“Es a partir del trabajo de pensadoras feministas como Donna Haraway, bell hooks y Silvia Federici que encuentro el marco teórico para encauzar mi escritura y mi visión del mundo: es urgente para nuestra supervivencia reparar el daño que le ha causado el heteropatriarcado a hombres y mujeres por igual, y al planeta entero”.
PLANCTO DE LA GUITARRA
Hace poco llegué a la conclusión de que soy una guitarra.
Había numerosas pistas que indicaban lo anterior
pero hasta ahora
había vivido cegada a ellas.
Están en primer lugar mis vertiginosas curvas,
mis huecos resonantes,
la rigidez de mis brazos,
la tensión de las cuerdas que me mantienen atada
a no sé que espeluznantes notas del pasado.
A eso hay que agregar mi habilidad para alinear mi cuerpo
contra el del músico,
mi afición por los números cinco y doce,
mi poder sonar sólo al ser rasgueada,
mi inevitable posición de objeto
mi relación con balcones y malos poetas
mi repitibilidad en acordes simples
mi empolvada tablatura
mi forma fija
mi frustración de no ser sombrero,
o pájaro,
o árbol,
o violín por lo menos.
Todos los días me levanto temprano a trabajar,
me cuelgo de una pared,
o un hombro,
o me siento en una rodilla,
y repito las frases de los muertos,
frases que no son mías,
palanca del histriónico,
caparazón vacío.
Una idea y sólo una
me trae consuelo: que los finales son mero artificio.
Nada empieza ni tiene final. Ni siquiera yo
empecé en mi ombligo ni termino en mi piel
Este poema aparecerá en Split (Blue Diode Press, en prensa) y en Manca y más poemas (EOLAS, en prensa)
THE OVERBURDEN
A Sergio González Rodríguez
Desde arriba observábamos cómo desollaban la tierra
sus músculos pulsátiles bajo el topsoil
topskin abultado bajo la herramienta raspadora
Habíamos amado su belleza como las líneas
que hacen paréntesis a la sonrisa de nuestra madre
Le pusimos “the overburden”
y a toda marcha desparejados indexamos ganancias
nos invitamos a caminar en alfombrarroja sangre
subiendo por las escaleras entre éxitos centelleantes
Decíamos “el material de la superficie que recubre el depósito valioso”
Porque todo se nos acaba, hay que robar más
porque nos enseñaron
porque la ley del dinero es más grande
porque
Es invierno ahora y la tierra se deshiela.
Erigimos barreras de ramas secas como los paganos
el agua es arrastrada hasta aquí en carretillas
Y permitimos que las montañas desgarradas
se cerraran alrededor del metal
Poner el cuerpo entre los engranes de la máquina
escarbar en el cuerpo por los depósitos valiosos
abrir el cuerpo
hacer una incisión triangular en el cuerpo
Cruzar las fronteras del cuerpo
ser partero del cuerpo
arrancarle con tenazas al cuerpo
jalarle las trenzas al cuerpo
distinguir el cuerpo
sentir con los dedos del cuerpo
olvidar el peso del cuerpo
estructurar el cuerpo
huir del cuerpo
cruzar la línea que divide al cuerpo
Escuchar cantar a la arena
a los lagartos apañarse entre las rocas
las rutas que trazan los bisontes por
El cuerpo más transitado
el cuerpo disfrutando de la soledad
el cuerpo desanudado
el cuerpo florido
el cuerpo que frecuenta centros de baile
el cuerpo quebrado
el cuerpo amaestrado
el cuerpo hallado en Lote Bravo
el cuerpo que no se da a respetar
el cuerpo al borde de la cama, semidegollado
el cuerpo cantarito
el cuerpo que se levanta para ir trabajar cuando aún es de noche
el cuerpo impreso con las arrugas de las sábanas
el cuerpo brazo de la industria
el cuerpo cyborg
el cuerpo con manos atadas con las agujetas de sus propios zapatos
el cuerpo que requiere de ser acompañado por un hombre
el cuerpo en bolsas negras de plástico
el cuerpo que es el templo de dios
el cuerpo de cuyos pezones mana el alimento
el cuerpo que no le pertenece al cuerpo
el cuerpo colonizado
el cuerpo plegado entre el volante y el asiento de la camioneta
el cuerpo-mente
el cuerpo ultrajable
el cuerpo humillado
el cuerpo alcoholizado
el cuerpo moreno
el cuerpo de cabellos largos
el cuerpo hallado en Lomas de Poleo
el cuerpo tan sucio que no es persona
el cuerpo con mangas abiertas como fucsias
el cuerpo que andaba en malos pasos
el cuerpo abandonado con vida
el cuerpo que quedó irreconocible
el cuerpo con falta de información suficiente
el cuerpo sin marcas de estrangulación
el cuerpo con todo el peso de la ley
el cuerpo borrado
el cuerpo que dibujaba círculos con la pelvis
el cuerpo en busca de oportunidades
el cuerpo migrado
el cuerpo superado
el cuerpo rebelde
el cuerpo osamenta
el cuerpo con dientes que la madre memorizó
el cuerpo separado del alma
el cuerpo reconocido por sus tatuajes
el cuerpo hallado en Cerro Bola
el cuerpo plantado como mensaje
el cuerpo con voz ignorada
el cuerpo expoliación
Como dijo Joshua Whitehead:
“la mejor parte
de no tener
cuerpo
es que no
se me puede
ultrajar”
Por eso nos deshicimos del cuerpo
por eso nos quitamos el cuerpo como envoltura de regalo
El cuerpo que conoció
el cuerpo que deseó
El cuerpo en decúbito dorsal
La hoy occisa
se movía en la cama como culebra
presuntamente
Este poema aparecerá en Split (Blue Diode Press, en prensa) y en Manca y más poemas (EOLAS, en prensa)
LÍNEAS DE ÁLGEBRA
Su sueño era oscuro.
La ciudad
se estaba comiendo nuestro dinero
y nos lo mostraba de nuevo en destellos
como un juego tragamonedas.
Yo yacía despierta,
fantasma hambriento tibetano
mascullando granitos
de arena:
uno por
uno
caían
de mis labios
a su oído.
Miré la tormenta rodar, la manera
azul del horizonte
al avistarse.
La casa suspiró,
sin aliento. Cuánto
se estaba esforzando
en contenernos.
*
Un granito
de arena sigue atorado
en mi garganta. Toso,
toso
por una ablución
como el reflejo del agua
en el estribor.
Házme
lo que soy
(le dijo la barca al agua)
pues nunca
he sabido
serlo sola.
Pues no sé nada
fuera de la marca
donde me azotó tu mano
(le dijo la barca al agua).
¿Y por qué es esto digno de mención?
El que el agua en sus maneras
adivinara el sitio del dolor.
Dónde, medicinalmente,
poner el beso.
Entre más me lastimes (dijo la barca) menos
duele.
*
Amanecemos
tarde y sudorosos.
La pequeña tos aún atascada
en la garganta como una migaja o arisca
repetición de performatividad:
«Soy esto, soy esto, soy esto.»
Él me ofrece agua y yo apenas «mmm»
sin saber si esto significa sí o no.
Según él es un sí.
Así que bebo.
*
Agua fría
por el centro
para doblarme por la mitad
y por la mitad otra vez.
Levantar las esquinas plegadas de la hoja
hasta ser una barca
cuadriculada.
Desplegarme una vez más,
mostrar los dobleces.
Hay que alisar,
no permitir que el agua se junte
o se deslice en líneas
rectas.
Soy ésta, tos, soy ésta, tos.
*
De mi garganta saco un hilo rojo,
casi vivo.
Estiro largo, largo.
Lánguidas líneas
de álgebra roja. Se van dibujando.
Éste es mi problema de matemáticas:
uno más uno más uno
no dan un matrimonio, pero escucha.
Su voz es hueco y ventisca
como los huesos de los pájaros.
Este poema aparecerá en Split (Blue Diode Press, en prensa). Traducción al español de la autora.
ESTE CUERPO DE MUJER QUE HABITO
Este cuerpo de mujer que habito
desde donde he alzado una mano para tocar el cabello de Moisés haciéndose tierno de repente
con lágrimas puestas al revés de toda una infancia
de cortar conejos agarrarse los huevos cargar al mundo
arreglar con voltímetros blandir llaves inglesas taladrar paredes soldados proteger
la suavidad de nuestros ángulos nuestra sabiduría de cortinas, desde donde he aleteado pestañas
para enamorar a tres, cuatro desde donde he trazado
la “S” sinuosa del deseo
a la que Crátilo llamó “serpiente” y Adán llamó “percepción del flujo”
desde donde me he cansado de cuidar
como Teresa y Diana
el miedo que no sentían al tocar leprosos
con sus manos inmaculadas, los labios
con que besaron
sus benditas llagas, desde donde he lavado la grasa del taller
dejando remojar fibras en un río de saliva universal desde donde he sangrado gotas
malogrado abonado el trigo la hiedra desde donde he sido parcela toda ubérrima
[donde rumian las cabras
Este poema aparece en la obra Manca y más poemas (EOLAS, en prensa)
POSTURA INDÍGENA DE PARTO
Lo que me parte en verdad es que
el sol se me meta a las rodillas con sus ganchos de dentista
rasca saca tubérculos
Ella rueda por las tablas del piso
se hinca ante el esposo abrazándolo
las rodillas de él aprietan el vientre de ella
hay vómito aullidos de huracán
ella se sienta de cabeza en flor de loto
sus muslos miran a la luna cerrar
su único párpado
los vecinos replican por qué si la anestesia
progreso contenedores antisépticos
aplatanados
(Recuerdo los personajes verdiazulados de Diego en La llegada de Cortés
informes sus rodillas hinchadas)
Al niño le pusieron “ojo de la tormenta” y habló
desde el primer día
con las puras puntas de los ojos
La nieve afuera se aceleraba se enlutecía
mirábamos juntos
Niño
ojito mío le dije quise ponerme a llorar cuando te vi
Y él supo which part of me was worthless
Este poema y su traducción al inglés de Robin Myers aparecen en el libro Manca (Argonáutica, 2019).

Juana Adcock
Juana Adcock es poeta y traductora, nacida en México en 1982. Escribe en castellano y en inglés y sus textos han sido incluidos en publicaciones como Magma Poetry, Shearsman, Gutter, Glasgow Review of Books, Asymptote y Words Without Borders. Su primer recopilatorio de poemas, Manca (Tierra Adentro, 2014; Argonáutica, 2019), explora la anatomía de la violencia en México y fue considerado uno de los mejores libros de poesía publicados en el país en 2014. También es autora de Split (Blue Diode Press). En 2016 fue reconocida como una de las “Diez nuevas voces de Europa” por la organización Literature Across Frontiers. Ha participado en numerosos festivales internacionales y su obra ha sido traducida a más de 10 lenguas. Vive en Glasgow, donde también se dedica a la música con los grupos Las Mitras y The Raptors.