Según Pierre Bourdieu, [1]1 — Pierre Bourdieu, Ce que parler veut dire i Langage et pouvoir symbolique (ver bibliografía). los problemas sociales son problemas políticos; podemos por lo tanto afirmar categóricamente que también es así por lo que respecta a las cuestiones lingüísticas. La lengua es, sin duda, un medio de comunicación entre las personas, pero está lejos de poder ser reducida a este único aspecto. Socialmente y simbólicamente apropiada, está dotada de un capital específico en el mercado de los bienes simbólicos.

Los grupos dominantes tienden a valorizar su lengua y a querer imponerla a los grupos dominados. Así ha pasado en la historia de la humanidad y, en particular, en la del Mediterráneo desde la antigüedad. Sin recorrer la historia de las lenguas y de las relaciones de fuerzas que las han caracterizado, me gustaría volver a los problemas lingüísticos del Norte de África y concretamente al fenómeno de una dominación lingüística que hace mucho tiempo que existe. Como una de las lenguas antiguas del Mediterráneo se encuentra desacreditada (literalmente, sin crédito) a causa de su longevidad e influye en el estatus de aquellas y aquellos que la utilizan.

Esta lengua se llama bereber, resistió con el vasco a las grandes lenguas escritas y eruditas como el griego y el latín, que desaparecieron en un periodo histórico de la cuenca mediterránea.

Se utiliza en Libia (Zuara, Nefussa), en Argelia, Marruecos, Níger, Mali, Burkina Faso, Túnez (Jerba), Egipto (en el oasis de Siwa). La mayoría de sus hablantes se encuentran sobre todo en Argelia (Cabília, Aurés, M’Zab, Ahaggar, Gurara, pero también en las montañas de Blida y del Ouarsenis) y en Marruecos (Rif, Atlas Medio y Alto y Antiatlas). Una parte importante de estos poblaciones se volcó históricamente hacia el Mediterráneo sobre todo durante las épocas cartaginesa, romana y bizantina, en las que tuvo un papel determinante en la historia. Además de su lengua, el bereber habló latín y griego [2]2 — En la corte del monarca bereber Masinissa, aliado de Roma, contra Cartago se hablaba griego y la élite enviaba a sus hijos a Atenas a aprender la literatura y las artes. y dieron a la historia sabios y hombres de la Iglesia de gran reconocimiento (Lucio Apuleyo, San Agustín, San Cebrián, Tertuliano, etc). Personajes políticos marcaron la historia como Jugurta, Masinisa, Sifax, Juba II, la reina del Aurés Kahina o Tariq ibn Ziad.

A pesar de un fondo común a nivel sintáctico, el léxico puede presentar diferencias según los grupos. Estas variantes son notables según si nos encontramos en el este o en el oeste (en Libia o en Marruecos), en el Norte o en el Sur (en Cabília o en Ahaggar).

Derramadas sobre una superficie muy extendida y con una historia muy larga, las lenguas bereberes (denominadas amazigs) conocieron muy pronto una dominación (y una gran fragmentación) por parte de los diferentes conquistadores desde como mínimo la antigüedad hasta nuestros días.

Los grupos dominantes tienden a valorizar su lengua y a querer imponerla a los grupos dominados. Así ha pasado en la historia de la humanidad y, en particular, en la del Mediterráneo desde la antigüedad

Aunque estas poblaciones disponían del uso de la escritura cuyo alfabeto es el tifinag, [3]3 — Son las mujeres tuareg las que han transmitido este alfabeto. Lo enseñan a sus hijos. desde hace casi tres mil años, esta desapareció muy pronto como lengua escrita de la administración y el poder (la huella más antigua fecha de la estela de Dougga [4]4 — Estela bilingüe escrita en neopúnico y bereber en homenage al rei bereber Masinissa el mausoleo del cual se erigió en el reino númida al siglo II aC en lo que hoy es Túnez. ), eclipsada a favor del griego, el latín y, más adelante, el árabe, el turco y el francés.

Desaparecida de los usos de la vida diaria, [5]5 — Aparte de los tuaregs (población del Sáhara pero también del Níger, Mali y Burkina Faso) que han seguido utilizándolo. El alfabeto bereber, conocido con el nombre de tifinagh, actualmente se ha adoptado oficialmente en Marruecos para escribir el bereber. Argelia por el contrario escribe el bereber con el alfabeto latino. la escritura del bereber figura como huellas memoriales en forma de inscripciones líbicas presentes por todo el Norte de África: Argelia, Marruecos, Túnez, Libia y las Islas Canarias y forma parte de la riqueza del patrimonio de la humanidad.

En cuanto a la lengua bereber oral, está muy viva. Caracterizada por una creación literaria y artística muy dinámica (poesía, música, arquitectura), actualmente la utilizan un gran número de hablantes por todo el sur del Mediterráneo y en la diáspora en Europa (Francia, España, Bélgica, Países Bajos, Alemania) y Norteamérica (Canadá, EE.UU).

Repaso histórico

Abiertamente reivindicada o no, los hablantes berberófonos se sienten discriminados a causa de su lengua por todo el mundo. Si nos referimos sobre todo a Cabília es por motivos históricos, ya que es aquí donde la cuestión surgió hace relativamente poco y en clara oposición a la ideología araboislámica. Esta se alzó el año 1948, dando lugar en 1949 a un conflicto frontal entre los nacionalistas y los «berberonacionalistas» también denominados berberomaterialistas. La cuestión de la lengua reaparecerá de forma primordial durante la independencia de Argelia en el año 1962. [6]6 — Doy las grácies a Mohand Tilmatine y a Thierry Desrues por haber autorizado recuperar ciertos pasajes de mi articulo publicado en Les revendications amazighes dans la tourmente des « printemps arabes » (Centre Jacques-Berque, 2017).

La llamada crisis de 1949, por así decirlo, constituyó un momento fundador en la historia del movimiento nacional que puso de forma exclusiva el país en la vía del araboislamismo, definiendo una identidad y una lengua (árabes) y reconociéndole una religión, el islam, de acuerdo con la doctrina del ulema líder Ben Badis[7]7 — M. Tilmatine, «Les Oulémas algériens et la question berbère : un document de 1948 », Awal

El movimiento de los ulemas argelinos, a pesar de que favorable a la asimilación de los argelinos a la lengua y la cultura francesas, ha sin embargo asumido la paternidad del nacionalismo y la defensa del araboislamismo como fundamento único de la nación argelina. [8]8 — Sus movimientos está vinculado a Djamal Eddine El Afghani y a Rachid Abdou. La idea era difundir ampliamente la lengua árabe y reformar el islam suprimiendo las prácticas locales y sobre todo el sufismo. Los elementos favorables a una Argelia argelina, es decir no árabe y no musulmana (laica), se vieron eliminados del movimiento y etiquetados como «berberomaterialismo» y, por así decirlo, excluidos de su propio país. Ninguna región del Norte de África ha conocido una situación parecida, es decir en este caso el arraigo en la cultura bereber acompañada de una proyección dentro de la «modernidad» (laicidad, pluralismo, democracia) como elemento clave de la resistencia a la colonización y principio según el cual se llevará a cabo la edificación de la futura nación.

Por esta razón los cabilis, a pesar de participar en la liberación de Argelia, serán combatidos a causa del rechazo a la asimilación pura y simple del araboislamismo. Desde 1963, que corresponde a la «disidencia» de la cabeza histórica del FLN Ait Ahmed, [9]9 — Ait Ahmed, militante anticolonialista, figura importante del movimiento nacionalista argelino. Fue también una figura importante de la oposición desde el año 1962 hasta su muerte. Cabília no dejará de combatir los poderes establecidos para reapropiarse de su historia. [10]10 — Desde los años 80 hasta la actualidad, las poblaciones bereberes de Cabília siguen luchando por un régimen democrático abierto a las lenguas y las culturas del país.

Haría falta volver al inicio de la islamización para comprender esta articulación entre historia y política profundamente arraigada en los países del Norte de África y que no ha dejado de alimentar una confusión ampliamente mantenida por los partidarios del araboislamismo entre lengua e identidad. Esta situación permitió en los cabilis una toma de conciencia que se convirtió en una mancha de aceite y se extendió por los países vecinos [11]11 — Estos últimos años pondrán de manifiesto que la reivindicación únicamente cultural ha quedado superada en beneficio de una redefinición de aquello político a nivel estatutario, territorial y geopolítico (que, en algunos casos, va de la autonomía a la independencia). . En Marruecos, encontramos los mismos efectos con reivindicaciones parecidas que evolucionan según los periodos y los espacios.

Este recordatorio sirve para mostrar que las desigualdades lingüísticas son social e históricamente construidas y que se han transmitido desde los tiempos más inmemoriales. Los últimos colonizadores del Norte de África (franceses, españoles, italianos) reactivaron las relaciones de fuerzas e intensificaron las divisiones entre arabófonos y berberófonos considerando la lengua árabe (aunque dominada también por su propio sistema) como lengua superior al estar escrita y ser legitimada gracias al Corán. Esta percepción es de hecho la que perdura desde la conquista del Norte de África por los árabes, los cuales impusieron su religión y su lengua.

Este debate hizo correr ríos de tinta durante la colonización de Argelia y bajo el protectorado en Marruecos sin conseguir otorgar un estatus a la lengua bereber más allá de la investigación etnológica y lingüística propia de la Universidad. Merece la pena recordar que la enseñanza del bereber, en Francia, se estableció oficialmente en el año 1913 para empezar de manera efectiva en 1915 en la Escuela de Lenguas Orientales de París.

Este recordatorio sirve para mostrar que las desigualdades lingüísticas son socialmente e historicamente construidas y que se han transmitido desde los tiempos más immemioriales

Una vez recuperadas las independencias, las poblaciones bereberes seguirán practicando su lengua en sus regiones de origen pero también en las ciudades donde son discriminadas. A menudo de clases muy modestas, no tienen en cuenta el capital cultural ciudadano para integrarse si no es renunciando a sí mismos y a sus valores específicos. Es así como muchos argelinos son cabilis (des-cabilizados) y casablanquesos (des-berberizados). El poder de las ciudades es muy importante y es en su seno donde surgieron los movimientos fundamentalistas de los años treinta. El movimiento de los ulemas en Argelia y del Istiqlal en Marruecos difundieron el retorno a los fundamentos islámicos. Integrarán los movimientos nacionalistas e impondrán su ideología. Es en su seno que la cuestión de las identidades y de las lenguas se planteó a diferentes niveles. [12]12 — Una rama de la oposición, el MAK (Movimiento por la Autodeterminación de Cabília) se dotó de un Gobierno provisional en el exilio.

La lengua de los inmigrantes

Desde hace más de 70 años, lo que corresponde a las fechas de las independencias recuperadas [13]13 — Marruecos se independizó en el año 1956, Argelia, en el 1962. , el Norte de África ha conocido un proceso de arabización acelerado, en realidad un proceso de des-berberización para llevar a su pueblo a separarse de su lengua, de su historia preislámica plural y de su identidad cultural. El objetivo hegemonista de los nacionalistas magrebíes era basar los estados en el modelo jacobino francés con una lengua única y una religión también única. El procedimiento consiste en transformar culturalmente grupos enteros formados en una civilización mediterránea que teje una gran diversidad cultural (pagana, judía y cristiana). Por más paradójico que eso pueda parecer, los países europeos han adoptado con sus inmigrados la misma política que los estados naciones del Norte de África con las poblaciones bereberes.

En Europa la ley de la mayoría dicta la ley y anima por lo tanto a los inmigrados a separarse de su lengua materna, considerada como «sin valor» en el ámbito social por razones al mismo tiempo sociales (la integración obliga) y políticas. Exceptuando Holanda, ningún país europeo ha tenido en cuenta la realidad lingüística de sus inmigrados porque el respeto por las políticas de los países de origen prevalecía sobre el interés de los niños y sus familias. Francia (en particular) introdujo el árabe en la enseñanza, hace más de treinta años, aunque la mayoría de los niños y niñas eran berberófonos.

Sin embargo, es de dominio público que las primeras olas de inmigración las formaban sobre todo cabilis y chaouis (por Argelia), chleuhs, amazigs y rifeños (por Marruecos); según varios estudios, los berberófonos componen la mitad de los franceses de origen norteafricano. Los arabófonos hablan ciertamente la «darija», lengua árabe vernácula de esta región (incomprendida en el Oriente Próximo), diferente del árabe nombrado «clásico» o «medio», convertido en la lengua oficial de estos países desde las independencias. La lengua que el Estado francés pretende enseñar no es en ningún caso una lengua materna, como escribe con mucho aplomo el periodista de Le Monde, Nabil Wakim, [14]14 — Nabil Wakim, «Le bon arabe, c’est celui qui choisit d’être meilleur en français plutôt qu’en arabe», Le Monde, 30 de septiembre de 2020. que parte del término genérico de «árabe» utilizado desde las colonizaciones para designar todas las poblaciones del Norte de África.

La desigualdad es por lo tanto flagrante si se tiene en cuenta que la lengua materna de estos niños sufrió una situación dolorosa durante la lucha del bereber por la reapropriación de su lengua desde los años cincuenta. [15]15 — La Primavera Bereber ha marcado los recuerdos del bereber del mundo entero. El año 1980 los estudiantes se levantaron en Tizi-Ouzou contra el partido único para reivindicar el reconocimiento de su lengua en un marco democrático. Una ola inédita (en Argelia) caracterizó este periodo. Se fue radicalizando desde los años sesenta (en Argelia y en Marruecos) hasta ser reconocida como lengua oficial en el 2011 en Marruecos y en el 2016 en Argelia. Es sorprendente ver cómo se producen amalgamas parecidas en países sin embargo avanzados y que, por razones políticas, participan conscientemente o no en el bloqueo de las identidades y en la confusión de las lenguas. Hay que volver sobre este punto que pone de manifiesto esta desigualdad social basada en una mentira y en una dominación cultural que corre el riesgo de dejar marcas indelebles.

Efectivamente, en su discurso contra el separatismo de principios de octubre, Emmanuel Macron propuso enseñar mejor el árabe en la escuela. El ministro de Educación Nacional francés precisó en cuanto había que mantener esta enseñanza en el marco del sistema educativo de la República para evitar ver cómo era reanudado por estructuras extraescolares paralelas que difunden un mensaje más religioso que lingüístico. Pero nadie parece haberse preguntado por la pertenencia, e incluso los peligros, de asociar una lengua (el árabe) y una religión (el islam). El árabe no es la lengua materna de los inmigrados. El bereber ha sido (y no hay duda que todavía lo es) la primera lengua de Francia, aportada por miles de bereber que habían ido a trabajar en las diferentes regiones del país. El bereber, siguiendo el ejemplo de otras lenguas, tiene que encontrar su lugar en la escuela. El debate sobre el estatus de las lenguas tiene que seguir estando completamente abierto.

En una atmósfera política marcada por la horrible decapitación de un maestro (que nada puede justificar y que condenamos con todas nuestras fuerzas) y por la lucha contra el «separatismo», el ministro de Educación Nacional Jean-Michel Blanquer, después de Najat Vallaud-Belkacem [16]16 — Ella misma de origen bereber y jugando la carta del sistema dominante. , expresó, el 6 de octubre de 2020, su voluntad de reforzar y normalizar la enseñanza de la lengua árabe en el marco de sistema educativo francés para evitar, decía, que estructuras extraescolares paralelas hagan suya esta enseñanza y difundan un mensaje más religioso que lingüístico.

Hakim el Karoui [17]17 — Ensayista y autor por el Instituto Montaigne del informe La fabrique de l’islamisme : 2018. , en un informe entregado recientemente al Gobierno, señala que el número de alumnos que aprenden el árabe en la escuela y en el instituto se ha dividido por dos, mientras que se ha multiplicado por diez en las mezquitas. A pesar de la realidad de esta deriva de la enseñanza del árabe, Jean-Michel Blanquerno ignoraba que levantaría tantas pasiones como preguntas, ya que la enseñanza de la lengua árabe plantea un problema real en la sociedad francesa. Esta lengua es efectivamente instrumentalizada con fines políticos en lugar de ser una lengua de cultura y de saber como todas las otras lenguas dignas de ser transmitidas sin segundas intenciones.

Sin embargo, parece muy peligroso asociar una lengua (el árabe) y una religión (el islam) e insinuar que la inmigración es completamente árabe y por lo tanto musulmana, lo cual está lejos de la realidad histórica y social. ¿Qué pasa con los subsaharianos? Con el bambares, los fulbe, los suajili que practican sin embargo el islam y desconocen la lengua árabe. Aunque el ministro de Educación Nacional se refiere a la única inmigración surgida de los países del Norte de África, es cierto que constituye su gran mayoría musulmana, pero está lejos de ser árabe y/o arabófona.

Parece muy peligroso asociar una lengua y una religión e insinuar que la inmigración es completamente árabe y, por tanto, musulmana, la cual cosa está lejos de la realidad histórica y social

Esta lengua «asusta» algunos, como Luc Ferry, exministro de Educación Nacional, mientras que otros encuentran que su enseñanza es útil para los niños y niñas surgidos de la inmigración magrebí. El debate sobre la enseñanza de la lengua árabe en la escuela ha sido planteado en términos dualistas, dando la impresión que la lengua árabe es el único objeto de debate, ignorante que los franceses de origen magrebí no forman un cuerpo homogéneo lingüísticamente y culturalmente. Los berberófonos constituyen una comunidad importante en Francia: quieren atraer la atención sobre la confusión que haría de la comunidad berberófona presente en Francia el gran perdedor de este debate.

Sin embargo, desde los años 1950, se inició un combate cultural de gran alcance para la reapropiación de la lengua y la cultura bereber. No se trata de oponerse hoy a la enseñanza del árabe en Francia, como lengua de saber para todos los franceses y francesas que querrían conocer a la civilización árabe. Pero no es en absoluto la única lengua de la inmigración.

Señalamos la existencia de una lengua bereber académica, oficial en Argelia y en Marruecos, que se centraría más en las aspiraciones de los niños surgidos de familias bereberes. Si se trata, como destacó Jean-Michel Blanquer, de establecer un vínculo entre las lenguas y las civilizaciones, el bereber no se asociaría al hecho de considerar que todos los niños y niñas de la inmigración son arabófonos; ¿por qué razón proponerles la lengua árabe si no es con una finalidad religiosa?

El bereber ha sufrido la enseñanza del árabe en su país de origen como una despersonalización, a través de manuales escolares que ahogan su historia y su lengua. Saben también que la historia medieval y colonial ha sido, para ellos, una tragedia culturicida. Sería muy lamentable que este escenario volviera a darse aquí, en Francia, a expensas de ellos. El bereber no quiere la ideología del reino árabe propugnada por Napoleón III, en la que la especificidad bereber fue «olvidada», en una alegre mezcla de lengua y religión.

Salem Chaker [18]18 — Universitario, especialista en lingüística bereber y profesor de lengua árabe. , principal artífice de un acuerdo sobre la enseñanza del bereber, entre el Instituto Nacional de Lenguas y Civilizaciones Orientales (INALCO) y la Dirección General de Enseñanzas Escolares de la Educación Nacional, recordaba el año 1995 [19]19 — Catherine Simon, «L’enseignement du berbère en France est aussi une affaire politique», Le Monde, 14 de febrero de 2005. que, en nueve años, el número de candidatos al baccalauréat que habían escogido el bereber como Lengua Viva III ha pasado de 1.350 a 2.250 para el conjunto de Francia. Y su número no deja de aumentar año tras año. Recordamos además que paradójicamente, en los países del Norte de África, los padres se arruinan para enviar a sus hijos a las escuelas privadas francófonas.

En este clima marcado por la complejidad, no hay que añadir amalgamas a las amalgamas existentes. Si el Estado francés quiere extender la mano a los jóvenes de los barrios de la periferia, lo primero que hay que hacer es abolir las discriminaciones de las cuales muchos son víctimas, y el aprendizaje del árabe tiene que ser una libertad que busque su desarrollo y no una asignación etno-religiosa, porque son lo que se supone que son, o como los islamistas querrían que fueran, lo cual ciertamente va contra la estrategia prevista.

  • La segunda parte de este artículo ha sido redactada en colaboración con Pierre Vermeren y Omar Hamourit y se publicó en AOC.

  • REFERENCIAS

    1 —

    Pierre Bourdieu, Ce que parler veut dire i Langage et pouvoir symbolique (ver bibliografía).

    2 —

    En la corte del monarca bereber Masinissa, aliado de Roma, contra Cartago se hablaba griego y la élite enviaba a sus hijos a Atenas a aprender la literatura y las artes.

    3 —

    Son las mujeres tuareg las que han transmitido este alfabeto. Lo enseñan a sus hijos.

    4 —

    Estela bilingüe escrita en neopúnico y bereber en homenage al rei bereber Masinissa el mausoleo del cual se erigió en el reino númida al siglo II aC en lo que hoy es Túnez.

    5 —

    Aparte de los tuaregs (población del Sáhara pero también del Níger, Mali y Burkina Faso) que han seguido utilizándolo. El alfabeto bereber, conocido con el nombre de tifinagh, actualmente se ha adoptado oficialmente en Marruecos para escribir el bereber. Argelia por el contrario escribe el bereber con el alfabeto latino.

    6 —

    Doy las grácies a Mohand Tilmatine y a Thierry Desrues por haber autorizado recuperar ciertos pasajes de mi articulo publicado en Les revendications amazighes dans la tourmente des « printemps arabes » (Centre Jacques-Berque, 2017).

    7 —

    M. Tilmatine, «Les Oulémas algériens et la question berbère : un document de 1948 », Awal

    8 —

    Sus movimientos está vinculado a Djamal Eddine El Afghani y a Rachid Abdou. La idea era difundir ampliamente la lengua árabe y reformar el islam suprimiendo las prácticas locales y sobre todo el sufismo.

    9 —

    Ait Ahmed, militante anticolonialista, figura importante del movimiento nacionalista argelino. Fue también una figura importante de la oposición desde el año 1962 hasta su muerte.

    10 —

    Desde los años 80 hasta la actualidad, las poblaciones bereberes de Cabília siguen luchando por un régimen democrático abierto a las lenguas y las culturas del país.

    11 —

    Estos últimos años pondrán de manifiesto que la reivindicación únicamente cultural ha quedado superada en beneficio de una redefinición de aquello político a nivel estatutario, territorial y geopolítico (que, en algunos casos, va de la autonomía a la independencia).

    12 —

    Una rama de la oposición, el MAK (Movimiento por la Autodeterminación de Cabília) se dotó de un Gobierno provisional en el exilio.

    13 —

    Marruecos se independizó en el año 1956, Argelia, en el 1962.

    15 —

    La Primavera Bereber ha marcado los recuerdos del bereber del mundo entero. El año 1980 los estudiantes se levantaron en Tizi-Ouzou contra el partido único para reivindicar el reconocimiento de su lengua en un marco democrático. Una ola inédita (en Argelia) caracterizó este periodo.

    16 —

    Ella misma de origen bereber y jugando la carta del sistema dominante.

    17 —

    Ensayista y autor por el Instituto Montaigne del informe La fabrique de l’islamisme : 2018.

    18 —

    Universitario, especialista en lingüística bereber y profesor de lengua árabe.

    19 —

    Catherine Simon, «L’enseignement du berbère en France est aussi une affaire politique», Le Monde, 14 de febrero de 2005.

Tassadit Yacine

Tassadit Yacine

Tassadit Yacine es antropóloga especialista en la cultura bereber. Jefa de estudios en la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS) en París, también es integrante del departamento de antropología social del Collège de France. Es directora de la revista Awal, una publicación fundada en 1985 en París con el antropólogo argelino Mouloud Mammeri y el sociólogo Pierre Bourdieu para explorar la vida bereber. Yacine está especializada en antropología de la dominación, y se centra en los problemas relacionados con la lengua y las relaciones de género. Es autora de los libros Chacal ou la ruse des dominés: Aux origines du malaise culturel des intellectuels algériens (2001) y Si tu m’aimes, guéris-moi (2006).