En el contexto de la globalización y el “ascenso” de China, las últimas dos décadas han sido testigo del interés creciente de la investigación en el campo emergente de la “China Global”. El estudio sobre la China Global es un campo de investigación interdisciplinario que investiga las muchas facetas de los compromisos y efectos de China en el mundo. Expande los estudios sobre China más allá de las fronteras territoriales de este país y examina su papel en la escena mundial, su profunda influencia en la gobernanza global, el comercio, la ayuda, las inversiones, la financiación para el desarrollo, la tecnología, la militarización y la paz, el medio ambiente, la geopolítica, los derechos humanos, etc. Un número considerable de estudios, iniciativas y coberturas mediáticas se centran en la supervisión de la huella mundial de China, en las inversiones en el extranjero y, especialmente, en la iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda (BRI, según las siglas en inglés); en su entorno, sus implicaciones sociales y en derechos humanos, y su influencia en la geopolítica y las dinámicas regionales [1]1 — Como “Belt and Road Monitor” de RWR Advisory Group (disponible en línea), “The People’s Map of Global China” (disponible en línea) o “Chinese Responsible Investment Overseas Newsletter” del Centro de Información sobre Empresas y Derechos Humanos (disponible en línea), entre otros. .
Sin embargo, hasta ahora no se ha prestado bastante atención al aspecto del género en la “China Global”, ya que en gran medida se ha ignorado la cuestión del género y la sexualidad [2]2 — Jolly, Susie (2016). Why Gender and Sexuality are Central to China’s Relationships with the Global South. Diponible en línea. . Teniendo en cuenta los compromisos crecientes de China a nivel mundial en los últimos años con respecto a la igualdad de género y al desarrollo de las mujeres y el hecho de que el género ha estado altamente politizado en la geopolítica actual y se ha convertido en otro ámbito controvertido, necesitamos urgentemente investigar más profundamente sobre estas cuestiones.
La importancia del género en la “China Global”
Los estudios actuales sobre la cuestión de la “China Global” y el género se basan principalmente en las relaciones transculturales entre China y África, el sureste asiático y América Latina (incluidas las migraciones laborales y matrimoniales, el trabajo sexual, la vida familiar, la alienación cultural y la integración), las consecuencias de la inversión china, el comercio, la cooperación al desarrollo, las actividades agrícolas y mineras en los medios de subsistencia de las mujeres locales y las oportunidades de negocio, entre otros [3]3 — Este análisis de los estudios ha sido redactado por Yang Beibei para el taller “La Xina en el Sur Global: el papel central del género y la sexualidad”, que se llevó a cabo en Pekín en septiembre del 2017. .
En este artículo vale la pena destacar varios proyectos e iniciativas que tratan la cuestión de la “China Global” y el género. Uno de estos es “China en el Sur Global: el papel central del género y la sexualidad”, llevado a cabo por el Centro de Mundos Emergentes de la Universidad de California, Santa Cruz, desde 2016 hasta 2020 [4]4 — Podéis encontrar más información sobre este proyecto y sus resultados a la página web del Centro de Mundos Emergentes (disponible en línea). El libro basado en las conclusiones de este proyecto de investigación se publicará próximamente. . El proyecto reúne un grupo de estudiosos y ONGs de China, África, Estados Unidos y América Latina en un diálogo intelectual dinámico para abordar el impacto de la presencia de China en el Sur Global en la vida de las mujeres y en las relaciones de género mediante la investigación, talleres, comentarios culturales y foros internacionales. El proyecto remarca la importancia de desplazar el foco de la investigación más allá del “impacto” de las políticas, inversiones y apoyos de China, y situar el género y la sexualidad en el centro de los estudios para entender cómo las políticas y prácticas chinas se establecen, se aceptan o son cuestionadas en China y en aquellos lugares donde está presente e interactúa este país. Por ejemplo, la imagen de China proyectada en otros países a menudo tiene relación con la manera en cómo está configurada la sexualidad en estos territorios, cosa que afecta a las relaciones transnacionales de China. En el último caso, en Brasil, se muestra cómo se entrelazan emociones y retórica contra el género, el comunismo y China [5]5 — Corrêa, Sonia. (2019). Brazilian presidential elections: A perfect catastrophe? Consultado el 5 de junio de 2021. Disponible en línea. , intensificados todavía más a causa de la pandemia de COVID-19, y que incitan a una reacción airada de China.
Desde este punto de partida, el proyecto refleja críticamente la metodología actual de los estudios sobre la “China Global” y señala que es importante evitar asumir el género y la sexualidad como identidades y costumbres estables, así como no considerar a China ni a otros países del Sur como entidades monolíticas y sin historia. Al contrario, intenta explorar las conexiones complejas y sofisticadas entre China y el Sur Global y analizarlas sutilmente basándose en historias del colonialismo y en la realidad del cambiante contexto global mediante un esfuerzo intelectual colectivo.
Es importante no asumir el género y la sexualidad como identidades y costumbres estables, y también hay que evitar considerar China y otros países del sur entidades monolíticas y sin historia. La imagen de China proyectada en otros países a menudo tiene relación con la forma en que está configurada la sexualidad en estos territorios, lo que afecta las relaciones transnacionales
Otro proyecto es la serie de iniciativas que lleva a cabo Sexuality Policy Watch desde el 2012 para analizar las intersecciones entre las tendencias geopolíticas (la aparición del Sur Global, especialmente Brasil, China, India y Sudáfrica) y las políticas sexuales y de derechos humanos, así como para desarrollar un mapeo crítico de las tendencias y los cambios en los diferentes ámbitos de la política sexual en general a principios del siglo XXI. Estos proyectos inspiraron una serie de artículos y vídeos que evaluaban las tensiones y las dinámicas de la política sexual en el mundo [6]6 — Podéis consultar los documentos de trabajo y los vídeos e la página web de Sexuality Policy Watch. . Académicos chinos participaron en estos debates y contribuyeron a los análisis. El compromiso con este proyecto global incita a los investigadores chinos a reposicionar y contextualizar las políticas sexuales y de género chinas en análisis y debates globales más generales. La consecuencia de este compromiso es la creación de una red de investigadores entusiasmados por una colaboración futura que estudie la intersección de la “China Global” con el género y la sexualidad. Estos investigadores provienen de regiones diferentes, tienen formación académica diversa y llevan a cabo investigaciones interdisciplinarias y multidisciplinares que, sin duda, enriquecerán las teorías y metodologías que se requieren para investigar la “China Global” desde esta perspectiva.
¿Por qué ahora el género todavía es más importante?
Estudiar las cuestiones de género en el compromiso mundial de China tiene varios propósitos. Por una parte, llenará lagunas de conocimiento y planteará posibles nuevos planteamientos y preguntas en la investigación académica. Por otra parte, ayudará a identificar puntos de entrada y estrategias por dar apoyo tanto dentro como fuera de China a estas cuestiones. Ahora, llevar a cabo estas tareas parece más necesario que nunca. ¿Por qué?
Cambiar la política de género en China
En las dos últimas décadas, las identidades, costumbres y prácticas sexuales se han ido transformando rápidamente, han aparecido actividades creativas organizadas por jóvenes feministas y grupos LGTBIQ+ y, también, los educadores sexuales han hecho más visibles socialmente las cuestiones sexuales y de género en China [7]7 — Huang, Yingying (2019). “Sexuality Research and Sex Politics in 21st Century of Mainland China,” in Correa, Sonia and Richard Parker (ed.) Sex Politics: Trends & Tensions in the 21st Century – Contextual Undercurrents – Volume 2. Disponible en línea. . Además, en la coyuntura de la pandemia de la COVID-19 y Beijing+25 [8]8 — Pequín+25 se refiere al 25.º aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de las Naciones Unidas celebrada en Pekín, China, en 1995, cuando los gobiernos adoptaron la Declaración y la Plataforma de Acción de Pekín (BPfA, según las siglas en inglés). Cada cinco años, la ONU lleva a cabo un análisis exhaustivo de la implementación de la BPfA con la colaboración de gobiernos y ONGs para evaluar el progreso hecho en la materia e identificar las carencias y los nuevos retos futuros. Estos análisis son: Beijing+5 (2000), Beijing+10 (2005), Beijing+15 (2010), Beijing+20 (2015) y Beijing+25 (2020). , el desarrollo de las mujeres, la igualdad de género y otras cuestiones relacionadas han entrado en el discurso público y en el ámbito político. Esta visibilidad y legitimidad de las cuestiones de género proporciona un nuevo impulso y espacio para la organización de las mujeres y la defensa de la igualdad de género en China y a nivel mundial [9]9 — Cai, Yiping (2021) Women’s Rights and Organizing in China in the Conjuncture of COVID-19 and Beijing+25. DAWN discussion paper 34. Disponible en línea. . Grupos feministas de todo el mundo han estado trabajando codo con codo para garantizar que se integre una perspectiva de género en la respuesta y en las políticas y planes de recuperación contra la COVID-19.
Desarrollar una agenda feminista exige una transformación social, política, económica y ambiental [10]10 — 6 El colectivo Respuesta Feminista en la Covid-19 es una de estas iniciativas. Consultad su sitio web para obtener más información. . En China, son bien reconocidas y muy apreciadas la participación y la contribución de las mujeres en la familia, en la comunidad y en todos los aspectos de la sociedad en la prevención y el control de la epidemia como trabajadoras sanitarias, trabajadoras sociales, cuidadoras, voluntarias, científicas e investigadoras, periodistas o proveedoras de servicios. En su discurso al acto de la ONU sobre Beijing+25, el presidente Xi Jinping hizo un llamamiento a minimizar el impacto de la COVID-19 sobre las mujeres y a priorizar la protección de los derechos e intereses de las mujeres y las niñas tanto con respecto a la salud pública como a la reapertura económica, y, asimismo, a esforzarse por mejorar las ayudas económicas para las mujeres, resolver sus problemas y actuar para mejorar su bienestar [11]11 — Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Popular China (1 octubre 2020): “Intervención de S.E. Xi Jinping Presidente de la República Popular China en la Conferencia de Alto Nivel con motivo del 25º Aniversario de la Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing”. Disponible en línea. .
En China, la cambiante política sexual y de género también se manifiesta en los cambios en las políticas y legislaciones relacionadas con la igualdad de género y los derechos de las mujeres, incluidos los derechos en salud sexual y reproductiva. Por ejemplo, en 2016, el gobierno suspendió la política de hijo único, vigente desde hacía 35 años, y permitió tener un segundo hijo [12]12 — Baochang Gu, Zhuoyan Mao i Mengyun Hu (2019): An Ongoing Journey: Review of ICPD+25 in China. Pekín: Centro de Investigación en Población y Desarrollo de China y FNUAP China. . El 31 de mayo de 2021, el gobierno promulgó una nueva ley que permite que las parejas casadas tengan un tercer hijo, así como un conjunto de incentivos para aumentar la tasa de fecundidad, como acabar con la discriminación contra las mujeres en el empleo o proporcionar subsidios y equipamientos públicos para jardines de infancia, entre otros [13]13 — Agencia de notícias Xinhua (2021) “China to support couples having third child”. Disponible en línea. . Aunque la intención de estas políticas radica en la justificación para resolver el problema del descenso de la fertilidad y el envejecimiento de la población, sin duda impactarán en la igualdad de género y el desarrollo de las mujeres en China.
Otros cambios legislativos notables relacionados incluyen la adopción histórica de una ley contra la violencia doméstica en 2015 y, en 2021, el establecimiento en el código civil de un periodo de reflexión de 30 días para las parejas que quieran disolver su matrimonio. Estos cambios legislativos paradójicos y los acalorados debates sobre educación sexual hicieron reavivar los valores confucianos y el conservadurismo cultural representado por las “tías antisexo” [14]14 — Las “tías antisexo” son un grupo que se opone a “la liberación sexual” dentro de la sociedad china. Agreden sexólogos en público y de manera agresiva y condenan los programas de educación sexual. Uno de estos ataques se produjo a la Expo de Cultura Sexual celebrada a Xi’an en el 2014. Ved Hu Lele (2014) “‘Anti-sex aunties’ should not ‘anti-sex’ with violence” (disponible en línea). Ved también el documento de Huang Yingying del 2019. , que al mismo tiempo están yuxtapuestos con el gran compromiso en materia de igualdad y activismo por parte de grupos LGTB y de jóvenes feministas en la sociedad. Todo forma parte del complicado panorama de la política de género en China.
Los compromisos mundiales de China en materia de igualdad de género y desarrollo de las mujeres
A esta complejidad se añade el creciente compromiso mundial de China en materia de calidad de género y desarrollo de las mujeres en varios foros internacionales y a través de sus programas de cooperación internacional. El liderazgo chino insiste en las políticas de reforma y apertura y se compromete a abrir su economía a pesar de la guerra comercial con Estados Unidos, las disputas con los países occidentales sobre cuestiones de derechos humanos y la crisis económica mundial provocada por la pandemia de la COVID-19, que empuja China hacia la autosuficiencia. Se puede observar el mismo ajuste estratégico en la iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda (BRI, según las siglas en inglés) para afrontar los retos impuestos por los “cambios más profundos del siglo”, con énfasis en la solidaridad y el intercambio personal. En este contexto, en los últimos años las cuestiones de género han obtenido más protagonismo y atención en la política exterior y la cooperación internacional de China.
Por ejemplo, en las reuniones de alto nivel que China tuvo con la ONU Mujeres con ocasión de Beijing+20 (2015) y Beijing+25 (2020), el presidente Xi Jinping reiteró la igualdad de género como política estatal y se comprometió a proporcionar apoyo financiero en ONU Mujeres y en los países en vías de desarrollo para acelerar la implementación de la Plataforma de Acción de Pekín y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. El informe “Equality, Development and Sharing: Progress of Women’s Cause in 70 Years Since New China’s Founding [‘Igualdad, desarrollo y solidaridad: el progreso de la causa de las mujeres 70 años después de la fundación de la nueva China’] enumera los éxitos de China en la participación y cooperación a la hora de promover el desarrollo de las mujeres y la igualdad de género a nivel mundial [1]1 — Como “Belt and Road Monitor” de RWR Advisory Group (disponible en línea), “The People’s Map of Global China” (disponible en línea) o “Chinese Responsible Investment Overseas Newsletter” del Centro de Información sobre Empresas y Derechos Humanos (disponible en línea), entre otros. .
Con la Covid-19 y Beijing+25, el desarrollo de las mujeres, la igualdad de género y otras cuestiones relacionadas han entrado en el discurso público y en el ámbito político. Esta visibilidad y legitimidad proporciona un nuevo impulso a la organización de las mujeres y la defensa de la igualdad de género en China y en el ámbito mundial
Como defensora del multilateralismo, desde 2019 China se ha convertido en el segundo contribuyente más destacado al presupuesto ordinario de la ONU (contribuye con un 12%) después de los EE.UU. (22%) [16]16 — A/RES/73/271. Escala de cuotas para el prorrateo de los gastos de las Naciones Unidas. Resolución aprobada por la Asamblea General el 22 de diciembre del 2018. y, desde 2016, es el segundo contribuyente más destacado en los gastos de operaciones de la ONU para el mantenimiento de la paz. Por lo tanto, se espera que China tenga un papel más proactivo en la práctica de la Agenda Mujeres, Paz y Seguridad (WPS, según las siglas en inglés) a nivel nacional y mundial [1]1 — Como “Belt and Road Monitor” de RWR Advisory Group (disponible en línea), “The People’s Map of Global China” (disponible en línea) o “Chinese Responsible Investment Overseas Newsletter” del Centro de Información sobre Empresas y Derechos Humanos (disponible en línea), entre otros. . Y lo más importante, en el documento de política gubernamental “China’s International Development Cooperation in the New Era” [‘La cooperación internacional china para el desarrollo en la nueva era’,] publicado recientemente, se perfila por primera vez la igualdad de género como uno de los ámbitos prioritarios de la futura cooperación internacional china para el desarrollo. También se menciona esta prioridad política en la declaración oficial de los representantes del gobierno chino en la ONU; por ejemplo, en la reunión de alto nivel sobre Beijing+25 celebrada en el Consejo de Derechos Humanos de Ginebra en 2020 y en varios foros que acoge China sobre cooperación internacional, que a menudo incorporan sesiones sobre igualdad de género y el desarrollo de las mujeres en su programación.
El género en la “China Global”: ¿un ámbito de colaboración o de protesta?
Mientras en China las cuestiones de género ganan cada vez más terreno en términos de visibilidad, legitimidad y prioridad en la agenda política, el género se ha convertido en un feroz campo de batalla con la aparición de un movimiento global “antigénero” en Europa, EE.UU. y América Latina iniciado grupos religiosos católicos y de la extrema derecha para oponerse a los progresos conseguidos en igualdad de género y en derechos de las mujeres desde los años noventa mediante el apoyo y los movimientos feministas transnacionales, especialmente aquellos asociados con el derecho al aborto y los derechos sexuales. Este movimiento antigénero adopta diferentes formas y utiliza varias estrategias para influir en la opinión pública, la política nacional y la gobernanza global [18]18 — Podéis encontrar más información y análisis en “Resources on Anti-Gender Ideology” compilado por el Proyecto Filantrópico Global (disponible en línea). Para un análisis del movimiento antigénero europeo, ved Kuhar, Roman and David Patternote D. (ed) (2017) Anti-Gender Campaigns in Europe: Mobilising Against Equality. Para el caso de Latinoamérica ved Corrêa, Sonia S (ed) (2020) Anti-gender Politics in Latin America, Summary of Case Studies (disponible en línea). Para EE.UU. ved Case, Mary Anne (2019) Transformations in the Vatican’s war against “gender ideology”. Chicago: University of Chicago. .
En China, las cuestiones de género no suelen considerarse temas políticos delicados o controvertidos, a diferencia de las cuestiones sobre los derechos humanos, la soberanía nacional y la paz y la seguridad en el ámbito mundial. Sin embargo, esta situación podría cambiar, vista la complejidad y la ambigüedad del concepto de género y la política mundial sobre este tema. En chino, a menudo la igualdad de género se utiliza indistintamente para referirse a la igualdad entre hombres y mujeres, cosa que muestra una tendencia a la reinterpretación binaria, o, en la práctica, la igualdad de género se reduce a la participación igualitaria de las mujeres en el desarrollo (reducción de la pobreza, educación, participación económica, salud materna, etc.) con el fin de evitar, intencionadamente, el uso del término derechos. En el lenguaje, sustituir el vocabulario relacionado con los derechos con el del desarrollo refleja la larga controversia ideológica sobre el “derecho al desarrollo vs. derechos humanos” entre China y algunos países occidentales.
En pocas palabras, ¿se posicionará China con respecto a las políticas y negociaciones de género globales? ¿Qué planteamientos aplicará China para llevar a cabo programas de cooperación internacional que promuevan la igualdad de género y el desarrollo de las mujeres en los países en vías de desarrollo? Estas serían algunas preguntas interesantes para indagar en la “China Global”.
Además de la confusión conceptual sobre la terminología del género y el debate ideológico sobre el lenguaje utilizado a la hora de referirse a los derechos, la cuestión sobre los movimientos feministas y de mujeres también preocupa investigadores y activistas. ¿Podrán las ONGs chinas y sus homólogas en otros países participar de manera significativa en la implementación y el seguimiento del programa de cooperación internacional de China, vista la reducción del espacio civil en este país y a nivel mundial? [19]19 — Shieh, Shawn (2021) China’s White Paper and the BRI: Can we expect China to deliver on the SDGs? Business and Human Rights Resource Center. Disponible en línea. Por otra parte, China es escéptica y se mantiene en alerta la posibilidad de que los EE.UU. y sus aliados manipulen las cuestiones de género y los derechos de las mujeres para utilizarlos como un arma más para demonizar China en el escenario mundial [20]20 — Las directrices de las embajadas de los Estados Unidos para solicitar pequeñas subvenciones hacen mención a los derechos de las mujeres como un ámbito al que proporcionar apoyo. En un artículo publicado en las redes sociales, eso se interpretó como el intento de los Estados Unidos de utilizar la cuestión de los derechos de las mujeres para promover valores occidentales y una retórica antifamiliar y contra el matrimonio para, finalmente, subvertir el gobierno. Este artículo fue publicado por algunos medios principales, por ejemplo The Global Times, en su cuenta de redes sociales (disponible en línea). .
Conclusión
En general, el género ha estado muy politizado en las circunstancias actuales y se ha convertido en otra cuestión controvertida que puede generar y aumentar un sentimiento antichino o sinofóbico en un contexto político específico, cuando se cruza con expresiones anticomunistas, antiaborto, antigénero, anticolonialistas, antirracistas o antiglobalización, así como con la propaganda nacionalista, la xenofobia, el proteccionismo, etc. Dicho esto, no sugerimos que China tenga que reducir sus compromisos en materia de igualdad de género y desarrollo de las mujeres. En lugar de eso, tendría que investigar y analizar exhaustivamente las políticas de género actuales y desarrollar un plan de trabajo concreto para predicar con el ejemplo.
Quedan muchas cosas por hacer para introducir la perspectiva de género en la “China Global.” Eso provoca que surjan nuevas preguntas más allá de las cuales hace o tiene que hacer China, tales como qué implicaciones tiene, responde el resto del mundo, reacciona y se adapta China, etc. Estas cuestiones no necesariamente se centran en China ni la ven como una entidad monolítica y sin historia ni como una potencia emergente. Al contrario, son preguntas sobre las coyunturas en que China y el mundo se encuentran de manera particular en un espacio y tiempos específicos y como estos encuentros se manifiestan y se revelan de manera sincronizada de varias formas: colaboración, protesta, transformación, y cómo estas dinámicas contribuyen a modelar y remodelar China y el mundo.
Aquest reenfocament requereix una metodologia que pugui portar la veu i l’experiència de totes aquelles persones i comunitats afectades al centre de la recerca: dones, homes, persones LGTBIQ+, migrants, treballadors, agricultors, indígenes, treballadors sexuals, inversors, agents de borsa, venedors ambulants, entre d’altres, per entendre com estan relacionats els uns amb els altres en la reconfiguració. Insta els investigadors a tornar a avaluar temes recurrents i conceptes aparentment convenients sobre la Xina (com el comunisme, el capitalisme d’estat, el poder antidemocràtic, el fet de ser una superpotència, el poder hegemònic, etc.) i a buscar noves eines analítiques. Quines són les històries personals dels treballadors xinesos que construeixen infraestructures a Àfrica i deixen enrere les seves famílies? Com recorden les seves històries a les dels treballadors xinesos que van construir el ferrocarril a Amèrica fa més de cent anys? Què pensen les dones africanes sobre la seva feina a la línia Nairobi-Mombasa, el megaprojecte ferroviari xinès, i en altres empreses xineses? Tenen res a dir sobre com millorar les directrius i regulacions d’inversions xineses en matèria de responsabilitat social corporativa (RSC)? Què podrien aprendre les organitzacions xineses de societat civil de les comunitats indígenes i de les organitzacions de drets humans de l’Amèrica Llatina sobre els drets humans i el dret al desenvolupament mitjançant una col·laboració per fer responsables les empreses mineres xineses? Potser aquests poden els primers passos per començar a recórrer un camí llarg i difícil.
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Referencias
1 —Como “Belt and Road Monitor” de RWR Advisory Group (disponible en línea), “The People’s Map of Global China” (disponible en línea) o “Chinese Responsible Investment Overseas Newsletter” del Centro de Información sobre Empresas y Derechos Humanos (disponible en línea), entre otros.
2 —Jolly, Susie (2016). Why Gender and Sexuality are Central to China’s Relationships with the Global South. Diponible en línea.
3 —Este análisis de los estudios ha sido redactado por Yang Beibei para el taller “La Xina en el Sur Global: el papel central del género y la sexualidad”, que se llevó a cabo en Pekín en septiembre del 2017.
4 —Podéis encontrar más información sobre este proyecto y sus resultados a la página web del Centro de Mundos Emergentes (disponible en línea). El libro basado en las conclusiones de este proyecto de investigación se publicará próximamente.
5 —Corrêa, Sonia. (2019). Brazilian presidential elections: A perfect catastrophe? Consultado el 5 de junio de 2021. Disponible en línea.
6 —Podéis consultar los documentos de trabajo y los vídeos e la página web de Sexuality Policy Watch.
7 —Huang, Yingying (2019). “Sexuality Research and Sex Politics in 21st Century of Mainland China,” in Correa, Sonia and Richard Parker (ed.) Sex Politics: Trends & Tensions in the 21st Century – Contextual Undercurrents – Volume 2. Disponible en línea.
8 —Pequín+25 se refiere al 25.º aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de las Naciones Unidas celebrada en Pekín, China, en 1995, cuando los gobiernos adoptaron la Declaración y la Plataforma de Acción de Pekín (BPfA, según las siglas en inglés). Cada cinco años, la ONU lleva a cabo un análisis exhaustivo de la implementación de la BPfA con la colaboración de gobiernos y ONGs para evaluar el progreso hecho en la materia e identificar las carencias y los nuevos retos futuros. Estos análisis son: Beijing+5 (2000), Beijing+10 (2005), Beijing+15 (2010), Beijing+20 (2015) y Beijing+25 (2020).
9 —Cai, Yiping (2021) Women’s Rights and Organizing in China in the Conjuncture of COVID-19 and Beijing+25. DAWN discussion paper 34. Disponible en línea.
10 —6 El colectivo Respuesta Feminista en la Covid-19 es una de estas iniciativas. Consultad su sitio web para obtener más información.
11 —Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Popular China (1 octubre 2020): “Intervención de S.E. Xi Jinping Presidente de la República Popular China en la Conferencia de Alto Nivel con motivo del 25º Aniversario de la Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing”. Disponible en línea.
12 —Baochang Gu, Zhuoyan Mao i Mengyun Hu (2019): An Ongoing Journey: Review of ICPD+25 in China. Pekín: Centro de Investigación en Población y Desarrollo de China y FNUAP China.
13 —Agencia de notícias Xinhua (2021) “China to support couples having third child”. Disponible en línea.
14 —Las “tías antisexo” son un grupo que se opone a “la liberación sexual” dentro de la sociedad china. Agreden sexólogos en público y de manera agresiva y condenan los programas de educación sexual. Uno de estos ataques se produjo a la Expo de Cultura Sexual celebrada a Xi’an en el 2014. Ved Hu Lele (2014) “‘Anti-sex aunties’ should not ‘anti-sex’ with violence” (disponible en línea). Ved también el documento de Huang Yingying del 2019.
15 —Oficina de Información del Consejo de Estado de la República Popular China (2019): Equality, Development and Sharing: Progress of Women’s Cause in 70 Years Since New China’s Founding. Disponible en línea.
16 —A/RES/73/271. Escala de cuotas para el prorrateo de los gastos de las Naciones Unidas. Resolución aprobada por la Asamblea General el 22 de diciembre del 2018.
17 —Li, Yingtao (2020) Accelerate the Implementation of WPS: An Assessment of China’s Practice of ‘Women and Armed Conflict’ Strategy over the Past Five Years. Journal of Shandong Women’s University 3: 41-51.
18 —Podéis encontrar más información y análisis en “Resources on Anti-Gender Ideology” compilado por el Proyecto Filantrópico Global (disponible en línea). Para un análisis del movimiento antigénero europeo, ved Kuhar, Roman and David Patternote D. (ed) (2017) Anti-Gender Campaigns in Europe: Mobilising Against Equality. Para el caso de Latinoamérica ved Corrêa, Sonia S (ed) (2020) Anti-gender Politics in Latin America, Summary of Case Studies (disponible en línea). Para EE.UU. ved Case, Mary Anne (2019) Transformations in the Vatican’s war against “gender ideology”. Chicago: University of Chicago.
19 —Shieh, Shawn (2021) China’s White Paper and the BRI: Can we expect China to deliver on the SDGs? Business and Human Rights Resource Center. Disponible en línea.
20 —Las directrices de las embajadas de los Estados Unidos para solicitar pequeñas subvenciones hacen mención a los derechos de las mujeres como un ámbito al que proporcionar apoyo. En un artículo publicado en las redes sociales, eso se interpretó como el intento de los Estados Unidos de utilizar la cuestión de los derechos de las mujeres para promover valores occidentales y una retórica antifamiliar y contra el matrimonio para, finalmente, subvertir el gobierno. Este artículo fue publicado por algunos medios principales, por ejemplo The Global Times, en su cuenta de redes sociales (disponible en línea).

Cai Yiping
Cai Yiping es integrante del Comité Ejecutivo de Alternativas de Desarrollo con Mujeres para una Nueva Era (DAWN, por sus siglas en inglés) y estudiante de doctorado en el Departamento de Estudios Internacionales y Globales de la Universidad de California, en Irvine. Tiene un Master en Historia por la Universidad de Pekín y un Master en Derechos Humanos por la Facultad de Derecho de la Universidad de Pekín y el Instituto Raoul Wallenberg de la Universidad de Lund. Sus investigaciones se centran en el movimiento feminista transnacional, especialmente en el Sur Global, y también en la salud, los derechos sexuales y reproductivos y los medios de comunicación.

Li Yingtao
Li Yingtao es profesora y supervisora de doctorado en la Escuela de Relaciones Internacionales y Diplomacia de la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín (BFSU, por sus siglas en inglés) y directora ejecutiva adjunta del Centro de Estudios Globales y de Género de la BFSU. Ha participado en investigaciones sobre la historia de las relaciones internacionales, la seguridad no tradicional, la ONU, el género y las relaciones internacionales, así como en estudios por la paz feminista. Sus obras principales incluyen International Politics from Gender Perspective, Feminism Peace Studies, Feminism International Relations o Global Environmental Issues from Gender Perspective, entre otras.