Diari de les idees – La tentación autoritaria
18 mayo 2023

Ideas de actualidad

Uno de los factores que explican el descenso de la calidad democrática que se está produciendo de manera simultánea en muchos países occidentales es que los partidos y movimientos políticos que huyen de los extremos no son capaces de enfrentarse a una de las principales causas de la pérdida de apoyo: la búsqueda de soluciones a corto plazo a medida que el tejido social que sostenía el centro se ha deshecho. En este sentido, el declive del centro y la desindustrialización están estrechamente relacionados. En la Europa de los «Treinta Gloriosos», la industria proporcionaba ocupación para toda la vida, pensiones garantizadas y estructuras sociales estables. Los centros industriales estaban rodeados de barrios en expansión y los habitantes tenían un fuerte vínculo con sus comunidades.

Así, el apoyo al Brexit consiguió sus mejores resultados en las ciudades industriales del norte de Inglaterra, mientras que, en Alemania, los dos partidos que más apostaron por la sociedad industrial –SPD y CDU/CSU, que en las elecciones de 1998 obtuvieron un porcentaje de voto conjunto del 77%– se situaron por debajo del umbral del 50% en 2021. En Francia e Italia, el número de votantes que apoyan a fuerzas políticas radicales de derechas o izquierdas es mayor que el de los que votan a partidos tradicionales. Incluso en España y Portugal, donde las largas dictaduras del siglo xx parecían haber actuado como vacuna contra el extremismo, se está viendo como partidos de derecha radical o de extrema derecha están consiguiendo importantes victorias electorales y han logrado que los partidos mainstream incluyan sus temas de predilección en sus agendas.

Y es que en un momento donde confluyen crisis solapadas, una parte de las derechas europeas ha decidido apostar por las limitaciones de derechos y de la tolerancia, mientras va calando un discurso que acusa a los grupos del espacio político tradicional de buscar la confrontación en lugar de acuerdos de interés general que resuelvan los problemas cotidianos de la ciudadanía. Un discurso que, sin duda, tiene su razón de ser, pero que obvia el hecho de que la democracia parece ser un estorbo para sectores poderosos en el paso del capitalismo industrial hacia el capitalismo de las finanzas. Frente a esto, también es necesario subrayar la aparición de nuevos movimientos de base que se articulan alrededor de la doble idea de que la sociedad puede organizarse de otra forma y que el ciudadano común tiene una capacidad real de hacer que la sociedad funcione de manera diferente.

En este sentido, la COVID-19 ha revelado que sectores fundamentales como los hospitales y las escuelas se habrían hundido si los respectivos colectivos no hubieran compensado el desorden provocado por las instrucciones a menudo contradictorias que emanaban de los gobiernos. Así, los ciudadanos experimentaron una capacidad colectiva de organización y tomaron consciencia de que el poder neoliberal provoca desorden y disfunción bajo una apariencia de control. No obstante, hay que plantearse si no hay una estrategia deliberada para desorganizar a los grandes servicios para favorecer su privatización, es decir, instaurar sistemas de servicios básicos totalmente privados y organizados según las clases sociales, donde los ricos o ultraricos dispondrían de sistemas sanitarios, educativos y de pensiones privados de calidad, mientras que el resto solo tendría acceso a servicios públicos cada vez más degradados.

Así pues, en este contexto surgen propuestas que plantean soluciones articuladas alrededor de lo que parece una paradoja política: la creación de democracias autoritarias con diferentes grados de libertad según el país. Aunque este proceso no es nuevo y suele estar relacionado con procesos de globalización. Así fue como las ideas de los filósofos de la Ilustración se transformaron en ejércitos napoleónicos que propagaron la guerra por toda Europa. La última gran globalización se desencadenó a partir de 1989, con la caída del Muro de Berlín y la posterior desintegración de la Unión Soviética, uno de los acontecimientos que llevaron a algunos a decretar incluso el final de la historia. Pero la expansión del comercio mundial, de Internet y de los viajes low cost también vino acompañada de los atentados de las Torres Gemelas y el contraataque occidental en Irak y Afganistán.

Ahora, con el nuevo reto planteado por las aspiraciones de China a la hegemonía global y por la fuerza de una serie de potencias medianas (India, Japón, Corea) asistimos a una especie de «contraglobalización», donde las regiones más dinámicas ya no se sitúan en Europa y en Estados Unidos sino en el Indo-Pacifico. Frente a una globalización que ya no es únicamente occidental, son las antiguas potencias hegemónicas las que activan nacionalismos defensivos para intentar encarar los retos del futuro: demografía envejecida, conflictos migratorios, graves problemas ambientales, empobrecimiento de la clase media o retraso tecnológico en algunos ámbitos fundamentales como el desarrollo de la Inteligencia Artificial.

En este escenario general, destacamos algunos elementos concretos especialmente relevantes. En primer lugar, el informe anual sobre la libertad de prensa que publica Reporteros Sin Fronteras (RSF) revela que la libertad de los medios de comunicación está en una situación muy grave en un número récord de países y advierte de que la desinformación, la propaganda y la Inteligencia Artificial suponen una creciente amenaza para el periodismo. Según RSF, el auge de la agresividad de los gobiernos autocráticos, y algunos presuntamente democráticos, sumado a las campañas masivas de desinformación o propaganda, ha provocado que la situación presente una tendencia al empeoramiento. Además, también destaca que los avances tecnológicos sirven para que los gobiernos y los dirigentes políticos distorsionen más fácilmente la realidad y que se incremente la capacidad de publicar contenido falso, difuminando así la diferencia entre verdad y mentira, realidad y artificio, hechos y opiniones, lo que pone en peligro el derecho a la información.

Finalmente, este domingo Turquía ha ido a las urnas en unas elecciones presidenciales que pueden llegar a marcar un momento decisivo para el destino de la democracia, de la economía y de la sociedad turca durante los próximos años. Aunque Erdoğan se ha visto forzado a ir a una segunda vuelta, el presidente saliente ha rozado la mayoría absoluta después de veinte años en el poder. A pesar del encarcelamiento de periodistas y opositores, la grave crisis económica (con una inflación cercana al 50%), la corrupción generalizada, las incursiones militares en Siria y la desastrosa gestión de los terremotos de principios de año, todo indica que Erdoğan tiene muchas posibilidades de acabar imponiéndose al rival de la oposición unificada, Kemal Kılıçdaroğlu.

Por otro lado, también es relevante que el AKP, el Partido de la Justicia y el Desarrollo del presidente, parece haber mantenido la mayoría en el Parlamento, junto a sus aliados ultranacionalistas del MHP (Partido de Acción Nacionalista), lo que impedirá cualquier intento de la oposición por restaurar la democracia parlamentaria en Turquía, independientemente del resultado de la segunda vuelta presidencial que se celebrará en quince días. En definitiva, un nuevo mandato de Erdoğan en un momento geopolítico decisivo, con la guerra en Ucrania, sería una muy mala noticia. Y también supondría, sobre todo, más erosión de los derechos civiles en una democracia turca cada vez más iliberal, especialmente para la minoría kurda, los disidentes, los periodistas y los activistas por los derechos de las mujeres y LGBTQ+, que han sido los grandes objetivos de represión política de un presidente que ha reforzado su popularidad mediante guerras culturales y un discurso basado en el terrorismo y la seguridad.


Fotografía: banco de imágenes Pixabay.

En la elaboración de este número del Diari de les idees han participado María García y Lucía Fernández, estudiantes en prácticas en el CETC.

more/less text

Política internacional y globalización

Célia Belin et al. Le retournement qui vient

Els autors analitzen què suposaria per a Europa el retorn d’un president republicà al poder a Washington. Actualment, els dos principals candidats a la nominació republicana —Donald Trump i el governador de Florida Ron DeSantis— han donat a entendre que abandonarien el compromís dels Estats Units amb Ucraïna. I les promeses de la campanya presidencial nord-americana solen complir-se. Si un canvi en la política nord-americana resulta en una victòria russa a Ucraïna, podria molt bé destruir la mateixa idea que els Estats Units estan compromesos amb la defensa d’Europa. Sens dubte, l’Aliança Atlàntica va sobreviure al primer mandat de Trump, en part perquè grans segments de la política exterior republicana no compartien les opinions de Trump sobre els aliats. De cara al futur, però, el debat de política exterior en el Partit Republicà és realment més matisat que les posicions polítiques dels dos principals candidats. La majoria dels altres candidats republicans potencials, entre ells Nikki Haley, Asa Hutchinson, Mike Pompeo, Mike Pence, busquen tornar a l’enfocament tradicional i representarien una major continuïtat amb l’administració Biden. En l’altre gran tema de debat, la qüestió de la Xina constitueix un vincle directe entre el desig de lideratge dels «primacistes» i el desig dels «moderats» de promoure la deslocalització i la reindustrialització dels Estats Units. Això implica que qualsevol president republicà prestarà molta menys atenció a la guerra d’Ucraïna i exigirà majors contribucions europees perquè els Estats Units puguin centrar-se en la Xina. A grans trets, qualsevol president republicà serà menys multilateral, menys complaent amb el canvi climàtic i més rígid amb la Xina que l’administració de Biden. A més, si Trump fos reelegit, probablement desafiaria la mateixa noció d’una aliança transatlàntica i anul·laria el compromís dels Estats Units amb la seguretat europea. Per descomptat, no és de cap manera inevitable que Trump o qualsevol altre candidat republicà guanyi les eleccions presidencials del 2024. Però és una possibilitat, i fins i tot si el president Biden és reelegit, una de les filosofies republicanes sobre política exterior acabaria tornant. al poder als Estats Units. I els europeus han d’estar preparats.

Eva Borreguero El Indo-Pacífico, epicentro de la principal batalla geopolítica del mundo

L’Indo-Pacífic és, segons tots els indicis, una regió del futur, però també de creixent inseguretat i tensions, adquirint així una doble condició de risc i oportunitat. Com a focus d’oportunitats, cal destacar que l’Indo-Pacífic genera un 60% del PIB mundial i dos terços del creixement global. Per a la UE suposa un enclavament de què depenen la seva seguretat i prosperitat –un 40% del comerç exterior europeu travessa el mar de la Xina Meridional– i el segon destí de les seves exportacions. També constitueix un espai de competició entre Beijing i Washington per donar forma al nou ordre global. L’Indo-Pacífic acull doncs una xarxa de xarxes de convergència i rivalitat, d’aliances que forgen una interdependència en comerç, transport, medi ambient i defensa, cap on conflueixen les noves estratègies mundials de política exterior: el QUAD o Diàleg de Seguretat Quadrilateral format per Austràlia, Índia, Japó i EUA; l’AUKUS, trilateral de cooperació en defensa entre Austràlia, el Regne Unit i els EUA; les fórmules flexibles dels minilaterals entre tres països per a temes específics acordats. O, per contra, grans iniciatives de mercat econòmic que busquen integrar el nombre més gran de països: l’Acord Transpacífic (CPTPP), l’Associació Econòmica Integral Regional (RCEP) o el Marc Econòmic Indo-Pacífic per a la Prosperitat (IPEF). Sense oblidar les iniciatives geopolítiques de Beijing tal que Nova Ruta de la Seda o la Iniciativa de Seguretat Global. En aquest context, les posicions dels països de l’Indo-Pacífic respecte a les aspiracions de Beijing van des d’un suport incondicional, per  exemple Pakistan, a la rivalitat més o menys oberta de les grans democràcies de la regió –Japó, Índia i Austràlia– alhora aliades estratègiques dels EUA, passant per l’anhelada neutralitat d’aquelles nacions que busquen situar-se al marge de la rivalitat sino-americana, entre les que destaca l’Associació de les Nacions del Sud-est Asiàtic (ASEAN). L’autora conclou que el destí de l’Indo-Pacífic està indefectiblement lligat a l’estabilitat de Taiwan. Davant d’una eventual crisi a l’Estret, aquells països que es veurien més afectats estan enfortint i redefinint les polítiques de defensa i seguretat. Com a eix nodal d’un entramat d’interessos globals, Taiwan reflecteix doncs el desplaçament de poder cap a l’Indo-Pacífic com a nou escenari d’oportunitats, però també d’amenaces a curt i mitjà termini.

Abdul Rahman Yaacob Australia, AUKUS, and Southeast Asia

Des de les pàgines de The Diplomat, Abdul Rahman reflexiona sobre la creació de la nova associació de seguretat formada per Austràlia, el Regne Unit i els Estats Units (AUKUS) per fer front a la política agressiva de la Xina a la regió indo-pacífica. L’objectiu és la promoció de dos pilars fonamentals. D’una banda, el subministrament a Austràlia de submarins amb energia nuclear, i de l’altra millorar àrees d’interès mutu per als tres socis, especialment en allò que té a veure amb el ciberespai, la vigilància submarina, la guerra electrònica i la Intel·ligència Artificial. La participació d’Austràlia deixa entreveure una gran divisió estratègica entre els països que conformen el sud-est asiàtic en l’aproximació i gestió de l’ascens de la Xina. Mentre que per als australians la Xina és considerada una gran amenaça per a la continuació de l’ordre liberal, per als països del sud-est asiàtic l’auge de la Xina es pot considerar positiu en la mesura que es beneficien del seu creixement econòmic. A banda d’això, s’ha de tenir en compte que diversos estats del sud-est asiàtic mantenen disputes territorials amb la Xina al Mar de la Xina Meridional. Aquests són alguns dels motius que porten als funcionaris de defensa de l’ASEAN a pensar que l’AUKUS podria ser una eina beneficiosa pels estats regionals mitjançant els programes coberts pel segon pilar.

Howard W. French Are China and Russia Bad for Africa? That’s the Wrong Question

Les relacions d’Àfrica amb Rússia i Xina son sovint qüestionades i analitzades per geopolítics, periodistes i experts, que posen en dubte les intencions d’aquests dos països amb el continent. Als anys noranta, diplomàtics i ministres xinesos van arribar a Àfrica amb propostes de negocis i tractes, que ràpidament es van acceptar. En aquell moment, Xina era vista com un país desenvolupat i amb molt poder, i els dirigents africans confiaven que el continent milloraria si pactaven amb els xinesos. Fins llavors, el continent africà no havia estat mai una prioritat en un món on semblava que Estats Units era la major potència mundial i els EUA només parlaven d’Àfrica quan es tractava de l’extracció d’hidrocarburs, minerals o metalls, però no es tenia en compte en temes geopolítics. Per tant, a l’hora de donar resposta a si l’arribada de Xina va ser una cosa bona per Àfrica o no, l’autor argumenta que, quan les opcions son tenir alguna cosa o no tenir res, la resposta és òbvia. Pel que respecta a Rússia, el seu interès en Àfrica es basa, més que en raons econòmiques, en buscar un règim de seguretat que passa per controlar líders autoritaris i corruptes i per negocis il·legals. Per exemple, arran d’unes filtracions del servei d’intel·ligència d’Estats Units, el Washington Post ha publicat que el Grup Wagner està involucrat en un complot per enderrocar el govern del Txad, que durant dècades havia estat un aliat de França i dels Estats Units, i que ara corre el risc de bascular en l’òrbita russa. En darrer terme, French considera que per frenar la influència xinesa i russa al continent, és absolutament necessari millorar els estàndards democràtics i donar un suport decidit al desenvolupament econòmic del continent africà. 

Alex Vatanka Russia and Iran Have High Hopes for Each Other

Eludir les sancions occidentals ha estat el principal factor que ha reforçat els vincles econòmics entre Rússia i l’Iran. Els objectius inclouen facilitar el comerç bilateral, accelerar la finalització del Corredor Internacional de Transport Nord-Sud (INSTC) i enllaçar els sistemes bancaris d’ambdós països per facilitar les transaccions financeres. Però hi ha reptes més profunds per a les relacions econòmiques entre Iran i Rússia. Tots dos països necessiten finançament i tecnologia per a les seves indústries de gas i petroli, sectors en els quals són rivals. Aquesta rivalitat és especialment preocupant per a l’Iran, ateses les seves expectatives incomplertes d’inversió de la Xina. Des de fa dues dècades, Teheran ha estat pressionant per convertir-se en un major centre regional per als intercanvis est-oest i el transbordament nord-sud. Aquesta ambició ha motivat els plans per construir les carreteres, desenvolupar el sistema ferroviari, els ports i la xarxa de gasoductes de petroli i gas posats a disposició dels estats veïns que busquen les millors opcions de transport per arribar als mercats. Com a mínim, des de mitjans de la dècada de 1990, l’oposició dels EUA a aquests esforços ha frustrat aquestes esperances, però la guerra a Ucraïna —i el nou estatus de paria de Moscou— ha fet que els planificadors econòmics russos considerin amb més interès les ambicions de l’Iran per convertir-se en un centre comercial regional. Els principals clients de cereals de Rússia són Algèria, Egipte, Iran, Israel, Líbia, Pakistan, Aràbia Saudita, Sudan i Turquia; i el subministrament els ha d’arribar a través de l’estret del Bòsfor, controlat pels turcs. L’estret es troba tècnicament en territori de l’OTAN, i Moscou es preocupa que l’aliança pugui limitar-hi l’accés. Turquia ja ha prohibit als vaixells de guerra russos l’accés al mar Egeu des del mar Negre. Si l’ús de l’estret del Bòsfor esdevé massa arriscat, l’Iran podria permetre a Rússia arribar a molts d’aquests mercats amb més eficàcia, mitjançant enllaços ferroviaris. L’Iran també té la intenció d’utilitzar l’INSTC per exportar els seus productes agrícoles al mercat rus, on podrien competir amb els productes agrícoles turcs. Per tant, l’INSTC es presenta com una proposta de win-win per ambdues parts.

Christian Oliver Onions and prayer rugs: Turkey approaches its decisive battle for democracy

Vint anys després és fàcil oblidar que el president turc Recep Tayyip Erdogan va ser aclamat com el model de «demòcrata musulmà» que podria servir de model per a tot el món islàmic. A principis de la dècada del 2000, es van dipositar moltes esperances en aquest l’home carismàtic del barri obrer d’Istanbul de Kasımpaşa que prometia alguna cosa nova: finalment apareixia un polític que podia equilibrar l’islamisme, la democràcia parlamentària, el benestar progressista, l’adhesió a l’OTAN i les reformes orientades a la UE. Ara aquest optimisme s’ha esvaït mentre Turquia s’enfronta a unes eleccions complicades, marcades pel debat sobre la centralització de poders sota un líder cada cop més autoritari i divisor. Els principals opositors estan a la presó, els mitjans de comunicació i el poder judicial estan en gran part sota el control d’Erdogan que ara governa 85 milions de ciutadans des d’un monumental complex presidencial de 1.150 sales. El bloc de sis partits de l’oposició es compromet a fer front al sistema presidencial totpoderós que Erdogan va introduir el 2017 i a crear un nou tipus de democràcia parlamentària pluralista. Kemal Kılıçdaroğlu, el líder de l’oposició que desafia Erdoğan descriu la restauració de la democràcia turca com el «primer pilar» de la carrera electoral i afirma que vol acabar amb el poder de veto efectiu del president, garantir una presidència no partidista i imposar un límit d’un mandat. El Parlament es veuria reforçat amb mesures que van des d’un llindar més baix perquè un partit pugui entrar a l’assemblea fins a un major ús d’experts independents en les comissions. En marcat contrast amb la imatge d’Erdoğan com a dirigent totpoderós, Kılıçdaroğlu es presenta a si mateix com la construcció de consens i es definwix com l’antídot pluralista a la política polaritzadora d’Erdoğan. Això no obstant i atesa la deriva autoritària del president turc s’especula sobre fins a quin punt les eleccions seran justes i si Erdogan pot manipular-les. De fet, el ministre de l’Interior, Süleyman Soylu, ja ha descrit les eleccions del 14 de maig com un intent de «cop d’estat polític» per part d’Occident. Amb tots els recursos de l’estat i mitjans de comunicació a la seva disposició, el president pot tenir una influència desproporcionada sobre els resultats. Les enquestes indiquen que la competició està molt igualada, el que significa que probablement hi haurà una segona volta el 28 de maig.

Shlomo Ben Ami Israel es cada vez más la Sudáfrica del apartheid

En aquesta entrevista, Shlomo Ben Ami, exministre d’Exteriors israelià, reivindica la importància dels acords de Camp David, l’any 2000, perquè va ser la primera vegada que les parts van intentar arribar a una solució definitiva, total. Es van confrontar per primera vegada amb el que es va resultar ser el preu insuportable de la pau. Desgraciadament, després de Camp David arriba la intifada, que destrueix gairebé definitivament la confiança de les parts, i fa girar l’opinió pública d’Israel a la dreta. Aquí va morir la pau i avui Israel és un país de dretes. Ningú ja pensa realment en com fer la pau. Pensen com sobreviure, com gestionar el conflicte més que com resoldre’l. I s’obre la perspectiva, cataclísmica, de la solució d’un Estat, encara que continuar parlant de dos estats, com fan els països europeus, només és repetir un clixé buit. Ben Ami planteja dues alternatives. La primera ja l’estem veient. Hi ha una realitat d’un Estat dominat per una raça superior que és la mongeta, on els palestins no hi tenen cap dret. Un apartheid que estem vivint i que viurem de manera molt més intensa com més passi el temps, perquè la població serà més majoritàriament àrab. Israel cada cop s’assemblarà més a la Sud-àfrica de l’apartheid, però sense solució sud-africana. No hi ha cap escenari possible que la minoria jueva en algun moment ofereixi el poder a la majoria àrab. Tampoc veu viable un Israel en què ciutadans jueus i àrabs siguin iguals, ja que el que turcs i grecs no han pogut a Xipre ni el que no va aconseguir Iugoslàvia tampoc no ho pot aconseguir Israel, amb dos nacionalismes tan divergents i egocèntrics. Ben Ami proposa una confederació jordano-palestina. A la conferència de Madrid (1991), no hi havia delegació palestina, estaven representats en una delegació jordano-palestina. Això significava que la solució seria jordà-palestina, una confederació molt més natural que la israeliana-palestina. Natural en termes de religió, nivells de desenvolupament, mentalitat col·lectiva, història comuna. La solució estrictament palestina ha fracassat. És el moment d’explorar la solució jordano-palestina, i si això no funciona cal fer una retirada unilateral. Si no, anem al suïcidi de l’Estat jueu, un harakiri en tota regla, perquè això mai no va ser la idea dels pares fundadors d’Israel. També apunta al problema Estat-religió que segons ell és la qüestió central de la crisi actual, perquè el que ha fet Netanyahu amb aquesta reforma judicial ha estat obrir la caixa de Pandora. Ja no és només el tema de la justícia. Aquesta coalició de govern està formada per religiosos nacionalistes dels territoris ocupats i per religiosos ortodoxos. Els ortodoxos no van al servei militar, una gran part no treballen i viuen de subvencions de l’Estat. I això la majoria dels liberals estan disposats a suportar-ho. El que no estan disposats a suportar és que vulguin canviar l’espai públic on viu l’Israel liberal.

Jasmin Mujanović How Biden Lost the Balkans

Una de les conseqüències esperades de la guerra a Ucraïna era que el conflicte suposaria la fi de les bones relacions de les democràcies amb els règims autoritaris. Però això no ha passat, ja que Estats Units i la Unió Europea, per exemple, han reforçat els vincles amb l’autocràtic president de Sèrbia. Així, l’ambaixador nord-americà a Sèrbia ha acusat el govern de Kosovo de no respectar l’Acord de Brussel·les del 2013, però no ha esmentat la negativa de Sèrbia de complir algunes de les clàusules. El president del país també va negar-se a signar l’Acord d’Ohrid que buscava la millora de la relació entre Kosovo i Sèrbia. D’altra banda, Estats Units i Sèrbia son partidaris d’una coalició de partits nacionalistes i religiosos a Montenegro, on està previst que el candidat proeuropeu Jakov Milatovic guanyi les properes eleccions parlamentàries. Els Estats Units reconeix que la situació als Balcans Occidentals és insostenible, però no dubta a comptar amb Belgrad per a aconseguir els seus propis interessos perquè el govern de Sèrbia és vist com més sòlid i unitari, contràriament als dels seus països veïns, com Montenegro, Kosovo i Bòsnia. En aquests context, Joe Biden considera que la pau als Balcans requereix prioritzar els interessos dels governs més forts de la regió. En darrer terme doncs, els Estats Units i, en concret, el govern presidit per Joe Biden poden alienar-se el suport de petites nacions dels Balcans Occidentals a causa d’una política que prioritza l’estabilitat per damunt de tot. 

Ruth Ferrero-Turrión La guerra se decidirá, pero no ahora: de la situación sobre el terreno a las propuestas de paz

L’últim mes són poques les notícies que arriben des del front batalla que aportin novetats substantives sobre el que hi passa. De moment, assistim a una tensa espera on les parts s’observen i testen les seves capacitats bèl·liques respectives. Sens dubte la batalla que es lliurarà durant els propers mesos serà dura i de la seva evolució dependrà també la posterior evolució d’aquesta guerra, així ho constaten diversos experts i així ho confirmen els papers del Pentàgon filtrades a través de Discord. En aquest context Ferrero destaca que més enllà del front s’han començat a veure alguns moviments que apunten cap a un espai més gran per al diàleg i una potencial aposta per una distensió més gran entre les parts de la mà d’alguns actors, el Brasil i la Xina, però també el Papa Francesc o Turquia que intenten començar a estendre els ponts que a mitjà termini permetin poder asseure les parts en una taula de negociació política. Lula ha proposat la creació d’una mena de G20 per la pau a Ucraïna que aposti per una solució política del conflicte a través de la promoció del diàleg entre les parts amb l’objectiu de reduir la tensió i començar a establir les bases d’una taula futura de negociació que porti eventualment a la pau. Reivindica així Lula un paper central en l’àmbit internacional amb la intenció de situar el Brasil en un actor essencial en un ordre internacional que s’haurà d’adaptar forçosament a una geopolítica diferent de la del 1945. I a més ho fa sobre la idea d’una política exterior que és autònoma i és pragmàtica però que aposta pel multilateralisme, l’equitat, la sostenibilitat i la cooperació, i que defensa el dret internacional, incloent-hi la condemna de l’ocupació unilateral dels territoris ucraïnesos. La interlocució amb Moscou i Kíev està oberta i cap no ha qüestionat el seu potencial paper mediador. Per la seva banda, Xi amb la seva proposta política de 12 punts, la seva aliança amb Rússia, i amb el seu nou paper internacional com a facilitador de diàleg, com ha demostrat a l’Orient Mitjà, almenys obre canals que potser poden servir a mitjà termini per a una potencial negociació entre les parts. També el Papa Francesc ha continuat insistint en la necessitat d’assolir un pla d’almenys un alto el foc. Fins i tot els EUA estan preparant un pla de negociació per si la contraofensiva ucraïnesa no prospera. Des d’Europa encara no n’hem sentit res. Sembla que, encara que totes aquestes apostes pel diàleg són, sens dubte, un primer pas per assolir la fi de la guerra, tot apunta que encara caldrà esperar per poder veure algun tipus d’avenç en direcció a la pau. Convé, en aquest sentit, no ser ingenu. Per poder convèncer les parts a seure a negociar, tots dos han de tenir un incentiu per fer-ho, i aquest incentiu ens porta, de nou al camp de batalla. En aquestes circumstàncies, no hi haurà clars perdedors, ni clars guanyadors, i, per tant, serà impossible assolir els objectius màxims de cadascuna de les parts, així que caldrà negociar. I quan arribi aquest moment, és important tenir un pla i per elaborar aquest pla és imprescindible començar a pensar-ho ja, sobretot tenint en compte que cap guerra no s’ha resolt amb el primer ni el segon pla de pau de proposat.

Isaac Chotiner Why Russian Élites Think Putin’s War Is Doomed to Fail

L’article afirma que es tendeix massa sovint a equiparar el règim de Putin amb el mateix Putin. Sovint se sent que si Putin desapareix, el seu règim caurà. Tanmateix, l’autor adverteix contra aquesta suposició, ja que el règim pot resultar més resistent, prolongat i potencialment radical que el mateix Putin. Depèn de les circumstàncies de la sortida de Putin, però el seu règim pot sobreviure-li. Això no es deu només a raons naturals relacionades amb l’edat i la salut, sinó també per la manera com la guerra ha canviat dràsticament la situació interna a Rússia. Putin, que abans es mostrava com un líder fort amb un pla, una visió i recursos clars per assegurar l’estabilitat de l’estat, ara sembla mal informat, ple de dubtes, hesitant. No està proporcionant una estratègia tranquil·litzadora sobre com Rússia sortirà d’aquesta crisi. Si Putin hagués conquerit Ucraïna en els primers mesos de la guerra, ningú no faria preguntes. Però no només ha fracassat, sinó que ha creat una crisi sense sortida clara. La manera com interactua amb les elits i tracta les derrotes militars alimenta la incertesa i l’ansietat sobre el futur de Rússia. Putin s’està tornant massa imprevisible per als grups progressistes que consideren que l’impacte de les sancions condicionarà el desenvolupament tecnològic i científic de Rússia, a la vegada que resulta ara massa suau per a aquells que entenen que Rússia ha d’optar per la mobilització total (militar i econòmica) i desfermar totes les seves forces sobre Ucraïna. A més, dins d’aquest últim segment, hi ha una part creixent que creu que ja és massa tard, que Rússia hauria d’aturar la guerra per llançar reformes internes radicals amb purgues totals de l’elit, redistribució de la propietat i la imposició de la ideologia estatal, per poder reprendre posteriorment la guerra en millors condicions. Putin sembla ignorar tot això i si no reprèn la iniciativa, i tot indica que no ho farà perquè la situació no li sembla tan dolenta, la propera crisi que afronti el règim li pot costar molt car, ja que les faccions rivals estan lluitant pel poder mentre el país navega per una crisi sense una sortida clara.

Pablo Gandolfo Sudamérica en la fractura del mundo

L’autor argumenta que davant de l’afebliment progressiu de la seva hegemonia mundial els Estats Units han inaugurat una nova fase en la seva projecció geoestratègica, la fractura del globus per contenir la Xina. Equival a reconèixer que en una fracció del món, els Estats Units no seran hegemònics, i la Xina i els seus aliats tindran la seva part. Aquesta estratègia té dos espais on l’obseqüència ha de ser total: Europa i Amèrica Llatina. A Europa, tot marxava segons el que havia planejat, la guerra a Ucraïna va obrar com a força centrípeta, l’OTAN es mostra revigoritzada, les burgesies europees no es van desalinear tot i que el capital nord-americà utilitza el conflicte per guanyar competitivitat, i la possibilitat que aquesta marxa es trenqui no passa per les elits sinó per la reacció dels pobles, a mesura que les burgesies traslladen la factura cap a les classes treballadores. A l’Amèrica Llatina, l’imperatiu geoestratègic nord-americà encara no s’expressa amb la claredat que ho fa a l’altra banda de l’Atlàntic, però ja clareja a l’horitzó. Al subcontinent les peces decisives són Brasil i Argentina, ja que Amèrica central no té força per marcar el rumb, i el marge de maniobra de Mèxic, atès els vincles de dependència respecte a l’economia nord-americana, són limitats. Gandolfo adverteix que si la dinàmica no es modifica radicalment, Amèrica del Sud pagarà molt car les seves debilitats expressades fa deu anys, quan no va poder constituir una forta unitat al voltant de la Unió de Nacions Sud-americanes (Unasur) —que avui intenta ressuscitar— que permetés blindar el subcontinent. Una dècada més tard, la regió assisteix com un espectador privilegiat, sense veu ni vot, a la planificació al seu propi territori del xoc per la reconfiguració del món.

Catalunya, España, Europa

Georges-Henri Soutou L’Europe, puissance du milieu

L’autor afirma que si no volem que el continent es converteixi en un simple terreny de joc en el marc de la competència entre potències estrangeres, Europa ha de desenvolupar aliances ambicioses i convertir-se en un tercer pol mundial. Actualment, la Unió Europea viu dos grans problemes alhora: l’agressió russa a Ucraïna i l’empitjorament de la rivalitat entre Washington i Pequín. El primer factor suposa el retorn de la guerra a Europa per primera vegada des de 1945, amb un potencial considerable d’escalada; el segon compromet els interessos i les posicions europees a la zona Àsia-Pacífic. Mentre que Europa es troba en una posició de feblesa, pels seus problemes econòmics i pel cost de les seves diferents transicions –climàtiques, demogràfiques, etc. — i la manca d’un veritable òrgan de decisió politico-estratègica i dels mitjans de poder corresponents, ara se li demana que arrisqui a comprometre el seu comerç amb la Xina: el 2022 aquesta era el major proveïdor d’Alemanya, amb un volum de 191.000 milions d’euros, i el seu quart client, per 107.000 milions. D’altra banda, l’autor subratlla que la crisi ha arribat per quedar-se: una derrota de Rússia està lluny de ser certa, no es pot descartar la seva victòria sobre el terreny i, en tot cas, l’arribada a Moscou d’un poder més obert al diàleg amb Occident és, de moment, un somni. Per tant, els europeus han de preparar-se per a un enfrontament important i a llarg termini. Soutou aposta per organitzar un autèntic pilar europeu dins de l’Aliança Atlàntica, o fins i tot a convertir Europa en un tercer pol mundial. Això li donaria un veritable paper internacional, augmentaria la força dissuasiva global d’Occident amb l’ajuda dels Estats Units però alhora significaria no aturar-se en una sèrie d’enfrontaments que Occident podria perdre, des de l’Orient Mitjà fins a Àfrica i no perdre l’oportunitat de crear una autèntica personalitat europea. En particular, Europa no té cap interès a enfrontar-se tant a Rússia com a la Xina, ni a mantenir la posició contra Rússia mentre els Estats Units concentren les seves energies contra la Xina. Això implicaria, per descomptat, un esforç considerable: Europa hauria de disposar d’una política d’armament, de mitjans propis d’intel·ligència i d’avaluació, suficient independència energètica, tècnica i econòmica —sense arribar a buscar una autarquia il·lusòria— i organismes de pensament estratègic autònoms.

Esther Lynch et al. Europe needs a social compass

Europa està experimentant múltiples transicions. Perquè aquestes tinguin èxit, els autors consideren que el diàleg social serà essencial per generar consens, ja que la crisi actual no és merament conjuntural. Afirmen que estem atrapats enmig d’una crisi estructural complexa, resultat de la incapacitat d’Europa per fer front d’una manera socialment sensible a una sèrie de transformacions inevitables. S’albiren quatre transicions molt importants que s’analitzen al número de 2023 de Benchmarking Working Europe, la publicació de la Confederació Sindical Europea i de l’Institut Sindical Europeu: la transició verda; la transició tecnològica i digital; la transició geopolítica i la remodelació global de les cadenes de subministrament; i la transició en la política macroeconòmica. Però els autors argumenten que falta una cinquena transició que consideren fonamental: la transició social. És impensable esperar que les societats naveguin per aquestes quatre transicions sense una brúixola que ens recordi constantment quina ha de ser la destinació d’aquest viatge: un futur socialment i ambientalment sostenible, on ja no esperem que els humans i els recursos terrestres finits estiguin al servei d’un sistema econòmic, sinó que s’atenguin les necessitats humanes dins dels límits planetaris. Perquè totes les altres transicions tinguin èxit, la transició social també ha de ser democràtica. Cadascun presenta avantatges importants i hauria de ser objecte de deliberació democràtica i és per això que el diàleg social, la negociació col·lectiva i la democràcia industrial en general han de ser centrals en aquest projecte transformador. Aquesta no és una reivindicació impulsada ideològicament. Més aviat, seria del tot irreal pensar que les noves regles que regiran l’economia, el desplegament de noves tecnologies, les estructures i els canvis fonamentals dels nostres sistemes de producció i l’ús dels recursos mundans es podrien acordar de manera justa i sostenible sense un acord continu, un debat democràtic multinivell i policèntric que concedeixi un lloc rellevant als treballadors i als seus representants.

Revue Conflits Le Traité du Quirinal: un texte pour renforcer l’autonomie stratégique européenne

Quan es va signar el Tractat del Quirinal el novembre de 2021 després de tres anys i nou mesos de complicada gestació, l’enfortiment de la cooperació entre París i Roma era, de facto, només una perspectiva llunyana. Ara, amb l’aturada del motor francoalemany, aquesta cooperació París/Roma s’està convertint en estratègica per al futur d’Europa. En context de necessari reequilibri geopolític degut als nombrosos impactes de la guerra a Ucraïna, l’autor considera que és necessària una certa meridionalització i reestimulació llatina del projecte europeu i en aquest sentit la propera presidència espanyola del Consell Europeu de la UE, a partir del proper 1 de juliol, podria ser-ne un cert accelerador. L’article assenyala que es tractaria d’una bona oportunitat de reunir i donar fruits, tant el Tractat del Quirinal, que uneix París i Roma, com el Tractat de Barcelona, ​​que uneix París i Madrid, des de la seva signatura el 19 de gener. Això es traduiria en una evident convergència diplomàtica, militar i cultural, que permetria recordar els fonaments llatins tant de la UE com de l’OTAN, ja que és a l’àrea mediterrània i, simultàniament, al mar Negre, on es troba bona part del sistema militar euroatlàntic, amb els seus 3,2 milions de soldats, inclosos 300.000 com a part del sistema d’alerta primerenca, els seus 9.800 tancs, 6.100 avions i 140 vaixells i submarins de superfície disponibles al Mediterrani. També destaca que a més, Itàlia i França reconeixen la importància vital del Mediterrani per a la seguretat i els interessos comuns, ja que la regió es veu afectada per la majoria de problemes geopolítics internacionals: la intensificació de la competència estratègica, la llibertat de navegació i el risc de conflictes d’alta intensitat podrien posar en perill les rutes comercials, els subministraments energètics i les principals vies de comunicació.

Wolfgang Münchau ¿Resistirá el centro en Europa?

La política que fuig dels extrems no està fent front a la causa de la pèrdua de suport: l’addicció a les solucions a curt termini. Els partits polítics de centre han passat problemes a molts llocs d’Europa. França n’és l’exemple més interessant perquè és l’únic país que va intentar reinventar el terreny polític intermedi a través del centrisme radical de Macron. Allò va venir i se’n va anar. La desfeta de la reforma de les pensions ha tornat a consolidar les forces de l’esquerra i de la dreta, però en particular Marine Le Pen. Itàlia va triar l’any passat una primera ministra d’extrema dreta. A Espanya, les forces radicals operen més insidiosament: l’extrema esquerra i l’extrema dreta han format aliances amb els partits centristes i els han empès a posicions més radicals. El centre encara resisteix a Alemanya, però també s’ha afeblit després de la pandèmia, la guerra i la inflació. Tot això obliga a preguntar-se per què està passant a tants països alhora. Münchau considera que això és degut al fet que el teixit social que sostenia el centre s’ha desfet. En part, l’explicació és econòmica però no es pot reduir a una sèrie de xifres. A l’Europa de postguerra, la indústria proporcionava ocupació per a tota la vida, pensions garantides i estructures socials estables. Les instal·lacions industrials estaven envoltades de barris en expansió. La gent tenia arrelament a les seves comunitats. El declivi del centre i la desindustrialització estan estretament relacionats. El suport al Brexit va assolir el seu màxim a les ciutats industrials del nord d’Anglaterra que abans formaven part del Rust Belt del Regne Unit. A Alemanya, els dos partits que més van apostar per la societat industrial van ser el SPD i la CDU/CSU. A les eleccions de 1998, el seu percentatge de vot conjunt va ser del 77%; el 2021 havia baixat a una mica menys del 50%. Actualment, a França i a Itàlia el nombre de votants que donen suport a forces polítiques radicals de dretes o d’esquerres és més gran que el dels que voten els partits centristes tradicionals. És reversible el declivi del centre? En teoria, sí. A la pràctica, no preveig que passi, perquè el centre no està fent front a les causes de la seva pèrdua de suport: l’addicció a les solucions a curt termini. És així com hem arribat a la relaxació quantitativa, l’austeritat fiscal, els tancaments i les sancions econòmiques, tot això amb conseqüències enormes i imprevisibles a la llarga. El que sembla correcte a curt termini poques vegades ho és a llarg termini. Des de la perspectiva de totes aquestes polítiques, ja estem vivint a llarg termini.

Clive Irving Behind the façade: The uncertain future of King Charles

Amb motiu de la seva coronació, l’autor de l’article analitza els reptes als quals s’ha d’enfrontar el rei Carles III que està mirant de revaloritzar la institució que dirigeix. Al mateix temps, s’enfronta a un futur en el qual el seu regnat podria esfondrar-se. Ara que la Gran Bretanya ha estat disminuïda pel Brexit, la monarquia necessita una nova visió i amb ella, un alt grau de competència. Però si els polítics professionals tenen una gran latitud sobre on trobar aquestes qualitats de lideratge, la monarquia no.  No és només una qüestió de com un rei pot adaptar-se al canvi, o quines són les habilitats de la reialesa. Un rei i els principals membres de la família tenen una llibertat d’actuació molt limitada. Externament, el govern decideix on van a l’estranger i què poden dir. Internament, són guiats per cortesans que sovint són mandarins de Whitehall. Els reptes que Carles III té al davant alhora que intenta redefinir-se, la monarquia i la seva relació amb el país, són enormes. Fins i tot si Carles III es revelés com un reformador radical, la perspectiva de canviar aquesta institució d’una manera significativa implicaria desfer un estatus quo establert per la seva mare. La reina va créixer creient que la grandària de la família reial, juntament amb tots els seus empleats, era una part permanent i necessària del prestigi de la corona. Ara, els contorns d’una institució alleugerida han de ser dibuixats per un rei que encara no ha fet les seves proves, en un moment en què les dimensions de l’aparell reial mai no han estat tan qüestionades. Això no és només un problema per a la família i el govern. Forma part del que el mateix país ha de decidir sobre el seu caràcter futur, especialment el que està disposat a pagar per la seva monarquia.

Raphael Minder & Laura Pitel Poland and Germany: the feud at the heart of Europe

Occident està intentant presentar un front únic contra Putin però això es veu soscavat per les tensions entre Varsòvia i Berlín. Alemanya forma part dels esforços de l’OTAN per reforçar el seu flanc oriental i ajudar Ucraïna a lluitar contra Rússia, però la seva presència també està posant a prova una relació germano-polonesa que molts consideren que està en el seu pitjor moment des de la caiguda del mur de Berlín, en un moment on la relació germano-polonesa és crucial no només per a ambdós països, sinó també per a tot el continent. Polònia ha condemnat Alemanya per la seva lentitud a lliurar ajuda militar a Ucraïna mentre que els funcionaris alemanys repliquen que ara el seu país és el tercer proveïdor mundial d’armes a Ucraïna. Paral·lelament, el govern polonès ha llançat una campanya legal d’alt perfil contra Alemanya per obtenir reparacions de guerra i ha acusat Berlín d’exercir un control excessiu sobre les institucions de la UE. A Varsòvia, alguns polítics de l’oposició es preocupen que l’impuls anti-alemany del seu govern pugui posar en perill les perspectives a llarg termini de Polònia, especialment pel que fa a liderar la reconstrucció d’Ucraïna després de la guerra i ajudar el país a unir-se a la UE. A més, Varsòvia també manté un enfrontament amb Brussel·les pel desemborsament de milers de milions del fons de recuperació de la pandèmia, que han estat retinguts per la Comissió Europea, ja que acusa PiS de nomenar als tribunals polonesos jutges amics i de desafiar l’estat de dret. Si Polònia vol tenir un paper de lideratge en la següent fase del desenvolupament d’Europa, ha de millorar la seva relació tant amb Brussel·les com amb Berlín. D’altra banda, si alguna cosa pot començar a refer els vincles entre els dos països, podria ser la seva dependència econòmica mútua. Alemanya segueix sent el principal soci comercial de Polònia i el seu comerç bilateral va créixer un 14% l’any passat. Les sancions contra Rússia i les preocupacions occidentals per dependre de la Xina com a proveïdor també podrien augmentar els llaços econòmics entre els dos veïns. En darrer terme, es confia que el procés de remodelació de les cadenes de valor globals enforteixi la relació comercial entre Polònia i Alemanya a mesura que augmenti la importància de Polònia com a base alternativa de proveïdors per a Alemanya.

Democracia, diversidad y cultura

Eleanor Brooks & Israel Butler Defending democracy requires a free civil society

Els autors expressen la seva preocupació respecte dels plans de transparència de la Comissió Europea després que Úrsula von der Leyen fes pública la iniciativa The Defense of Democracy Package centrada en les restriccions d’informació i de registre pera  les organitzacions de la societat civil (CSO) si reben finançament de donants de tercers països. Les CSO són vitals per la defensa de la democràcia perquè representen i donen veu a les qüestions d’interès públic. D’aquí que considerin que aquest nou paquet de normes és perillós perquè assumeix que aquestes organitzacions són alimentades per governs estrangers, la qual cosa dificulta complir amb les seves funcions diàries. També afirmen que limitar les organitzacions ciutadanes i el seu finançament és una arma legitimada per la UE per travar els defensors dels drets humans, la transparència, la justícia social, la igualtat i la protecció mediambiental. Si bé és cert que les fundacions més grans tindran més capacitat per evitar ser dissuadides a fer donacions, els que carregaran amb tot el pes seran els donants a menor escala si les seves contribucions arriben a fer-se públiques. Altrament, aquest nou paquet de mesures parla «d’activitats de lobby» d’una manera massa amplia i vague, permetent la incorporació d’organitzacions i esdeveniments de qualsevol tipus. De fet, els autors consideren que aquestes recomanacions són molt més amples que les recollides a la Comissió de Venècia del Consell d’Europa on només es fa referència a una categoria més reduïda d’activitats dels grups d’interès. En darrer terme, els autores adverteixen que l’aprovació d’aquest nou paquet de mesures amenaça el funcionament de les CSO, organitzacions que alimenten la democràcia, facilitant a la ciutadania un canal mitjançant el qual sentir-se partícip dels processos de decisió que afecten el dia a dia. Les CSO s’enfronten doncs a un entorn cada vegada més hostil on han de fer front a les normes promogudes per les agendes regressives dels governs. Per tant, conclouen que la Comissió hauria de treballar a contrarestar eficaçment l’amenaça d’interferència estrangera, en comptes d’atacar a les organitzacions que enriqueixen la qualitat democràtica dels països.

Oliver Holes Media freedom in dire state in record number of countries

Reporters Sense Fronteres (RSF) acaba de publicar el seu informe anual sobre la llibertat de premsa i Espanya que se situava l’any 2022 en la posició número 32 de la llista (amb 76,71 punts), enguany se situa en el número 36 (amb 79,56 punts). L’enquesta avalua la situació dels mitjans de 180 països, on s’analitza la capacitat dels periodistes per publicar notícies que siguin d’interès públic sense rebre amenaces per la seva pròpia seguretat. En línies generals, RSF ha apuntat que la polarització política es reflecteix en els mitjans de comunicació, que difuminen perillosament la línia entre informació i opinió, alimentant així una tendència a denigrar el periodisme. L’informe assenyala que la llibertat dels mitjans de comunicació està en una situació molt greu en un nombre rècord de països i adverteix que la desinformació, la propaganda i la Intel·ligència Artificial suposen una amenaça creixent per al periodisme. També revela que hi ha 31 països —una situació sense precedents— que estan en una situació molt greu davant dels 21 que hi havia fa només dos anys. Segons RSF, l’auge de l’agressivitat dels governs autocràtics, i alguns de presumptament democràtics, sumat a les campanyes massives de desinformació o propaganda ha provocat que la situació mantingui una tendència l’empitjorament.  Tanmateix, l’entorn del periodisme es considera dolent en set de cada 10 països, en canvi, és satisfactori només a 3 de cada 10. A més, també destaca que els avenços tecnològics serveixen perquè els governs i els dirigents polítics distorsionin més fàcilment la realitat, així com la capacitat de publicar contingut fals, més fàcil de publicar que mai. Així doncs, l’informe destaca que la diferència s’està difuminant entre veritat i mentida, real i artificial, fets i opinions, posant en perill el dret a la informació.

Etienne Balibar La fuente permanente de la vida democrática es su elemento insurreccional

En aquesta entrevista amb el filòsof marxista Étienne Balibar es discuteixen aspectes estratègics, de composició social i política, de pràctiques i de valors dels moviments de protesta a França, fonamentalment del moviment contra la reforma de les pensions i el moviment Soulèvements de la terre contra la devastació dels ecosistemes rurals. Balibar argumenta que és important refundar la pràctica democràtica en contacte amb lluites i amb elements forts d’autogestió a nivell local. No rebutja el terme democràcia, ans al contrari, considera que l’arrel permanent, la font permanent de la vida democràtica és precisament el seu element insurreccional, és a dir, el rebuig de l’ordre existent, dominant i desigual. Paral·lelament, afirma que és important que a les vagues actuals a França contra la prolongació de l’edat de jubilació no només hi hagi hagut desesperació, així com que no es tracti únicament de lluites defensives. Aquests moviments també aporten una dimensió constructiva, un element d’esperança i d’imaginació per al futur. No es tracta només de defensar conquestes, per fonamental que sigui la defensa d’aquests èxits. Cada cop és més present la doble idea que la societat es pot organitzar d’una altra manera i que, d’altra banda, les persones de baix tenen una capacitat real de fer que la societat funcioni de manera diferent. Afirma que en aquest sentit la COVID-19 ha estat una experiència molt interessant. Tant als hospitals com a les escoles o als instituts, tot s’hauria esfondrat, res no hauria pogut funcionar si el col·lectiu del personal dels hospitals o el dels professors no hagués compensat les contradiccions i el desordre provocats per les instruccions que venien de la administració central. Així, el poble ha experimentat una capacitat col·lectiva d’organització i de govern, i sap que aquest poder tecnocràtic neoliberal que pretén governar-ho tot provoca en realitat desordres per tot arreu. Per descomptat, cal plantejar-se la qüestió de si no hi ha una estratègia perversa i totalment deliberada per desorganitzar els grans serveis públics per tal d’afavorir-ne la privatització, és a dir, d’instaurar sistemes de serveis bàsics totalment privats i organitzats d’acord amb les classes, un sistema amb els rics o ultrarrics amb escoles privades, hospitals privats, clíniques privades, pensions de capitalització, etc., d’una banda, i el poble pla amb serveis degradats, de l’altra.

Josep Ramoneda La regresión democrática

Part de les dretes europees pugen al carro de les limitacions de drets i de la tolerància amb espais d’impunitat amplis. Per això resulta inquietant la tendència a no voler veure allò que ja és evident: que el vent reaccionari bufa fort i que l’autoritarisme postdemocràtic que és la principal amenaça a la democràcia liberal circula per Europa. Està de moda el discurs que llença crítiques simètriques a tots els bàndols de l’espai polític, acusant-los de buscar la confrontació en comptes d’acords d’interès general que resolguin els problemes. És un discurs benintencionat, que es resisteix a veure la realitat i constatar una cosa cada cop més evident: que la democràcia destorba sectors poderosos en el pas del capitalisme industrial al financer i global. I que cal defensar els drets dels ciutadans davant d’un corrent que creu que hi ha temes que no s’haurien de sotmetre ni tan sols a la votació parlamentària, perquè l’excés de drets dificulta el funcionament del sistema. Giorgia Meloni, fidel a la causa, va aprofitar el Primer de Maig per liquidar per decret un salari mínim de subsistència a Itàlia. I a França, Emmanuel Macron ha imposat per decret la llei de pensions, per falta de majoria a l’Assemblea Nacional. En democràcia, la ciutadania hauria de tenir motius per confiar en els que governen o aspiren a fer-ho, per alguna cosa se suposa que ens representen. I, tot i això, part de les dretes europees pugen al carro de les limitacions de drets i de la tolerància amb amplis espais d’impunitat. Ramoneda conclou que cal protegir-se del vendaval, buscant majories capaces de resistir, abans que el mal estigui fet i que la por decanti una part de la ciutadania del costat de l’autoritarisme postdemocràtic.

Economía, bienestar e igualdad

Susanne Wixforth & Kaoutar Haddouti Price and profit curbs—or how really to fight inflation

En aquest article les autores argumenten que part de la culpa de l’escalada actual de la inflació també es deu a política monetària dels bancs centrals que anuncien setmanalment la perspectiva de noves pujades del tipus d’interès. Des del juliol de 2022, el tipus d’interès ha pujat sis vegades, mentre que la inflació a la UE continua sent tres vegades més elevada que l’objectiu del 2% calculat pel BCE. El problema és que el BCE continua assegurant que el tipus d’interès té posicions sòlides de capital i liquiditat. No obstant això, el panorama que es dibuixa està marcat fortament per nous augments del deute públic, amb l’augment dels interessos amb nous préstecs a la mateixa vegada que el preu dels bons emesos s’està ensorrant. Si bé la pujada del tipus d’interès frena la inflació i genera preus més baixos i estables, l’augment de l’atur podria comportar una pujada del cost del tipus d’interès del crèdit i empitjorar els nivells de benestar general. D’altra banda, les dificultats de la cadena de subministrament i escassetat sectorial d’energia i productes agrícoles ocasionades per la pandèmia i la guerra a Ucraïna, els marges de beneficis corporatius i els alts preus de l’energia són els factors que també contribueixen a alimentar l’espiral de la inflació. En aquest context, les autores argumenten que la política monetària del BCE hauria de seguir un camí més equilibrat i innovador, tot i que matisen que el BCE no compta amb els recursos necessaris com per fer front als problemes estructurals de la zona euro. Així doncs, proposen modernitzar el mandat de manera que es pugui arribar a un consens entre els estats membres de la UE per dur a terme una revisió dels tractats. Això permetria establir altres objectius de la política monetària, a banda de garantir l’estabilitat de preus.

Le Monde UE: une adaptation utile des règles budgétaires

L’editorial del diari Le Monde assenyala que la treva en la disciplina pressupostària introduïda el 2020 per fer front a la despesa excepcional vinculada al xoc pandèmic, i posteriorment a la crisi energètica, no es pot allargar indefinidament sense posar en perill la cohesió entre els Estats membres. Feia tres anys que havien estat autoritzats a superar els límits establerts als tractats: mantenir el dèficit pressupostari per sota del 3% del PIB i el deute per sota del 60%. Aquests límits es restabliran l’any vinent, però si bé es mantenen els objectius, la filosofia del pacte ha canviat notablement, deixant més marge a cada Estat membre per aconseguir-los. Es preveuen dues grans adaptacions. En primer lloc, correspondrà a cada país definir la seva trajectòria pressupostària, encara que l’avaluació serà responsabilitat de l’executiu europeu abans de concretar un calendari. La dimensió política és important, perquè permetre que cada govern estableixi, durant el període d’un mandat, el ritme i els mètodes de recuperació de les finances públiques permet facilitar-ne la implantació a nivell intern i situar tothom davant de les seves responsabilitats, sense refugiar-se darrere del convenient “diktat de Brussel·les”. La segona adaptació fa referència a la naturalesa de la despesa. Si els Estats membres decideixen dedicar recursos a inversions de futur (medi ambient, salut, digital, etc.), es podran beneficiar d’una ampliació dels terminis. Amb això es pretén evitar que es repeteixin els errors de la crisi del 2008. Aleshores, els europeus van retallar dràsticament les seves inversions per reduir el seu deute, frenant així el seu potencial de creixement. A canvi d’aquestes normes més laxes, la Comissió preveu aplicar una major severitat en el control de les trajectòries. Aquest marc renovat suposa un enfocament pragmàtic i el compromís proposat per Brussel·les té l’avantatge de permetre desenvolupar unes regles els recents xocs de les quals han mostrat la seva obsolescència, alhora que pretén fer-les més efectives per als països que han omès respectar-les amb massa regularitat i facilitat.

Mariana Mazzucato Financing the common good

En aquest article Mazzucato argumenta que cal canviar l’estructura econòmica mundial, ja que l’actual sistema nascut després de la Segona Guerra Mundial, tot i que va ser innovador al seu temps, ara s’ha quedat obsolet davant de nous  conflictes com poden ser el canvi climàtic o les emergències sanitàries. L’autora considera que el pensament econòmic dels dirigents ha d’evolucionar cap a l’augment del sector públic i les noves formes de mercat. D’altra banda, el cost dels objectius de desenvolupament sostenible (ODS) que es van proposar per al 2030 està creixent cada vegada més. També, les economies en desenvolupament que estan patint problemes per pagar deutes es veuen afectades per un model econòmic que afavoreix els països rics. Mazzucato assegura que, per combatre aquests problemes, l’economia ha de passar pel principi del bé comú, i és responsabilitat dels governs i dels bancs aconseguir-ho per mitjà de l’equitat, l’accessibilitat, la transparència i la sostenibilitat. El primer pas és establir una missió: els 17 objectius de desenvolupament sostenible son un model ideal, però els governs i els bancs han de comprometre’s a dissenyar les eines i institucions financeres adequades per fer-los possible. Les eines han de ser innovadores, i sempre destinades a aconseguir millores per al públic general. Si es fan bé, les missions poden canviar la direcció del finançament que fins ara anava cap a un sector particular, i redirigir-lo cap a la promoció d’objectius ambiciosos que requereixin la cooperació entre sectors diferents. Mazzucato assenyala que la pandèmia de COVID-19 ha evidenciat la necessitat d’aquesta cooperació entre països per a fer front als reptes mundials. Malauradament, la cooperació entre països no sembla que estigui sent una prioritat. Els bancs multinacionals de desenvolupament ofereixen finançament als països que en necessiten, i per tant, tenen un gran paper a l’hora d’aconseguir les polítiques de les missions. No obstant, les Nacions Unides asseguren que els bancs multinacionals de desenvolupament podrien augmentar els seus préstecs si els governs paguessin amb més capital. Si aquests préstecs han de disminuir pel bé comú, els bancs han d’incorporar objectius compartits als seus governs. La condicionalitat és fonamental per aconseguir aquest bé comú, i iniciatives com la del Banc Mundial hi contribueixen: utilitza recursos privats i públics per prevenir les pandèmies i millorar la capacitat de resposta a nivell global. Per arribar al seu màxim potencial, però, també hauria d’incloure mesures com la regulació dels preus, per garantir l’accés universal als recursos. El desitjat bé comú només és possible amb un bon sistema financer, que s’aconsegueix reformant el Banc Mundial i el Fons Monetari Internacional i mostrant transparència i responsabilitat. 

Sostenibilidad y cambio climático

Ricardo Martínez Hacia un fondo climático de pérdidas y daños de las ciudades

L’autor afirma que la solidaritat té un paper central en la consecució de la justícia climàtica i les ciutats tenen un llarg historial de llaços d’ajuda entre elles, sobretot en situacions de crisi i la solidaritat, en allò simbòlic, però també en allò pragmàtic, ha estat al centre de les relacions de cooperació descentralitzada entre ciutats que han establert les bases del més que centenari moviment municipalista mundial. D’altra banda, el 68% de la població mundial viurà a les ciutats per a l’any 2050, amb gairebé el 90% dels nous residents urbans previstos entre ara i mitjan segle concentrats a l’Àfrica i l’Àsia. El procés d’urbanització actual és majoritàriament un fenomen del sud global. Són precisament les ciutats dels països en vies de desenvolupament les que experimenten els efectes més devastadors de l’escalfament global i que, alhora, tenen menys capacitat d’adaptació al canvi climàtic. Les ciutats són els actors governamentals més propers a la ciutadania amb l’experiència en el terreny, la legitimitat i la responsabilitat de fer front als efectes ja irreversibles que el canvi climàtic suposa per a les cada vegada més centrals ciutats del sud global. De la pujada del nivell del mar i l’augment d’inundacions a l’increment de desplaçaments cap a les urbs, les ciutats del sud global necessitaran suport per enfortir les seves capacitats i protegir les comunitats i els ecosistemes locals. Hauran d’invertir recursos ingents per fer front als impactes creixents del canvi climàtic i mitigar alhora les mancances presents i futures en infraestructures i serveis. Les seves contraparts del nord global poden exercir aquí un paper clau, en el marc del llegat dels molts vincles de solidaritat existents, així com de les sinergies que emergeixen quan les ciutats, encara en contextos molt diferents, s’asseuen i debaten sobre problemes comuns. La col·laboració entre ciutats del nord i el sud global pot així promoure la justícia climàtica en posar de manifest i alhora abordar la relació fonamental entre pobresa i vulnerabilitat climàtica. Fa anys que les ciutats visibilitzen el seu compromís en la lluita contra el canvi climàtic, en general superior al dels països i malgrat precisament el poc reconeixement atorgat per aquests últims a l’agenda climàtica global. Un cop més, les ciutats poden prendre la davantera respecte als països. En un món cada cop més urbà, un fons específic de pèrdues i danys podria impulsar la responsabilitat compartida de les ciutats davant de l’emergència climàtica, amb la solidaritat com a eix vertebrador del seu treball col·lectiu.

Philippe Pernot Le plan de l'UE pour l'hydrogène en Afrique du Nord est-il un «colonialisme vert»?

Des de la invasió russa d’Ucraïna, s’ha intensificat la cursa per l’energia «verda» al nord d’Àfrica, ja que per distanciar-se del gas rus, la Comissió Europea va llançar el seu pla RePowerEU el maig de 2022: una revisió massiva de l’economia europea cap a l’estalvi energètic i verd. No menys de 10 milions de tones d’hidrogen importat han d’alimentar l’economia de la Unió Europea (UE) l’any 2030, principalment procedent del nord d’Àfrica. Aquest pla europeu d’hidrogen (que inclou projectes tant nacionals com d’importació) pretén desbloquejar 100.000 milions d’euros d’inversió, a més de la creació d’un Banc Europeu d’Hidrogen, amb un pressupost de 3.000 milions d’euros. Això s’afegeix als acords bilaterals entre països: per exemple, Egipte té un total de 42.000 milions d’euros en promeses d’inversió en hidrogen verd (produït amb energia renovable) o blau (produït amb gas natural). Tanmateix, les instal·lacions necessàries per a aquests projectes tenen un impacte en les comunitats locals i la seva cultura. En envair les àrees agrícoles i pastorals, priven a moltes persones dels seus mitjans de vida, especialment a les dones, moltes de les quals treballen la terra. Tant si aquests projectes estan destinats a l’exportació a la UE com si no, siguin energies fòssils o renovables, al final, res no canvia per a la gent que es veu desposseïda de la seva terra. És per això que molts experts, activistes i associacions denuncien el “colonialisme verd” practicat per la UE, a través d’acords bilaterals amb règims autoritaris de països en desenvolupament, com el Marroc, Algèria, Tunísia i Tunísia. Asseguren que després del petroli o dels minerals, Europa s’està apoderant dels recursos renovables de la regió, que d’aquesta manera continuarà depenent de les patents de les empreses transnacionals i del capital estranger, la qual cosa dificultarà les transicions energètiques locals. Per la seva banda, la UE nega les acusacions de violacions dels drets humans, acaparament de terres i suport als règims autoritaris i assegura que la protecció del medi ambient, el desenvolupament local, el suport a la societat civil i la defensa dels drets humans són pilars importants dels seus programes de cooperació. A més, afirma que no dóna suport al desenvolupament de noves fonts d’energia només per a l’exportació a la UE, sinó principalment per al desenvolupament local. Aquestes opinions divergents mostren la bretxa de percepcions que regna entre els promotors de l’hidrogen com a solució tecnològica i els seus oponents. Els propers anys seran, doncs, decisius per saber si l’aventura de l’hidrogen acabarà en simple extractivisme o si realment pot conduir cap a una transició energètica justa i sostenible.

Zia Weise & Antonia Zimmermann Europe’s next crisis: Water

Europa s’enfronta a la pitjor sequera de la història. L’any passat, la manca d’aigua va significar un gran problema que ni tan sols l’arribada de l’hivern va poder resoldre. França va patir l’hivern més sec en seixanta anys, i Itàlia va registrar una reducció del 64% de neu. Segons la ministra espanyola de Transició Ecològica, Teresa Ribera, les reserves d’aigua a Espanya podrien caure en un 40% al 2050. Poc a poc, Europa pren mesures per combatre la gran sequera: Itàlia i Espanya han publicat nous plans per a la gestió de l’aigua, França i Alemanya miren al futur i presenten estratègies per reduir el consum els pròxims deu anys. Tot i això, els experts asseguren que s’està fent massa poc per lluitar contra el problema. És evident que aquesta qüestió pot convertir-se en un tema polític important, i ja l’any passat els governs europeus van imposar restriccions en el consum d’aigua. Aquestes restriccions han provocat tot tipus de reaccions, ja que moltes afecten al sector de l’agricultura. Per exemple, Catalunya ha limitat el consum d’aigua en un 40% per a usos agrícoles. També a Espanya, en concret a la comunitat d’Andalusia, hi ha hagut controvèrsia degut als sistemes de reg utilitzats als voltants del Parc Nacional de Doñana, als que s’oposen els ecologistes i els partits de l’oposició del govern andalús. A altres països, com França, les tensions entre els defensors del medi ambient i els agricultors quant a la construcció de reserves d’aigua han provocat violents enfrontaments amb la policia. Aquestes reserves serveixen per ajudar els agricultors a combatre la sequera bombejant les aigües subterrànies però els opositors consideren que es tracta d’una mesura injusta que amaga la privatització d’un recurs que és de tots els ciutadans. 

Innovación, ciencia y tecnología

Yuval Noah Harari AI has hacked the operating system of human civilisation

El miedo a la Inteligencia Artificial (IA) ha obsesionado a la humanidad desde el comienzo de la época informática. Hasta ahora, esos miedos se centraban en las máquinas que utilizaban medios físicos para matar, esclavizar o sustituir a las personas. Sin embargo, en los últimos dos años han aparecido nuevas herramientas de IA que amenazan la supervivencia de la civilización humana desde un flanco inesperado, ya que ha adquirido notables capacidades para manipular y generar lenguaje, ya sea con palabras, sonidos o imágenes. Y, al hacerlo, ha hackeado el sistema operativo de nuestra civilización. Harari se plantea qué pasará cuando una inteligencia no humana sea mejor que el ser humano medio para contar historias, componer melodías, dibujar imágenes y redactar leyes y escrituras. Cuando pensamos en ChatGPT y otras nuevas herramientas similares, pensamos en alumnos que recurren a la IA para componer sus redacciones. ¿Qué le ocurrirá al sistema escolar cuando los jóvenes hagan eso? En realidad, esa clase de pregunta pasa por alto la visión de conjunto. Olvidémonos de las redacciones escolares. Pensemos en las próximas elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 e intentemos imaginar la repercusión en ellas de las herramientas de IA, que son susceptibles de utilizarse para producir de modo masivo contenido político, noticias falsas y escrituras para nuevos cultos. ¿Qué ocurrirá con el curso de la historia cuando la inteligencia artificial se apodere de la cultura y empiece a producir relatos, melodías, leyes y religiones? Las herramientas anteriores, como la imprenta y la radio, ayudaron a difundir las ideas culturales de los humanos, pero nunca crearon ideas culturales propias. La inteligencia artificial es en todo punto diferente. La IA puede crear ideas completamente nuevas, una cultura completamente nueva. Todavía estamos a tiempo de regular las nuevas herramientas de la IA, pero debemos actuar con rapidez. Las armas nucleares no pueden inventar armas nucleares más potentes, pero la IA sí que puede crear inteligencia artificial exponencialmente más potente. El primer paso crucial es exigir rigurosos controles de seguridad antes de que las potentes herramientas de la inteligencia artificial salgan al dominio público. Del mismo modo que una compañía farmacéutica no puede lanzar nuevos medicamentos sin probar antes sus efectos secundarios a corto y largo plazo, las compañías tecnológicas no deberían lanzar nuevas herramientas de inteligencia artificial sin asegurarse antes de que son inocuas. Finalmente, Harari plantea la pregunta de si frenar el despliegue público de la IA no hará que las democracias pierdan terreno frente a los regímenes autoritarios con menos escrúpulos. A su entender, todo lo contrario. Son los despliegues no regulados de la IA los que crearán un caos social que beneficiará a los autócratas y destruirán las democracias. La democracia es una conversación, y las conversaciones se basan en el lenguaje. Si la IA hackea el lenguaje, destruirá nuestra capacidad de mantener conversaciones significativas y con ello destruirá la democracia.

Hadrien Pouget Europe’s AI Act Nears Finishing Line — Worrying Washington

L’autor afirma que tot i que els legisladors del Parlament Europeu estan decidits a controlar l’abast dels sistemes d’Intel·ligències Artificials per mitjà d’una nova regulació, encara som a temps d’evitar un enfrontament transatlàntic. Parlamentaris europeus pensen incorporar aplicacions prohibides o de risc elevat a les llistes de l’esborrany inicial del Reglament d’Intel·ligència Artificial. La motivació principal d’aquest reglament és demanar als programadors que treballen amb aplicacions de gran risc que es documentin i les provin i que prenguin mesures de seguretat més estrictes. El Parlament vol aplicar més restriccions de les previstes inicialment, especialment aquelles que poden influenciar els processos democràtics com ara les eleccions. Això ha provocat que el govern dels EUA expressi la seva preocupació que podria provocar un conflicte amb la UE per la regulació de la tecnologia. Washington i Brussel·les han expressat el seu desig de cooperar en matèria d’IA, però les disposicions del nou reglament poden acabar amb la bona relació. Pouget destaca la necessitat de cooperació entre Europa i EUA, i la possibilitat de treballar junts per a establir uns estàndards tècnics i detalls concrets d’implementació, i també que hauria de ser la Unió Europea la que impulsés aquesta col·laboració ja que està més avançada en aquests aspectes legals.

Maurizio Geri South China Sea tensions conceal a secret war to control the world’s Internet

Maurizio Geri analitza el futur de la Internet dins el marc de l’increment de les tensions entre els Estats Units i Filipines amb la Xina i Singapur al Mar de la Xina Meridional. Afirma que qui s’apoderi del control d’aquest mar controlarà una cinquena part del comerç mundial ja que hi passen algunes de les rutes de petroli, minerals i aliments més importants. No obstant això, argumenta que l’actiu econòmic més desitjat és el Big Data. En aquest mar hi ha aproximadament uns 486 cables submarins que transporten més del 99% de tot el trànsit internacional d’Internet, la majoria controlats pels gegants de tecnologia nord-americana: Google Alphabet, Facebook Meta, Amazon i Microsoft. El seu valor és molt superior al del petroli en un món mogut per la innovació tecnològica i l’intercanvi d’informació clau per la productivitat econòmica. El problema és que aquestes infraestructures marines són cada cop més vulnerables al sabotatge i espionatge a causa de la seva fàcil accessibilitat i això ha fet que la rivalitat entre els Estats Units i la Xina s’orienti cap a les xarxes mundials de cablejat submarí. En aquest context, la Xina està planejant la construcció d’una xarxa de cable submarí de 500 milions de dòlars amb l’objectiu de crear una connexió superràpida que uneixi Àsia amb Orient Mitjà i Europa. Davant del temor que això amagui ambicions d’expansionisme militar i econòmic, els gegants tecnològics americans estan construint el primer cable submarí intraasiàtic que connecta el Japó, Taiwan, Guam, les Filipines, Indonèsia i Singapur.

back to top