no només afecta la població militar, sinó també la població civil. Però a més d’aquest conflicte bèl·lic, hi ha altres conflictes dins del mateix Estat ucraïnès que estan afectant el desenvolupament del conflicte militar, i que amb prou feines tenen visibilitat mediàtica. Un és el conflicte cultural i d’identitat nacional entre el sector de la població ucraïnesa de parla ucraïnesa i el de parla russa, conflicte que està guanyant el de parla ucraïnesa (que controla els aparells de l’Estat ucraïnès des del 2014) a costa d’una pèrdua de poder molt marcada del sector de parla russa. El conflicte bèl·lic ha facilitat aquesta transferència de poder. Un altre conflicte, silenciat als principals mitjans d’informació occidentals és el conflicte de classes socials que revela l’aplicació de les polítiques públiques del govern ucraïnès (de clara orientació neoliberal, propera al món empresarial) com la desregulació del mercat laboral, la reducció dels drets laborals, i la reducció i la privatització de la Seguretat Social, amb reducció dels drets socials. Aquestes mesures ja havien estat proposades pel mateix govern abans de l’inici de la guerra, però han estat aprovades durant la guerra, com a justificació necessària per atraure els inversors estrangers per aconseguir la recuperació econòmica. Navarro també considera que hi ha interessos econòmics molt marcats que utilitzen aquesta Segona Guerra Freda com a mecanisme d’expansió dels seus interessos econòmics. El cas més clar, però no únic, és el de les empreses d’energia no renovable que temien la desaparició a causa de la força del moviment verd ecològic a nivell mundial i que avui estan gaudint d’un protagonisme i uns beneficis sense precedents. Una cosa semblant passa amb la indústria armamentista, que està tenint uns beneficis enormes, quan només fa uns anys estava preocupada, ja que es discutia la possibilitat que l’OTAN desaparegués, com havia indicat el president de França. I a nivell mundial, l’escassetat de productes agrícoles provinents de les àrees en conflicte militar, així com la inflació i carestia de vida que això comporta, han creat un problema d’enormes dimensions responsable del creixement de la mortalitat als països del Sud Global, causant un major nombre de morts que a Ucraïna. Però el gran beneficiari és el mateix model econòmic liberal que domina i s’expandeix a banda i banda del conflicte i del qual ni es parla ni es denuncia. Aquest model en la seva dimensió econòmica es presenta com a defensor del mercat que s’assumeix com a determinant per a la distribució dels recursos a les societats, amb mínima intervenció estatal. Aquesta definició no reflecteix, però, la realitat existent a la majoria dels països en conflicte, sigui aquest militar o només econòmic. En aquests països, grans grups econòmics i financers dominen els estats per aconseguir el màxim poder polític i benefici empresarial. Aquest és el model neoliberal que domina a banda i banda del conflicte.
In defence of democratic capitalism
Wolf considera que la unió entre l’economia liberal i la democràcia ha aportat immensos beneficis al món, però ara que s’enfronta a la prova més dura en dècades, cal plantejar-se què cal fer perquè segueixi funcionant. En efecte, la salut de la democràcia està en qüestió. Segons Larry Diamond de Stanford, el món es troba en una etapa de “recessió democràtica” mentre el capitalisme de mercat també ha perdut la seva capacitat de generar increments de prosperitat àmpliament compartits en molts països. En una època de demagògia populista, de “democràcia illiberal”, d’autocràcia personalitzada i de despotisme institucionalitzat de la Xina, l’autor es pregunta si perdurarà el capitalisme democràtic, la unió entre la democràcia liberal i el capitalisme de mercat. Les democràcies liberals actuals són les societats amb més èxit de la història de la humanitat, pel que fa a la prosperitat, la llibertat i el benestar dels seus pobles. Però també són fràgils. Basades en el consentiment, requereixen legitimitat. Entre les fonts de legitimitat més importants hi ha la prosperitat àmpliament compartida. En conseqüència, una gran part de la raó de l’erosió de la confiança en les elits ha estat un declivi econòmic de parts importants de les classes treballadores i mitjanes, empitjorat pels xocs econòmics, en particular la crisi financera mundial de 2008. El suport als populistes i a les causes populistes, com el Brexit, es deu en part a la “por de decaure” -el que els sociòlegs anomenen “ansietat d’estatus”- entre persones les posicions de les quals ja eren precàries. No en va, doncs, una característica de les campanyes demagògiques d’èxit és la nostàlgia. És per això que el “Make America Great Again” de Trump va ser un eslògan brillant. I és per això que el “Reprenem el control”, l’eslògan del Brexit, estava tan ben dirigit a les persones que sentien que havien perdut el control sobre els seus mitjans de vida, el seu estatus i fins i tot el seu país. Per tal de combatre l’erosió de les democràcies liberals, Wolf proposa en primer lloc, reforçar la cooperació entre les democràcies i els valors democràtics, fins i tot mitjançant la renovació dels sistemes fallits. En segon lloc, evitar el que el politòleg Graham Allison ha anomenat la “trampa de Tucídides”: la tendència a la sospita mútua entre els poders ascendents i establerts. En tercer lloc, promoure una interdependència mútuament beneficiosa. Finalment, cooperar en objectius compartits. En aquest nou món, les democràcies establertes han de protegir-se i protegir els seus valors alhora que han d’admetre que ja no poden dirigir el món com ho havien fet fins ara. Cal doncs, reconèixer la fragilitat del capitalisme democràtic però també el seu valor perdurable.
The feminist movement in Eastern Europe: struggles in a changing landscape
L’autora posa de relleu que el moviment feminista a Europa de l’Est ha canviat radicalment en els últims tres anys. Les activistes pels drets de les dones s’han hagut d’adaptar a la guerra, als conflictes i al creixement del moviment antigènere. Per això associacions de països com Ucraïna, Armènia, Polònia, Geòrgia i Alemanya han treballat juntes per avaluar les necessitats de les dones i nenes per mitjà del projecte Feminist Landscapes – Civil Society Dialogue with All Voices, amb seu a Alemanya que pretén empoderar els grups marginats. Van trobar que a Ucraïna les activistes van haver de donar ajuda humanitària, evacuar persones, crear refugis, registrar crims i organitzar suport mèdic i psicològic a les víctimes, nens i dones, d’agressions militars. A Armènia, el conflicte en curs ha trencat el moviment ideològic pels drets de les dones, algunes feministes demanen que les dones siguin voluntàries a l’exèrcit, altres condemnen la idea. Gràcies al projecte, així com el finançament de Prospera, el Women’s Fund Armenia ha pogut donar suport a dones que tenen discapacitat i a les persones LGBTIQ+. A Polònia tenen una de les lleis d’avortament més restrictives de la UE, que només permet que les dones avortin només quan la seva vida està en perill o l’embaràs ha sigut conseqüència d’una violació o d’incest. Grups recolzats per FemFund, com Abortion Dream Team i Abortion Without Borders s’enfronten a una forta repressió per part de les autoritats poloneses, i, per primera vegada en la història europea, una activista està sent processada per proporcionar pastilles per avortar. A Geòrgia, el moviment feminista lluita contra els discursos mediàtics antigènere dels grups ultranacionalistes i d’extrema dreta finançats per la influent Església Ortodoxa Georgiana.
Economía, bienestar e igualdad
The destructive new logic that threatens globalisation
The Economist subratlla l’abandonament de les regles de lliure mercat, afavorint el proteccionisme econòmic. Els països amb les matèries primeres necessàries per a fabricar piles estan controlant les exportacions. Indonèsia ha prohibit les exportacions de níquel; l’Argentina, Bolívia i Xile podran col·laborar ben aviat en la producció de les seves mines de liti. Actualment, l’administració de Biden tem dependre de la Xina per a les bateries, com Europa depenia del gas rus abans de la invasió. Alguns volen evitar que la Xina es faci molt rica, altres, se centren a augmentar la resiliència economia dels Estats Units i a mantenir el seu avantatge militar. El proteccionisme nord-americà inquieta els aliats a Europa i Àsia. Amèrica hauria d’atraure potències com l’Índia i Indonèsia, o Nigèria i el Pakistan. Si hi ha un conflicte econòmic, no es podran resoldre els problemes globals. Els Estats Units, per exemple, haurien d’unir-se a l’Aliança Transpacífica, un pacte comercial asiàtic basat en un acord de lliure comerç.
Quelles perspectives pour l’économie africaine en 2023?
Els autors afirmen que Àfrica ha aconseguit tornar a una taxa de creixement similar a la que va viure abans de la pandèmia més ràpidament que altres economies regionals, incloses algunes economies en desenvolupament. No obstant això, queden molts reptes pendents, començant per l’alt nivell d’endeutament públic i privat. Les necessitats de finançament extern segueixen sent importants. Després d’una recessió sense precedents el 2020 (-1,3%), el creixement real per al 2021 es va valorar finalment en un +4,3%, una marcada revisió a l’alça respecte a les primeres estimacions. Part del creixement del 2021 s’explica mecànicament per la recuperació de la recessió registrada el 2020 en el context de la pandèmia global (rebot tècnic). A banda d’aquest efecte rebot, el creixement africà el 2021 és, de fet, molt proper al que s’observava de mitjana abans de la pandèmia (+3,0%, enfront del +3,2% de taxa mitjana de creixement anual del període 2015-2019). Segones les estimacions del FMI aquest creixement s’accelerarà el 2022 per arribar al 4,0%. També assenyalen que el fort augment dels preus de les matèries primeres ha estat favorable a les economies extractives africanes: estimulats per l’augment de la demanda d’energia, en particular de la Xina, els preus del petroli i dels metalls bàsics ja havien experimentat un augment significatiu el 2021, augment que es va intensificar el 2022 en el context del conflicte a Ucraïna i les seves conseqüències inflacionistes. Des d’un punt de vista més estructural, les economies més diversificades del continent s’han beneficiar d’un entorn internacional més dinàmic al final de la pandèmia, arran de l’augment de la demanda mundial. Això no obstant, el ritme de recuperació observat a l’Àfrica des del 2021 no és prou sostingut com per esborrar les profundes conseqüències de les successives crisis registrades en el passat, com la caiguda de la renda per càpita en molts països, l’augment de la pobresa i l’atur, etc. Les debilitats estructurals que afecten profundament el continent preexistien, però s’han amplificat en el període recent. Atesa l’important dinamisme demogràfic que encara està experimentant la regió, el ritme de creixement s’està mostrant insuficient per millorar substancialment l’accés als aliments i serveis bàsics, per finançar les infraestructures públiques necessàries i per crear un nombre de llocs de treball per absorbir la mà d’obra que arriba al mercat laboral. En aquest context, es constata una disminució de l’Índex de Desenvolupament Humà (IDH) el 2020 i de nou el 2021, i és molt probable que els tancaments d’escoles i l’abandonament escolar d’un gran nombre d’infants observats durant la pandèmia tinguin un impacte addicional. sobre el component “educació” de l’IDH en els propers anys. Davant d’aquests reptes, la capacitat d’actuar dels governs està ara en part disminuïda degut al ràpid augment de l’endeutament i de les condicions financeres molt dràstiques aplicades als països que tenen accés al finançament extern.
What we learned at Davos: signs of hope emerge from the pessimism
L’autor assenyala que la principal conclusió de la cimera que es va celebrar fa poques setmanes a Davos la sensació que les coses empitjoren a tot el món desenvolupat. La visió del futur sembla un distòpia, en què la gent s’empobreix, els robots roben tots els llocs de treball i l’addicció als combustibles fòssils porta a l’extinció del planeta. António Guterres, secretari general de l’ONU, va deixar clar que pensava que la batalla contra el canvi climàtic s’estava perdent mentre la crida de Volodymyr Zelenskiy perquè es subministri tancs de fabricació alemanya a Ucraïna ha estat un recordatori que ja fa gairebé un any que hi ha una guerra en sòl europeu. Tot això ha comportar la inquietud d’una nova crisi del deute que afecti a molts dels països més pobres del món. Una pandèmia global i el retorn de la inflació de dos dígits han aprofundit la sensació de preocupació. Ara bé, després de sobreviure als horrors dels últims tres anys, hi ha la sensació que l’únic camí a partir d’aquí és que les coses no poden sinó millorar. I Elliott destaca alguns factors per a l’esperança. Les taxes d’inflació als EUA, la zona euro i el Regne Unit semblen haver arribat al màxim. Per tant, els bancs centrals poden ser capaços de limitar l’abast dels augments futurs dels tipus d’interès. La Xina s’ha recuperat més ràpidament del que s’esperava després d’abandonar la seva política de COVID zero. Això no obstant, cal tenir en compte que també és possible que es produeixi un gir negatiu si la demanda xinesa augmenta, ja que això podria fer pujar el preu del petroli i del gas, de manera que alentiria -o fins i tot revertiria- la caiguda de la inflació a l’oest. En aquest cas, la Reserva Federal, el Banc Central Europeu i el Banc d’Anglaterra haurien de mantenir els tipus d’interès més alts durant més temps, augmentant així els riscos de recessió.
As globalisation fragments, politics is again reigning supreme over economics
Segons l’autor, la hiperglobalització es troba en retrocés degut al declivi de la macroeconomia com a fonament intel·lectual i com a figura pública. Fins i tot, es reflecteix en la cultura popular. Els macroeconomistes van donar suport a la desregulació financera i a uns acords de lliure comerç cada cop més problemàtics. Münchau denuncia que els acords comercials moderns permeten als inversors demanar compensacions als governs si els seus beneficis es veuen afectats per la legislació verda. Considera que si la hiperglobalització només dóna lloc a inestabilitats i crisis permanents, la culpa és de la macroeconomia, tot i que ara la seva influència està disminuint i que cada vegada més la política s’està imposant a l’economia.
¿Está en crisis la globalización?
A la darrera conferència de Davos va tenir lloc un debat sobre el concepte de desglobalització, i es van assenyalar tres motors que suposadament empenyen cap al desmantellament de l’ordre que ha regit el planeta des de com a mínim la caiguda de l’URSS. El primer és la policrisi, un terme popularitzat per l’historiador Adam Tooze. Crisis energètiques, escalfament global, sequeres, guerres, pandèmies, inflació: la policrisi descriu un món on s’acumulen les disrupcions massives, superposant-se les unes amb les altres, interactuant totes entre si de maneres imprevistes i inesperades. Previsiblement, el primer efecte d’un món en policrisi és la desorientació dels qui hi viuen. No hi ha una sola causa o una explicació lineal que serveixi per aturar les crisis; no es veu ni un horitzó ni una solució que ofereixi garanties d’estabilitat. Més aviat al contrari: el món actual ens convida a assumir que la disrupció contínua és la manera de ser-hi. El segon motor de la desglobalització és allò que l’analista Ian Bremmer va definir com una recessió geopolítica, és a dir, un moment en què les institucions globals han deixat de reflectir els equilibris de poder realment existents, i manquen per tant de la legitimitat i la capacitat efectiva per mediar o proposar solucions als conflictes. Bremmer assenyala tres dinàmiques que agreugen aquests desequilibris del poder global: les contradiccions internes del model xinès; uns Estats Units fracturats socialment i políticament; i el desencadenament de Rússia com a poder rebel, decidit a dinamitar la correlació de forces global. El tercer és el factor tecnològic. D’una banda, el desenvolupament tècnic i econòmic de les economies emergents els faria perdre l’avantatge competitiu derivat dels costos més baixos de la seva força de treball; el capital globalitzat es quedaria progressivament sense espai per valoritzar-se. De l’altra, la mateixa tecnologia s’ha convertit en camp de batalla fonamental per a la lluita per l’hegemonia global. N’és una prova les guerres dels xips entre els EUA i la Xina, on Taiwan és al centre de tot en tant que principal fabricant mundial. L’autor de l’article es planteja doncs si la crisi de la globalització és irreversible i afirma que és indubtable que l’acumulació de crisis i tensions geopolítiques estan interferint amb la lògica del sistema econòmic mundial tal com ha funcionat en els darrers 30 anys. Però processos com el friend-shoring, la reordenació de cadenes de valor segons criteris de seguretat i geopolítics, no impliquen necessàriament menys interdependència o una integració menor de les economies. En aquest sentit, Tooze dibuixa la imatge d’una “globalització policèntrica”: un món més inestable i conflictiu, amb diverses esferes separades competint per reordenar-lo sota diferents paraigües regionals de seguretat. En realitat el diagnòstic no és gaire diferent del que va enunciar el filòsof francès Bruno Latour: el somni global de la modernitat, o el somni modern del que és global, ha deixat de ser un horitzó polític realista.
Sostenibilidad y cambio climático
This is an era of plentiful, cheap, renewable energy, but the fossil fuel dinosaurs can’t admit it
En aquest article publicat a The Guardian, l’autora reflexiona com fa pocs anys les centrals eòliques eren associades a interminables subvencions. A mitjans de gener, l’energia eòlica va assolir un pic de subministrament de gairebé la meitat de tot el consum d’electricitat del Regne Unit, mentre que l’any passat el consum d’energies baixes en carboni constituïen més del 50% l’ús elèctric. També denuncia que els preus de les unitats d’energia són els més alts del món al Regne Unit, sense que hi hagi una limitació per part del govern. L’autora posa de manifest la necessitat de recerca i inversió d’emmagatzematge d’energies renovables i que la causa del malestar és que els avenços d’aquestes energies no es reflecteixen en els preus energètics, marcats pel preu del gas, tal com defensa un informe de l’Institute for Sustainable Resources.
Davos elite won’t tackle climate crisis and global inequalities
Des d’Open Democracy l’autor afirma que el fundador del Fòrum de Davos, Klaus Schwab, fa temps que volia que fos una plataforma que examinés problemes globals amplis, tot i que massa sovint qüestions més de detall i específiques dominen la discussió. El mateix Schwab s’ha mostrat crític amb el capitalisme accionarial tradicional i interessat en el que s’anomena “responsabilitat dels grups d’interès” o “capitalisme de les parts interessades”, que pretén substituir la primacia de la rendibilitat i la recompensa dels accionistes per una preocupació més àmplia per temes com el canvi climàtic i la marginació econòmica. Així i tot, Rogers denuncia que hi ha poques evidències que aquesta transformació estigui en perspectiva per a l’elit que fa pocs dies es va reunir a Davos i assenyala dos exemples flagrants. El primer té relació amb un dels pocs assoliments de la cimera del clima de la COP26, la Glasgow Financial Alliance for Net Zero (GFANZ), una agrupació de 450 organitzacions de 45 països amb actius que superen els 130 bilions de dòlars. El seu objectiu era que els membres ajuntessin les seves inversions per ajudar a limitar l’augment de la temperatura global a 1,5 °C. Tanmateix, els indicis de l’últim any revelen pocs canvis de comportament. Segons Reclaim Finance, entre els bancs que integren la GFANZ, 56 dels més grans del món han invertit 270.000 milions de dòlars en corporacions de combustibles fòssils, mentre que els principals 58 membres de l’agrupació de gestió d’actius de GFANZ mantenen 847.000 milions de dòlars en actius en empreses de combustibles fòssils. El segon exemple és la confirmació d’una sospita de llarga data que les empreses de combustibles fòssils saben des de fa dècades pels seus propis investigadors que el canvi climàtic està directament relacionat amb la combustió de combustibles fòssils. Un nou estudi realitzat per la Universitat de Harvard i l’Institut de Potsdam per a la Recerca de l’Impacte Climàtic revela que els científics d’Exxon, la corporació de combustibles fòssils més gran del món, va ser increïblement precises en les seves projeccions a partir de la dècada de 1970, predient una corba ascendent de les temperatures globals i de les emissions de diòxid de carboni, que pràcticament coincideix amb el que realment ha passat. Rogers conclou que la creixent preocupació dels ciutadans està a prop de convertir-se en ira per la inacció política, de la mateixa manera que sorgeix el risc de repetides catàstrofes meteorològiques. Si això no pot fer gaire per transformar l’economia neoliberal en una alternativa genuïnament sostenible, una consciència pública que estigui preparada per al repte d’evitar la ruptura climàtica pot preparar l’escenari per a una transformació econòmica.
The climate crisis threatens economic stability – why are central bankers divided?
La crisi climàtica s’ha convertit en un autèntic repte pels bancs centrals i l’autor es planteja quin és el seu impacte en la seva política monetària i de supervisió bancària. Per una banda, s’ha evidenciat que l’escalfament global, en gran part per l’efecte en l’agricultura, pot crear pressions inflacionistes. Alhora es tenen proves sòlides dels riscos creats per la crisi climàtica, i el gran impacte en el valor dels actius financers i empreses financeres, i que els responsables de l’estabilitat del sistema financer no poden ignorar. Per altra banda, les polítiques dirigides a augmentar els costos de l’energia i reduir les emissions són enormement controvertides, especialment als EUA. Així tenim un bàndol liderat pel president de la Reserva Federal, Jerome Powell, refractari a integrar les consideracions sobre el canvi climàtic en les polítiques de supervisió monetària i bancària. O també Mervyn King, exgovernador del Banc d’Anglaterra, que argumenta que assumir responsabilitats climàtiques posaria en risc la independència del Banc central. S’hi oposa el bàndol liderat per Mark Carney, director del Banc d’Anglaterra, que anima els bancs centrals a examinar i revisar les seves operacions en l’àmbit de la política monetària perquè siguin més coherents amb els objectius climàtics. Per la seva banda, el Banc Central Europeu (BCE) ha dissenyat uns plans de compra de bons a favor d’empreses indústries respectuoses amb el clima. Davies conclou que aquests enfocaments divergents en matèria climàtica poden generar distorsions competitives i són preocupants, per la qual cosa és fonamental que es pugui produir una convergència de punts de vista.
How EU countries use firewood to bloat their renewable energy stats
L’Agència Internacional de l’Energia (IEA) ha admès errades en el càlcul de l’energia de la biomassa a les estadístiques nacionals després que diversos països de la UE van informar d’un augment sobtat de la combustió de llenya per assolir els seus objectius d’energia renovable. La biomassa sovint es presenta com un gegant energètic que es menysté, mentre la Comissió Europea afirma que és la principal font d’energia renovable a la UE, amb una quota de gairebé el 60%, més que les energies eòlica i solar combinades. No obstant això, els experts coincideixen que aquestes xifres probablement estan exagerades a causa de la forma en què es compta la biomassa a les estadístiques d’energies renovables de la UE, especialment quan es crema per a la calefacció. Segons l’ONG Regulatory Assistance Project, la pitjor manera de cremar biomassa és fer-ho a foc obert, ja que al voltant del 30% de l’energia continguda en un tronc de fusta es transforma en calor útil quan es crema en una llar de foc, mentre que el 70% restant es perd pujant per la xemeneia. Tanmateix, això no es reflecteix a les estadístiques oficials de la UE, que suposen que el 100% de la biomassa es crema de manera eficient. Per contra, altres tecnologies de calefacció renovables com les bombes de calor, que funcionen amb electricitat, es mesuren d’acord amb una mètrica diferent: producció d’energia o energia útil. El resultat segons el RAP és que la calefacció basada en biomassa sembla desproporcionadament més important del que realment és als informes estadístics oficials de la UE. La inclusió de la biomassa com a font de calefacció renovable té implicacions més enllà de les estadístiques: també podria ser un factor important de les emissions de l’escalfament global, diuen els activistes. Per assolir la neutralitat climàtica l’any 2050, la UE ha establert objectius per augmentar l’emmagatzematge de CO2 als boscos, sòls i altres embornals terrestres, que absorbeixen el diòxid de carboni de l’atmosfera i ajuden a mitigar l’escalfament global. Això no obstant, hi ha un vincle clar entre la recol·lecció de biomassa i la pèrdua de sòls en alguns estats membres, segons l’ONG Partnership for Policy Integrity (PFPI), ja que els seus investigadors van trobar que el consum d’energia de biomassa s’ha duplicat a tota la UE des de 1990, i la major part de l’augment s’ha produït a partir de 2002, després que la UE emetés la seva primera directiva que incloïa la biomassa com a energia renovable. Per als autors de l’estudi, les polítiques de biomassa de la UE s’han de canviar amb urgència per aturar la pèrdua del dipòsit de carboni forestal d’Europa i mantenir l’escalfament global sota control.
Innovación, ciencia y tecnología
Why health-care services are in chaos everywhere
Excepte a la Xina, la població ja no pensa tant en la COVID. Tot i això, els sistemes de salut del món ric es troben més a prop del col·lapse que en qualsevol altre moment des que la malaltia va començar a estendre’s. A diferència del que passa amb l’atur o el PIB, hi ha poques xifres comparables i actualitzades sobre l’assistència sanitària als diferents països. The Economist ha rastrejat les estadístiques elaborades per països, regions i fins i tot hospitals concrets per dibuixar un panorama del que està passant. Els resultats indiquen que pacients, metges i infermeres no s’han escapat als pitjors efectes de la pandèmia. Les forces que estan creant el caos són comunes a tots els països i estan vinculades a una experiència pandèmica compartida. I també podria ser, si més no a curt termini, que als governs els resulti gairebé impossible controlar-les. D’altra banda, els problemes a què s’enfronten els sistemes sanitaris no es deuen a la manca de diners. Gran part de l’augment de la despesa s’ha destinat a programes de lluita contra la COVID, com ara la realització de proves i rastrejos, i també la compra de vacunes. No obstant això, el finançament augmenta ara en els sistemes de manera més general. Potser el veritable problema no és el nombre de treballadors sanitaris, sinó l’eficàcia de la feina. La producció real del sector hospitalari i ambulatori nord-americà, que mesura la quantitat d’assistència prestada, només supera en 3,9% el nivell anterior a la pandèmia, mentre que la producció de l’economia en conjunt és un superior en un 6,4 %. En altres paraules, els hospitals en fan menys amb més. Tot i que la caiguda de la productivitat és un fenomen que afecta tota l’economia, la sanitat pateix avui pressions addicionals. Mentrestant, molts treballadors se senten desgraciats després de tres anys esgotadors. De tota manera, tot i que la productivitat ha disminuït, no ho ha fet en la mesura suficient per explicar completament el col·lapse de l’assistència sanitària. Això indica que la veritable explicació del col·lapse és a l’altra cara de la moneda: l’explosió de la demanda. Fa la impressió que, després de la sortida dels confinaments, les persones necessiten més ajuda mèdica que mai. Una part té a veure amb la immunitat. La població ha estat dos anys sense exposar-se a diversos patògens. En aquest temps, han prosperat patògens endèmics com el virus sincitial respiratori. Tot i això, la pandèmia també va ocultar altres afeccions, que només ara s’estan diagnosticant. El 2020-2021, moltes persones van endarrerir la recerca de tractament per por de contraure COVID, o perquè els hospitals estaven tancats a malalties no relacionades amb la pandèmia. En definitiva, amb una població que envelleix i una COVID que és una amenaça sempre present, potser acabem percebent l’assistència sanitària prepandèmica com una època daurada.
AI and the future of work: 5 experts on what ChatGPT, DALL-E and other AI tools mean for artists and knowledge workers
Aquest article publicat a The Conversation planteja a cinc experts en noves tecnologies i Intel·ligència Artificial (IA) els grans temes de debat que genera la seva creixent impacte en la vida quotidiana de les persones. Des de l’energia de vapor i l’electricitat fins als ordinadors i Internet, els avenços tecnològics sempre han tingut conseqüències importants en els mercats laborals, provocant la desaparició de determinats llocs de treball i la creació d’altres. Segons aquests experts, la IA segueix sent una paraula equivocada, ja que els sistemes informàtics més intel·ligents encara no saben res per si mateixos, però la tecnologia ha arribat a un punt d’inflexió on està a punt d’afectar noves tipus de llocs de treball, com per exemple artistes i treballadors del coneixement. Concretament, l’aparició de grans models de llenguatge (sistemes d’IA que s’entrenen amb grans quantitats de text) significa que els ordinadors estan en condicions de produir un llenguatge escrit que soni humà i convertir frases descriptives en imatges realistes. És dins d’aquest context que aquests cinc investigadors en IA debaten com els grans models lingüístics poden afectar els artistes i els treballadors del coneixement i com, en tant que la tecnologia està lluny de ser perfecta, això planteja una sèrie de problemes, des de la desinformació fins al plagi, que afecten els treballadors. Així, els grans temes de reflexió traçats en l’article són 1) Creativitat per a tots, però pèrdua d’habilitats? 2) Potencials inexactituds, prejudicis i plagis. 3) Es podran conservar les feines de tipus més tradicionals amb els humans superats per les màquines? En darrer terme, els salts tecnològics condueixen a noves habilitats i com passa amb molts avenços tecnològics, la manera com les persones interactuen amb el món canviarà en l’era dels models d’IA àmpliament accessibles. La qüestió és si la societat aprofitarà aquest moment per avançar en l’equitat o per agreujar les disparitats.
The Crypto Dominoes Are Still Falling
L’autora argumenta que les criptomonedes s’estan debilitant cada vegada més. Algunes cauen en picat, mentre que els fundadors d’altres són acusats de frau. El prestador de criptomonedes Genesis es declara en fallida, víctima del col·lapse de la borsa d’FTX. Denuncia que el lobby de les criptomònades intenta fer creure els usuaris i reguladors amb la premissa que la tecnologia ho fa tot diferent, però no és més que una fal·làcia. Considera que sovint els promotors de les criptomonedes posen de manifest que no és una pràctica amb una regulació clara i que necessiten un millor finançament, però també eines legals que es puguin aplicar eficaçment en cas d’infraccions. Mentrestant, el col·lapse al mercat de les criptomonedes continuarà i la confiança per part dels criptoinversors es veurà afectada.
Quantum computers threaten our whole cybersecurity infrastructure: here’s how scientists can bulletproof it
L’article planteja si d’aquí a poc temps podrem tenir dispositius de computació quàntica i com això afectaria la nostra vida. Fer prediccions no és fàcil, però sembla haver-hi un consens sobre el fet que la criptografia es veurà alterada per l’arribada dels ordinadors quàntics. És quasi trivial afirmar que la privacitat és un factor clau de la nostra societat de la informació. En efecte, nombroses dades confidencials són intercanviades a Internet i la seguretat d’aquestes transaccions és crucial i depèn de la complexitat computacional. Si es construeixen dispositius informàtics que permetin desxifrar fàcilment els mètodes criptogràfics actuals, s’hauria de replantejar l’actual paradigma de privacitat. Aquest serà el cas dels ordinadors quàntics ja que podrien tenir la capacitat de desxifrar el protocol de seguretat RSA perquè existeix un algoritme quàntic per una factorització eficient. Els ordinadors clàssics necessiten una quantitat ingent de temps per una qüestió d’aquest tipus; en canvi, els ordinadors quàntics haurien de ser capaços de fer-ho en poques hores o fins i tot minuts. És per aquest fet que els experts en criptografia estan desenvolupant solucions per substituir l’RSA i assolir una seguretat quàntica, és a dir, gaudir de protocols criptogràfics que siguin segurs davant un enemic que disposi d’un ordinador quàntic. Per dur a terme aquesta tasca existeixen actualment dos enfocaments: la criptografia postquàntica i la distribució quàntica de claus. La criptografia post quàntica manté el paradigma de seguretat basat en la complexitat. Buscant, d’aquesta forma, problemes matemàtics que presentin grans dificultats pels ordinadors quàntics i poder-los utilitzar per construir protocols criptogràfics. El segon enfocament de la seguretat quàntica és la distribució quàntica de claus. En aquest cas, la seguretat dels protocols ja no es basa en consideracions de complexitat, sinó en lleis de la física quàntica. Sense entrar en detalls, una clau secreta es distribueix mitjançant qubits i la seguretat del protocol es deriva del principi d’incertesa de Heisenberg, que implica que qualsevol intervenció d’un usuari no desitjat es detecta per què modifica l’estat dels qubits. Els autors considerar que el camí correcte és buscar la combinació de claus postquàntica i quàntica. La darrera ens ha demostrat que la física quàntica ens proporciona noves eines en l’àmbit de la seguretat per la protecció de dades. Si es combinen ambdós enfocaments, els hackers ho tindran molt més difícil, ja que s’afrontaran a complexos qüestions computacionals i fenòmens quàntics.
La fusión nuclear que viene
El desembre passat el Departament d’Energia dels EUA va anunciar que l’equip del National Ignition Facility (NIF) del Lawrence Livermore National Laboratory havia obtingut més energia per fusió nuclear que l’utilitzada per activar-la. Es tracta d’una important fita científica aconseguida mitjançant la via coneguda com a fusió per confinament inercial. La fusió nuclear es presenta com a font d’energia extraordinàriament atractiva. És una energia neta (no produeix CO₂) que disposa de recursos pràcticament il·limitats i no genera residus altament radioactius durant milers d’anys com en el cas de la fissió de l’urani. La fusió nuclear es pot considerar, per tant, com l’energia del futur, en ser capaç de generar energia d’alta potència amb què poder substituir les centrals tèrmiques actuals basades en combustibles fòssils. No obstant això, malgrat la innegable fita aconseguida, l’autora adverteix que la notícia ha de ser presa amb cautela per diverses raons. D’una banda, per produir un pols làser com l’empleat per obtenir la ignició es requereix l’ordre de 300 megajuliols d’energia de la xarxa, ja que l’eficiència dels làsers utilitzats és molt baixa, menor de l’1%. D’altra banda, en la fusió per confinament inercial no és clar com s’aprofita l’energia dels neutrons per produir energia elèctrica. De fet, la ignició ha trigat tant a arribar perquè aquesta no és l’única tasca del NIF, que també dóna suport al programa d’armament nuclear dels Estats Units. A més, la fusió inercial és una tecnologia polsada. Caldria aconseguir uns 10 polsos de làser per segon en lloc d’un pols al dia, per a això es requereixen milions de càpsules al dia, fet que suposa un enorme repte tecnològic. García-Rosales assenyala que una altra via per obtenir energia de la fusió nuclear és el confinament magnètic. En aquest cas, un gas de deuteri i triti s’escalfa en un recipient toroïdal fins a temperatures de l’ordre de 150 milions de graus per aconseguir que les partícules del gas tinguin prou energia per superar la repulsió deguda a les càrregues positives dels nuclis. En produir-se la reacció de fusió del deuteri i triti, es genera heli, que és confinat pel camp magnètic i roman per tant al plasma aportant-li la seva energia. Així, la temperatura del plasma s’automanté amb la reacció de fusió. Els neutrons, en canvi, no són confinats pel camp magnètic i transfereixen la seva energia a un refrigerant situat immediatament després de la paret exposada al plasma. El refrigerant la transfereix al seu torn a un intercanviador de vapor, aquest a una turbina i aquesta a un generador, de manera que es produeix energia elèctrica.