“Ni los peces se atreverían a nadar por el mar [Mediterráneo] sin mostrar la divisa de los reyes catalanes”, proclamó el almirante Corral Llança, según la Crónica de Ramon Muntaner. Una frase que recoge el eterno vínculo entre Cataluña y el Mediterráneo. Un hilo rojo que se adentra en la noche de la historia y que hoy queremos relanzar con la mirada puesta en el futuro.

Efectivamente la idea del Mediterráneo es un rasgo característico de Cataluña que tradicionalmente ha actuado como valor añadido de su proyección exterior. Evocada como referencia histórica, la mediterraneidad en Cataluña se ha identificado también y sobre todo con los intercambios, tanto comerciales como culturales, enmarcados en contextos políticos y geográficos complejos y cambiantes.

Para Cataluña, la asociación euromediterránea surgida de la declaración de Barcelona ahora hace veinticinco años ha sido un elemento central de su proyección exterior. Por otra parte, la pertenencia a la Unión Europea nos ha permitido compartir un proyecto que ofrece el valor añadido de la vecindad y la asociación: una relación entre iguales en un espacio mediterráneo de cooperación y de partenariado.

La Estrategia mediterránea de Cataluña surge como una herramienta con visión de futuro con la que priorizamos el fortalecimiento de las relaciones y el intercambio de conocimientos entre las sociedades de ambas orillas

Y todavía en el marco europeo, Cataluña ha reivindicado un sur de Europa innovador que lejos de ser periférico, es un espacio emergente de competitividad en el continente. Y para hacerlo ha impulsado alianzas y redes en su entorno próximo del Mediterráneo occidental.

Desde el Gobierno de Cataluña, hemos entendido que con el fin de desplegar una estrategia global en la región es necesario dotarse de instrumentos que se adapten a la realidad de este contexto. Por eso, desde la Secretaría de Acción Exterior y de la Unión Europea hemos querido construir una estrategia plurianual que marque una visión y una línea de trabajo para esta región y que incorpore las bases para una política exterior inclusiva, intercultural, sostenible y feminista. La Estrategia mediterránea de Cataluña, MedCat 2030 impulsada por el Gobierno, surge de este contexto como una herramienta con visión de futuro en la que no sólo reafirmamos nuestro compromiso plenamente europeísta y mediterráneo, sino que además priorizamos el fortalecimiento de las relaciones y el intercambio de conocimientos entre las sociedades de ambas orillas del Mediterráneo.

Estrategia mediterránea de Catalunya

La necesidad de una acción decidida en este ámbito viene dada, en primer lugar, por las oportunidades sociales, culturales y económicas que supone. Algunos datos relevantes que lo evidencian: Un 21% del total de los residentes extranjeros en Cataluña provienen de la orilla sur del Mediterráneo; el Mediterráneo representa un 28% de la totalidad de la cooperación catalana en el mundo. Casi un 25% de la movilidad universitaria tiene como origen un país mediterráneo, si bien la mayoría es en países de la orilla norte. Actualmente una treintena de centros, instituciones internacionales y redes dedicadas exclusivamente al Mediterráneo tienen sede en Cataluña. Asimismo, las relaciones con el Mediterráneo representan el 32,7% del comercio exterior en Cataluña, con sectores como el agroalimentario, donde Cataluña ha exportado en los últimos años un 25% más de lo que importa de todo el Mediterráneo. Con Barcelona como el puerto más importante en volumen de pasajeros, Cataluña es el mayor hub logístico intermodal del sur de Europa, y la región representa un 28% del total del volumen gestionado en los puertos catalanes.

El Mediterráneo también tiene que hacer frente a retos globales de primera magnitud y eso propicia una acción exterior orientada a construir partenariados a largo plazo que nos permitan dar una respuesta a los desafíos sociales, humanitarios, ambientales, políticos y económicos que afectan a la región. Para abordar esta dimensión global, uno de los ejes fundamentales de la estrategia mediterránea es el compromiso.

Un compromiso con el establecimiento de un modelo regional que sea contrapunto del “Mediterráneo frontera” que crea desafecciones dentro de la Europa fortalecida. Pensamos en el activo de una sociedad catalana cada vez más enriquecida por su diversidad y con gran implicación cívica, en la que afloran los valores del intercambio, la acogida y la interculturalidad como rasgos mediterráneos para Europa. En un momento de auge de los discursos xenófobos y extremistas, creemos en una narrativa mediterránea vinculada al concepto de diversidad, ciudadanía y diálogo.

El Gobierno de Cataluña quiere apostar e integrar las políticas de género en su acción exterior mediterránea, entendiendo que la juventud y las mujeres se tienen que convertir en actores clave y motores de cambio para paliar las desigualdades actuales

La prioridad de fomentar relaciones sólidas y eficaces con los países vecinos del Mediterráneo sur y este pasa por el objetivo de promover cambios que reviertan en una transformación profunda de la región. Después de la ola de movilizaciones populares que la orilla sur ha experimentado desde el 2011, hay que tener bien presente el valor del dinamismo innegable de muchos actores sociales, económicos y culturales de la orilla sur que, con su impulso, están consiguiendo abrir debates sobre cuestiones ligadas a la libertad, la participación o el género, entre otros.

Por eso, el Gobierno de Cataluña quiere apostar e integrar las políticas de género en su acción exterior mediterránea, entendiendo que la juventud y las mujeres se tienen que convertir en actores clave y motores de cambio para paliar las desigualdades actuales. Asimismo, las actuaciones previstas en las líneas proyectadas en los planes de acción servirán para dar a conocer y promover el intercambio de buenas prácticas y políticas de género en los ámbitos identificados como relevantes.

Visión renovada

Estos actores nos piden un compromiso en este espacio geográfico, cultural y económico compartido, con una asociación que aporte respuestas a los desafíos de fondo planteados por las sociedades de esta cuenca. Para Cataluña, la idea de una ciudadanía mediterránea resulta clave para volver a poner en la agenda política la cuestión de los derechos y las libertades y los retos compartidos. En este contexto, el espíritu europeo y mediterráneo de Cataluña se puede convertir en un estímulo para contribuir precisamente en que el Mediterráneo juegue un papel central en las demandas de las sociedades del sur de la Cuenca.

Cataluña no sólo ocupa un espacio físico en el Mediterráneo, sino que es mediterránea y, en este sentido, un segundo eje de su estrategia es el impulso de una visión renovada de las políticas europeas en la región.

Desde nuestra condición de Sur de Europa, compartimos con nuestros vecinos meridionales aquellos retos derivados de su situación periférica y que sobre todo afectan a los aspectos de la conectividad, la cohesión de sus territorios, la sostenibilidad del modelo productivo y a sectores clave en competitividad como el modelo turístico y el agroalimentario.

No podemos olvidar, sin embargo, que esta vecindad con los países de la orilla sur hace que suframos de forma más próxima y con la máxima crudeza las consecuencias de la vergonzosa insolidaridad de los Estados miembros de la Unión Europea en materia de migración y asilo. Un egoísmo que está convirtiendo nuestro mar en la tumba de miles de personas que huyen del hambre, de las guerras, de las persecuciones en sus países o que sencillamente quieren un futuro mejor para ellos y sus familias. No podemos ignorar los gritos de ayuda de miles de seres humanos que el rumor de las olas ha silenciado para siempre. Urge una política migratoria y de asilo común que ponga la solidaridad, la seguridad, el respeto a los derechos humanos y, sobre todo, las personas, en el centro de todo.

La diversidad y proximidad geográfica del sur de Europa favorecen el despliegue de innovaciones en áreas clave como la salud, la movilidad, la administración pública, la educación o la economía azul

En el marco de la cooperación territorial, y a pesar de la complejidad de lo que podemos denominar “arco mediterráneo europeo”, hay que subrayar el interés que esta suscita entre las regiones del sur de Europa, espoleadas por unos programas europeos que aspiran a trabajar los ámbitos de la cohesión, la sostenibilidad y la competitividad. Por eso, con la estrategia MEDCAT 2030 queremos poner de relieve la incidencia positiva que este espacio meridional puede aportar en la construcción del proyecto europeo si saca provecho de sus potencialidades y fomenta, por ejemplo, modelos de innovación social que apuesten por una cogestión responsable y sostenible de los recursos como motor para un desarrollo más sostenible e inclusivo de toda la cuenca. La diversidad y proximidad geográfica del sur de Europa favorecen también al despliegue de innovaciones tecnológicas y digitales centradas en los ciudadanos en áreas clave como la salud, la movilidad, la administración pública, la educación o la economía azul.

El Mediterráneo europeo conforma un espacio de relaciones entre las redes de actores multinivel, que configuran un entramado potenciador de sinergias y alianzas euro-regionales. Para Cataluña es fundamental construir una estrategia coherente en Europa que ponga en valor esta perspectiva territorial diversa y que aproveche la capacidad de los actores euro-regionales y transfronterizos para impulsar la cooperación reforzada en ámbitos sectoriales claves.

Con todo, una condición necesaria para beneficiarse de estas potencialidades es la consolidación de un espacio integrado e inclusivo de crecimiento que apueste por el policentrismo y que se beneficie de la infraestructura y la dotación tecnológica de las ciudades y territorios inteligentes. Desde Cataluña apostamos por poner en valor las sinergias existentes promovidas a través de las redes y trabajar en estructuras multinivel que aporten valor añadido.

La recuperación del espíritu de colaboración multilateral y multinivel y la cooperación territorial en el marco del trabajo en redes es imprescindible para dar impulso a un desarrollo abierto e inclusivo del espacio mediterráneo, especialmente del occidental. El reforzamiento de los programas de cooperación territorial euromediterráneos y el progresivo establecimiento de una macrorregión con visión de cuenca reforzaría este enfoque integrado. Desde Cataluña queremos desplegar una actividad de relevancia a través de la participación activa en las redes euro-regionales, transfronterizas y transnacionales en las cuales participamos.

Cabe recordar, por ejemplo, con respecto al ámbito transfronterizo, que Cataluña es miembro de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP) junto con las regiones pirenaicas españolas y francesas. Cataluña también ha contribuido activamente en el despliegue de la Eurorregión Pirineos Mediterráneo, un área de cooperación reforzada junto a Occitania y las Islas Baleares. En la dimensión de incidencia europea, trabajamos activamente en la Conferencia de Regiones Periféricas y Marítimas y su Comisión Intermediterránea (CIM-CRPM). Asimismo damos apoyo a una plataforma de redes única: la Alianza para la Cooperación en el Mediterráneo, impulsada por la CRPM, la Eurorregión Pirineos Mediterráneo, Medcities, Arco Latino y la Eurorregión Adriático-Jónico.

En definitiva, y como tercer eje de la estrategia mediterránea, ponemos de relieve las alianzas para aportar visibilidad, incentivar las relaciones y los intercambios y proyectar y acercar el Mediterráneo a la sociedad catalana. Con la aprobación de esta estrategia a largo plazo, el Gobierno pretende aportar su contribución a una comunidad mediterránea dinámica que lejos de ser un ideal abstracto, define las oportunidades y avanza con proyectos. De aquí viene la voluntad de intensificar los instrumentos que promuevan el intercambio y la reciprocidad en una y otra orilla, así como a escala del Mediterráneo occidental y el Levante.

La recuperación del espíritu de colaboración multilateral es imprescindible para dar impulso a un desarrollo abierto e inclusivo del espacio mediterráneo

Así pues, nos proponemos situar Cataluña como hub mediterráneo. Queremos posicionar Cataluña y Barcelona como actores comprometidos con la transformación de la región, promoviendo la instalación en Cataluña de masa crítica en el ámbito mediterráneo (centros de investigación y análisis), de redes y de asociaciones e instituciones, y propiciando que se cree un ecosistema de entidades interconectadas que creen alianzas y actúen conjuntamente con el fin de propiciar un cambio transformador de la región. Queremos reforzar la presencia institucional y promover los intercambios institucionales, económicos, culturales y entre asociaciones y entidades de la sociedad civil para mejorar el conocimiento mutuo y compartir experiencias innovadoras con los actores de la orilla sur.

Conclusiones

Para finalizar, quiero destacar una cosa a la que no he hecho referencia explícita, pero que si os fijáis, ha estado presente a lo largo de toda esta exposición cuando hablaba de cooperación, de género, de impulso económico, medio ambiente, educación, promoción de redes y cooperación. Y es que cuando hablamos de la Estrategia MEDCAT 2030, estamos hablando también de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados por las Naciones Unidas. Unos objetivos con los que el Gobierno de la Generalitat estamos plenamente comprometidos.

En la región mediterránea, la implementación de los ODS es particularmente necesaria, ya que esta zona experimenta dificultades políticas, económicas, sociales y ambientales crónicas. La Agenda 2030 de la ONU constituye una oportunidad única para mejorar el bienestar, la inclusión, la paz y la seguridad de las comunidades y territorios mediterráneos. El enfoque transversal en la manera de trabajar y de relacionar todos los ámbitos de actuación que conforman esta agenda mundial es particularmente útil para afrontar los diversos retos comunes a los cuales se enfrentan todos los países de la región: proporciona la oportunidad de abrir espacios para la interacción y una mejor cooperación entre las dos orillas del Mediterráneo.

Desafíos globales como la emergencia climática, las profundas desigualdades, las pandemias mundiales o las guerras de larga duración no pueden ser excusas para el autoritarismo creciente ni para recetas estatales individuales. Estos retos compartidos tienen que hacer nacer un nuevo sistema de gobernanza global basado en la cooperación multilateral que ponga en el centro de todo las personas y el planeta.

La Agenda 2030 es una hoja de ruta para un futuro mejor, pero las viejas estructuras y formas de gobierno no nos llevarán a un lugar nuevo. Para cumplir los ODS tenemos que poner una silla en la mesa de toma de decisiones mundiales para los gobiernos locales y regionales, ya que son los más próximos y los que mejor conocen las personas y territorios que representan. Construir un mundo mejor, empezando por lo que nos rodea y por nuestro espacio inmediato, como es el Mediterráneo, es un deber que tenemos con nosotros mismos, y con las próximas generaciones.

Elisabet Nebreda

Elisabet Nebreda

Elisabet Nebreda és secretària d’Acció Exterior i de la Unió Europea del Departament d’Acció Exterior, Relacions Institucionals i Transparència de la Generalitat de Catalunya. És llicenciada en Dret per la Universitat Pompeu Fabra i té un Màster en Relacions Internacionals per la Universitat de Nottingham i un postgrau en Dret de la Unió Europea per la Universitat de Barcelona. Abans de la seva etapa a l'administració, va desenvolupar gran part de la seva carrera professional a la consultora GEA - Gabinet Europeu d’Assessorament. Durant el període 2014-2018, va treballar al Parlament Europeu com a assessora del Grup Parlamentari Verds/ALE en qüestions relacionades amb els drets, les llibertats, la justícia i els afers exteriors.