Es difícil pensar que el 25.º aniversario de la Conferencia Ministerial Euromediterránea de Barcelona relanzará la cooperación euromediterránea. En un contexto internacional y regional complejo, han surgido nuevos retos que parecen impedir la acción coordinada entre países, instituciones y actores regionales. Sin embargo, esta celebración podría ser una oportunidad para profundizar en el actual marco de cooperación regional y hacerlo más adecuado a los retos actuales de las sociedades mediterráneas.
En este sentido, el interés estratégico del gobierno de la Generalitat por este acontecimiento es más que evidente: Barcelona acoge la sede de la secretaría de la Unión por el Mediterráneo, organización intergubernamental que promueve la cooperación regional euromediterránea. Además, Barcelona y Cataluña han acumulado un capital importante a lo largo de estos últimos veinticinco años al ser la sede de numerosas instituciones, redes, programas, iniciativas de ámbito regional. Si bien es cierto que las instituciones del país no siempre han sido una fuerza tractora para movilizar organizaciones públicas y privadas en la apuesta por la región mediterránea, también es cierto que, con la reciente aprobación por parte del Govern de Catalunya de una Estrategia Mediterránea se hace patente la voluntad de intensificar este compromiso, y convertir la acción exterior hacia la región mediterránea en un pilar de la política del gobierno.
Una aportación qualitativa al debate
La revista IDEES del Centre d’Estudis de Temes Contemporanis edita este año 2020 un número monográfico dedicado a esta efeméride con el objetivo no únicamente de reflexionar sobre el impacto que la Declaración de Barcelona ha tenido en los países y ciudadanos de la región, sino sobre todo lanzar algunas recomendaciones de cara al futuro y hacer una aportación cualitativa al debate que la celebración suscitará.
Los artículos de este número monográfico intentan abordar varias cuestiones: ¿Cómo hacer de la cooperación euromediterránea un instrumento más útil de cara al futuro? ¿Qué propuestas innovadoras se pueden plantear para evitar la reiteración de políticas y fórmulas de cooperación que se han usado hasta el momento? ¿Qué recomendaciones de políticas públicas se pueden elevar a los decisores políticos en un contexto tan incierto e incluso adverso como el actual?
La sección del monográfico que se ocupa de la dimensión institucional y del desarrollo económico y sostenible pone énfasis en cómo ha cambiado la cooperación euromediterránea durante estos veinticinco años y qué nuevos retos y ámbitos de actuación han emergido desde entonces. Este monográfico incorpora temas innovadores como la implementación en la región de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, el desarrollo urbano sostenible, la lucha contra la emergencia climática, o bien la irrupción de la economía digital y la revolución industrial asociada. También se incorporan otros ámbitos temáticos que han evolucionado considerablemente en estos últimos veinticinco años y han reposicionado a la región en el tablero geopolítico global, como por ejemplo la arquitectura securitaria, la cooperación política o la emergencia del continente africano.
La región mediterránea se encuentra hoy en una situación más débil y delicada que en 1995, amenazada por una inestabilidad política creciente, una desigualdad de renta entre los países del norte y del sur que no se ha podido mitigar y una crisis climática que la sitúan como uno de los peores focos a escala planetaria. ¿Será posible, pues, consolidar una cooperación política, económica y social que permita hacer frente a estos retos?
Entre los artículos que se ocupan de la dimensión institucional de la integración mediterránea, Senén Florensa se pregunta si después de estos veinticinco años hay espacio para un proyecto renovado de la Unión Europea hacia el Mediterráneo sur, teniendo en cuenta la evolución de la arquitectura institucional multilateral. Dario Cristiani se interroga sobre si la pérdida de influencia por parte de la Unión Europea y de los Estados Unidos en la región en los últimos diez años ha sido aprovechada por potencias globales y regionales emergentes como China, Rusia, Irán o los países del Golfo para cimentar su influencia regional. Así mismo, Roger Albinyana y Claudio Salmeri analizan el impacto que la emergencia del continente africano como bloque político y económico está teniendo en las relaciones euromediterráneas.
En los ámbitos del desarrollo humano y sostenible este número monográfico se fija en los principales retos que tiene que assumir la región y que afectan, en mayor o menor medida, a todos los países indistintamente. Jérémie Fosse nos presenta una ambiciosa propuesta para implementar la Agenda 2030 de las Naciones Unidas; Rym Ayadi y Carlo Sessa disertan sobre la irrupción de la economía digital en el Mediterráneo y sobre si esta es un factor de transformación y crecimiento inclusivo o un factor de fragmentación y polarización societario; Oriol Barba reflexiona sobre la nueva agenda urbana en la región mediterránea como apuesta por un espacio inclusivo, integrado e inteligente; y finalmente Arnau Queralt-Bassa, Katarzyna Marini, Wolfgang Cramer, Joel Guiot, Arnault Graves y Grammenos Mastrojeni contrastan empíricamente las razones que obligan a la región a actuar de forma urgente en contra de la emergencia climática.
La región mediterránea se encuentra hoy en una situación más débil y delicada que en 1995, amenazada por una inestabilidad política creciente, una desigualdad de renta entre los países del norte y del sur que no se ha podido mitigar y una crisis climática que la sitúan como uno de los peores focos a escala planetaria. ¿Será posible, pues, consolidar una cooperación política, económica y social a escala regional y sub-regional que permita hacer frente a estos retos? ¿Se conseguirá convertir este 25.º aniversario en una oportunidad para reforzar la cooperación Euro-mediterránea?

Roger Albinyana
Roger Albinyana és director gerent de l'Institut Europeu de la Mediterrània (IEMed) i professor associat de política econòmica internacional a la Facultat d'Economia i Empresa de la Universitat de Barcelona. Prèviament, havia sigut director de Polítiques Regionals Mediterrànies i Desenvolupament Humà de l'IEMed. També és membre del patronat del CIDOB i del consell assessor de l'Associació d'Economistes Euro-Mediterranis (EMEA). Té un Màster en Història Econòmica per la UB i la UAB, un Grau en Economia per la UPF i un Grau en ADE per la UOC. Durant el període 2013-2016 va ser secretari general d'Afers Exteriors i de la Unió Europea a la Generalitat de Catalunya. Durant el mateix període, també va ser membre del Comitè de les Regions. Entre els anys 2010 i 2013, va exercir de conseller en desenvolupament del sector privat a la Secretaria de la Unió per la Mediterrània, organisme internacional amb seu a Barcelona.