Por todas partes se está transmitiendo la idea. Cuando despiertas una observación, una certeza, una esperanza, ya están luchando en algún lugar, por todas partes, en otra forma.
Édouard Glissant [1]1 — Édouard Glissant, Poetics of Relation, trans. Betsy Wing (Ann Arbor, MI: University of Michigan Press, 1997), p.45.

«Creedme, esto es de parte de cada sirio y siria que está en Grecia, prometemos proteger Grecia de cualquier preocupación y apoyar a cualquier persona o ciudadano griego». Un centenar de criaturas aplauden ruidosamente. Estamos en una escuela de un barrio cerca del puerto del Pireo, una escuela con una historia de diversidad y de acogida, pero en una zona donde hace muy poco el partido político neofascista Amanecer Dorado obtuvo una victoria. Nuestra organización ―el Syrian and Greek Youth Forum (SGYF)― recibió una invitación del ministro de Educación griego para hacer una charla y un concierto, y los dos cofundadores, ambos originarios de Damasco, están en un escenario montado en el gimnasio, dirigiéndose a los alumnos y a sus profesores a través de una megafonía que hace rebotar sus voces por toda la sala como si fuera una bañera.

El acto es uno de los muchos que se hacen en Atenas y en sus alrededores en que nuestro equipo ha sido invitado a hablar y participar, la culminación de un par de años en el lento y constante trabajo de la inclusión social y política. Nos sentimos tratados como ciudadanos y ciudadanas, como atenienses. No en términos de estatus legal y derechos de voto; al menos, no hoy por hoy. Sino como una confirmación de la lucha del equipo por los derechos, un reconocimiento de las contribuciones hechas a la ciudad, una disolución de fronteras entre refugiados y personas que acogen. Eso, al mismo tiempo, se adapta a geografías activistas ampliadas. Mis compañeros y compañeras llevan una década en el activismo: primero en la revolución siria y después en la lucha por los derechos de los refugiados en Grecia. Por la libertad, en ambos casos. Y eso tiene rasgos en común evidentes con los movimientos sociales y las luchas políticas a Grecia y con solidaridades de todas partes.

Por todas partes se está transmitiendo la idea. Este artículo esboza una teoría de los activismos migratorios. Toma como punto de partida la cita de Édouard Glissant sobre la lucha compartida que lo encabeza. Glissant escribió sobre círculos y circulaciones y construyó un lenguaje que sondea los ritmos y las relaciones de lucha. Aunque se centró más en geografías del Caribe que del Egeo, describió el Mediterráneo como «un mar de concentración» [2]2 — Édouard Glissant, Poetics of Relation, trans. Betsy Wing (Ann Arbor, MI: University of Michigan Press, 1997), p.33. , un espacio que reúne y refleja ideas. Basándose en el pensamiento de Glissant, este escrito percibe el mar no sólo como un espacio de circulación, sino también como un espacio de movilización, dado que los movimientos políticos resuenan y viajan y la gente crea espacios transnacionales de resistencia. En torno al Mediterráneo hay un bucle de retroalimentación. Estos activismos migratorios generan espacios de lucha compartida. Y estos rasgos en común están arraigados en los ritmos de la calle, la ciudad y la vida diaria.

Hemos estado desarrollando métodos de activismo creativo: utilizando la cultura como una herramienta de participación política

Esta idea también surge de mi trabajo con el SGYF y de las lecciones de activismo que he recibido de mis compañeros y compañeras. Me invitaron a unirme al equipo a principios de 2019, después de haber trabajado en Atenas durante un par de años, entablando amistades, integrándome dentro de círculos sociales y redes de solidaridad. Desde entonces hemos estado desarrollando métodos de activismo creativo: utilizando la cultura como una herramienta de participación política, una manera de encontrar conexiones e historias compartidas, de pertenecer y de convertirse en la ciudad. Estas prácticas creativas de ciudadanía rehacen las lógicas del paisaje urbano mediante la construcción de espacios comunes. El movimiento transfronterizo es un movimiento social y un movimiento político.

Los activismos migratorios, por lo tanto, trabajan para alterar representaciones de la migración que se centran en trayectorias lineales y privilegian el espacio europeo. Sirven para descentrar los binarios refugiado y persona que acoge y hacen aflorar relatos que normalmente quedan ahogados por los pánicos de frontera y el reportaje de la crisis. Empiezo desarrollando ideas de activismos migratorios a través de historias colectivas y geografías relacionales. Acto seguido abordo diferentes tipos de trabajo de ciudadanía a nivel de calle que pone en relación estos movimientos y que están más desarrollados que los programas dirigidos por el Estado para «integrar» a las personas. Acabo con algunos pensamientos sobre luchas compartidas.

Activismos migratorios

¿Y si pensáramos en términos de trayectorias más que de territorios? Homi Bhabha describe una «nueva conciencia geográfica», construida a partir de «circuitos multicéntricos» y «itinerarios excéntricos». [3]3 — Homi Bhabha, ‘Introduction: On Disciplines and Destinations’, in Territories and Trajectories: Cultures in Circulation, ed. Diana Sorensen (Durham, NC: Duke University Press, 2018), p.1. Los historiadores también han dibujado el Mediterráneo a través de sus vínculos entre personas y lugares. Donde «los viajes y la migración, las rutas comerciales, la distribución del trabajo y del capital, la conquista militar y el intercambio cultural han hecho del Mediterráneo un espacio geográfico único y al mismo tiempo múltiple». [4]4 — miriam cooke, Erdağ Göknar, and Grant Parker, Mediterranean Passages: Readings from Dido to Derrida (Chapel Hill, NC: University of North Carolina Press, 2008), p.1. Donde los marineros medievales iban a ambos lados de sus aguas sin dificultad. [5]5 — Ibid, p.4 Donde aparecen identidades mediterráneas que inmediatamente se conectan y se establecen en lugares concretos. [6]6 — Tom Western, ‘Παγκόσμια Ηχώ | Echos-Monde | The World is Echo’, in The City Talks Back, ed. Theatrum Mundi and Onassis Foundation (2020 – https://backtalks.city/project/tom-western-πασγκόσμια-ηχώ/)

Estas geografías relacionales nos ayudan a comprender acontecimientos y movimientos de la última década. Demasiado a menudo, los estudios académicos de las migraciones mediterráneas se centran en el viaje, la travesía, sin preocuparse mucho por lo que pasó antes y lo que pasará después. Y casi siempre, estos estudios siguen flechas dibujadas en mapas que apuntan del sur al norte, reproduciendo lógicas de «crisis de refugiados». Mejor, en cambio, trabajar con lo que Diana Sorensen llama «vectores de movimiento alternativos», trayectorias que contienen «tráfico, transmisión e intercambio, a menudo sacando a la luz conversaciones que han pasado desapercibidas». [7]7 — Diana Sorensen, ‘Alternative Geographic Mappings for the Twenty-First Century’, in Territories and Trajectories: Cultures in Circulation, ed. Sorensen (Durham, NC: Duke University Press, 2018), p.19. Estas direccionalidades, prosigue Sorensen, «no están reguladas por las vías convencionalmente establecidas de la hegemonía», sino a través del «circular siguiendo rutas marítimas o estableciéndose en las fronteras». [8]8 — Ibid, p.19. Ideas, culturas, personas y cosas se mueven en más de una dirección, y lo que hace falta es «distinguir vínculos, muchos de los cuales pueden ser inesperados». [9]9 — Ibid, p.19.

En el caso de los movimientos migratorios, eso se convierte en una cuestión sobre cómo se mueven los movimientos, como los activismos viajan, circulan, migran; cómo las luchas de ciudadanía se trasladan de un lugar a otro; cómo las resistencias resuenan por todas trayectorias que han estallado. Lo que otros escritores han denominado «resistencia migrante» y «protesta inmigrante» [10]10 — Maurice Stierl, Migrant Resistance in Contemporary Europe (New York: Routledge, 2019); Imogen Tyler and Katarzyna Marciniak, ‘Immigrant Protest: An Introduction’, Citizenship Studies, 17: 2 (2013), 143-56. no es algo que empiece y acabe en Europa. Maurice Stierl describe la «solidaridad transfronteriza» como algo «fugaz y momentáneo» [11]11 — Maurice Stierl, Migrant Resistance in Contemporary Europe (New York: Routledge, 2019), p.95. y afirma que las personas «empiezan a cuestionar su marginalización y exclusión» una vez han entrado en Europa y están sujetas a la gobernanza de las fronteras de la UE y a la violencia. [12]12 — Ibid, p.10. Pero centrarse en este tipo de activismo significa prestar menos atención a las luchas y la resistencia de las personas antes de llegar al continente europeo y en los bucles de retroalimentación que conectan estos movimientos.

Se convierte en una cuestión sobre cómo se mueven los movimientos, como los activismos viajan, circulan, migran; cómo las luchas de ciudadanía se trasladan de un lugar a otro

En cambio, los activismos migratorios existen por todas partes en geografías ampliadas y descentradas. Conectan historias desconectadas y cuestionan los eurocentrismos. [13]13 — Ida Danewid, ‘White Innocence in the Black Mediterranean: Hospitality and the Erasure of History’, Third World Quarterly, 38: 7 (2017), 1674-1689; Elena Fiddian-Qasmiyeh, ‘Recentring the South in Studies of Migration’, Migration and Society, 3 (2020), 1-18; P. Khalil Saucier and Tryon P. Woods, ‘Slavery’s Afterlife in the Euro-Mediterranean Basin’, Open Democracy, 19 June 2015 – https://www.opendemocracy.net/en/beyond-trafficking-and-slavery/slaverys-afterlife-in-euromediterranean-basin/ He aquí algunos ejemplos. Sara Salem hace un repaso brillante de la importancia del pensamiento marxista y la práctica de la política de Oriente Próximo a lo largo del siglo XX, escribiendo sobre cómo la obra de Gramsci y Fanon atizaron la lucha revolucionaria en Egipto. [14]14 — Sara Salem, Anticolonial Afterlives in Egypt: The Politics of Hegemony (Cambridge: Cambridge University Press, 2020). Malu Halasa y Assaad Alachi detallan la influencia del movimiento serbio Otpor! en la revolución siria, desplegándose a través de una serie de talleres de desobediencia civil que enlazan Serbia con Suecia pasando por Siria. [15]15 — Malu Halasa, ‘Mystery Shopper: Interview with Assaad Alachi’, in Syria Speaks: Art and Culture from the Frontline, ed. Malu Halasa, Zaher Omareen, and Nawara Mahfoud (London: Saqi Books, 2014), pp.104-111. Conversaciones recientes entre activistas sirios y palestinos con personas implicadas en el movimiento Black Lives Matter en los Estados Unidos dibujan rasgos en común, solidaridades y estrategias compartidas. [16]16 — Khury Peterson-Smith, Banah Ghadbian, Mariam Barghouti, Robert Cuffy and Shireen Akram-Boshar, ‘From BLM to Palestine and Syria: The Politics of Revolutionary Solidarity’, in Syrian Revolution: A History from Below (2020 – https://syrianrevolt159610334.wordpress.com/about/).

En palabras de mi compañero del SGYF Kareem al Kabbani, que me ha enseñado mucho sobre el movimiento de movimientos y como nuestros activismos en Atenas están conectados con otros por todo el mundo: «Puedes oír estas voces por todas partes ―en América, en el Reino Unido― y esta voz empezó a romper estatuas y también a fijarse más en la historia. El sonido omnipresente viaja de lugar en lugar». [17]17 — Kareem Al Kabbani and Tom Western, ‘The Movement Exists in Voice and Sound’, in Sonic Urbanism: Crafting a Political Voice, ed. Theatrum Mundi (London: &beyond, 2020). Lo que surge a través de estos activismos migratorios es un conjunto de rasgos en común, muy a menudo arraigados en actos de ciudadanía. Tal como dice Hassan Abbas, la revolución siria fue «un acto excepcional de ciudadanía […] los primeros pasos en el proceso de reclamar los vínculos de ciudadanía». [18]18 — Hassan Abbas, ‘Between the Cultures of Sectarianism and Citizenship’, in Syria Speaks, p.56. En diferentes contextos, pero de formas relacionadas, estas prácticas de ciudadanía se están haciendo realidad ahora en las calles de Atenas.

El trabajo de ciudadanía

La ciudadanía activa constituye el principio organizativo de nuestro equipo. «Miramos la ciudad y preguntamos lo que podemos hacer como ciudadanos y ciudadanas». [19]19 — Kareem Al Kabbani, Wael Habbal, and Tom Western, ‘Active Citizenship in Athens’, Forced Migration Review, 63 (2020), p.15. A un nivel, eso significa construir una plataforma que se inserte en la sociedad griega y la toma de decisiones políticas, trabajando en solidaridad y colaboración con otras organizaciones y comunidades de Atenas. A otro nivel, se trata de deshacer y rehacer los sentidos de ciudadanía. Fundamentalmente, se trata de desvincular ideas de ciudadanía de identidades nacionales, del propio estado nación.

Me dicen que no hay que olvidar las identidades. Se puede ser fácilmente sirio y griego al mismo tiempo; es posible empoderar múltiples comunidades al mismo tiempo. Buena parte de este pensamiento se basa en la historia, en los vínculos entre Grecia y Siria que datan de hace siglos. La diversidad es lo que mantiene unido un lugar. Mis compañeros y compañeras hablan de esta manera de Damasco. Cualquiera que vaya a Damasco se convierte en Damasco, y la diversidad se convierte en la identidad del lugar. Aplicamos la misma lógica en Atenas, y como consecuencia todos y todas somos atenienses.

Así pues, aunque nuestro trabajo se ha centrado en rehacer la experiencia siria y griega, busca descartar el «punto de vista étnico» del nacionalismo metodológico, que ve a los migrantes como diferenciados cultural y socialmente de las «sociedades nacionales» y asume que la gente sólo puede tener un único país y una única identidad. [20]20 — Ayse Çağlar and Nina Glick Schiller, Migrants and City-Making: Dispossession, Displacement, and Urban Regeneration (Durham, NC: Duke University Press, 2018), p.3-4. Más aún, busca distorsionar ideas que vinculen lugar con etnia y viceversa. El punto de vista étnico se disuelve, se repone con rasgos en común no sólo entre Siria y Grecia, sino a lo largo de geografías más extensas de activismo creativo. El equipo lleva a cabo actividades de artes tradicionales y cultura popular y las enseña a otros; cocina y distribuye comida gratuita en centros sociales por toda la ciudad; organiza talleres sobre empleo y derechos laborales. «Sirio» se convierte en un vector de inclusión: subvirtiendo la lógica de a quien acoge y quien es acogido, un espacio donde todo el mundo es bienvenido.

Y así se conecta con ideas de pensamiento de frontera. Pensad, por ejemplo, en el trabajo de Andrea Dyrness y Enrique Sepúlveda III con jóvenes de procedencia latinoamericana en los Estados Unidos y en España, que desarrollan esta idea, para clarificar «prácticas de pertenencia y estrategias activistas que rechazan las categorías de identidad nacional tanto a países de origen como de acogida». [21]21 — Andrea Dyrness and Enrique Sepúlveda III, Border Thinking: Latinx Youth Decolonizing Citizenship (Minneapolis, MN: University of Minnesota Press, 2020), p.19. Se llevan a cabo, se recuerdan y rehacen formas colectivas y colectivistas de organización en nuevos contextos migratorios. Estos activismos transnacionales y migratorios están llenos de creatividad. Pero las teorías de ciudadanía a nivel de calle que generan las personas que cruzan fronteras a menudo son invisibles a los ojos de los agentes del Estado responsables de «integrarlos». [22]22 — Ibid, p.28.

El trabajo de ciudadanía en la calle está mucho más avanzado que los programas de integración del Estado: las personas crean un espacio de autoorganización, pensamiento de frontera y práctica activista

Lo mismo sucede a Atenas. El trabajo de ciudadanía a nivel de calle está mucho más avanzado que los programas de integración gestionados por el Estado. Las personas crean, en cambio, un espacio de autoorganización, pensamiento de frontera y práctica activista; un taller de posiciones de los sujetos que vale la pena habitar; una vía para escapar de las trampas de representación del trabajo del Estado (y de la erudición) que hace que las personas sean sólo refugiados y que sólo hablen como víctimas, que se posicionen como un problema que hay que solucionar o que se vuelvan «útiles» a través de limitadas oportunidades profesionales. [23]23 — Ibid, p.197; Tom Western, ‘The Active Citizens Sound Archive’, Refugee Hosts blog (2020 – https://refugeehosts.org/2020/04/02/the-active-citizens-sound-archive/). Tales espacios abren nuevas formas de identidad y pertenencia que ya no se ajustan al estado nación. Tal como dice Kareem Al Kabbani, «no quiero volver [a Siria] como sirio o como griego, o como ninguna nacionalidad. Soy un ciudadano activo, y realmente invito a cualquier persona que cree en este método a venir y a vivir esta experiencia». [24]24 — In Al Kabbani and Western, ‘The Movement Exists in Voice and Sound’, 2020.

Por lo tanto, los activismos migratorios generan ciudadanías transnacionales. La cultura y el conocimiento existen en circulación. Las ciudades y las ciudadanías no están fijas o acabadas, sino que se elaboran, se afirman y se expresan constantemente a nivel de calle. Los relatos de desplazamiento se acumulan y desconciertan la ciudad, la ciudad que durante mucho tiempo ha sido un lugar de identidades discutidas, que a su vez generan creatividades constantes. La inclusión no es sólo una calle de doble sentido sino un sistema entero de metro de reciprocidades, reuniendo ciudadanías improbables y materializándose en panoramas inesperados, redibujando mapas del espacio urbano.

Luchas compartidas

Termino con un llamamiento a amplificar este trabajo de ciudadanía, y a formarlo reconociendo cómo son parte de luchas compartidas. En eso sigo a Ayşe Çağlar y Nina Glick Schiller, que afirman que los desplazados son precarios urbanos, que se unen a luchas urbanas de más alcance para reclamar recursos dentro de procesos de emplazamiento y reivindicaciones de ciudadanía social. [25]25 — Çağlar and Glick Schiller, Migrants and City-Making, p.12, 19-20. Y lo que Asef Bayat denomina «política de calle», en el que la calle está donde la gente «forja identidades, amplía solidaridades y extiende su protesta más allá de sus círculos inmediatos a las personas desconocidas, forasteras». [26]26 — Asef Bayat, Life as Politics: How Ordinary People Change the Middle East (Stanford, CA: Stanford University Press, 2010), p.13. Lo que Bayat denomina la «calle árabe» encuentra su resonancia en las plazas de Atenas, puesto que los activismos y las protestas se basan cada vez más en cosas que se comparten y se poseen en común.

Hay que repetirlo, buena parte de eso sale de la historia. Los recuerdos de resistencia anticolonial tienen la capacidad de transmitir y unir, a través de pasados otomanos, pero también a través de la colonización europea y de colonialidades en curso que se extienden y abarcan las dos orillas del Mediterráneo. El equipo del SGYF lleva a cabo arado ―el arte de actuación artística tradicional de Damasco, que resuena con mensajes de revuelta contra imperios― en Atenas, llenando espacios públicos con resonancias anticoloniales. Una vez más, las prácticas y estrategias de activismo en un lugar están influenciadas por culturas de resistencia y de acción colectiva de otro [27]27 — Al Kabbani and Western, ‘The Movement Exists in Voice and Sound’; Dyrness and Sepúlveda III, Border Thinking, p.209.

Así pues mientras Grecia es un país abrumado por paquetes de austeridad impuestos y regímenes de frontera de la UE [28]28 — See, for example, Anna Carastathis, ‘Nesting Crises’, Women’s Studies International Forum, 68 (2018), 142-48. , tiene también la suerte ―me dicen mis compañeros y compañeras― de tener tanta gente que llega y que se queda, tantas ideas y tanta energía. Todo se echa de menos en los relatos de migración que sólo se centran en los paisajes de la muerte al Mediterráneo y de crisis en las fronteras. Y todo corre el riesgo de ser eliminado del archivo de la ciudad y de la nación, como ha sucedido con otros tipos de ciudadanías consideradas «peligrosas» para la polis y el Estado griego. [29]29 — Neni Panourgia, Dangerous Citizens: The Greek Left and the Terror of the State (New York: Fordham University Press, 2009). Creamos un Archivo Sonoro de Ciudadanas y Ciudadanos Activos por estos motivos, para documentar nuestro trabajo de ciudadanía, pero también para reorientar la idea de un archivo alejado de la nación y dirigido hacia aquello relacional, migratorio, activista, comunitario. Quizás este recurso podría ser útil a nivel más general. Quizás podría ayudar a reconocer que los responsables de decisiones políticas podrían aprender mucho de las personas que rehacen las ciudadanías desde la base hacia arriba.

  • REFERENCIAS

    1 —

    Édouard Glissant, Poetics of Relation, trans. Betsy Wing (Ann Arbor, MI: University of Michigan Press, 1997), p.45.

    2 —

    Édouard Glissant, Poetics of Relation, trans. Betsy Wing (Ann Arbor, MI: University of Michigan Press, 1997), p.33.

    3 —

    Homi Bhabha, ‘Introduction: On Disciplines and Destinations’, in Territories and Trajectories: Cultures in Circulation, ed. Diana Sorensen (Durham, NC: Duke University Press, 2018), p.1.

    4 —

    miriam cooke, Erdağ Göknar, and Grant Parker, Mediterranean Passages: Readings from Dido to Derrida (Chapel Hill, NC: University of North Carolina Press, 2008), p.1.

    5 —

    Ibid, p.4

    6 —

    Tom Western, ‘Παγκόσμια Ηχώ | Echos-Monde | The World is Echo’, in The City Talks Back, ed. Theatrum Mundi and Onassis Foundation (2020 – https://backtalks.city/project/tom-western-πασγκόσμια-ηχώ/)

    7 —

    Diana Sorensen, ‘Alternative Geographic Mappings for the Twenty-First Century’, in Territories and Trajectories: Cultures in Circulation, ed. Sorensen (Durham, NC: Duke University Press, 2018), p.19.

    8 —

    Ibid, p.19.

    9 —

    Ibid, p.19.

    10 —

    Maurice Stierl, Migrant Resistance in Contemporary Europe (New York: Routledge, 2019); Imogen Tyler and Katarzyna Marciniak, ‘Immigrant Protest: An Introduction’, Citizenship Studies, 17: 2 (2013), 143-56.

    11 —

    Maurice Stierl, Migrant Resistance in Contemporary Europe (New York: Routledge, 2019), p.95.

    12 —

    Ibid, p.10.

    13 —

    Ida Danewid, ‘White Innocence in the Black Mediterranean: Hospitality and the Erasure of History’, Third World Quarterly, 38: 7 (2017), 1674-1689; Elena Fiddian-Qasmiyeh, ‘Recentring the South in Studies of Migration’, Migration and Society, 3 (2020), 1-18; P. Khalil Saucier and Tryon P. Woods, ‘Slavery’s Afterlife in the Euro-Mediterranean Basin’, Open Democracy, 19 June 2015 – https://www.opendemocracy.net/en/beyond-trafficking-and-slavery/slaverys-afterlife-in-euromediterranean-basin/

    14 —

    Sara Salem, Anticolonial Afterlives in Egypt: The Politics of Hegemony (Cambridge: Cambridge University Press, 2020).

    15 —

    Malu Halasa, ‘Mystery Shopper: Interview with Assaad Alachi’, in Syria Speaks: Art and Culture from the Frontline, ed. Malu Halasa, Zaher Omareen, and Nawara Mahfoud (London: Saqi Books, 2014), pp.104-111.

    16 —

    Khury Peterson-Smith, Banah Ghadbian, Mariam Barghouti, Robert Cuffy and Shireen Akram-Boshar, ‘From BLM to Palestine and Syria: The Politics of Revolutionary Solidarity’, in Syrian Revolution: A History from Below (2020 – https://syrianrevolt159610334.wordpress.com/about/).

    17 —

    Kareem Al Kabbani and Tom Western, ‘The Movement Exists in Voice and Sound’, in Sonic Urbanism: Crafting a Political Voice, ed. Theatrum Mundi (London: &beyond, 2020).

    18 —

    Hassan Abbas, ‘Between the Cultures of Sectarianism and Citizenship’, in Syria Speaks, p.56.

    19 —

    Kareem Al Kabbani, Wael Habbal, and Tom Western, ‘Active Citizenship in Athens’, Forced Migration Review, 63 (2020), p.15.

    20 —

    Ayse Çağlar and Nina Glick Schiller, Migrants and City-Making: Dispossession, Displacement, and Urban Regeneration (Durham, NC: Duke University Press, 2018), p.3-4.

    21 —

    Andrea Dyrness and Enrique Sepúlveda III, Border Thinking: Latinx Youth Decolonizing Citizenship (Minneapolis, MN: University of Minnesota Press, 2020), p.19.

    22 —

    Ibid, p.28.

    23 —

    Ibid, p.197; Tom Western, ‘The Active Citizens Sound Archive’, Refugee Hosts blog (2020 – https://refugeehosts.org/2020/04/02/the-active-citizens-sound-archive/).

    24 —

    In Al Kabbani and Western, ‘The Movement Exists in Voice and Sound’, 2020.

    25 —

    Çağlar and Glick Schiller, Migrants and City-Making, p.12, 19-20.

    26 —

    Asef Bayat, Life as Politics: How Ordinary People Change the Middle East (Stanford, CA: Stanford University Press, 2010), p.13.

    27 —

    Al Kabbani and Western, ‘The Movement Exists in Voice and Sound’; Dyrness and Sepúlveda III, Border Thinking, p.209.

    28 —

    See, for example, Anna Carastathis, ‘Nesting Crises’, Women’s Studies International Forum, 68 (2018), 142-48.

    29 —

    Neni Panourgia, Dangerous Citizens: The Greek Left and the Terror of the State (New York: Fordham University Press, 2009).

TomWestern

Tom Western

Tom Western estudia el sonido, la ciudadanía y los activismos creativos. Es profesor de Geografía Social y Cultural en la UCL, y miembro del Syrian and Greek Youth Forum en Atenes. Su investigación es sensible a las conexiones entre la voz política y las políticas de los espacios; de que forma los activismos migratorios convierten las ciudades en espacios de lucha compartida; y de cómo las ciudades y los ciudadanos nunca están arreglados o acabados del todo, si no que están en constante proceso de construcción y de hacer que sus voces se oigan en la calle. Juntamente con sus compañeros en el SGYF, desarrolla estas metodologías y, juntos, dirigen el Active Citizens Sound Archive.