El coste social de la Covid-19 es alto, muy alto. Lo es tanto que ni siquiera somos capaces de imaginar el alcance real de los estragos de una crisis social a escala global que no ha hecho más que empezar. La pandemia ha evidenciado cómo, en sólo doce meses, la pobreza, las desigualdades y la exclusión que ya existían se han agravado enormemente: hay más personas en riesgo de pobreza y las personas que ya estaban en esta situación son más pobres que antes [1]1 — Cruz, I. Navarro-Varas, L. y Porce, S. (2020), Una aproximació als efectes socioeconòmics de la COVID-19 a la metròpoli de Barcelona. Estimacions desigualtat social i pobresa. Institut d’Estudis Regionals i Metropolitans de Barcelona. . Aquí, en Cataluña, y en cualquier otro lugar del mundo.

Si la consecución del ODS 1 ‘Fin de la pobreza’ era un reto ambicioso antes de la pandemia, ahora lo es todavía más porque el impacto del coronavirus está dificultando la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible [2]2 — United Nations (2020), Responsing to the socio-economic impacts of COVID-19 – ODS. . Sin embargo, las organizaciones del tercer sector social estamos convencidas de que la superación de la crisis social generada por la Covid-19 pasa forzosamente por el cumplimiento de la hoja de ruta marcada por la Agenda 2030. El reto es mayúsculo y nos pone a todos y todas a prueba (administraciones, emprendedores, entidades sociales, ciudadanía, etc.) pero ahora, más que nunca, no podemos dejar a nadie atrás. El tercer sector social no sólo lo tiene muy claro, sino que quiere tener un papel activo.

Sólo en la primera y segunda olas de la pandemia, en Cataluña 800.000 personas han requerido ayuda de las entidades sociales para cubrir necesidades tan básicas como la alimentación y la vivienda, según estimaciones de la Mesa del Tercer Sector [3]3 — Mesa Tercer Sector (2021), 800.000 persones han requerit ajuda de les entitats del tercer sector per l’emergència social de la COVID-19 durant el 2020. Disponible en línea en el sitio web tercersector.cat. . En concreto, las peticiones de ayuda se han triplicado y duplicado [4]4 — Mesa Tercer Sector (2021), 800.000 persones han requerit ajuda de les entitats del tercer sector per l’emergència social de la COVID-19 durant el 2020. Disponible en línea en el sitio web tercersector.cat. respectivamente con cada ola, y un 30% de las personas atendidas es la primera vez que han recurrido a una entidad social, lo que refleja de manera inequívoca la dureza de la emergencia.

El Tercer Sector Social es y será la red de protección social para miles de personas en situación de vulnerabilidad, y por ello reclama que su voz sea escuchada y se tenga en cuenta en el diseño de las políticas sociales que tienen que paliar los efectos de la pandemia

El golpe se está parando gracias al trabajo y al compromiso de servicio público del conjunto de las entidades sociales catalanas, de sus profesionales y de su voluntariado, representadas por la Mesa de entidades del Tercer Sector Social de Cataluña. Treinta y cuatro federaciones y grandes organizaciones que aglutinan a más de 3.000 entidades no lucrativas —fuertemente arraigadas en el territorio— que defienden los derechos sociales y luchan por erradicar la pobreza y reducir las desigualdades. Si prestamos atención a los motivos fundacionales y a su misión y visión, observaremos que el máximo común denominador es el trabajo en los ODS. Son asociaciones, fundaciones, cooperativas de iniciativa social y empresas de inserción que atienden, acompañan y ofrecen apoyo a personas en situación o riesgo de exclusión en todas las etapas de la vida (infancia y adolescencia, juventud, adultos y personas mayores) y en todos los ámbitos (pobreza y exclusión, trabajo, salud, ocio, discapacidad, salud mental, sinhogarismo, drogodependencias o colectivo gitano, entre muchos otros).

El tercer sector social ha sido, es y seguirá siendo la red de protección social de miles de personas en situación de vulnerabilidad y es por este motivo que reclama que su voz y experiencia sean escuchadas y tenidas en cuenta en el diseño de las políticas sociales que tienen que paliar los efectos de la pandemia y que tienen que dar respuesta a las nuevas necesidades, las de ahora y las que surgirán en un futuro. Pero las entidades sociales también reivindican ser un agente imprescindible en el avance de los ODS de la Agenda 2030. Una de las características del sector es, precisamente, la capacidad de generar toda clase de alianzas entre los diversos agentes para, así, multiplicar los efectos de la acción de las entidades sociales en las personas y el conjunto de la sociedad.

De hecho, el tercer sector social entiende el ODS 17 ‘Alianzas para los objetivos’ como un compromiso estratégico y parte del método para la consecución de sus metas. En este sentido, vincula a sus causas y propósitos a 90.000 profesionales (un 75% son mujeres), a 360.000 personas voluntarias, a 550.000 personas socias y a 560.000 donantes, además de administraciones públicas con independencia de su escala territorial y de miles de empresas de todo tipo (micro, pequeñas, medias y grandes).

La pobreza en el mundo

Los datos actuales del Banco Mundial confirman que no se podrá erradicar la pobreza para el año 2030 [5]5 — The World Bank (2020), Atlas of Sustainable Development Goals 2020. . Como se apuntaba, incluso antes de la Covid-19 ya estábamos lejos de este hito. Las previsiones plantean que la pobreza extrema mundial aumentará por primera vez en más de 20 años durante este 2021 como consecuencia ocasionada de la pandemia y agravada por la fuerza de los conflictos y del cambio climático.

Se calcula que entre 88 y 115 millones más de personas entrarán en la pobreza extrema y que, por lo tanto, el total se situará entre 703 y 729 millones. La crisis sanitaria tendrá como resultado el aumento de la pobreza, particularmente desproporcionada en los grupos que eran vulnerables a causa de la pérdida de puestos de trabajo de personas poco cualificadas y con salarios bajos. Esta tendencia ya existía, pero se ha acelerado con la Covid-19. Las últimas investigaciones sugieren que, casi con toda seguridad, los efectos de la crisis se harán sentir en la mayoría de los países hasta 2030. En estas condiciones, los objetivos de erradicar la pobreza extrema en todo el mundo y de reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en situación de pobreza es inalcanzable, si no se adoptan medidas políticas rápidas, significativas y sustanciales.

La pobreza en Catalunya

El tercer sector social entiende las desigualdades como un problema de derechos humanos que va más allá de la falta de ingresos y recursos para garantizar unos medios de vida sostenibles para las personas. ¿Por qué el ODS 10 ‘Reducir las desigualdades’ es tan importante para las entidades sociales? La razón es muy sencilla: porque en Cataluña tenemos una pobreza que es estructural, crónica y profunda y unas desigualdades que se ensanchan.

La acción del tercer sector se centra en las personas que no pueden vivir con dignidad. Son personas que no pueden romper con la rueda de la precariedad y que van entrando y saliendo, la llamada pobreza intermitente, porque no consiguen la suficiente estabilidad económica y laboral como para superar la situación de callejón sin salida. En este sentido, los datos son nítidos:

Prácticamente un 20% de los catalanes y catalanas son pobres (19,5%) [6]6 — IDESCAT (2020), Enquesta de condicions de vida. Informe publicado el 21 de julio de 2020. Disponible en línea en idescat.cat. , es decir, más de un millón y medio de personas, y lo peor de todo es que, en los últimos años, esta tasa de riesgo de pobreza no se ha movido mucho de los alrededores de esta cifra, cosa que indica cómo es de profunda y arraigada esta pobreza. Un 8% de estas personas viven en una situación de pobreza extrema, que equivale a más de medio millón de personas. [7]7 — IDESCAT (2020), Enquesta de condicions de vida. Informe publicado el 21 de julio de 2020. Disponible en línea en idescat.cat. . Los colectivos más castigados son: la infancia (1 de cada 3 niños catalanes es pobre), las mujeres (la feminización de la pobreza es un fenómeno en aumento) y las personas inmigradas (la mitad en riesgo de exclusión) y, por tipología de hogar, las monoparentales (casi la mitad también en situación de pobreza). [8]8 — IDESCAT (2020), Enquesta de condicions de vida. Informe publicado el 21 de julio de 2020. Disponible en línea en idescat.cat. .

El 20% de la población catalana es pobre. En los últimos años, la tasa de riesgo de pobreza no se ha movido de los alrededores de esta cifra, lo que indica cómo es de profunda y arraigada es esta pobreza

Los datos son eso, números, pero detrás hay una persona y una familia que no vive, sino que sobrevive en su día a día, y que tiene que escoger entre pagar la vivienda o la comida, o entre pagar las facturas energéticas o comprar ropa y, así, hasta una larga lista de casuísticas impropias de una sociedad como la nuestra. Al fin y al cabo demuestra que nuestra sociedad sigue siendo profundamente desigual, injusta y no equitativa, lo que empuja a las organizaciones sociales a seguir avanzando en la consecución del ODS 10 que, desde la transversalidad, actúa como paraguas de otros ODS relacionados estrechamente con el trabajo que desarrollan las entidades sociales: hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad, igualdad de género, energía limpia y asequible, trabajo decente y crecimiento económico y ciudades y comunidades sostenibles.

Propuestas del tercer sector social catalán para alcanzar los ODS

ODS 1 – Fin de la pobreza. Reforzar la red de protección y derechos sociales es esencial para progresar en este objetivo, haciendo incidencia en tres aspectos fundamentales: trabajo, vivienda y garantía de ingresos mínimos. Los dos primeros se ampliarán a continuación, pero ahora, nos centraremos en dos derechos que aseguran estos mínimos vitales: la renta garantizada de ciudadanía y el ingreso mínimo vital. Aunque son unas buenas herramientas para reducir la pobreza estructural, no están llegando a las personas susceptibles de ser beneficiarias. Actualmente, 150.000 personas se benefician de la renta garantizada, según datos del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias [9]9 — Departament de Treball, Afers Socials i Famílies de la Generalitat de Catalunya (2020), Principals dades sobre la implementació de la Renda Garantida de Ciutadania. Disponible en línea en el sitio web treballiaferssocials.gencat.cat. . La cifra sólo llega al 10% de la población que vive bajo el umbral de pobreza. Y en el caso del ingreso mínimo vital, la prestación beneficia a 560.000 personas (41.000 en Cataluña), muy lejos de la intención del Gobierno español de llegar a 2,3 millones en el Estado, según el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social. Por este motivo, es prioritario y urgente asegurar la correcta coordinación con el gobierno español para garantizar la compatibilidad entre el Ingreso Mínimo Vital y la Renta Garantizada de Ciudadanía y asegurar el acceso a todas las personas que las necesitan, además de simplificar los trámites y mejorar el tiempo de respuesta, porque la resolución de las solicitudes no es ni ágil ni rápida.

ODS 2 – Hambre cero. La pandemia ha triplicado las demandas de ayuda a las entidades sociales para cubrir la necesidad básica de la alimentación. La Covid-19 ha empeorado las condiciones de vida de las personas que ya estaban en una situación de pobreza, pero también se han añadido muchas otras con nuevos perfiles que el tercer sector nunca había atendido hasta ahora. Personas que, de la noche a la mañana, se han quedado sin ningún ingreso porque han perdido su trabajo o su negocio y que, si tenían algún ahorro, se han quedado sin ningún cojín y ahora requieren con urgencia tener asegurados unos mínimos vitales. Por ello, es imprescindible que los dos derechos antes mencionados, la renta garantizada de ciudadanía y el ingreso mínimo vital, funcionen correctamente.

ODS 3 – Salud y bienestar. Según un estudio de la OMS (Organización Mundial de la Salud), 1 de cada 4 personas sufrirá algún tipo de trastorno mental a lo largo de su vida [10]10 — World Health Organization (2001). The World Health Report 2001: Mental Disorders affect one in four people. Disponible en línea en who.int. . La pandemia está generando un aumento de estas realidades. El aislamiento social y la disminución de las relaciones personales ha afectado sobre todo a colectivos que han estado cerca de vivencias difíciles. La muerte de un familiar o de una persona próxima, así como la incertidumbre y la precariedad laboral, han incrementado los trastornos relacionados con la ansiedad y la depresión. Las entidades sociales piden que la salud mental sea un elemento central de la respuesta a la pandemia y reclaman estrategias planificadas, con mecanismos de apoyo a las personas y con los recursos adecuados para gestionar la sobrecarga en salud mental derivada de la Covid-19.

ODS 5 – Igualdad de género. La relación entre pobreza y mujer es directa: están más expuestas y tienen más riesgo de sufrir una situación de empobrecimiento por el hecho de ser mujeres. La vulnerabilidad se multiplica si, además, es mujer y tiene una discapacidad, un trastorno de salud mental, es de origen migrado o pertenece al pueblo gitano o al colectivo LGBTIQ+. La brecha de género es evidente sobre todo en el ámbito laboral porque tienen trabajos más precarios, sueldos más bajos (22% de brecha salarial) y a tiempo parcial. Como consecuencia, los ingresos son exponencialmente más bajos. En 2019, España tenía la segunda tasa de paro femenino más alta de la Unión Europea [11]11 — Alston, P. (2020), Informe del Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos. . El tercer sector propone que se refuercen las políticas de igualdad de género y reclama que se incorpore esta perspectiva en el diseño, ejecución y evaluación de las políticas sociales para garantizar la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.

ODS 7 – Energía limpia y asequible. El trabajo del tercer sector está muy centrado en reducir la precariedad energética, incrementando la resiliencia energética y disminuyendo las actuaciones de asistencia social. El 8% de la población catalana no puede mantener su hogar a una temperatura adecuada [12]12 — IDESCAT (2020), Enquesta de condicions de vida. Informe publicado el 21 de julio de 2020. Disponible en línea en idescat.cat. . Desde hace muchos años, las entidades sociales están comprometidas con la lucha contra la pobreza energética y en cómo asegurar el derecho a una energía asequible sobre todo para las personas en situación vulnerable. La pobreza energética es una de las caras de la pobreza que más nos preocupa y ocupa porque, hoy en día, es un derecho vulnerado que requiere una respuesta conjunta, integral y coordinada de todos los agentes implicados. Algunas de las causas que empeoran esta realidad son: el encarecimiento de las facturas energéticas de más del 40% de media en la última década y el estado del parque de viviendas, más del 50% no son eficientes energéticamente. Es imprescindible el cumplimiento de la ley 24/2015 de medidas urgentes para afrontar la emergencia en el ámbito de la vivienda y la pobreza energética para proteger los hogares más vulnerables que impulsó el Parlament de Catalunya, y hay que empoderar a las personas para que conozcan y reivindiquen sus derechos energéticos. La Mesa del Tercer Sector es coorganizadora del Congreso Catalán de Pobreza Energética para promover el trabajo conjunto entre los diferentes agentes.

ODS 8 – Trabajo decente y crecimiento económico. La situación actual en relación con este ODS es insostenible porque arrastrábamos, prepandemia, un empleo de mala calidad con unas condiciones laborales muy precarias: sueldos bajos e inestabilidad laboral. En estos momentos, tener trabajo no es ninguna garantía para no ser pobre (en Cataluña hay cerca de 500.000 trabajadores/as pobres) [13]13 — CCOO (2019). Una aproximació a la pobresa en el treball. . Esta realidad aumenta con el contexto de pandemia y tiene un impacto directo en la salud y el crecimiento económico que, por consiguiente, ralentiza exponencialmente la prosperidad de las personas. Los salarios precarios son sinónimo de precariedad en todos los otros ámbitos de la vida. Por esta razón, es indispensable generar nuevas políticas públicas que den una respuesta urgente a la necesidad de incorporar al mercado laboral a los colectivos con mayor vulnerabilidad (mujeres, jóvenes, mayores de 45 años, personas con discapacidad, personas recién llegadas, pueblo gitano, etc.) y que se han visto más afectados por las consecuencias sociales y económicas de la pandemia. No se puede olvidar que el trabajo es la principal vía de inclusión social y que, para estas personas, las oportunidades laborales también son sinónimo de autonomía, autoestima y relaciones sociales.

ODS 11 – Ciudades y comunidades sostenibles. Según estimaciones de la ONU, 5.000 millones de personas vivirán en ciudades en 2030. La sostenibilidad de este ODS se basa en muchas cuestiones, pero la principal es la vivienda, que constituye el gasto más elevado de las personas y las familias. Las causas de este sobrecoste son, de una parte, los precios desorbitados y, de la otra, la falta de un parque de vivienda social, que en Cataluña ni siquiera llega al 2%, muy lejos del 15% que es el mínimo para asegurar la cohesión social en una comunidad y que corresponde al estándar europeo. Eso implica que estemos ante una emergencia habitacional que, sólo en torno a Barcelona, excluye a 1 millón de personas [14]14 — FOESSA-Càritas Catalunya (2019), Informe sobre exclusió i desenvolupament social a Catalunya. . Miles de ciudadanos y ciudadanas viven la inseguridad de no saber si les desahuciarán, en muchos casos las viviendas no son adecuadas y en otros las personas viven amontonadas en una misma habitación. No es casual que la pandemia haya golpeado más fuerte a las personas que viven en los barrios y distritos más vulnerables de las grandes ciudades de todo el planeta, donde las tasas de mortalidad han sido mayores y donde el impacto del ODS 3 ‘Salud y bienestar’, tanto en el aspecto físico como en el emocional, está generando procesos de angustia y estrés muy elevados. Hay que incrementar el parque público de viviendas de Cataluña para asegurar el acceso a una vivienda digna, asequible y accesible, como medida fundamental para garantizar los mínimos vitales y de autonomía personal.

Conclusiones

En resumen, nuestra visión estructural de proximidad en el ODS 1 ‘Fin de la pobreza’ principalmente se sostiene, por una parte, en la fragilidad actual del mercado de trabajo precario con salarios bajos y, de la otra, en el precio inasumible de la vivienda. Expliquémoslo con un ejemplo muy gráfico. El precio medio de la vivienda de alquiler en Barcelona está por encima de los 900 €/mes y en el resto de Cataluña es de un poco más de 700 €/mes [15]15 — Departament de Territori i Sostenibilitat (2021), Mercat de lloguer d’habitatges. Información en línea en el sitio web territori.gencat.cat. . Si tomamos como referencia estos precios, ¿cómo es posible que una familia con unos ingresos bajos o en paro pueda hacer frente a un gasto tan alto? Es más, ¿cómo se puede vivir con un sueldo mileurista o con un salario mínimo de 950 € si el gasto en vivienda ya se lleva todos los ingresos, sean en forma de salario o de prestación de ayuda pública? Lógicamente es imposible comprar comida (ODS 2 – Hambre cero) y pagar las facturas de suministros básicos (ODS 7 – Energía limpia y asequible).

En este caso, vemos como la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible están fuertemente interrelacionados, obligando a cambiar modelos de organización vinculados al siglo pasado de todas las organizaciones que actúan y deciden al máximo nivel sobre estos temas. Es necesario un cambio de mentalidad que nos permita gestionar estas realidades desde un compromiso de equipos interdisciplinarios y con una visión estratégica de 360º. Hace falta dejar atrás formas todavía demasiado mayoritarias, basadas en un simple modelo de coordinación informativa entre diferentes departamentos estancos, más preocupados algunas veces en la consecución de sus objetivos específicos, que no al hacer una aportación de talento y especialización a finalidades globales que podrían paliar estas deficiencias estructurales.

Debemos incrementar el parque público de vivienda de Catalunya para asegurar el acceso a una vivienda digna y asequible como medida fundamental para garantizar los mínimos vitales y de autonomía personal

Todo nuestro trabajo, el del tercer sector, pone a la persona en el centro de nuestros proyectos y de nuestra acción socialmente responsable, incorporando los otros dos ejes fundamentales en los Objetivos de Desarrollo Sostenible: la sostenibilidad y la prosperidad.

Las decisiones que se tomen ahora favorecerán la aceleración o, al contrario, ralentizarán la consecución de los ODS, que tan importantes son para nuestras sociedades. Con toda probabilidad, la coyuntura actual nos haya hecho reflexionar en profundidad sobre los posibles caminos que podemos tomar para no tener que afrontar situaciones y escenarios más complicados que el de ahora en un futuro próximo [16]16 — Díaz, Adolf (2021), La guía práctica de los Objetivos de Desarrollo Sostenible Agenda 2030. Editorial Círculo Rojo. .

  • Referencias

    1 —

    Cruz, I. Navarro-Varas, L. y Porce, S. (2020), Una aproximació als efectes socioeconòmics de la COVID-19 a la metròpoli de Barcelona. Estimacions desigualtat social i pobresa. Institut d’Estudis Regionals i Metropolitans de Barcelona.

    2 —

    United Nations (2020), Responsing to the socio-economic impacts of COVID-19 – ODS.

    3 —

    Mesa Tercer Sector (2021), 800.000 persones han requerit ajuda de les entitats del tercer sector per l’emergència social de la COVID-19 durant el 2020. Disponible en línea en el sitio web tercersector.cat.

    4 —

    Mesa Tercer Sector (2021), 800.000 persones han requerit ajuda de les entitats del tercer sector per l’emergència social de la COVID-19 durant el 2020. Disponible en línea en el sitio web tercersector.cat.

    5 —

    The World Bank (2020), Atlas of Sustainable Development Goals 2020.

    6 —

    IDESCAT (2020), Enquesta de condicions de vida. Informe publicado el 21 de julio de 2020. Disponible en línea en idescat.cat.

    7 —

    IDESCAT (2020), Enquesta de condicions de vida. Informe publicado el 21 de julio de 2020. Disponible en línea en idescat.cat.

    8 —

    IDESCAT (2020), Enquesta de condicions de vida. Informe publicado el 21 de julio de 2020. Disponible en línea en idescat.cat.

    9 —

    Departament de Treball, Afers Socials i Famílies de la Generalitat de Catalunya (2020), Principals dades sobre la implementació de la Renda Garantida de Ciutadania. Disponible en línea en el sitio web treballiaferssocials.gencat.cat.

    10 —

    World Health Organization (2001). The World Health Report 2001: Mental Disorders affect one in four people. Disponible en línea en who.int.

    11 —

    Alston, P. (2020), Informe del Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos.

    12 —

    IDESCAT (2020), Enquesta de condicions de vida. Informe publicado el 21 de julio de 2020. Disponible en línea en idescat.cat.

    13 —

    CCOO (2019). Una aproximació a la pobresa en el treball.

    14 —

    FOESSA-Càritas Catalunya (2019), Informe sobre exclusió i desenvolupament social a Catalunya.

    15 —

    Departament de Territori i Sostenibilitat (2021), Mercat de lloguer d’habitatges. Información en línea en el sitio web territori.gencat.cat.

    16 —

    Díaz, Adolf (2021), La guía práctica de los Objetivos de Desarrollo Sostenible Agenda 2030. Editorial Círculo Rojo.

Francina Alsina

Francina Alsina Canudas

Francina Alsina Canudas es presidenta de la Mesa de entidades del Tercer Sector Social de Catalunya. Es grafóloga y experta en pericia caligráfica judicial y grafopsicológica. En 1989 empezó como voluntaria en Arrels, entidad donde sigue actualmente vinculada, y en 2005 inició su colaboración con la Fundación Yamuna. En 2005 fue elegida coordinadora de la unidad territorial de Barcelona de la Federación Catalana de Voluntariado Social, un cargo que ocupó hasta el año 2010, cuando fue elegida presidenta de la entidad hasta 2018. El año 2017 entró a presidir la Mesa del Tercer Sector y en 2020 volvió a ser reelegida en este cargo.


Adolf Díaz

Adolf Díaz Capón

Adolf Díaz Capón es investigador de la Red Internacional de Promotores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), miembro del Consejo Asesor del Observatorio del Tercer Sector y presidente de la Asociación de Familias del Instituto Fort Pius. En el ámbito del voluntariado, es el referente de la Mesa de entidades del Tercer Sector Social de Catalunya para el impulso de la Agenda 2030. Coordinador local de la Cruz Roja en el Prat del Llobregat y Viladecans, es también la persona de referencia del Foro de los 7 Principios de la Cruz Roja en Catalunya. Recientemente ha publicado el libro La guía práctica de los Objetivos de Desarrollo Sostenible Agenda 2030.